Tenemos en ATRIO los ojos abiertos al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y su impacto en la democracia y en la capacidad de libertad de los humanos. Ayer asistí a una conferencia de Juan Luis Cebrián en la Fundación ETNOR. Pero me ha interesado más una entrevista que mantuvo ayer el País con Ricardo de Querol un viejo gurú de cuando empezaba la digitalización, Nicholas Negroponte, que hoy hablará en Cruce de Caminos de Madrid. AD.
- “El 5G no será rompedor. Es la fusión nuclear lo que cambiará el mundo”
- El fundador del Media Lab del MIT vaticina un salto para la humanidad gracias a la bioingeniería, la producción de alimentos artificiales y la irrupción de una energía limpia
Tiene motivos para presumir de dones proféticos, porque estuvo en primera fila del despertar digital y vio con claridad lo que vendría después. En los años ochenta y noventa, cuando la mayoría de la población desconocía o empezaba a acercarse a Internet, Nicholas Negroponte (Nueva York, 1943), informático y arquitecto, fundador y director del Media Lab del Massachusetts Institute of Technology (MIT), vaticinó que íbamos a tener ordenadores en los bolsillos, pantallas táctiles, televisión a la carta como la de Netflix, altavoces inteligentes y hogares conectados. Y entendió que vendrían profundos cambios sociales. Sus artículos en la última página de Wired o su libro El mundo digital (1995) eran seguidos como un oráculo.
El tiempo le ha dado la razón en casi todo. Negroponte conversa en Madrid, donde participa este jueves en la jornada Cruce de Caminos, organizada por Banco Caminos y Bancofar. Sigue confiado en sus visiones del futuro, que hoy suenan muy atrevidas. Claro que también era atrevido lo que decía hace 30 años.
¿De verdad podremos vivir 150 o 200 años? ¿Lo haremos nosotros o nuestros descendientes?
Eso ocurrirá con seguridad en la próxima generación. Es un poco tarde para nosotros, porque revertir el envejecimiento es más difícil. Pero no hay duda de que sus hijos y mis nietos vivirán hasta los 150 años. Y haremos que los discapacitados puedan andar, luego podremos eliminar las enfermedades raras…
Y se alimentará al mundo con comida artificial.
Crear carne que no proceda de las vacas es un proyecto maravilloso. Podremos replicar las células de las vacas sin hacer daño a animales, sin el CO2 que emiten, ahorrando agua, cuidando el medio ambiente, y logrando que la gente tenga carne.
¿Nos salvará la tecnología también del cambio climático?
La tecnología es la única solución al cambio climático. No hay otra. Tenemos que encontrar la forma de producir energía, no necesariamente de fuentes renovables, como el viento o el sol, sino haciendo que la fusión nuclearfuncione. En 50 años tendremos una economía distinta y un mundo mejor gracias a ella.
Usted pronostica avances enormes para la humanidad. ¿No teme que las miserias humanas, o los intereses políticos y económicos, impidan que lleguen a beneficiar a la mayoría?
Los intereses corporativos suelen frenar algunos avances, pero no por mucho tiempo. Es bien conocido que quienes tienen intereses en el petróleo pueden forzar un retraso en las tecnologías alternativas. Por eso es tan difícil hacer pronósticos sobre cuándo llegarán algunas cosas, porque a menudo los retrasos vienen de fuerzas externas que no tienen que ver con la tecnología.
El 5G, el sistema que dominará las comunicaciones móviles, está siendo el centro de esta Segunda Guerra Fría, un campo de batalla entre EE UU y China por esa tecnología. ¿Quién ganará?
Hace 15 años que EE UU se ha rendido en las tecnologías de la telecomunicación. Los principales actores ya no son empresas americanas. El repentino interés por el 5G, y en particular por Huawei, me parece increíble. Porque el 5G no es tan importante como están vendiendo. Es solo un cambio incremental sobre el 4G. El hito fue el 3G. Esto no es la fusión nuclear. Si alguien domina la fusión nuclear, cambiará las reglas del juego. El 5G no va a ser rompedor. Y si miramos lo que hace China en áreas como el 5G, está muy por delante de EE UU.
Usted representa el optimismo ante los cambios tecnológicos. Pero todo indica que la opinión pública ha ido pasando del entusiasmo al pesimismo.
Sigo siendo optimista, pero eso es verdad. Hay un creciente sentimiento en todo el mundo de escepticismo, de que la tecnología ha creado muchos de los problemas que tenemos que arreglar. Si lo miras objetivamente y con perspectiva, la tecnología ha traído muchas soluciones, como en la medicina, y los problemas son sobre todo por cómo usamos la tecnología.
Los gigantes de Internet son vistos ahora como un gran oligopolio que hace negocio sin control con nuestros datos. Una especie de Gran Hermano.
Pondré otro ejemplo. Cuando las revelaciones de Snowden, muchos americanos como yo nos sorprendimos de que el Gobierno nos estaba vigilando. Si vas a China, y acabo de estar allí, ves cientos de cámaras en la calle haciendo reconocimiento facialy creando una casi perfecta seguridad. Y la gente está satisfecha. Dicen: de acuerdo, quizás se viole lo que vosotros los occidentales consideráis intimidad, pero no tenemos delincuencia. Son cosas que se ven distintas desde cada cultura.
¿Juega China con ventaja en la carrera tecnológica por la falta de garantías para la intimidad? Allí se puede crear una gigantesca base de datos genéticos que en Occidente no sería viable.
Europa es quizás el líder mundial en protección de la intimidad. Por otro lado, hay mucha gente que muere en Alemania porque es ilegal compartir datos que permitirían salvarlos. Es un difícil equilibrio. Si me atropella un coche, no quiero que mis datos médicos estén protegidos, quiero que cuando llegue la ambulancia lo sepan todo.
¿Cree que los gigantes de Silicon Valley deben ser divididos como otros monopolios en el pasado, lo que ha propuesto la senadora Elizabeth Warren?
No estoy seguro de que dividir a estas compañías garantice asuntos como la privacidad. A nadie le gusta que una empresa crezca tanto y sea dominante, pero lo que tenemos que mirar es qué sacamos de ellos, quién está contribuyendo más al conocimiento y la ciencia. Es sorprendente qué poco aportan muchas de esas grandes compañías. La gente joven quiere ser Mark Zuckerberg, no quieren ser Alan Turing. Es decepcionante. Necesitamos gente que invente y sea imaginativa como Turing.
¿Están afectando las redes sociales a la calidad de la democracia? Allí se expanden ideas extremistas, mensajes de odio…
No uso mucho las redes sociales. Soy más un observador. Está claro que están teniendo un impacto. En unas partes, están creando democracia, en otras partes la están debilitando. El balance es probablemente a favor de la democracia.
Diversos estudios alertan de la destrucción de millones de empleos por la robotización, incluso en la actividades más intelectuales. Esto está generando ansiedad en la población y abriendo debates como el de la renta universal. ¿Cuál es el futuro del empleo?
Es más fácil automatizar la mayoría de actividades intelectuales que la mayoría de empleos en servicios, como preparar comida rápida. Es más fácil tener un robot abogado, o contable. El desplazamiento del empleo no dependerá de las capacidades intelectuales. En algún momento tendremos que repensar el concepto del trabajo. Una parte del concepto tiene que ver con tener un sentido, un propósito. La gente siempre tendrá un propósito, pero puede no ser llevar un salario a casa, que es lo que define el empleo hoy.
¿Vamos a tener algún día una verdadera inteligencia artificial, que tenga conciencia?
Esa es la pregunta, la conciencia, y la mayoría de la gente no se la hace. No estoy seguro de que lo vaya a ver en mi vida. Pero antes de eso veremos máquinas que tendrán sentido del humor, y será asombroso. Otra pregunta que no parece interesante es: ¿porqué los hombres apreciamos la música?
¿Hay que reivindicar las humanidades, o la filosofía, en una sociedad hipertecnológica?
Las humanidades son la cosa más importante que puedes estudiar.
Antonio, no sé ese proyecto cómo lo ves, pero yo estaría dispuesto a si el proyecto me parece positivo, participar en él.
Buenos días a todas:
Con la irrupción de la tecnología (“Revolución 4.0”), me asusto frente a la ausencia de un mínimo de pensamiento crítico.
Este texto rezuma “tecnolatría”, y cae en la distopía de pensar que, sea cual sea el problema, la solución va a ser más y más tecnología (en el tema ecológico le dice de modo explícito). Bergoglio en su “Laudato Si” ya avisa de este error.
El tema es que las ventajas de la tecnología se ven si se atiende a la aplicación concreta de cada prestación, pero si se mira en sentido integral, holístico y global (cosa que aun nadie hace), el resultado es dantesco:
Mirado en dicho sentido, llegaremos a la conclusión de que nos abocamos a la desaparición de la humanidad por un proceso lineal de robotización por mutación.
Indicios de ello:
1. ¿Sabemos que el 50% de muchos países padecen “nomofobia”? 1 de cada 2, es una barbaridad. No asumida por lo demas.
2. ¿Sabemos qué es el “hikikomori”? ¿por qué esto no crea alarma, si es algo dantesco? ¿Por qué educadores y psicólogos no dicen ni media palabra de ello?
3. ¿Sabemos qué es el “snombie”, y que los dispositivos electrónicos son la 1ª causa de los accidentes de tráfico?
4: …
Ahora, lo de la extinción por mutación del ser humano:
1. ¿Sabemos que Harari dijo que en un par de generaciones la “inteligencia” artificial superará a la humana? ¿Alguien se ha parado a pensar a qué escenario nos conduce esto? ¿Por qué no se plantea resistencia alguna?
2. ¿Sabemos por qué Stephen Hawking dijo que había “peligro real de que (las máquinas) creen inteligencia propia y asuman el control del mundo?” ¿Y qué este científico sugirió desarrollar la manipulacion genética del ser humano para superar los robots?
3. ¿Sabemos que Bill joy, fundador de Sun Mycrosystem, propuso detener la carrera tecnológica para evitar nuestra extinción en dos generaciones?
Ante todo esto, llegamos muy tarde y muy mal ante el que, junto con otras, es la mayor amenaza para nuestra supervivencia. Y, como en su momento se crearon resistencias teórico-practicas contra el capitalismo, la modernidad, el patriarcado, la homofobia o la crisis ecológica, a dia de hoy esta terribla amenaza apenas tiene resistencia alguna.
Construirla cuanto antes es, junto con otra, el mayor reto de los activistas sociales, revolucionarios y contraculturales. Y de cualquiera con un mínimo de sensibilidad y pensamiento crítico.
Y, por supuesto, nadie habla de no usar la tecnología, si no de utilizarla de modo crítico. ¿Cómo? Realizando un análisis integral del asunto, y aplicar a este cada nueva prestación o modelo tecnológico, respondiendo a:
a. ¿Es realmente útil?
b. ¿Pros y contras?
c. ¿Prescindibilidades y alternativas?
d. ¿Aumenta ganancias de empresas (google) o vigilancias de los gobiernos?
e. ¿Atenta al medio ambiente (basura digital) o mata gente (6 millones de niños negros en el Congo, para que el coltan llegue bien baratito a nuestros móviles)?
Piénsese sobre todo esto, y véase si los poquísimos que andamos reflexionando sobre todo esto no tenemos razón, por desgracia.
Cualquiera que reflexione verá que no es que no tengamos razón, es que nos quedamos cortos.
El artículo es de una ingenuidad increible, comparado a sostener la literalidad del dogma de la resurrección de la carne. Y dicha literalidad, con simpleza y todo, es mucho más lucida que este triste artículo,
Urge una reflexión sobre todo esto, y vamos tarde.
Un abrazo a todas.
Nacho.
Creo que haces bien en alertar, Nacho.
Yo también opino que la orientación que está teniendo ya el progreso técnico hacia la sustitución del ser humano en cualquier tipo de trabajo y hacia el control total de los usuarios impidiendo que sean libres, es ya un ataque presente y no solo futuro a la verdadera humanidad. Esta consciencia me ha impulsado a escribir un editorial y proponer un proyecto para atrio que puede parecer utópico pero que es necesario.
Seguimos, Nacho. Siempre que paso por Il Rosso, que entonces acababan de abrir, me acuerdo de aquella cena y de tanto que hablamos…
Dicen los chinos que gracias “al reconocimiento facial” que hacen las “cámaras” callejeras no hay delincuencia en Cihina PERO la causa no son las cámaras, sino el régimen policial brutal chino que NO solamente reprime la delincuencia sino que destruye la libertad individual y conculca los derechos humanos a la libre expresión. En este caso los “justos pagan por la minoría pecadora” y esto viola el bien común de los ciudadanos que nacieron naturalmente libres. Se trata de una dictadura totalitaria vitalicia basada en la omnipotencia monoideológica del Estado. ¿De que vale vivir sin delincuencia, si vivo dentro de una jaula, aunque sea de oro?
Por otro lado, las “máquinas” nunca serán totalmente autónomas. Es una creación del “ser humano”..Serán siempre artificiales y producto del ingenio nuestro..Y funcionarán de acuerdo con lo que le “informemos”. No son libres. Sus decisiones han sido programadas de antemano por nosotros mismos..”El sentido del humor” que le atribuiremos a las “maquinas” seguirán siendo impuesto por nosotros primariamente, y así como no podemos “crear” nosotros la vida “de la nada” sino que lo que creamos es de material pre-existente, tampoco “la conciencia” de las máquinas podrá sustituir o aventajar la nuestra, puesto que ellas son un “sub-producto” humano y siempre lo serán.
De acuerdo que la tecnología moderna actual NO es mala en sí misma, sino que depende del USO que le demos. No podemos usarla para “lo malo” sino será buena si intencionalmente la dirigimos a un FIN bueno usando MEDIOS BUENOS. Podemos entonces avanzar la humanidad para el fin óptimo por la que fue creada
Un saludo cordial
Santisgo Hernándex
Con frecuencia se da el doble estándar (o doble cara de medir) respecto a Dios:
si ocurre algo bueno, fue gracias a Dios
si ocurre algo malo, no es culpa de Dios sino se busca otro culpable
Aquí se hace lo mismo, con la tecnología:
Si el efecto es positivo, lo trajo la tecnología
Si el efecto fue negativo, no es la tecnología sino cómo la usamos
Nunca he respetado mucho las valoraciones cuando se basan en doble estándar. O en los dos casos el efecto es causado por la tecnología, o en los dos casos el efecto es causado por la forma de usarla.
La verdad que un toque de optimismo no viene mal, especialmente si parte de una persona con conocimiento de causa.
Últimamente yo soy muy pesimista porque tengo la impresión de que, a partir de la tecnología, habrá una minoría que manejen los hilos de la mayoría que, cual marionetas, no sabemos el porqué ni el cómo de tantas cosas que ocurren y ocurrirán en el mundo.
Además la tecnología podrá ser usada para mejorar la vida, la salud, la alimentación, el medio ambiente, etc. etc., pero también puede serlo para lo peor de lo que es capaz el ser humano en muchas cuestiones. Una cosa es que la tecnología tenga capacidad de mejorarlo todo, y otra es que se utilice con esa finalidad y se utilice para lo contrario.
Sigo siendo pesimista.
No Ana. No seas pesimista. Piensa como estábamos hace cinco siglos, o dos, o incluso a principios del siglo XX. Vamos mejorando. Poquito a poquito. Y es gracias a la ciencia y a la tecnología que llaman ahora. A la investigación, al estudio…
Lo que sucede es que ya empezamos a no entender este mundo nuevo. Mi abuela no llegó a entender que ese señor pequeño metido en una caja no estaba de verdad en el salón. Me tronchaba. Pero no veas como me acuerdo de esa imagen.
Pues yo estoy igual ahora. No entiendo nada y sé que cada día voy a entender menos
Pero tengo fe en mi especie. Encontrará un camino para seguír adelante y seguir mejorando.
Lo de la fusión ya se hablaba cuando estudiaba bachillerato. No es una idea nueva. Lo que ha revolucionado todo ha sido la inteligencia artificial, que ya lleva tiempo. Recuerdo que las primeras calculadoras de bolsillo hicieron los célebres a logaritmos obsoletos, salvo para la teorías matemáticas.
No podemos pensar que la solución está en lo que plantea la película el planeta de los simios. Ese planeta quedó atrás.
El reto es el que plantea Antonio, si la inteligencia artificial va a tomar decisiones que nos afectan a todos, habrá que pensar cómo se puede introducir Principios éticos en esas máquinas que me aterrorizan.
Pero nuestros hijos y nuestros nietos lo conseguirán.
Me voy a cenar con unas amigas. En Murcia ya solamente de puede salir a esta hora
Besos