A los 95 años, tras un alargamiento tal vez excesivo de su vida por extraños motivos familiares y políticos, ha descansado una gran persona, un creador de una nueva nación reconciliada, sin olvido histórico pero con perdón.
Buena referencia para conmemorar el 35 aniversario de la Constitución española que hoy está marchita con tanta corrupción e hipocrsía. ¿Aacaso no es el momento de iniciar un nuevo proceso constituyente? ¿No nos puede ayudar el testimonio y el espíritu de Mandela para dirigirlo? Dicen que Madiba mantuvo su ánimo en los largos años de cércel, de la que salió con más decisión pero sin nada de rencor, recitando cada noche este poema.
Poema Invictus de William Ernest Henley
En medio de la noche que me cubre,
negra como el abismo de polo a polo,
agradezco a cualquier dios que pudiera existir
por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
no me he lamentado ni he llorado.
Bajo los golpes del azar
mi cabeza sangra, pero no se doblega.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
se acerca inminente el Horror de la sombra,
y aun así la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
Me sumo a tu comentarios, amiga Mª Pilar. Me preocupa, sin embargo, que tanto sus familiares como sus sucesores en el mundo de la política, se estén apartando de la línea maestra marcada por el enorme humanismo de nuestro personaje. Con este jesús de carne y hueso puede ocurrir algo parecido a lo que ha pasado con el de Nazaret: sus seguidores , su iglesia, no nos parecemos a él ni en lo blanco del ojo.
Los corifeos de hoy, seguro que pasado mañana ya se habrán olvidado de su profundo mensaje.
Por mi parte, poco más que añadir al reconocimiento universal que se le está haciendo y a lo mucho que se está diciendo de él. Ante un gigante moral como Mandela, toda mi pequeñez y todo mi deseo de que sigan existiendo personas de esta categoría.
Hombre enorme.La mejor manera de honrar su memoria sería quitar esas concertinas y eliminar el conocido como “apartheid sanitario” que implantó la Mato…Estoy de acuerdo con los que dicen que algunos de los que le elogian muerto jamàs pondràn en pràctica ninguno de sus principios
Uffff… Impresionante persona.
Anoche… ante la mala programación de nuestras TVs. Me decidí por ver la película de Invicto.
Como disfruté de la calidad humana que despliega en ella N. Mandela, sencillo, firme, resolutivo, siempre en marcha; nadie le doblegaba cuando veía con claridad cuáles eran sus pasos a seguir, y calmar, serenar, el horror, las secuelas, que habían sembrado el odio y la discriminación…:
¡¡¡Por el color de la piel!!!
Vergonzoso porque a su vez, se aprovechaban sin límites de “utilizarlos” sin compasión alguna para su servicio, haciéndoles sentir constantemente la inferioridad que ellos “pretendían creer” existía.
Nelson Mandela, supo, por encima de todas las penas que le hicieron padecer, salir airoso y dispuesto a seguir con una lucha…
¡La única capaz!
De restañar heridas profundas.
Cuando acabó el film, salto a la pantalla de mi Tv. La noticia:
“Ha muerto Nelson Mandela”
Me impactó, porque estaba emocionada y gozosa por su calidad humana, pensando… “que lejos caminan nuestros políticos de hoy…” ¡en todo el mundo!
Hoy como cada día, escucho las noticias en cuanto me levanto en cadena SER; todo lo envolvía la persona de Nelson Mandela.
Han abierto las líneas para que llamaran personas que su paso por nuestra historia les había dejado huella.
Han llamado muchas apenadas y agradeciendo su saber estar y su inmensa labor, no solo para el bien de su país, sino de toda la tierra; para muchas personas ha sido crucial su humanidad clara y transparente, su sonrisa constante, su capacidad de trabajo, su ética por encima de todas las cosas por lo cual, nadie la consiguió oscurecer o manchar.
Me ha llamado sobre todas las llamadas, la de una mujer, que lo ha unido a la memoria de Gandhi y otros nombres; pero lo ha jalonado con un pensamiento de verdad original:
“No sé, si Nelson Mandela era hijo de algún Dios o no, pero para mí (decía la señora) es lo más parecido a Jesús…”
Me ha emocionado, porque ha visto en Nelson, un alma dentro de una humanidad sin trampa ni cartón, entregado a su labor de hacer que su pueblo se levantará de inmediato, en lugar de empezar a cobrar la lista de horrores que habían padecido.
¿No les parece que tiene algo que nos suena en Jesús?
Y si es tan sencillo como eso; vivir en plenitud nuestra humanidad, mirando siempre a los que a nuestro lado, siguen apaleados por los que se creen los dueños del cuanto les rodea, en especial de la vida de los que tratan como si no la tuvieran, porque para él explotador, solo la suya tiene valor.
¿Y si vivir en plenitud nuestra humanidad, nos hiciera a cada cual hijos tras la estela que van dejando los que a su vez se han ido haciendo hijos por cómo han vivido?
¿No sería mucho más simple y natural, como responder a todas esas capacidades que los seres humanos hemos recibido, utilizándolas para el bien de toda la creación?
Cada cual seguirá, a quién le enseñe mejor para realizar su manera de vivir, en el entorno donde la vida le ha puesto.
¡Cuánto tenemos que aprender todavía!
Si lo pensamos bien, en realidad no hay otro camino:
¡¡¡Vivir plenamente nuestro ser humanos!!!
Quizá nos parezca poco; más los que así han vivido, han logrado en su entorno cambios espectaculares y para toda la humanidad.
Otra Sra. Ha recordado a nuestro N. Mandela… “Marcos Ana” español, y ha leído un hermoso poema que escribió en la cárcel.
Está visto, que ser una persona de bien en este mundo regido por el dinero, prestigio, poder…
A estas personas plenas, en cuanto hacen a lo largo de su vida por el bien común, son castigadas, silenciadas, asesinadas, marginadas…
¿No nos suena de algo impactante a lo largo de la historia…?
Un abrazo a todos sus amigos, familia, pueblo… Y un deseo ferviente:
Mirémonos en estas personas de carne y hueso como cada cual, e intentemos aprender de ellos/as y pongámonos en camino.
mª pilar