Andaba yo muy ocupado y preocupado por encontrar o redactar un análisis sobre la guerra de Ucrania con el que poder expresar lo fundamental a lo que voy llegando (en un comentario expresaré los pasos de esa búsqueda), cuando me encuentro con este texto de Riccardo Petrella que satisface lo que yo quería expresar. Riccardo, ya con 80 años y bastante retirado de los medios, ha ofrecido su reflexión a una agencia internacional que no conocía y que recomiendo hoy especialmente. AD.
Para poner fin a la guerra en Ucrania, debemos saber cómo prevenir nuevas guerras
Por Riccardo Petrella | pressenza | 8-3-2022
Hay que imponer un alto el fuego inmediato en Ucrania. Armar a Ucrania y adoptar las duras sanciones anunciadas contra Rusia no hacen sino acentuar y exacerbar la guerra. No son la solución para la paz y para «liberar» a los ucranianos, sino, sobre todo, el instrumento para la derrota, o incluso la muerte de Rusia por asfixia económica y, secundariamente, para someter el futuro de los ucranianos a los intereses de Estados Unidos y de las «potencias» europeas occidentales. En la actual escalada, no son los colores del arco iris, sino las setas nucleares las que están en el horizonte. Qué absurdo.
Es bien sabido que la guerra en Ucrania -el país donde nació Rusia, el Estado de Rusia- no es principalmente una guerra entre rusos y ucranianos. Se trata de una distorsión de la historia actual propagada en particular por quienes, empezando por Estados Unidos y los dirigentes de los países de la OTAN, provocaron la inaceptable invasión de Ucrania por parte de Rusia y son corresponsables de ella con Rusia. ¿Por qué? Tratemos de entenderlo.
La guerra en Ucrania es el resultado, entre otros, de dos grandes factores de oposición y conflicto entre países y grupos sociales dominantes en todo el mundo. Mientras no se eliminen estos dos factores, habrá «como mucho» suspensiones temporales de guerras mundiales «localizadas», que terminarán aquí con la «victoria» de unos y allí con la «victoria» de otros. Las víctimas seguirán siendo los habitantes de la Tierra, todas las especies incluidas. La autodestrucción de la humanidad seguirá siendo una amenaza en el horizonte.
Primer factor. La guerra de supervivencia entre dos potencias mundiales antaño fuertes e indiscutibles, pero en crisis y cada vez más debilitadas.
La «guerra en Ucrania» forma parte de la nueva fase de la guerra entre Estados Unidos y Rusia desde el colapso y desaparición de la URSS en 1989 y el fin de la Guerra Fría Este/Oeste. Por un lado, se trata de la guerra que los grupos sociales dominantes en Estados Unidos (y, bajo su impulso/imposición, en los países de la OTAN) han librado contra Rusia durante los últimos treinta años para debilitar su poder político, económico y militar, aprovechando la grave crisis de régimen en la que había caído el país en 1989. Es una de las guerras que libra Estados Unidos para mantener su lugar como primera potencia mundial frente a los factores de erosión y debilitamiento que han contribuido al regreso con fuerza en Estados Unidos del «pueblo americano» conquistador, nacionalista y racista, del que Trump se ha convertido en el campeón más convencido.
Por otra parte, es la guerra tanto de resistencia contra la supremacía de Estados Unidos, como de ataque, a favor del restablecimiento del poder perdido por el colapso de la URSS, que los grupos sociales dominantes en Rusia han llevado a cabo: a) a nivel internacional, en un contexto de creciente debilidad frente a su enemigo de la Guerra Fría, y b) a nivel continental en el Este y el Oeste de la Rusia actual frente a los países/estados que se han independizado y son hostiles a Rusia. Para Putin en particular, el recuerdo y la fascinación del poder de Rusia en el pasado, incluyendo el período de la URSS, han sido y son para la mayoría de los actuales líderes rusos fuentes de inspiración para su estrategia de poder bélico y despótico.
Sin embargo, Mijail Gorbachov (*) había sido claro, sincero y por encima incluso de los intereses de poder directos de Rusia, en un mensaje oral público a Estados Unidos (y a sus oponentes rusos) unos meses antes de la reunificación alemana en 1990. Les advirtió que no cometieran el error de considerar la desaparición de la URSS como una victoria de los Estados Unidos y del sistema capitalista de mercado. La URSS, insistió, se había derrumbado por razones estructurales internas, porque su sistema había demostrado ser ineficiente, injusto e insostenible. Por ello insistió en que debe darse prioridad a la construcción de un nuevo sistema de seguridad económica y política europea que garantice unas relaciones pacíficas Este-Oeste entre todos los pueblos europeos. Así, retomó una propuesta anterior que había hecho a Estados Unidos para el desmantelamiento coordinado de las armas nucleares. La propuesta fue rechazada por Estados Unidos, que sólo estaba a favor de una reducción del número de misiles nucleares, por lo que Gorbachov contestó: «De acuerdo, entonces conservo la capacidad de destruiros no 6.000 veces, sino 3.000 veces».
Conocemos la historia. Estados Unidos y los países europeos (así como la Rusia de Putin) no hicieron ningún caso al mensaje de Gorbachov. Estados Unidos hizo todo lo posible por reforzar su control militar de Europa (para ellos, esto es la «seguridad europea») y, para ello y con el acuerdo y la sumisión de los aliados europeos, ampliarlo geopolíticamente integrando en la OTAN a todos los países con fronteras europeas con Rusia (excluyendo a Bielorrusia). La historia de esta prórroga, hecha de tratados y acuerdos incumplidos y de promesas incumplidas, especialmente por parte de Estados Unidos y, «por alianza», de los europeos, está bien resumida en un largo y riguroso artículo de Hall Gardner, profesor de la Universidad Americana de París, publicado en Other News el 25 de febrero pasado https://www.other-news.info/the-case-for-a-neutral-ukraine/
Persiguiendo frente a un «enemigo» considerado sistémico, su estrategia de dominación de todos los tiempos La paz a través del poder, Estados Unidos ha logrado su objetivo. Ha «ganado». ¿Pero qué han ganado? ¿Qué ha ganado la Unión Europea? Piénsese que esto es el colmo de la hipocresía: para financiar el envío de material de guerra y la ayuda económica a los ucranianos para reforzar su ejército, la Comisión Europea recurrió al Fondo Europeo para la Paz, que cuenta con un presupuesto de 6.000 millones de euros. Sin duda pensó que la paz se podía construir armando a la gente. Al apoyar a Estados Unidos en la ampliación de la OTAN hacia el Este, los europeos han ganado en tener una guerra en casa.
¿Qué han ganado los ucranianos, aparte de aceptar convertirse en una colonia militar de Estados Unidos y, a su vez, de potencias europeas como Francia y, sobre todo, Alemania? Una colonia que, obviamente, no se limitará al ámbito militar, sino que ya es económica y financiera. Lo será aún más en los próximos años. En las condiciones actuales de la UE, la «victoria» de los EE.UU. se traducirá en una sumisión y dependencia cada vez mayor de Ucrania a las normas e intereses de los mercados financieros mundiales y a los imperativos del mercado único europeo. La libertad y la independencia de los ucranianos se convertirán en palabras vacías sin referencias concretas.
En lo que respecta a los rusos, no han ganado nada hasta ahora. Y lo que es peor, los grupos sociales que los dominan salen bien mal parados en todos los sentidos, entre otros, a ojos de una opinión pública occidental y occidentalizada que está fuertemente moldeada y manipulada por el sistema de información global dominado por los medios de comunicación occidentales.
Por el momento, sólo los grupos sociales dominantes en Estados Unidos parecen salir ganando. Sí, han ganado al extender su control militar (y político) a toda Europa (excluyendo a Bielorrusia). Además, están consiguiendo transformar la OTAN en una poderosa estructura militar de orientación global al servicio del mantenimiento del poder de EE.UU. en todo el mundo, también de cara a sus otras guerras, especialmente la nueva guerra contra China (e India). También gracias a una mutación radical del poder militar a través de las nuevas tecnologías de la inteligencia artificial (sistemas de datos, gestión, comunicación y decisión, sistemas de satélites, nuevas energías, redes, plataformas…).
Es en este contexto que debe interpretarse la estrategia de expansión de la OTAN hacia el este. A Estados Unidos no le importa la libertad e independencia de los ucranianos. A Estados Unidos le interesa sobre todo reducir el poder de Rusia. Han ganado en provocar la guerra en Europa, después de Irak, Afganistán, Libia, Siria… entre los casos más recientes. Es increíble, parece una pesadilla, ¡nos hemos enterado de que el gobierno italiano ha anunciado una participación militar en Ucrania!
Esto nos lleva al segundo factor.
Segundo factor. La guerra se ha convertido en una forma de ser del mundo económico, tecno-científico y cultural dominante.
El espíritu de guerra es intrínseco a la economía dominante. La economía de mercado financiarizada nos ha educado para la guerra, para pensar y actuar/participar en las guerras: del petróleo, del trigo, de los ordenadores, de los medios de comunicación, de los contenedores, de las vacunas, de los smartphones, de los coches, del arroz, de los plátanos, de las universidades, de las redes, de las patentes, de la IA, del espacio. La guerra está en nuestras cabezas, en varias formas y palabras: competitividad, rentabilidad, liderazgo, número 1, conquista del mercado, resiliencia, adaptación, innovación….
Desde hace varios años estamos convencidos de que China es ahora el enemigo, nuestro «enemigo sistémico» porque es el nuevo competidor por la supremacía mundial. La pérdida de esta supremacía por parte de Estados Unidos se ve como una terrible amenaza para el futuro, para nuestra libertad. Las catástrofes ecológicas, en particular el clima en ebullición, nos han hecho comprender la fragilidad de la supervivencia y, por tanto, han acentuado esta profunda infiltración de la cultura de la guerra, haciéndonos creer de nuevo en la necesidad de ser los más fuertes, los más resistentes, esta vez a nivel mundial. De ahí el imperativo de dominación mundial que se ha impuesto sobre cualquier visión de cooperación, solidaridad, reparto y ayuda mutua. La guerra ha entrado en nuestras mentes como la lluvia en Noruega.
De ahí las grandes dificultades encontradas, principalmente por culpa de Estados Unidos, para encontrar soluciones globales comunes a las catástrofes ecológicas. De ahí el rechazo de los más fuertes, encabezados por EEUU y la UE, a un plan mundial justo y solidario de lucha contra el Covid-19 basado en vacunas accesibles a todos los habitantes de la Tierra al mismo tiempo, etc.
En este contexto, los millones de «yo» superan a los miles de «nosotros» y los países con poder nuclear creen, sobre todo los más poderosos, que mantener su poder en niveles más altos que los demás es una condición necesaria e indispensable para su supervivencia. Y como el poder militar está cada vez más tecnificado y vinculado al poder financiero para captar la innovación tecnológica mundial y los mercados globales, cualquier pérdida de mercados tecnológicamente valiosos se considera estratégicamente peligrosa para el poder económico y, por tanto, para el poder militar.
En el pasado, eran los militares los que impulsaban la innovación y la tecnología, hoy es al revés, incluso peor: son los imperativos económicos y financieros los que obligan a los militares a producir armas nucleares. La inaceptable expansión de la fuerza militar de la OTAN y la reacción defensiva de Rusia, basada en la seguridad por medios inaceptables, están en línea con esta cultura de guerra generalizada.
¿Qué hacer?
La sabiduría y la preocupación por salvaguardar el futuro pacífico de la humanidad y la supervivencia del mundo nos llevan a dar prioridad a tres líneas de acción, apoyadas por una fuerte movilización ciudadana.
En primer lugar, el cese inmediato de las hostilidades sobre el terreno y dejar que las negociaciones entre rusos y ucranianos decidan qué hacer a continuación. Por lo tanto, la prohibición de acciones como el envío de armas y dinero a los ucranianos o a los rusos; la suspensión inmediata de las sanciones contra Rusia.
Además, un compromiso por parte de la OTAN de detener el proceso de integración de Ucrania en la OTAN (recordemos que los franceses y los alemanes se opusieron a ello a principios de los años 90) y, por parte de Rusia, de abandonar cualquier posibilidad de recurrir a las armas nucleares; la convocatoria de una convención europea para definir un nuevo tratado sobre seguridad europea.
Por último, sentar las bases, basadas en el respeto del actual Tratado de la ONU sobre la prohibición de las armas nucleares, para la redefinición de un Pacto Mundial de Seguridad, en particular mediante aplicaciones muy concretas en los ámbitos de la energía, el agua, las semillas, la salud, el transporte, la información y el conocimiento. Nunca antes la seguridad global, para todos, basada en la responsabilidad común de los bienes esenciales para la vida ha sido tan obvia, necesaria y urgente.
(*) Me permito dedicar estas reflexiones a Mijail Gorbachov, como homenaje a una de las principales figuras políticas del siglo XX, ferviente defensor de las relaciones de confianza y transparencia entre los ciudadanos y de las relaciones pacíficas entre los pueblos, único estadista que, siendo presidente de la URSS, la segunda potencia militar del mundo, se atrevió a proponer oficialmente el desmantelamiento coordinado de las armas nucleares.
Traducido del francés por Isabel Orellana, Professeure, Département de didactique, Faculté des sciences de l’éducation UQAM, Montréal
1 de junio 2022
día 98 de la invasión a Ucrania:
– Moscú advierte sobre el riesgo de un enfrentamiento directo con EEUU por la ayuda militar a Kiev
– los crecientes suministros a Ucrania de armamento aumentan los riegos de un choque directo entre Rusia y Estados Unidos.
https://piensachile.com/2022/05/30/suministro-de-armas-amenaza-rusia-con-hundir-un-portaaviones-estadounidense/
El domingo se emitió un comentario en la televisión rusa que hay que escuchar con atención, porque el comentarista no era cualquiera.
«Ahora unas palabras importantes, muy importantes, para aquellos que podrían estar tentados de interferir en lo que está sucediendo desde el exterior. Quien intente interferir con nosotros, y para que hablar de suponer una amenaza para nuestro país, para nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y tendrá consecuencias como nunca ha visto en su historia. Estamos preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Se han tomado todas las decisiones necesarias al respecto. Espero que se me escuche»,
«Occidente ha pedido que Rusia sea derrotada en el campo de batalla, y para lograrlo, la guerra debe continuar y los nacionalistas ucranianos y el régimen deben ser abastecido con armas que también pueden llegar a la Federación Rusa. Son precisamente esas armas las que Selensky reclama públicamente. Hemos advertido a Occidente en los términos más enérgicos que, con las manos, los cuerpos y los cerebros de los neonazis ucranianos ya está librando, de hecho, una guerra subsidiaria con la Federación Rusa, pero este será el paso más grave hacia una escalada inaceptable. Espero que las mentes razonables de Occidente -de las que sólo quedan unas pocas- lo entiendan»,
Gracias Antonio por este artículo. Desde mi humilde punto de vista hace un analisis muy objetivo de los intereses que están detrás de este conflicto. Estoy de acuerdo con que el envío de armas a los ucranianos aumenta las posibilidades de que la guerra dure más y el sufrimiento y la muerte se vean multiplicados. Si vis pacem para bellum es un solemne error a no ser que se busque la paz de los cementerios. Estoy con el autor en que hay que explorar otras salidas fuera de las armas.
Voy a utilizar el título “poner fin a la guerra de Ucrania” para expresar una serie de pensamientos me surge a una hora ciertamente rara(mañana tengo que trabajar),sobre todo lo que oigo por la tele y lo que leí a Gervasio Sánchez….Frente a los que mantienen que en la guerra emergen valores apreciables(coraje, valentía,esto es mucho del gusto de Pérez Reverte y otros personajes de ese pelaje),creo que la guerra no sòlo es profundamente inmoral,sino uno de las muestras más apreciables de la estupidez humana…No es que ofenda a la moral(a la mía,desde luego),sino a la inteligencia…Observamos lo que decía Gervasio ,testigo directo del fenómeno ,los civiles no saben porque se pelea la gente en las guerras y básicamente son los que más la palman…Luego decía Gervasio que muchas guerras no se sabe porque empiezan y luego es difícil pararlas y luego constataba que algunos conflictos se cierran mal y luego se vuelven a abrir porque se generan odios feroces…Todo esto lo digo porque algunos militares(en la nave del misterio de Iker Jiménez apuntan) apuntan que Putin,dado que no le salió bien la guerra relámpago con huida por piernas de Zelenski, podría conquistar Mariupol(ciudad del Donbas) y dar por finalizada la guerra unilateralmente…Apunta que esta idea se deduciría de que Putin no ha movilizado más soldados y por el hecho de que así quedaría justificado ante su opinión pública…Yo he oído a otros militares que dicen lo contrario,no son tan optimistas…No obstante,esto nos lleva a los odios que generan las guerras ….y a lo insatisfactorio que son los acuerdos que ponen fin a las guerras(Ucrania es un buen ejemplo)…y en general a la estupidez de la guerra…Pero para que querrá este señor una ciudad como Mariupol que la ha laminado…La verdad que me estoy poniendo negro con esto de las batallitas,más concretamente con el papel de “observador o televidente de batallitas”…Me imagino a los civiles ucranianos…Tenemos suerte de ser sólo televidentes… Los seres humanos somos francamente estúpidos…Inmorales y estúpidos…
Y sigo pensando que tanto a Europa como a EEUU les interesa que se eternice la guerra en Ucrania. Es más, pienso que si pudieran lo convertirían en un nuevo Vietnam, pero sin pasarse porque el presidente de turno no querrá que le cueste el puesto una guerra en Europa.
Los suecos, y los noruegos, creo que son los noruegos y si no, Dinamarca que no querían ser miembros de la alianza Atlántica, ya han pedido entrar. Ya me dirán por qué. Pánico tienen a que los rusos lleguen hasta ellos. Con ayuda , claro. Ellos solos no pueden, pero ya están moviendo hilos de sus aliados. Y esa tontería que dije sin sentido cada día toma más visos de realidad.
Como China se alie a las claras con Rusia es repetición de la jugada. Tal cual.
Es como una pesadilla. Y no soy la única persona que piensa así. Hoy ha habido tres reuniones es Bruselas. Tres. A una de ellas, la de la alianza ha ido el mismísimo Biden. Por otra parte Europa, que acabará discutiendo entre ellos. Fijo. Y por otra el G7.
Esto no es cuestión de si Putin es bueno o malo. Ya va muuuuucho más allá. Porque estás cosas se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban.
Perdón. Cuando vean mi nombre, no lean. Pero…
Hace un mes que Putin empezó la invasión de Ucrania. Me eché las manos a la cabeza. Dios, pensé, tal cual la Alemania nazi. Luego a los dos o tres días vi que Europa no movía ficha. Madre mía, pensé, Chamberlin ha vuelto. Luego empecé a ver una tímida respuesta de Europa. EEUU, ostras, pensé, tal cual Roosevelt, ayudo desde lejos, pero no quiero jaleos en Europa. Hasta que Japón bombardeó la bahía. Ahí si reaccionó. Ese mar era suyo. El Pacífico era suyo. El Atlántico lo podía compartir pero el Pacífico no. Y entendió la amenaza Nazi. Entre otras cosas porque también llegaron a sus costas. Japón era de la misma ideología que el fascismo, pero en japonés. Y ahí ya fue la guerra mundial. Salió de los límites de Europa. Hay que ver la serie que he visto documental para que mi cabeza entendiera lo que es una guerra mundial, bueno , cualquier guerra. Diez batallas icónicas explicadas paso a paso. documentalmente. Alucinante. Terrorífico.
Hay un cinismo brutal. Las armas químicas y las nucleares ya se han utilizado. Hicieron un acuerdo para destruirlas y todo aquello del desarme nuclear y destrucción de armamento químico y biológico. Nadie se cree que un solo país lo haya destruido totalmente. Dicen que Putin no respeta las leyes de la Guerra. Eso es lo más grande que he oído. Si es que la guerra va de aniquilar al contrario. Dicen que crímenes de guerra. Será posible que digan eso cuando he visto con mis ojos los documentos visuales de la segunda guerra mundial? Menudo cinismo.
Claro que Putin no tiene derecho a invadir un país. Lo tenía acaso Hitler? Pues igual. Y qué van a hacer? Ponerle de cara a la pared y dejarlo sin postre? Y me lo tengo que creer? Vuelve a estar en juego el planeta enterito. Y esta vez además de la locura de una persona y las que se lo permiten porque ha dejado crecer tanto a la fiera que se ha convertido en KONG, se une el control por el imperio económico. Ahora no va del mar de Filipinas , ahora va de economía pura y dura. Y en vez de Japón tenemos a China que no sabemos por dónde va a salir. Ojalá crea que no ha llegado el momento de liarla en el mundo occidental.
Si esto no es calcado de los años cuarenta, si esto no es repetición de la historia, que me expliquen entonces qué es.
Seguimos igual. Y si hay que enzarzarse en una guerra mundial, lo haremos. Nos cuesta un montonazo aprender de la historia, entre otras cosas porque no la conocemos. Ellos si. Los que mandan sí que la conocen . Y en cuanto a uno de ellos le apetece salir en los libros de historia, pues eso no hay quien lo pare.
Ojalá. Ojalá china demuestre sentido común. Ojalá.
En geopolítica como con la historia hay que estar atentos a los hechos, a los momentos y a los diferentes actores. Caso contrario nos estamos comiendo un arroz con mango, como decíamos en mi pueblo cuando era yo pequeño.
El periodo de la primera mitad del siglo XX fue espantoso. Jamás la humanidad había sufrido una crisis tan honda, una deshumanizacion tan grande, que nos llevó a pensar seriamente que estabamos ante el espectáculo del fin del mundo, y con las devastaciones de agosto de 1945 producto de los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, el temor al holocausto cubría todo rasgo de vida humana, animal y vegetal.
Nuestra generación ha vivido después varias décadas de una inusual paz y prosperidad particularmente en Europa. Y muy especialmente en lo que va desde 1990 hasta hoy.
En todos los comentarios y análisis que se van sucediendo encuentro el mismo problema: parte de un mismo encapsulamiento teorico o ideológico . La inteligencia de la clase intelectual ya estaba inmersa en una gran crisis de ideas, nos han faltado pensadores lo mismo que estadistas, en una crisis de gobernanza sin precedente histórico.
Son varias las cosas que lo explican, pero no es lugar para este análisis. Aceptemos simplemente los hechos.y que no se trata dd buscar quien es más culpable, o quiénes tiraron la primera piedra. Que no nos pase lo mismo que en los años inmediatamente anteriores a la II GM los fascismos, nazismo, guerra en España, y las ocupaciones de territorios europeos( ¿ fue Hitler solo, o Alemania con él?)
¿ quién está invadiendo otro pais que no es Rusia, un país distinto a Rusia? ¿ tiene Rusia actual los derechos de crear la Gran Rusia Imperial? ¿ la revisión de Putin de lo que fue y represento la URSS es de recibo?
Rusia amenaza con armas nucleares… Pero otro las utilizó y no fue Rusia. ¿Eran locos y psicópatas aquellos, o menos que los que “amenazan” al ser los “demócratas defensores del mundo libre”
Cuando parecía que estamos algo civilizados, salta esta invasión… como si fuese la primera en 80 años! Pero vamos a ver, sin ir más atrás. Aquí al lado tenemos un país vecino con un rey semidios al que llamarle sátrapa se queda corto. Y es curioso lo que está pasando, ¿a nadie le chirría ni un poquito que el gobierno más progresista de la historia abandone al Sahara en manos del tirano? Tan preocupados por el sufrimiento de pueblos lejanos y sin embargo… se entrega a unos mientras se envía armas a otros, entre los que está el batallón nazi Azov, integrado en las fuerzas armadas de Ucrania. Para mi sorpresa leo hoy a un hombre de izquierda que Sánchez es un gran patriota, lo que ha hecho es por España. Se llama realpolitik mirar por nuestros intereses, los nuestros y punto.
Si tan claro es eso, ya está bien de cuentos, de demonizar a Putin por hacer lo que todos, mirar por sus intereses; de disfrazar nuestra intervención en la guerra de defensa de derechos humanos cuando no es más que vasallaje a poderosos que para colmo, a nosotros nos perjudica.
Muy de acuerdo con el análisis de R. Petrella. Por ahí es, a mi juicio, por donde hay que ir: Buscar las causas -en lo posible, aunque el problema tenga una solución más difícil-, y no analizar esta triste y absurda guerra solo desde la circunstancia más inmediata, con sus posibles patologías. Para entender hay que ir más atrás. Para prevenir y saber tratar un mal, es preciso descubrir el origen (relativo) de ese mal. Analizarlo o tratarlo solo desde lo inmediato, equivale a llegar tarde, como con ciertos cánceres… Uno de los hombres más clarividentes (y honestos) en este asunto fue M. Gorbachov… Quiso abrir rutas nuevas, que significaban un cambio-transformación a fondo… Pero como tocaba intereses -y en el fondo, quizá a relativamente corto plazo- equivalía a revisar el mismo sistema del poder occidental, Gorbachov no fue escuchado… El Poder del Sistema se resisten a la innovación y al cambio… No le importa contemplar a largo plazo, si no es para reafirmar su propio interés. Solo piensa en sí mismo, en su aquí y ahora. El aquí y ahora es su campo de trabajo, donde especula su dios Poder. Y este es nuestro gran problema: El Poder del Sistema es el gran ídolo a adorar… y darle culto. Lo que no sea esto -dar culto a los diosecillos creados- es malo… Es apartarse del camino correcto. Lo que no puede permitirse… (Por eso tantos diosecillos efímeros, que se creyeron lúcidos y grandes…, y no admitieron ni admiten adversarios…, porque, si los destronan, son ladrones… El Poder endiosado no se trocea ni se discute… ¿Me estoy explicando bien o embarullo? No hace falta poner nombres.) En estos casos, solo importa el Poder, que se concibe como una victoria personal permanente, sin límites… Por eso las democracias se cuestionan o se erosionan o se revisten de simples “papeletas”… Pues bien, ese tipo de “victorias” son derrotas encubiertas, a costa del consumidor de “papeletas”… Con esta enrevesada reflexión quiero decir que lo que hay que cambiar (mentalmente en primer lugar) es el Sistema y las mentes sistémicas… Porque es el sistema económico (y mental) el guerrero y depredador más cruel y excluyente -caníbal-, que no admite competidores. Por eso quizá antes o al mismo tiempo que a Rusia (o China) hay que mirar y analizar a EE, UU. Mejor: hay que analizar el SISTEMA que domina EE. UU., Rusia, China… etc. (cada sistema de poder con sus matices)
No estoy seguro de haberme explicado bien. Por eso vuelvo al gran proyecto de Gorbachov…, el gran innovador pacifista, el gran impulsor de un nuevo humanismo, el gran creador de encuentros humanos, de nuevas alianzas y apertura de fronteras… Y a suscribir de nuevo el artículo de Petrella.
Pues como pongamos los ojos en Dios para mejorar el problema de las guerras que no cesan, mal andamos.
Es imposible que esa sea la solución. Y el punto alfa o el Omega de Teillard no puede ir por Dios. Era un hombre inteligente, bastante. Y Defendió la evolución y sus problemas tuvo en el seno de la iglesia, por mucho que se niegue ahora. Y también algún jaleo con alguna publicación. Pero no me cabe duda del valor que tuvo , porque digan lo que digan ahora, la teoría evolucionista no era aceptada por la teología de la iglesia , y es lógico que así fuese. Adán y su costilla desaparecían por arte de magia. Esa teoría tuvo problemas similares al heliocentrismo y por las mismas causas, el Hombre no era el centro del universo en el heliocentrismo y su aparición en la Tierra no había sido por una modelación directa de Dios con el barro. Cuestiones similares. Lo que sucede es que tres siglos después el poder de la iglesia no era el mismo y ya no se estilaba quemar a la gente, pero sí rechazar sus textos. Y ahora que salgan diciendo que la iglesia y la ciencia siempre han ido de la mano. Me da igual. La realidad es la que es
Estoy segurísima de que el señor de Chardin, con su célebre punto omega lo que quería decir es que el proceso evolutivo nos llevaría , pues a evolucionar y a dejar de ser unos bestiajos , que es como a veces, bastantes veces, nos comportamos.
Y cómo lo expresa un jesuita? Pues no tiene otra. Tendemos a la perfección de Jesús. Cuando lo consigamos y formemos la cristosfera, alcanzaremos la perfección. Habla de Jesús. De Jesús.
Así leo su teoría. No puede ser otra. Pero no todos somos cristianos. Es una manera de decir que tenemos que seguir, y ahí hay que meter todo lo que dice Salvador Santos.
Pero por favor. No metan a Dios en esto. Metan a la parte humana de Jesús. Al señor Chardin si quieren, pues también. Pero no se puede hablar de Dios como solución a los conflictos tan tremendos como las guerras. Porque qué Dios? Al que rezaban los japoneses o al que rezaban los americanos? Al de los que seguían a Hitler o al de los aliados? Al de los ortodoxos griegos con don Krill al frente o al de los ucranianos?
Por favor. Eso no se puede hacer. Tenemos que evolucionar. No hay otra solución. Y no va a ser fácil ni rápido. Cuando nos creemos que nos hemos civilizado un poco, salta está invasión y como la prensa europea la sigue al día, pues te enteras de muchas cosas. Y si tienes curiosidad y miras hacia atrás, te das cuenta de muchas cosas más. Por ejemplo de que pueden empeorar hasta el infinito. Y no me estoy refiriendo a armas nucleares, que también. No hace falta armas nucleares para recrear el infierno de Dante. Además, él iba poquito a poco, bajando círculo a círculo. Y sabía que aunque pareciera lo más horrible del mundo, el siguiente círculo sería aún peor.
Esto es cuestión nuestra. Bueno, nuestra. De algunos de nosotros. Pero es que nada es sencillo. Hay tantísimo intereses económicos entremezclados entre todos los países, que no es nada sencillo arreglar esto. Y como sigamos en nuestra cabeza distinguiendo entre buenos y malos según su sistema económico, llamando imperialistas a unos por unas causas y a otros por las contrarias, que no sé si lo sin tanto, caeremos en los errores de siempre. La solución no puede ir por buenos y malos. Es imposible que vaya por ahí. Imposible. Porque salvajes, cuando llega el momento lo somos tanto los buenos como los malos. Esto es un problema mucho más complejo. Muchísimo más.
A ver si estos matemáticos tan listos y los físicos teóricosmetieran todo en un superordenador y encontrarán una solución cuántica. Creo que la teoría cuántica vale para todo.
Pero dejen a Dios tranquilo. Nada tiene que ver en esto.
Es mi opinión. La mía. Lo que creo, pienso, opino y ruego.
Empezamos mal.¿ Dónde está el absurdo?
Tenemos que descubrir y aceptar quién o quiénes tienen ese poder de persuasión.
Rusia si, y amenaza con lo más terrible de las armas inventadas por el ser humano.
De acuerdo Gonzalo en tu comentario…Cristo es el centro….es además “el Alfa y el Omega, el primero y el último, el principio y el fin” y en el convergen todas las cosas libremente y se recapitula en El toda la Creación….Fuera de El pierde el mundo su sentido de unidad espiritual necesaria para evitar toda clase de conflictos y contiendas en un mundo anegado por el dolor…
Ante este crecimiento acelerado de la entropía que consiste en el avance del “desorden universal” que estamos viviendo y porque la invasión ucraniana ha sido de cierta manera sorpresiva en cuanto muchos hemos vista una falta verdadera de motivación y lógica, hay que pensar en que es posible la realidad triste de un intento de autodestrucción nuclear del mundo en que lo racional se haya estrellado totalmente en una ceguera total ante la perspectiva del poder absoluto….y de la dominación del “ser humano por el ser humano”…puesto que existe un consenso entre los expertos en que es imposible “ganar” una guerra nuclear…El mundo de la ciencia después de la primera detonación atómica comprendió que las armas nucleares solamente tienen y han tenido una función de “detente” manteniéndonos en la “guerra fría” por un tiempo indefinido después de la Segunda Guerra Mundial…Ahora parece que las preocupaciones surgen ante esta posible realidad….
Por eso la inmanencia de Dios- ante la libertad con la que nos dotó junto con la del mundo -no se mantuvo inactiva y apareció el Cristo de la historia que reunió las características esenciales para la pacificación del mundo…Sólo el Amor de Dios puede aplacar la ira de los pueblos y sólo Su sacrificio voluntario redentor pudo reconciliarnos con El…por su muerte en la Cruz…Sólo el Amor venció la muerte y pudo traer la paz al mundo y a nuestras conciencias…
Y así Cristo comienza su predicación con estas palabras recogidas por el Evangelista Marcos, discípulo directo de la predicación de San Pedro: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios; arrepentíos y creed en el Evangelio” (Mc. 1:14) Cristo vino en la “plenitud de los tiempos” para concedernos la PAZ…Sin El no existirá nunca la PAZ verdadera, distinta de la del mundo dislocado por la entrada el mal en el….Y por eso, antes de “irse a la gloria del Padre” 2 veces Jesús habla de la PAZ; “vino Jesús y se presentó en medio de ellos y les dice: la PAZ sea con vosotros…Y en esto diciendo les mostró las manos y el costado…..Díjoles, pues, otra vez: la PAZ sea con vosotros” (Juan 20: 19-21)
Por eso solamente en Cristo se encuentra la PAZ del mundo. De otra manera encontraremos guerra y desolación
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Pues creo, opino, pienso, que la historia de los seres humanos es por un lado muy sencilla, siempre se repiten los mismos patrones y por otro lado las relaciones entre países son tan completamente, absolutamente complejas , donde se mezclan tantísimas cosas a nivel de individuos con Poder, y de nuestras respuestas tan ingenuas como pueblos del mundo porque no sabemos absolutamente nada de las causas reales de nada, que ya, o sea, a mí aire total. Es un cinismo tan tan grande mires por donde mires que estoy alucinada. Y es que siempre he sido profundamente ingenua. Por eso lo encuentro todo alucinante. Lo que tengo que hacer es leer más sobre historia reciente para medio entender, bueno, entender imposible, medio intuir por donde pueda ir el presente.
Y callar.
Y Escuchar.
Y cuestionar todo porque nadie puede saber nada de cómo y porqué están sucediendo las cosas.
Al final va a tener razón el señor de la Caverna. Platón. Vemos sombras. Y como salgas a la realidad lo tienes claro, pero es que como vuelvas y cuentes lo que has visto, o sea, al psiquiátrico con camisa de fuerza en el mejor de los casos.
Así que, en esas estoy. Tratando de entender algo. Ya sé que no les interesa lo que pienso, pero a mí sí me apetece decirlo.
Pero no hay UNA causa. Qué vaaaaaaa. Hay millones que proceden de distintos focos. Y que todas, supongo, desembocan en que el ser humano , como especie es como es. Como especie, por supuesto. El individuo cada día tengo más claro que importamos entre cero y nada. Solamente hay que echar un vistazo a la Historia. A los muertos en batalla se les llama bajas y solamente importa su número. Otra cosa son las grandes ideas, pero una gran idea no sale de la nada. Es el producto de toda una labor de individuos de la especie que han dedicado tiempo a pensar. Nada sale de La Nada. Ni porque sí.
Y una guerra, menos.
Fin.
Excelente el artículo, Antonio. Yo es que no puedo más de tanto maniqueísmo y simplezas como se están repartiendo. Tantas que no no soy capaz de poner la tv ni la radio.
Entender no es disculpar, es comprender que hacer supuestos juicios psicológicos de personas concretas no sirve para nada cuando se enfrentan bloques imperiales. Entender qué es lo que los mueve es la única forma de evitar o parar la lucha aquellos que pueden hacerlo. Y a nosotros nos sirve para no caer en oportunistas propagandas beligerantes.
Aquí no hay buenos, hay intereses económicos como siempre en la Historia y de momento, quienes ya están ganando son los fabricantes de armas y EEUU vendiéndonos su gas (fracking) mucho más caro.
Hay una serie documental, se llama La segunda guerra mundial. Hacia la victoria final. Diez capítulos. Documental. Dura de ver pero te hace entender. Me alegro que los aliados ganasen la guerra.
No tengo solución.
Si.
Hitler también tuvo sus motivos. Se sintió humillado por el tratado que Alemania firmó en el 18 en un vagón de tren. Responsabilidad de los aliados.
Ahora también.
Dios. Lo que no ha conseguido La iglesia, lo ha conseguido la guerra en Ucrania.
Callarme.
Magnífico artículo. En ocasiones la prensa simplifica esta guerra reduciéndola a la locura de Putin, que también, sin dejarnos ver lo que hay detrás de este complejo mundo en el que vivimos.
Gracias, Antonio.
Poder y dinero, son las raíces de todos los conflictos. La verdadera solución estaría en el mensaje de Jesús, de Buda, de Confucio, y del más sencillo campesino de cualquier país: la distribución equitativa de los bienes de la tierra, incluidos los bienes producidos por la ciencia y la técnica (también considerados como patrimonio de toda la humanidad). ¿Utopía? sí; pero una utopía que depende de nosotros. ¿Avanzamos o retrocedemos en esa utopía? A pesar de los noticiarios de cada día, la Historia universal me dice que hemos avanzado muy lentamente. ¿Que todo ese avance se puede destruir, o al menos retroceder varios milenios, con una guerra nuclear? Sí, es posible; aunque los mismos intereses humanos pueden frenarla. En todo caso, mientras quede una pareja humana será posible la esperanza de un mundo más justo y fraterno. ¡Y esa es la esperanza cristiana! El poder de atracción de un punto Omega, de un Cristo formado por la unión de todos los pueblos. Esa es la dinámica que se abre paso entre los escombros de tanto egoísmo.