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La tercera toma de Lima

Así se ha designado a la manifestación masiva convocada para el día de ayer, miércoles 19, en Perú. Se trata de la reesistencia del pueblo peruano al golpe de estado parlamentario que derrocó a Castillo e implantó el gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Estamos a la espera de saber qué ha pasado en las calles de Lima. En este vídeo se puede ver cómo fueron las anteriores. Pero tal vez lo más notable es que la jerarquía católica, con los nuevos líderes nombrados por Francisco, se mantiene más cerca del puevlo que enotros casos, como el de Honduras hace unos años. Es interesante esta entrevista al cadenal Barreto. AD.

Pedro Barreto: “La protesta es, sin duda, una exigencia para una vida digna y fraterna” La República, 19 de julio 2023 – página 5

¿Qué puntos resaltaría del pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Peruana sobre la marcha nacional de hoy?

El martes, junto con monseñor Cabrejos y monseñor García, decidimos emitir este comunicado como expresión de preocupación ante la incertidumbre de la Marcha Nacional. En primer lugar, quisimos destacar que la Constitución avala el derecho a la protesta, como expresión del sentir del pueblo. La política debe comenzar por sentir en carne propia los sufrimientos, las angustias y las preocupaciones del pueblo. Esa es la esencia de la política que busca el bien común. En segundo lugar, la protesta debe caracterizarse, ineludiblemente, por ser expresión de paz. Un derecho no puede enfrentarse a otro derecho. Debe respetarse los derechos humanos y también a la propiedad pública y privada. En ese sentido, el gobierno actual debe tener en todas sus instancias la obligación de escuchar al pueblo peruano, el cual hoy se manifiesta a través de las protestas. Hacemos un llamado para que nuestra democracia sea una democracia participativa, que una, de una vez por todas, a todos los peruanos y peruanos.

El gobierno parece no verlo de esa manera

Estamos viviendo un tiempo de incertidumbre sobre cómo vamos a salir a adelante. Por lo tanto, reafirmamos que no podemos perder la esperanza. El Perú, a lo largo de su historia, ha demostrado tener la capacidad de resiliencia para superar situaciones adversas, dolorosas y tristes, como la pérdida de hermanos asesinados. Hacemos un llamado a la esperanza, a la serenidad y a la unidad para enfrentar juntos la situación crítica que vive el Perú.

Uno de los puntos es escuchar al pueblo peruano. Dependiendo de la encuestadora +/- 80% de peruanos coinciden en su rechazo al gobierno de la presidenta Boluarte y aproximadamente 90% que desaprueban al Congreso.

Yo me hago una pregunta. Qué nos pasa en el Perú que pasan presidentes, congresistas, operadores del Poder Judicial, y personas en diferentes instituciones estatales y lo que vemos es un resultado político y social que es cada vez peor. Vivimos una indigestión de la política. Esto no es política. Se ha convertido en una mala palabra, y debería conmovernos a todos, porque los que más sufren son los pueblos abandonados. He visto con mucho dolor como niños trabajan en las calles. Campesinos que lloran porque trabajan la tierra sin posibilidades tangibles de vivir de manera digna. El aumento de la anemia en la infancia. La crisis climática que se nos viene encima. Es una vergüenza nacional que debe apremiarnos.

Algunos actores políticos y comunicadores dicen que esta protesta no tiene razón de ser y que responde a intereses subversivos

Tenemos que tomar consciencia que esta protesta no solo es justa, sino que es un derecho constitucional. Esto es lo que quisimos expresar en nuestro pronunciamiento. En la protesta se resume toda la experiencia de dolor y sufrimiento, pero también de esperanza. Esto debe movernos a transformar nuestra sociedad, buscando lo que nos une y no lo que nos separa, buscando siempre la justicia y pidiéndole a Dios que nos ayude a vivir con esperanza y con lucidez.

La presidenta dijo ayer no entender los motivos de la marcha nacional

Los políticos, en su gran mayoría, no están escuchando al pueblo. Que la presidenta no reconozca la validez constitucionalmente respaldada de la protesta es una preocupación muy grande. Que un presidente de Consejo de ministros no tome con seriedad una situación como la que vivimos y prefiera hablar de nimiedades como un partido de fútbol y otros aspectos indican que están fuera de contexto. Y un congreso que ha demostrado, una vez más, que está de espaldas al país es también motivo de enorme preocupación. Esto último, no es la primera vez que lo afirmo.

Sostuvo que se debe buscar la comunión de todos los peruanos. ¿qué acciones o actitudes deben tomar los liderazgos políticos y sociales involucrados ante el clamor que realiza la CEP?

Escuchar no es lo mismo que oír. Escuchar implica buscar cauces de cercanía, diálogo y amistad. Cuando no hay reciprocidad expresada a través del respeto mutuo es complicado construir un futuro. En esta indigestión política tenemos que tener una catarsis. Hay que buscar cauces de diálogo. Hay entidades de la sociedad civil que se están activando, también de la Iglesia como Resucita Perú, que buscan construir espacios de diálogo para buscar la transformación de la sociedad. Tenemos que pedir a Dios que hayan políticos valientes que tengan el coraje de enfrentar esta difícil situación para no dejar a personas ineptas e indolentes liderar estas problemáticas peruanas. El amor por el Perú nos debe llevar a construir un país más fraterno y reconciliado. Necesitamos políticos que respondan a estos grandes desafíos.

Algunas personas critican a fieles católicos que buscan marchar diciéndoles que son subversivos o que van contra la doctrina de la Iglesia. ¿Qué piensa?

Yo respeto la opinión, pero no la comparto. Es fácil criticar. Jesús, al tener a la mujer adúltera frente a él y que según las leyes antiguas de Moisés debía ser apedreada, Él dijo: “que tire la primera piedra quien no tenga pecado”. Yo creo que estos comentarios son de personas cobardes que no se comprometen con la realidad, que están en la orilla del río, pero que no se comprometen ni se empapan de esta problemática y angustia que vive el Perú. La protesta es, sin duda, una exigencia para una vida digna y fraterna. Este es la profunda escucha que tenemos que hacer de un pueblo que llora por sus muertos y que quiere vivir con dignidad. Este es el mayor mensaje que debe atenderse con unidad para buscar el bien común de todos los peruanos y peruanas.

 

4 comentarios

  • Juan pablo Melto

    Era hora de que la jerarquía optara por los más débiles y se jugara a favor delos más desprotegidos. No hubiera  habido procesos deterrorismo de estado en América latina si hubiera habido jerarquías de este tipo en otras épocas y no simplemente”excepciones como “Angelelli ” o “Romero”

  • Atonio Duato

    Más información sobre cómo se desarrolló esa 3ª Marcha sobre Lima, y cómo se preparan otras acciones pacíficas de resistencia popular en el  Prú, en este enlace muy interesante que nos facilita el amigo Carlos Alejos: SERVINDI

    Buena cosa es seguir esos acontecimientos a través de medios como este al alcance de un click… Es verdad que no se puede estar atento, casi preente, a todo. Pero no cabe duda de que con los medios que hoy tenemos a disposición en Internet, es posible -a ello quiere educar ATRIO- a hacerno presentes a muchas partes del mundo y a mucha gente que sufre opresión, haciéndonos “próximos”. Y haciendo que no sea pura teoría aquello de Agustín: “Nada humano me es ajeno”

  • ana rodrigo

    Dice Monseñor Cabrejos: “La política debe comenzar por sentir en carne propia los sufrimientos, las angustias y las preocupaciones del pueblo. Esa es la esencia de la política que busca el bien común.” Una buenísima explicación de para qué debiera servir el ejercicio de la política. Y cuando no cumple esta misión, la podrán llamar lo que quieran, pero a mí no me sirve y así lo denunciaré siempre.   

    L@s buen@s polític@s deberían poner en el frontispicio de su conciencia y de sus intereses, los derechos humanos y la justicia especialmente para los más vulnerables. Además, para quienes queremos seguir a nuestro referente, Jesús el Galileo, coinciden plenamente con nuestras obligaciones morales y cristianas.     

    ¿Qué se adultera el debate político en pro de intereses inconfesables? Es nuestra obligación desenmascararlo. ¿Que a esto lo llaman “meterse en política” como algo negativo? no estoy de acuerdo. ¿Qué esto supone enfrentamientos personales y degradantes? Pues no y no, eso es rechazable tanto si se habla de política como de otra cosa. Por esto mismo a Jesús lo condenaron a muerte, porque al poder y a la religión no le pareció bien que defendiese de forma explícita otro tipo de sociedad más justa y más misericordiosa.

    Si un obispo como el de Oviedo defiende públicamente un programa político en el que niega los derechos de las mujeres, los de otras personas no heterosexuales o con otra identidad diferente a su cuerpo, o criminaliza a los inmigrantes, o niega el grave ataque y el gran deterioro de la Naturaleza, o vota en contra de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de gran parte de la sociedad, o contra unas pensiones justas, que nadie nos regala, porque hemos pasado la vida cotizando, o la regulación de un sueldo mínimo, etc. etc., este ciudadano, por el hecho de ser obispo y representante de una comunidad cristiana, no sabe nada del Evangelio como Buena Nueva.

    Bien por Monseñor Barreto

  • Eduardo Manzanas

    Conoci a Pedro Barreto en los setenta en Cusco, cuando terminaba sus estudios. Eran un grupo de jesuitas jovenes y comprometidos con el pueblo peruano. Me alegra enormemente que siga defendiendo al pueblo peruano en sus protestas tan justificadas en estos momentos. No es fácil desde la cúpula de la jerarquía ser así de claro. Gracias al cardenal Barreto y al Papa Francisco por elegirle.