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Un debate de verdad

Anoche pudimos asistir los españoles a un debate serio en la televisión pública. ¿Porque, incomprensiblemente, no asistió el embarralotodo? Tal vez. Yo, que lo seguí con gran atención, coincido fundamentalmente con este comentario de Daniel Besteiro. No creo que este periodista gallego provenga de El Pueblo ni de El País, aunque su ideología parece estar en sintonía con su apellido. Lo que importa es lo que dice y cómo lo dice. ¿Qué os parece a vosotros, sobre todo quienes visteis el debate? AD.

Feijóo perdió el debate al no ir, pero así tuvimos uno de verdad

Por Daniel Basteiro,

Y, al final, sin que hubiera excesivas expectativas, un debate. No sólo un debate electoral sino un debate público, en la radiotelevisión pública, la de todos los ciudadanos llamados a las urnas el 23 de julio.

El debate de RTVE es una valiosa lección. Para aquellos que creen que la mejor manera de ganar es embarrándolo todo. Para aquellos que interrumpen todo el rato con mentiras. Para aquellos que defienden un boicot a la televisión pública porque dicen que está manipulada y no es neutral. Para los medios que consideran que cuanta más sangre, mejor televisión. Hay otra manera de hacer las cosas: se llama debate público de calidad.

Reconozco que no me lo esperaba, tan acostumbrados como estamos a la política viscosa, pero ahí estuvo, con dos modelos antagónicos de país expresados con respeto en las formas. ¿Qué daño podría hacer un debate a cuatro entre las dos coaliciones de gobierno posibles para este país? ¿Quién podría negarse a participar en un debate así y con qué justificación que no sonara a burda excusa?

La respuesta es evidente: Alberto Núñez Feijóo. Y, paradójicamente, gracias a su plante, que fue en sí misma una derrota, pudimos presenciar un debate que merece tal nombre y que Abascal supo aprovechar de cara a los suyos a dos días de que acabe la campaña. Su radicalidad ideológica quedó patente, pero se guardó la agresividad formal de otras ocasiones y de otros portavoces de Vox. Jugó a hablar casi en voz baja para no dar miedo, para parecer hasta moderado sin mucho menos serlo. Ese es el juego habitual de Feijóo salvo en el cara a cara de la semana pasada, en el que buscó un golpe de efecto seco y violento.

Me parece una evidencia que lo que dijo el líder de Vox, y cómo lo dijo, podría haberlo firmado de pé a pa el líder del PP. No en vano, Feijóo pacta con la ultraderecha todos los gobiernos que puede. Lo que les separa no es una aversión ideológica sino la fría lucha por el poder y por imponerse el uno al otro. Abascal trató de liderar la derecha para evitar perder votos en favor del PP y, evidentemente, la ausencia de Feijóo se lo facilitó.

¿Qué tuvimos enfrente? Una coalición con matices, pero en armonía. La visualización clara de una coalición mejor avenida y que dará menos disgustos a la izquierda si el domingo revalida el poder. Un proyecto de gestión, algo que quedó muy patente, y una propuesta en positivo para el futuro, que aprendió de los errores.

Vimos también a una Yolanda Díaz que por fin tuvo un momento de gran exposición y protagonismo en esta campaña, que estuvo firme e hizo propuestas, como había prometido. Por fin se habló de la emergencia climática, de las olas de calor o hasta la salud bucodental y la fisioterapia. Y a un Pedro Sánchez institucional, con los datos que no fueron audibles en el cara a cara, que simultanea jornadas maratonianas en Bruselas con una campaña mientras Feijóo se esconde y, ya es mala suerte, le da un tirón en la víspera del debate a cuatro al que debiera haber acudido.

Vimos dos alternativas de gobierno: una que funciona, perfectamente engrasada, y otra que ni siquiera es capaz de comparecer junta, pero que coincide en sus postulados fundamentales y que si suma, gobernará.

El debate dejó claras las dos alternativas. Sin truquitos, sin la primacía de encuestas que poco menos que rebajan el valor de las urnas, sin teorías contra el espíritu parlamentario y constitucional de la lista más votada.

Es la hora de dar un paso adelante. En público, en la pública, hay quien se atrevió. Y hay quien no. Por algo será.

20 comentarios

  • Juan A. Vinagre

    Solo decir que comparto el artículo de Daniel Besteiro, no por su origen sino por su argumentación. Pude ver el debate a tres, más respetuoso, más humano que el primero a dos. ¿Por qué no asistió el candidato del PP, Sr.Feijó? No lo tengo claro y por eso me pregunto: -Porque con el primero se le acabó el chorro de ideas envueltas en medias verdades y/o mentiras?  (Pedro no siempre fue veraz, aunque no embadurne tanto. A mi juicio, las interrupciones de éste se debieron a que no resistía el enfoque agresivo y mendaz de Alberto…) 

    -Pedro no supo prever y desmontar este enfoque…? 
    -No valoró esa faceta agresiva de Alberto? 
    -Con su entrega a la presidencia europea le faltó tiempo para prepararse mejor? 
    -El ser veraz debe ser muy difícil para los políticos de hoy y de ayer…? 
    -O rehusó asistir al debate porque quería que, solo, se quemase Santiago Abascal y así atraer votos de VOX? etc etc.

    Para mí algo tengo bastante claro: Doy mi voto al más honesto (o si quieren al menos deshonesto), que sea capaz de mirar por los desprotegidos y por los servicios públicos. Y cuando algo se privatiza, que no sea para bien de los amigos, sino para incrementar y favorecer la atención gratuita a los más débiles. Este es mi pensamiento “débil”, que se me conserve. 

  • carmen

    Ay, señor Valderas

    .Se lo toma todo demasiado en serio. Eso no es bueno para la salud.Ya he votado. Me siento libre como una paloma blanca . Y ganará la partida quienes más votos saquen. Entiendo perfectamente que haya personas que voten PP Vox. Y también entiendo que otros voten  a PSOE – Sumar.

    El otro día en un grupo de amigas de toda la vida y cenando pescadito, llegó una nueva y me dijo sin que entendiese del todo: y tú, llevas tiempo confundiendo la velocidad con el tocino. Jolín, todavía no logro entender por qué lo dijo. Bueno, sí. Pero fue algo que no venía a cuento. Yo? Le contesté, yo soy de ciencias, no puedo confundirlo. A los diez minutos dije: voy a preparar la fruta y el helado. Porque así acabamos siempre, en mi casa. No vea lo bien que se está. Somos mayores y como una casa…Ni una sola palabra dije. Pero saben cómo pienso. Saben mi preocupación por el colectivo LGTBI, tengo un hijo más guapo que un san luis. Y bueno. Y , pues qué le voy a contar, ya lo sabe. Podemos preocuparnos por según qué cosas o confundimos la velocidad con el tocino? No, querido amigo, no. No se vale descalificar a las personas por lo que piensen, por tener unas preferencias políticas u otras. No se puede, no se debe. Y me he despedido de ese grupo de WhatsApp y de amigas de momento. Porque me conozco. Sé la que soy capaz de liar. Pero, eso, a qué conduce? A otro 36? No tuvimos bastante con uno? Llega un momento en que lo más prudente es callar. Y votar. Siempre votar. Porque la forma también importa. Vivo desde hace muchos años en territorio PP, desde hace pocos en territorio Vox, en el reino de las cacerolas como contaba durante la pandemia. Y no me gusta. Sorry. No me gusta. Y si hay un retroceso, pues que lo haya. Nada me asusta Nadie me asusta . Cuando oí a la señora Díaz decirle al señor Abascal: no le tengo miedo, señor Abascal…  bueno, no sabe lo que sentí. Porque mientras que haya mujeres como Yolanda Díaz, sé que estamos en buenas manos. No dejarán de luchar. A usted, mujeres como ella le producen arcadas, a mí me tranquiliza. Y no por estas elecciones que veremos a ver, sino porque hay personas como ella. Las hemos educado las maestras de mi generación y sus madres . Objetivo cumplido.

    Vote usted a quien crea conveniente, y piense que su voto es importante. El mío también. Somos iguales ante la ley. Sabe el trabajo que ha costado llegar a eso?

    La vida va más allá de unas elecciones. No se lo tome como algo de vida o muerte. La vida es otra cosa. Y la muerte, también.Buena noche. Le deseo que pueda dormir, pese al calor.

    • Antonio Llaguno

      ¡Joder, Carmén, qué envidia!

      Tú cenando pescadito (Y en Murcia lo hay muy bueno) y yo llevo 20 meses que mi cuerpo rechaza cualquier pedazo de carne o pescado que meta dentro.

      Si es que me dais unos disgustos…

      • Nacho Dueñas

        Llaguno, me solidarizo contigo.

        Creo que te comprendo: en unas semanas comienzo a ser vegetariano (y mira que soy carnívoro y glotón). Que Dios me de voluntad, jajaja, que buena falta me va a hacer.

        Sólo de pensar que se me acaban los choricitos y los chuletones, se me abren las carnes, jajajaja. Feliz verano.

  • José María Valderas

    Para enmarcar

    “Este Valderas es espesito como él solo (y mira que yo lo soy, pero a su lado soy más fluido que el gazpacho de Cádiz). Parece una suerte de Srita Rottenmeier de película de Berlanga. Eso sí, perseverancia tiene… ¿Pues no dije que es mi héroe? Y ni se dignó reponder a mi invitación de irnos de vinos anoche, ah, ingrato, jajajajajajaja.  Duato, estoy empezando a pensar que es un tío que has contratado para darle vidilla a este portal, jajajajajajaja”.

    Juicio de Antonio Duato : “Aunque tal vez fue porque Nacho Dueñas ya se encargó de contestarle con una erudición y bonomía que yo admiro”.

    • Nacho Dueñas

      Valderas, ese comentario mío ha sido impropio. Me disculpo y le ruego al Duato, por favor, que lo retire.

      • Antonio Duato

        Habiendo hecho referencia a él José María, solo lo podría borrar si tanto tú como José María estáis de acuerdo y borro vuestros últimos. Y prefiero que lo comuniquéis a atrio@atrio.org

  • Nacho Dueñas

    Este Valderas es espesito como él solo (y mira que yo lo soy, pero a su lado soy más fluido que el gazpacho de Cádiz). Parece una suerte de Srita Rottenmeier de película de Berlanga. Eso sí, perseverancia tiene…

    ¿Pues no dije que es mi héroe? Y ni se dignó reponder a mi invitación de irnos de vinos anoche, ah, ingrato, jajajajajajaja.

    Duato, estoy empezando a pensar que es un tío que has contratado para darle vidilla a este portal, jajajajajajaja.

  • carmen

    Pues creo que ya lo he entendido, por fin. Los bien informados, inteligentes , memoriosos como Funes, preparados intelectualmente en todos los temas habidos y por haber e incluso los que habrá, con títulos universitarios, masters… Solamente ellos saben a ciencia cierta, bonita palabra, ciencia, a quién, quienes tienen que votar. Incluso si el voto por correo es seguro o no lo es.

    Y luego estamos los demás. Que votamos porque Pedro Sánchez es guapo o porque Yolanda Díaz es una mujer. Y como hay muchísimas personas más en el primer grupo…pues ganarán las elecciones.

    O eso creen.
    Por fin lo he entendido.
    Gracias.

    • ana rodrigo

      Carmen, dices: “Y como hay muchísimas personas más en el primer grupo…pues ganarán las elecciones.” Dicho a mi manera: quienes ganen las elecciones subirán de categoría intelectual. Vivir para ver…. Los egos, los egos que miran por encima  para ver a l@s de “abajo”.

    • Antonio Llaguno

      No Carmen y Ana;

      ganarán las elecciones porque conseguirán más votos, o más bien, los que consigan más votos.

      Que fue lo que pasó 4 años antes y gobernó Sánchez, y hace 6 semanas y gobernará Ayuso en Madrid y los demás en el resto. Y es que eso es lo que tiene vivir en democracia que, gobierna el que pone de su lado la aritmética electoral.

      Y hay que aceptarlo.

      Igual que aceptamos el gobierno de Sánchez y Unidas Podemos hace 4 años quienes no le votamos (Yo vote Ciudadanos) y hemos vivido con él. Ahora ganará quien gane y a mi no me gustaría que el PP gobierne con VOX (Pero tampoco el de Sánchez con Sumar), pero mayoría absoluta no va a salir y tienen el democrático derecho a coaligarse con quien quieran.

      Hay otra solución, pero no van a acordarla. Ni Sánchez ni Feijóo quieren.

  • Antonio Duato

    Puse un comentario el otro día, anidado a uno extensísimo de José María, del que no recibí ningún eco. Aunque tal vez fue porque Nacho Dueñas ya se encargó de contestarle con una erudición y bonomía que yo admiro.

    Esta vez lo pongo en principio del hilo, pero es contestando a José María que hace la larga historia de las relaciones entre política y TVE, siguiendo su táctica de ocultar a bacs de tinta de calamar. 

    Veo, José María, que tienes memoria y además eres capaz de enlazar al director general del ente desde 1982 a 1986, José María Calviño, con la actual ministra de Economía. Pero no te apures, José María, si los demás no quedan con la abierta ante tanta sabiduría. Para los jóvenes que estamos al día en Internet, mejor que en tu prodigiosa memoria o en tus libros y hemeroteca están esos datos al alcance de un clik en una prodigiosa enciclopedia, crecida impresionantemente por autogestión en Internet a partir, como Atrio, de 2001. Allí podemos consultarlo todo. Para el caso de RTVE. en Wikipedia. ¿Alguien quiere más datos, nombres y fechas? Solo resumo: en 2021, con el actual gobierno, ¡se llegó a un acuerdo para nombrar el Consejo de RTVE entre el PP (Casado) y PSOE (Sánchez) cuando se preveía que pronto vendría el acuerdo sobre el Consejo Judicial. Pero lueo las tensiones, dimision del presidente (PP) y sin acuerdo hasta ahora, con consejeros fuera de plazo y presidenta provisional. 

    Pero me adhiero a lo que dice Ana en concreto: los que estuvimos presentes en ese debate de ayer, no vimo nada sectario por parte del medio público, que, como Correos y otras instituciones públicas no merecen esa descalificación proveniente de un partido que tanto dice amar tanto al Estado y a su constitución.

    • José María Valderas

      Vamos a ver, Antonio. Por rigor, me ceñí al comentario de Besteiro. No hablé del desarrollo del debate por una razón. Cuando Yolanda Díaz habla de las mujeres me produce arcadas, lo mismo que cuando habla de “fuerzas progresistas”, su leit motiv. Me produce arcadas porque llamar progreso a la promesa de un referéndum en Cataluña sobre la independencia, que está en su programa como ha recordado por activa y por pasiva su representante en Cataluña, no es avance ni progreso, sino canallada antiespañola. Pues supone una vuelta a la atmósfera anterior a la guerra civil, al tiempo en que Cajal, visionario y perspicaz, eliminó de su testamento a una Cataluña separatista, la de la Universitat Autónoma (no confundir con la actual Autónoma de Villar Palasí).

      No hablé de las mentiras de Sánchez, traidor de libro con sus indultos cuya argumentación Conde Pumpido ha escondido, y su eliminación del delito de sedición, ambs medidas impresentables para cualquier persona decente, salvo que la militancia socialista le ciegue. Pero hubo más. Sus alardes a propósito de la pandemia, sabe usted que no es que yo discrepa, sino que las Instituciones Epidemiológicas Europeasas avisaron y no hizo remoto caso, lo que supuso la expansión más rápida del virus de ARN, dejando a los sanitarios inermes, a los ancianos condenados a muerte y a la ciudadanía engañada con uno comité de expertos inexistente. Es decir, además de traidor de libro, responsable directo de miles de muertes. Sólo un captus mente puede  quedar cegado ante esa conducta de un político que subió al poder engañando con una sentencia fake. Se necesita mucho estómago para votar a un sujeto traidor y responsable directo de tantas muertes. Pero allá cada uno con sus sectarismos. No hablo ya del aborto a plazos ni de la degtradación de la infancia con sus leyes de ingenieríaa civil. ¿Aceptaría usted que su hijo de doce años le dijera que se siente mujer y que quiere cambiar de sexo? Mire, de sexo no se puede cambiar, de entrada, pues se nace varón o hembra y ni siquiera la excepción hermafrodita suele ser completa. Sólo desde una posición ideológica perversa puede aceptarse las leyes de ese grupo social-comunista. A eso lo mismo Yolanda Díaz que Pedro Sánchez le llaman progreso. Pues bien, desde la ética de mínimos, que no es la mía, eso simplemente es una aberración. Sólo una mente perversa, reitero, puede aplaudirlo; sólo un sectario puede votarlo.

      Dice que contestó quien se me dirigió de manera insolente. Lo único que aportó, y no venía a cuento, era Ferdinand Braudel, el de los Annales. No le quise responder para no abundar en la impertinencia de una cita metida con calzador. Braudel esta traducido pot Tecnos, si no recuerdo mal. En mi juventud era uno de los autores de la nueva histpriografía francesa.

      No hablaba yo de la televisión de ayer,sino del comentario de Besteiro que recogía sus impresiones, pero que sí estaba en la onda de los directivos de la televisión, empezando por Fortes, un seudoperiodista socialista sin seudo de un sectarismo palmario. Por eso muchos lo han rechazado. Pero ni siquiera me refería a él, pese a referirse a Feijóo en un acto vergonzoso, reiterado, de toma de posición. Ni siquiera a ese sujeto me refería.

      Por fin, a uno le gustan los calamares, a la andaluza sobre todo. En biología los cefalópodos son animales admirables por su desarrollo cerebral. De hecho tengo publicado algún trabajillo sobre el avance de la neurología a través de la experimentación con el calamar gigante. Pero no me gusta la tinta. De hecho, los borrones me repugnan. ¿En qué he recurrido a ese medio tan obsceno, cuando en realidad son los dos que me han respondido los que han querido llevarme a un terreno donde yo no había entrado, tal vez porque cuesta justificar la adhesión a un traidor a su patria y a una señora que le secunda, desde el mismo programa?

  • ana rodrigo

    Yo quisiera que alguien me demostrara en qué pudo influir la TVE ayer en el debate a cuatro (tres) o el otro día en el debate a siete. ¿Acaso fueron coaccionados en su libertad para decir lo que quisiesen? ¿Se les hizo un lavado de cerebro previo para que dijesen lo que una institución pública, TVE, quería que dijesen? Si esto no fue así, lo demás es enmierdar el ambiente para que reine la agresividad y la rivalidad malsana en la política, en la sociedad y en el respeto y convivencia dentro de la discrepancia. Ayer creo que hasta el señor Abascal estuvo correcto en la forma, aunque a mí no guste en absoluto el fondo. Si esto es sanchismo, que venga dios y lo vea. A veces pienso que, como en el libro de Saramago de “Ensayo sobre la ceguera” que cité el otro día, se está contagiando la “ceguera” para considerar a todo tipo de instituciones o colectivos sociales que no secunden mis intereses particulares y/o personales como enemigos personales.

    Una buena dosis de sosiego emocional y de racionalidad, no nos vendría mal, por favor, que somos homo sapiens con todo lo que eso conlleva.

    Saludos cordiales a toda la familia atriera.      

    • José María Valderas

      Sólo el sectarismo y la falta de preparación ensucian el ambiente.

      • ana rodrigo

        Depende de lo que se entienda por falta de preparación. En el caso de que preparación se entienda como acumulación de conocimientos, discrepo, porque estarían excluidas una inmensa mayoría de la población, que quizá no los tenga pero tienen una gran sabiduría. Conozco muchos casos de una parte y de la otra. Y las personas con mayor sabiduría que he conocido son las que han sabido administrar muy bien sus conocimientos, y no precisamente han sido o son personas superdotadas, que las he tenido muy cerca en mi vida.

        • Antonio Llaguno

          Estoy muy de acuerdo contigo, Ana , en el asunto de la falta de preparación.

          El voto de Esgarramantas Martínez vale lo mismo que el del Catedrático de Física de Partículas de la Universidad Autónoma de Madrid, porque lo que da valor a un ser humano es su dignidad no su currículum y tod@s nacemos con la misma dignidad; dignidad que conservamos incluso aunque hagamos esfuerzos ímprobos por perderla.

          En el asunto del debate de ayer, prefiero no entrar. Vi muy poco. tengo que reconocer que no me sentí implicado en un debate entre 2 miembros del gobierno y alguien que yo no quisiera ver gobernar (Lo que pasa es que tampoco quiero ver a los otros 2).

          El que Feijóo no asistiera ayer al debate, puede parecer un agravio a la ciudadanía (Aunque más bien a la TV pública), pero fue una decisión inteligente. Va por delante y solo con la inercia va a ganar las elecciones de calle.

          Su preocupación hoy, no es quitarle votos al PSOE. Los que podía quitarle (Que han sido unos cuantos) ya están en el morral. Ahora a quien tiene que quitar votos es a VOX, en la dificilísima tarea de tratar de llegar a los 176.

          Por eso propuso el pacto a Sánchez (Por eso, porque va ganando y porque sabía que Sánchez no lo iba a aceptar) y por eso dice ahora que con quien quiere pactar es con el PSOE. Porque quiere separarse de VOX la máximo posible… que no le impida negociar con ellos cuando se cierren las urnas y sabe que Sánchez nunca va a recoger ese guante. Le sale gratis el farol.

          Si Sánchez hubiera sido inteligente habría aceptado el reto y habría dejado a Feijóo a verlas venir (Y habría conseguido algún poder que ya no tiene ni tendrá hasta las próximas elecciones) y le habría pasado la patata caliente. pero eso no va con el caracter de quien tiene la resiliencia como virtud fundamental (Y un equipo de asesores  demoscópicos de muy bajo nivel)

          Electoralmente, no asistir al debate de ayer fue la decisión correcta.

          En cuanto a las formas. Yo sí vi el primer debate y quien no paro de interrumpir fue Sánchez, no Feijóo y toda la prensa salvo la muy muy afín, puso de manifiesto que Sánchez perdió las formas, y por eso, entre otras cosas Feijóo le comió la tostada y perdió (Esto se asumió hasta en la Sexta, con excepción del ínclito Escolar, que tiene más moral que el Alcoyano; si llegáis a ver el postdebate de TRECE habríais visto que sólo les faltaba dar saltos de alegría)

          Fue tan evidente que han tenido que recurrir al argumento de que Feijóo mintió como mantra permanente.

          Hoy, La Razón desmonta ese argumento poniendo de manifiesto que Sánchez puso sobre la mesa 3 ó 4 mentiras más que las que puso Feijóo. Y es que estamos en campaña electoral y mentir es un mal menor para el político profesional. Los ciudadanos los saben y por eso nadie lee los programas de los partidos, porque son papel mojado. Y, eso sí, mañana Público o la Sexta, sacarán la relación de mentiras de Feijóo que será un X% mayor que la de Sánchez.

          Y a la ciudadanía, cansada ya, le importará un pimiento quién mintió más de los dos, porque es consciente de que lo extralo es que digan la verdad.

          Por eso a mi me interesan las personas y dejando los dos extremos (Abascal y Díaz) de quienes tengo claro que no me interesan, me pregunto ¿A quién le compraría yo una casa para vivir en ella? ¿A Sánchez o a Feijóo?

          Yo lo tengo claro. Me iba de alquiler

          • José María Valderas

            Antonio Llaguno, su comentario me ha traído a la memoria la columna publicada hoy en El Mundo por Arcadi Espada. Le comentaba yo a mi mujer, que lee el periódico antes que yo, lo que pasa es que lo ojeo cuando lo traigo del quiosco, que “hoy Arcadi se ha puesto exquisito”. Para abreviar, vista la tibieza con que el candidato del PP en Barcelona aborda los problemas relativos al nazismo en Cataluña y su embeleso ante el empresariado de aquí, culpable del procés, y sintiéndose alérgico a Vox, pese a reconocer el valor del representante Aizcorbe, opta por votar en blanco. Ha sido Arcadi un puntal de la defensa de los perseguidos en Cataluña, que son legión, lo mismo que Ovejero, al que le niegan los separatistas la cátedra merecidísima; por eso el abandono, el tirar la toalla resulta incomprensible. Pero Arcadi no se rige por motivos éticos, es ateo militante. Yo, sin embargo, que el tirar la toalla en una situación tan crucial como la actual, es moralmente culpable. A eso se llama formación: tener sentido crítico y no seguir los prejuicios ni las simplezas de los demás.

          • Antonio Llaguno

            ¿Y por qué extraña razón piensas que tiraré la toalla, José María?

            Yo votaré, pero por exclusión.

  • José María Valderas

    Para conocer la atmósfera de un país, lo que las personas piensan en un momento determinado, nada mejor que echar mano de la hemeroteca. La guerra civil del 36, por ejemplo, se entiende si hojeamos los infolios de El Debate, El Sol y, de la prensa regional, por ceñirme a Cataluña, La Publicitat y El Matí. Tan conscientes de su importancia eran los políticos que las logias y los partidos de izquierda barcelonesas y gerundenses, lo s que conozco más, dictaban a quienes “pasear” rastreando las listas de suscriptores, por ejemplo de El Correo Catalán, que era del Requeté. En España la dirección de los principales periódicos ha corrido a menudo a cargo de gentes de gran cultura y formación literaria, como Luca de Tena y ABC, Miguel Delibes y el Norte de Castillo o Alvaro Cunqueiro y El Faro de Vigo. En Barcelona, la entonces llamada La Vanguardia Española se puso en manos de Manuel Aznar, al que sucedió Luis de Galinsoga y a éste Ignacio Agustí, también famoso escritor. Cuando se iniciaba la europeización de España el Conde de Godó puso, con el visto bueno de El Pardo, a un periodista té.ecnico, Horacio Sáenz Guerrero. El periódico como reflejo de la sociedad.

    Llegada la democracia, la televisión cobró una importancia capital en un país donde apenas se leían periódicos.  UCD puso al frente de los telediarios a dos periodistas sin vinculación con el franquismo, como Lalo Azcona y Eduardo Sotillos. En la dirección general UCD colocó a personas de reconocida solvencia e imparcialidad. De hecho, tal era el respeto a la pluralidad de UCD, que Eduardo Sotillos pasó a ser el portavoz del gobierno socialista, nada menos. Pero con los socialistas sufrió un cambio brusco. Los militantes ocuparon los puestos decisivos con órdenes claras: al adversario ni agua. Se llegó al extremo de que Calviño, padre de la actual ministra de economía, llegó a proclamar con insolencia que “mientras yo esté al frente de RTVE Fraga no será nunca primer ministro”. Puso al frente de los telediarios y de la dirección de la programación a Enric Sopena. A tal punto llegó el sectarismo de éste que en varias ocasiones tuvo que salir Guerra en las Cortes a defender lo que a plena luz del día era ofensivo. Algunos recordarán en aquellos tiempos siniestros la fulminación de La Clave, de Balbín.

    No estamos ahora en tiempos mejores, salvo que existe la competencia, la televisión privada. Aznar tuvo el sentido democrático de dejar la dirección de Radio Nacional a Diego Carcedo, socialista de pro.

    El artículo de hoy me ha retrotraído a tiempos siniestros, donde la mentira y el retorcimiento era la plantilla sobre la que se redactaban informes, noticias y comentarios.