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Una mujer presidenta de Estados Unidos: ¿un nuevo femenino?

La posibilidad real de que una mujer, Kamala Harris, vaya a ser presidenta de la potencia imperial, Estados Unidos de América, representaría un novum en la historia de aquel país y un paso adelante en la relación entre los géneros.

Los USA, independientes desde 1776, han tenido 44 presidentes, todos hombres y ninguna mujer. Como ya han señalado otros, muchos ven al presidente exclusivamente como el jefe de las Fuerzas Armadas, el que puede usar el teléfono rojo y apretar el botón para desencadenar una guerra nuclear. Pocos lo consideran el promotor del bien común, que es dejado a la propia sociedad, de tendencia privatista, pero con un sentido comunitario muy fuerte.

Por eso los USA viven haciendo guerras por todas partes. Prácticamente todos los presidentes, incluido Obama, creen estar imbuídos del “destino manifesto”, la creencia (imaginaria) de que los Estados Unidos han sido ungidos como “aquel nuevo pueblo de Dios con la misión de llevar la democracia (burguesa), los derechos humanos (individuales) y la libertad (del mercado) al mundo”.

Desde el triunfo del patriarcado en el neolítico, surgido hace diez mil años, con la formación de pueblos y de la agricultura, las mujeres han sido relegadas siempre al ámbito de lo privado. Y eso aún cuando se sabe, que antes, hace veinte mil años, existió el matriarcado, formando sociedades igualitarias, integradas con la naturaleza y profundamente espirituales.

El patriarcado, el predominio del macho (machismo) ha sido uno de los mayores errores de la historia humana. Se atribuye al patriarcado el tipo de Estado que tenemos, la creación de la burocracia y de los impuestos, la introducción de la guerra, la violencia como forma de resolver problemas, la apropiación privada de tierras, la generación de desigualdades y de todo tipo de discriminaciones. Adquirió su configuración más expresiva con el capitalismo, en sus distintas formas, con la inmensa tasa de iniquidad social que lleva consigo.

En todo ese proceso, las principales víctimas han sido las mujeres junto con los despojados de fuerza y de poder. Desde entonces, el destino de la mujer, en términos histórico-sociales, ha sido definido a partir del hombre que ocupaba todo el espacio público.

Pero lentamente, a partir del siglo XIX en Estados Unidos, las mujeres han ido ganando conciencia de su identidad y de su autonomía. El movimiento feminista fue creciendo, se hizo activo en prácticamente todos los países y ocupó los espacios públicos. Entraron en las universidades y, calificadas, las mujeres introdujeron en el mercado de trabajo sus valores singulares (no exclusivos) como mujeres: más dadas a la colaboración que a la competición, propia de los hombres, más cuidado, más flexibilidad, más capacidad de manejar la complejidad, más sensibilidad humana, más corazón, y más abiertas al diálogo, poniendo límites al autoritarismo machista y patriarcal.

En una palabra, trajeron más humanidad a un mundo racional, rígido, competitivo, eficientista, marcado por la voluntad de poder como dominación: el mundo de los hombres. Ellas, por su naturaleza, representan más bien el deseo de vivir, de cuidar y de relacionarse. En un lenguaje junguiano, enriquecieron con su ánima el mundo del animus.

Aún así, la lucha a favor de la igualdad de género dista mucho de estar plenamente asegurada. Sólo en 1920 las mujeres conquistaron en Estados Unidos el derecho al voto. En Brasil en 1932, siendo hoy el 52% del electorado. En las 500 mayores empresas norteamericanas sólo tres mujeres ocupan la función de presidente (CEO). En las demás empresas sólo el 11,8%. En Brasil es un poco más: el 17% de ellas son presidentes de empresas.

Incluso dentro de las limitaciones impuestas por el patriarcado dominante en el mundo, muchas mujeres han llegado a ser jefes de Estado: en Alemania, en Inglaterra, en Brasil, en Argentina, en India, en Liberia, en Bangladesh, en Túnez, en Etiopía, en Tanzania, en Canadá, en Chile, en Costa Rica, en Honduras, en Panamá, en Corea del Sur, en Filipinas, en Indonesia, en Israel, en Nepal, en Eslovaquia, en Estonia, en Finlandia, en Grecia, en Hungría, en Irlanda, en Portugal, en Nueva Zelanda y en otros países.

Ahora surge la posibilidad de que una mujer mestiza, Kamala Harris, llegue al centro del poder imperial como presidenta. Significaría el empoderamiento de la identidad y de la autonomía relacional de las mujeres.

En este contexto, cabe citar una frase del Fondo de las Naciones Unidas para la Población en 2001: La raza humana viene saqueando la Tierra de forma insostenible y dar a las mujeres mayor poder de decisión sobre su futuro puede salvar al planeta de la destrucción”. No se habla de simple participación sino de decisión.

Con su capacidad de decisión se refuerza significativamente la gestación de un nuevo paradigma: el de la reciprocidad, el de la mutualidad entre el hombre y la mujer. Surge el andrógeno: el ser humano nuevo, el hombre rescatando su dimensión de ánima, con la ayuda de las mujeres, es decir, la capacidad de ternura, de entrega sin reservas, de sensibilidad cordial, junto con su dimensión de animus. La mujer desarrollando su animus, es decir, su capacidad de iniciativa, de creatividad, de inteligencia operativa, de dirección junto con su ánima se vuelve una fuerza histórica significativa.

De esta forma se recupera la verdad que el mito antiguo quería expresar: el ser humano andrógeno, un ser completo, cada uno portador, en grado propio, de ánima y animus. Sucede que ese ser uno y andrógino fue cortado por la mitad. Surgieron el hombre y la mujer, pero separados. Sin embargo, en su inconsciente profundo, están siempre buscándose. Una fuerza de atracción busca unirlos y restaurar la unidad primera.

La ancestral guerra de los sexos y de las políticas opresivas y represivas de los géneros serían progresivamente superadas. Políticamente la mejor forma de caracterizar ese avance civilizatorio sería la democracia participativa, socio-ecológica, en la cual el hombre y la mujer de forma cooperativa y solidaria construirían un mundo nuevo. Este responde a los anhelos más profundos de la psique humana. El reengendramiento del hombre que sólo se realizará a partir de lo nuevo femenino, como fuerza socio-histórica.

El hecho probable de que una mujer, Kamala Harris, se convierta en la presidenta del país más poderoso del mundo, representaría un paso decisivo hacia un nuevo paradigma de cooperación entre los sexos, incluyendo también a la naturaleza, de la cual ambos son parte. Es lo que se espera para el futuro, en el caso de que este todavía pueda existir.

*Leonardo Boff ha escrito con Rose Marie Muraro el libro Femenino & Masculino: una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias, última edición 2024.

Traducción de Mª José Gavito Milano

4 comentarios

  • carmen

    Exactamente. Como los varones. Bueno, más difícil. Por eso creo que es importante la gente de la que se rodee. Aquí he leído que una vicepresidenta seria demasiado, no leí nada opuesto a esa opinión. Creo, sin embargo, que hubiese sido una buena idea. Claro, el artículo no era de Boff.Hasta ahora nos han considerado una posesión, más o menos valiosa,  pero una posesión. Al llegar la educación universal, a niños y niñas, las cosas han cambiado. Lentamente, y también irremediablemente. Y recuerdo que los cambios empezaron en La Vieja Europa.Y muchos varones no ponen ninguna objeción. Saben el talento que se ha dilapidado. Las ideas cambian.

    En cuanto a mi Religión, para mí es agua pasada. Han perdido la batalla en este asunto . Dos mil años en toda la Historia de los seres humanos, no es mucho y ahora los tiempos van mucho más rápido, el Tiempo es relativo.

    Porque La Realidad se impone. La Verdad no sé, pero la Realidad, manda.

  • ana rodrigo

     Dice Boff que el machismo ha sido el mayor error de la humanidad y que  “se atribuye al patriarcado el tipo de Estado que tenemos,…….” A partir de esta afirmación y confirmándola, queda claro, que si el poder ha estado en manos de hombres solamente, es obvio que la configuración de la sociedad ha sido cosa de los hombres y la religión, también cosa de hombres. Empiezo por ésta última, porque no sólo ha sido la base de la sociedad, sino la condición específica de las mujeres en nombre de Dios. Dejando claro que Jesús, en este tema, hizo lo contrario de la religión de su tiempo. Pero, una vez muerto, muy pronto aparecieron los hombres para olvidar este aspecto y hacerse cargo ellos de todo lo sagrado, incluida la voluntad del mismo Dios. 

    1:_Veamos un poquito de historia. Desde los restos arqueológicos del Paleolítico y todos los primeros escritos sumerios o babilónicos de las tablillas, deducimos, en el primer caso, y afirmamos en el segundo, que durante miles y miles de años las diosas fueron eso, femeninas, y las sacerdotisas fueron mujeres.

    2.- Los primeros escritos levíticos, atacan constantemente los principios del culto a la Diosa. En una de las numerosas tablillas, refiriéndose a la diosa, se dice, “la madre creo el cielo y la tierra….” Y también: “ensalzad a la diosa todopoderosa”. También se dice que la diosa creó al hombre y a la mujer por parejas. 

    3.- Cuando apareció la religión masculina, Yahvé creo creo el cielo y la tierra, y creo primero al hombre a su imagen y semejanza, y del hombre, sacó a la primera mujer para cubrir su soledad, ese fue el deseo divino, que las mujeres sirviésemos al hombre en sus necesidades. Ahora bien, los escritos dejan claro que la primera que comió del fruto prohibido, fue la mujer. Todas estas tradiciones hebreas tomaron forma por escrito en torno a mil años a.C. Mientras tanto siguieron las religiones femeninas, hasta que el cristianismo las persiguió y las eliminó. 

    No es el lugar de recopilar los escritos del AT contra las mujeres y su pena de muerte cuando no cumplían las leyes hechas por los hombres o los escritos del NT que mencioné el otro día y han fundamentado el papel de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad. Muchos años después existió la brujería…. y que ninguna rechistase, eh?.  En cambio, en el evangelio, recordemos el relato de la mujer adúltera y como ante la interpelación de Jesús cómo todos los hombres que la condenaban, se dieron por aludidos y huyeron; ellos sí podían ser adúlteros. “Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.” Jn. 11,5.

    4.-El resto de la religión masculina desde el Dios hasta el último clérigo, toda ella ha sido cosa de hombres.

    Y, 5.- Las religiones han configurado las sociedades siempre, somos el resultado de ellas, en concreto las tres grandes religiones del libro.

    Comentando el texto de Boff, digo lo siguiente, por el hecho de que gobierne una mujer, no tiene que ser todo mejor, Carmen ha mencionado algunas mujeres que fueron presidentas de gobierno, y lo hicieron igual que los hombres, unas mal y otras bien, como los hombres. Otra cosa es la lucha por el feminismo para que las mujeres puedan influir en la sociedad al igual que los hombres, tenemos las mismas posibilidades y las mismas capacidades, cda cual en lo suyo. Que no se nos prohiba o que no se nos impida, y ya está. Las mujeres no pedimos favores, exigimos nuestros derechos de igualdad.

    Sobre las cualidades que se nos atribuye a las mujeres, como la entrega sin fin a los demás, yo diría que, si esto es cosa de mujeres, que los hombres se pongan las pilas, pues no saben lo que se pierden. 

    Y finalmente, además de que las mujeres hayamos sido las víctimas del machismo por privarnos de nuestros derechos, también ha sido víctima la sociedad por haberla privado de la aportación de la mitad de la humanidad.

  • carmen

    Pues si sale elegida presidenta de EEUU, veremos cómo lo hace. De momento ha llegado a candidata. No es poco. A lady Clinton no la dejaron llegar. Y salió elegido como candidato  Obama que fue presidente durante ocho años, tampoco estuvo mal el primer presidente de EEUU negro.Su mujer, posiblemente llegue a ser candidata alguna vez. Veremos, o verán.

    En Europa ya hemos tenido presidentes de gobierno o primeros ministros mujeres. Y no siempre han gustado demasiado. A la señora Thatcher, le llovieron las críticas. Muy dura. Durísima. Neoliberal a tope.A la señora Merkel, también. Pero menos. Otra historia.Y ahora creo que está Meloni en Italia.Y nos hemos librado momentáneamente de la señora Le Pen en Francia , por los pelos, que se dice por aquí.

    Quiero decir que ser Mujer no es   garantía de nada. Un trabajo en equipo de mujeres, posiblemente sí.A Europa le interesa mucho lo que suceda en EEUU.Y ya que hablo de mujeres, hay algo que no logro entender. La señora Roosevelt, que aunque estuvo casada con el presidente de EEUU, el de la segunda guerra mundial, ella también se apellidaba Roosevelt por familia, fue una luchadora enorrrrrme por los derechos de La Mujer en EEUU. A varios niveles. Y , sin embargo, no la oigo nombrar nunca. Y me sorprende.