Pasado y futuro de la Iglesia en España

Creí que este último número de Iglesia Viva, en el que he puesto mucho empeño, pues con él acaba mi compromiso de editor y gestor de la revista a la que he dedicado mucho trabajo en mis últimos 52 años, tenía que presentarlo de una manera especial en este Atrio, que ocupa también mi especial atención desde hace 22  y a quien pienso dedicar plena dedicación en el tiempo que me quede. Por otra parte, el tema es un resumen de los vaivenes  de mi Iglesia y de mi vida. Pero, al fin, lo presento con el simple texto de la contraportada, invitando sin más a entrar a su sumario y textos completos en IV 291-92: La Iglesia española en su laberinto: en busca de una salida.  ¡Ale! A recorrer el número y comentar su contenido aquí. La introducción, aunque un poco larga, es un perfecto resumen y guía para todo el número. AD.

        Por la nostalgia del pasado y el desconcierto ante el futuro, la Iglesia católica española vive en una encrucijada desde hace muchos años. Lo atestiguan algunos números de Iglesia Viva dedicados en el pasado a su evolución y devenir. Lo nuevo no termina de germinar y lo viejo se niega a desaparecer, con lo cual da vueltas en su laberinto, sin visos de encontrar la salida. Más aún cuando, en la actualidad, existe una falta de sintonía entre la propuesta eclesial del papa Francisco y la inercia de los enfoques compartidos por la mayoría del episcopado español. Además, van desarrollándose en el mundo y entre nosotros neonacionalismos cristianos populistas. Por ello, en el presente número se pretende:

• Por una parte, facilitar algunos datos básicos, desde una perspectiva sociológica, acerca de la secularización y el catolicismo en España, así como las principales claves interpretativas de la situación y sus consecuencias.
• Por otro lado, valorar la posición de la Iglesia católica española en torno temas importantes en la plaza pública, donde su discurso es contestado desde una sociedad secular, mientras es apoyado por fieles incondicionales apegados a una visión de neocristiandad.
• Y, por último, ahondar en las posibles alternativas al modelo de eclesialidad vigente, dado el pluralismo existente en el interior de la Iglesia y la necesidad de considerar más bien las eclesialidades. Es obligado reflexionar acerca del futuro, a la vista del debate entre los modelos de Iglesia-ciudadela alejada del mundo, Iglesia en pro de la reconquista o Iglesia encarnada en las realidades humanas y signo de liberación.