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 A vuela pluma: medidas de gracia

        El pasado jueves 14 de septiembre, en una entrevista que le hicieron en el programa de la TVE “24 HORAS” Nicolás Sartorius, insistió en la necesidad de establecer y articular “medidas de gracia” para las personas que se vieron implicadas en actos presumiblemente ilegales o ya sancionados como tales, relacionados con el llamado proceso de independencia catalán; y ello al margen y más allá de la cuestión puntual de los votos necesario para la investidura en curso de uno u otro candidato y con independencia igualmente de la constitucionalidad, o no, de la invocada y solicitada amnistía por parte de los dirigentes independentistas; constitucionalidad que, en todo caso, corresponderá determinar al Tribunal Constitucional.

I

         La necesidad de estas medidas de gracia vendría impuesta por el deseable objetivo de promover la pacífica convivencia en Cataluña y vendría avalada por la experiencia de los beneficiosos efectos producidos en dicha pacificación por los indultos concedidos a los ya condenados por el “procés catalá”.

        Dichos beneficios, ya palpables, los centró Nicolás Sartorius en la mejora producida en el ambiente de convivencia social y política existente en Cataluña y en la pérdida de apoyo social y electoral a los independentistas.

        Pero además, se trataría también de evitar la anómala e injusta situación de que, habiendo sido indultados ya muchos de los principales dirigentes del “procés”, se mantengan vivas acciones legales contra muchas personas no dirigentes ni principales inspiradoras del proceso independentista, que, de un lado u otro, se han visto involucrados en los sucesos: desde policías a otros ciudadanos procesados por presunto abuso o improcedencia en el uso de la fuerza a directivos de centros educativos acusados de abrir las puetas de centros de enseñanza, en circunstancias confusas, de presión política y social, (en ocasiones, quizá, con multitudes arremolinadas a sus puertas).

        El objetivo de promover la convivencia cívica en Cataluña, y de Cataluña con el resto de España, se erige así en un objetivo prioritario una vez transcurridos ya 6 años de lo acontecido con motivo del “procés”, en el año 2017.

 

II

        A lo largo de su intervención y , en su caso, como respuesta a las preguntas que le fueron formuladas Sartorios matizó algunos de los conceptos que a veces pueden estarse manejando sin la precisión debida.

        Respecto a si la amnistía suponía una quiebra del principio de igualdad de la ley para todos, considera Sartorius que lo mismo que se pudiera atribuir a los indultos, pero precisamente la concesión de ambas medidas de gracia tiene su base en las circunstancias y condiciones establecidas por la ley y en las consideraciones personalizadas y circunstanciales que procedan.

        De modo que el derecho de gracia se ejercerá “con arreglo a la ley que no podrá autorizar indultos generales según señala el artículo 62, apartado i) de la Constitución de 1978

        Al respecto, señaló Nicolás Sartorius que el Tribunal Supremos ha puesto de relieve que entre el indulto y la amnistía no hay una diferencia de grado, sino de naturaleza, y por consiguiente, concluye Sartorius, no se puede interpretar que la prohibición de indultos generales, establecida en el artículo 62, apartado i) de la Constitución, pueda incluir la prohibición de la amnistía.

        El ejercicio del indulto aparece así establecido en nuestra Constitución, sin que exista ninguna prohibición expresa de la amnistía (o de otra medida de gracia); y destaca Sartorius que la amnistía figura en Constituciones como la de Dinamarca y en la práctica reciente de varios países europeos.

        En cuanto a los efectos de la amnistía dice que no significa olvido ni desmemoria de lo hecho, ni modificación de la ley ni revisión de lo actuado por ella, ni tampoco negación del delito cometido, sino solo desvincular del delito sus efectos punitivos en relación a las personas amnistiadas.

 

III

        Como creo que ya he comentado alguna vez en ATRIO, la finalidad del Derecho, que se articula en principios de justicia y equidad, tiene como uno de sus principales objetivos la paz social, y su finalidad no sólo se consigue con medidas punitivas, y represivas, de fuerza, sino también con medidas incentivadoras y rehabilitadoras y de integración social.

        En este contexto, y desde un punto de vista más general, me parece oportuno hacer referencia al contenido del último número de la revista IGLESÏA VIVA (n.º 294- 2023) que reflexiona, entre otros temas, sobre el karma ( consideración de que todas las acciones humanas tienen consecuencias), el perdón interpersonal y el perdón sin olvido. Quizá resulte interesante su lectura enfrentados precisamente a la disyuntiva actualmente que ya establecida en los debates públicos sobre la amnistía y su razón de ser.

       

        NOTA. Adjunto enlace con la entrevista: en TVE

https://www.rtve.es/play/videos/la-noche-en-24-horas/14-09-23/6968762/ 

       

       

       

       

       

27 comentarios

  • José Miguel Lertxundi

    No he podido intervenir en este tiempo, los viajes y una boda, me lo han impedido, tampoco he podido escribir el artículo que le prometí a Antonio Duato, ahora, ya en Suiza, tengo más tiempo.

    La amnistía se justifica por la voluntad de resolver un problema político. Según los términos del proyecto que se plantee, puede ser constitucional, igual que lo han sido varias amnistías fiscales que afectaban a personas presuntamente responsables de delito fiscal. Las razones pueden discutirse políticamente, y es legítimo. Pero jurídicamente, según la redacción de una futura ley, es más complicado, si la motivación la justifica. ¿Las personas procesadas por abrir un colegio para colocar urnas, no pueden tener semejante trato que los evasores fiscales?. Ciertamente que es más fácil un indulto, pero en el caso de Puigdemont no es aplicable pues no ha sido condenado. Qué argumentan los juristas: que la legitimidad material -jurídica y política- de una ley de amnistía no deriva de la forma que adopte. Por el contrario, requiere que se ajuste a las dos premisas antes mencionadas: una de pasado y otra de futuro. Pues bien, según su opinión,  en la España actual no se dan los presupuestos de pasado de una ley de amnistía. Nuestro inmediato pasado no es ni  análogo a los contextos paradigmáticos de las leyes de amnistía. Por eso,  ley de amnistía, de la que tanto se habla ahora, en realidad tampoco lo es. Por el contrario, se trata de la exigencia unilateral de una ‘ley de inmunidad’ para delitos de deslealtad -malversaciones, desobediencias, daños y desórdenes públicos- que, en su mayor parte, fueron cometidos o incitados por autoridades y funcionarios autonómicos y locales. Y ese privilegio de impunidad se reclama por ciertos grupos políticos como una primera moneda de cambio en el contexto de las negociaciones para apoyar la investidura de un candidato a la Presidencia del Gobierno. Es la opinión de reconocidos juristas, no la mía.

  • José María Valderas

    A veces es oportuno elevar la mirada. Ptescindir de los prejuicios ideológicos y atenerse a los facta, sean históricos, sean jurídicos, sean políticos. Y, sobre todo, no dejarse envolver en la atmósfera de quien es victimario y no víctima. Apelar al testimonio de quien es partidario del referendum circunscrito de de Cataluña, es decir, que sólo lo voten los que viven en el Principado, es, cuando menos de mala fe. No prevarica en su gestión porque ya no es diputado y puede compadrear con el prófugo de la justicia. Lo que no acontece con nada menos que una vicepresidenta del gobierno que. en nombre de Sánchez, pues es éste quien aspira a la presidencia, se echa unas risitas.No se trata, in nuce, de ningún perdón. Se trata de la humillación de España. De a felonía y traición de un tal Sánchez, que, como dijo el Supremo, el primer peaje de eliminar del código el delito de sedición es dejar inerme al Estado. Pero, ¿qué le importa el estado a Sánchez y a los que le votan? Lo repiten los secesionistas: ahora o  nunca. Y siguen repitiendo que lo que hemos conseguido con Sánchez no lo hubiéramos conseguido ni en cuarenta años. Lo dicen ellos. Y lo aplaude Iceta, Illa e incluso Margarita Robles. Y, por supuesto, lo escribe en El País y en Ara (diario independentista) el mismo periodista secesionista. Ramoneda. No se trata de perdonar, se trata de humillar. Uno mira a la historia y, so riesgo de mostrarse “erudito” y “lucirse”, lamenta cuán poco se conoce de la historia del separatismo y cuán poco se ha sufrido o cuán poco patriotismo y cuán muchas tragaderas se tienen. A “lucirme”. Tuve el honor de presentar a John Eccles (neurofisiólogo, Nobel de medicina y coautor con Karl Popper del “Yo y su cerebro”) en un colegio mayor de la ciudad condal cuando se le otorgó el Premio Ramón y Cajal. Me parece que ese premio ha desaparecido, lo que no sería de extrañar. ¿Por qué? Ramón y Cajal fue catedrático de Anatomía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, tiempo durante el cual vivía en la calle Notariado, así se llamaba entonces, donde descubrió su teoría de la neurona, en contraposición a la teoría reticular de Camillo Golgi (el del aparato de Golgi de la citología). La teoría transformó y encarriló la neurología. Sólo hemos tenido ese Nobel, si exceptuamos el compartido por Ochoa, pero hay que ver qué cacho Nobel. Ramón y Cajal legó a la Universidad de Barcelona parte de sus bienes. En cuanto se potenció con el Estatut el separatismo, alentado por un antiguo militar del ejército español  (Francisco Maciá) y un ex ministro de Marina del gobierno de España (Companys), Ramón y Cajal cambió el testamento. Eliminó el beneficio otorgado a su vieja facultad. No podía soportar tanta traición. Por eso a Cajal no tiene aquí ningún centro superior dedicado a su memoria.Tampoco lo tiene Ortega y Gasset. Había sido éste el promotor de la República junto con Pérez de Ayala y Gregorio Marañón. Cuando empezaron los desmanes de anarquistas, socialistas y comunistas en las calles expresaron su rotundo y famoso “No es eso, no es eso”. Abiertos en un comienzo a las iniciativas regionalistas de Cataluña, en cuanto advirtieron que lo que buscaban en realidad no era tanto acentuar lo propio cuando degradar y denigrar el resto, el propio Ortega admitió su error y expuso “que con Cataluña habrá que conllevarse”, como quien dice que ir aguantando como en un matrimonio frustrado. Más tajante fue el desencanto de Azaña, presidente de la República, cuando se limitó a la palabra “traición”.Se ha alimentado la bicha. Parece que la separación es mera cuestión académica, sin mayor trascendencia real. Se pretende silenciar desde la Moncloa cualquier voz que pida educación, pan y justicia en Barcelona y el resto de Cataluña para todos. Pero la Moncloa sigue pisando más fuerte la cabeza del débil. Claro, trasvasados ya los socialistas de acá a su nicho natural, el separatismo de ERC o Junts, ¿de qué iban a vivir Iceta o Illa sin oficio ni beneficio?Se comparte el mantra de la convivencia, cuando cada día es un nuevo “peix al cove” que decía ya Pujol. Es decir, un hito más, una exclusividad más, una humillación más para el resto de españoles. ¿Por qué creen ustedes que pide salir a la calle la Sociedad Civil Catalana? ¿Para darse un garbeo?No hablo por mí. No necesito ni dependo de la administración secesionista para nada. Estoy jubiladísimo. Mis hijos, uno tiene un prestigio internacional y un cargo académico en una de las mejores universidades del mundo, que jamás hubiera yo soñado. Dios sea bendito. La otra desempeña su función con una solvencia reconocida. Bendito sea Dios.Pero me enseñaron a mirar a los desvalidos como hermanos, a los perseguidos como hermanos, a los humillados como hermanos. A denunciar con energía al traidor, al cobarde, al que es capaz de vender lo9s derechos de los más débiles por un narcisismo idólatra. Y a quienes le hacen la ola por los intereses que sean. a

  • carmen

    Señor Revuelta.Es usted tremendo.Creo recordar que España entonces estaba bajo  el régimen de Primo de Rivera   que muy democrático como que no era.El rey de España salió por pies y por Cartagena diez u once años después. República, dictadura y ahora democracia.También España.De verdad que…

  • Alberto Revuelta Lucerga

    Gracias por tus aportaciones y reflexiones,Eloy. Una prenda: el 16 de septiembre de 1920, la Audiencia de Valencia condena a Miguel de Unamuno a ocho años de prisión mayor y multa de 500 pesetas por injurias al rey desde el periódico “El Mercantil Valenciano”. También España

  • carmen

    Porque se juzgó de acuerdo a la ley que había.Si se hace una nueva, se juzgará de acuerdo con la nueva y podrán apelar. Tenemos el ejemplo claro con la ley del Sí.Entonces la pregunta es. La ley era injusta? Nadie lo vio entonces?  Pues Puigdemont uno, o dos, y la ley española cero. O menos uno. O menos dos.Y a ver entonces quién se fía ya de nada.Un precio muy alto para una investidura. Desmesurado.Otra cosa es que se llegue a ese acuerdo discutiendolo sosegadamente en las Cortes  . Nada que ver con el precio de una investidura. Nada.Gracias por leerme.Sigo esperando que el señor Sánchez vuelva a sorprender. Es un gran jugador. Porque, a todo esto, no ha dicho ni mu. Únicamente dice que buscará llegar a acuerdos dentro del marco de la constitución. No ha dicho otra cosa.Veremos.

  • carmen

    Gracias María Luisa.No hubo rebelión, luego no hubo delito, luego nada que perdonar.Añado.Luego no se pide el indulto, no se pide perdón. Se pide amnistía, es decir, el reconocimiento de que no hubo delito. Y mi personica dice lo siguiente. En caso de que ahora se reconozca que no hubo delito, que me expliquen el porqué del jaleo jurídico monumental en el que España se vio envuelta.

    Entonces, si eso es así, Puigdemont hizo muy bien en irse fuera de país, junto con otros. Y El estado español cometió una injusticia con todos los juzgados y condenados. Porque se les condenó por un delito inexistente, como el del libro de Italo Calvino El Caballero  Inexistente.Y si se llega a ese acuerdo, me gustaría que me explicarán por qué nuestros jueces no están bien preparados. Porque son empleados públicos. Y, me parece, que nos deberían dar, en el caso de que se llegue al acuerdo de solucionar la investidura con una amnistía, una explicación. Porque lo hemos vivido hace poquísimos años.

    Gracias otra vez. 

    • M. Luisa

      Vamos a ver, Carmen, intentaré responderte, pero yo no me muevo con tanta rapidez como tú. Mi primer comentario casi ha ocupado el tiempo del que podía disponer hoy, así que ya te adelanto que tal vez  en el de ahora no pueda satisfacer todas tus derivaciones

      El presidente Puigdemont no es ningún fugitivo ni un prófugo como se le ha querido dar a entender  a la ciudadanía, pues en todo momento ha estado localizable. Es evidente que  ahora se está considerando, que él se fue a Bélgica  en busca de justicia pues si no hubiera dado este arriesgado paso, todavía  en el código penal español estaría vigente  el delito de rebelión, el cual ya era inexistente en el europeo desde hace un montón de  tiempo. Es fácil entender que este era el empeño de mantener el conservadurismo intocable entre los componentes del ámbito judicial. Y no se olvide que a este respecto fue la justicia belga la que llamó la atención a España a renovarlo con rapidez…   Gracias por tu interés

       

      • carmen

        Gracias, María Luisa.

        Te quería decir que has dicho claramente lo que se demanda. Amnistía que no es lo mismo que indulto.

        Solamente eso.

        Doy por sentado que tú sensibilidad ante este tema es muy grande. Mucho mayor que la mía.

        No voy por ahí.

        Solamente quiero decir que lo que se demanda es amnistía y no indulto. Y que no es lo mismo.

        Sé lo que defiendes y lo entiendo a la perfección. Entiendo lo que dices tú y muchas personas más. En vuestro derecho estáis. Faltaría más.

        Nada más.

        Y , sí, tengo interés y mucho. Porque me asusta que el PSOE, partido al que he votado mil veces, se equivoque y lo paguemos todos con una derecha en el poder durante años.

        Y eso es todo.

        Y me callo . Ya está bien.

        • M. Luisa

          No nos equivoquemos , Carmen, la sensibilidad no es medible fuera de las razones que la muevan…es como decir nada de lo humano me es ajeno…si quieres en otro momento entraré en el tema diferencial entre  indulto y amnistía.

          • carmen

            Gracias.

            No soy jurista. Únicamente electora. Creo que así se llama a los que votamos. Y como tal, manifiesto mi opinión. Porque todo el asunto se ha planteado por los votos que faltan para la investidura de Pedro Sánchez. Al menos eso he visto, leído y oído en bastantes lugares diferentes. Juristas, políticos, políticas, periodistas…pues aquí está la opinión de una electora. También es bueno que nos oigan. Creo. Me parece.

            Sé la diferencia entre amnistía e indulto. Me la han explicado. Y además la he entendido. Únicamente he querido incidir en la diferencia para aclarar que son términos diferentes.

            Sin más.

            Gracias otra vez.

            Creo que ya he hablado suficiente. Las personas que aquí entran tienen que estar un poco cansadicas de leer tanto mi nombre en los comentarios.

            Buen día

  • M. Luisa

    La finalidad de la ley de amnistía no está puesta  en ningún objetivo de carácter convivencial,  porque en Cataluña este problema no existe, lo que pasa es que de tanto exhibirlo como tal por las  redes  nacionales  ha logrado impregnar a conveniencia de la sociedad.

    Paralelamente a esta entrevista a N. Sartorio la cual  por motivos de horario no pude escuchar, sí, en cambio, he fijado mi atención en otra reciente realizada a Jaume Asens de la cual extraigo y traduzco dos preguntas que pueden ser muy pertinentes aquí para distinguir cuál ha de ser el terreno de juego. (Si interesa puedo poner el enlace, pero es larga y en catalán)  Voy por las preguntas:

    UnaEsta ley de amnistía qué ha de decir? 
    Respuesta de J. Asens
    Primero, hemos de discutir la exposición de motivos, hacer un diagnostico sobre qué se hace y por qué se hace.  Después se ha de determinar el ámbito temporal y el ámbito material, es decir, para qué hechos, para qué delitos.
    Este es el campo de juego, dice Asens.  No es, pues, el de la convivencia, repito.   

    Dos-la propuesta de 2021 os sirve de base? 
    Jaume.- Sí, es una de las posibles fórmulas que podría servir en la negociación, es un buen punto de partida “ Queden amnistiadas todas las acciones u omisiones de intencionalidad política  vinculadas al objetivo de conseguir la autodeterminación de Cataluña tipificados como infracción penal o administrativa  que hayan tenido lugar del 1 de enero de 2013 hasta la entrada en vigor de la ley”   Más que una medida de gracia, pues, la ley de amnistía pone en su lugar los hechos acaecidos en el Procés  por ambas partes. No hubo rebelión  y, por tanto, no hubo delito  y en consecuencia nada que perdonar.  

  • carmen

    La verdad.Toda mi vida he estado acostumbrada que se entienda lo que digo. Y que no se comparta, también. Pero sí se entiende lo que digo. No tengo esa sensación aquí. Prácticamente nunca.

    Solamente afirmo que la amnistía no es lo mismo que el indulto. No lo es. No.Y además doy mi opinión de lo que puede suceder si se decide aceptar las condiciones de Puigdemont. Es decir. Paso previo a sentarse a la mesa de negociación. Eso sí es una opinión. Pero cuidado. Si se aceptan las condiciones de Puigdemont. Repito. Si se aceptan. Paso previo y eso llevaría tramitarlo por la vía de urgencia. No digo otra cosa. Es mi opinión. Y sostengo , como Pereira, que si se decidiese conceder una amnistía, el gobierno me debería una explicación, por lo menos a mí. Porque no entendería que un delito que he seguido durante añosss en las noticias, de repente, por arte de magia política, desapareciese . Me lo tendrían que explicar despacio. Porque es que lo recuerdo perfectamente. Eso sí lo digo. No entro en la constitucionalidad o no de la medida. Ahí está Sartorius y una legión más de personas con preparación suficiente para opinar. Y no coinciden . Unos dicen que es directamente anticonstitucional porque la constitución no lo contempla directamente. Otros dicen que no está escrito directamente pero que se podría derivar de un texto que sí recoge la constitución. Otros dicen que alguna vez tiene que ser la primera y otros que se necesitaría un cambio aunque fuese ligero, en la constitución.

    He oído opiniones de todos los gustos entre juristas. No puedo emitir la mía porque no dominó en absoluto el tema. Mi opinión es como votante. No puedo opinar sobre algo que no sé.

    Lo que afirmo y no es una opinión es que no es lo mismo un indulto que una amnistía.Pero no sé qué me sucede aquí. Es como si dijese rojo y se entendiera azul.

    Pues bueno.Lo dejo. Por cierto Eloy. Vi un programa sobre la dictadura de Miguel primo de Rivera. Me acordé de ti. Te gustaría.  Aunque seguramente tus conclusiones y las mismas no serían iguales. 

  • Román Díaz Ayala

    Si bien es verdad que el asunto es tema de un intenso debate lo es porque tiene una gran complejidad en sí, aparte de los posicionamientos de todo tipo.

    La Enciclopedia Jurídica:Amnistía(Derecho Penal) Medida de olvido de una infracción tomada por el legislador, que tiene por efecto extinguir la acción pública y suprimir una pena ya pronunciada por las infracciones previstas por la ley aunque, aunque deja subsistir la acción civil y los efectos de ella.

    Es una medida legislaltiva por la cual se suprimen los efectos y la sanción de ciertos delitos, principalmente de  los cometidos contra el Estado.
    Se distingue del indulto, en que la una tiene tiene carácter general y el otro panicular.
    Ha sido definida la amnistía como un acto del poder soberano que cubre con el velo del olvido las infracciones de cierta clase, aboliendo los procesos comenzados o que deban comenzar, o bien las condenas pronunciadas para tales delitos.
    Yo poseo una extensa enciclopedia Salvat que me sirvió en un principio para tener una información suficiente sobre la amnistía y el indulto. Esta entrada de la Enciclopedia Jurídica no se aparta en lo absoluto de mi primera información, sino que la corrobora.
    Parece que nadie quiere reconocer que los encausados del Procés lo fueron por el delito de sedición, y no el de rebelión, que sí sería un delito contra el Estado, y no el primero contra el orden público. Es decir, que sus delitos son indultables, según el Derecho Penal, sin tener que recurrir a la Constitución.
    Segundo , que la medida de olvido es tomada por el legislador. Y es en el Congreso donde reside la soberanía nacional, vamos que es un acto de soberanía nacional. (Otro elemento de la amnistía)

    Es por lo tanto un acto político ejecutado por los poderes que elaboran y ponen en vigencia las leyes.

    Ese plus de más de la amnistía respecto al indulto que extingue la responsabilidades de los autores de los delitos mediante el olvido.

    ¿Quién puede negarse a aceptar que aquí concurren graves razones de interés social y de reparación de la convivencia de la sociedad catalana y entre españoles?. Si de verdad existiera estaríamos inmersos en un intenso debate político, de idea y de aplicación de los principios.

  • ELOY

    Por lo dicho en mi comentario anterior, apoyo expresamente el consejo que nos da Ana de escuchar y ver (los gestos son también parte del lenguaje) la entrevista original a Nicolás Sartorius, 

  • ELOY

    Gracias a todas y todos los que estáis participando con vuestras opiniones. 

    Como lo que expresa el artículo no es más que un breve resumen de lo que el autor ha entendido de las palabras de Nicolas Sartorius en la entrevista en TVE , cuyo enlace figura al final, me parece oportuno remitir a la visualización y escucha de dicha entrevista que, si no me equivoco, está aproximadamente a la altura del indicador 19,12, a que se puede llegar moviendo la línea de progreso, con lo que puede obviarse, si se desea, la parte previa del programa de de 24 HORAS de ese día. 

    Pienso que escuchar directamente los razonamientos que presenta Nicolás Sartorius, a través de dicho enlace, ha de resultar mucho más ilustrativo que mi resumen, pues además allí también podrá visualizarse el contraste de ideas y argumentos, entre Nicolás Sartorius y los periodista participantes en el debate. los argumentos en pro o en contra  que plantean los periodistas me parece que son similares a los que en este “post” estáis realizando los comentaristas. Gracias otra vez. 

  • carmen

    A ver, Ana.Consultado a un abogado.Indulto una cosa.Amnistía, otra.No hay que dar muchas vueltas. Eso es así.Y luego, cada cual que saque sus conclusiones.

    Porque hay cosas que son opinables y otra no.Que se hable de una cosa como si fuese igual a la otra, pues ellos sabrán por qué.  No es una opinión. Porque no es opinable . Eso es así.

    • ana rodrigo

      Sartorius no entra en si es constitucional o no, porque, como he dicho hay juristas importantes que piensan de forma contraria, él lo que dice, primero, que sólo sabemos lo que pide una de las partes, mientras que aún nadie sabe lo que dice la otra parte que se da por hecho ya. Sobre lo que sea cuando llegue el momento, Sartorius dice que solamente puede decir si es constitucional o no el Tribunal Constitucional.

      Ya sé que hay opiniones diferentes sobre la constitucionalidad de muchas leyes, por eso se apela a dicho tribunal y, lo estamos viendo continuamente. Otra cosa es que también pongamos en duda el poder judicial, tanto nacional, como otras instancias judiciales internacionales. Porque si las sentencias tienen que estar hechas a la medida de cada cual, esto sería el caos total.

  • ana rodrigo

    Estos días he estado un poco liada con el Congreso de Teología, y hasta mañana por la tarde no se termina.

    Yo escuché a N. Sartorius el jueves pasado y hoy he vuelto escucharlo para ver en qué minuto comenzó a hablar él y en qué minuto empezó a hablar sobre la amnistía.       

    escuchado y es por eso por lo que os recomiendo escuchar a una persona con mucha práctica política y bien informado.

    Para no escuchar otra parte del programa que, quizá no pueda interesar, os voy a dar el minuto en el que Sartorius habla: a partir del minuto 19,47, él comienza a hablar y, a partir del minuto 30,14, empieza a explicar qué es un indulto y qué es la amnistía. Creo que vale la pena aclarar las cosas adecuadamente. Es que si no, vamos a estar dando vueltas “de oídas”, pues ni siquiera están de acuerdo conocidos juristas. A mí me convence el señor Sartorius, como político informado y, si no me convenciese, sigo pensando que vale la pena escucharlo.

    Entre otras cosas dice, que los indultados el 1997 había desde terroristas a todo tipo de delitos, y el indulto le perdonó la cárcel pero no anuló un delito que realmente existió y existirá siempre.

  • carmen

    Pregunta a un abogado en ejercicio y honesto.He entendido que el indulto es un perdón de la condena, pero que se reconoce el delito. Y la amnistía es un reconocimiento de que no hubo delito, por lo tanto la pena no sé tiene que cumplir, porque no hubo delito.Respuesta sencilla y técnica, sencilla para que la pueda entender una maestra: efectivamente y además, en los antecedentes penales del amnistiado no sé recoge el delito. Porque no ha existido.

    Por favor. No mezclen.Recuerdo perfectamente la amnistía de recién acabado el franquismo. Perfectamente. Se acabó ese régimen. Presos políticos por lo tanto, fuera.En el régimen en el que estamos, en el del 78, hay un debate abierto sobre si sería o no constitucional esa amnistía porque nuestra carta Magna no lo recoge claramente. Al menos una amnistía de esas características. El debate entre profesionales que se dedican a estudiar la constitución, profesionales, insisto, está siendo superinteresante. Porque no ha habido ninguna en este régimen.

    Indultos. Pues claro que sí. También recuerdo que hubo condenados en el proceso de independencia que no estaban dispuestos a pedir el indulto porque no reconocían haber cometido ningún delito. Aquí no hay ningún tonto. Y tontas, menos aún.

    No se debe de hablar como si las palabras indulto y amnistía fuesen sinónimas. No lo son.Y no creo que venga a cuento en este tema el perdón cristiano. Eso, para el confesionario. La ley es la ley. Para esto y ya que me pongo, para los delitos de pederastia.Y esa es mi opinión.Bueno, el concepto de indulto y de amnistía no es opinable. No es una opinión personal deducida por mi cabeza de maestra.  Está Consultada a un abogado en ejercicio.

    Y luego, que políticamente se tomen las decisiones que se crean oportunas. Y haré con mi voto lo que crea oportuno también.Pero las cosas, como son.Y si quieren mi opinión, si hay amnistía en las condiciones que pidió Puigdemont, por la vía de urgencia y algo previo a las negociaciones para obtener la investidura como presidente de gobierno, será un gobierno para hoy y falta de escaños para  el de mañana.Otra cosa es que se llegue a una amnistía como resultado de una negociación. Y , espero, que después expliquen cómo queda la justicia española ante los españoles y ante la comunidad internacional.Creo que hay separación de poderes entre el poder judicial y el político. Al menos eso creo. Y, como ven, sigo opinando. Lo opinable. 

  • Román Díaz Ayala

    Consigna general :   Descabalgar al (posible) candidato Sánchez.

    Dice el periodista Enric Juliana, que tiene una aguda mirada sobre este tablero de ajedrez y la partida que está jugando la política, que el PSOE está sufriendo más, porque no se ha sabido explicar, ser más comunicativo, con la opinión pública. Claro, lo mira desde su óptica propia del periodismo. Los primeros que socavarían la efectividad de las propuestas que estén preparando, serían esos elementos de la dirigencia,  antigua y actual (todavía hay reductos de barones que en sus comunidades quieren dictar la política nacional del PSOE junto con antiguos dirigentes que pretenden tener todavía mando en plaza)Hoy nadie quiere desvestirse de sus propias ideologías disfrazadas de principios, hasta poner la ética como argumento y cuidan al máximo sus memorias selectivas. Los indultos han sido practicados por cuantos presidentes ha tenido esta democracia del 78, desde González hasta Aznar, que hizo también indultos colectivos (año 2000), pasando por Zapatero y Rajoy, pero eso ahora no importa porque la Constitución es sacrosanta.Y se olvida lo más importante para quienes amamos a nuestro país, y por eso si podemos llamarnos patriotas:

        Perdonar es recordar el pasado para construir el futuro. 

    • José María Valderas

      Román, no piden perdón. De hecho repiten alto y claro, de noche y de día, que ho tornarem a fer, es decir, que lo volveremos a hacer. No piden perdón, exigen la humillación del estado y su poder judicial anulando la pena. Declarando al Tribunal Supremo un tribunal fascista y antidemocrático que enuncia sentencias políticas. No mezclemos las cosas, ni seamos ingenuos.

      Usted puede apelar al antiguo corresponsal de la Vanguardia en Roma y hoy subdirector de la misma en Madrid. De conocidas filias separatistas, es el puntal del periódico del conde en Madrid, pues en Barcelona los secesionistas están al copo. Incluso con redactores y columnistas que sin problemas han engrosado las filas de candidatos por ERC (Marc Alvaro, por ejemplo).

      Sánchez se ha empleado a fondo, desde Celáa, en aplastar la presencia de lo español (cultura, lengua, historia) en Cataluña. Le daré un dato: silencio de la Alta Inspección de Estado. Evidentemente no hay un escrito del personaje que diga: “Suprimimos la Alta inspección del estado para que vigile el cumplimiento de la ley en materia educación”. Sencillamente, se le impide cualquier movmiento. Y si es preciso, ahí tiene a Illa e Iceta que firman entusiastas la legislación contraria a los derechos escolares de los niños según recogen las sentencias judiciales.

      Si quiere de la educación pasamos a la enseñanza. O a la investigación. O a algo tan sutil como la presencia de cualquier signo del estado, verbigracia cuarteles militares o de la Guardia Civil. Hispania, dice Sánchez y aplauden los sanchistas est delenda.

      A mediodía de hoy salía por la tele riéndose del español la portavoz de Junts: Lo cobraremos por adelantado. Es decir, la humillación constante de las instituciones nacionales se las cobran por adelantado –amnistía, referendum–.

      Otro mantra del PSOE al que se suman los que lo votan según observo es que los reticentes son vieja guardia. Nada más falso. Sería más justo decir que los que apoyan la destrucción de España son los que están viviendo del bote. Los que quieren que, si preciso fuera, como pide Sumar, referendum ya. Y es de entender: no se trata de descabalgar a Sánchez, que las urnas no lo han encabalgado, seamos honrados, que no cuesta tanto, sino de evitar la humillación de los españoles. La frases huecas de perdón jamás las pronuncian los separatistas. Y si lo hacen es para que España les pida perdón a ellos, que son más guapos, más inteligentes y más europeos. Como Juliana.

      o

  • carmen

    Me parece todo genial. Lo único que sé es que he seguido todo aquel jaleo de hace pocos años. Lo tengo reciente en mi cabeza. Y no me refiero únicamente a los días aquellos de la votación que parecía un juego, ahora yo escondo las urnas y a ver si las encuentras. Aquello fue un chiste. Lo que no fue nada gracioso fue el lío que se montó después con la huida de Puigdemont. Nada gracioso. Nada.Me parece genial que diga cada cual lo que piense. Quiero pensar que Pedro Sánchez volverá a sorprender y no habrá amnistía. Sé la diferencia entre amnistía e indulto.

    Creo que la señora   Díaz cometió un error, porque es la vicepresidenta del Gobierno en funciones ,le guste o no. Y le dió a Puigdemont la oportunidad de salir en una rueda de prensa a poner las condiciones previas a sentarse a negociar. La vi en directo.Me parece genial que hagan encaje de bolillos, solamente sé que si hay amnistía como consecuencia de la condición de dar los votos a Sánchez, en las próximas elecciones no votaré al PSOE.

    Soy partidaria del diálogo y en absoluto de la imposición.  Si mediante un diálogo en las Cortes con nuestros representantes legítimos se llega a un acuerdo, estupendo. Me guste o no. Pero así, en estas condiciones, pues solamente puedo hacer lo que me dejan. Puedo votar o abstenerme.Así lo haré. Porque sí tengo memoria.

    Y que cada cual, haga lo que crea oportuno.

  • Juan A. Vinagre

    Sin forzar la Constitución (sin leyes y normas de obligado cumplimiento casi todo estaría permitido…), y respetando siempre al menos su espíritu,  si una amnistía sirve para conseguir encuentros, reconocer errores (al menos en privado) y corregirlos en la práctica; si con ella se consigue una convivencia más respetuosa y tolerante…, bienvenidas sean las amnistías, aunque algunas concretas cueste admitirlas…  Progresamos aprendiendo a convivir en la diversidad, y superando el culto a mitos, de uno u otro lado. Por encima de los mitos siempre deben estar las personas y la convivencia en paz.  (Me explico: Dar preferencia -a veces casi en exclusiva- a lenguas o patrias o historias… sobre las personas es idolizarlas -a aquéllas-, y convertirlas en mitos, a los que hay que dar culto.  Mitos o sobre-valoraciones que se admitían y fomentaban más en el siglo XIX, por ej.)  No volvamos atrás… Ética es respeto a una jerarquía de valores que humanizan. No alteremos esa jerarquía, poniendo en primer lugar valores que, como mucho, son valores de tercer o cuarto orden. 

  • José María Valderas

    Por defecto profesional, no he superado todavía la irritación que me producen aserciones que no hacen más que repetir mantras o consignas. Lo dicta la Moncloa, lo reviste El País o La Vanguardia, redoblan su eco las redes sociales y ya tenemos la verdad oficial. Nadie se para a poner en crisis, a enjuiciar la verdad o falsedad de las proclamas. Por ejemplo, hablar de las derechas como referidas al PP y descartar a quienes son más retrógrados, como el PNV o Junts, con el añadido de que ambos partidos secesionistas se creen por encima, RH incluido, del resto de los españoles, bueno ellos hablan de la podrida España (en boca de su Puigdemont, sin ir más lejos). Acaban de sentenciar a Redondo Terreros, que dirigió el PSOE vasco durante los años de plomo en los que hoy gobiernan, como partido de estado (así los llama Sánchez y por supuesto quienes le votan). dictaban a quién y cuando matar, secuestrar o hacerle la vida imposible. A esos les llaman progresistas. Nada menos. Si hay algo más contrario al avance es la exclusión, la bota, la extorsión y el chantaje. Tanto del que lo realiza como del que gustosamente se presta a ello, y los que lo votan.En España hubo una guerra civil. Murieron entre otros muchos catalanes que formaron un Tercio Requeté llamado Virgen de Montserrat y cuyos familiares quisieron que los restos descansaran a los pies de la Moreneta. También fueron asesinados monjes. En el mismo monasterio, donde el abad recibió con honores nada menos que a Himmler, el de la solución final del exterminio de los judíos (de todo ello hay reportajes fotográficos), el abad sucesor de ese, quien no obstante, ocupaba durante esos fastos pronazis un cargo en el cenobio, se pronunció en Le Monde contra la situación española, que no era de paz (los famosos 25 años), sino de victoria. Como cabía esperar, desde Roma lo exiliaron. En España ha habido unas elecciones generales, que ganó el PP. Como al presidente del gobierno no lo elige el pueblo, sino el congreso de los diputados, no puede gobernar. Pero quien puede gobernar es quien eleva el listón de traiciones a España, o de cambio de ideas. España es el único país democrático donde mandan quienes quieren romper el país, y no sólo quieren sino que han dado pasos firmes en esa dirección, desde el vil asesinato etarra (a veces desviaron el tiro como el de Otegui contra Gabriel Cisneros) al no menos vil asesinato de Terra Lliure y últimamente el golpe de estado. Unico en el mundo, al prófugo de la justicia lo visita, en busca del voto de Sánchez, porque Yolanda Díaz no se presenta a presidente, sino el socialista o lo que sea. Una vicepresidenta humillando la justicia de su país con unas risitas que, salvo a los que los votan, les parecen despreciables. A los doctrinos que sigan las consignas y los mantras les dictarán un día de éstos que es como visitar a Mandela, el héroe de Africa del Sur. Si no lo han dicho todavía es porque Mandela no huyó, sino que estaba en la cárcel.Hablan de concordia, y quienes están interesados en la destrucción de España, incluido cierto marqués por su militancia comunista, insisten en ello a propósito del “beneficio” de los indultos, el mismo día en que los secesionistas insisten en que tienen la sarten por el mango –Ortúzar y Puigdemont– repiten que la vía unilateral es inevitable, repitiendo con recochineo y que debería avergonzar a determinados votantes de Sánchez, “ahora o nunca”. El País lo blanqueará hablando de progresismo. El mismo día en que la consejera de educación reúne a los cónsules en Barcelona para defender la ley de inmersión y la exclusión del español de la enseñanza contra las sentencias judiciales. Hablan de concordia cuando la separación está cada vez más cercana.Sólo la vileza de un gobierno que permite crear esa atmósfera de sumisión al chantaje explica que muchos socialistas de bien, tal Francisco Vázquez, alerten de la rotura de España.

    Quienes vivimos en Cataluña, hablamos, escribimos y enseñamos catalán con la capacitación académica acreditada, no fake como el presidente de gobierno, respiramos aliviados cuando entidades como Sociedad Civil Catalana denuncia ante los jueces, querella admitida, la prevaricación de Yolanda Díaz y convoca un basta ya, un a la calle que es hora. Porque no hay concordia, sino una aplastante imposición del secesionismo en todos los niveles de la administración. Mencioné en alguna ocasión aquí mi enfrentamiento con un jefe de personal que escogía a apellidos catalanes incluso para la mensajería. Le quité esa función. Así entiende la concordia el separatismo. Hoy es un dato sociológicamente estudiado.P. D. Con interés he leído que la izquierda madrileña quiere llevar a juicio a la presidenta del gobierno regional por la gestión de la pandemia en las residencias de ancianos con resultado de muerte, haciéndose cargo de ello Martín Pallín, acreditado magistrado y militante ferviente de esa corriente ideológica. Ojalá que prospere y salga a la palestra, salga a la luz, la gestión de los poderes públicos, vale decir, del sanchismo en esa mortandad. Desde la negación a seguir los consejos de la autoridad medica europea y la correspondiente nacional, hasta el triaje infame de los mayores de setenta años pasando por la falta de epis para los médicos y personal de enfermería. Comparado con eso, la dictadura de facto en el cierre de las cortes o el abuso del decreto ley, son peccata minuta. 

  • Antonio Duato

    He seguido en su totalidad las palabras de Nicolás Sartorius en ese entrevista de TVE. Me ha interesado mucho y lo he visto lúcido y bien situado en el tiempo actual no en otras ocasiones que vivió. Creo que es una buena ayuda para pensar hoy sobre la amnistía como instrumento político. Para pensar cada uno personalmente pero con actitud abierta e innformación. Si se toman sus posiciones solo como autoridad a favor o en contra de la propia posición, se manipula. Referencias positivas o negativas a sus precdentes biográficos no han de tenerse en cuenta. Pero sus razones, distinciones y argumento sí.

    Gracias, Eloy, por esta aportación.

  • Román Díaz Ayala

    Feliz vuelta del verano, Eloy

    Esto de la amnistía yo lo estoy viviendo como si fuese en un episodio de lucha urbana con fuerzas que compiten por tomar el gobierno  que sea de su interés y las amnistías son las barricadas donde se parapetan para enfrentar al enemigo. Las derechas usan la amnistía para impedir el paso de las izquierdas con el fantasma del peligro nacionalista. Los partidos nacionalistas las necesitan despejadas las barricadas para sobrevivir políticamente. El PSOE tiene aún en sus filas los elementos de la dirigencia que no ven con buenos ojos la barricada de la militancia.

    Estos episodios de lucha urbana casi siempre adquieren tintes dramáticos.