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Apropiación del acontecimiento según Légaut

He estado todo el día pendiente de las imágenes de TV24 y la programación especial de la SER. Desde la noche del martes 29, cuando conocí los primeros datos de la destrucción causada por la salida de madre de los torrentes de Torrente, el Poyo y el cauce original del río Magro, me temí la tremenda catástrofe de la Huerta Sur, tan conocida y entrañable para todo valenciano. No podía comprender cómo no se había avisado con eficacia y prontitud, cuando se conoció por la mañana lo sucedido en Utiel y Reuqena, dejando a la gente desprevenida. Creo que es el desastre mayor, con más víctima de todos los acaecidos en la historia moderna de Europa, superando en número de víctimas los records de 400 en Frejús (1959) o los 300 en Brasil (200 2019). En  Valencia ya han llegado esta tarde a 202 (+ 70cadáveres encontrado aún no registrado). En los órganos de la Genearlitat se habla de que podría llegarse a más de 1.000 muertos, dados los muchos más declarados como desparecidos aunque, al cnectarle vivis, vaya disminuyendo el número.

Desde la paz que se disfruta en Valencia al norte del nuevo cauce, contruido tras la riada de 1957, estoy en choc pues en esa Horta Sur tengo tantísimos amigos y recuerdos. Pensad que, ya desde 1967 a 1969 fui Vicario Eposcopal de la Gran Valencia, con poderes extraordinarios para hacer la visita pastoral, confirmar, codecdir traspasos de curas, etc… ¡Tantas vivencias y recuerdos vivos de personas y sitios que he seguido visitando hasta hace poco!


Pero al final, he logrado desgajarme de lo inmediato y releer con calma un capítulo de Légaut, que ya estaba pensando poderlo comentar en una de mis intervencions de los viernes. Me ha hecho bien su relectura, situando todo en una verdadera inteligencia espiritual, en una verdadera “comunión de los santos” que es el tema a que pensaba dedicar la entrega de hoy: relación espiritual entre personas, que aunque no se hayan conocido, aunque hayan vivido en sitios y épocas diferentes, se producen en una realidad verdadera no imaginara.

Si uno lo siente profundamente, como lo sentía el parco en imágenes Légaut, no como por imaginación o fe de rebaño sino por escucha interior e inteligencia del cristianismo, ¿por qué no puede ser realísima esa relación con el Maestro? Al mismo Grothendieck le extrañaba que una persona tan liberada del “rebaño” siguiera con esa relación fraterno-filial tan real con Jesús. Y yo me digo: si la moderna física cuántica interpreta aguno de sus experimentos como un enlazamiento  real de fotones a distancia (no entiendo casi nada pero leo y tal ve equivoque; perdona Pepe Blanco, nuestro ficico de ATRIO que ya habrá entrado en el Misterio), ¿cómo se puede negar verosimilitud a lo mísiticos cristiana (y a otros místicos).


A lo que íbamos, a la Apropiación de los Aontecimientos, que es el capítulo que he releído hoy de Légaut. Lo considero punto central de su comprensión del ser humano y el mundo, de la inteligencia profunda de lo real. Está este capítulo en el libro “Llegar a  ser uno mismo. El sentido de la propia vida” (1980). Es la síntesis de sus ideas expuesta en libros anteriores. Con un lenguaje y una sintaxis muy estructurada, como desarrollos de álgebra, escritura compleja pero exacta si se sigue el hilo y la lógica de las frases. Veo que no es por ser matemático. Otros como AG escriben sobre espiritualidad con más fluidez y emplean imágenes a montón.

Os animo a comprar el libro y leer el libro (Asociación Marcel Légaut) desde la página 97 a la 127. Como en este momento me siento incapaz de resumir y cmentar el texto, le he pedido ayuda a ChatGPT, uno de los boots de IA que hace resúmenes. No está mal y lo reproduciré aquí, para que os hagáis una idea de lo que escribe Légaut en ese capítulo 4º del libro Llegar a ser uno mismo. Pero, como me urge, para el desarrollo de esta serie de los viernes, que muchas personas se adentren en leer y comentar el texto, me he permitido reproducir estas 30 páginas del libro en esta página de ATRIO, que está a disposición de todos:

Apropiación del Acontecimiento

Y aquí el Resumen hecho por IA de este largo texto:

APROPIACIÓN DEL ACONTECIMIENTO: UNA LECTURA DE MARCEL LÉGAUT

Marcel Légaut, matemático y maestro espiritual, explora en Apropiación del acontecimiento cómo el ser humano se relaciona espiritualmente con los sucesos de su vida. Este proceso de “apropiación” implica tomar posesión de los eventos, en lugar de vivir resignado ante ellos. El texto plantea una reflexión profunda sobre el sentido de la vida, la trascendencia, y cómo el ser humano puede transformar los eventos externos en una fuente de crecimiento y descubrimiento interior.

    1. Sumisión al Acontecimiento y la Crítica al Providencialismo

El autor parte de la forma tradicional en que muchas personas enfrentan los eventos de la vida, interpretándolos como una “voluntad de Dios” que deben aceptar sin cuestionamiento. Esta perspectiva, a la que Légaut llama “providencialismo”, lleva al hombre a ver en los acontecimientos signos divinos, una especie de dirección moral o espiritual externa que le dicta cómo actuar. En esta postura, los eventos pueden percibirse como advertencias, castigos o bendiciones, y al hombre no le queda más que aceptarlos.

Sin embargo, Légaut critica duramente esta posición, ya que considera que limita el potencial espiritual y personal de la persona. Para él, resignarse pasivamente a la “voluntad de Dios” no es verdaderamente espiritual, sino una práctica de tiempos antiguos que no requiere verdadera fe ni reflexión. Este “providencialismo” aleja al hombre de una auténtica comprensión de sí mismo y de los eventos, y lo hace dependiente de un esquema rígido que elimina la posibilidad de una relación genuina y viva con lo trascendental.

La crítica al providencialismo se basa también en que, con el avance del conocimiento científico, el ser humano ha ganado una mayor comprensión de los sucesos de la vida y del universo. La ciencia ha permitido que las personas cuestionen la idea de que todo lo que sucede responde a una intervención divina. En este contexto, Légaut invita al lector a ver los acontecimientos no como destinos impuestos, sino como realidades que tienen el potencial de transformarse en oportunidades de crecimiento espiritual y autoconocimiento.

    1. La Apropiación Personal del Acontecimiento

Para Légaut, el proceso ideal frente a un acontecimiento es la “apropiación personal”. Esto significa que cada persona debe dar un sentido único y personal a los eventos de su vida, basado en su historia, sus valores y el propósito que vislumbra para sí mismo. Este acto de apropiación requiere una visión activa y una interpretación que trascienda la mera aceptación. En lugar de en el acontecimiento un significado externo u objetivo, se trata de buscar lo que ese evento representa específicamente para la persona en cuestión, qué le enseña y cómo contribuye a su evolución interior.

La apropiación no es, sin embargo, un ejercicio técnico que pueda aprender o perfeccionarse mecánicamente. Légaut describe esta actitud como una manifestación de la totalidad del ser, una actividad creadora que involucra todas las dimensiones del individuo. Este proceso requiere fe, paciencia y una disposición constante para reflexionar sobre las experiencias vividas. Légaut considera esta apropiación como la máxima actividad creativa del ser humano, pues es a través de ella que cada persona da sentido y dirección a su vida.

    1. Obstáculos y Dificultades en la Apropiación del Acontecimiento

Apropiarse de los acontecimientos de la vida no es una tarea fácil, sino un proceso largo y arduo que conlleva numerosas dificultades. Légaut identifica varios obstáculos que el ser humano enfrenta en este camino, entre ellos la vulnerabilidad de la propia naturaleza humana, las presiones de la sociedad y el poder de las tradiciones religiosas. Estas fuerzas externas, muchas veces, imponen explicaciones simplistas a las experiencias, lo que limita la capacidad del individuo de experimentar una auténtica apropiación personal del acontecimiento.

Otro obstáculo es la naturaleza del ser humano, quien tiende a escapar de las realidades difíciles ya buscar explicaciones cómodas. Légaut sostiene que una verdadera apropiación implica confrontar las realidades incómodas de la existencia, incluidas las propias limitaciones, errores y fracasos. Para él, una religión o creencia que ofrece respuestas absolutas y reconfortantes desvía al individuo de esta tarea profunda, alejándolo de una espiritualidad madura y auténtica.

    1. El Rol de las Renuncias y Sacrificios en el Crecimiento Espiritual

Légaut explica que, a lo largo de la vida, el camino espiritual exige sacrificios y renuncias. Estas renuncias, aunque dolorosas, permiten que la persona desarrolle una comprensión más profunda y realista de sí misma y del mundo. El autor describe cómo estos sacrificios son necesarios para llegar a un nivel de sabiduría y desprendimiento que no se puede alcanzar de otra manera.

La importancia de estos sacrificios radica en que, con el tiempo, se convierten en fuentes de fortaleza y claridad. Incluso si en un principio las renuncias parecen imposiciones, el paso de los años y la reflexión transforman estas experiencias en una especie de redención personal. El ser humano descubre una conexión íntima entre los sacrificios que ha hecho y su crecimiento espiritual, experimentando una sensación de “complicidad” entre las experiencias vividas y el ser que ha llegado a ser.

Esta “connivencia” entre los acontecimientos y el desarrollo espiritual revela, según Légaut, un misterio profundo en la relación del ser humano con el mundo. Los sacrificios y renuncias no son simplemente esfuerzos individuales, sino una respuesta a exigencias íntimas que reflejan las aspiraciones más elevadas del espíritu humano.

    1. Conexión del Acontecimiento con las Necesidades Espirituales y la Misión Personal

Légaut observa que, a medida que el ser humano avanza en su vida y cumple fielmente con sus exigencias internas, los acontecimientos parecen sincronizarse con sus necesidades espirituales. Este fenómeno, que él describe como una “conexión objetiva”, se hace más evidente cuando la persona vive en armonía con su misión de vida. Aunque esta conexión no siempre es clara en el momento del suceso, se revela a través de la reflexión y el tiempo, y permite al individuo ver en retrospectiva cómo cada evento contribuyó a su crecimiento.

Esta relación entre el acontecimiento y las necesidades personales de desarrollo espiritual no es algo mágico ni predeterminado, sino una especie de “connivencia” que Légaut observa cuando el ser humano se alinea con las exigencias internas de su ser. Este fenómeno desafía la visión del providencialismo, pues implica una participación activa de la persona en la creación de su propio destino. Así, Légaut propone una visión del ser humano como un co-creador de su vida y de su destino, en colaboración con las fuerzas del universo.

    1. El Cosmos como Libro de Sabiduría y la Naturaleza como Maestra de Humanidad

Para Légaut, el cosmos es un “libro” que inspira y enseña a quien sabe interpretarlo. El universo y la naturaleza, con su inmensidad y orden misterioso, ofrecen al ser humano una guía silenciosa sobre su lugar en el mundo. Légaut sugiere que, al contemplar el cosmos, el hombre puede encontrar respuestas a sus preguntas más profundas y obtener una visión que trascienda las limitaciones del pensamiento racional.

La naturaleza, en particular, se presenta como una maestra de la humanidad. Para Légaut, la naturaleza enseña tanto a través de su belleza como de su brutalidad. Las leyes de la naturaleza reflejan un orden que es igualmente aterrador y fascinante. En el sufrimiento, la muerte y la renovación constante de la vida, el ser humano puede descubrir un modelo de cómo enfrentar sus propios desafíos existenciales. La contemplación de la naturaleza permite al hombre ver su vida desde una perspectiva más amplia, encontrando en ella un sentido de maravilla y aceptación que lo enriquece espiritualmente.

    1. El Hombre Espiritual como Excepción en el Mundo

En las reflexiones finales, Légaut aborda la figura del “hombre espiritual”, un ser que, a pesar de estar condicionado por las leyes de la naturaleza, ha logrado trascenderlas mediante una vida de autenticidad y libertad. Este hombre espiritual es una rareza en el mundo, pues su capacidad para elevarse sobre los impulsos básicos de supervivencia y adaptación es algo inusual en una especie que, según Légaut, está marcada por la barbarie y el conflicto.

Para él, la espiritualidad del ser humano es una paradoja: el hombre proviene de una historia de brutalidad y supervivencia, pero es capaz de desarrollar una conciencia y una sensibilidad que le permiten experimentar compasión, amor y propósito. Légaut ve en esta capacidad espiritual la prueba de que el ser humano tiene una misión única en el universo, una misión que se realiza cuando el individuo se apropia de su vida, se hace responsable de sus acciones y transforma cada experiencia en una oportunidad de crecimiento. .

Conclusión: La Apropiación del Acontecimiento como Camino hacia la Libertad Espiritual

La visión de Marcel Légaut acerca de la “apropiación del acontecimiento” se presenta como un trabajo personal íntimo para relacionar su existencia con lo real que le circunda en el tiempo y el espacio.

Espero vuestros comentarios y vivencias. Gracias a tdos y por todos.

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23 comentarios

  • M. Luisa

    Gracias, Isidoro, por haberte interesado en lo que consideré importante destacar en los comentarios anteriores. Sin embargo, el hecho de que la vulnerabilidad sea un obstáculo para tal propósito, es decir, para el proceso de apropiación personal, no significa que sea insalvable. En los tiempos de Légaut, que coincidieron también con los de M. Scheler, se impuso la Antropobiología, que frente a la antropología ofrecía una visión unitaria del ser humano.

    Es oportuno hacer aquí una observación. En la historia de la filosofía se aprecian dos tipos de dualismos: el dualismo cuerpo-alma y el dualismo naturaleza-espíritu. Es en este segundo dualismo histórico donde se inscriben tanto los trabajos de Scheler como los de Légaut. En el caso de Scheler, esto se observa en su libro El santo, el genio, el héroe , donde afirma: La propiedad fundamental de un ser espíritual es su independencia, libertad y autonomía orgánica, de la vida, de todo lo que pertenece a la vida. Y por parte de Légaot esta dualidad se percibe existencial… frente a los lazos y la presión del         en el apartado 4/ Rol de las renuncias y sacrificios en el crecimiento personal, salvar un nivel para llegar al otro, al superior. Se da, pues,  con la irrupción de la antropobiología  una visión unitaria del ser humano y no dividido en dos planos, siendo que  esa unidad ha de venir dada por la propia estructura biológica.

    El tema de la oposición  fue lo típico que ofrecía la fenomenología a principios del siglo pasado.Al realizar la epoché (la puesta entre paréntesis de la realidad siempre contingente) el ser humano se opone a la naturaleza quedándose a solas con el sentido esencial que es el propio y definitorio de la vida del espíritu. Pero esto es lo que resulta sumamente discutible, la división de la realidad humana en naturaleza y espíritu. Fue lo que se propuso superar la Antropobiología que fue para Légaut toda una premonición en cada una de las palabras que con tanta precisión y lucidez ponía en  sus escritos.     

  • M. Luisa

     Siempre tengo a mano los libros de Légaut por lo que me ha sido muy agradable, Antonio, volver a  darle un repaso al capítulo que nos propones. En él, por cierto,  en el proceso de apropiación de este acontecer personal e íntimo, Légaut ve la vulnerabilidad como un impedimento que lo dificulta. Quienes sufrieron los azotes del Dana en Valencia se encontraban en estado inerme, pero no por ello se les ha de considerar seres vulnerables.  Sin pretender ofender a nadie, por ahí iba el sentido de mi réplica en aquel hilo—-

    El sentimiento que una tiene cuando nota que se le tergiversa lo expresado  cambiándole la interpretación, la paraliza.

    Todavía sin dejar  esta cuestión, ya centrada en la lectura del libro     “Llegar a  ser uno mismo. El sentido de la propia vida”
     

    En el punto 3/ Obstáculos y Dificultades en la Apropiación del AcontecimientoLegaut identifica la vulnerabilidad como uno de los impedimentos que dificulta  esta tarea de apropiación de sí mismo. Pero aparece, dice, por las presiones de la sociedad y el poder de las tradiciones religiosas, no porque de suyo la naturaleza humana posea este carácter. Fue precisamente recordando todo esto que había leído de él que quise allí puntualizar. Entonces, todo parece indicar que el   carácter vulnerable de la persona está en relación no con la realidad que nos constituye, sino con nuestras tendencias naturales que están expuestas, como dice Légaut  a las presiones sociales y religiosas .

    Lo dice él mismo   “Estas fuerzas externas, muchas veces, imponen explicaciones simplistas a las experiencias, lo que limita la capacidad del individuo de experimentar una auténtica apropiación personal del acontecimiento.

    -Hay un apartado “La creencia ideológica”  en el libro “El hombre en busca de su humanidad” que para comprender de forma exhaustiva cómo se realiza este acontecer de la apropiación personal  sería fundamental  conocer algunas directrices de aquel capítulo      que la condicionan y la vuelven problemática. Algo de eso hay que salvar aquí en Atrio. No se ha tocado fondo todavía cuando en ocasiones se ha querido distinguir entre creencia y fe. A mi modo de ver, es para  Atrio, como digo, un asunto pendiente. 

    • Isidoro García

         M. Luisa, muy acertadamente pone la atención en las palabras de Legaut, sobre los “Obstáculos y Dificultades en la Apropiación del Acontecimiento. (…) Entre ellos, la vulnerabilidad de la propia naturaleza humana, las presiones de la sociedad y el poder de las tradiciones religiosas”.
            Legaut las considera (…) “Fuerzas externas, muchas veces, que imponen explicaciones simplistas a las experiencias, lo que limita la capacidad del individuo de experimentar una auténtica apropiación personal del acontecimiento”.
            Y llevaba yo unos días, rumiando sobre el tema, relacionándolo con el tema de la idealizada “cordada”, tan grato a Antonio. Sobre si en estos temas avanza mucho mejor el solitario, que los grupitos.
               Por eso ponía yo ayer la cita de Unamuno, “Ponte en marcha solo. Todos los demás solitarios irán a tu lado, aunque no los veas…”. (Ya se ve por donde van a ir mis tiros).
       
             Lo primero que quiero remarcar es que yo el término, “Apropiación del acontecimiento”, lo entiendo como entendimiento, y más aún comprensión, para así depurar nuestro conocimiento de la Realidad, fase fundamental en el camino de madurez humana y espiritual, que son lo mismo.
            (Distingue Consuelo Martín: Entender cosas descifrar símbolos: descifras símbolos del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entender es intelectualizar, teorizar. Es racional y voluntario.
             Pero comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad
      comprender es experimentar la Unidad (de todo, en un sistema).
            Y en ello actúa la mente inconsciente, pues supone integrar nuestros conocimientos en un patrón organizativo arquetípico, o marco de referencia, o sea que es una labor claramente espiritual. Es la “noesis”).
       
             Legaut señala dos obstáculos fundamentales. El primero la cortedad e insuficiencia de nuestra mente, (“la vulnerabilidad de la naturaleza humana”), que tantas veces he señalado anteriormente.
          Y el segundo, la influencia social-cultural, del zeigeist vigente, incluída la ideología religiosa adoptada, que es poderosísima en el creyente, indoctrinado muchas veces, (abusivamente) desde la mas tierna infancia.    
          Y aquí entran los estudios de Matthew Lieberman, que en su libro “Social. Why our brains are wired to connect”, señala el hecho de que los seres humanos estamos cableados para ser sociales.
          Y llega a señalar la idea contraintuitiva, de que “el Yo, algo que creemos muy íntimo y personal, es en realidad un Caballo de Troya del grupo, un programa cargado en nuestro cerebro, que en realidad no trabaja para nosotros, sino para los demás”.
            Porque según Lieberman, “el Yo es un engaño que permite al mundo social entrar dentro de nosotros, y tomar posesión de nuestras mentes, sin que nos enteremos”.
           Eso ya lo decía Nietzsche: “Pensemos lo que pensemos y digamos lo que digamos acerca de su “egoísmo”, la gran mayoría no hace nada por su ego a lo largo de su vida: lo que hacen lo hacen por el fantasma de su ego, formado en las cabezas de los que les rodean y que les ha sido comunicado a ellos”.
           Para él, el sentido del yo es algo construí-do primariamente por las personas de nuestra vida, y el yo es un agente secreto trabajando más para ellos que para nosotros.
              Es claro cómo nos adaptamos a las costumbres y las modas y cómo nuestro gusto se conforma al de la mayoría de la gente.
              Según Lieberman, el Yo existe para que el grupo social, (familia, escuela, país…), suplemente nuestros impulsos naturales con unos impulsos sociales.
               El mundo social imparte una colección de creencias acerca de nosotros mismos, de la moralidad, y de lo que es una vida con sentido.
           Debido a cómo funcionamos, nos enganchamos a estas creencias, como si fueran ideas a las que hemos llegado por nosotros mismos, como un auténtico producto de nuestra voz interior, (lo que es falso).
              No es suficiente para nosotros reconocer los valores y creencias del grupo. Tenemos que adoptarlos como propios, para que sirvan de guía a nuestra conducta.
          (Toda la cursiva anterior es de Pablo Malo, “El Yo es un Caballo de Troya del grupo”).
          O sea que no tenemos un zeigeist, el zeigeist nos tiene a nosotros. Y por principio, se opone a todo pensamiento alternativo y original.
          Por eso es difícil, heroico y cuasi imposible el pensamiento crítico, porque lo primero que precisa es huir de la compañía, excepto que sea también muy alternativa.
           Por eso lo del pensamiento “en cordada”, es un concepto bienintencionado, pero muy irreal. Solo se puede hacer con persona con cosmovisiones muy homogéneas, y por la maldición de las leyes del pensamiento grupal, lo que se consigue es la reiteración, la polarización y el extremismo.
           (Cuando nos juntamos con otras personas parecidas a nosotros, tendemos a reafirmarnos en nuestras creencias y a extremar nuestras opiniones debido al efecto de la influencia social, que lleva a la gente a hacer encajar sus opiniones con lo que piensa el resto del grupo.
          J.A.F. Stoner en 1962, demostró experimentalmente que en la mayor parte de casos, la decisión que se tomaba en grupo solía ser mucho más arriesgada que la que se adoptaba de manera individual.
               En otras palabras, cuando nos juntamos con otras personas parecidas a nosotros, tendemos no sólo a reafirmarnos en nuestras creencias, sino también a extremar nuestras opiniones.
          Y Ash, por otra parte, explicó en los años 50 cómo el pensamiento grupal da lugar a más respuestas incorrectas que el individual por la influencia que las opiniones de los demás tienen en nosotros).
             En los grupos homogéneos, todos inconscientemente vigilan la “ortodoxia” de los otros, y eso nos influye, frenando nuestra libertad intelectual.
       
           Los recientes acontecimientos de Valencia, nos enseñan, que en los momentos de crisis general, se precisan personas, que sepan aislarse y abstraerse del barullo general, y sepan mantener la cabeza fría, para hacer un análisis lúcido y sereno, en medio del caos y el pánico.
            El mayor enemigo del pensamiento, (algo distinto de las ocurrencias), son los medios de comunicación, que constituyen un guirigay que no genera mas que confusión y emocionalidad populista y populachera: filosofía del cuñadismo y de comentaristas de tv.
          Y también exige no pertenecer a una organización sectaria, (partidos políticos o iglesias),  con seguridades de posesión de la verdad, o hacerlo con una cierta distancia y escepticismo. El que vende su alma a Dios, o al diablo, o al camarada secretario general, vende su libertad personal.
           El pensamiento exige aislamiento, soledad, eremitismo, porque siempre el pensamiento es transitar por las fronteras llenas de peligros de extravío, y eso exige plena concentración, y aislarse del día a día, con su barullo y sus discusiones sin fin.

      • Fernando

        Estoy totalmente de acuerdo con este comentario.

        La forma de comprender el itinerario humano procede de la meditación personal, según Légaut, apropiarse del relato querer ganar sin el equilibrio y la reflexión necesaria, triunfar sobre la realidad “real”, crearse un escenario para imponer un alineamiento ideológico, este efecto de intentar crear una nativa ganadora conlleva el riesgo de deslizarse progresivamente hacia la irrealidad, hacia la irracionalidad que puede conllevar al fanatismo.

  • Isidoro García

        Las cosmovisiones personales, o marcos de referencias de la realidad, son el plano que nos hacemos sobre Dios, el mundo y nosotros, en el que colocamos toda nuestra conducta y cultura, (conocimientos más creencias).

      Cuanto más fiel a la realidad, será mejor, pues evitará errores de percepción y de juicio. Pero a veces como siempre en el Universo, lo mejor no es lo óptimo.

       Por ejemplo, si respiráramos oxígeno puro, respiraríamos más fácilmente y con menos esfuerzo, pero sería tóxico para nuestras células.

        Por eso, hay esquemas abstractos de la realidad, que pueden ser más reales, que uno mas esquemático e imperfecto, pero son mucho mas práctico dada la estructura y arquitectura de nuestra mente, que no es un superordenador cuántico, que digamos. 

       Por eso la controversia sobre el deísmo o el teísmo, es estéril. No se trata de una cuestión académica abstracta, e in vitro. Es una cuestión existencial.

        Y por eso, cada uno debe organizarse la cosmovisión que le sea más útil y práctica, para organizarse una vida ordenada y buena. Porque si respiramos oxígeno puro, sentiremos una euforia temporal, pero no llegaremos muy lejos. 

    • Isidoro García

      El teísmo de un Dios personal que interactúa directamente con el humano, es queramos o no una forma de “providencialismo”. Porque se asume que Dios otorga “libertad” al humano para hacer lo que quiera, y seguir o no seguir sus “consejos”.

      Pero eso es un absurdo lógico. En esa interacción, el humano solo puede desobedecer la opinión de “Dios”, si no entiende la situación, si está desubicado, como el que habla con un chino que habla en chino, sin saber chino él.

      No hay una imposición, hay una realidad necesaria, y la realidad, no necesita explicación, simplemente es. Y por eso no cabe desobedecer, es simplemente incomunicación real. (“…Porque no saben lo que hacen”).

      La libertad humana, referente a las relaciones con el Universo, y más aún con Dios, es un bluf, un patético delirio de grandeza de un mono que se viste en Emilio Tucci.

      Por definición, si Dios habla, no hay alternativa: es absoluto. Si hay alternativa, entonces en realidad, eso no es una “comunicación” de Dios.

      “La ciencia ha permitido que las personas cuestionen la idea de que todo lo que sucede responde a una intervención divina” (directa).

       

      El ser humano, lleva dentro de sí, un poderosísimo instinto de búsqueda de sentido de todo. La pregunta que repetimos desde niños, una y otra vez, es “¿por qué?”. Y eso porque nos sirve para hacernos un mapa de nuestro mundo, y saber movernos en él, de la mejor manera posible.

      “Légaut considera esta apropiación como la máxima actividad creativa del ser humano, pues es a través de ella que cada persona da sentido y dirección a su vida”.

      En general aprendemos nuestras creencias y hábitos observando las actitudes de los demás, mas que usando nuestra lógica y razón propias.

      La maduración personal es el momento de abandonar la ficción del individuo como unidad de racionalidad, y hacerla realidad de verdad.

      En la mayoría de los casos somo colectivamente racionales, y solo en algunas muy pocas áreas, somos individualmente racionales. Por eso el proceso de maduración es convertirse en individuos de verdad.

       

      “Procura vivir dominado por una pasión cualquiera. Sólo los apasionados llevan a cabo obras duraderas y fecundas…

            Te consume, una fiebre incesante, una sed de océanos insondables y sin riberas, un hambre de universos, y la morriña de eternidad…

             Ponte en marcha solo. Todos los demás solitarios irán a tu lado, aunque no los veas”… 

      (Míguel de Unamuno, Prólogo de “La vida de Don Quijote y Sancho”).

  • Antonio Llaguno

    Mariano,nadie mejor que tú, que unes tu elevada capacidad de reflexión con el inevitable pragmatismo de los ingenieros para entender mi comentario siguiente.Ayer, en la radio, un ingeniero, catedrático de hidrología de la Universidad de Valencia (Puntera en ingeniería en España) y con no se que responsabilidad en algún órgano consultivo sobre desastres ambientales afirmaba que:
    1) Era predecibe y esperable
    2) Es conocido el problema por la administración desde hace tiempo.
    3) En 2007 (Hace 17 años) ya se hicieron estudios para evitar el riesgo de inundaciones de la Rambla del Pollo (La más dañada) y que no solo son viables sino financiables (No más de 15 millones de euros)… y lleva parado desde entonces.17 años

    Por allí han pasado distintos gobiernos autonómicos (De todos los espectros políticos)  y por España ha gobernado todo aqule digno de gobernar. Y no se ha hecho nada.Antonio mismo lo dice, la reforma que ha librado del desastre la zona centro/norte de Valencia se llevó a cabo después de la enorme riada del 57.

    Sólo espero que estos muertos sean el pago que tenemos que hacer a nuestros responsables políticos (Y disculpadme la crudeza) para que, de una vez, se gasten el dinero que les pagamos todos en lo que hace falta, en vez de en coca, prostitutas, enriquecer a amiguetes, familiares y acólitos o resto de mamarrachadas en que se los gastan, exclusivamente para mantenerse en el poder (O para conseguirlo).

    Aunque eso, no consolará a sus seres queridos.

    • Antonio Duato

      Se han entrecruzado mi respuesta a tu anterior comentaro y este.

      Estoy de acuerdo en los tres puntos iniciales y añado:

      El Plan Sur de Valencia, se ha mostrado muy eficaz sesenta años despues, aunque también haa contribuido a salvarnos a los habitantes de ciudad la suerte de que las mayores precipitaciones [¡hasta 600 por Utiel he leído1] fueron más al oeste (rio magro y rambla del Poyo), que a las tierras del alto Turia.

      Pero cuando en ls primeros años sesenta se proyecto el nueve cauce del Turia se pensó que la izquiera del cauce que protege a Valcia se elevará más que la derecha, para que en caso de enormes avalanchas se derramara el agua hacia la zona rural y la Albufera.

      Pero esa “zona rural” de l’Horta Sur es la que se ha desrrollado enormemente, no dejando espacio aara esas correntías de las reveras, con los grandes pol´gonos y sobre la “pista de Silla” que en los sesenta no se había completado y que ha sido , estoy convencido como un dique enorme para aumenatar el desatre.

      Pero esto es sobre lo que no voy a discutir. Lo que vuelvo a rechazar categóricmente son tus últimas frases atribuyendo todo a las mamarrachadas y ambición de poder del actual gobierno.

      • Antonio Llaguno

        No me entiendas mal, no lo atribuyo al ACTUAL gobierno sino a los gobiernos que han existido desde 2007 que son de todos los colores. Y no solo al nacional, también al autonómico.

        Otra cosa es la opinión que me merezca el comportemiento de cada personaje que actue en esta historia, en la que es evidente que no nos pondremos de acuerdo y en la que respeto, aunque no comparto tu criterio.

    • mariano alvarez valenzuela

      PRAGMATISMO: Preferencia por lo práctico y útil, poniendo criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida
      Como ingeniero bien sabes querido colega que en la dinámica de sistemas intervienen cuatro niveles estructurales: El político, el estratégico, el táctico y el operativo y que todos ellos a su vez replican en sus propias dinámicas particulares. Esto nos evidencia que todos han de estar integrados en un orden de armónico para que no se rompa la integridad de dicho sistema.
      El pragmatismo es como la energía que debe alimentar a todos esos niveles desde el primero al último, en una dinámica de retroalimentación positiva. En una dinámica de vasos comunicantes en la que todos deben percibir, sentir y padecer las mismas consecuencias.
      En la situación actual de esta catástrofe fluvial se ha evidenciado que la dinámica no era la de vasos comunicantes, no todos los niveles han percibido, sentidos y padecido la misma presión no solo física (fluvial), sino también moral, y por tanto las mismas consecuencias.
      Traslademos este símil al dinamismo de una sociedad democrática como ayer contestó el rey a un ciudadano que reclamaba la necesidad de barrer a estos políticos, respondiéndole que estamos en una democracia zanjando así la cuestión. Respuesta que queriéndolo decir todo, para mí se quedó como suspendida en el vacío, y me pregunto: ¿En una democracia de vasos comunicantes o estancos?
      Pero me hago muchas más preguntas que siempre me llevan al símil hidrodinámico de los vasos comunicantes. Nadie escapamos de este dinamismo trágico actual, nadie escapamos de ser responsables, por muy fuerte y despiadado que esto parezca, y en especial porque no vemos más allá de la contingencia del acontecimiento y es por ello que ya en mi primer comentario al anterior artículo que nos presentó A. Duato, expuse el gran olvido de la dimensión espiritual y trascendente que el propio A. Duato nos regala a través de la palabra de M. Légaut, palabra profunda e íntima y muy alejada de todo gregarismo y sectarismo racional.
      El olvido del ser humano por el propio ser humano al quedar reducida su existencia a simple contingencia, rompe la integridad del dinamismo democrático.
      Veamos a partir de ahora el dinamismo del sistema judicial cómo responde a este trágico acontecimiento para intentar compensar lo imposible de compensar. Lo tiene muy difícil, va a encontrar muchos más escollos en su fluir que los que la naturaleza le ha puesto al líquido elemento, pero recordemos que la propia naturaleza ha sido forzada a cambiar su morfología por el escollo humano, y lo peor del caso es que este ser humanos se ha empeñado enecharle la culpa al cambio climático que él mismo dice haber provocado…
      No era mi intención extenderme tanto, pues es más lo que no digo que lo que digo, pero como se dice: “A buen entendedor le sobran las palabras” pero soy valenciano y estoy c…….
      Gracia Antonio por darme la oportunidad de decir lo que he dicho. Estoy seguro que me entiendes.

  • Santiago

    La participación activa nuestra, no sólo aceptando el hecho, sino  “al apropiarnos  del acontecimiento”, no excluye que Dios sea inmanente y providente. Dios actúa como Dios -no como simplemente humano- penetrando toda la Realidad y fundamentando toda la Existencia. Y no abandona Su criatura sino que Su providencia ayuda y promueve nuestra libertad y actividad para nuestra salvación Dios crea la libertad y nos sigue dentro  de ella proporcionándonos gracia suficiente para que podamos encontrarle a El, meta final y ultima gol del ser humano.

    Es porque Dios trasciende toda realidad por la que ve “las últimas causas y efectos” de toda nuestra actividad libre y actúa conforme a Su plan salvífico para cada ser humano, que puede ser diferente al nuestro, pues Dios escapa a nuestras limitaciones humanas ya que nosotros NO somos Dios sino que nuestra vida en El es solo por “participación”…y no por derecho propio.

    Un saludo cordia
    lSantiago Hernández   

    • ana rodrigo

      Apreciado Santiago, he leído varias veces tu comentario y no soy capaz de entender nada, por ejemplo, dices: “que Dios sea inmanente y providente.” “Y no abandona Su criatura sino que Su providencia ayuda y promueve nuestra libertad y actividad para nuestra salvación Dios crea la libertad y nos sigue dentro  de ella proporcionándonos gracia suficiente para que podamos encontrarle a El, meta final y ultima gol del ser humano.” Es como si hablases de dos realidades, paralelas, cuando lo necesitas en tu argumentación, o insertas a Dios en todo no que pasa y nos pasa, cuando quieres justificar que nosotros somos como marionetas en su voluntad y su designio divino. 

      Para determinado tipo de fe en Dios, todo lo que nos ocurre es porque Él lo sabe y sabe cual es nuestro bien. Hablas de la libertad dada por Dios, pero ¿por qué, según esta creencia, hay inundaciones, volcanes, terremotos o tsunamis que provocan tanto dolor sin intervención humana? Porque en estos acontecimientos no interviene la libertad humana y, en cambio, los seres humanos son las víctimas. interviene nuestra libertad, la nuestra que no es la de Dios, en la solidaridad, en la ayuda, en la generosidad, en el amor en todas sus facetas. En este mundo (nadie sabe si existe otro), el primer mandamiento es amar al prójimo al que vemos, porque a Dios nadie lo ha visto. Esta idea ya la dijo San Juan hace dos mil años. Yo pienso que mezclar cosas visibles y tangibles como el dolor y el sufrimiento, con la voluntad de Dios, sea Dios lo que sea, lo que crea son ateos en casos como del que hablamos en Valencia. Y no sé qué porcentaje de voluntari@s  lo son por voluntad de Dios. El sentido del bien, es innato en el ser humano y, aquí sí, interviene la voluntad para ejercerlo o no y, no creo que ni los primeros ni los segundos estén pensando en Dios, sino en el/la herman@, quienes hacen el mal ni se lo plantean, es la naturaleza humana. 

      Un saludo cordial.                                                                                                                                                                              Perdona si te ha molestado algo de lo que he dicho, pero, al igual que tú, yo expreso lo que pienso

      • Santiago

        Gracias. No me molesta para nada tu comentario, al contrario, me das la oportunidad de seguir en el tópico. Y tienes todo derecho a tu opinión. Coincido contigo en que Dios es Amor y lo esencial es la caridad con Dios y el prójimo.

        Pero la libertad es también parte de la esencia divina. Y se extiende no solo a nosotros sino a todas las cosas de la Creaciòn. Pero la libertad implica cambio, imperfección e indeterminismo. Quiso Dios dar libertad a todo lo creado como El mismo que es infinitamente libre y no nos quiso hacer robots, para que libremente le encontráramos, y tampoco quiso a las cosas imprimirle uniformidad sino variedad aunque implicara defecto o desorden..imperfección

        Las razones de Dios y Sus caminos no son las nuestras…Dios solo permite el mal -dentro de la libertad- para obtener un bien. Es claro que El ve las últimas causas y efectos desde su eternidad y nosotros sólo las próximas desde nuestra temporalidad de unos pocos años de vida…El busca nuestro mayor bien  que es la salvación eterna aunque tengamos que pasar por el dolor y la tribulación. No lo entenderemos aquí, sólo en la otra vida.

        El sufrimiento no tiene sentido desde el punto de vista humano. Pero no así a los ojos de Dios que ES capaz de transformar todo sufrimiento y dolor en Su Amor Misericordioso.

        Nosotros los cristianos que tratamos de seguir  a Cristo en las alegrías y en las penas, esperamos en El para que nos acoja también en Su Gloria eterna.

        Un saludo afectuoso

        Santiago Hernández

         

         

         

         

         

         

         

         

         

  • ana rodrigo

    Querido Antonio, no te puedes imaginar lo que te comprendo en tu situación anímica, hasta yo, que no he vivido tan de cerca en esos lugares y con tu gente, me cuesta mucho desconectar temporalmente, pero, creo que lo necesitamos mental y anímicamente. Un fuerte abrazo.

    Me veo identificada con el sabio escrito de Légaut, pero, creo, que la cuestión en un poco más compleja, porque jugamos con la ecuación de cada individuo (“cada persona es un mundo” se dice) y cada acontecimiento son casi infinitos en sus variables. La cuestión, por tanto, no es tan sencilla.

    Un cerebro sano, una persona,  educada, instruida, con formación, etc., en una cultura que hace posible su madurez como objetivo básico,  con capacidad de analizar, reflexionar y apropiarse de determinados acontecimientos, lleva a lo que dice Légaut, a aprender a vivir y crecer espiritualmente desde su propia opción y decisión, a sobreponerte a lo que nos viene de fuera. Esto es lo ideal. Pero hay algo que llamamos “suerte” que no sé de qué depende y nos “vuelve loc@as”. 

    Ayer escuché a una periodista valenciana de la Sexta, muy conocida y seria profesionalmente, que se llama Loreto (no recuerdo el apellido) y decía que sentía culpabilidad de sentirse feliz porque a ella y a su familia no les había pasado nada grave, y que, al lado de tanto sufrimiento ajeno, se sentía destrozada, supongo que os pasará a muchos, como es tu caso, Antonio. Me imaginaba, en ese momento, a quienes han perdido absolutamente todo, por supuesto a un@ hij@, a unos padres, etc. etc., uff, qué fuerte.  Dice otro refrán que “Dios no nos mande lo que podemos aguantar”, pero yo creo que hay muertos en vida, que es imposible llevar una vida recuperable, llegando casi a vegetar cuando ocurren tantas desgracias juntas.

    Otra cosa es superar problemas habituales, aunque sean graves, y que esta vivencia nos hagan crecer, creo que es posible, la vida es un libro abierto para quien pueda y sepa leerlo. Y, personalmente, así he vivido mi vida, superando, hasta ahora, muchos y graves problemas personales y familiares de esos que nos pasa a mucha gente, y me han servido para superarme, afortunadamente, porque me ha sido posible. Pero no me quito de la cabeza a las víctimas de la DANA de Valencia y otros lugares, que, junto al dolor, sufren la rabia de que se hubiesen amortiguado algunos problemas en alguna medida con una mejor gestión de algunos responsables políticos, como el mismo president de la Comunidad, que ha demostrado ser un incompetente en su gestión como político. Dolor y rabia… A mí, me resulta imposible entrar en el interior de este tipo de víctimas. Espero que les proporcionen ayuda sicológica. 

    La presencia en la calle de las tres mayores autoridades del Estado hoy, ha demostrado que la gente no quiere su presencia, sino su gestión   

  • Juan A. Vinagre

    -Solo un breve comentario al hilo de tu exposición, amigo A. D. Esa exposición, además de un concepto más positivo del ser humano -co-creador-, sugiere una esperanza en el futuro, y al tiempo una gran confianza. Pese a tanta oscuridad -que se reconoce y admite como algo lógico e inevitable-, esa confianza apuesta por la Esperanza. Sin ella el Cosmos y el hombre-mujer espiritual – sí, espirituales- carecerían de sentido. Y, en mi opinión, lo que no tiene sentido es un absurdo inaceptable.-

    El sufrimiento como medio de crecimiento…, vale; pero a mí me gusta más hablar de “poda” bien hecha para crecer y madurar personalmente, correctamente. Y una vez ya crecidos y robustecidos,  aceptar y soportar mejor las adversidades, inevitables para los encarnados en materia. Con una buena poda será posible la madurez psíquica, la armonía interior que tiene un nombre muy evangélico: Paz íntima, tan arraigada en uno que nada -o casi nada- le perturba.-En este contexto, el primer libro de la revelación es el Cosmos y la intimidad de cada uno. No las Escrituras posteriores.

    -Termino con una “posdata”: Después de Navidad y Resurrección, la fiesta que me parece más grande es el día de la Esperanza, el “Día de todos los santos”, y con él el recuerdo de nuestros antepasados más próximos, que también participan de la fiesta de todos los santos. Por eso reitero: En estos dos  días se celebra la fiesta de la Esperanza.  Creo en la Esperanza y no soy capaz de aceptar el absurdo del sinsentido.-Si lo permiten y no suena mal, hoy parece bueno terminar con un  saludo a todos los santos y santas, aunque alguien no vea claro su futuro. (“Santo” significa “dedicado a”… encontrar sentido último.) 

    • oscar varela

      Hola Juan!

      ¿De dónde sacas que
      (“Santo” significa “dedicado a”… encontrar sentido último.)?

      ¿Qué hacemos con “SEPARAR“:

      Etimología. Del latín sanctus, participio de pasado pasivo de sancire (“sancionar”), quizás del protoindoeuropeo *sek- (“separar“).

      ¿Y el verbo latín: “segregor“?

      Gracias!

      • Juan A. Vinagre

        Te respondo, Óscar: En el latín que me enseñaron, -santo de “Santior”-, es una acepción más de las distintas que pueden atribuirse. “Dedicado a…”, al servicio de Dios, no solo a buscar sentido…, por si prefieres esta última “dedicación”. Lo encontramos cada día en un buen diccionario: Muchas palabras tienen varias acepciones. Gracias a ti, también por leerme.

        • oscar varela

          Cinco puntos problemáticos de la democracia contemporánea.

          Por Jorge Alemán

          1. La extensión del capitalismo
          – se expande sin tener en cuenta la destrucción de los recursos naturales.
          – comparece entre nosotros como un infinito monstruoso:
          – la naturaleza y la vida en el planeta revelan su finitud agónica.

          2. La clásica relación entre el Capital y el Trabajo
          – ha sido sustituidos por la fábrica de “endeudados”.
          – Los amos se han vuelto invisibles y
          – pertenecen a las grandes compañías tecnológicas
          – de las cuales, de un modo u otro, todos somos usuarios.

          3. El temple de ánimo apocalíptico,
          – impide un mito del futuro que genere entusiasmo
          – y se oponga a la resignación frente al derrumbe.

          4. La omnipresencia de las guerras actuales
          – que acontecen sin declaración previa, sin comienzo ni final,
          – se presenta como el comienzo del camino a la autoextinción.

          5. ¿Cuál sería el sujeto político nuevo ,
          – que cruce la línea de este nihilismo?

          • Juan A. Vinagre

            Estoy muy de acuerdo contigo y con Jorge Alemán, al que citas, Óscar. Solo adjuntaría una “añadidura” al punto 4: La omnipresencia de las guerras puede servir -espero que sirva- para entrar en razón. Entrar en razón que equivalga a recobrar la vista, a rectificar ese posible camino a la extinción, y sirva para corregir nuestros errores pandémicos, para rectificar y renovar al homo sapiens y crear una nueva sociedad, más humana. Creo -y espero- que el ser humano entre en razón y, más consciente de los dioses ídolos que adora, rectifique y renazca. Espero que este renacimiento de los que adoran ídolos no tarde… Y espero también que la iglesia clerical se convierta al Evangelio, que comentan Olga y Salvador Santos.

    • oscar varela

      USO – Gracias!

      Se dice -y con razón-, que los argentinos cuando nos acontece (magnífico vocablo) un inconveniente lo solucionamos ‘a medias’: “LO ATAMOS CON ALAMBRE”, como que tuviéramos la sensación de que “ya va a pasar” (lo ‘líquido‘ de Bautman es un casi-plagio)

      Yo no sé si M. Légaut tuvo conocimiento de J. Ortega y Gasset (17 años anterior a Légaut) pero, creo, que hubiera coincidido con él cunado escribió (Marcel tenía 14 años):

      “La absorción de su circunstancia es el destino concreto del hombre”

      “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”

      Estimo que nos hubiera ahorrado grandes elucubraciones “espirituales” si se hubiera enterado.

      Estimo, además, que no habría que andar “profundizando” tanto  en Jesuses y dioses de hace 2000 años, cuando luego de ese tiempo nos llega -por más contaminado que lo hayamos heredado-, a través de los modos y costumbres de la Sociedad en que “nos movemos, existimos y somos”. (los argentinos y Sur/Americanos un tanto nada despreciable: colonizados luego de ser conquistados)

      Gracias!

    • oscar varela

      ¡Hola Juan!
      Te leo en: Juan A. Vinagre 03/11/2024, 10:50 am

      “CREO -y ESPERO- que el ser humano ENTRE EN RAZÓN y,
      – más consciente de los dioses ídolos que adora, RECTIFIQUE Y RENAZCA.
      – ESPERO que este RENACIMIENTO de los que adoran ídolos no tarde…
      – Y ESPERO también que la iglesia clerical SE CONVIERTA al Evangelio.”

      Ok!

      “CREER – ESPERAR – ENTRAR EN RAZÓN –
      – RECTIFICAR Y RENACER –
      – ESPERAR – RENACER-
      – ESPERAR – CONVERTISE”

      ¿Qué perspectivas del horizonte concreto actual
      hay para “fundar” tal profusión de verbos?

      Gracias!

  • mariano alvarez valenzuela

    Respondo aparte lo para que no se amontone lo que digo, ya que parece que soy el primero en opinar sobre este artículo. No se si tendré que esperar a que esto aparezca para enganchar.u 

    • mariano alvarez valenzuela

         Solo nos acordamos de Sta. Bárbara cuando truena
      En la iglesia se San Juan del hospital, en Valencia, se encuentra la columna en donde fue martirizada Santa Bárbara. Esta reliquia fue traída a la propia ciudad de Valencia por la emperatriz Constanza Augusta de Grecia, y en la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia) se encuentra una falange del dedo de la Santa, traída desde Roma a Moncada, por Vicente Ferrer Escrivá, sacerdote y natural de esta ciudad.
      Es muy recurrente en nuestro rico refranero la expresión de: “Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”, a la que se acude para cuando dejamos todo para última hora y luego nos quejamos.
      En estos momentos trágicos y estruendosos supongo que a muchos les sonará y resonará la citada frase.
      Este “acontecimiento” que no es nada novedoso, pero sí muy representativo de la pereza y la desidia de todos, tanto a nivel institucional como personal frente a su prevención, nos debe llevar a reflexionar sobre la forma y el fondo de hacer frente a tales acontecimientos.
      Hasta aquí es donde había llegado para empezar a compartir mi reflexión ante tan trágico acontecimiento que como valenciano me” inunda” como una riada interior, que me ahoga sin dejar de ahogarme y que no sé qué es peor, pero se me ha cruzado esto que nos ofrece Antonio con el testimonio de lo que dice Légaut de cómo afrontar todo “acontecimiento” en la vida, y que lo explica mucho mejor de lo que yo pudiese decir.
      En todo acontecimiento de la vida, por simple y pequeño que sea se dan la mano las dos dimensiones del ser humano, la contingente y la trascendente, material y espiritual. Tanto una como la otra precisan ser tenidas en cuenta y todo esto lo expresa Légaut mucho mejor que yo. Invito a todos a meditar las oportunas palabras que Antonio nos regala de su amigo íntimo. Amigo que vive en él y que él le corresponde a su vez dándole vida para nosotros. António y Légaut se nos ofrecen juntos también parar darnos el sentido de la vida (que es mucho más que la  propia vida), ante este trágico acontecimiento para que no quede en mera contingencia.
      El resumen que hace La IA es sorprendentemente sugestivo.
      Gracias Antonio
       

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