Hoy se ha concedido el premio Nobel de la paz 2022 al director de la ONG bielorrusa Viasná, Ales Bialiatski; a la fundación rusa Memorial, liquidada por el Kremlin y la justicia rusa a finales del pasado año; y al Centro para las Libertades Civiles ucranio. Una dirección clara contra la autarquía y belicismo de Putin. ¿Dirección contraria la diplomacia y cese el fuego que propone Francisco? Entretanto, cada día desde Kiev el arzobispo católico Sviatoslav Shevchuk anima a la población ucrania a seguir resistiendo con fe, esperanza y oración a los ataque rusos. Desde febrero sigo sus mensajes diarios y veo su lectura del Evangelio de Jesús, en lo que ayuda a su causa aunque, a veces, olvide el pacifismo y el amor a los enemigos. ¡Qué difícil es conjugar profetismo, intermediación diplomática y parénesis (acompañamiento espiritual) a la comunidad concreta que está siendo oprimida! Esta es la alocución de ayer jueves -la 225ª- pronunciada por Shevchuk. AD.
¡Alabado sea Jesucristo!
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy es jueves, 6 de octubre de 2022 y en Ucrania se cumplen ya 225 días de esta terrible guerra, que cada día causa cantidades de muertos, heridos, mutilados y refugiados. El suelo ucraniano se inunda cada día más con la sangre y las lágrimas de nuestro pueblo.
En las últimas 24 horas, por lo que hemos podido saber esta mañana, volvieron a producirse intensos combates a lo largo de todo el frente. El ejército ucraniano está contraatacando con éxito en la provincia de Kharkiv, en el norte de la provincia de Luhansk, y en el sur de nuestra Patria, la provincia de Khersón, liberando paso a paso nuestras ciudades y pueblos. En la provincia de Donetsk se libran intensos combates. El enemigo envía implacablemente una y otra vez grandes fuerzas a la batalla en los alrededores de las ciudades de Bakhmut y Avdijivka. Nuestro ejército está manteniendo valientemente la defensa y el enemigo no puede avanzar.
En las últimas 24 horas, los rusos han atacado a Ucrania con 5 misiles de crucero, han llevado a cabo 8 ataques aéreos y han disparado 65 misiles desde diversos sistemas de disparo de cohetes. Se han bombardeado sin descanso ciudades y pueblos que se encuentran hasta a 100 kilómetros de la línea de demarcación o del frente. Los civiles están sufriendo. Realmente pareciera que el enemigo está librando una guerra para destruir y agotar al pueblo ucraniano.
Anoche Kharkiv estuvo en llamas. Hubo un ataque con misiles en el centro de la ciudad y se produjeron enormes incendios. En este momento se están llevando a cabo trabajos de rescate en la ciudad de Zaporizhzhia, donde el enemigo ha lanzado 7 ataques con misiles contra edificios de departamentos de varias plantas. Hay gente bajo los escombros. Por favor, acuérdense de ellos en sus oraciones, porque en estos momentos en los que escuchamos acerca de todo esto, se está llevando a cabo un lucha por su rescate y por sus vidas.
¡Pero Ucrania está de pie! ¡Ucrania está luchando! ¡Ucrania está rezando!
Y nosotros seguimos descubriendo los fundamentos para nuestra fortaleza desde la experiencia espiritual única de nuestro pueblo, del ejemplo de los prisioneros, del ejemplo de nuestros hermanos y hermanas que han estado en las cárceles rusas y en los territorios ocupados. Queremos conocer su experiencia de fortaleza personal. Ayer reflexionábamos sobre el hecho de que la constancia no es la infalibilidad y no es la firmeza, sino la capacidad de levantarse una y otra vez, incluso cuando nos caemos. También recordábamos ayer que la resiliencia es imposible sin valores. La resiliencia es imposible sin la verdad; sin la verdad, que es el timón que debemos tener en nuestras manos para saber en qué dirección avanzamos en nuestra vida.
Hoy vamos a reflexionar sobre el segundo fundamento de la resiliencia personal en la guerra. Y este fundamento es la oración. Sin la oración es imposible resistir. Sobre todo en la lucha contra el mal. Para nosotros, los cristianos, la oración es el momento en que tomamos la mano de nuestro Dios. La oración es ese momento en el que el Señor Dios me toma a mí y a mi vida en las palmas de sus manos y me conduce. Es Él quien es la fuente de renovación de nuestras fuerzas. Por eso, la oración en tiempos de cautiverio, en tiempos de sufrimiento, en tiempos de dolor personal, en tiempos de guerra… es la fuente de renovación; la renovación de nuestras fuerzas, y es el secreto de nuestra resistencia.
El profeta Isaías nos dice así: “También los jóvenes se cansan y se fatigan, y los jóvenes guerreros caen en la decadencia. Pero los que confían en el Señor recuperan sus fuerzas como el águila, levantan sus alas, corren, no conocen el cansancio, avanzan sin cansarse”. Por lo tanto, para perseverar, no sólo necesitamos conocer la verdad; necesitamos conocer la verdad y estar convencidos de que estamos haciendo lo correcto; necesitamos permitir que esta verdad nos toque personalmente, y esta verdad, el camino y la vida no es algo, sino Alguien. Es nuestro Señor Jesucristo quien está a nuestro lado; y quien confía en él, quien se apoya en él, no será zamarreado.
Sabemos que podemos rezar de muchas maneras diferentes. Es importante encontrar nuestro propio camino. Aquel que me acerque a Dios. Aquel que haga posible saborear la Palabra de Dios. Por eso es tan importante leer las Sagradas Escrituras. Tenerlas con nosotros incluso cuando hayamos perdido todo. El apóstol Pablo nos llama a la oración constante. Por tanto, debemos comenzar cada día con un corazón abierto que sea capaz de escuchar y oír a Dios; y compartir con otros la palabra de Dios que escuchamos.
En estos días nos hemos conmovido por nuevos descubrimientos en las tierras de la provincia de Kharkiv, liberadas recientemente de los ocupantes. En la ciudad de Vovchansk, en la cámara de tortura, los presos dibujaron como pudieron en la pared iconos de la Virgen María y de Jesucristo. Aquellos iconos presentaban para ellos el Dios vivo, nuestro Salvador y a su Santa Madre. Iconos cerca de los cuales los prisioneros marcaban con signos que llevaban cuenta de los días de encarcelamiento. Esos iconos son, para nosotros los cristianos del rito oriental, el sacramento de la presencia de la eternidad en lo temporal; el lugar y el momento del encuentro del hombre con Dios. Estos iconos son una llamada profunda; un símbolo profundo que nos dice: “El que reza persevera. El que reza resiste”.
¡Oh Dios, bendice a Ucrania! ¡Oh Dios, bendice a todos los que en su corazón sienten tu presencia entre nosotros y extienden sus manos hacia Ti en oración! Hoy quiero dar las gracias a todos los que han estado en oración incansablemente en sus casas, en nuestras iglesias y en los monasterios durante 225 días. Quiero agradecer a todos los sacerdotes, que mantienen sus iglesias abiertas y rezan con el pueblo de Dios día y noche por la victoria de Ucrania.
¡Oh Dios, bendice a tus hijos! Escucha sus oraciones, enjuga las lágrimas de tu pueblo en Ucrania y bendice nuestra tierra con la paz.
La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.
¡Alabado sea Jesucristo!
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