Vengo observando que muchas de las discrepancias que surgen en el diálogo en ATRIO se deben al concepto que cada uno tiene de lo espiritual o de Dios. Quizás más concretamente, se debe a lo que cada uno piensa que el otro cree sobre Dios o sobre lo espiritual. Como estoy publicando varios artículos, me parece oportuno tratar de aclarar en qué Dios creo. No pretendo demostrarlo empíricamente ni, menos aún, convencer a nadie. Sólo pretendo que se entienda el trasfondo de lo que digo.
Ante todo, como he repetido varias veces, lo que de verdad creemos se muestra en los hechos más que en las palabras. Sin embargo las palabras son necesarias, porque somos seres racionales, y queremos explicarnos y justificar las decisiones que tomamos. A unos les basta con su conciencia; otros necesitamos explicarnos más, y por eso escribimos o dialogamos en ATRIO.
Todas nuestras explicaciones son intentos de interpretar la realidad. Estas interpretaciones están condicionadas por nuestras propias experiencias (mínimas en comparación con toda la humanidad) y por el lenguaje cultural (fruto de la experiencia de nuestros predecesores) que nos permite expresarnos.
Si somos conscientes de la limitación de nuestras interpretaciones, creo que debemos ser muy respetuosos con las interpretaciones que ofrecen los demás, y tratar de comprenderlas. No se trata de todo vale. Creo en el pluralismo cultural –y en el pluralismo religioso– pero en un pluralismo asimétrico. La humanidad va avanzando en zig-zag, con avances y retrocesos, hacia una aproximación a la realidad.
Dicho esto, creo en una realidad objetiva –que se muestra en objetos físicos pero también en valores como dignidad humana, justicia, amor– y que es superior a mis propios intereses, como imperativo categórico. Esta realidad se percibe a través de procesos físico-químicos, pero es más que esos procesos. Creo que el conocimiento no se limita a lo empírico, y valoro la inteligencia emocional y la espiritual –la sabiduría, si os parece mejor– como fuentes de conocimiento. Estimo especialmente el conocimiento que nos aporta la cultura oriental, aunque nos parezca menos preciso.
Esa realidad objetiva no es ajena a nosotros, ni se halla en ningún lugar fuera del mundo o de nosotros. Si la filosofía ha calificado a esa realidad como trascendente, no es porque comience más allá del mundo, sino porque la considera el fundamento del mundo empírico y del mundo ético. La trascendencia supone su inmanencia. Todo es participación de esa realidad. No es panteísmo; si acaso es pan-en-teísmo, todo en Dios. En la imagen de Willigis Jäger, somos olas que se forman en el mar de Dios. La ola es el mar.
Por mi parte no tendría dificultad en identificar esta realidad con la energía; pero tiene que ser una energía lúcida, porque fundamenta la dignidad de la persona, la inteligencia, la ética y el amor. Podría explicarse como una energía que va estructurándose como mineral, vegetal, sensitiva, intelectiva, ética.
Vamos llegando al título de esta exposición. Esa energía lúcida que se entrega y se despliega en el mundo sería, a mi entender, una manera de expresar la idea de Dios en conceptos culturales de nuestro tiempo o, más bien, en conceptos de una élite cultural de nuestro tiempo.
Otras culturas o grupos humanos pueden explicar con sus propios conceptos o percepciones la existencia de esa realidad, fundante de lo sensible y de lo ético. Cada uno tiene que expresarse con las palabras que más se aproximen a su propia experiencia, y que sean comprensibles para aquellos con quienes habla. Actualmente se está desarrollando la interpretación de una realidad transpersonal, que trata de superar la dualidad entre el mundo y Dios.
Jesús experimentó esta realidad y la expresó –en su cultura– como Dios creador, padre de toda la humanidad, que desea el bienestar y la felicidad de todos, mediante unas relaciones de justicia y fraternidad. Puso en práctica esta interpretación mediante sanaciones –se expliquen como se expliquen, psicológicamente o por física cuántica– y mediante la liberación de todas aquellas imposiciones religiosas que oprimían en vez de ayudar: el sábado –la religión– está para ayudar el hombre. Fue consecuente y dio la vida por exponer esta imagen de Dios. Jesús es para mí el rostro visible de Dios.
No sé si he logrado explicarme, pero esto es lo que yo entiendo por el término Dios, que me es más familiar, pero que lamentablemente se ha ido cargando de muchas connotaciones negativas. Los siguientes temas del curso sobre Espiritualidad y Religión pueden verse a la luz de esta interpretación de Dios como realidad fundante, de lo tangible y de lo intangible, de lo que llamamos material y de lo que llamamos espiritual.
Es cierto Pepe Sala que la calidad humana se sostiene en la vida y no en los libros. Pero es que yo tengo tiempo disponible para leer y pensar en abundancia, pues tengo la obligación y el placer de cuidar a mi mujer que está delicada con enfermedades varias. Mis hijos y nieto están lejos en Barcelona y es un placer cuando vienen a pasar un tiempo con nosotros. Todo en la casa lo llevo yo y menos mal que tengo una amiga que viene a limpiármela cada semana. De este modo puedo hacer algo de voluntariado y reunirme con mi comunidad cada domingo. A los amigos no puedo atenderles, sólo me quedan los incondicionales que de cuando en cuando se pasan por casa. En absoluto me quejo de mi situación, todo lo contrario, me encanta tener tiempo para estudiar rodeado de libros tomando notas de aquí y de allá y también disfruto de las horas que dedico a Atrio y algún portal más al que le presto atención. Por ello no suelo contar historias de mi vida ya que tendría que remontarme al pasado y prefiero estar en el presente, y contar las ideas que me sugieren los comentarios y no mis experiencias de vida porque hay poco que contar.
Entendrás, Juanel, que no tengo el horno para bollos. Se nota claramente por mis intervenciones en otros hilos que me interesan mucho más que los asuntos ” divinos”.
Así pues, y por ser cordial con tu interpelación:
“” gratuidad, espontaneidad, exclusividad . Para opinar necesito un campo más amplio.””
esperaremos a que mi ánimo este más receptivo a los espiritual e intentaré ampliarte mis hipótesis ” espirituales”. De momento puedes seguir con el ” taoismo”, con la teología católica o con quien gustes. Mi recomendación sigue siendo que abandones tanta teoría y te centres más en las cosas que rodean tu propia vida, Yo estoy seguro de que, si lo haces, encontrarás un altísimo nivel espiritual que JAMAS encontrarás en libros tan complicados de personas tan comlicadas.
Recuerda a Teresa de Avila y sus cocina. Y ya me dirás si encuantras espiritualidad en Juan de Yepes ( De la Cruz) y sus poemas. Para mí es sencillísimo encontrar la espiritualidad de Juan de la Cruz, pero yo no lo relaciono con la teología católica. Para mi no existe duda de que el poeta de ” la escondida senda” tenía en su mente algo mucho más hermoso que el tal ” dios” con el que pretenden relacionar sus poemas. Quien haya sentido el ENAMORAMIENTO ( Humano, no divino) en su más ámplio significado, no necesitará de libros raros ni autores complicados para saber el significado de espiritualidad. Yo estoy convencido de que Juan de la Cruz y Teresa de Avila no necesitaron libros extraños ni teologías impuestas para escribir lo que escribieron.
Bueno pues… que aún me dura lo de ayer y no quiero despotricar .
Una de las cuestiones sobre las que se podría sostener la proposición de Dios es hablar sobre el origen de todo. Es difícil pensar en la Trinidad cristiana como el origen anterior a todo. Por lo común pensamos que sería más racional si hubiese un origen, que lo anterior a él tendría que ser simple pues lo complejo y diverso se explica mejor como resultado de un proceso de diferenciación. Se ha hablado del Tao. Rodrigo Olvera puso en un comentario estos versos del libro del Tao de Lao zi en otra traducción distinta: “El Tao engendra al uno, el uno engendra al dos, el dos engendra al tres, el tres engendra a los diez mil seres. Los diez mil seres albergan en su seno al yin y al yang, cuyas energías vitales chocan para tornarse en armónica unidad”. Esto me motivó a realizar un ejercicio racional que en realidad para mí es como un entretenimiento más que la pretensión de alcanzar una verdad sobre las cuestiones del origen, del origen de todo, porque no lleva a una conclusión firme y segura, válida para todos.
Leo una interpretación de Yan Fu sobre los versos anteriores: “El Tao es lo primordial y absoluto. De él procede el uno. Cuando el uno es producido el Tao se hace relativo y entonces aparece el dos. De la comparación de dos cosas brota su contrario y aparece el tres”. Ya sé que el pensamiento oriental no es el de occidente pero creo que podría aplicar esta interpretación a nuestro modo de ver las cosas. Así lo primordial anterior al origen es lo Absoluto. Al crear el mundo o engendrarlo en su punto o campo original de energía como algo distinto a sí mismo se hacen mutuamente dependientes, lo Absoluto deja de serlo pues ya hay otra cosa distinta, con lo cual se hace Relativo. Tenemos el dos. Podemos entonces seguir con el Big-bang, el punto de energía explota dando lugar a contrarios es decir el caos de materia-energía desordenada de la cual surgen las primeras formas o estructuras, el cosmos. Lo que ordena el cosmos o logos, podríamos decir que viene de lo alto del Tao y correspondería al yin, mientras que el desorden o la entropía, proviene del caos desde abajo, el yang. Tenemos el tres, lo Relativo, el yin y el yang. Los seres están sujetos a los contrarios, al principio dialéctico de la unidad de los contrarios. Una filosofía en la que lo absoluto es al mismo tiempo relativo. Y Lao zi se opone “al absurdo empeño del hombre por distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno y lo malo”. Y “el desarrollo de una cosa bajo determinado aspecto, llegado a cierto punto implica la transformación en su contrario”. Por esto otros filósofos chinos contemporáneos interpretan estos versos así: El Tao hace que las cosas, los diez mil seres, alcancen unidad; la realidad unificada se divide en dos aspectos contrarios; los dos aspectos opuestos producen un nuevo tercero; éste, a su vez, el origen de la inmensa variedad de seres.
En el sistema taoísta el cielo es rebajado y subordinado al Tao. En la hipótesis que existiese Dios (en sentido panteísta) éste estaría subordinado al Tao. Pero para otros autores el Tao puede considerarse como una especie de espíritu absoluto, idea que puede parecer cercana a Dios como Absoluto-Trascendente.
Por supuesto no soy taoísta ni versado en él, sólo un lector esporádico de escritos taoístas que aprovecho para motivar mis pensamientos de cuando en cuando.
A mí me parece que en la cuestión del origen más que una filosofía o metafísica lo que hay es una alternativa de elección. Lo Absoluto en el que todo puede permanecer o la Nada (o Un Algo físico como un campo de energía) en la que nada permanece.
Por todos estos comentarios, tengo la impresión de que estamos en una posición existencial muy parecida. Barruntamos algo, pero tropezamos con las palabras, con los conceptos, con las emociones, con las decepciones sufridas. Queremos atraparlo y se nos escapa, pero seguimos caminando. Me siento unido a todos, tanto en los desengaños como en la esperanza. Vuelvo al comienzo: hechos son amores, que no buenas razones.
Buenos días, Gonzalo.
Mis comentarios los comunico por correo cuando acabo de leer los temas. Ahí quizás podemos compartir los puntos que más me han sugerido y sorprendido del tema finalizado.
Sólo dos aspectos generales a tener en cuenta. Creo que nuestro lenguaje es equívoco, porque es limitado. Nuestras acciones son menos. De manera que debemos ser comprensivos con lo que el otro expresa, porque no puede expresar todo y bien. También el lenguaje de Jesús lo fue, por ello, intentó expresar en parábolas.
El segundo lugar es la importancia que está tomando la superación de la dualidad en aras de una conciencia transpersonal. Sobre ello, hay mucho escrito -también limitado- pero siempre hay un camino de ayuda con la meditación que nos permite comprender algo más.
Gracias Gonzalo por tus comentarios tan interesantes.
No Pepe Sala, yo no estoy seguro de nada. Que yo para conocer la realidad me baste con la Ciencia empírica, sólo significa que me resulta suficiente, no como conocimiento de todo o total, ni de la Verdad. La Verdad no está a mi alcance, hace tiempo que dejo de interesarme. Todo no es Ciencia pues hay campos del saber que no son Ciencia y tampoco el conocimiento del objetivo de la Ciencia está cerrado y completo, queda aún mucho campo por investigar que se intuye mucho más grande de lo que la Ciencia da por conocido. Con todo la Ciencia sólo es un sistema de interpretación. Sistema que he elegido por que lo considero útil y explicativo, sin proyecciones más allá de sí misma por ejemplo hacia la metafísica.
Supongo que tienes otro sistema de interpretación en el que cabe la constitución cuerpo-alma-espíritu desde tu posición atea, ¿puedes explicarte un poco más?
También comentas que para ti la espiritualidad es algo distinto que puede llegar a descolocarme. Bueno, pues descolócame. No me es suficiente con las características de la espiritualidad que describes: gratuidad, espontaneidad, exclusividad . Para opinar necesito un campo más amplio.
Hola!
Leo:
– “Jesús es para mí el rostro visible de Dios”-
Acá, Jesús está puesto en la perspectiva de Dios (un rostro visible).
Esto no aclara nada; nada más que al que lo dice (al Cumpa Gonzalo)
Deja suspendida la “comunicación” con los otros que se pretende.
……………
Jesús queda, acá, tratado como un “divino”; e.d., como Asunto “religioso”.
La evolución histórica sobre la que cabalga nuestra personal trayectoria por el terreno de este nuestro tiempo-mundo va dejando a sus espaldas las actitudes “religiosas” y nos vemos lanzados a la profanidad del Mundo que nos envuelve y soporta.
DIOS no es solo (sino cada vez menos) un Asunto “religioso”.
DIOS es también (y cada vez más) un ASUNTO PROFANO (de los seres humanos).
Tal vez ¿no?
¡Voy todavía! – Oscar.
Hola Gonzalo.
Si en un principio entendí que, al decirme que estabas de acuerdo conmigo excepto con algún matiz de precisión, ahora, al leerte, me doy cuenta que tal vez pensaste que al referirme al Todo de la realidad como modo de huir, dije, de la palabra Dios, podías ver en esta sustracción que me acercaba al panteísmo. Pero no es así, ni mucho menos. Ya entonces me imaginé que tu interpretación fuese por ahí y ahora al leerte y hacer estas precisiones me convenzo de ello.
Pero la Naturaleza no es Dios sino que está en Dios, lo primero es producto de una afirmación lo segundo de una manifestación palpable. De ahí que desde el punto de vista del conocimiento, hemos de partir, creo, desde este estado, desde este estar en la realidad, para ir evolucionando a niveles superiores como el alcanzado por el del logos y el de la razón. Pero estos dos niveles que se encuentran en un orden superior llevan en sí o envuelven indefectiblemente el primero de modo que al llegar al nivel de la razón, tras estos distanciamiento, ésta no ha perdido aquella sensibilidad. Esto es a mi modo de ver lo que ocurrió en la etapa del racionalismo y que ahora se quiere subsanar, sin embargo es my importante que lo que hay que tener en cuenta es en lo absurdo que sería pensar que se puede añadir sensibilidad a la razón pues a ésta la convertiríamos en sensible la cual cosa sería aberrante, sino que por el contrario pienso que para atajar el problema habrá que ir en busca de aquella primigenia sensibilidad en la que la realidad se nos manifiestó.
Tú mismo nos dices que esta realidad objetiva no es ajena a nosotros. Ni se halla en ningún lugar fuera del mundo o de nosotros, es lo mismo que vengo repitiendo en mis reflexiones, por tanto estamos hablando no de Dios sino de su realidad que se manifiesta. El “trans” de lo trascendente de la filosofía tradicional el cual se situaba en el más allá, pasa ahora a ser un “trans” intramundano, un trans de transformación interior.
Un cordial saludo
Pepe, tengo la impresión de que no me has entendido cuando hablo de la fe. Lo único que afirmo es que sólo mediante la fe se puede explicar eso que se llama Dios. Todo lo demás es mera palabrería. Por supuesto, cada uno tiene su fe y, desde esa perspectiva, su experiencia de la Divinidad. Pero esta fe, o esta visión desde la fe de cada uno, no sirve para explicar nada de Dios, puesto que se basa en la creencia. Creo en Dios, o creo en Buda, o en el Tao, o en tal o cual cosa o ente… a partir de ahí surge la elaboración de las ideas respecto a lo que se cree y la construcción de un lenguaje y un discurso que articula las religiones, los dogmas y los comportamientos de los creyentes.
Respecto a la “espiritualidad” como fenómeno inherente al ser humano, pienso que está sobrevalorado dicho concepto, o explicado en muchas ocasiones desde una perspectiva religiosa.
Saludos cordiales.
José Luis apela a la FE. ( todo el mundo tiene FE en algo, José Luis, y yo no le daría mas importancia a mi propia FE que a la que tienen los demás. Recuerda la canción :” No, a la gente no le gusta que unos trenga su propia FE”. La Fe, José Luis es algo tan libre que pierde todo su sentido cuando se intenta imponer a los demás. El apellido de los tales impositores coincide con los ” herejes” de la espiritualidad.)
Juanel dice :
“”Yo para conocer la realidad me basta con la Ciencia empírica.””
Estás seguro, Juanel… voy a ver si consigo hacer tambalear tal afirmación. Sirva, al mismo tiempo, para testimoniar lo que yo entiendo por ESPIRITUALIDAD, sin necesidad de ningún dios. A mi estilo, argumentaré con un pequeño ejemplo de una ” “historiuca” real. Veamos:
Mi nietuca sueca acaba de culplir los dos añitos y ha comenzado la guardería. Es traviesa como una ardilla y expontánea como la mar. Mi hija decía, temerosa, que tendría que pagar el doble en la gusrdería por el trabajo que daría semejante terremoto. El caracter de mi nietuca ha salido más latino ( español) que nórdico y de ahí proviene su espontaneidad. Los suecos son mucho más pausados y caculadores en sus expresiones y quien protagonizó esta anécdota se quedó sorpredidísima por lo poco común de un gesto así:
La niña llevaba menos de una semana en la guardería y ya tenía fama de terremoto. La inmensa paciencia de las cuidadoras estaba llegando a la necesidad de explicarle algo al terremoto. Claudia ( mi nietuca) intuyó algo, sacó su mejor sonrisa con hoyuelos incluidos, se lanzó al cuello de la cuidadora y babeó a besos toda su cara.
La cuidadora aún lloraba de felicidad cuando llamó a mi hija para contarle la anécdota.
¿ Qué tiene que ver ésto con la espiritualidad???? Para mí es elemental mis “querdidos Watsons”
Lo ESPIRITUAL debe cumplir algunos requisitos indispensables y dejaría de serlo si no se cumplen.
GRATUIDAD. Todo lo espiritual es GRATUITO. Y lo mismo se da que se recibe. En cuanto hay alguna forma de pago o cobro por el medio, las cosas dejan automáticamente de ser espirituales. ( mejor no recuerdo lo que hacen las religiones al respecto de apariciones virginales, eucaristías, canonizaciones…)
EXPONTANEIDAD. Nadie que vaya buscando expresamente lo espiritual lo podrá encontrar. Encontrará cualquier sucedáneo que le ” vendan” como espiritual; pero nunca experimentará algo verdaderamente espiritual.
EXCLUSIVIDAD: Una experiencia espiritual, jamás se puede repetir del mismo modo. Si mi nietuca volviese a lanzarse al cuello de su cuidadora para abrazarla, ya NO SERIA ESPIRITUAL. ( pertenecería al ámbito de los sentimientos : EL ALMA, no al ESPIRITU.) Y su cuidadora , que tanto disfrutó con el abrazo, seguro que intentará su repetición, auqnue sea con algún caramelo. Pero, si lo consiguiese, tampoco sería ya un acto espiritual, puesto que estaría ” contaminado” por intereses.
Puede que continúe en otro momento. Espero que nadie me tome por ” maestro espiritual” y simplemente entienda lo que yo trato de compartir: LA IDEA DE UNA ATEO respecto a la espiritualidad. ( Yo no tengo problemas en admitir el concepto pseudreligioso sobre los seres humanos: CUERPO, ALMA Y ESPIRITU. Si me apuran un poco se lo concedo también a los animales, aunque me sería más difícil explicarlo.)
Saludos, pues.
Mi idea de Dios está más cercana a José Luis que a Gonzalo. Para mí Dios es lo totalmente distinto, el Misterio profundo, lo Otro Incognoscible e Indecible, sin nombre. No está en lo desconocido, porque no depende de lo que podamos o no podamos conocer. Ni siquiera podemos hablar de que está más allá o más acá, nada podemos decir porque es tan lejano a nosotros y Trascendente que no tenemos ningún acceso a su trascendencia. El Dios bíblico del que habla Ana no es ninguna descripción de Dios en sí mismo, sino la forma cambiante en la que un pueblo expresa su forma de ver, imaginar o pensar acerca de su Dios. (Cosa de hombres, de su dominio y no de mujeres ¿verdad, Ana?).
Yo para conocer la realidad me basta con la Ciencia empírica. En ella se emplea no sólo la Inteligencia Racional sino también la Emocional con la intuición necesaria para proponer hipótesis audaces y explicativas que puedan ser probadas mediante ensayo-error. Llenar la realidad de energías lúcidas o espirituales no es un buen método para describirla ni explicarla. Sin embargo, la Ciencia no reúne todo tipo de conocimientos, pues hay conocimientos que no son objetivo de la Ciencia, ni Dios, ni la ética, ni el arte,….. inciden en la Ciencia. El problema es cuando se hace a la inversa y se mete a Dios o lo espiritual en el campo de la Ciencia o de la Realidad, entonces hay que andarse con sumo cuidado, porque la Ciencia desmiente mucho de lo dicho en los siglos pasados sobre todo en cuanto a la Metafísica y la Ontología y la Antropología…….
No sé nada de Dios ni puedo decir nada de él. Sólo espero, que no es conocimiento ni verdad sino sólo esperanza, de que Dios esté en la Plenitud Humana. Con esto me basta, me basta para la fe y la confianza. Una fe cristiana y religiosa. Todo cuanto puedo hablar de Dios está contenido en la Plenitud Humana, que es humana y no divina. Por ello para mí como cristiano Jesús es un hombre en Plenitud. Para afirmar su divinidad tengo necesariamente que proponerla desde un condicional. Si Dios al final del tiempo lleva a la Plenitud Humana a su ámbito divino, entonces puedo hablar de la divinidad de Jesús. Pero en el caso también probable de que Dios no lo hiciera entonces es que Jesús no es divino y tampoco nosotros participaremos de la divinidad. Esto no suprime la existencia de Dios como Misterio, lo Otro, lo Trascendente, sino simplemente que Dios no estaría implicado en la causa humana.
Es más sencillo decir que no sabemos qué es Dios. En definitiva, todas nuestras experiencias sólo pueden manifestarse en un marco determinado por mitos e interpretaciones más o menos interesadas. No importa de qué religión se trate. Por tanto, creer es eso, creer con la fe, sin más. Todo lo que se sale de ese ámbito no es más que ejercicio literario. Puede ser útil para dialogar sobre eso que llamamos Dios, pero no nos va a aclarar la naturaleza ontológica de la Divinidad.
El gran problema que hemos tenido con Dios es el haber hecho una proyección antropofórmica sobre el concepto Dios, y, con ello, hemos adquirido la licencia para manipular al mismo Dios: Dios castiga, juzga, desea, ama, impone leyes, elige a un pueblo excluyendo a los demás, es todopoderoso y omnipotente para lo que quiere, pero no lo es para evitar el sufrimiento, al mismo tiempo decimos que es bondadoso, en fin, cualquiera puede adjudicarle a Dios lo que le plazca, especialmente los hombres, no así las mujeres (qué sospechoso!) a las que nunca, en ninguna cultura han podido testimoniar nada sobre Dios, pues siempre han sido consideradas como experiencias personales, nunca como para poder ser doctrina oficial de los dioses, por lo que siempre han sido los hombres los que se han autoproclamado portavoces de Dios. Así que esto que se resume en la palabra RELIGIONES queda bajo sospecha en todas las direcciones. Como diría aquel viejo anuncio “la religión es cosa de hombres”, eso sí, para mujeres.
Así pues, partamos de la sospecha para poder fundamentar el concepto Dios.
Las religiones han HECHO un dios a la medida de la sociedad sobre la que se imponen, lo que les ha favorecido enormemente pues ha dado cohesión a dichas sociedades, y es por ello, por lo que los gobiernos de turno se han apuntado a ser los mejores colaboradores de las autoridades religiosas. Díganme si no ¿por qué los grandes partidos políticos no se han atrevido nunca en quitar privilegios a la religión católica en España? ¿O por qué la jerarquía se ha aliado siempre con las dictaduras? Es uno de tantos ejemplos muy de actualidad, aunque podríamos poner innumerables a lo largo de la historia de la humanidad. Dios todopoderoso aliado con los poderosos.
Por eso es tan importante volver a lo más profundo del ser humano, su espiritualidad, común a todas las culturas religiosas, y dispar en su concreción práctica.
Por este camino, Gonzalo, podemos entendernos perfectamente:
“” No sé si he logrado explicarme, pero esto es lo que yo entiendo por el término Dios, que me es más familiar, pero que lamentablemente se ha ido cargando de muchas connotaciones negativas.””
Yo creo haberte entendido y te acompaño en tu ” lamentablemente”. Las connotaciones negativas que le han colgado a ” dios” y, sobre todo a la verdadera ESPIRITUALIDAD, vienen de muy lejos y quienes han cometido semejante ” herejía” tienen nombre y apellidos muy conocidos. Para simplificar los apellidos pongámosle LAS RELIGIONES.
No he querido interferir mucho en tu taller de ” espiritualidad y religión”, puesto que no me he inscrito aún. Aprovecho este hilo tuyo para decir que no me gustó el título del taller desde el principio. Precisamente porque yo entiendo que la espiritualidad y las religiones son conceptos totalmente contrapuestos. Si es una cosa, de ningún modo puede ser la otra.
El titulo que yo hubiera puesto es : “espiritualidad O religión”. ( Juanel me va a reñir, pero espero demostrárselo de forma tan convincente que, hasta Juanel, quedará descolocado con mis argumentos.) Ya encontraré el hilo adecuado para argumentar mi idea sobre la espiritualidad que yo entiendo como ateo convencido.
Saludos cordiales y, si la cara es el espejo del alma, Gonzalo, me has caido muy bien.
( Mi madre dría que ” es un muchachu listu y despiertu”.)