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Espiritualidad y Religión / 6

Haya Religión, Laicidad, Ciencia, Ecología

La sexta entrega del curso Gonzalo entra en aclarar los conceptos que oponen la  Religión a lo que parecen sus opuestos: laicidad y ciencia. Pero se verá cómo no es fácil delimitar fronteras…

Para recibir el material completo hay que inscribirse en el Curso entrando en CURSO-TALLER ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN.

En cualquier caso la matrícula es gratuita

RELIGIÓN Y LAICIDAD

  • Laicismo y Laicidad

Los términos laicismo y laicidad resultan confusos. La mayoría de los autores actuales –no todos-  atribuyen a laicidad un sentido neutro (o positivo) y a laicismo un sentido negativo.

Cuando leamos un escrito, tenemos que estar atentos al sentido que ese autor le da a estos términos.

Laicismo es el término más antiguo; la RAE define como “Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa”. El uso político de este término ha tomado un sentido negativo de oposición o exclusión de lo religioso.

Laicidad ha surgido para volver a expresar el sentido original, neutro (o positivo). La RAE todavía no la ha introducido en su diccionario; lo introducirá en la 23ª edición (en 2014), y lo define como “Principio de separación de la sociedad civil y de la sociedad religiosa”.

  • Laicidad y Religión

Antiguamente las religiones ostentaban la cultura, dictan las normas y asumían el poder. La sociedad fue accediendo a la cultura y en esa medida fue asumiendo su autogobierno y el poder general.

En cuanto a la fundamentación teórica de las relaciones entre Laicidad y Religión queremos presentar un breve esquema, excesivamente simplificado, como base de un diálogo.

Graf 1

    • La laicidad se basa en la autonomía humana que, según la ética (civil) le corresponde por su dignidad como persona

La espiritualidad se basa en la dignidad del espíritu (imagen y semejanza de Dios)

    • La laicidad se organiza en la sociedad civil. La espiritualidad se organiza en las religiones
    • Tanto las sociedades civiles como las religiones tienen un ámbito propio

Pero frecuentemente inciden en situaciones concretas de las mismas personas

Por ejemplo: Aborto, educación, transfusiones de sangre, signos públicos, procesiones..

    • No hay prioridad entre ellas, ambas deben respetarse y completarse

No habría conflicto, si la sociedad civil y la religión respetaran e interpretaran correctamente esa dignidad humana en que se basan.

Hay conflicto cuando la interpretan de manera divergente

    • Para entenderse deben renunciar al fundamentalismo, y a los propios intereses políticos y económicos. Deben reconocerse mutuamente, apreciar los valores de cada una, y revisar su propia interpretación de la dignidad (sacralidad) humana
    • La Declaración Universal de los Derechos Humanos, las Declaraciones del Concilio Vaticano II, y los intentos por consensuar una Ética de mínimos, van en esa dirección.
  • Situaciones tipo

“La difícil laicidad” está en resolver las situaciones concretas. Solamente podemos enumerar algunos tipos de situaciones más frecuentes: Las religiones prohíben algo que el Estado permite (matrimnio del mismo género). Las religiones prohíben algo que el estado impone (practicar un aborto, transfusión de sangre). Las religiones aconsejan (imponen) algo que el estado prohíbe (acoger a un inmigrante). Una religión –en mayoría o en minoría- quiere influir en las leyes del Estado.

RELIGIÓN Y CIENCIA

Las relación Religión y Ciencia (mejor, entre los representantes de una y otra) es otro aspecto de la autonomía humana y la religión, y tendría fundamentalmente el mismo enfoque: prescindir de fundamentalismos.

En cuanto a la ciencia, la descripción del mundo es empírica, pero la comprensión es interpretación y nuestros conceptos –científicos o religiosos- son interpretaciones revisables. Son dos vías que nos permiten interpretar el mundo. La ciencia explica qué es la energía atómica pero no para qué debemos usarla. Cada una tiene su campo, aunque a veces se cruzan. Hay que buscar sinceramente la coordinación o compatibilidad en nuestras explicaciones.

Ken Wilber responde a las dos objeciones fundamentales contra las ciencias del espíritu: La experiencia empírico-sensorial no es la única experiencia de la realidad. Las matemáticas y la lógica no son datos empíricos. Y Las ciencias del espíritu cumplen con las exigencias del método científico (propuestas por Thomas Kuhn y Karl Popper): as experiencias se realizan según un protocolo; se a una aprehensión directa de los datos; y se connvalida mediante la la confirmación o rechazo de la comunidad científica.

RELIGIÓN Y ECOLOGÍA

La ecología es una reacción actual contra la explotación de la naturaleza por parte del capitalismo industrial y financiero.

  • Las religiones cósmicas entran en contacto con Dios a través de su manifestación en el mundo. Las religiones proféticas, mediante su palabra. Las poblaciones indígenas andinas han mantenido el contacto con la Pachamama a pesar de la explotación capitalista, y han conseguido el reconocimiento de algunos de sus derechos por parte de las naciones Unidas.
  • La tradición judeo-cristiana, por reacción a la idolatría, destacó la separación entre Dios y el mundo. En el relato de la creación, el código sacerdotal concede al hombre el dominio sobre la creación; el código yahvista le encomiendo el cuidado de la creación.

Las consecuencias negativas de esta separación entre Dios y la naturaleza ha llevado a su desacralización y la ha expuesto a la explotación técnica. Para Jesús, la creación es un reflejo de la bondad de Dios –y vió Dios que era bueno– y sus parábolas comparan la belleza y fertilidad del campo con su proyecto de reino de Dios. Esteban, el primer mártir cristiano, muere por decir

“Pero el Altísimo no habita en edificios construidos por mano de hombres. Como dice el Profeta: El cielo es mi trono, la tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué casa podéis construirme – dice el Señor – o qué lugar para que descanse? ¿Acaso no ha hecho mi mano todo esto?”

7 comentarios

  • Juanel

     
    Laicismo. Porque estoy viviendo en España, cargada con su historia de nacionalcatolicismo, con el poder que la IC quiere aún conservar en todo cuanto le dejan, me declaro radicalmente laicista nada de neutral. Si viviera en otras latitudes probablemente no lo sería. Suprimiría todos los signos religiosos católicos públicos, nada de religión católica en las escuelas, institutos y universidades públicas, nada de procesiones que por aquí en Canarias proliferan bajando y subiendo santos y vírgenes casi cada semana del año y es noticia en los periódicos locales, algo para mí indecente. Relegaría los derechos de asociación, expresión y manifestación de la IC a la esfera privada como colectivo, lo mismo para las demás confesiones religiosas. Que la IC busque un partido político afín, que ya lo tiene, para ejercer sus derechos públicos ¿Para cuándo la supresión del Concordato con la IC? Estoy harto de que mi IC en España se identifique con el poder, la imposición, la riqueza,…
     
     
    Ciencia, Religión y Ecologismo. Para nada estoy de acuerdo con lo que dice el texto de Gonzalo Haya. Las verdades parciales y provisionales de la Ciencia sujetas a ensayo-error y las interpretaciones del mundo que resultan en coherencia y como consecuencia de ellas, NO son ni opiniones ni creencias, que libremente se puedan aceptar o rechazar. Las experiencias o vivencias personales digan lo que digan autores de prestigio NO hacen Ciencia. Hacer interpretaciones personales del mundo sin tener en cuenta lo que dice o no la Ciencia al respecto, me parece un error grave porque carecer de fundamentación básica. Pretender que el método vivencial sigue las pautas del método científico es una opinión sesgada e intencionada para sostener un sistema insostenible por sí mismo, que busca una credibilidad tal como lo tiene la Ciencia.
     
     
    La Ciencia ha despejado al mundo de dioses y espíritus, lo ha desacralizado y bien desacralizado está. En el mundo antiguo todo cuanto ocurría lo hacía por la acción de espíritus. La convergencia politeísta sujetó a los espíritus del mundo en unos cuantos dioses más fáciles de contentar con cultos reglados. El monoteísmo simplificó aún más las cosas, un sólo Dios y un sólo Espíritu bastaron para el control del mundo. El mundo se desacralizó pues lo único sagrado era Dios. El paso dado por la Modernidad al reconocer la autonomía del mundo que funciona por mecanismos propios de su sistema, terminó sacando a Dios y al Espíritu del mundo. No creo que haya ninguna posibilidad de echar marcha atrás en todo este proceso. El movimiento actual para volver a sacralizarlo me parece simple añoranza del pasado, que no va a ninguna parte ni tiene futuro.
     
     
    Otra cosa bien distinta es el ecologismo, los problemas del medio ambiente producidos por una sobre-explotación de recursos, o uso insostenible, con sus consecuencias de contaminación, extinción de especies, disminución de la biodiversidad,… no se resuelven mediante una nueva sacralización del mundo a todas luces obsoleta, sino teniendo en cuenta que somos seres biológicos y por tanto necesitamos vivir en un ecosistema sano, con un uso del medio sostenible. No porque el medio requiera un respeto sagrado, sino porque si nuestro medio de deteriora más allá de cierto límite las condiciones de vida empeorarán y mucho. Hacer una teología ecológica me parece improcedente. Sin embargo, sí necesitamos con urgencia una ética ecológica, consensuada del modo más amplio posible y llevada a la práctica por la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo, no sólo católicos o de cualquier religión aunque mejor si estas lo favorecen, y sobre todo por los gobiernos de los Estados a nivel mundial globalizado.

  • Gonzalo Haya

    Creo que en este capítulo no han surgido discrepancias importantes, más bien discrepancia en alguna expresión. Al sintetizar por escrito es difícil tener en cuenta todos los matices y connotaciones que pueden apreciarse desde las diversas circunstancias personales. Creo que lo importante es un respeto mutuo a nivel personal, pero también a nivel de metodología. La dificultad está en que en la vida real se entremezclan los datos científicos, con los supuestos filosóficos, y las actitudes o aplicaciones morales. Creo que ese es el momento del respeto y de una desapasionada búsqueda de la verdad y de la armonía, porque todo unilateralismo resulta peligroso. Soy consciente de que esto requeriría muchos matices o corregir algún que otro de los términos empleados, pero lo importante es la voluntad de buscar juntos la actitud, y también la expresión correcta para comunicarnos.

  • pepe blanco

    Se dice:  “No hay prioridad entre ellas [entre sociedad civil y religiones], ambas deben respetarse y completarse“.
     
    No estoy de acuerdo con esa afirmación. En absoluto. Claro que hay prioridad. Al menos en una democracia. La sociedad civil es la única que tiene voz y voto. Las personas religiosas, también, por supuesto, pero en tanto que son ciudadanos, con derecho a voz y voto, no por ser personas religiosas. Ni por ser religiosas su voz tiene que clamar más alta ni su voto valer más. Y su voto será todo lo congruente con sus creencias que pueda ser y que quieran que sea, claro que sí. Pero ahí se termina la influencia de las religiones en una democracia: en el voto de quienes las profesan.
     
    En su caso también, claro, si una confesión reliogiosa deseara presentarse a unas elecciones con su propio ideario y su propio progrrama de gobierno. En principio, nada que objetar (lo que pasaría entonces es que habría que cambiar el ordenamiento constitucional y jurídico, para que las religiones recibieran, por parte de las administraciones públicas, el mismo tratamiento que los partidos políticos. Exactamente el mismo.)
     
     
     

  • Druso

    Evidentemente no habría conflicto si la religión respetara lo que decide libremente la sociedad civil, una sociedad de personas dotadas de razón y de voluntad, con responsabilidad, impulsada por la misma naturaleza,  de la que emana esa dignidad humana que intenta reinterpretar acaparar para sí la religión. Y necesariamente hay divergencias cuando partimos de conceptos diferentes, de planteamientos que difieren en el fondo aunque se quiera encontrar coincidencias en las formas.

    “Ciencias del espíritu”  “ciencias de la naturaleza”.  Dilthey, Husserl,  Kuhn, Karl Popper…… la aspiración a hacer objetividad de la subjetividad, como si las prácticas de objetivación no fueran las causantes de ese miedo a la subjetividad, como si la idea misma de subjetividad no fuera ya una expresión de derrota frente a la “objetividad”, lugar de refugio, santuario frente al “objetivador”.

  • ana rodrigo

    Pienso que, sobre todo en los materiales complementarios de este taller, queda muy bien explicado las dificultades y los problemas que plantean las religiones con respecto al poder político de los diferentes países y las diferentes religiones.
     
    Yo voy a poner un poquito el interés en el laicado dentro de las religiones, especialmente en la Iglesia católica. La aparición de la jerarquía católica, con todas sus atribuciones sagradas por un lado, y  de encarnarse en hombres, por otro lado, es lo peor que le ha ocurrido a la Iglesia.
     
    Dejar la voluntad de Dios en manos de un grupo seleccionado de hombres para que digan lo que la Institución quiere que digan que les ha dicho Dios, es de una aberración racional tan inconmensurable, que ha sido la causa fundamental del bodrio actual de Iglesia: monarca absoluto, cuando ya apenas existen en el ámbito civil; príncipes religiosos, cuando ya casi han desaparecido los príncipes civiles; palacios como residencias de estos príncipes, cuando todo el mundo vivimos en casas (quienes tenemos esa suerte); vestimentas escandalosas  adornadas de piedras preciosas, metales preciosos y telas lujosas, cátedras de maderas nobles y artísticamente esculpidas para estos jefes eclesiásticos, cuando la gente nos sentamos en sillas normales, etc. etc. ¿Cómo estos señores y mon-señores van a poder meterse en la piel de la gente de apié –el laicado- desde esas estructuras arcaicas, repulsivas y alejadas de la realidad de la calle? Ellos viven  conectados a un dios al que creen escuchar, traducen y transmiten lo que ellos creen es su voluntad con toda la desfachatez del mundo, aunque lo que digan nada tenga que ver con lo que el Galileo ni dijo, ni hizo, ni pensó. El Evangelio les queda muy atrás, muy lejos, muy desconocido, aunque hablen de él.
     
    Y, en segundo lugar, excluir de las reflexiones teológicas y morales a las mujeres, que en la Iglesia somos el 80% del conjunto de fieles, es de lo más vergonzoso que puede hacer institución humana alguna, máxime si además, dice representar a dios alguno que se precie de serlo.
     
    No es mejor, ni mucho menos, este tema del laicado en las otras dos grandes religiones del Libro.
     
    Si estas religiones hablan en nombre de Dios, yo no creo en ese dios, “cosa” de hombres, sí, cosificado por hombres.
     
    Estamos en otra época, en otro paradigma, la sociedad va por un lado, y las religiones no quieren enterarse.

  • Jairo Racines

    Estoy interesado en el material de los siete cursos sobre este tema.
    Me muevo entre lo profano y lo sagrado,CON EL ANHELO DE SER SANTO.

  • pepe blanco

    Hola Gonzalo,
    ¿Por que dices que hay que buscar sinceramente la coordinacion y la compatibilidad entre nuestras explicaciones (científica y religiosa, supongo)?
    Tal vez esa sea una necesidad para la religión, pero no lo es para la ciencia. En esa afirmación tuya hay algo de misterioso y difícil de entender.