Ya sabéis todos que en esta escalada final de mi vida me acompañan como Compañeros de escalada la pareja de matemáticos y místicos franceses Marcel Légaut y Alexandre Grothendieck, a quienes leo con especial fruición últimamente, sin olvidar a otros muchos. Intento hoy exponer lo que voy descubriendo del camino de cada uno, tan diferente y tan convergente, por el que llegan a la misma fe firme en la presencia de Él, realísima aunque indefinible, que dió sentido a sus vidas.
Grothendieck, que parte de un largo periodo de trabajo matemático, llega a ese atrio común de reflexión personal, habiendo tocado los límites del conocimiento lógico, que, sin embargo, era incapaz de responder a sus preguntas más profundas: ¿quién soy yo y quién es el soñador que me impulsa sin cesar a llegar a la fuente última de conocimiento de mí y de las cosas? Va descubriendo que él es un niño necesitado demrecibir el alimento continuamente de su Madre. Es un un sueño que cuenta, ocurrido en 1974 (a los 46 años) y que le orientó el resto de su vida. Aunque hasta el otoño de 1987,catorce años después, no tuvo la certeza de el soñador que le guiaba con oportunas intuiciones, drmido o despierto, no era otro que el Buen Dios. Este trascendental descubrimiento que se le impuso como fruta madura, diecisiete años después de tomar una decisión trscendental: dejar su carrera profesional de matemático en 1970, a los 42 años, para dedicarse al activismo social y a la meditación después.
Cuando AG descubre esta realidad de la presencia en su atormentada psique de ese Tú cercano y dialogante que sustituía al Ser lejano que él mismo, desde los 11 años, 1939, postulaba como origen de todo universo que nada tenía que ver con su pequeña y efímera vida. Desde entonces se declaraba deísta, pero sus convicciones íntimas las consideraba fundadas solo en la ideología anarquista de la gran Revolución. Cuando Grothendieck acepta esta presencia de Él en su alma ya ha acabado su libro Cosechas y Siembras, dedicado a dar cuenta de su trabajo matemático (1984-1987). Y está a punto de empezar el libro La llave de los sueños, sobre sus posteriores reflexiones espirituales.
En esta obra, que es la primera que he leído y releído hasta ahora, AG parte de la triple vía de conocimiento que tenemos los seres humanos:
- El conocimiento sensitivo a través de nuestro contacto corporal con las cosas.
- El conocimiento intelectual o mental, fruto de nuestra propia elaboración o heredada de otros por trasmisión cultural.
- El conocimiento espiritual es esa capacidad de percepción directa de sí mismo, de lo que le rodea y del Todo que trasciende las posibilidades percepción sensitiva y de comprensión intelectual.
El conocimiento sensitivo es compartido y con frecuencia superado por animales y vegetales en diferentes escalas. Con frecuencia los animales tienen capacidad perceptiva muy superior a los humanos, como la vista de las águilas, el olfato de los perros, el radar de los murciélagos o la orientación estelar o geomagnética de aves o peces emigrantes. Claro que nuestra especie puede superar a todos por la multiplicación de instrumentos y sensores. que aportan infinidad de datos sobre lo que nos rodea en lo macro y en lo micro.
De todo ello, que es conocido experimentalmente por el hombre se puede pasar al segundo tipo de conocimiento, el intelectual, para crear modelos y teorías sobre como funcionan las cosas y el mismo cuerpo. Esos modelos y teorías son los que permiten a la humanidad crear transformaciones en materia y energía que permitan hacer a partir de la naturaleza progresos más propicios a la especie humana o más destructores de vida o del planeta tierra. La acumulación de la experiencia se va comunicando de una generación a otra por medio del lenguaje y escritura, es decir, por la cultura y la civilización que el hombre crea a la vez que son creados por ella y sus predecesores.
Desde siempre, de forma espontánea o por trasmisión de tradiciones, el ser humano ha conocido la dimensión trascendente a los dos conocimientos anteriores, que es el conocimiento espiritual. Pero, al intentar compartirlo con los demás ha necesitado expresar lo conocido en su experiencia personal utilizando imágenes y lenguaje heredados de los otros dos conocimientos. Y así se han ido creando religiones:mitos, relatos, ritos, organizaciones con autoridades sagradas (jerarquías). Y ese tipo de conocimiento ha servido como instrumentos de poder o de legitimación de otros poderes. Y también factores de exclusiones, dominación y guerras. Por eso, a partir de la ilustración se propuso un nuevo axioma que parecía liberador para la humanidad pero que se está convirtiendo en una gran mutilación: Delenda est religio. El homo sapiens ha sido el creador del concepto de Dios y debe prescindir de él y de toda actitud adoradora de camello si quiere ser libre y decidir su futuro.
Parece que estoy exponiendo perogrulladas que todos conocen. Sin embargo, ahí está el diagnóstico más profundo sobre a dónde va la humanidad hoy. Nunca ha habido tanta información, tantas posibilidades de crear nuevos instrumentos y modelos para sacar provecho de la información acumulada. Y, sin embargo, nunca ha estado más al borde del precipicio aniquilador, del basurero al que podemos ir todos. Y lo del genocidio del pueblo palestino, el peligr de una guerra nuclear o la desvastación de l’Horta Sud de Valencia no son sino primeros aperitivos, no miedos imaginados en pesadillas apocalípticas. Existen la ciencia, con los medios técnicos que ella inspira a crear. Podrán algunos humanos recrear vida en otros planetas que llegarán a colonizar cuando este llegue a ser inhabitable por las guerras o el desastre ecológico. ¿El triunfo del homo sapiens en el conquistado puesto de mando de mando de la creación?
Y ahí viene el necesario conocimiento espiritual al que el insigne matemático francés –no el primero, pero sí de forma más coherente– dedicó los últimos cuarenta años de su vida. Con ese trabajo ímprobo, a la vez de reflexión y de humildad psicoanalítica, quitando capas egóticas de su yo, intenta expresar con exactatitud el conjunto armónico del conocimiento conjunto al que ha ido llegando a lo largo de sus meditaciones: el sensitivo, el racional y el lógico que se acompañan y necesitan siempre.
En mí, al menos, está generando nuevas visiones y nuevas energías para seguir hacia arriba en el itinerario vital de mi existencia, que se prolonga más de lo que pensaba. Y me ha hecho releer con más profundidad al que desde hace cincuenta años sigo como maestro espiritual y hermano major: Marcel Légaut. Grothendieck lo leyó por primera vez en junio de 1987, cuando llevaba seis meses escribiendo su último libro. Apreció tanto El Hombre en busca de su humanidad y Pasado y Porvenir del Cristianismo, que cita a Légaut 294 veces. Su lectura le obligó a establecer un nuevo plan del libro y llegó a escribir que Légaut, junto a Darwin y Freud, habían sido los tres mutantes que más habían influido en el conocimiento completo que el hombre de hoy debe tener de si mismo. Si es capaz de trabajar su fe auténtica, purificándola con total libertad y humildad de creencias, dogmas, dogmas y ritos impuestos, no solo por las religiones organizadas sino por todos los rebaños dominantes, incluso los ideológicos y presuntamente científicos.
¿Cuál es la ruta que llevó a Marcel Légaut a esa búsqueda de sí mismo y de Dios? Lo dejo para próxima columna. En resumen, profundizar en experiencias vitales (el amor conyugal, la paternidad, la propia muerte segura…) para encontrar en ellas la pobreza de ser y la capacidad de devenir. que le inviten a creer en sí mismo y después en los otros y en Dios.
Pablo d’Ors: «El intelectual quiere penetrar en la realidad para comprenderla; el sabio, en cambio, es quien permite que la realidad entre en él. La práctica meditativa subraya precisamente esa receptividad. La meditación pide un acercamiento no mental, sino sapiencial”.
Por la experiencia que vivió A. Grothendieck y por la que, de alguna manera, puede no serme ajena con respecto a la mía, sí puedo decir que estas tres vías que propone no explicarían, en mi opinión, fehacientemente la existencia de aquella experiencia o su realización misma.
Cuando aquí tantas veces se viene hablando de los cambios de paradigma y la necesidad de no resistirse para seguir avanzando, es ahí donde, para mí, se abre AG.
Lo que él va descubriendo con la herramienta de los sueños ya estaba ahí, no estaba alejado de él, a modo como el pensamiento dominante, erróneamente, ha pensado que la realidad es independiente de la mente humana. El nuevo paradigma lo que hace es solo romper con la dicotomía interior-exterior típica del horizonte creacionista, precisamente para poder ir avanzando. Su experiencia le confirma que no hay tal dicotomía, es decir, que la mente, la psique, el alma, la razón, como quiérase llamarla, depende del cuerpo y este a su vez depende del mundo, con lo cual en lugar de tres vías, lo que hay es esta unidad formalmente constituida entre psique- cuerpo – mundo. No son tres conocimientos separados por la temporalidad, sino tres momentos de la estructura unitaria de la cognición humana. Seguramente lo que quiero decir se comprenderá mejor si me detengo a responder muy someramente estos tres puntos de la triple vía.
1) El conocimiento sensitivo a través de nuestro contacto corporal con las cosas.Respuesta: Sí, pero en cuanto sensitivo, este conocimiento por lo que tiene de humano ya es en sí mismo intelectivo.
2) El conocimiento intelectual o mental, fruto de nuestra propia elaboración o heredada de otros por transmisión cultural.Respuesta; Entonces, si el conocimiento intelectual es fruto de nuestra propia elaboración o de otros ¿de qué sirve tener este previo contacto corporal con las cosas? La intelectualidad es una actitud que se adopta para según que tipos de saber, en efecto, pero la intelectualidad no es la forma primaria del conocimiento humano, expuesta ya en el primer punto.
3)El conocimiento espiritual es esa capacidad de percepción directa de sí mismo, de lo que le rodea y del Todo que trasciende las posibilidades, percepción sensitiva y de comprensión intelectual. Respuesta: De dónde le viene a la razón (dimensión espiritual) la capacidad comprensora si no es absorbiendo, subsumiendo, de estos momentos precedentes, el aporte real que los atraviesa trascendentalmente a ambos? La capacidad de la mente humana no aparece así de pronto. Cuando aquí tantas veces ha salido aquello según lo cual se dice que el todo es más que la suma de las partes, qué mejor para entenderlo que aplicarlo en esta ocasión.
Si al respecto, para concluir, se piensa o se cree que se trata de lo primero, es decir, que se está, en la línea de la triple vía, entonces será fácil caer en la consideración de que tal experiencia estará restringida solo a unos pocos privilegiados. En cambio, si se opta por lo segundo, es decir, por la estructura unitaria del conocimiento, entonces a todo ser humano le será posible de un modo u otro vivir esta apropiación personal experimentada por AG y por Légout.
Dicho esto, me extraña ver que con quien se suele discrepar aquí frecuentemente, es decir, con el amigo Santiago, en este caso haya sido él quien irrumpiese con tanta unanimidad, sin disyunción crítica ninguna.
Cordialmente, un saludo a todos!
Uso el responder. Gracias.
Yo, últimamente, me vengo dedicando modesta y aficionadamente, al estudio de la dinámica del conocimiento espiritual, (la epistemología espiritual), que es un tema mucho mas complejo de lo que se piensa.
(Por cierto, que quisiera señalar que al teórico de la espiritualidad, se le debería llamar, “espiritualista“, muy distinto del que la practica, -consciente o inconscientemente- que es el verdadero “espiritual“).
Porque existe mucho equívoco, en los conceptos de espiritualidad, trascendencia, piedad religiosa, fe religiosa, y en general, todas esas actividades mentales, con una fuerte carga emotiva, que podemos considerar como superiores del ser humano.
Son las actividades que generan la auto-realización, según Maslow, que también la denominaba como, «motivación de crecimiento», y «necesidad de ser».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías y es a través de su satisfacción, como se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad.
Se llega a esta cuando todos los niveles de necesidad anteriores han sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto. (Wikipedia).
Disponemos en nuestra mente inconsciente, una programación y un mecanismo de ayuda, (llámese “espíritu”, o como queramos), para llevar a cabo, el desarrollo mental de nuestra personalidad, preciso para dar el salto cualitativo de la “humanidad”.
Y este estado superior de nuestra naturaleza humana, consiste según Danah Zohar e Ian Marshall, en su libro, “La inteligencia espiritual”, en desarrollar una “inteligencia que nos permite encontrar significado y propósito en nuestras vidas, y nos ayuda a enfrentar y resolver problemas, de manera más profunda y significativa.
Esto se consigue según Zohar y Marshall desarrollando la capacidad de “reformular y recontextualizar nuestras experiencias, lo que nos permite transformar nuestra comprensión de la realidad”.
Se trata de un proceso plenamente psicológico, y en absoluto religioso, aunque la apelación a la religión, puede activarlo psicológicamente.
Y ese mecanismo, funcionan automáticamente, se crea o no se crea en la existencia de ese equipamiento neuronal, que podemos llamar “espíritu”.
Lo malo de la fe personal religiosa, en este proceso, es que a pesar de que activa el proceso subconsciente de autorrealización, la pertenencia a una Organización religiosa requiere una disciplina interna, en la que la guía espiritual de la persona, se delega en la autoridad religiosa, impidiendo escuchar la voz del espíritu, cuando se produzcan contradicciones entre la voz espiritual y la cultura religiosa racional.
Y lo mismo sucede en personas laicas ideologizadas secularmente
Porque hay que escuchar y saber interpretar bien, las ayudas “espirituales”, pues desgraciadamente, existen muchos factores culturales, sobre todo ideologías dominantes, que nos aconsejan cosas distintas, y hay que saber acertar en la elección.
Y por otra parte estamos muchas veces tan saturados de nimiedades y cuestiones banales, que no tenemos ni siquiera una mínima capacidad de atención a la voz espiritual.
(Continuación):
La espiritualidad, como la democracia o la libertad, son sustantivos, que llevan muy mal los adjetivos, que mas que mejorarlos los desnaturaliza, porque los condiciona y les limita su autonomía.
La Espiritualidad tiene un elemento constitutivo, que es su fundamento, y es la autodeterminación personal, la plena libertad interior, ajena a compromisos de creencias e ideologías previos.
Naturalmente, no podemos acceder a la espiritualidad, con la mente vacía de un niño, (como metafóricamente decía Jesús), pero sí que podemos y debemos acercarnos a ella, con la autoafirmación en nuestro propio criterio, y decisión de seguir la inspiración de las intuiciones interiores recibidas.
El espiritual, debe tener una personalidad de artista, nunca de moralista, porque es una dura carrera, con muchas posibilidades de equivocar el camino, y mas aún si la hacemos con los pies atados a lealtades y compromisos previos.
No es casual y es significativo que tanto Legaut, como A. Grotendieck, se retiraran de su actividad cívica normal, y se retiraran al campo, en plan Robinsón. Pero por cada eremita como ellos, hay mil auténticos espirituales viviendo en el mundo.
Eso no quiere decir que no se pueda compatibilizar dicha espiritualidad con ningún compromiso de creencias religiosas o ideológicas personales.
Personas, como Javier Melloni, Pablo D’ Ors, Thomas Merton, o Tony de Mello, (de entre los muy admirables que conozco), lo hayan conseguido, pero posiblemente, porque disponen de una alta inteligencia espiritual, natural y desarrollada con la práctica, aunque eso no les priva de posiblemente tener graves problemas internos en la Iglesia a la que pertenecen.
Uno de los “dones del Espíritu”, que la espiritualidad proporciona es una altísima capacidad de conciliar positivamente, las contradicciones internas personales, sin caer en pastiches, autoengaños, con falsas unificaciones y sincretismos, que en realidad son claudicaciones de la libertad interior al moralismo comprometido.
Como señalaba Gregory Bateson, dicha integración precisa un pensamiento de tipo moiré, que busca sentido en la tensión entre los opuestos, una forma de pensamiento que se caracteriza por la superposición de ideas o conceptos que, al entrar en conflicto, generan nuevas comprensiones o significados.
Esto nos aboca, según Bateson al Pensamiento complejo, que permite entender las interrelaciones y las dinámicas en lugar de buscar respuestas simples.
Para todo este tipo de conocimiento, es imprescindible la espiritualidad. Por ello la espiritualidad es un instrumento epistemológico, fundamental, aquí y ahora.
Y absolutamente necesario para resolver los problemas del mundo, y no se trata en realidad de un falso misticismo de abandonismo del mundo, y dedicarse a pastorear ovejas, que es una anécdota sin mas significado, (aunque es una opción personal muy legítima).
El conocimiento espiritual concilia dipolos conceptuales, como el que se da entre religión clásica y postsecularización. Podríamos decir perfectamente, que ambas no son algo contrario entre sí, sino que son la cara y la cruz de una misma moneda, en este caso, de la definición de la situación del ser humano ante el Cosmos.
Ambos casos son ejemplos preclaros de que cuando cambiamos de perspectiva, y nos acercamos a una perspectiva más cercana y mejor, lo que antes era contradictorio y dual, de repente se ve como similar con meras diferencias de detalles.
Hola Isidoro!
Te leo (es tu final):
” … cuando cambiamos de perspectiva, y nos acercamos a una perspectiva más cercana y mejor, lo que antes era contradictorio y dual, de repente se ve como similar con meras diferencias de detalles.”
Te has acercado mucho a una temática antigua, pero persistente hoy en las Ciencias: qué sea LA ANALOGÍA.
https://www.philosophica.info/voces/analogia/Analogia.html
Gracias!
¡Bien María Luisa!
¡Bien!
¿La pareja de matemáticos y místicos franceses Marcel Légaut y Alexandre Grothendieck, han considerado de primera importancia la UNIDAD de 3 cerebros en 1:
– el Reptílico
– el Límbico y
– el Neocortex?
Gracias!
Pregunté si los “compañeros de escalada” de A.D.
se ocuparon “primordialmente” de esa ‘materia’ (al toque y a la vista):
El CEREBRO en sus tres estratos.
Ahora pregunto si los mismos “compañeros” -además y junto o anterior- a la Matemáticas se ocuparon de la GEO-METRÍA.
Quede la Advertencia que los Pre-socráticos (pre-filosofía) laboraron todo el “saber” sobre esa realidad “GEO-” a la que nuca renunciaron … ni podían hacerlo … nosotros tampoco; porque es de donde TREMOS toda otra ABS-TRACCIÓN.
¡OJITO, ENTONCES! con eso de ser “espirituales”.
Gracias!
Fisiología y Algoritmos del Cerebro
Instituto Leloir
https://www.leloir.org.ar/fisiologia-y-algoritmos-del-cerebro
Temas
En el laboratorio nos interesamos por comprender el GPS de los mamíferos, tanto en cerebros sanos como en aquellos afectadas por enfermedades neurodegenerativas. Las neuronas procesan información siguiendo una lógica muy distinta a la de la computación tradicional. Entender esa lógica ha permitido logros tales como los avances en inteligencia artificial de los últimos años, introduciendo cambios profundos en los más variados aspectos de nuestra vida. Pero todavía queda mucho por descubrir y desarrollar. En el Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro nos guían dos preguntas íntimamente relacionadas. ¿Cómo son el hardware y el software que utiliza el cerebro para generar memorias nuevas cotidianamente? ¿Cómo representamos el mundo que nos rodea para poder trasladarnos con éxito de un lugar a otro (por ejemplo de casa al trabajo) a través de una jungla de estímulos sensoriales?
Enfoque
Utilizamos electrofisiología. En particular, nos interesa el GPS de los mamíferos, tanto en cerebros sanos como en aquellos afectadas por enfermedades neurodegenerativas.
Utilizamos elecrofisiología y modelado computacional para estudiar cómo procesa información la más avanzada de las computadoras: el cerebro. Registramos actividad eléctrica neuronal, y también técnicas de vanguardia como la optogenética y las imágenes de calcio, que permiten por vía óptica sensar o estimular grandes poblaciones de neuronas. El conjunto de las técnicas que utilizamos se completa con modelado matemático y simulaciones computacionales, lo que configura un espacio de trabajo altamente interdisciplinario.
Avances
Miembros del laboratorio han participado del descubrimiento de algunas de las principales piezas del GPS cerebral: las speed cells (neuronas que codifican la velocidad del movimiento) y las border cells (neuronas que se activan en el perímetro de un ambiente). También propusimos el primer modelo computacional que sugiere cómo el GPS del cerebro puede auto-organizarse a través de la experiencia y el aprendizaje, una línea de investigación que continuamos desarrollando. Finalmente, la actividad del laboratorio tiene un costado aplicado, donde utilizamos técnicas de procesamiento de información inspiradas en el cerebro (machine learning) para abordar el análisis de grandes bases de datos en problemas prácticos provenientes de diversas disciplinas o actividades.
Es de agradecer, una vez más, cómo cada uno vive su propio ITINERARIO, inspirado por otros, ciertamente. Pero básicamente por ese ORIGEN que nos da LUZ y nos evoca a expresar GRATITUD junto con una profunda ESPERANZA. Toda UNA PRESENCIA que se transmite a través de ese EGO SUTIL que ha tomado consciencia que es TRANSMISOR RESPETUOSO o AMOROSO.
Gracias por compartir, Antonio.
Con sinceridad manifiesto que esta vez coincido contigo, Santiago. Y añado también que comparto lo que dice Antonio. Por caminos distintos vamos en la misma dirección, que de momento se llama Esperanza. Esperanza que no es un simple sueño, como pensaban Feuerbach, Nietzche o Freud… Esta Esperanza tiene fundamentos racionales y espirituales vivenciados, más claros y convincentes que la luz del mediodía… Simone Weil, Légaut, AG. fueron testigos de ese bautismo del Espíritu…, sin necesidad de agua…
Juan V: Yo te leo y comparto también contigo muchos aspectos de nuestra fe común…Hay que considerar que todos somos llamados a la LUZ y a la ESPERANZA ciertas que sólo residen en Cristo y que no sólo existe el bautismo de agua -como dices- sino el de deseo que es salvación de muchos, como el de sangre, la de los mártires…. y es el Espíritu Santo el que llama, penetra, purifica y santifica.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Amigo Santiago: También yo te deseo una Buena Navidad, que dé PAZ íntima, “adobada” en el amor y en la esperanza, y también deseo de PAZ en la tierra, que tanta falta nos hace. Ahora permite que trate de ideas, que son de rango inferior al Amor y la Paz, y exprese mi convicción respecto al “bautismo de deseo” (como se vino enseñando tradicionalmente) Creo que el verdadero bautismo de Jesús es el bautismo del Ëspíritu = renacimiento íntimo con Él y su Mensaje (no el bautismo del agua, como el mismo Bautista reconoció.) Un caso de este estilo lo encontramos hoy en S. Weil, que convertida a la persona de Jesús y su Mensaje, no vio necesidad del bautismo del agua. Le bastó el del Espíritu, que vivenciaba en sí misma. (Creo que -si no recuerdo mal- para el bautismo del agua, exigido por la Iglesia, Simone también requería una previa conversión de la Iglesia -de la iglesia clerical-al Evangelio. Si no recuerdo o interpreto mal, insisto.) No es el bautismo del agua el que acerca a Jesús, sino más bien el bautismo de la conversión interior al Evangelio de Jesús, que es-son amor solidario. (No entro en el bautismo de los niños recién nacidos, inspirado en una doctrina no evangélica, hoy inaceptable.) Un abrazo (A lo mejor hablamos un día sobre Dionisio el Breve o Exiguo y sus cálculos…)
Gracias Juan V por tus palabras y buenos deseos. Los reciproco efusivamente. Pero podemos matizar sobre las ideas, sin tener que antagonizar,… puesto que el Espíritu Santo es el que se encuentra presente en cada sacramento y es que actúa en cada uno de ellos, aunque de diferente manera…en el signo esencial y específico de cada sacramento.
Por eso Jesús nos envió el Paráclito después de Su Resurrección para -no sólo enseñarnos la Verdad a través de Su Iglesia ministerial – sino para santificarnos en El ….y este es el camino ordinario de cada uno de nosotros los cristianos…ya que existe también el camino extra-sacramental…conocido y concedido por El…a los que quieran seguirle…
Por eso Jesús ordenó bautizarnos con la fórmula trinitaria que usa la Iglesia pronunciada por el mismo Cristo, que incluye al E.S.
Y fue Jesús El que también dijo: “el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. (Juan 3:5)
Y como todo sacramento tiene materia y forma (fórmula) que ES el signo esencial -que produce y celebra esa gracia de la CONVERSIÓN libre de la VOLUNTAD hacia Cristo el Señor- pues “el agua” es la materia,y la forma son las palabras.
El bautismo es el primero e indispensable camino de iniciación de la gracia en nosotros y “el signo del agua” fue incluido desde el principio:
“Después….vino Jesús a la tierra de Judea y allí permaneció con ellos y (El) bautizaba.
También Juan estaba bautizando en Enón…porque allí había mucha agua” (Juan 3:22-23) . Es claro que el bautismo de Juan era sólo de penitencia, meramente “impetratorio. Pero el de Cristo se trata de una “conversión” sacramental.
La praxis de la Iglesia fue la de Cristo con el signo del “agua” que vivifica, y en la que renacemos a El, como se ve a través de los siglos de iniciación cristiana:
“Puede alguien prohibir el agua para ser bautizados a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros? Y les ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor?” (Hechos 10:47-48) Tenemos que “nacer del agua y del Espíritu”….
En cuanto al bautismo de niños no consta que existió exclusión de los niños desde las primeros siglos de la Iglesia y al contrario consta en los Hechos que desde el principio se bautizaban familias enteras, incluyendo infantes y niños.
Y la razón teológica seria que si no privamos a nuestros hijos de darles una “educación integral” durante su infancia y adolescencia y no esperamos tampoco a que “se decidan” si quisieron o no recibir el “regalo de la educación” (y de la vida, entre esto)…,tampoco será lógico y caritativo privar a niños del sacramento de la “gracia” inicial que es indeleble en el alma y predispone a esa “conversión” voluntaria a abrazarse con el regalo precioso de la GRACIA INICIAL…
Tampoco podemos podemos renunciar al don de la existencia y sería cruel acusar a nuestros padres de traernos a la vida humana, ni tampoco a la vida de la gracia, don superior a lo biológico, para los que creen en la vida espiritual.
Muchas gracias Juan V por tu paciencia en leerme y reitero mis deseos por un tiempo navideño y de nuevo añon 2025 muy feliz en compañía de los tuyos
Abrazos
Santiago Hernández
Gracias Antonio D por este magnífico análisis del verdadero conocimiento humano. Es este conocimiento y sentido espiritual -que trasciende lo sensitivo e intelectual, – lo que nos define como personas y nos distingue esencialmente del resto de los seres creados. Por eso lo más importante en nuestro ser es este conocimiento espiritual que nos lleva a esa búsqueda constante para querer encontrar lo que nos falta en nuestra carencia indigente. Es pedir y rendirnos hasta que encontremos. Pero aquí sólo hallaremos parcialmente pero allá será totalmente, con claridad deslumbrante, y no buscaremos ya, todo habrá cesado, y descansaremos en la paz de la eternidad.Mientras aguardamos en esta vida podemos identificarnos cada vez más con el Amor para que se ilumine nuestra vida y la de nuestros hermanos con la luz salvífica de la esperanza. Un saludo cordial, con mis mejores deseos en esta temporada navideña.
Santiago Hernandez