Los medios de comunicación social y las redes sociales muestran reiteradamente un fenómeno que está cobrando cada vez más fuerza: en muchas democracias europeas, entre ellas la democracia española, los partidos políticos van ocupando cada vez más espacio y poder social. Muchos tenemos la impresión de que la sociedad civil (entendida en el sentido de la sociología, como el conjunto de los ciudadanos que respetamos el sistema democrático) cuenta “cada vez menos” a la hora de saber lo que pasa a nuestro alrededor, a la hora de intervenir socialmente y de tener una voz en la realidad plural de nuestro mundo. Mientras que los partidos políticos (que son solo una herramienta instrumental de la sociedad civil) tienden a ocupar todo el espacio social disponible.
La inminencia de tres elecciones en España (las catalanas, las vascas y las europeas) están ya invadiendo las agencias de noticias de partidos y coaliciones, de candidatos y de estrategias para rebañar votos de los indecisos. Y lo que debía ser solo un medio para la construcción de la mejor convivencia de la sociedad civil se convierte en protagonista y, con frecuencia, en el objeto final de toda la vida social de España y de Europa. ¿Tal importantes – por no decir necesarios e imprescindibles – son los partidos en la construcción de las democracias? ¿No habría otras formas de participación de la sociedad civil?
Muchos tenemos la impresión de que, de modo intencional, se nos ofrece una realidad social deformada, muchas veces edulcorada y otras veces exagerada para presionar la decisión del voto. Y, en estos momentos, sabemos el poder de la Inteligencia Artificial para incidir en la mente de los votantes. Parece que se va a cumplir alguna de las ideas de los detractores de la Agenda 2030: la sociedad civil se considera menor de edad y no entiende las sutilizas de las complicaciones de las grandes políticas de los Estados. Y por ello, con diversos sustitutivos (fútbol, toros, festivales, programas de televisión, ferias, consumo…) se tiene una sociedad civil domesticada y sumisa ante los “expertos” que construyen el futuro.
Robustecer a la sociedad civil (que no es una sociedad apolítica, sino que intenta situar a los partidos políticos en su lugar necesario pero invasivo de competencias) debería ser uno de los objetivos de los medios de comunicación social. Educar para una ciudadanía adulta y responsable, que respeta y valora el papel necesario de los partidos políticos en las sociedades liberales; pero que además reclama su voz (y no solo su voto) para construir junto con el resto de agentes sociales una sociedad más tolerante, igualitaria y justa.
Sin caer en los excesos de las distopías y de los conspiranoicos, el futuro de las democracias liberales europeas debe estar controlado por la sociedad civil y no por oscuras corporaciones poderosas como el Foro de Davos, los intereses económicos de los monopolios y el Mercado global generador de desigualdad y deterioro de nuestra casa común.
Leandro Sequeiros. Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta)
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Llevamos ya 36 comentarios!!! Esto se pone interesante.. Y lo que indica es que la construcción de la SOCIEDAD CIVIL dentro de una cultura (impuesta) que es BANAL, NO ES SENCILLO. Posiblemente, a los que detentan poder económico o político no les interesa una ciudadanía madura, responsable, solidaria, tolerante, plural, integradora, guiada por valores humanitarios y cuidado de la casa común y no “drogada” por el falso deseo de poseer, de tener dinero e imagen. Una sociedad dueña de su propio futuro. Compasiva y acogedora.. Pero, algunos – tal vez demasiado ilusos – pensamos que OTRO MUNDO ES POSIBLE…
Al hablar de los partidos políticos, Leandro, formula la siguiente pregunta: ? ¿No habría otras formas de participación de la sociedad civil? Yo daría una respuesta simplista, sí, la respuesta son las urnas, que conlleva otra pregunta implícita ¿Cómo llega el votante a las urnas? ¿Formado, desinformados, fanatizado, cargado de intereses espúreos?. Ésta es la cuestión:¿el poder por el poder o, como dice Leandro para “construir junto con el resto de agentes sociales una sociedad más tolerante, igualitaria y justa”? Es en este punto donde la educación o la influencia, no sólo en las escuelas, sino en los medios de comunicación y la responsabilidad que éstos tienen, siendo la mejor cátedra que tienen los partidos políticos para influir en la opinión pública, donde juega un papel central la madurez de la sociedad, que es la que decide quién nos gobernará. Nunca me olvido de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y que, cuando Rajoy llegó al poder, quitar esta asignatura del curriculum escolar, fue la primera decisión gubernamental que tomó Rajoy.
Esto no pasa solamente en España, sino en todos aquellos países donde hay democracia y que, según constatamos, siguen los mismos patrones a la hora de votar llevando al poder a los Putin, Netanyahu, Milei y, posiblemente, Trump y otros…..
Ana, estoy de acuerdo en una parte de tu comentario. No con respecto a lo que indicabas asignatura de Educación para la Ciudadanía, pues el diseño de la asignatura se alejaba bastante de las recomendaciones del Consejo de Europa, y de los modelos adoptados en otros países, donde la Educación para la Ciudadanía se centra en fomentar la participación ciudadana y en el conocimiento de las principales instituciones del Estado, sin entrometerse en la libertad de enseñanza propia de los padres ni en la libertad ideológica propia
de todo ser humano.
En democracia podemos tener diferentes opiniones, y los ciudadanos votan, muchos fanatizados, desinformados, pero pasa con todos. Y es cuestión de criterio indicar que son aquellos que votan a Putin, Netanyahu, Milei y Trump, pues ocurre igual con aquellos que votan a Sánchez, Díaz, Alberto Fernández, Biden, …
Una actitud moralizante, desde un espectro ideológico, que busca corregir desigualdades mediante símbolos o reglas de comportamiento, una intervención sobre el lenguaje, y una nueva ortodoxia.
Un marxista invisible
Un marxista invisible
1- Adolfo Parry había dado a luz un trabajo que pasó desapercibido para la historia de las ideas
– En 1922 publicó “El marxismo y su aplicación práctica. Bolcheviques, Tahuantinsuyus y Jesuitas”, examen crítico de la doctrina marxista del materialismo histórico y su aplicación a la organización social rusa actual y a los antecedentes americanos; sociedad incásica y misionera.
– Es un texto de un marxista minucioso e informado, pasibles de actualización histórica.
2- Parry evalúa con ecuanimidad el proceso bolchevique;
– sorprende su perspectiva indigenista final;
– indaga sobre las formas comunitarias ensayadas en el territorio precolombino y colonial.
– examina las políticas efectivas de socialización que luego extenderá a incas y jesuitas.
– Estudia la expropiación de la propiedad inmueble,
– la aplicación de impuestos a la renta,
– el ejercicio de poder estatal,
– las nacionalizaciones de bancos y empresas.
3- Abunda en detalles precisos sobre todos los temas,
– desde las formas de organización familiar,
– las cooperativas,
– las modalidades de representación política y de gestión económica,
– hasta el monopolio del comercio,
– la banca, el crédito y la planificación.
4- Parry recoge un punto crítico en lo que respecta a la cuestión agraria:
– “Los intereses personales son la gran dificultad con que tropezará todo el que desee organizar una forma colectiva de trabajo de la tierra”.
5- En su época sólo Rosa Luxemburgo, en su curso de 1905, había recogido esa opción
– al tomar los ejemplos de las altas sociedades precolombinas desde la perspectiva marxista:
– Imperio sin moneda, con propiedad colectiva de la tierra y los medios de producción,
– Sociedad no primitiva, sino desarrollada en la que se cumplía el precepto marxista:
– “la repartición se efectuaba no solo de acuerdo a las aptitudes
– sino a las necesidades de cada uno”.
6- Parry examina las formas de trabajo obligatorio, colectivas e individuales,
– y su ceñimiento a un plan general.
– Al describir algunas ciudades como el Cusco, escribe:
– “¿Serán como éstas las ciudades que sueñan los marxistas de Rusia?”
7- En su historia pormenorizada de las misiones jesuíticas fija el ojo en la organización
– igualitaria y disciplinaria implantada por la Orden en forma autárquica
– con respecto a la Corona y la Iglesia.
– Evalúa la rearticulación de la familia,
– la abolición de la apropiación privada,
– la planificación de la producción,
– el comercio exterior a las misiones y
– la guerra, bajo la mano férrea de los padres, que disputaron -y acabaron perdiendo-
– con aquellos poderes que vieron un peligroso experimento exitoso de autarquía soberana.
8- Su “colectivismo riguroso en el que la acción individual es sustituida por la acción de la comunidad”,
– se asemeja al comunismo.
– Precursor velado, desoído, invisible, Parry acaba ironizando:
“acaso la doctrina marxista sea una adaptación del estatuto de la Compañía de Jesús”
Así como lo presenta el comentario de Óscar, de la impresión de que son ideas de Óscar. En realidad son ideas de Guillermo David, publicadas en Página 12. Aquí el vínculo a la publicación original: Un marxista invisible
Aún cuando se pueda decir que es un “destilado” que hizo Óscar del texto de Guillermo, al no dar la referencia para permitir a quien lee saber que las ideas son de Guillermo, termina siendo un plagio.
Varias veces Antonio le ha pedido a Óscar que proporcione las referencias cuando hace “destilados”, sobretodo de textos de Ortega y Gassett (que por los temas y estilo se puede identificar con facilidad que son textos de Ortega). No entiendo la resistencia de Óscar a hacer algo tan básico. Pareciera que la finalidad fuera justamente crear la equivocación de que son ideas suyas. Pero, claro, ésto sólo es una apariencia.
-Estoy de acuerdo contigo, Leandro. Si queremos una sociedad civil mejor hay que comenzar por una educación mejor, empezando por una educación de los padres para ser padres. Para ejercer una profesión -de arquitecto o de ingeniero, por ejemplo- se necesita mucha preparación. Para ejercer la función de ser padres, que es más difícil que construir un puente, basta la experiencia de la costumbre y de las propias luces… -Educar es más que modelar, es más que instruir y conformar, es más que condicionar… Educar es formar, es enseñar a pensar, es ayudar a construir y madurar como personas, es enseñar a convivir… Educar es ayudar a crecer en libertad interior… Y esto no se consigue sin formar en valores. Es verdad que la educación, inevitablemente, también modela, pero ese modelamiento inicial debe orientarse hacia la maduración de los alumnos y alumnas como personas, para que crezcan y sean capaces de respetarse, de convivir en libertad solidaria -solidaria-, y también para que sean conscientes de la necesidad de saber discernir y de ser capaces de defenderse del virus de la manipulación…
-Pues bien, para “formar” -no conformar- es necesario no solo educar en valores, sino sobre todo educar en una JERARQUÍA de valores auténticamente humanos, en la que el ser humano ocupe realmente -no solo en teoría- el primer lugar, indiscutible. Y una función de esa educación en valores es hacer ver -y también pensar con sentido crítico- las estructuras sociales y los “valores” en que se apoyan, que discriminan y maltratan y crean privilegios… En suma, educar es -debe ser- formar para mejorar, como personas y como sociedad…-Y éste es el problema: los Poderes no permiten ese tipo de educación, porque derribaría estatus y privilegios… Por eso tantas dificultades para consensuar un sistema educativo público aceptable. Por eso maduramos tan lentamente como sociedad. Por eso adoramos tantos ídolos… y nos sacrificamos por ellos. Ídolos que no dejan pensar ni madurar con sentido libre y solidario. Y así vamos… Hay sistemas educativos que crean dependencias… Éste es nuestro problema…
¡Ya tenemos 30 comentarios muy fecundos! Se ve que el tema de la SOCIEDAD CIVIL, que en muchos casos ha sido “fagocitada” por el sistema de partidos, interesa. Cada vez soy más consciente de que los PARTIDOS han intentado sustituir la voz de la sociedad civil. Cuando los partidos politicos deben ser solo un medio al servicio de la sociedad civil. Esta es la que los debe controlar, cuando – con frecuencia – sucede lo contrario. Los partidos (que son necesarios como herramienta) se han convertido en FINES y no en MEDIOS. Y mucha gente cree que al “profesionalizarse” la política, los partidos han ocupado un lugar social que no les corresponde..
Antonio los actuales políticos son licenciados. Yo tampoco voté la Constitución. Yo no creo q ser alto funcionario y sacar una oposición difícil o no,ni triunfar en la empresa privada ,ni ser licenciado,te dé habilidades para la política. De Sartorius con el que he celebrado algún juicio lo considero un hombre brillantísimo en juicio. Y se le nota cuando opina de asuntos políticos. Suárez a mí me parece un buen político. Y algunos actuales también. Desde luego ,insisto tener más o menos estudios,lo que además depende de la situación social de partida en muy alto grado, es una cuestión que no te convierte en un hombre con habilidades políticas y tampoco en un líder ni político,ni social. Los políticos tienen infinidad de asesores,como debe ser,no van a conocer todo.
Ah Antonio y soy poco de cantar. Mi formación musical es muy deficiente. Yo de cantar,cantaría a Labordeta:”Habrà un día en que todos….”. En el 78 tenía 16 años. Ahora cantan cosas muy diversas,no conviene simplificar…
Y para que quede claro yo a los 14-16 no estaba politizado. Recuerdo que fuí a un mitín de Ruiz Giménez xq mi padre se presentaba x la Democracia Cristiana con Gil Robles(creo,había estado en el contubernio de Munich,mi padre qepd) y el segundo de mis 7 hermanos el número 4 por las listas de Madrid de Izda Democrática de Ruiz Gimenez. Creo q esto fué en el año 1977. Yo fundé un grupo de ayuda a marginados con varios compañeros de los agustinos,llegamos a ser 120 ó 140 personas en toda Madrid (llegué a hablar de este grupo delante de Ramón Reñé y otro público ,entonces vicario de la vicario IX de Madrid). Mi conocimiento de los marginados(mendigos cuando no existían ONGs y de los delincuentes juveniles del actual Renasco,entonces lo regentaban los amigonianos) y pobres de Madrid me radicalizó políticamente y en el año 1982 voté a Santiago Carrillo.Luego me hice insumiso y escribí un libro en 1989 de la objeción q me salvó del trullo y de la inhabilitación como funcionario xq lo cita hasta la sentencia .Yo a los 15 no tenía conciencia política,a los 19 era comunista/cristiano. Aún lo soy. A ver si me jubilo y vuelvo a esas movidas,jajaja
Antonio la clase política peor de los últimos 500 años,jajaja… No es lo mismo la preocupación de la transición (salir de una dictadura) que ahora. Tampoco te creas que si nos referimos a preparación tal como la entiende determinada derecha,yo creo que uno de los rasgos de un buen político sea estar bien preparado… Suárez,por ejemplo,tenía otras cualidades:era astuto,simpático,conciliador, màs chulo que un ocho,etc. Tampoco es que tuviera una preparación….Yo creo que un político tampoco puede ser un intelectual. Además la preparación es una cosa bastante relativa xq no creo que vivamos en una sociedad meritocrática(no vivimos). Para mí todos estos debates se plantean cuando la derecha está en la oposición y básicamente rabiando. Luego la mezcla de política y redes sociales ha sido nefasta, aquí se ha introducido el forofismo futbolístico en la política.Creo que aciertan los que han dicho que Feijóo con lo de los 45 años,coincidiendo con sus dos años en el PP, ha hecho una reflexión de mala conciencia…Se ha plegado a la política nefasta de la derecha y la prensa de derechas madrileña…Tenéis que tranquilizaros que queda mucha legislatura y a este paso a alguno le da un infarto… Por lo demás existe la sociedad civil….
Es muy obvio que en la transición tenían un evidente problema global que resolver, la salida de la dictadura y que eso ayudó a que una generacion de politicos, de todos los signos políticos, pusieran por delante los intereses de su país, llamado España, a los personales.
Y no me refiero sólo a Suárez (Por cierto Doctor en Derecho), a quien conocí en mi adolescencia, sino a gente de un nivel general muy superior: Alfonso Guerra (Licenciado en Filosofía y Letras e Ingeniero Técnico Industrial), Felipe González (Licenciado en Derecho y abogado laboralista), Abril Martorell (Ingeniero Agrónomo y Licenciado en Políticas); Manuel Fraga (Doctor den Derecho y Catedrático en la Facultad de Políticas), Nicolas Sartorius (Abogado), Santiago Carrillo (Periodista titulado), Peces Barba (Doctor en Derecho y catedrático de Derecho Natural) y todos los que venian del Movimiento Franquista que tenían oposiciones ganadas a base de mucho esfuerzo o los que sin tantos estudios, sencillamente tenían el aval de ser testigos protagonistas importantes de la historia reciente como La Pasionaria, Nicolas Redondo, Marcelino Camacho o Josep Tarradellas.
Pero lo menos importante es el nivel de estudios que tuvieran (Que los actuales no alcanzan ni de casualidad), sino que tenían valores. Valores que les hacia primar el interés del país al interés propio y además de tener valores, estaban dispuestos a sacrificarse para convertirse en parte de la Historia de España.
Todos los que te he nombrado y me he asegurado de que hubiera de todos los partidos, salvo de quenes como Fuerza Nueva no trataron de cambiar nada, ya forman parte de la Historia de España. tanto los que aun viven como los que ya no.
¿Es necesario que España tenga que vivir una situación tan triste y cutre como la de tener que salir de una dictadura de forma pacífica y ejemplar, para que tengamos una generación de políticos como esa?
No sólo. El problema no está solo en la clase politica.
En el 78 yo tenía 14 años. No voté la Constitución (Aunque sí mis padres y mis dos abuel@s que me quedaban vivos); pero ¿Sabes lo que cantábamos con verdadera pasión cuando nos daban una guitarra?
Cabtñabamos esto https://www.youtube.com/watch?v=hQ2b-UsPdBU
Ahora cantan “No me quieo casar” de Bud Bunny o “A mi me gustan mayores” de Becky G
No conozco tu edad Javier, si tienes una edad parecida a la mía, tú también lo habrás cantado.
Y si no la tienes te compadezco. Tu futuro es mucho peor que el que me dejaron a mi mis padres y abuelos.
Mi vida ha tenido mejores y peores momentos. Éxitos y fracasos (Y los ha habido muy gordos de los dos). Alegrías y tristezas (Fíjate que soy del Atleti, he vivido ya de todo); pero uno de los mejores momentos, que me llevaré a la tumba y del que siempre hablaré con pasión a mis sobrin@s y a l@s hij@s de mis sobrin@s (Si es que llego a conocer a algun@) es de que pude cantar libremente eso.
Y pude hacerlo porque quienes gobernaban mi país eran mucho mejores que quienes lo gobiernan ahora. Gobierno, Oposición y accidentes adheridos.
Lo de menos son los méritos que tuvieran (Que los tenían y muchos) o los estudios que cursaran. Lo importante eran los valores que defendían.
Todos ellos. De uno y otro signo.
¿Trascendencia? – ¡Ok! – Pero:………………………… 1-
¿Trascendencia? – ¡Ok! – Pero:
…………………………
1- ¿Y las cosas mudas que están en nuestro próximo derredor?
– Muy cerca, muy cerca de nosotros levantan sus tácitas fisonomías
– con un gesto de humildad y de anhelo,
– como menesterosas de que aceptemos su ofrenda
– y a la par avergonzadas por la simplicidad aparente de su donativo.
2- Y marchamos entre ellas ciegos para ellas,
– fija la mirada en remotas empresas,
– proyectados hacia la conquista de lejanas ciudades esquemáticas.
3- Pocas lecturas me han movido tanto como esas historias
– donde el héroe avanza raudo y, recto, como un dardo, hacia una meta gloriosa,
– sin parar mientes que va a su vera, con rostro humilde y suplicante,
– la doncella anónima que le ama en secreto,
– llevando en su blanco cuerpo un corazón que arde por él,
– ascua amarilla y roja donde en su honor se queman aromas.
4- Quisiéramos hacer al héroe una señal
– para que inclinara un momento su mirada
– hacia aquella flor encendida de pasión que se alza a sus pies.
1- El hombre necesita una nueva revelación.
– Porque se pierde dentro de su arbitraria e ilimitada cabalística interior
– cuando no puede contrastar ésta
– y disciplinarla en el choque con algo que sepa a auténtica e inexorable realidad.
– Ésta es el único verdadero pedagogo y gobernante del hombre.
– Sin su presencia inexorable y patética,
– ni hay en serio cultura, ni hay realidad en la propia vida personal.
2- Cuando el hombre se queda o cree quedarse solo,
– sin otra realidad, distinta de sus ideas, que le limite crudamente,
– pierde la sensación de su propia realidad,
– se vuelve ante sí mismo entidad imaginaria, espectral, fastasmagórica.
– Sólo bajo la presión formidable de alguna trascendencia
– se hace nuestra persona compacta y sólida
– y se produce en nosotros una discriminación
– entre lo que, en efecto, somos y lo que meramente imaginamos ser.
3- Ahora bien: la razón física, por su propia evolución,
– por sus cambios y vicisitudes,
– ha llegado a un punto en que se reconoce a sí misma como mero intelecto;
– hoy entrevemos que la física es combinación mental nada más.
– La física no nos pone en contacto con ninguna trascendencia,
– sino un aparato de fabricación propia
– que interponemos entre la auténtica realidad y nuestra persona.
4- El mundo físico aparece, no como realidad, sino como una gran máquina
– apta para que el hombre la maneje y aproveche.
Lo que hoy queda de fe en la física se reduce a fe en sus utilizaciones.
– Lo que tiene de real —de no mera idea— es solo lo que tiene de útil.
5- Pero, entonces,
– ¿de dónde puede venirnos esa nueva revelación que el hombre necesita?
Luego de una ‘des-ilusión’:
– ¿de dónde puede venirnos esa nueva revelación que el hombre necesita?
1- Toda desilusión hace que se descubra la realidad en la que no había reparado.
– Así, la pérdida de la fe en Dios deja al hombre obligado a atenerse a él,
– se forjó la fe en la razón fisicomatemática.
– Ahora; perdida también la fe en esa razón, se ve el hombre forzado
– a hacer pie en lo único que le queda, y que es su desilusionado vivir.
2- Comienza a descubrirse la gran realidad de la vida como tal,
– de que el intelecto no es más que una simple función.
3- El hombre se pregunta:
– ¿qué es esta única cosa que me queda? ¿mi vivir, mi desilusionado vivir?
– Y la respuesta es:
– el descubrimiento de la trayectoria humana,
– de la serie dialéctica de sus experiencias, que ha sido la que ha sido
– y que es preciso conocer porque ella es… la realidad trascendente.
4- El hombre enajenado de sí mismo
– se encuentra consigo mismo como realidad, como historia.
– Y, por vez primera, se ve obligado a ocuparse de su pasado,
– no por curiosidad ni para encontrar ejemplos normativos,
– sino porque no tiene otra cosa.
5- No se han hecho en serio las cosas
– sino cuando de verdad han hecho falta.
– Por eso es la sazón, esta hora presente,
– de que la historia se instaure como RAZÓN HISTÓRICA.
En mi último comentario de anoche, me surgió, casi sin darme cuenta, un aspecto de la relación espiritualidad-religión, que creo que habría que ampliar.
Y es la cuestión de que no hay que considerar dicha relación como una alternativa: una u otra. No son contrarias, solo son dos opciones complementarias, lo que es bueno, para ampliar el abanico de opciones, para la humanidad pluralista.
(Un pluralismo que hay que dejar de considerar como una desgracia, sino todo lo contrario, como una gran fortuna de la naturaleza humana).
Pero hay que matizar dicha complementariedad. Y para ello hay que considerar las diferentes etapas de la evolución general de las conciencias a lo largo de la historia.
Toda evolución biológica, y también la de las conciencias, no supone la sustitución de unos elementos, por otros nuevos, sino que estos que se consideran mas evolucionados, se agregan a los anteriores, como en una cebolla, perfeccionando los nuevos a los anteriores.
En el Paleolítico, con las fases arcaica y mágica de la conciencia, el humano, sentía dentro de él, una “religión” de tipo animista, en la que había un fuerte sentido de conexión con el Universo, y con la naturaleza y sus fenómenos, que eran cruciales para su vida.
Con la Edad del cobre, hacia el 3.000 a.C., se inicia una amplia revolución cultural, en Sumeria y China, con el inicio de la escritura y las religiones mitológicas basadas en mitos sobre los dioses, orales y posteriormente escritos.
Y toda esta revolución generó el cambio de conciencia, generalizándose la conciencia mitológica, y al basarse las religiones en escritos, y predicaciones organizadas por clérigos, con ritos establecidos, en vez de complementar a la espiritualidad natural anterior, se la despreció e ignoró, lo que generó inevitablemente consecuencias inconscientes.
El ser humano está regido por los instintos superiores que radican en el “espíritu”, un gran complejo neuronal, que nos impulsa hacia los tres grandes valores universales: Bondad, Verdad y Belleza o Armonía con el Universo.
Esta última es lo que llamamos instinto o sentido de transcendencia, que es lo que en psicología se llama “Apertura a la experiencia”, uno de los cinco rasgos básicos de la personalidad, según Goldberg, y es el nombre que en psicología se da a la espiritualidad natural.
Estos impulsos instintivos superiores son genéricos, y arquetípicos, lo que significa que marcan una dirección o estructura a seguir, y luego hay que concretar los detalles prácticos, a través de la cultura racional consciente.
(Todo el mundo quiere ser bueno, y conocer la verdad, pero luego cada uno con su conciencia cultural personal, concreta dichos valores. De ahí el pluralismo de la humanidad).
Respecto al instinto de la Belleza o Armonía con el Universo, que se concreta en el humano en el sentido genérico de la trascendencia, o espiritualidad natural, la cultura personal, es la que establece los detalles prácticos que escoge en cada persona.
Y si este sentido de la trascendencia, se plasma en la práctica, solo con sentimientos, creencias y ritos, ignorando todo sentido de conexión con el Universo, se produce en el alma-mente de la persona, una contradicción muy grande entre el instinto inconsciente, (que se siente ignorado), y la cultura consciente y racional, y esa fuerte contradicción produce en muchos, unos rechazos instintivos, y si el factor cultural consciente en poderoso, se generan trastornos psicológicos que solemos denominar neurosis, y otro tipo de malestar psicológico = fuertes dudas, episodios depresivos o de fundamentalismos, o fuerte escrupulosidad.
Por todo ello, la religión, debe cimentarse en la espiritualidad natural, que sentíamos en el pasado remoto, que será perfeccionada y sublimada, con los elementos religiosos.
Y no al revés. Lo que es natural e instintivo no es el sentimiento religioso, sino la espiritualidad natural, (la “Apertura a la experiencia”), sobre la que hay que construir el espíritu religioso, si uno lo considera oportuno y conveniente.
Por todo ello la espiritualidad laica o natural no es enemiga, ni contrincante de la religión, sino que la religión es un piso más sobre la espiritualidad, que siempre será la base natural instintiva, los cimientos, la infraestructura.
Las religiones son estructuras culturales, cada una con un mito fundacional, una historia vivida a lo largo del tiempo, unas creencias concretas, y una determinada cosmovisión del ser humano, y todo ello regido y administrado por una estructura organizativa humana, que inevitablemente genera un espíritu sectario y tribal.
Y a unos les convencerá más una que otra. Y a otros, ninguna.
Pero lo que siempre llevaremos dentro de nosotros en nuestra personalidad, es la espiritualidad o “apertura a la experiencia”. Por eso la espiritualidad es necesaria, mientras que las religiones son contingentes, aunque un buen complemento de la espiritualidad natural.
…
El problema de apelar a la sociedad civil es que, cada quien entiende por “sociedad civil” aquella parte de la sociedad civil a la que ese “quién” pertenece.
Tan sociedad civil es la extrema izquierda reclamando en la calle mayor justicia social y una reforma laboral (Por ejemplo) como la extrema derecha reclamando una eliminación del derecho del aborto o la limitación del despilfarro público (Por ejemplo también).
Entonces… ¿A que sociedad civil hacer caso?
Yo con todos los respetos a D. Leandro (A quien respeto y mucho y leo con fruición sus aportaciones a “Las Zapatillas de Teilhard” en Facebook. Lo recomiendo vivamente) creo que la solución no es apelar a la sociedad civil sino eliminar esta generación de políticos corruptos de TODOS los partidos políticos. Y no me duelen prendas al usar la plabra “eliminar”. No estoy proponiendo violencia aunque un poquito de cárcel si habría que repartir por todos lados.
No hace falta reformar la Constitución para que los jueces sean elegidos exclusivamente por los jueces, para que el Fiscal General del Estado sea elegido por los fiscales (Y no por el gobierno), para que el defensor del pueblo o el Tribunal Constitucional estén compuestos por personas independientes y no por elegidos por los partidos, y para que los diputados y ministros (Y el Presidente o el Rey) no estén aforados y se vean sometidos a la ley como cualquier ciudadano.
Así era en los primeros años de la Constitución y el poder ejecutivo (Gobierno) con el legislativo (Parlamento) como obediente perrito faldero han ido modificando las leyes para que sea el gobierno quien controle todo el poder.
Y cuando un partido político llega al poder, trata de no cambiar nada porque en ese momento le beneficia.
Y así las cosas, tenemos la clase política menos preparada y más deshonesta de la historia de España incluidos los tiempos de Fernando VII el felón.
Pero es TODA la clase política. No se salva ninguno, porque aunque individualmente fueran unos eruditos de tamaño superior (Que los hay), acaban comportándose como rebaños de borregos al grito de ¡Todos a por la pasta!
Mucho peor que los partidos más moderados son los de ambos extremos, puesto que unen a su condición partidista y corrupta, su naturaleza ideologizada que les hace ver las cosas solo desde su cristal particular, sea de color rojo o azul.
Con esta clase dirigente… ¿Cómo va a movilizarse la sociedad civil?
Hace falta que, como pasó en el 78 los políticos dejaran a un lado sus ideologías y se pusieran de acuerdo con el único fin de sacar al país del letargo institucional que tiene. Y por ejemplo ayer escuché en la radio a una “politóloga”, discipula de Iglesias por supuesto, poner a caer de un burro a los políticos que por primera y única vez en la historia de este anciano país antes llamado España lo hicieron posible, porque decidieron olvidarse de revanchas y venganzas, para convertir España en un país moderno. Lamentable.
Al final, nos tendrán que salvar los burócratas de Bruselas y con todo el respeto ¡Hay que joderse!
No creo en absoluto que todos los políticos sean corruptos. No creo que Leandro se refiera a la sociedad civil manifestándose. Los problemas de la transición son muy distintos de los actuales.Aunque es verdad que ,por poner un ejemplo,sería hoy difícil ver en TV un programa como La Clave que se sientan unos tíos a ver una película y debatir ampliamente de un tema. La realidad política tiene una aceleración completamente incompatible con la reflexión. Se pasa de un tema a otro a toda velocidad sin digerirlo,sin pensarlo y sin planificar nada. En este contexto al que no son nada ajenas las redes sociales cuenta la velocidad de respuesta,pero todos sabemos que la velocidad no es muy útil para resolver problemas.
Este tipo de reflexiones se parecen mucho a las que acaba de hacer Feijóo:”es la peor clase política de los últimos 45 años” y el tío no se ha excluido(ha dicho no es lo mismo estar en el gobierno que la oposición,pero no me excluyo). Pues si eres tan malo,lárgate. Creo sinceramente que la derecha no sabe perder y que cuando no tiene el poder,la monta en España. Es bastante habitual. Yo lo noto en mis familiares de derechas,viven amargados.Incluso ponen duda la inteligencia de los que no comprenden sus puntos de vista. El PP et alter tienen que tranquilizarse e intentar deshacerse de VOX porque lo tiene muy difícil acceder al poder central con semejante compañero de viaje.En todo caso,su turno ya les llegará.Tranquilidad.
¿Quién sabe? Lo mimso es por eso que yo voté a Feijoo, ¿No?
Esi sí. Yo pienso que tenemos la peor clase política no solo de los últimos 45 años, sino probablemente de los últimos 500 años si excluimos el nefasto (A mi juicio) periodo de la Segunda República. Pero eso es solo mi opinión.
Ahora bien, pienso que (Lo mismo sin darte cuenta) has dado en la diana.
Dices: “Aunque es verdad que, por poner un ejemplo,sería hoy difícil ver en TV un programa como La Clave que se sientan unos tíos a ver una película y debatir ampliamente de un tema.”
No pasemos de largo por esta afirmación como si estuvieramos obligados a afirmarlo resignadamente y mover la cabeza de un lado a otro, como hacemos los del Atleti cada vez que nos gana el Madrid o el Barsa.
Efectivamente, no se si es “el problema” pero estoy seguro de que es “Uno de los problemas”
No se si es que no había más que dos cadenas de televisión, o que lo ponían los viernes por la noche y al día siguiente no había que ir al cole, o que lo ponían (Eso si en la “segunda cadena”) después de “El Hombre y la Tierra” de Félix Rodríguez de la Fuente y eso eran palabras mayores; pero en mi casa, era ya costumbre inamovibe ver al amigo Félix y después “La Clave” y no sólo aprendíamos (Fue una experiencia increible escuchar discutir, a una edad muy temprana en la que apenas entendíamos lo que decían a personas como Sabater, Umbral, Fernán Gómez, Bueno, Arrabal, y muchos cuyo nombre ya no recuerdo, excelentemente moderados por un periodista de los que hoy no hay como José Luis Balbín), sino que, al menos en mi casa, durante el debate (Hasta las 12 en que se quedaban mis padres, pero los hijos e hijas nos íbamos respetuosamente a la cama) discutíamos entre nosotros, preguntábamos a nuestros padres lo que no entendíamos y mis padres se enfrentaban ante la realidad de unos hijos que les miraban como la fuente de la sabiduría y a quienes debían encaminar por el camino que ellos, pues no otros tienen derecho a hacerlo, pensaban que era el mejor para nosotros.
No se si la Transición fue fruto de que se hicieran programas como “La Clave” o “La Clave” fue posibe por el “espíritu de la Transición”, paro cualquiera de las dos posibilidades e incuso una intermedia, es mejor que lo que tenemos ahora.
Pero la pregunta que yo me hago es: ¿Por qué es dificil ver en TV hoy un programa como “La Clave”?
Y la respuesta, para mi es evidente:
El entretenimiento de una sociedad es fruto de dos cosas (De hecho de muchas más, pero de estas dos seguro): Su conciencia (No su consciencia) y su circunstancia.
Su conciencia, es decir lo que es, de que está compuesta, de sus usos y costumbres, de las verdades que tiene como válidas y de los valores que defiende porque los considera como inviolables y fundamentales para la convivencia…
Y de su circunstancia, del tiempo que le toca vivir, de los problemas que tiene que afrontar, de sus vecinos, de su edad, de su historia…
Es evidente que la epoca de “La Clave”, la época de la Transición, tan denostada hoy por muchos estamentos y personas que no estuvieron allí, tenía una conciencia y una circunstancia muy diferentes a la de hoy y será porque ya empiezo a ser una persona mayor, me gustaba más aquella.
Me gustaba más aquella porque los valores que defendía eran, a mi jucio, superiores a los que defiende esta.
Por poner un ejemplo mucho más claro, que parecerá viejuno, pero que es mucho más claro y evidente que muchas teologías y filosofías: “En la época de la clave escuchábamos Rock and Roll; hoy escuchan reaggeton”
Y con todos mis respetos, todavía hay categorías que no admiten discusión.
Gracias, amigos, por vuestros comentarios.. Mi intención es que ROBUSTECER LA SOCIEDAD CIVIL implica una profunda EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA. Y mi “mantra” es que es necesario SABER MAS PARA CREER MEJOR.
Querido Leandro. Hablando de mantras, el mío es el de CREER MAS PARA SABER MEJOR -no para saber más. En el saber prima la cualidad sobre la cantidad. Creo que en este punto coincidiremos- pues confío mas en la experiencia (resultado de una presencia), que en la razón. Ya se que ambas son constitutivas del ser humano, la persona. Pero en las creencias estamos y el saber lo creamos. Algo parecido a lo que decía el filósofo, “En las creencias estamos y las ideas las tenemos”.
Por lo demás estoy completamente de acuerdo con toda tu exposición, pero con un matiz: Si queremos fortalecer a la sociedad hemos previamente de fortalecer a la persona, realidad nuclear de aquella y por supuesto sin olvidar a la familia, “hogar” en el que la persona inicia sus primeros pasos. ¡Manuda tarea!, pues es la propia sociedad la que suele olvidar el núcleo de su realidad…..
Muy bien traído este tema a debate, pues en el debate nos fortalecemos.
Saludos.
Hola Mariano!
Estimo que habría que revisar tu escala de prioridades
1° persona 2° familia 3° Sociedad
¿No será a la inversa?
Gracias!
Querido Oscar, ¿no será que que tu y yo no participamos del mismo concepto de primacía”?. Sobre este aspecto concreto, nuestro querido amigo A.D. me ha prometido que en breve editará una reflexión que le mandé en la que en cierto modo me manifiesto al respecto. Si te parece bien, podremos entonces retomar este tema.
Aprecio tu matización pues, es clave en la praxis con que afrontamos nuestra realidad cotidiana.
Solo un adelanto: La persona ya en si es realidad comunitaria en la más profunda esencia de su ser, por lo que la primacía persona ya engloba en sí, su dimensión social o comunitaria, sin la cual no sería persona.
También te agradezco tu puntualización y supongo que al igual pensará el autor de este artículo, pues respondemos a lo que él ha declarado pretender con el mismo.
Un abrazo.
Esperemos, entonces
Gracias!
Para mi no Oscar
Para mi prima el prójimo y prójimo significa próximo
Porque para mi prima lo posible a lo ideal, lo cercano a lo lejano, ocuparme a preocuparme.
Por eso mi orden es el de Mariano: Persona, Familia Sociedad.
Te pongo un ejemplo: ¿Que nos dicen que hagamos con las máscaras de oxigeno cuando un avión entra en problemas?
Que nos pongamos las nuestras bien antes de ayudar a nuestros acompañantes (Por necesitados que estén, como niños o personas con dependencia). Y nos lo dicen por el bien de nuetros acompañantes, mcuho más que por el nuestro.
¿Cómo podría ocuparme de las necesidades de la sociedad sin ocuparme de las de mi familia?
¿Cómo podría ocuparme de las necesidades de mi familia si no me ocupo de las de mi persona o de las de cada persona en concreto que me reodean?
Cuanto más lo pienso más claro lo tengo.
¡Hola Llaguno!
De acuerdo.
Impecable tu secuencia de
1- un individuo Persona (de edad responsable)
2- nacido en una Familia
3- en una Sociedad.
…………………………..
Ahora pensemos un poquito cómo se ha ‘generado’ esa secuencia:
“Pues bien, la mayor parte de las ideas con que y desde las que vivimos no las hemos pensado nunca nosotros por cuenta propia, ni siquiera las hemos repensado. Las empleamos mecánicamente a cuenta de la colectividad en que vivimos y de la cual han caído sobre nosotros, nos han penetrado a presión, como en el automóvil el lubricante. […] De donde resulta que la inmensa mayoría de nuestras ideas, a pesar de ser ideas y actuar en nosotros como convicciones, no son nada racional, sino usos como la lengua o el saludo; en definitiva, no menos mecánicos, ininteligibles e impuestos a nosotros que ellos.” (VII, pp. 262-263)
……………………………………
“La sociedad, conjunto de los usos, de un lado se nos impone; de otro, la sentimos como instancia a que recurrir y en que ampararnos. Lo uno y lo otro, ser imposición y ser recurso, implican que la sociedad es, por esencia, poder, un poder incontrastable frente al individuo. La opinión pública, la opinión reinante, tiene tras de sí ese poder y lo hace funcionar en las diversas formas que corresponden a las diversas dimensiones de la existencia colectiva. Ese poder de la colectividad es el ‘poder público’.” (VII, p. 266-267)
……………………………………
Pasale el chivo a Mariano, que nos invita a esperar.
Gracias!
Estoy de acuerdo.Entre los partidos políticos y la sociedad de consumo (hoy te encuentras en un periódico como columna de opinión de interés para la juventud o escrito x una joven que no encuentra entradas para un festival de música o que si viven sólo para los festivales,EL PAIS) Sinceramente no creo que esto sea la máxima preocupación de los jóvenes. No creo que todos los jóvenes se dediquen sólo a esto. En la sociedad civil hay muchísimas iniciativas ,ajenas a los partidos,que no se reflejan en los medios. También las redes sociales contribuyen a fomentar está centralización en los temas que lanzan los políticos y diversos asuntos abiertamente comerciales,de la sociedad de consumo. Yo no digo que no haya que divertirse ,eh,pero algunas personas jóvenes van a perder el conocimiento de que uno se puede divertir de múltiples maneras y con menos gasto. Tb es verdad q yo tuve una juventud peculiar y me dedique al voluntariado social cuando no existía ni este concepto. Por lo demás creo que tenemos que robustecer la sociedad civil y acabar con esta cultura de escribir desde el sillón. Yo ya soy muy mayor y el tbjo me cansa cada día más. Por lo menos yo fuí educado en el concepto de que te puedes echar unas risas cojonudas simplemente hablando con los amig@s.
Muy bueno y oportuno la llamada del maestro Sequeiros, hacia el fortalecimiento de una sociedad civil, que impregne y construya el zeigeist de la época, y que luego los partidos políticos, trasladen a la realidad social, mediante la Administración.
Después de muchos cientos de años en que se ha considerado la naturaleza humana, como algo estático e inmóvil, y que por ello había un único camino de perfección y auto realización, marcado por una I.C. ligada indeleblemente a lo divino, con la Ilustración y la Modernidad, se llega a la visión de una naturaleza humana muy plural y pluralista, con muchas diferencias de carácter y temperamento de los humanos. Y con mucha divergencia en las opiniones de todos y sobre todo.
Después del cuasi monopolio histórico cultural, en que la “sociedad civil”, era la I.C., la Ilustración configura y proclama a la “Intelligentsia”, como sociedad civil, iluminadora de la acción política, personalizada con el gremio de los “intelectuales”.
Pero la Postmodernidad, ha acabado con ese sistema de guía de la sociedad.
Desde que en s. XX, se instala la cultura de la “sospecha” de que no existe el pensamiento racional objetivo, y que nuestra mente es plural por naturaleza, y encima sometida a múltiples errores y sesgos mentales, el respeto por los “intelectuales” ha disminuido mucho, lo que se ha venido a agudizar con el galimatías de Internet y las redes sociales.
Las tecnologías de la información, están desarrollándose tanto, que se pueden utilizar para todo, (no siempre con mala voluntad), y ya no podemos fiarnos ni de lo que ven nuestros ojos. Incluso la Ciencia, que era el último reducto de nuestra confianza, ve como esa confianza general de la sociedad, poco a poco se está deshaciendo y corroyéndose.
Y ese vacío de la confianza del conocimiento, y como la incertidumbre es insoportable para el humano, le empuja hacia depositar esa confianza, en su secta o grupo social, con lo que el sectarismo, fanatismo, fundamentalismo, justicierismo, rigidez mental y puritanismo, crecen exponencialmente.
Hay que regenerar un sistema cultural, diseñando la nueva Inteligentsia del tercer Milenio, haciendo compatibles el individualismo creador, con la “cultura y la psicología grupal”, a la que evolutivamente estamos encaminados indefectiblemente, por la dinámica del Universo, como señalaba Teilhard.
En el pasado, estar conectados a un grupo, era esencial para la supervivencia individual. Luego llegó la era de la conciencia racional, y el paulatino auge del individualismo.
Ya el filósofo taoísta Chuang Tzu, decía: “El efecto de la vida en sociedad es complicar y confundir nuestra existencia, haciéndonos olvidar quienes somos realmente, mediante la obsesión con lo que no somos.
Así intentamos perfeccionarnos por todos los medios y prácticas, con un olvido de nuestras verdaderas raíces”.
El famoso autocontrol que se nos inculca, “es un eufemismo, un engaño. El autocontrol es en realidad heterocontrol, disfrazado o interiorizado.
El autocontrol es el precio de admisión en sociedad y existe porque existe un grupo. Se podría decir que el autocontrol, es una aplicación que nos instala el grupo, (en el lóbulo prefrontal en concreto), para controlarnos. (Pablo Malo).
Y es que unas de las características básicas de la inteligencia son la creatividad, la curiosidad intelectual, el deseo de aprendizaje, y todo eso son actividades estrictamente individuales.
Pero como señala Luis Racionero: “El individualismo solo es beneficioso, cuando nace de una serenidad interior como la griega, cuando el hombre al obrar individualmente, está escuchan-do dentro de sí, las innumerables resonancias entre todas las cosas y entre todos los hombres.
Cuando es un hombre ensimismado en una sonrisa hermética que se le produce cuando oye las armonías universales y actúa con profundo respeto hacia ella”.
Por eso, en estos tiempos tan confusos y tan menesterosos, hay que vertebrar esa “Intelligentsia” comunal, que en estos tiempos, no puede ser sino plural y pluralista.
Se acabaron los “facilones” tiempos en los que había una Verdad, que había que defender de los ataques del error. Porque aunque hay que proseguir la lucha contra el error cognitivo, además hay que incentivar el pensamiento crítico pluralista, pues si no se hace así, caemos en el sectarismo y en el fundamentalismo.
El camino de la auto realización, (maduración), humana, es como viajar. No hay un solo destino, hay muchos, y a cada uno le conviene el mas adaptado para él, su carácter, su temperamento, sus circunstancias.
Habría que crear en la sociedad toda una serie de miles de grupos de pensamiento, (think tanks), plurales, tanto en su interior, sino en sus relaciones mutuas, y rehuir la tendencia actual, evidente en los partidos políticos, del monolitismo doctrinal, que es un proceso autodestructor: primero se intenta poner un poco de orden, regulando el pensamiento, luego se pasa a luchar contra el pensamiento crítico, y se acaba deslizándose hacia la eliminación del pensamiento, con el caudillismo. (No hay nada como mirar la I.C. para ver a donde lleva ese proceso autodestructivo).
Y concretándonos en Atrio, no debería ser la Oficina de Turismo de un determinado destino, sino toda una Agencia de Viajes, en las que el que entre, elija lo que le gusta y tome su propia decisión.
Es el mejor servicio que puede hacer a la Humanidad. (Y no dudes, Antonio, que este servicio, tu Dios personal, te lo acabará recompensando como mereces).
Continuación:
Esa “educación para la ciudadanía”, que proclama el amigo Leandro, (que deben realizar los grupos de pensamiento, que conformen la sociedad civil), como el primer objetivo que deben intentar, pasa por fomentar en la humanidad, la búsqueda de la trascendencia.
Una búsqueda de la trascendencia, que una amplia mayoría actual, ignora y desprecia, imbuídos en un materialismo racionalista miope y ramplón, que nos lleva a la anomía, el desquiciamiento, y la caída en múltiples actividades autodestructivas.
Y otra ya amplia minoría busca desnortada y desquiciadamente, en sucedáneos burdos y absurdos, como el yoga-gimnasia, las experiencias psiquedélicas, o las sectas de gurús personalistas y manipuladores o en grupos conspiranoicos y victimistas.
El primer objetivo, como digo es el de encontrar el sentido de la trascendencia, ya sea laico o religioso, pero trascendente y por ello “espiritual”, (en un sentido de espiritualidad laico y naturalista, que incluye el ecologismo y el respeto por todo el Universo).
Eso es lo primero y fundamental, y luego quien lo sienta sí, puede buscar una relación con “su Dios”, mas directa y personal.
Pero venimos de una cultura en la que proviniendo de la conciencia mitológica del Neolítico avanzado, se ha perdido esa conexión íntima, esa armonía universal, propia de los pueblos primitivos, (que aún conservan la minoría de culturas primitivas que se mantienen con dificultad), y en vez de conservarla y apoyarla sobre ella como cimiento, con nuestros conocimientos científicos modernos, la rechazamos y desnudos ya, nos queremos revestir con religiones culturales, complejas y complicadas, que nos causan subconscientemente indigestión, con el consiguiente rechazo de muchos.
Hay que fomentar primero la espiritualidad universal, laica, como infraestructura anímica y mental, básica y enraizada en el Universo del que formamos parte, y luego sobre ella, ya se pueden edificar unas creencias mas sofisticadas y personales, que son las religiones.
Los espirituales laicos, no son enemigos de los religiosos, que han desertado de su vocación, y no deben ser tratados como ello.
Son compañeros de trinchera cultural, que se dirigen especialmente, a los no religiosos, en una actuación paralela a la de Pablo en el origen del cristianismo, cuando se especializó en los no judíos. Cada uno a lo suyo, y Dios con todos.
Jesús, no predicó ninguna religión. El era judío de pro, y lo que pretendía era que todos y cada uno vivieran su religión, propia, espiritualmente, y no solo religiosamente, con sus leyes, ritos, ofrendas y clérigos.
Pero era un mensaje muy adelantado a su época, y seguro que él lo sabía. Los de su tiempo tienen disculpa de no entenderle, ¿pero nosotros, a estas alturas?. ¿Vamos a seguir que si galgos que si podencos, y mientras la humanidad se hunde?.
Totalmente de acuerdo contigo, Isidoro (y con Leandro) en:
Pero para esta tarea universal, no sectaria, no es necesario borrar de las masas la fe, espontánea o precultural, en un Dios personal, sea Alá o Dios, sino hacer que se depure el núcleo común y universal de todas las religiones.
Para eso mis mentores de la madurez humana que sabes sigo pueden ser útiles si se les entiende bien, no como extravagantes loquitos ilusos e ignorantes de la manera verdaderamente científica, con dimensiones profundas de conciencia y arquetipos que solo médicos y psicólogos son capaces de descubrir e interprtar.
¿Trascendencia? – ¡Ok! – Pero: