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Y se acabó la diversión

Llegó Zapatero y mandó a parar.  (Y se acabó la diversión)

        La derecha se las prometía felices, Feijóo había puesto contra las cuerdas a Sánchez en su único debate concedido a un medio televisivo que no era la oficialista y gubernamental RTVE. Por un debate  asesorado por Miguel Ángel Rodríguez en los modos y contenidos, sus socios de partido y toda la prensa de derecha., concluyeron que habían asestado un duro golpe al sanchismo. En Génova 13 todo era diversión, esperar sin exponer demasiado al líder hasta el día de los comicios.

        Con ese espíritu, se ninguneó otra vez a RTVE exponiéndole Feijóo a los pies de los caballos a su socio de pacto preelectoral Abascal. Y lo hundió haciendo Vox al candidato del PP culpable de haber perdido medio millón de votos.

        Fuera del foco mediático de los debates había alguien con más experiencia de Gobierno que Sánchez, que Yolanda Díaz y que el mismísimo Feijóo en su Galicia natal, el expresidente Rodríguez Zapatero y antiguo secretario general del PSOE, conocedor y sustituto de aquella generación de dirigentes del PSOE que había protagonizado la etapa de gobierno de 1982 a 1996  y que con su pedigree influyen en la militancia de y  que administran con silencios y ausencias clamorosos  sus críticas al gobierno de Sánchez. La presencia de Zapatero, sus mítines, sus citas en los medios con hasta una veintena de entrevistas actuó como un cortafuego dentro de la campaña.

        Miguel Ángel Rodríguez conoce muy bien a sus co-militantes de partido y sus universos mentales. Posiblemente contó con el comportamiento institucional del presidente-candidato, pero no podía contar dentro de la atmósfera aseada de un Ente Público con la también candidata Yolanda Díaz, equipada con los privilegios y conocimientos de su cargo ministerial, pero libre y expedita en sus palabras como líder de otra fuerza política. Abascal se sintió solo, humillado y abandonado. En la noche del 23, mientras Feijóo cantaba las alabanzas de un PP vencedor, la militancia coreaba a gritos: A-yu-so, A-yu-so, A-yu-so…

        En las elecciones del año 2000, tras la derrota socialista frente a un PP vencedor apabullante, José Luis Rodríguez Zapatero es elegido para la secretaría general del PSOE por la gestora con un escaso margen de votos. Tenía  39 años  y no pertenecía a ninguna de las corrientes que habían animado la vida del partido. Su candidatura venía avalada por un grupo de jóvenes, destinado a  ejercer la oposición al partido de Aznar dentro del hemiciclo. Le tocó la legislatura más correosa de las dos del PP empezó política de mano tendida (“cambio tranquilo”)  en las cuestiones de Estado, para que fuese una política útil, como pactos en la justicia y contra el terrorismo. Pero el rodillo de la mayoría absoluta del PP le llevó a una mayor confrontación, especialmente lo que supuso el apoyo sin fisura de Aznar a la política norteamericana  en la guerra de Irak, mientras se oponían otros países como Francia y Alemania  que provocó una gran contestación en las calles.

        Tras la victoria del 14 de marzo de 2004, y prometer su cargo de Presidente ante el Rey ordenó la retirada de las tropas españolas de Irak. Reparaba el honor de España ante la gran mentira de las armas de destrucción masiva.

        La Crispación en los tiempos de los dos últimos mandatos de Felipe González (1988-1996)  había finalizado tras el triunfo de Aznar de 1996, pero se reanudó cuando el PP ocupó la oposición en 2004. La “Nueva Vía” de los gobiernos de Zapatero era algo muy distinto a la “Tercera Vía” de Tony Blair y a los ensayos de los socialismos francés y alemán. Empezó por un Gobierno paritario de hombres y mujeres con una agenda legislativa con una especial incidencia en la política social basada en los derechos individuales  hasta temas más controvertidos como el divorcio y el matrimonio entre homosexuales. Creó un Ministerio de Vivienda. Las reformas en la Educación  le produjo un conflicto con la Conferencia Episcopal y una beligerancia extrema por parte  de su medio la COPE. La Ley de Memoria Histórica, una ley cargada de buenas intenciones, fue aprobada en 2007. En su segunda legislatura, en 2008 creó el Ministerio de Igualdad.

        Mientras su mandato se significó por ser una enmienda a la totalidad de la deriva Neo-Con de las dos legislaturas de Aznar, su novedoso programa de Gobierno llenó de contenido y le dio un nuevo rumbo al programa socialista español que había perdido su rumbo en la crisis de la socialdemocracia de los años inmediatamente anteriores

        La acusación de  sanchismo a lo que fue todo un programa de Gobierno del PSOE en alianza programática con IU-Podemos es una bajeza a los ojos de Zapatero inventada por la derecha para dar a entender que Sánchez tenía secuestrada la ideología de Estado y de Gobierno del PSOE en alianza con los anticonstitucionalistas. Para Zapatero Sánchez no ha hecho nada contra la tradición del PSOE, sino que ha sabido recuperar lo que los gobiernos de Rajoy (2012-2015 y 2016-18, habiendo estado en funciones 2015-2016) habían revocado de su mandato socialista (2004-2011) mientras que Podemos sólo pudo reivindicarse desde el 15 de mayo del 2011.

       

6 comentarios

  • ELOY

    Muy clarito lo has expuesto, Román. Muchas gracias. Es importante no perder el hilo de relato.   

  • José María Valderas

    No sabía yo hasta qué punto llega la militancia política en esta web. Nada menos que ensalzar a una figura de nula preparación, torpeza manifiesta y antipatriotismo contrastado. Nula preparación que se manifestó en el hundimiento de la economía nacional, torpeza manifiesta en la gestión de la política exterior que nos convirtió en socio nada fiable de Occidente y de la OTAN con sus desplantes infantiles que pusieron en riesgo a otros ejércitos, por mucho que Bono, ministro de defensa, intentara tapar con sus excesos verbales. antipatriotismo contrastado cuando expuso a la nación a la quiebra con aquello de “Pascual, aprobaré sin quitar una coma el Estatuto que la Generalidad presente”. Sabía, porque su nulidad intelectual llegaba a eso que las pretensiones del Estatut iban incluso más allá del estado libre asociado, pero puso al TC en un aprieto teniendo que corregir lo que se apartaba de la Constitución en el Estatut presentado. Ahí empezó el procés.

    Fueron muchos los ministros de Vivienda antes de que Zapatero pusiera al frente a una cuya idea ingeniosa era aquello de la “solución habitacional”. En consonancia con ese esquema mental se ha convertido en una de las socialistas más fervientes de la entrega de Ceuta y Melilla a Marruecos. A falta de inteligencia y pulso patriótico en aquel gobierno socialista no faltaba imaginación. La puso la ministra de sanidad con sus coincidencias de los astros. Lo que sí aprendieron fue a buscarse una buena salida, como la de igualdad que se colocó junto a la ex-presidenta de Chile en las Naciones Unidas. A escala nacional tenemos sobrados ejemplos en el marido de la ministra de transición ecológica, el marido de la ministra de economía, la mujer de Sánchez que no tiene formación universitaria e imparte cursos en la Complutense. Lo de impartir me imagino que es una hipérbole. Solamente he conocido a un individuo capaz de impartir clases en Harvard sin tener lo que los americanos llaman “credentials”, es decir, titulación superior. Se llama Brian Hayes, pero no dudó en obtenerlas para sistematizar sus conocimientos.

    Pobre patria mía. Con tanta credulidad abajo y tanta felonía arriba. 

    • Antonio Llaguno

      José María

      Constantemente acudes a la falta de “preparación” para criticar a los gobernantes de una u otra formación política (generalmente de otra no de una) y con todos mis respetos creo que ya es una obsesión que muestra alguna frustración en el pasado.

      Si la historia de España está llena de algo es de dirigentes incapaces, escasamente preparados y en algunos casos de moral bastante discutible.

      Desde los famosos Austrias, víctimas de la endogamia más evidente y de escasas dotes (Salvo quizás Carlos I. Felipe II fue un cobarde y un obseso de la organización y de la conspiración, y mejor no hablar de sus sucesores de mandíbula prominente), los Borbones, que  dejaron muestras de la incapacidad llegando con Fernando VII a la felonía más lamentable y de una especial manera de gobernar el país desde la alcoba (Isabel II fue un “dechado de virtudes”), pasando por los republicanos de ambas repúblicas, que solucionaron todo matándose entre ellos, el dictador Primo de Rivera, papi del Mussolini hispano y terminando por “Paquito Patascortas”, el generalito chusquero que se hizo con el poder en un país que previamente había destrozado por el paso de las armas y de la tiranía… ¿Podrías mencionarme alguno con preparación?

      Y eso que no he hablado de los Godoy, Narváez, Prim, Lerroux, Gil Robles,  Conde Duque de Olivares, Sanjurjo, Primo de Rivera (Hijo) y resto de gobernantes que hemos soportado los españoles en nuestra historia más o menos reciente.

      ¿Que hubo alguno más preparado? Sí. Cánovas, Sagasta, Azaña, etc… pero fueron los menos y a pesar de su preparación y de que alguno de ellos fuera intelectualmente brillante, su aportación al bienestar de los españoles fue tan mediocre como la de los anteriores.

      Lo importante de los dirigentes políticos actuales es que somos nosotros, los españolitos de a pie, quienes los hemos puesto ahí y que si no hemos puesto a otro es, simplemente, porque no nos ha dado la gana. Si el resultado de la acción de gobierno no es el que nos gusta, solo queda votar. Y si el resultado de la votación no es de nuestro agrado, pues queda untarnos una rebanada de pan con ajo y beber un vaso de agua, y tratar de convencer a nuestros compatriotas la próxima vez.

      Mira, el otro día vi por televisión una dizque entrevista callejera de una cadena de televisión nada sospechosa de ser de derechas (La Sexta) a una asistente a un mitin del PSOE en que se la preguntaba por su voto y ella, que no podía evitar que ya supiéramos todos lo que iba a votar porque llevaba puesto el “merchandising” entero del partido afirmó con rotundidad que votaría “al único partido decente de España” y cuando el periodista le pregunto “¿Pero está usted de acuerdo con que hayan hecho una ley que deja a violadores y pederastas en la calle contesto, “Si lo hace el PSOE esta bien hecho. Es en la calle donde deben estar” cuando le preguntó por su economía familiar, elle dijo, “Me da igual lo que pase. Yo no entiendo, me conformo con que no me quiten la pensión”.

      No pretendo juzgar a esta señora, pero plantear la cuestión de la gobernanza y del sistema político de un país desde los postulados que tú lo haces, tiene el riesgo de que el siguiente paso es el afirmar que el voto de esta mujer vale menos que el tuyo, que tienes no se cuantas carreras y méritos académicos, has leído más que los habitantes de Carabanchel juntos y te ha codeado con eruditos y catedráticos (O que el mío que con menos méritos que tú, también pase por la Universidad).

      Y eso sí que no. Lo hermoso de la democracia es que el voto de presidente del Ateneo de Madrid o de la real Academia Española, vale lo mismo que el de mi tía Vicenta que apenas sabía escribir su nombre (Aunque nadie le engañó jamás en las cuentas de su dinero, que sí sabía sumar y restar y, en el fondo, la contabilidad no es más que eso).

      Y así debe ser, porque el gobierno de unos pocos elegidos por preparación y capacidad, del “Consejo de Expertos” ha derivado a lo largo de la historia en las tiranías más abyectas y por que el sufragio universal, tiene la ventaja de que nos hace a todos corresponsables de quien nos gobierna, lo hayamos votado o no.

      Zapatero (Que no es santo de mi devoción) es libre de hacer lo que le venga en gana y si puede, o le dejan, influir en el gobierno de España, nadie le podemos reprochar que lo haga. De poder hacerlo, tú harías lo mismo, lo que pasa es que no puedes.

      Tú, que has sido divulgador científico de prestigio, sabes mejor que yo que se puede influir en la opinión de la gente y por lo tanto en su voto. Si otros lo han hecho mejor que tú o los tuyos (E incluso que los nuestros, aunque tengo la impresión de que no hemos votado lo mismo) es merito de ellos y demérito de los tuyos (O de los nuestros).

      Toca callar y aprender, y hacerlo mejor la próxima vez; pero España tiene derecho a elegir a sus gobernantes y a la forma menos traumática y más responsable de hacerlo es el sufragio universal y si el que se presenta no merece tus respetos, como podría pasar con Zapatero, no lo votes.

      Además, te diré una cosa. Zapatero no es santo de mi devoción; pero si de algo me ha convencido la historia de España, es que podemos encontrar algo peor y ¿Quién sabe? Lo mismo viene de un partido con color corporativo verde brillante.

       

       

       

       

       

      • José María Valderas

        Antonio, agua! (Juego de barcos). No se haga del gremio de los psicoanalistas. Digo agua porque voté, no me abstuve, y lo hice por España, por el PP.

        • Antonio Llaguno

          Yo también voté PP, pero todos los españoles votaron por España incluidos los que votaron diferente de nosotros dos.

          • José María Valderas

            No, Antonio, no. Ni de lejos. Esperaba esa respuesta. De hecho, la vengo estudiando desde joven, cuando empecé a conocer a Menéndez Pelayo e inicié la lectura de los “Heterodoxos”. Son muchas las veces en que se ha dicho tan españoles son unos como otros. Pero no es cierto. Se le atribuye incluso a Franco, a Azaña, a tutti quanti. Pero no es verdad. No es español el sanchismo, es antisanchismo. No es español el secesionismo, por definición. No son españoles. Viven en España, pero no les importa España.

            En las horas dedicadas al problema, recuerdo la ira de Montesinos contra Menéndez y Pelayo porque este había escrito de los antiespañoles “salieron de nosotros pero no eran de los nuestros”.

            El traidor, el felón no es español. Puede tener psaporte español, pero no labora por su patria. El que alaba al terrorista o proterrorista no es español por más que diga que han hecho más por España que los que llevan el brazalete lo la pulsera con la bandera. No es signo de patriota ese adorno. Ser patriogta es preocuparse por la igualdad de todos los ciudadanos. Y el sanchismo, y los que lo votan, no son partidarios de esa igualdad. Lo escribía ayer Ovejero en un ensayo antológico. Han logrado la perversión de convertir la traición en estrategia política. Empezando por El País. (De donde salió Ovejero por dignidad.) Chalanear con tu patria por un poder no es ser español, es ser antiespañol. Hay personas de bien socialista que se han manifestado en contra de esa deriva antiespañola del sanchismo, porque son conscientes de que el sanchismo labora contra patria. No sé cómo se vive en el País Vasco. Aquí en Cataluña los socialistas son el arqjuetipo de la antiEspaña, como lo es Sánchez, como lo fue Zapatero. No es por ser de izquierdas o derechas, es por ir contra las personas y sus derechos. A eso le llaman obscenamente progreso. Gentes que no han hecho nada por elevar el nivel de sus ciudadanos hablando de progreso. Comprenderás no puedo yo aceptar ninguna lección a ese respecto. Políticos que han llevado a sus ciudadanos a la morgue, esos no son españoles aunque tal conste en su DNI.

            No. Quienes han votado sanchismo, desigualdad, rotura de la convivencia nacional, esos no son son españoles. Otra cosa es que haya que conllevarse con ellos. Pero sabiendo muy bien dónde está el bien, es decir, el derecho y la justicia, y dónde se esconde el mal, la traición, la desigualdad, el cainismo.