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42.  Jesús recrucificado – o el ser frente al Grupo

Hoy es sábado, 20 de setiembre. Mi madre habría cumplido 116 años, edad inferior a la alcanzada por una catalana record de longevidad que acaba de morir. Pero ella, mi madre, sigue viva en mí, como mi padre, como otros antecesores biológicos, culturales y espirituales. En mi ser y en mi recuerdo. También en mis sueños. Creo que es ley de vida acabar la propia volviendo a entrar en el seno de la madre para renacer cada año, cada otoño, cada invieno, cada día a una nueva vida, más llena de ilusión infantil fresca y real, no imaginaria o nostálgica.

Hoy he amanecido con  textos candentes sobre situación del mundo y del cristianismo, que quería publicar aunque cada vez veo menos que la enclenque realidad de ATRIO merezca esfuerzos y trabajo para mantenerla operativa. Ya no depende de mí. Yo solo hago el pequeño trabajo de mantenimiento. Se admiten sugerencias y ofertas, pero no me pidáis más. Ni siquiera que me dedique a seguir vuestros comentarios y entablar diálogo sobre vuestros puntos de vista.

En mis soledades y con mis achaques, esta mañana, como casi todas, he dedicado tiempo a escuchar música que serena el alma y a seguir leyendo y releyendo a Alexander Grothendieck y a Marcel Légaut. Tengo pendiente, algunos lo sabéis, un proyecto en el que explique la importancia actual de estos dos laicos tan sincronizados aunque procedentes de tan distintos mundos y ambientes. No sé si llegaré a realizar ese proyecto de una serie de artículos o de un verdadero seminario.

Pero hoy me ha llegado al alma  la última NOTA leída del libro La llave de los sueños o Diálogo con el Buen Dios de AG que acabo de leer, entre las páginas 416 y 419, por si alguien quiere leer lo que antecede o sigue a este abrupto tan grothhrndiekano. Yo solo lo trascribo, integro, sin comentarios, resaltando solo alguna palabra o frase. ¡Buena lectura! AD.

(24 de julio 1987)Desde ayer he repensado en esos dos misterios en cierto modo “extremos”: en un lado el de la represión y el “Mal”, producto de la represión; al otro el del Huésped invisible y de Su voz tan baja, tan despreciada, tan raramente oída y aún menos escuchada, fuente secreta de todos los movimientos íntimos y de todos los impulsos que (si son acogidos y asumidos) hacen de nuestra vida una creación, una aventura verdaderamente humana. Ahora creo ver en ellos los dos misterios fundamentales de la existencia humana, como los dos “polos“, o los dos postes entre los que está tendida esa “cuerda floja en la que se juega de nacimiento en nacimiento su aventura espiritual”. Es el doble enigma de la silenciosa presencia de Dios en la psique, encarnación viva y siempre inalcanzable del “Bien“, de la autenticidad creativa del ser – y (frente a ésta) del desprecio de esa presencia, del desprecio de Dios, profundamente implantado en la psique por la presión inexorable y sigilosa del Grupo que dice ser (al menos al principio y aún hoy) de la “Ley de Dios” de la que se erige Guardián.

Con todo su inmenso peso (en nombre de “Dios”, o en nombre de “valores”, cada vez más irrisorios, que ocupan Su lugar para fundar el espíritu de la Ley) el Grupo aplasta al hombre para hacerle renunciar a su verdadero y secreto “derecho de primogenitura”, a la creatividad que vive en él y a la presencia de Dios que es su alma, a cambio del abundante “plato de lentejas” del confort interior y de la seguridad ficticia que le proporciona su asentimiento incondicional a la presión del Grupo y a su propio estancamiento espiritual. Esta acción castrante, “mediocrizante” del Grupo en modo alguno es (me parece) el mero resultado o la “suma” de la “mediocridad” de sus miembros. Cada uno de éstos, aunque él lo niegue, ¿no es de esencia creadora a imagen de Dios, no es, a los ojos del mismo Dios, un ser único e irreemplazable en la misteriosa armonía del Todo? Cada vez más tengo la impresión de que el Grupo tiene una existencia y una naturaleza propias, que trascienden las contribuciones juntas (sea en “mediocridad”, o en “autenticidad” y en “creatividad”) del conjunto de sus miembros; que es de naturaleza totalmente diferente a la de éstos y a la del “conjunto” que forman, e investido (¿por Dios?) de un papel muy diferente. Encarna “la Ley”, el inmovilismo, la inercia, la ceguera total para la realidad espiritual, cuando no es (si una fidelidad lo obstaculiza) un rigor sin piedad frente a los pocos que, a pesar de todo, están atentos.

Así es cómo el pueblo judío, el “pueblo de Dios” entre todos (511), mató a sus profetas en vida, para glorificarlos (y glorificarse por eso mismo) una vez muertos e incapaces de molestar. Pero es en la muerte de Jesús, más grande que todos los profetas, donde esa tensión inmemorial entre pesadez y creatividad, entre lo “social” y lo “espiritual”, entre los determinismos del grupo y la libertad del ser, entre el desprecio de lo divino y Dios despreciado, toma su expresión más llamativa, la más absoluta y la más ejemplar, la más fulgurante – de ella se desprende un sentido hasta tal punto deslumbrante que el hombre subyugado por el Grupo ha permanecido ciego ante él hasta hoy en día (512). Los apóstoles se apresuraron en evacuar ese sentido incomprendido (y sería poco oportuno reprochárselo), invocando el misterio de la “voluntad de Dios”: es Él y no nosotros el responsable, y en Su infinita bondad, Él mismo ha exigido y aceptado esa muerte sangrienta como acto “propiciatorio” (ése es el nombre erudito, si mal no recuerdo) en rescate de “nuestros pecados”. En claro: como ya hemos crucificado a Jesús, Su Hijo bienamado, conforme a Su voluntad, en el futuro será menos severo con nuestros pecados (por supuesto a condición de que nos arrepintamos y, sobre todo, de que creamos férreamente en esa versión de la historia…).

511La “Ley de Moisés”, fundamento de la extraordinaria cohesión del pueblo judío, dejando aparte su espíritu de equidad, se distingue por un carácter represivo extremo (ante todo a nivel de la moral sexual), que la distingue de todas las religiones y leyes “paganas” por el clima cercano al terror que mantiene alrededor del sexo. Éste es uno de los casos más flagrantes en que los “designios de Dios” me siguen siendo particularmente misteriosos. A ello se añade que la historia del pueblo judío, tal y como se desarrolla ante nosotros a través del extraordinario relato del Antiguo Testamento, puede ser vista como la historia de las infidelidades a la Ley de ese pueblo y de sus reyes, constantemente atraídos por la seducción de las religiones y las costumbres mucho más “cool” de los pueblos paganos limítrofes.

512 Por lo que sé, el primer cristiano en haberse desprendido de ese estado de “ceguera” general es Marcel Légaut. Véase al respecto la notaMarcel Légaut – o la masa y la levadura” ( 20, p. 354), donde también aparece la visión de Jesús “recrucificado millones y millones de veces”, que nuevamente se me ha impuesto al escribir el párrafo siguiente.

Después de dos mil años de que gracias a ese gran hecho nuestros pecados fueran rescatados, a éstos les va de maravilla y proliferan más que nunca. Y la Santa Iglesia no ha sido ajena a las permanentes cosechas de violencia y a las siembras que las han preparado. Ya con san Pablo, el más prestigioso de los apóstoles y el verdadero Fundador y Padre de la Iglesia, ésta se ha identificado en cuerpo y alma con el Grupo y con las potencias y los poderosos que lo gobiernan – frente al ser solo y desnudo bajo la mirada de Dios que se calla. Y después de que Jesús muriera ignominiosamente a manos de la Antigua Iglesia, millones y millones de veces la Iglesia Nueva y triunfante de nuevo lo ha crucificado ignominiosamente, en nombre de Dios y en nombre del Cristo y del Espíritu Santo, con la bendición del papa y el concurso unánime de todos los “fieles”, con la buena conciencia y el confort sin problemas del deber cumplido. He ahí el sentido y el “misterio” de la muerte del hombre Jesús, despreciado y escupido en la cara y blasfemado y clavado en la cruz por todos los justos, por todas las gentes virtuosas todos los sabios todas las gentes como debe ser, desde la noche de los tiempos quizás pero desde hace dos mil años con conocimiento de causa (aunque nos hagamos el tonto y el que no se entera de nada…). Y por eso mismo todos y cada uno a cual más desprecian y crucifican y blasfeman lo más valioso que hay en ellos, renegando de sí mismos y de Dios en señal de humilde y total sumisión y lealtad al Grupo y a sus potencias, representadas o avaladas sin reservas por la muy Santa Iglesia.

¿Hubo jamás palabra humana más clara: “Lo que hicisteis al último de entre vosotros, conmigo lo hicisteis“? Desde hace dos mil años los predicadores se superan en elocuencia religiosa sobre “el Cristo” y sus misterios, millones de toneladas de piadosos y doctos comentarios sobre las palabras de un hombre llamado Jesús han sido vertidas sobre este mundo pecador, a cada palabra y cada coma de los Evangelios (sin contar las Epístolas pastorales) le han dado vueltas y vueltas en todos los sentidos miles de millones de veces – pero el sentido bien claro de esas palabras (como de muchas otras igualmente claras) hay que pensar que ha sido ahogado en esos ríos de elocuencia biempensante, aplastado bajo esas toneladas de papel y bajo el peso aún mayor de las costumbres y de la buena conciencia colectiva y del sacrosanto confort de las muy santas y tranquilizadoras Iglesias…

Sólo Dios se calla. Y el Hombre, hijo de Dios y el último de los sarnosos, cuelga pesadamente de sus clavos profundamente clavados y sangra.

 

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11 comentarios

  • carmen

    Mi apoyo no es únicamente de besos y abrazos, que son muy necesarios, al menos para mí lo son. También ha sido económico desde el momento en que entré.Y lo seguirá siendo, ahora en esta nueva dirección. Hasta el final de Atrio.Un saludo a todos.

    • oscar varela

      [Oscar Varela, siguiendo su costumbre de aportar textos largos, ha querido aportar aquí, sin comentario alguno, las cinco páginas del “Avant-propos” que escribió Alexandre Grothendieck, cuando parecía que se iba a publicar su libro anterior al citado aquí. No se llegó a publicar en 1986, como pensaba tras haber enviado copia a algunos amigos. Solo se ha publicado en 2021 en Gallimard, y yo tengo esa edición francesa en dos tomos. Pero desde 2019 disponía ya de una magnífica traducción en PDF hecha por Juan Antonio Navarro, catedrático de Matemáticas en Badajoz. Me alegro que Oscar vea el interés de ese libro, previo a La Llave de los sueños o diálogo con el Buen Dios, que es el que ahora más releo e ilumina, no en el campo del trabajo intelectual (importantísimo) sino en el del trabajo espiritual. Y mañana publicaré en columna central el texto completo de lo que envía Oscar, a ver si son más lo que se interesan por este matemático y buscador espiritual. AD.]

      COSECHAS Y SIEMBRAS
      Reflexiones y testimonio sobre un pasado de matemático
      por Alexandre GROTHENDIECK
       
      A Modo de Prefacio. . . 30 de enero de 1986
       
      Sólo faltaba escribir el prólogo para entregar Cosechas y Siembras a la imprenta. Y juro que tenía la mejor disposición del mundo para escribir cualquier cosa que hiciera el apaño. Cualquier cosa razonable esta vez…
      (Continúa leyedo el texto de este prefacio en la entrada del 23 de Enero).

      • oscar varela

        La “Matemáticas” -dentro de las Ciencias- tiene como su Objeto propio el ‘accidente’ NÚMERO (uno de los aconteceres al Ser sustantivo) que ‘especifica’ su ‘Género’.
        El tal es ‘sacado’ (abstraído) del Ente (o Ser real = la COSA)
        Dicho Objeto (Número o Cantidad) junto a la “Lógica” (abstracto de 2° Grado) fueron la maravilla iniciada por Descartes, a la que Newton (¡inglés tenía que ser!) le puso la ‘fuerza’ de la ‘eficiencia’.

        Para no alargar y que el que se va ‘abstrayendo’ no se embronque de mis aportaciones a ATRIO, debo decir que:
        LAS ‘ABSTRACCIONES’ ENGENDRAN ‘MONSTROS’
        A veces ben-éficos
        Otras veces mal-éficos.
        El texto aportado en este ¿Artículo? nos habla de el “GRUPO”.
        Como no da otras pistas para entenderlo, pareciera ser lo que -sobre todo en Job-, se llama “SATÁN” o el “MALO”, el “ADVERSARIO”, el “ENEMIGO”.

        La cosa parece no tener nada de “novedoso”,
        y mucho menos si hay que tragarse miles de páginas para enterarse.
        Pero no; no hay que “tragarse” nada, porque el tipo de nombre raro es un magnífico seductor de pluma agilísima.

        Gracias!

    • Isidoro García

      Todos estos escritos de A. G., son la explicación de su camino personal e intransferible, de búsqueda de sentido a su vida, que puede ser curioso, pero que para el buscador espiritual, no es más que curioso y anecdótico.

      La búsqueda espiritual es personal y experiencial por naturaleza. Uno lo tiene que sentir, intuir y experimentar en su interior, y eso no pertenece a la Cultura consciente.

      Para comprender el mundo espiritual, hay que comprender que es el resultado de la conciliación de ideas procedentes de dos fuentes diferentes:

      -por una parte, la sabiduría de los patrones sabios de que disponemos todos por igual para “organizar” nuestra cosmovisión, procedente de nuestro espíritu personal,

      -junto con dicha cosmovisión personal cultural individual, almacenada en nuestra mente racional, y que es diversa en cada persona, y que además acumula una gran cantidad de errores culturales.

      Por eso la transcripción de los itinerarios espirituales de los muchos espirituales que han narrado su camino, solo les sirve a ellos solos, y son irrepetibles plenamente en los demás.

      Pero de todos los itinerarios espirituales de los espirituales, se puede sacar un denominador común, que constituye la Filosofía perenne.

      Que es la traducción lingüística del contenido de imágenes primordiales sabias, de la biblioteca de sabiduría del Inconsciente Colectivo, y es lo que se suele denominarse como la descripción de  “lo sacro”, y una expresión de la dinámica de “lo divino”.

       

      En el trozo que ha puesto el amigo Antonio D., de A. Grothendieck, lo que se ve claramente, es su percepción de la espiritualidad, (reconocimiento y escucha activa del “espíritu”), en contra de la religión organizada, (“el Grupo” = la Iglesia primitiva, que se ha cristalizado hasta hoy día), que (aunque con buena intención), quizás ha secuestrado la palabra de Jesús.

      Hay varios puntos a señalar, pero, ahora, me quiero centrar en uno solo. Cuando A. G. habla del “Grupo”, expresa su idea sobre la psicología grupal, y la dinámica interna entre dicho Grupo y sus integrantes:

      “Cada vez más tengo la impresión de que el Grupo tiene una existencia y una naturaleza propias, que trascienden las contribuciones juntas, (sea en “mediocridad”, o en “autenticidad” y en “creatividad”), del conjunto de sus miembros; que es de una naturaleza totalmente diferente a la de éstos y a la del “conjunto” que forman”.

      Esto mismo ya lo he expresado yo, anteriormente en Atrio. Está refiriéndose a la naturaleza psicológica de los grupos, que constituyen comunidades humanas ideológicas, o “egregores” = (como iglesias, clubs de fútbol o partidos políticos), que adquiere una entidad psicológica propia, y aumenta su potencia psicológica en función del tamaño de la comunidad, “infectando” y activando en sus humanos integrantes, de los “virus – zombis”, que les son favorables para aumentar su fortaleza y supervivencia.

      Estas rutinas o zombis, son múltiples patrones comportamentales específicos, muy útiles para aumentar su potencial, y es una buena explicación de la Psicología de las masas. (Referencia: Culpa y biología  – Francisco Traver).

      Estos efectos psicológicos tan “extraños”, no son más que efectos de la evolución emergente del arquetipo de grupo o tribu, que refuerza la cohesión interna y mejora la supervivencia de las especies que lo han adoptado evolutivamente.

      Esta evolución emergente muy positiva para la supervivencia en la antigüedad, ha dejado de ser útil, al cambiar las circunstancias del medio ambiente, y ahora devienen negativas, para la necesidad de lucidez en el análisis crítico de los nuevos problemas, en un medio ambiente diferente.

      Porque no es que tengamos que cambiar de conciencia y cosmovisión, por amor a la novedad, o por esnobismo, sino porque las circunstancias ambientes han cambiado radicalmente, y en el caso de la humanidad, su supervivencia, ya no depende de la cohesión de un grupo ante la amenaza de otro, sino de la lúcida comprensión de los gravísimos problemas que nos afligen.

  • ELOY

    Lo primero mostrar mi total apoyo a Antonio Duato y a ATRIO. Comparto las palabras de aprecio y afecto de Ana Rodrigo

    En segundo lugar,  quisiera destacar la necesidad de apoyar económicamente a ATRIO.

    No bastan las solas palabras de apoyo. Pienso que es urgente e importante, hacer una aportación económica a ATRIO.  De poca o mucha cuantía, pero una aportación ahora, que se necesita y no más tarde. 

    El hecho de que se haya puesto al final de este artículo el enlace para aportaciones es significativo de esta necesidad.Y hablo con cierto conocimiento de causa: Antonio Duato me llamó hace unos días para informarme de que no iba a publicar un artículo que le había enviado.
    Se lo agradecí
    porque yo mismo estaba a punto de llamarle para que no lo publicara, pues no me terminaba de satisfacer lo farragoso que resultaba. Al tiempo comentamos la situación de económica de ATRIO y la necesidad de aportaciones.  No digo más. Lectores, comentaristas y articulistas, tenemos la opción de colaborar económicamente y quizá ahora es el momento crucial de hacerlo, a través de los medios que nos ofrece Antonio en el enlace al final de este artículo: 

    Transferencia personal a “Antonio Duato”IBAN ES80 2100 7344 7313 0028 0602SWIFT / BIC
    :
     CAIXESBBXXX
    Concepto: Para Atrio.rg
    Bizum
     al número 609510862  

  • Ana PIERA ORTS

    Estimado Antonio, ayer dudaba si poner un post a esta entrada tuya o escribirte por whatsapp. Sentí una especie de pesar por la introducción que hacías al texto de Alexander Grothendieck (AG en adelante) y algo más de pesar, al leer lo que habías seleccionado de este autor para compartirlo con la comunidad de ATRIO, ahora en una “enclenque realidad” como escribes. Del texto de AG me he subrayado este:

    “Desde ayer he repensado en esos dos misterios en cierto modo extremos (…) Es el doble enigma de la silenciosa presencia de Dios en la psique, encarnación viva y siempre inalcanzable del ‘Bien’, de la autenticidad creativa del ser –y (frente a ésta) del desprecio de esa presencia, del desprecio de Dios, profundamente implantado en la psique por la inexorable y sigilosa del Grupo que dice ser (al menos al principio y aún hoy) de la ‘Ley de Dios’ de la que se erige en Guardián”

    He suprimido las negrillas y las cursivas que aparecen en el texto y lo he dejado respirar en mí. Me he puesto en “blucle”, la pieza musical Oblivion de Astor Piazzolla. Mientras escuchaba, me he recreado en una imagen de mis padres bailando este tango, tal cual como si estuvieran a mi lado, en este pequeño salón, donde dejé espacio para acoger alguna reunión, pero también para bailar lentamente. Y, de tanto en tanto, mi imaginación me iba permitiendo bailar con ellos. Y así se me ha pasado el pesar.

    Luego he recordado la obra del teatino Antonio Oliver Montserrat, al que para mí era un gozo escuchar (yo empecé a escuchar sus grabaciones muchos años después de su muerte en 1994) y del que siempre pensaba que su obra se perdería. Y en noviembre de 2003 se presentó la primera publicación de su obra. Tengo casi la certeza, de que con la obra de AG pasará algo similar. No pretendo establecer una comparación entre ambos autores, sino el hecho de que cuando una obra impacta por el gran trabajo que supone o por la veracidad de la persona que la trabaja o escribe, siempre queda la posibilidad del rescate.

    De AG hay que decir que su trabajo puede actuar sobre nosotros como la frase de Jesús de Nazaret que aparece en Mt, 10, 364-36 que dice: “No he venido a traer la paz, sino la espada”. Jesús siempre nos pondrá en el brete de elegirlo a Él o a nuestro ego y AG nos desvela que, en su recorrido, decidió desasirse de su ego.

    La dificultad de la obra de AG es bien conocida. Escribe primero a “vuela pluma” aquello que le mueve con premura, luego añade las citas aclaratorias. Y sus lectores, aquellos que olvidamos rápido, nos vemos obligados revisar la cita y en ocasiones las fechas, porque tenemos la sensación de haber perdido el hilo. Poco después podemos ver que ese “vuela pluma” es como si no le cupiera todo lo que tiene que decirnos en una serie de párrafos. Resulta difícil “engarcharle” ese tipo de frases largas, acostumbrados ya, después del inicio de este siglo, a ir acortando las frases, a dejarlas con demasiada frecuencia en la estructura básica de sujeto, verbo y predicado.

    Yo seguiré leyendo los textos de AG. También otros muchos que me van construyendo. Escucharé música y bailaré en mi salón con algunas sombras. Y un día alguien verá que le llega una invitación para participar en un seminario sobre Grothendieck y que su trabajo no habrá sido en vano, porque el ser humano necesita de la esperanza de que su humanidad no se plegará a la vacuidad.

    Un saludo afectuoso para toda la comunidad de ATRIO.

  • ana rodrigo

    Querido Antonio, sabes de mi aprecio, más que aprecio, mucho cariño personal hacia tu persona, siempre agradecida  por lo mucho que debo a atrio a tanta dedicación por tu parte, tanto de tu tiempo y tanta calidad que le has dado y nos has ofrecido.

    Todos vamos cumpliendo años y la edad nos va limitando nuestras fuerzas y nuestras energías. Yo, con diez años menos que tú, confieso que pongo todo mi empeño en seguir adelante, pero tengo bajones difíciles de asimilar.

    Te mando un gran abrazo y un abrazo grande, como dice Carmen, sin estrujar, pero cargado de todo el afecto que te tengo, que, como acabo de decir, es mucho. Ánimo. Creo que somos muchas y muchos quienes te queremos y es el mejor patrimonio que tenemos, el querer y ser querid@s.

    • oscar varela

      USO – Gracias – (avisarme si molesta el USO)

      ……………………..

       
      Hola Antonio!

      Te leo:
      “Tengo pendiente un proyecto
      en el que explique la importancia actual de
      estos dos laicos tan sincronizados
      Alexander Grothendieck y Marcel Légaut.”

      Creo que sería interesante esa “explicación”
      [la importancia actual de estos dos laicos]

      Se trataría de un “ATRIO íntimo” ¿no?,
      que, al ensayarlo, impulsaría su despliegue.

      Gracias!

  • carmen

    Mi madre cumpliría en noviey118 años. Sigue viva en mí y en todos mis hermanos y en aquellos que la conocieron.Y ya está. Es lo que dijo María de Magdala, según algunos exegetas, no todos. Muerto? No mientras yo viva. Mientras vivamos.Me encanta.

  • carmen

    Muchos Muchos Muchos Besos.Eres un crack. Gracias, gracias, gracias por aguantarme.Y , a seguir, a tu ritmo. Como todos hacemos.

    Un abrazo fuerte, fuerte, fuerte, pero sin agobiar, como a veces me dice mi hermano mayor: no me estrujes…!!Me gusta lo que dices en el artículo.