Agradezco especialmente este artículo de Leandro Sequeiros, escrito para un Atrio que hoy empieza una semana ue va ser importante para su renovación. AD.
“Me alegra poder reafirmar junto con ustedes el deseo de fraternidad y de paz para la vida del mundo […] Verdaderamente, el cielo bajo el que estamos nos invita a caminar juntos sobre la tierra, a redescubrirnos hermanos y a creer en la fraternidad como dinámica fundamental de nuestro peregrinaje”, ha dejado escrito el Papa Francisco para el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana (sábado 10 de junio 2023). El intento de fraternidad humana generadora de paz no está ausente de la línea de reflexión de ATRIO.
Para ATRIO, trabajar intelectualmente por crear redes de fraternidad humana es uno de los objetivos de todos aquellos que hemos trabajado en este proyecto. Por eso, una reflexión sobre en Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro en El Vaticano en la tarde del sábado 10 de junio de 2023.
Francisco, recién operado, no pudo estar presente pero remitió un texto para su lectura. El Papa, en este texto, ha advertido que en nuestro mundo, desgarrado por la violencia y por la guerra, “no son suficientes los retoques y los ajustes: sólo una gran alianza espiritual y social que nazca de los corazones y gire alrededor de la fraternidad puede volver a poner en el centro de las relaciones la sacralidad y la inviolabilidad de la dignidad humana”. Por esta razón, para Francisco la fraternidad “no tiene necesidad de teorías, sino de gestos concretos y de opciones compartidas que la hagan cultura de paz”. El Papa Francisco pide no cansarse de gritar “no a la guerra”: “La fraternidad necesita gestos concretos”. El cardenal Gambetti leyó el discurso del Santo Padre en el evento organizado por la Fundación Fratelli Tutti.
El Papa Francisco tenía que haber participado este sábado en el encuentro organizado por la Fundación Fratelli Tutti en la Plaza de San Pedro donde se ha firmado una Declaración sobre la Fraternidad Humana con 30 Premios Nobel. El cardenal Gambetti ha sido el encargado de leer el mensaje de Francisco que, aunque no ha podido recibir personalmente a las personas que han participado en el evento, les ha querido “dar la bienvenida” y les ha agradecido “de corazón su presencia”.
El cardenal Gambetti y los premios Nobel
“Volviendo a casa, pensemos qué gesto concreto de fraternidad podemos realizar: reconciliarnos con la familia, con los amigos o con los vecinos, rezar por quien nos ha hecho daño, reconocer y ayudar a quien está en necesidad, llevar una palabra de paz a la escuela, a la universidad o a la vida social, ungir con nuestra cercanía a alguien que se sienta solo”, ha subrayado el Papa.
Una vez más, Francisco ha pedido no cansarse de “gritar “no a la guerra”, en el nombre de Dios o en el nombre de cada hombre y cada mujer que aspira a la paz”.
“La fraternidad es un bien frágil y precioso. Los hermanos son un ancla de verdad en el mar tempestuoso de los conflictos que siembran la mentira. Evocarlos es recordarle a quien está combatiendo, y también a todos nosotros, que el sentimiento de fraternidad que nos une es más fuerte que el odio y la violencia, de hecho, nos acomuna a todos en el mismo dolor”, ha afirmado Francisco.
Por último, el Papa ha agradecido a los “ilustres premios Nobel” por haber organizado este encuentro y haber dado vida a la “Declaración sobre la fraternidad humana”:
“Creo que ofrece una “gramática de la fraternidad” y es una guía eficaz para vivirla y testimoniarla cada día en modo concreto […] Procuremos que cuanto hemos vivido hoy sea el primer el primer paso de un camino y pueda poner en marcha un proceso de fraternidad: las plazas enlazadas desde varias ciudades del mundo, a las que saludo con gratitud y afecto, dan testimonio de la riqueza de la diversidad y de la posibilidad de ser hermanos incluso cuando no estamos cerca, come me ha ocurrido a mí. Sigan adelante”.
“Quisiera despedirme dejándoles una imagen, la del abrazo. De esta tarde que hemos pasado juntos les pido que custodien en el corazón y en la memoria el deseo de abrazar a las mujeres y a los hombres de todo el mundo para construir juntos una cultura de paz. La paz, efectivamente, tienen necesidad de fraternidad y la fraternidad tieEne necesidad de encuentro. Que el abrazo dado y recibido hoy, simbolizado en la plaza en la que están reunidos, se convierta en compromiso de vida. Y en profecía de esperanza. Yo mismo los abrazo y, mientras les reitero mi agradecimiento, de corazón les digo: estoy con ustedes”, ha finalizado Francisco en su discurso.
Un encuentro que hace memoria de la Fratelli tutti
- Así presentaba EL PAÍS hace tres años la encíclica papal
El diario “El País” del lunes 5 de octubre de 2020 presentaba la tercera Encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, de manera provocadora: El Papa arremete contra el neoliberalismo y el populismo en su documento más político.
Para este diario, “Francisco publica su tercera encíclica, ‘Fratelli tutti, Hermanos todos’, un análisis sobre la crisis del mundo actual en plena pandemia desde una óptica radicalmente social: “El mercado solo no resuelve todo”.
El periodista Daniel Verdú escribe: “El papa Francisco, tras casi ocho años de pontificado, apuntala su posición política ante el mundo en plena crisis provocada por la covid-19 en Hermanos todos (Fratelli tutti, en italiano), una larga encíclica de marcado carácter social.
Es el tercer texto que firma de este tipo (el anterior fue sobre la ecología), y el Pontífice se mete de lleno en la definición de conceptos como populismo o neoliberalismo, que rechaza abiertamente, y defiende una suerte de mirada del mundo que bien podría redefinir los valores del socialismo actual. La crisis de la covid-19, marco en el que sitúa sus 98 folios de análisis, es al final solo un marco para concretar un extenso y directo programa dividido en ocho capítulos que ha ido mostrando desde que fue nombrado en 2013, y que le ha convertido en uno de los enemigos de las corrientes soberanistas, populistas o de ultraderecha actuales. La encíclica, dedicada desde el título a san Francisco de Asís ―se publica el día de su onomástica―, fue firmada el sábado en la basílica donde reposan los restos del santo, de quien el Papa tomó el nombre cuando ocupó la silla de Pedro después del cónclave de 2013”.
Y continúa: “Las ideas políticas que expone Francisco no son nuevas, la mayoría forman parte de sus discursos públicos. Hermanos todos, en el fondo, funciona como síntesis del programa político de uno de los líderes que representan los grandes bloques actuales. El Papa arremete contra el consumismo, la globalización despiadada, el liberalismo económico, la tiranía de la propiedad privada sobre el derecho a los bienes comunes, la falta de empatía hacia los inmigrantes o, incluso, el control que ejercen las compañías digitales sobre la población y la información. Un pensamiento radicalmente social que revisita los postulados de san Francisco de Asís ―una de las grandes referencias del Papa― en un mundo en crisis, pero que no ha encontrado durante estos años un respaldo claro en una Iglesia profundamente dividida. La apuesta para construir puentes entre distintos mundos ―también en los ambientes laicos y no católicos, donde a veces es mejor recibido― ha sido arriesgada y a menudo infructuosa. La encíclica aporta algunos elementos para entender mejor su hoja de ruta de todos estos años”.
- Tres años después de la Fratelli tutti
La Santa Sede anunció el pasado 23 de mayo de 2023 que el Papa Francisco iba a participar este sábado en la Plaza de San Pedro en un evento organizado por la Fundación Vaticana Fratelli Tutti. En la iniciativa participarían unos 30 premios Nobel y jóvenes de todo el mundo en nombre de la cultura y la paz. Y en este momento solemne se procedería a firmar – tal como se hizo el día 10 de junio – un manifiesto conjunto a favor de la fraternidad que debe generar, sobre todo, la armonía y la paz entre naciones, culturas, credos y religiones.
Sin embargo, el ingreso en el Hospital Gemelli del Santo Padre y la sucesiva operación impidió la presencia física de Francisco este sábado. Pero era su deseo de que el Encuentro se celebrara igualmente para también enviar un mensaje de cercanía al Obispo de Roma. A partir de las 16h en Roma, y al mismo tiempo, en otras ocho plazas de todo el mundo, se celebró el sábado 10 de junio de 2023 el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, bajo el lema “Not Alone”. El evento está organizado por la Fundación vaticana Fratelli tutti, en colaboración con la Basílica de San Pedro, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Comunicación.
La iniciativa, inspirada en la Encíclica Fratelli Tutti – informa un comunicado de prensa de la misma Fundación – implicará a personas de todo el mundo para promover juntos la cultura de la fraternidad y de la paz y favorecer el compromiso personal en opciones y prácticas de reparación, diálogo y perdón, superando la soledad y la marginación que niegan la dignidad humana.
El evento contó con la participación ruidosa y entusiasta de una representación internacional de jóvenes que, al final de la jornada, tomados de la mano, se unieron en un gran abrazo en la columnata de la plaza de San Pedro, símbolo arquitectónico del abrazo universal de la Iglesia.
Para la ocasión, se dieron cita en la plaza de San Pedro realidades de compromiso eclesial y laical, familias, asociaciones y quienes hoy se ven obligados a vivir en los márgenes de la sociedad, desde los más pobres y los sin techo hasta los migrantes y las víctimas de la violencia y de la trata de seres humanos.
Gracias a un protocolo de acuerdo firmado con el Ministerio italiano de Educación y Mérito, el Encuentro presentó también el trabajo realizado en los últimos meses por las escuelas de Italia sobre el tema de la fraternidad. La jornada, concebida como proceso y experiencia de construcción de la fraternidad, se dividió en dos momentos: por la mañana, algunos grupos se reunirán para compartir caminos de comunión que se relatarán brevemente por la tarde.
En particular, un grupo de 30 Premios Nobel, que se han sumado a la iniciativa, se reunieron entre sí y con personalidades de la ciencia, la cultura, el derecho y las organizaciones internacionales para redactar un documento que llame al compromiso por la fraternidad humana.
El encuentro fue retransmitido en directo por televisión por Vatican Media y por streaming en la página web y en los canales de Facebook y YouTube de la Fundación Fratelli tutti.
- La fundamentación racional, científica, teológica y antropológica de la Fratelli tutti
Si la pretensión del Papa Francisco en la Fratelli tutti era dirigirse también a los no creyentes o a los creyentes de otras religiones, la fundamentación filosófica (la racionalidad laica) no se debe buscar solo en los muchos textos de los pontífices (no se trata solo de insistir que sus ideas son doctrina de los Papas). Es necesario “fundamentar” también (y sobre todo en una sociedad laica) la práctica de la solidaridad humana, la justicia social y la fraternidad en los textos de aquellos pensadores sobre los que se edifican las Constituciones de los países democráticos del mundo.
¿Es posible un humanismo dialógico, solidario y responsable, como se configura desde otros escenarios?
Entonces como ahora nos preguntamos si puede existir un consenso entre religiones, credos y culturas sobre lo que es la fraternidad y el ser humano.
El profesor Carlos Beorlegui (1999) a quien seguimos en este texto1999) [pág. 301-313] postula un humanismo que tenga en cuenta el carácter dialógico, el carácter solidario y el carácter responsable del ser humano. Si nos preguntamos si entre los muchos modelos antropológicos que se presentan en la actualidad ¿hay alguno que parezca más coherente con unas determinadas concepciones del mundo? Las respuestas son muy diferentes.
Tal vez la “filosofía oculta” bajo la Encíclica Fratelli tutti coincida con estos planteamientos en muchos puntos. Tal vez sea necesario que los expertos la analicen a fondo para poder responder. Pero no nos fijamos aquí en las antropologías coherentes con la fe cristiana (que es tarea de la Antropología teológica) sino en las antropologías más coherentes con una visión del mundo, con unas opciones éticas humanizadoras.
Elementos para una antropología social, fraternal y solidaria
En los textos de la Encíclica Fratelli tutti nos ha parecido vislumbrar una fundamentación filosófica sólida que tiene en cuenta muchos de los rasgos descritos más arriba. Aunque no se manifieste explícitamente, la Encíclica Fratelli tutti muestra los rasgos de esta antropología filosófica (que puede fundamentarse racionalmente y ser aceptada por humanos de todas las tradiciones religiosas).
Pero, ¿Cuál es la situación actual y las tareas pendientes de la Antropología filosófica? Para Carlos Beorlegui, la situación es de confusión: no hay acuerdo sobre qué es la condición humana. No sobre si es posible y tiene sentido una Antropología filosófica. Y desde este punto de vista, un cierto eclecticismo se hace más necesario. La Encíclica “Fratelli tutti” no entra – tal vez justificadamente – en los debates filosóficos que parecen hoy llevar a callejones sin salida.
Tal vez, las tareas que la AF tiene hoy por delante se pueden reducir a dos: a) Realizar una nueva reconfiguración de lo humano desde las nuevas perspectivas que los avances científicos y filosóficos están aportando (Beorlegui, 1999, 484 ss); b) Y realizar una nueva interpretación de todos estos datos desde una perspectiva crítica ideológica (Beorlegui, 1999, 496 ss).
La Antropología filosófica debe hacer una nueva alianza (Prigogine y Stengers, 1983) con los saberes científicos, ya que las ciencias se están re-configurando sobre nuevas bases epistemológicas, lo que incide sobre la nueva imagen de lo humano. Edgard Morin propone resituar la comprensión de lo humano desde una nueva conjugación del trío de conceptos: individuo – sociedad – naturaleza. Enmarcar al ser humano en el entorno de la sociedad y del conjunto de la naturaleza.
Junto con esto, hay un intento de considerar al individuo inseparable del medio social en el que vive, lo nutre y lo hace crecer. Si la concepción antropológica hegemónica en occidente desde los griegos consideraba la subjetividad humana, no solo a-históricamente, sino reducida a la soledad de la autoconciencia. Los saberes antropológicos dan hoy más importancia a la relación hombre-sociedad.
Desde el giro dado por Husserl y la corriente dialógica de Martin Buber y M. Ebner, profundizada por E. Lévinas y E. Dussel y otros filósofos de la liberación hoy la AF tiene una dimensión social y política.
Conscientes de esta realidad, el punto de vista y el modelo antropológico desde el que Beorlegui intenta orientar su reflexión es el que entiende a la especie humana como una urdimbre solidaria y responsable.
Desde esta perspectiva, urge una nueva interpretación de los datos: lo humano como urdimbre solidaria y responsable. Estos puntos que propone Carlos Beorlegui pueden ser el inicio de una reflexión a fondo que haga resaltar los valores de la Encíclica Fratelli tutti:
- Se parte de una afirmación humanista (se opta por la aceptación de la singularidad del ser humano): hay unos rasgos humanos que emergen muy pronto en el proceso evolutivo y que se consideran exclusivos de un ser vivo autoconsciente.
- Se insiste en la dimensión comunitaria (el ser humano no se comprende sin su relación a los otros, a la vida social, a la actividad y al trabajo, a la transformación de la realidad que le rodea).
- Consecuentemente con esto, el ser humano social tiene una condición responsable y solidaria. Queremos decir con ello que el ser humano, cada uno de los individuos de la especie, posee de suyo un valor absoluto (la dignidad humana), por el que tiene que ser considerado como un fín en sí y nunca como un medio para nada ni para nadie.
- Esto significa distanciarnos y posicionarnos contra los diversos antihumanismos, pero también contra quienes rebajan la dignidad ontológica y ética de la persona humana hasta diluir su valor entre el resto de los seres vivos.
- Pero esta afirmación de la dignidad del ser-humano (que implica hacerlo sujeto y dueño de su vida y de su historia) no significa volver a las tesis de un superado humanismo individualista y solipsista, sino afirmar que el ser humano es una realidad radicalmente interpersonal y social, y sólo dentro de este entramado, de esta urdimbre, es donde se va configurando como ser-humano. Somos un nosotros, un grupo social de más de seis mil millones de seres humanos que nos necesitamos y dependemos unos de otros.
- La aceptación de esta radical condición comunitaria de nuestra condición humana implica reconocer nuestra condición solidaria y responsable, que nace no tanto de un voluntarismo extrínseco (de tinte religioso o humanista) y que nos impulsa a responsabilizarnos de los demás. Solidarizarse con los demás no es, desde esta óptica, más que un modo de realizarnos como personas. En la medida en que los otros son “parte” de mi propia realidad personal y humana. La conciencia de la carencialidad (tal que apunta Gehlen) del otro, amenaza mi propia persona y la humanidad en general.
- En un mundo asimétrico, en el que la humanidad está escindida y donde el dolor, la violencia y la pobreza afectan a las 3/5 partes de la humanidad, y que esa situación no es azarosa sino coyuntural (se debe a un modelo de organización del mundo) la propia autonomía, libertad y solidaridad deben impulsar a un esfuerzo de liberación y de emancipación [HANS JONAS. El principio responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Herder, Barcelona, 1995].
“El ser humano es una realidad radicalmente interpersonal y social”, esta afirmación es una expresión filosófica de lo que han mantenido las religiones. En La Biblia la salvación es más colectiva que individual, la salvación se prometía al pueblo. Posteriormente hemos insistido más en la salvación personal que en la colectiva, en la responsabilidad y méritos individuales. “Para salvarte” fue un librito que tuvo gran éxito en España.Tenemos un exceso de individualismo. Por el contrario hoy lo personal se atribuye al falso yo; porque la verdadera realidad sería única, de la que participamos todos, como por lo general han defendido los místicos Es difícil mantener un equilibrio entre lo individual y lo colectivo, porque nuestra lógica los considera conceptos contrapuestos, y no es capaz de unirlos en una síntesis superior. Teológicamente podríamos decir que ya somos una realidad única pero que todavía no hemos logrado realizar esta unidad. Sin tantas filosofías, la conciencia ética siempre ha propuesto el ideal de la fraternidad universal y la com-pasión.
Seamos realistas, pidamos lo imposible. Tal uno de lo más conocidos lemas de Mayo del 68. No, la realidad tiene y obedece a su propia ley. Dura lex sed lex, sin duda que no es la guerra la ley única y última, cabe considerar ,desde luego, alternativas como la del humanismo y la paz, pero sin nunca perder de vista que la dura lex de la guerra se incluye endefectiblemente entre las leyes que la realidad rigen.