El autor de este libro, Xavier Coller, fue alumno mío en el instituto Luis Vives de Valencia a principio de los ochenta. Hoy es catedrático de sociología en la UNED, habiendo estudiado en Yale, donde hizo el doctorado con Juan José Linz, del que fue amigo y colaborador muy especial hasta su muerte. Ofrezco en ATRIO la presentación de un actualísimo libro y la invitación a ver hoy, s las 21:30 de España su intervención en INFOME SEMANAL de TVE. AD.
La teatralización de la política en España
Por Joan Navarro
Agenda Pública, 3 de Abril de 2024, 07:00
El profesor Xavier Coller, Catedrático de Sociología y de Ciencia Política, es uno de los mejores investigadores del comportamiento de nuestras elites políticas, una disciplina extraña pues, sentenciadas como están a un desprecio generalizado, indagar en el comportamiento de las elites mediante métodos de investigación solo parece anticipar una condena documentada. Muy al contrario, es la preocupación por el funcionamiento de la democracia y sus instituciones es lo que empuja al autor a desarrollar trabajos académicos rigurosos, de cuyos resultados puedan surgir propuestas de mejora en los complejos procesos de formación, selección, así como en el diseño de las estructuras de incentivos democráticos de nuestros lideres.
“La teatralización de la política en España” Catarata 2023, responde a esta vocación. Ya en la breve introducción de Ignacio Sánchez-Cuenca el ensayo deja clara su vocación “en el Congreso, por término medio, las leyes cosechan solamente un 10 % de oposición a lo largo de todo el periodo democrático […] a medida que ha ido madurando nuestro sistema democrático, los niveles de consenso se han reducido […]. Los partidos nuevos […] son menos propensos al acuerdo y la negociación”. Un trabajo realizado sobre una basta investigación, 557 cuestionarios de parlamentarios autonómicos y nacionales, 59 entrevistas semiestructuras (extractos de las cuales, se incorporan al texto enriqueciendo la lectura) y un amplio análisis documental que incluye el análisis de más de 10.000 leyes tramitadas entre 1977 y 2023.
Coller define teatralización como “la ejecución en público de unos de los comportamientos que visibilizan un conflicto entre actores políticos rivales que contrasta con los niveles de inclusión en la actividad parlamentaria más regular e importante: la legislativa”. Ocurre, continua “cuando se tratan ciertos temas que afectan a las creencias nucleares de un grupo […] y para marcar territorio ideológico de cara a un electorado cuya reacción se tiene bien presente. Los propios protagonistas perciben que la teatralización desborda las fronteras de los parlamentos y se infiltra la sociedad, generando efectos que erosiona la democracia”.
Es tal la preocupación por el amplio rechazo ciudadano ante esa “política” en base “broncas, trifulcas y algaradas” a la que accedemos a través de los medios de comunicación, que el autor necesita evidenciar la diferencia entre “la política visible [la teatralizada] frente a la política invisible [en la trastienda pero tanto más real y practica]”, y como elemento de contraste nos ofrece un “índice de inclusividad”; la cantidad de ocasiones en las que los grupos parlamentarios que apoyan al gobierno incorporan el voto o la abstención de sus rivales para aprobar una Ley, algo que ha ocurrido en más del 78% de los casos en el Congreso de los Diputados y más del 72% en los parlamentos autonómicos, como muestra de la cooperación entre políticos funciona y es la responsable de real de la actividad legislativa. Coller, además, nos descubre como más de 7 de cada 10 de nuestros parlamentarios son partidarios de los acuerdos con rivales políticos aun alejados de sus posiciones ideológicas, si bien apunta notables diferencias entre partidos, destacando la propensión al acuerdo del PNV, a distancia el PSOE y el PP y la menor vocación pactista de los partidos más recientes respecto de “temas nucleares” de corte identitario y connotaciones morales, así como un mayor número de “líneas rojas” de carácter coyuntural y táctico.
El trabajo señala los materiales narrativos de la teatralización, su escenarios, tanto más subido de tono en tanto más presencia de público a través de los medios de comunicación y mayor proximidad electoral. Siguiendo a Kertzer, asimila estos comportamientos a rituales políticos “actos previsibles, esperados, repetidos que tienen lugar en espacios determinados, donde pasan cosas extraordinarias fuera de lo habitual”, incidiendo de nuevo en esa política visible, la ritualizada, la extraordinaria, y la invisible, la habitual, la que discurre la mayor parte de la actividad legislativa, y señala como (en aplicación de la conocida Ley de May, por la que la afiliados y militantes manifiestan posiciones más extremas que las posiciones de los dirigentes y electores de una misma formación política) la teatralización no es, solo, un conflicto con los rivales, sino una representación dirigida a los parroquianos y simpatizantes, una técnica de fidelización electoral y partidaria en el más reciente lenguaje del marketing político.
Cómo y cuándo la política cotidiana, la cooperación entre fuerzas políticas, incluso “la confianza y buena relación entre rivales” se oculta tras la política “visible” y “teatralizada” es algo que el autor apunta como consecuencia de los complejos fenómenos de desintermediación y creciente polarización afectiva de las sociedades democráticas (citando a Linz, y los recientes trabajos de Orriols, Sánchez-Cuenca y Torcal) atreviéndose a apuntar medidas de “juntaza” (Sánchez-Cuenca) con las que mejorar el funcionamiento de nuestros parlamentos y recuperar en lo posible cierto crédito social, como promover activamente las buenas relaciones personales y el conocimiento mutuo entre rivales, junto a otras medidas más institucionales como impulsar la pedagogía sobre de la actividad parlamentaria, elevar los niveles de exigencia de los reglamentos y mejorar los procesos de selección de los partidos.
A los lectores no les faltará material cotidiano con el que contrastar los temas analizados, ya sea en redes sociales, medios de comunicación tradicionales o en la simple conversación de café. La lectura del último trabajo del profesor Xavier Coller, les descubrirá la visión que los propios protagonistas de las “broncas, trifulcas y algaradas” tienen de sí mismos y de las condiciones en las que, nosotros, los electores, sometemos su trabajo.
Pues esto del postureo no es tan nuevo. Y lo de la propaganda, menos aún. Ahí tenemos a Goebbels, un maestro.A Franco. A Fidel Castro. A Mao. A Stalin… por nombrar a algunos. Eso lo expuso muy bien Huxley. 1984 es un libro que todo el mundo debería leer.Lo que sucede es que ha irrumpido en la vida diaria otro tipo de comunicación. Rápida como los electrones y muy difícil de diferenciar lo verdadero de lo falso. Además, mucho me temo que hasta lo cierto no lo es del todo, porque cualquier información es de parte.
En fin. Las reglas han cambiado porque el tipo de comunicación ha cambiado. Con todo lo que ellos conlleva. Piensen el cambio que trajo consigo la imprenta. Fue un desastre, tal y como muchos decían? No lo creo. Eso sí, cambió las reglas del juego. Totalmente. Ahora,Postureo? Pues claro. Entonces? Pues ni idea. Intentar buscar un mínimo de coherencia en las informaciones. No es fácil. Al menos no lo es para mí.Es que no hay nada totalmente nuevo bajo el sol. Todo es evolución sobre lo que hay , al incorporar nuevos conocimientos tecnológicos o como le quieran llamar. No tanto a la Diosa Ciencia, como a la tecnología.Pues eso.
O sea que los grandes partidos con su característica tendencia a la estafa de los electores se enfrentan mucho en las televisiones y en las redes y luego pactan muchas cosas en el Parlamento,es lo que deduzco del inicio del artículo. Creo que esta tendencia no está muy clara últimamente x la presencia de VOX que hace que el PP tenga que medir mucho lo que pacta. De hecho hemos llegado al esperpento con la moción de censura de Tamames. Tampoco está clara xq tenemos un Parlamento con una mayoría endiablada. El teatro es consubstancial a la política,pero el teatro del malo. De hecho es tal la velocidad de la política ,en campaña electoral más,que unas maniobras se hacen para tapar las iniciativas de otros. Aprovecho atrio para pedir disculpas a nuestros colegas argentinos que escriben aquí que un ministro diga que Milei consume substancias. Qué necesidad había cuando de Milei se pueden criticar infinidad de cosas más. De hecho yo lo considero,ya lo he dicho,un mamarracho(yo no soy ministro) y la respuesta de su gobierno es del manual de VOX. Milei va a venir x aquí el 18 de mayo a un acto con VOX. Sánchez le puede convenir confrontar con VOX ,pero las europeas no son la vuelta de las generales como dice el PP y un avance en Europa de la extrema derecha es peligrosísimo para nosotros visto que ya la derecha europea se abre a pactar con la extrema derecha(ya lo ha dicho la derecha alemana) y en Europa se deciden hoy bastantes más cosas nuestras que en España.Las elecciones europeas son europeas y punto pelota. Debemos recuperar el teatro tal como se entendía en otras épocas en España. El teatro como pedagogía del pueblo. Absténganse mamarrach@s vari@s. Eso de tirar tomates o huevos a los actores es una mamarrachada. Yo ,por lo pronto,suprimiría una práctica viciosa y antiperiodística que se ha extendido.Que las televisiones recojan los tweets de los políticos .Eso no lo único que fomenta es la vaguería de los políticos que además no convocan ruedas de prensa donde se les pueda preguntar. Creo que hay que empezar a no dar eco en televisión a los tweets de políticos. Es antiperiodístico. Fomenta la velocidad ,la falta de reflexión,de diálogo,los pensamientos simples(en unos cuantos caracteres) y en definitiva la estulticia generalizada.
Escuché ayer a Xavier Coller y busqué más información, lo veo una persona muy competente.
La ventaja que veo con este cambio socio-político tan preocupante a nivel mundial, es que se esté abordando desde profesionales de alto nivel y capacitados para influir, de la manera que sea en la sociedad, dados los abundantes medios de comunicación que hay, para lo bueno y para lo malo.
Me recuerda a los años treinta cuando, viendo la situación a la que se estaba llegando, los pacifistas manifestaron su preocupación y su pronóstico si no se cambiaba, pero Ni Hitler ni Mussolini estaban para escuchar a nadie. El fanatismo es ciego
Sé que es muy difícil, pero es que se está llegando a agresiones físicas a políticos, como ocurrió ayer en Alemania, de mano alzada, como hace unos días en Milán, del grupo organizado que preparaba un golpe de estado en Alemania. En fin, no corren buenos tiempos.
Con todos mis respetos a todas las personas.Hasta que no entendamos que las reglas de juego son otras, es más, que se están escribiendo en la actualidad, no nos encajarán ni tan siquiera dos piezas del puzzle.Porque no puedes jugar al ajedrez con las reglas del juego de Las Damas. Aunque se jueguen en el mismo tablero e incluso, a veces con las mismas fichas.
Mandan las reglas del juego. Y, sencillamente, están cambiando y se están escribiendo en este momento. Quién habló de odres y de vinos?
Buen día a todos.
Habrá que leer el libro, porque parece una buena herramienta de trabajo, pero a la luz de lo que parece reflejar el artículo yo no soy tan optimista.
Estoy de acuerdo en que las leyes que salen aprobadas en el Congreso de los Diputados reflejan un consenso más amplio de los grupos políticos que lo que reflejaban los debates y tomas de posturas en aquellas sesiones que eran trasmitidas por los medios televisivos. De hecho yo me maravillaba durante la primera legislatura de Sánchez, incluso en los meses que siguieron a la moción de censura, se aprobaban de forma holgada.
En el periodo que va del 2000 al 2004 coincidiendo con la segunda legislatura de Aznar y su mayoría absoluta recuerdo que se hablaba de un rodillo que hacia aprobar leyes con un total desprecio e indiferencia a las otras organizaciones políticas presentes en el hemiciclo. Lo mismo pasó con Rajoy hasta el 2015, cuando hizo unas acciones de gobierno y tuvo el Pp unas acciones legislativas totalmente distintas al programa con el que se presentaron a las elecciones. Izquierda Unida tronaba en el hemiciclo por sus acciones antisociales y llegó a calificar su gobierno de ilegítimo en ejercicio. La voz del 11 de Mayo se hacia oír por el diputado Garzón.
Los nuevos partidos que venían con una etiqueta de regeneración de la democracia, y me refiero a Ciudadanos y Podemos crearon más confrontación en las negociaciones y dieron al traste con muchas iniciativas ya consensuadas-
Vox salió de lo más intransigente del PP para arrastrarlo a unos extremismos que nunca se había atrevido rompiendo barreras de consenso que parecían intocables.