Marisa Saavedra Muñoz Diputada de Unidas Podemos.- (HUFFPOST 29/04/2021)
No es ni justo ni cristiano abandonar a un niño o una niña a su suerte, criminalizar a colectivos por el color de la piel, su nacionalidad, orientación sexual o su cultura.
Soy diputada de Unidas Podemos en el Congreso. Soy cristiana y vinculada a algunos movimientos eclesiales. Junto a multitud de personas cristianas pido el voto para Unidas Podemos y Pablo Iglesias en las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad de Madrid.
Coincido con las reflexiones del Foro de curas de Madrid y más cuando hace unos días recomendaban no votar ni al PP ni a Vox por el peligro que para la democracia y la convivencia suponen estas fuerzas políticas, que defienden el ultra neoliberalismo político y económico, la aporofobia, el machismo, el racismo o el desprecio por lo público.
También, Redes Cristianas ha hecho público recientemente un comunicado con criterios que consideran esenciales para decidir el voto el 4-M. En el centro, la preocupación por la desigualdad y la exclusión social en aumento, la precariedad laboral, las privatizaciones y el deterioro de los servicios públicos en los últimos años o los discursos de odio y la criminalización de las personas más vulnerables.
Hacer frente a todo esto debe ser una prioridad política y, para las personas cristianas, criterio de orientación del voto, valorando qué propuestas políticas pueden ser más coherentes con ese objetivo.
Sin duda, ninguna opción política se puede identificar con el cristianismo o con la Iglesia en su conjunto. Pero hay fuerzas políticas que defienden y aplican principios o medidas que ponen en peligro aspectos esenciales vinculados a estas creencias.
Personalmente he llegado a mi compromiso político a partir de mi fe cristiana, y mi militancia y lucha por la justicia y la dignidad de todo ser humano bebe directamente del Evangelio. Es una opción por las personas más desfavorecidas, las víctimas de este sistema injusto y por participar en la construcción de una sociedad más fraternal y justa.
Desde ahí, muchas personas trabajamos contra la injusticia y la exclusión, contra las desigualdades que nacen de la privación de derechos y de la acumulación de riquezas, contra la opresión y la violencia justificadas por los poderosos.
No es ni justo ni cristiano abandonar a un niño o una niña a su suerte, criminalizar a colectivos por el color de la piel, su nacionalidad, orientación sexual o su cultura, dejar a la gente sin casa, pagar sueldos o pensiones de miseria, discriminar a las mujeres, explotar a la gente trabajadora.
No es justo ni cristiano que quienes más tienen aporten menos, que se blinden los privilegios y se reduzcan los derechos, que se sustituya la justicia social por la magnanimidad discrecional.
Cristiano y justo es defender que lo común es de todos y todas. Que el aire, el agua y la tierra no deben ni destruirse, ni acaparase porque la vida de todos y cada uno de los seres humanos depende de esos bienes comunes, como defiende el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si.
Cristiano y justo es defender lo público, porque es la manera en que todas las personas vean atendidas sus necesidades básicas en dignidad, educación, salud y protección social, a partir de la contribución de todos y todas en la medida de sus posibilidades. Eso es defender a la gente de abajo, que es la más maltratada al tiempo que, como ha demostrado la pandemia, es imprescindible.
Muchas personas cristianas hemos considerado que los planteamientos de Unidas Podemos nos permiten avanzar hacia esa sociedad más justa y fraternal que perseguimos, desde la esperanza en que otro mundo es posible y que somos los hombres y mujeres de este momento histórico los que debemos intentar conseguirlo.
Contra la desesperanza, la lucha por la dignidad humana.
Todos los madrileños a votaaaaa- aaaarrrr !!
Suerte.
Me sumo a las declaraciones del Foro de curas de Madrid y a Redes cristianas, que denuncian la desigualdad social, la precariedad laboral y en muchos casos también la explotación laboral… Y digo que me sumo a estas Redes cristianas, porque no es posible servir a Dios y al dinero… El Evangelio de Jesús, como todos sabemos (aunque parece que muchos que se dicen cristianos lo ignoran, lo marginan o lo desconocen…), está en primer lugar con el necesitado. En su escala de valores, en la práctica, el necesitado es el primer valor. Recordemos el “Venid, benditos”… Lo que me recuerda las palabras de Mounier: Soy de izquierdas por que soy cristiano. (Aunque no hace falta decirse de izquierdas, basta con ser cristiano auténtico para reclamar y trabajar por el cambio social a fondo.)
Por eso, no es aceptable que un partido político se confiese cristiano y al tiempo defienda en su programa una política neoliberal…, que prima el beneficio privado sobre el bien común. Y es menos aceptable aún que los dirigentes-servidores de la Iglesia guarden silencio ante esa utilización “cristiana”, obscena, de la religión… El neoliberalismo que defienden algunos partidos es anticristiano… Y un cristianismo, así presentado, se encuentra en el mundo de las posverdades-falsedades de todos los tiempos, también de hoy, que tanto han deformado el Mensaje del Reino en la tierra.
Pero al votar debo ser REALISTA, no sea que por quererlo todo, me quede sin nada, o el cambio resulte mucho más lento. El poderoso caballero del Gran Capital tiene demasiada fuerza y maneja los hilos del poder… Soñar y aspirar está bien, pero es mejor vivir despiertos… Por eso, me parece que debo pensar bien la eficacia de mi voto. (No sé si me estoy explicando adecuadamente…)
En suma, ni silencios cómplices o cobardes -sin compromiso social-, ni ingenuidades que piensan que las ideas son todopoderosas (aunque también es verdad que las ideas tienen un gran poder de transformación, pero menos que los intereses.) Lo nuestro es ir descubriendo las tinieblas, a veces siniestras, del poder (poder que utiliza cuanto puede la argumentación falaz y también la religión), y a través de verdades más humanas, bien argumentadas y probadas, así como de actitudes coherentes (testimonio), ir mentalizando para que se produzca el cambio social lo antes posible (cambio que siempre será más lento de lo que deseamos.) Y todo en busca de una sociedad mejor, menos embrutecida, y de una Iglesia y religión más evangélica. Si los creyentes fuésemos más conscientes del compromiso que conlleva ser cristiano, votaríamos con más coherencia, y habría más justicia social. (Lo que no lograremos mientras nuestra fe, floja y acomodaticia, nos impida ser más libres… para poder ver mejor la “verdad” que nos venden o que se nos impone…)
Hay que ir a votar.Primero,porque esta gente de VOX son un evidente peligro.Sólo hace falta ver los grupos católicos que tienen detrás.Es evidente que si VOX decide despediros de que la ley de eutanasia se aplique en Madrid…Ya el tratamiento de la IVE en Madrid con el PP es vergonzante…si VOX mete la pezuña reventarán la ley de eitanasia con la objeción…En la sanidad pública volveremos a los tiempos de Lasquetty y Lamela(al Montes bien que le dieron).Hay que votar por tener un poco de memoria.Segundo tb hay que votar porque como dice el vídeo Toda una vida de Màs Madrid por esos jóvenes que no levantan cabeza en Madrid…Mi hija que todavía no vota ,iba con su madre y mi ex en coche y vió un stand de VOX ,bajó la ventanilla y les llamó fascistas…Ya le dije:”bien hecho.Pero eso en el coche que estos de VOX son unos cafres”…Tremenda podemita mi hija…Ya vimos que el hijo de Edmund Bal no iba votar a su padre(luego rectificó) y tremendo cachondeo en las redes…Bueno hay que votar aunque sólo sea por nuestros hijos….por su futuro…Tb obviamente por los pobres….Por tomarme unas cañas en plena pandemia yo ciertamente no voto y por no encontrarme a mi ex tampoco…Con ella tengo que hablar que tengo una hija en común…Anda que la pardala que gobierna la CMadrid dice que libertad es ir a misa porque me da la gana cuando en su vida ha ido a misa…A la Almudena fue a echar unas lagrimitas,de Mater Dolorosa…
Más de sesenta años luchando contra el confesionalismo, desde que un barco me arribó a España por Santander, en defensa de mi autonomía como persona cristiana y ahora me exigen “otro confesionalismo”, que ni es laico ni religioso. ¿Híbrido o reminiscencia?
¡Cuánta razón tenía Gregorio Peces-Barba cuando nos alertaba de la moral de salvación de ciertas izquierdas!
Está mas de moda que nunca en Estados Unidos.
Joseph Bottum, un escritor católico con un gran conocimiento histórico y teológico, en su libro An Anxious Age: The Post-Protestant Ethic and the Spirit of America, dice:
“Uno de los grandes peligros es que las ideas religiosas están en la política… Si crees que tus oponentes políticos ordinarios no están simplemente equivocados, sino que son el mal, has dejado de hacer política y has empezado a hacer religión”.
Ni el machismo, ni la aporofobia, ni el racismo son exclusivos de nadie. En en cuanto al sistema económico, es el mismo para todos, también con él funciona Podemos. En el Gobierno, ¡no se tiene poder! se enteró PI hace poco.
Demasiadas pretensiones para los del no se puede.
Una pregunta, simple curiosidad. No votar a PP y a Vox, dicen. ¿A Falange si se puede? Porque ese sí que es un auténtico partido fascista.
Elemental, querida Carmen, lo correcto es votar a aquellos que nos merecen más confianza y credibilidad. Pero por narices tenemos que votar a alguna de las candidaturas que se han presentado, y que seguramente tienen luces y sombras. Yo desde luego, si pudiese, presentaría de candidato al Jesús del Sermón de las Bienaventuranzas. Pero su candidatura no ha sido presentada. O sea que nos toca elegir, “aramos con los bueyes que tenemos”, o abstenernos. Por eso lo tengo muy claro. La candidatura de Pablo Iglesias es sin duda la que menos me disgusta, y me atrevo a decir que es la que más me gusta.
Si fuese madrileña votaría a Más Madrid. Me gusta Errejón y la candidata.
A ver qué pasa….
Estuve en la URSS en 1983, en el ministerio de Cultura de un estado presidido por Chernenka. Recuerdo el vodka. Nunca lo bebí tan a gusto. Para comprar algún recuerdo tenía que ir a los “berioshka” o palabra similar, no recuerdo bien, que eran tiendas exclusivas para extranjeros. Le pedí una vez a un compañero ruso que me trajera cierto artículo, pues hablaba el ruso y conocía el género. Pero se excusó: “si entro, me fichan”. El autobús de la empresa pasó por delante de Lubianka, alemanes y norteamericanos se excitaron “Lubianka!, Lubianka!; los rusos, lívidos. Había por entonces en Madrid una editorial de ciencias que publicaba libros rusos. Se lo expuse a uno de los numerosos miembros dl ministerio de Cultura, en realidad comisarios políticos que nos acompañaban. Al día siguiente, un comisario me citó en un aparte para ver si, además de los libros científicos, podría servir yo de enlace para otro tipo de publicaciones “más políticas”. Llegados a Leningrado, tras un viaje en una suerte de tren “sevillano”, nos instalaron en un hotel de lujo, el Prebaltiskaia. En la sala de prensa, además del Pravda y el Izvestia, estaban los periódicos de los partidos comunistas europeos (L´Unitá, etc.) y el cubano Grama. Un español: El País. Ningún otro periódico europeo. Ni siquiera Le Monde, un periódico que yo entonces devoraba. Me llamó la atención. Son datos que pueden comprobarse. Las iglesias han vuelto, parece, a restablecer su función. En las distintas catedrales que visité de Moscú y Leningrado, el destino era muy otro, en el mejor de los casos, museístico. Curiosamente, algunas conservaban textos en griego. Recuerdo que a un comisario de esos le pregunté por el significado de la leyenda en cuestión. Ni lo sabía ni tenía por que saberlo. Se lo traduje: Era una bienaventuranza. ¿De quién es el texto? preguntó. De Jesús de Nazaret, ¿lo conoce?
Carmen, tiene usted más razón que un santo. No podría decirlo mejor, por mucho que reflexionara sobre el cristiano y la política. Y algunas vueltas le he dado al asunto.
Yo también “Coincido con las reflexiones del Foro de curas de Madrid y más cuando hace unos días recomendaban no votar ni al PP ni a Vox por el peligro que para la democracia y la convivencia suponen estas fuerzas políticas, que defienden el ultra neoliberalismo político y económico, la aporofobia, el machismo, el racismo o el desprecio por lo público”.
Y qué tiene que ver Jesús de Nazaret con Pablo Iglesias?
Estoy un poco más lenta de lo habitual, a lo mejor por eso no lo entiendo. A lo mejor por eso me rechina lo mismo lo que dicen los obispos de votar a la derecha que esta señora , sin duda una buena cristiana comprometida, diciendo que votemos a Podemos.
Quizás el cristianismo pertenece a algún partido político? Parece que los obispos piensan que sí y la autora de este artículo también. Y curiosamente son partidos enfrentados, bueno, en esta ocasión , enfrentadísimos.
Y si dejásemos el cristianismo, la figura de Jesús de Nazaret al margen de la política?
Diría que hay que votar a aquellos que creamos que lo van a hacer mejor.
A lo mejor me equivoco, no sé.
Tienes toda la razón Carmen, y estoy contigo.
No hagamos mezclas, que no nos llevan a la verdad de la cuestión en marcha.
Esta mujer, se agarra a un hierro candente…si le conviene…según el momento.
Y los obispos también.