En gratitud por su curso “Espiritualidad y Religión” hemos recibido esta tarjeta dirigida a Gonzalo, que dejamos tal cual, con todos sus latines.
Tityre, tu patulae recubans sub tegmine fagi
siluestrem tenui Musam meditaris auena;
nos patriae finis et dulcia linquimus arua,
nos patriam fugimus, tu, Tityre, lentus in umbra
formosam resonare doces Amaryllida siluas.
(Virgilus, Egloga Prima)Holístico, poso a la sombra de un Haya frondoso
y escucho sonar las hermosas canciones del Reino…No Haya duda que Gonzalo
tiene ojos de perito
y dotes de glosolalo,
gusto fino, olfato fiel,
el oído transfinito
y el amor a flor de piel.Jorge Alvarado Pisani
UCA, Managua
Mayo 13, 2013
Seguro que muchos se sumarán al agradecimiento de Alvarado en forma más sencilla… Para la traducción, ayuda Internet. Una pista: fagus, fagi es “haya”.
Agradezco las muestras de afecto y sintonía que me confirman y estimulan a continuar en esta búsqueda común.
Yo saludo de mi tierra quebequence a Gonzalo que conocí hace mas de 43 anos en la pampa chilena. Era profesor en la Universidad del Norte, en Antofagasta. Lo vi siempre como un hombre dedicado al estudio, a la enseñanza, al compartir con los mas humildes su espiritualidad. Lo perdi de vista durante 40 anos y gracias a internet volvimos a encontrarnos y a intercambiar reflexiones y experiencias de vida. Quiero agradecer a Gonzalo por su empeno a difundir y a dar a conocer a travres su carisma el gran misterio de la fe y de la presencia del Espíritu de Jesus en nuestra vida. Un abrazo fuerte de un hermano que lo recuerda siempre.
Debo reconocer… que no logré entrar con ilusión al cursillo…
¡Lo siento Gonzalo!!!
Pero sí reconozco su categoría humana; conmigo fue muy atento, respondió a todas mis dudas personalmente, y me aconsejó, que quizá, no estaba pensado para mi manera de mirar la vida… interior y exterior… para mí van unidas totalmente.
¡Gracias por tus atenciones y delicadeza!
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Precioso. El autor de este artículo es alguien que conoce a Gonzalo mejor que nosotros y que, por tanto, sabe muy bien lo que dice.
Firmo la alta valoración y los elogios a Gonzalo junto a un abrazote personal mío. El haberlo conocido personalmente en Madrid, al igual que a los otros atrieros, confirmó mi buen prejuicio de gente de alta categoría personal.
Siempre me molestan que los elogios en las misas de funeral se le hagan al difunto o la difunta en ese momento y no se le hayan hecho en vida. Por eso valoro que estas cosas se hagan en vida y que Gonzalo viva largos años y pueda saborear los frutos de su trayectoria vital. A nadie le amarga un dulce, ¡enhorabuena, Gonzalo!
Seguí el curso en privado y estoy muy agradecido a Gonzalo por su paciencia y su lealtad en responder a pesar de que debí serle un fastidio por lo largo e insustancial de mis comentarios y porque no tengo la preparación necesaria para comprender su ángulo como él lo propone. Esto hizo que él tuviera que hacer un extra esfuerzo para desenredar mis madejas y ayudarme a aclarar mis propia ideas. Todo lo cual agradezco de corazón. ‘
Usualmente no envoi notas públicas como esta no porque no sean más que merecidas, sino porque estoy seguro de que enviándolas no solamente no añada nada sino que pudiera sin desearlo restar. Pero mi gratitude y reconocimiento han estado siempre ahí aunque solo sea a la medida de mí. Un abrazo, Gonzalo.