Acabo de recibir esta columna de José Ignacio y me ha presuro a publicarlo aquí, por u especial oportunidad y por su contenido crítico al que me adhiero plenamente. AD.
Reflexiones éticas.- Los romanos solían decir “ay de los vencidos” (vae victis), pero quizás es que sabían vencer mejor que nosotros… El hecho es que, después de la primera guerra mundial, los vencedores fueron tan crueles con la Alemania derrotada, en aquella paz de Versalles, que contribuyeron al nacimiento del nazismo. Los alemanes no son de por sí racistas, pero sí que se produjo entonces una generación humillada, que fomentó el racismo y aplaudió la victoria de Hitler.
Y la historia se repite: tras la caída del comunismo soviético, los vencedores se portaron de manera igual de cruel con Rusia, dejándola como Alemania en 1918. Eso ha facilitado la aparición del Putin dictador con apoyo en el pueblo ruso. “El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”.
El resultado podría ser que desde la primera a la segunda guerra mundial transcurrieron unos 20 años; y ahora han transcurrido casi 80 desde la segunda a la que podría ser tercera guerra mundial: algo hemos progresado pero no suficiente. Y además tampoco parece que hayamos aprendido las lecciones del pasado: el invencible Napoleón fracasó en su intento de invadir Rusia. Y al “invencible” Hitler le pasó algo parecido…
Y, como siempre, actuamos con dos medidas distintas: cuando la crisis de los misiles cubanos, EEUU veía muy claro su derecho a no tener tan cerca aquella amenaza: y se sintió autorizado para invadir Cuba en aquel episodio ridículo de la bahía de Cochinos. Pero no le reconocen a Rusia el mismo derecho a no tener una amenaza a solo 500 kms. de sus puertas.
Más de lo mismo: criticábamos antaño con razón el expansionismo soviético, pero olvidamos que la OTAN (organización del ¡Atlántico Norte!) tampoco tenía ningún derecho de expandirse hacia el Este (Rumanía, Bulgaria y ahora Ucrania): porque además la OTAN pretende ser una organización solo defensiva. Y dejemos ya de hablar como los niños cuando se pelean: “ha sido él quien ha empezado”.
Damos además oídos a las informaciones de un mentiroso oficial (como es el sr. Boris Johnson) sobre el plan de Rusia para invadir inmediatamente a Ucrania. Y valga todo esto para no mentar el ridículo que hacemos cuando nuestro escándalo (¡legítimo! sin duda) por el caso Navalny, no nos lleva a abrir los ojos ante nuestro vergonzoso caso J. Assange, criticado incluso por Amnistía Internacional…
Ahora podrán decirme que soy comunista, que soy prosoviético, que soy antipatriota y todos esos adjetivos que tenemos tan a mano. Podría responder que no estoy alabando a Rusia (de la que aquí no hablo), sino criticando a Occidente. Pero prefiero contar un ejemplo que considero profundamente cristiano: en 1956, cuando la salvaje invasión de Hungría por la URSS, hubo en todo el mundo occidental manifestaciones verbales y callejeras contra aquel crimen. Y llamó mucho la atención que Karl Barth (figura muy conocida en el mundo académico de entonces, y quizás el mayor teólogo del s. XX) se negó a participar en todas ellas. Pero Barth se limitó a responder: “no tenemos derecho a criticar a la URRS porque, aunque ha fracasado, ha sido en el intento de resolver un problema que nosotros occidentales ni siquiera hemos querido plantearnos: el problema social”. Barth no defendía a la URSS, pero pedía que examináramos nuestras conciencias.
Quien tenga oídos para oír que oiga, solía decir Jesús de Nazaret. Y añadía aquello de: quita primero la mancha que tienes en tu ojo, y entonces podrás decir a tu hermano que te deje quitarle la mancha que tiene en el suyo.
Reflexiones prácticas.- Por esas paradojas de la vida, una de las grandes ventajas de Occidente se convierte ahora en una desventaja: si hay una nueva guerra, ya no bastará con hacer luego un homenaje a los caídos (en Normandía por ejemplo), que a ellos no les devolverá la vida y a nosotros tampoco nos tranquilizará la conciencia. Habrá que pensar muy seriamente en ellos antes de que caigan: en el sufrimiento (afectivo y físico) de cada persona concreta, en las malas noches, en el dolor de las familias a las que comunican la pérdida de un hijo o que viven temiendo esa noticia, en el de los soldados que piensan en la novia o en la mujer… EEUU no debería olvidar la cantidad de ciudadanos que tiene psíquicamente enfermos como consecuencia de sus aventuras bélicas en Vietnam, en Irak, en Afganistán (de las que además, tampoco salió muy bien parado) y que provocarán multitud de “objeciones de conciencia” (o “objetores por experiencia”). Ese es el precio de la libertad que hemos conquistado.
Pero eso no pasará en Rusia porque no se conoce tanto la experiencia de la libertad. Y ante esa debilidad es cuando surge la tentación del armamento a distancia y del armamento atómico: no olvidemos que así es como se justificó el lanzamiento de la bomba atómica: “para evitar males mayores” (¿?). Tampoco bastará con iniciar una guerra de sanciones, porque eso implicaría que Alemania se quede sin el gas que recibe de Rusia, lo cual no es viable ni imaginable.
Recordemos pues unas palabras del Vaticano II:
“La humanidad que ya está en grave peligro: aun a pesar de su ciencia admirable, quizá sea arrastrada funestamente a aquella hora en la que no habrá otra paz que la paz horrenda de la muerte… Con las armas científicas, las acciones bélicas traspasan excesivamente los límites de la legítima defensa… Esto nos obliga a examinar la guerra con mentalidad totalmente nueva” (GS 82.80). Y proponía el Concilio dos soluciones que hemos dejado totalmente de aplicar: “el establecimiento de una autoridad pública universal” y “detener la carrera de armamentos (que) es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de la tierra de manera intolerable” (82,81).
Conclusión.- Esperemos pues que no llegue la sangre al río, que las negociaciones se intensifiquen, que se llegue a una situación aceptable para todos (lo que implicará renuncias por ambas partes): una solución aceptable sobre todo para Ucrania que es quien peor lo pasaría en caso de guerra. Y que todas estas líneas resulten de verdad perfectamente inútiles.
Es temible el concepto de buenos y malos distribuido por HOLIWOOD¡¡¡¡¡Y que llevamos dentro, por que nos lo han inyectado en vena desde la distribución hollywoodense. Y este además, es un país que triunfó con la iglesia católica, que fue quien hizo todo lo posible para que nuestros amigos, Hitler y Mussolini ganaran aquí, “una cruzada cristiana”¡¡¡¡ Y la gran paradoja es que quien ¡¡¡de verdad!!! quien le paró los pies a Hitler, con su Ausschwitz, el Holocausto judío, fue Stalingrado, o sea, el pueblo ruso, que llegó a perder 28. millones de rusos, por 420.000 norteamericanos¡¡¡¡¡, y quien llegó a Berlín y liberó a los campos de exterminio fueron ellos, ¿por qué?. Porque cuando los Aliados estaban esperando a que los rusos y los alemanes se mataran entre sí¡¡¡¡Notemos que la Guerra II Mundial empezó el mes de noviembre de l939, y esos aliados desembarcaron en Normandía, el 6 junio de l944¡¡¡¡Alemanía “se había “comido” a Europa hasta que llegó a l6 kilómetros de Moscú¡¡¡¡Stalingrado!!! Y mientras tanto en España se rezaba en Fátima, por la conversión de Rusia¡¡¡¿Quien estaba defendiendo a Occidente?. Y no olvidemos a Noam Chomsky, el mejor lingüista del siglo XX, norteamericano, que ha llegado a afirmar que EEUU es un “país terrorista”. No le faltan razones. Acabándose a 2ª Guerra <Mundial se llevó a s su país, a l000 cientificos alemanes, artífices de crímenes horrorosos o no.Y sus millonarios hicieron enormes fortunas nutriendo a Hitler de naterial de guerra, sin el menor escrúpulo.Entre ellos von Braun (factor de la B.Atómica¡¡¡que fue lanzada por H Truman para que Rusia no entrara en guerra contra Japón, además de su propia deteerminación criminal¡¡¡. En fin ,sólo con leer la HISTORIA SILENCIADA DE ESTADOS UNIDOS, Escrita por dos nortemericanos, OLIVER STONE (DIRECTOR DE cine famoso, y PETER KUZNICK Profesor de Historia y Director del Instituto de Ciencias Nucleares de la Américan Society de Whashington . Sobre Putin ya se escribe sobre él demonizándole. La Rusia actual no es la de la Unión Soviética, Pero si sabemos que ha recuperado parte de lo que fue, y tiene derecho a ser respetada, y no sufrir el acoso de EEUU, por todas sus fronteras. EEUU ¿podría soportar unas bases militare en Cuba, Nicaragua o Venezuela?.
Lo de Einstein era obviamente “un mundo sin guerras”
Continuó…En cuanto Putin,ya le vale….Jugar con fuego….No conozco las razones de política interna por las que se le han pasado estas cosas por la cabeza…Yo,desde luego,no llego a lo de Karl Barth porque la Rusia actual poco tiene que ver con la URSS….Putin es básicamente un autócrata….Esta guerra si se declara va a ser muy difícil que nos cuenten quién es el bueno…La propaganda de ambos bandos lo va a tener difícil
Leí una frase de Albert Einstein :”los jóvenes que rechazan el servicio militar son los precursores de un mundo sin fueras”. Por la parte que a mí me toca y dado que fui insumiso diré que la frase ,aún en su tiempo es ingenua…Recuerda la ingenuidad de aquel cartel del MOC :1992 sin servicio militar ,2000 (creo decía) sin ejército…Al final fue 2000 sin servicio militar …Como aún soy antimilitarista (a los 59 años! ,uno no se cura de los males de juventud,ni de ser cristiano que yo me hice por contacto con los marginados,tb antimilitarista y de izdas),diré que estoy de acuerdo con el artículo ,en las guerras se usa una vara de medir distinta dependiendo del bando en que se esté y cuando empieza lo primero que desaparece obviamente es la paz y lo segundo la verdad…Es evidente que,viviendo uno en Occidente,debe sacudir a Occidente ….Y yo constató:1.El presidente de Ucrania dice que no sé hipótesis de amenaza,entonces porqué la ven los demás?.2.El presidente de Croacia que está en la OTAN dice que si hay guerra,no manda soldados…3.Como dice Baltasar Garzón,en EEUU cuando a cualquier pdte de EEUU le va a mal en las encuestas,se dedica a las batallitas fuera de su territorio…Hasta el católico Biden que yo,dicho incidentalmente,si habría que excomulgarlo es por provocar,inducir,calentar,llamemóslo X ,un conflicto bëlico…Continuaré
Es de agradecer este artículo de José I., pues nos invita a repasar la historia, a fin de tener en cuenta todos los datos posibles. Sin una visión más completa es muy posible que nos escoremos, y que nuestros análisis, o acaso confrontaciones verbales, estén sesgados. Su reflexión invita a conocer mejor y a analizar nuestras propias contradicciones, y también a superarlas, reconociéndolas y corrigiéndolas… Porque reconocer y corregir errores o fallos, personales o de grupo -si sabemos mirar y valorar bien- no nos humilla, sino que nos hace más grandes. Es decir, nos madura como personas y como sociedad. Por eso, no podemos señalar a otros, sin revisarnos antes. Sin esta actitud no será posible ningún diálogo sincero, comprometido; y menos un encuentro auténtico (lejos de barreras mentales ocultas.) Lo cual requiere, además de una información fidedigna y completa (en lo posible), un poco de humildad inteligente. Si en nuestras relaciones humanas -personales, sociales o políticas o religiosas- (si cabe esta distinción) vamos de “sobrados”, malo. El encuentro será imposible o casi. Y cuando se fracasa en ese intento, recurrir a la violencia para resolver conflictos, es además de torpe, demencial…, aunque ganen. Los vencedores, en este caso, pueden ser los vencidos por su propia torpeza, pues los deshumaniza. En este caso, viene bien un clamoroso “vae victoribus”!
Una autoridad mundial -¡tan necesaria! con capacidad de generar encuentros y de corregir abusos, dada nuestra inmadurez como sociedad, es tadavía un sueño, pero también una esperanza, cuyas raíces se hallan no solo en el Vaticano II y en Kant, sino, a mi juicio, sobre todo en Jesús de Nazaret. Hace falta un poder político y social universal. Poder consensuado, regido por principios éticos humanizadores bien definidos.
Hola señor Faus.
No me haga mucho caso. Ni se me ha ocurrido pensar que iba a leer mi. comentario. Por si es el primero que lee, le diré que voy a mí aire.
Siempre me ha interesado la segunda guerra mundial y, francamente, no sé por qué me atrapó de esa manera. Y eso me llevó a la primera. Hay quien dice que en realidad es la misma. Al leer lo de las causas de la subida del fascismo me ha entrado desasosiego. Usted sabe mucho mejor sin duda alguna que mi persona las causas y desde luego que Hitler utilizó bien muchas cosas, esa entre ellas. Y su personalidad, la desesperación y la incultura llevó a, en fin. Ya sabe.
En cuanto a que Roma sabía vencer, no cabe la menor duda. Tenía muchísima experiencia.He leído cosas del imperio Romano, por entender algo acerca de Galilea y Judea y Jerusalén y la destrucción del Templo y tal. Ya sabe que una cosa tira de la otra.
Sé lo que pasó al finalizar la segunda guerra mundial, el reparto del mundo mundial en dos bloques. Lo de la bahía de cochinos, lo de los misiles, en fin. El día en que cayó el muro de Berlín jamás se me olvidará. El concierto de Pink Floyd en el Muro, tampoco. Sé cosas. Nací en el 53 y hay muchos libros publicados y muchas películas filmadas.
Sé lo que es el imperialismo americano. Algo sé del régimen Stalinista, de Kruchef, si es que se escribe así, y de Gorvachov. No mucho de nada pero con esfuerzo he logrado tener una visión global del siglo en el que he vivido.
Sencillamente no hay vencedores. Siempre pierden los mismos, los civiles. Y por supuesto los soldados que mueren, pero muchas veces es peor seguir viviendo. Y sí, ay de los vencedores, si los hubiere. Porque siempre vencen los mismos también. Estoy convencida de que nadie sabe vencer. Es más fácil perder. La realidad te obliga a aceptarla.
Pero no me haga mucho caso. Voy a mí aire. Si alguna cosa he aprendido es que nunca sabremos la verdad de nada. No se crea que está hablando con una persona proEEUU. En absoluto. No me van los imperios de ningún tipo, ni las guerras. A veces creo que vivo en otro universo y por eso no entiendo ni unas causas ni otras. Ya le digo, mi cabeza vuela. Levita, mejor dicho.
Gracias por su respuesta. Estoy sorprendida. Supongo que ha pensado que su idea sobre esta posible guerra no ha quedado lo suficientemente clara. No se preocupe, creo que sí .
Aprovecho para pedirle disculpas si alguna vez he escrito algo que le ha podido molestar. Sé quién es usted y la autoridad que tiene. Ya le digo, ni caso.
Un abrazo.
Querida Carmen: aunque nuna he contestado a ningún comentario, porque cada cual tene derecho a opinar lo que quiera, eso del miedo me mueve a explicarme un poco más.
Con los datos que tengo, pienso que el problema puede resolverse fácilmente con unos acuerdos firmados (incluso con sanciones previstas para el caso de incumplimiento) en el que, por un lado, Rusia se compromete a no intentar anexionarse ningún país de la antigua URSS. Y, por el otro, la OTAN se retira de todos esos países. Gorbachov dice en sus memorias (y repitió años después en una entrevista) que se le habían dado garantías de que la OTAN no se extendería hacia el Este. Como ese compromiso no estaba escrito es fácil negarlo hoy. Pero si Occidente cumple así sus promesas ¿qué confianza puede inspirar? La versión que nos dan aquí es que Rusia quiere “invadir” Ucrania. La versión del otro lado es que Rusia solo quiere evitar que Ucrania entre en la OTAN. Por supuesto nunca podremos saber cuál es la versión verdadera. Pero al menos es cada vez más necesario que cuando surge un conflicto no lo abordemos con esa óptica tan occidental de “nosotros somos los buenos y ellos los malos”. Y aprendamos a decir simplemente: tenemos posturas y opiniones distintas.
Hay otro punto muy difícil que casi solo encuentro en el cristianismo: podemos juzgar y condenar las acciones de los demás, pero nunca a las personas de sus autores: porque nosotros no tenemos acceso a las intenciones de los demás. San Pablo no se cansa de repetir que el juicio solo toca a Dios. Y san Juan enseña que solo Jesús sabía “lo que hay en el corazón” de cada persona. Cada caso tiene mil factores que pueden ser atenuantes o agravantes, o modificar la impresión que nos produce (ejemplo clásico ahora es la pederastia: que el hecho es abominable, no hay duda. Pero luego te enteras de abusadores que habían sido abusados ellos de niños. Y ¿cómo juzgar entonces?
Todo eso no quita para que Putin deba comprender que, en prácticamente todos los países del Este, hay una verdadera aversión a Rusia. Y que vale más intentar ganárselos de nuevo que tratar de imponer en cada uno un dictador a lo Bielorrusia. Lo que a mí me preocupa y asusta más es la falta de una autoridad mundial, como reclamó hace casi 60 años Vaticano II. Un país, por grande y fuerte que sea (como los EEUU) no puede arrogarse ese título: ahí tiene usted el detalle de que EEUU reconoce el tribunal Penal internacional para los demás, pero no para sí. A largo plazo esa diferencia es un factor que hará imposible la paz. Y la ONU, que podría haberlo sido, ya han procurado los poderosos que no lo sea…
Nada más Carmen. Un abrazo
Pues a mí este artículo me ha asustado. Dice cosas tremendas, empezando por la forma de vencer de los romanos que trajo consigo un imperio tremendo, siguiendo por las razones del auge del fascismo…
Soy diferente. No cabe duda. Soy diferente a la forma de entender todo en este blog. Diferente.