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Pecado es: llamar pecado al amor

      Con gusto publica ATRIO este texto que le acaba de enviar Juan Sánchez Núñez profesor de Cristología y Ética teológica en la Facultad protestante de teología SEUT (Madrid), con la esperanza de que el diálogo ecuménico favorezca la conversión cristiana de nuestras iglesias. AD.

 

      Pecado es llamar pecado a la vida amorosa de un matrimonio homosexual.

      Esto decía a mis hermanos protestantes españoles durante el tiempo que pasé dando estudios éticos, bíblicos, teológicos y pastorales, en distintas iglesias protestantes de España, cuando nos planteábamos si podíamos aceptar a las personas homosexuales como miembros de nuestra Iglesia, con los mismos derechos y deberes de cualquier miembro.

      Pertenezco a la Iglesia Evangélica Española, de tradición metodista y presbiteriana, una Iglesia con más de 150 años de presencia en España, que en el Sínodo del año 2015 aprobó por una amplia mayoría la aceptación oficial, pues de hecho ya lo eran, de las personas homosexuales como miembros de nuestra Iglesia, y el compromiso de acompañarles pastoralmente en la superación de todo tipo de discriminación y homofobia.

      Esto implica que tienen derecho a gozar institucionalmente de todos los beneficios y de todas las responsabilidades que tienen los demás miembros de la Iglesia, y por lo tanto, que sus vidas, dones y ministerios, son una bendición para la Iglesia y para la sociedad.

      Damos testimonio de que también sus matrimonios son una bendición de Dios, y desde nuestra experiencia de fe nos entristece ver cómo la Iglesia Católica Romana se plantea si dispone “del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo”.

      El entrecomillado del párrafo anterior está extraído de la pregunta que se formula a la Congregación para la Doctrina de la Fe, y que ésta responde negativamente. Un órgano institucional de máximo nivel de la Iglesia Católica Romana, considera que no dispone del poder de bendecir la vida amorosa de los matrimonios homosexuales.

      Me entristeció empezar a leer esta comunicación y ver que la respuesta era negativa. Pero cuando llegué al final, y vi que se obviaba ese tono académico que iba calificando de “no acorde con la revelación de Dios” la vida amorosa de los matrimonios homosexuales, y de modo explícito, se calificaba de “pecado”  esa vida amorosa, ¡no me lo podía creer! La tristeza se tornó aflicción y tormento.

      Volvía a sufrir el mismo tormento que supuso enfrentarme con mis hermanos evangélicos de otras Iglesias de España, y también con algunos de la mía, que utilizaban el mismo argumento que la Congregación para la Doctrina de la Fe, a saber, que la Iglesia puede bendecir a los pecadores, pero no el pecado.

      Sólo desde premisas obsoletas, solo desde valores periclitados, solo desde una visión negativa de la sexualidad, solo desde actitudes no evangélicas (del Evangelio de Jesús), se puede calificar de “pecado” la vida amorosa de los matrimonios homosexuales de nuestra sociedad. Su vida amorosa es una bendición de Dios, y no necesitan de ninguna Iglesia que se lo diga; si son creyentes, lo viven diariamente.

      Por lo tanto, hermanos: “Pecado es, llamar pecado al amor”.

      Dedique más de un año, antes de ese Sínodo de 2015 que he mencionado, visitando nuestras iglesias, y haciendo estudios bíblico-teológicos, estudiando precisamente si en la Biblia, o en la revelación de Dios, como dice la Congregación para la Doctrina de la Fe, había alguna razón  que nos llevara a calificar de “pecado” la vida amorosa de los matrimonios homosexuales de nuestra sociedad.

      Concluimos que no, que no hay ninguna razón en la revelación de Dios, ni en la Biblia, para calificar de “pecado” al amor de nuestros hermanos homosexuales, al contario, concluimos que su vida sexual y amorosa era una bendición de Dios para sus vidas.

      Y es que la revelación de Dios que encontramos en la Biblia (norma normans tanto para católicos como para protestantes), es una revelación histórica fruto de la experiencia de fe del pueblo de Israel y de la Iglesia cristiana; una experiencia de fe conceptualizada con categorías culturales y religiosas de hace unos dos mil años.

      Y esto hoy, es de una importancia radical, es decir, hoy sabemos que la revelación de Dios no ha “caído del cielo”, sino que es fruto de la experiencia de fe de unos hombres y mujeres, que experimentaron la salvación de Dios siendo lo que no podían ser de otro modo, hombres y mujeres de su época.

      Lo central de esta experiencia de fe, lo central de esta revelación de Dios, que nos transmiten en la Biblia nuestros hermanos y hermanas de hace unos dos mil años, es la salvación que Dios es para la humanidad, tal y como lo hemos experimentado, nosotros cristianos, en la vida, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.

      Es en torno a este acontecimiento que es “Jesús el Cristo” que gira toda la revelación de Dios que encontramos en la Biblia.

      Es obvio que no vamos a encontrar en la Biblia orientaciones éticas o teológicas explícitas sobre realidades que no pertenecen al mundo de la Biblia. Sería absurdo pretender encontrar en la Biblia orientaciones éticas explícitas acerca del uso de la energía atómica, o de la manipulación genética, por ejemplo.

      Esto mismo vimos que sucedía, en los estudios que llevaba a cabo en mis iglesias, con la realidad del matrimonio homosexual de nuestra sociedad. Intentar trasladar a nuestros días las pocas valoraciones éticas que hay en la Biblia, no acerca del matrimonio homosexual, sino de las actividades homoeróticas de aquella sociedad, es un anacronismo que no se puede aceptar.

      Pero no es cuestión de que sea inaceptable, el problema, como estamos viendo, es mucho más grave, pues tiene consecuencias deletéreas, ya que lleva a calificar de “pecado” al amor.

      Y calificar de “pecado” el amor tiene una premisa mayor, que la Congregación para la Doctrina de la fe repite una y otra vez, a saber, que este amor no responde a “los designios de Dios inscritos en la Creación”.

      Pues bien, esta premisa mayor no se sostiene desde la comprensión de la revelación a la que ha llegado la teología actual, y que he mencionado anteriormente, a saber, que toda revelación de Dios es humana, está mediada por la acogida de fe humana de esa revelación, una acogida de fe que por lo tanto está condicionada históricamente.

      La comprensión del ser humano que encontramos en los primeros capítulos del Génesis tampoco “ha caído del cielo”, es decir, no es absoluta, no es “divina”; es la comprensión del ser humano a la que llegó el pueblo de Israel en su experiencia de fe en Dios, y que ellos proponen como “revelación de Dios” a todos aquellos que están dispuestos a acogerla con la misma fe.

      Esto significa que no hay un designio de Dios absoluto acerca del ser humano que podamos encontrar en la Biblia. Es más, hoy sabemos que ese designio de Dios propuesto por la fe de Israel en los primeros capítulos del Génesis, es un designio que se realiza en un arco de intersexualidad  entre el hombre y la mujer.

      No podemos ignorar lo que nos dicen las ciencias actuales, que la realidad sexual de todas las personas tiene raíces biológicas, psicológicas y sociales en una compleja unidad e interrelación, y todas ellas, desde una experiencia de fe, son una bendición de Dios al servicio de la unión y reproducción de la humanidad.

      Es evidente que no es este el espacio adecuado para exponer todos los estudios éticos, bíblicos, teológicos y pastorales que realicé en las iglesias de la Iglesia Evangélica Española antes del Sínodo de 2015. Están disponibles gratuitamente, en formato PDF, en la siguiente dirección web: https://www.bubok.es/libros/247002/etica-teologica-y-homosexualidad

      Por desgracia, el ofrecimiento que la Iglesia Evangélica Española hizo a las demás iglesias evangélicas de España, no solo fue rechazado, sino que incluso se volvió contra nosotros y nos llevó a ser marginados dentro de FEREDE, organismo de representación de estas Iglesias ante el Estado español.

      Por desgracia, tampoco abrigo mucha esperanza de que esta Nota, en la que invito a la Iglesia Católica Romana a recapacitar y revisar ese juicio que califica de “pecado” la vida amorosa de los matrimonios homosexuales de nuestra sociedad, tenga alguna acogida.

      Hermanos católicos, es desde el más sincero amor cristiano que os hago este llamamiento. Está en juego nuestra credibilidad, está en juego “La alegría del Evangelio”, está en juego el futuro de la Iglesia en nuestro mundo: No podemos calificar de “pecado” la vida amorosa de los matrimonios homosexuales de nuestra sociedad. Por amor de Dios: ¡Recapacitad y rectificad!

17 comentarios

  • Giordano bruno

    ¡¡¡¡POBRE Y DESPROTEGIDA IGLESIA!!!! Pues ni pobre ni desprotegida iglesia. ¿Pobre?¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Es de coña?. ¿Desprotegida iglesia?. ¿Quien impide publicar el libro de KASL HEINZ DESCHNER,, EN ESPAÑA, “HISTORIA CRIMINAL DEL CRISTIANISMO?. Después de haber perdido el juicio que entablo contra su autor en ALEMANIA..A  FALTA de la Inquisición le sobra dinero para comprar EDITORIALES, como por ejemplo PLANETA  en España. Sin embargo yo tengo la obra EN ITALIANO¡¡¡¡¡

  • Carmen

    Hola Ludovico.

    He vuelto a leer sus comentarios. El primero es demoledor, totalmente en su linea , viene a decir que el señor que lo ha escrito no tiene idea de las sagradas escrituras, porque en ellas no hay nada que explícitamente condene la homosexualidad. Usted sabrá si eso es cierto o no. No sé de escrituras. Bueno, un poquito, como toda persona normal y católica, entre poco y nada.

    Y sin embargo, me ha venido a la cabeza aquella historia sobre Sodoma. Pero a lo mejor no la entendí bien.

    Y en su segundo comentario habla de tradición, he entendido que la tradición de los padres esos que eran muy santos , los que sentaron las bases de la moral divina y humana dejaron bien claro que la finalidad de la relación sexual en humanos es la procreación. Y si los dos cónyuges se quieren, mejor y si no, pues se siente. Esto último no lo ha dicho,lo he deducido, con su permiso.

    Y yo me pregunto. Quienes eran esos señores para dictar unas normas sobre la sexualidad humana, y además para que perdurasen por los siglos de los siglos? Pues no hemos quedado en que El Libro no se metía en eso.?

    Se que uno de los santos Padres fue Agustín de Hipona. Estoy segura de que conoce su vida. Yo también.

    En fin, querido amigo. Tengo la impresión de que no ha llegado a entender el tema principal del artículo. Viene a decir algo así como: dejad que las personas se amén en paz.

    Usted mantiene que , de acuerdo, pero fuera de la iglesia. En eso estamos todos los implicados o por ser homosexual, o por tener familiares homosexuales, o por tener amigos cercanos, o simplemente porque nuestra razón nos lo dice, todos estamos totalmente de acuerdo. Fuera de la iglesia.

    Por eso nos vamos. Pero no únicamente los homosexuales, no, nos vamos muchos heterosexuales. Porque no los vamos a estigmatizar, ya puede decir la iglesia misa y cantada. De eso nada.

    Y si nuestra postura no es cristiana, pues no lo es, no voy a discutir, sencillamente, cerraré con cuidadico, con mucho cuidado , cerraré la puerta al salir. Al final se trata de eso. De no hacer ruido.

    Buen día.

    • Carmen

      Sorry.
      Me había saltado lo del hombre viejo y el hombre nuevo de San Pablo. Es que no es santo de mi devoción. Pues sí, el Libro ya apuntaba maneras. Por otra parte tiene mucho sentido. Pablo era judío y a ellos eso de la homosexualidad como que no les gusta nada. Ya me extrañaba a mí que usted cometiera un error. Sin embargo en mí son frecuentes, cosa de seres humanos.
      Sorry

      Sobran los motivos para detestar la homosexualidad, lo recoge el Libro. El sabe.
      Pero me pregunto, Jesús, que digo yo que será el prototipo de hombre nuevo, también la detestaba? Por más que pienso no me viene a la cabeza ningún dicho o hecho o parábola de Jesús en esa línea. Pero a lo mejor hay que seguir a Pablo de Tarso más que a Jesús. De hecho es lo que hace la iglesia.

      Otro saludo.
      Disculpe el error. Me pasa por no prestar atención a lo que dice el gran Pablo. Fundador de la iglesia.

      Y no se enfade conmigo por llamarle cabezón. También lo soy. Y mucho. Pero bueno, usted sabrá…

      Paz y bien.

  • ¡¡Vamos, que a estas alturas me den ejemplos del tal santo Tomás de A, cuando dejó escrito que “desde el cielo se ven a los condenados, para su regocijo !!!. Pues a la altura del santo Woytila que puso como ejemplo para la juventud al también santp MARCIAL MACIEL DEGOLLADO, fundador de los “LEGIONARIOS DE CRISTO”¡¡¡¡ Claro de Cristo!!

  • Ludovico

    Siguen los teólogos callados. Sigue la Iglesia desprotegida. Me gustaría elevar el discurso, generalizar, para que nadie se dé por aludido. No esperen de mí que caiga en el error gramatical de añadir aludida.

    Como diría Pedro Abelardo en el sic et non y con mayor contundencia santo Tomás en la Summa Theologiae, videtur quod non…: parece que el amor, en cualquiera de sus formas, es un asunto bello, noble y digno de alabanza. En cuanto verdadero, bueno y bello es un don del Dios Creador. Nadie puede intervenir en ello, salvo contrariar la voluntad de Dios, que nos hizo y quiso que amáramos.

    Sigamos con la metodología medieval: Sed contra: El amor ha de estar ordenado al fin que Dios le dio. No se puede amar a la mujer del prójimo, aunque pudiera darse una mutua atracción que creamos fruto del amor. No es ese un amor legítimo. Sería, utilizaremos terminología hoy chirriante en un mundo erotizado y epicúreo, pasión desordenada.

    En el mundo animal la conducta sexual animal es muy variada, acorde en buena parte con la morfología. Especies hermafroditas, especies que cambian de sexo de acuerdo con la temperatura, especies partenogenéticas, etcétera, etcétera. Sólo en los primates se da, por diversión, la homosexualidad temporal o transitoria; caso arquetípico, los bonobos. En especies menos evolucionada suele ser rarísimo.

    También en el hombre, primate, se da la homosexualidad. Pero los primates no humanos no tienen dignidad, propiedad reservada al hombre, salvo que sigamos la tesis del especieismo de Peter Singer y, entre nosotros, de Jesús Mosterín.

    El hombre tiene razón y dignidad. Debe actuar de acuerdo con el orden de la naturaleza. Al orden de la naturaleza pertenece no matar, no robar, no desear la mujer del prójimo. La sociedad no ve con malos ojos el adulterio; es una cosa privada entre dos adultos, suele decirse. Se quieren. ¿Quién soy yo para meterme en su vida privada?

    Para justificar la relación homosexual se habla separar el encuentro sexual de la reproducción. Muchos que atacan a la Iglesia ignoran que la Iglesia los separó desde hace siglos cuando hablaba del acto sexual como remedium concupisentiae en los matrimonios estériles (por edad o por naturaleza).

    Esa idea de la reproducción o perpetuación de la especie vinculada a la relación sexual institucionalizada ha sido norma y guía de la moral natural, de la ley natural, que fue incorporada por las grandes religiones, las religiones de libro.

    La ley civil reconoce las uniones de personas del mismo sexo. Pero son convenios. No obligan ni a las religiones ni a los particulares. Nada obliga a un concejal a casar a ninguna pareja de esas. ¿Por qué la Iglesia habría de bendecir lo que, de acuerdo con la ley natural sancionada por la Escritura y la Tradición, entiende que esta fuera del recto orden?

    Como ciudadanos podemos tener nuestra propia idea. Nuestra propia mentalidad. Pero si decimos que la Iglesia tiene que bendecir, hemos de demostrar o razonar el por qué. Pero el único argumento esgrimido es que la sociedad lo demanda o que se trata de un atavismo, acientífico para mayor inri. Y ese es un argumento muy débil. De hecho no es argumento.

     

    • Carmen

      Hola
      No tengo fuerza para contestar. Aquí estoy, con la PCR hecha y confinada para no contagiarme este fin de semana. Estoy en modo operación. Y de bajón. No puedo discutir. Eso es mal síntoma. Mañana por la mañana a lo mejor me cambia el humor. Me tomaré un buen café con azúcar.
      No se preocupe por los errores gramaticales, esto va de otra historia. Usted reúne algunos de los requisitos del tipo de persona con la que me gusta discutir. Pensamos justamente lo contrario en casi todo, entra a todos los temas que le interesan, va directo al nudo gordiano de la cuestión, bajo su punto de vista, claro. Y además es un poco cabezón. Bueno, bastante. Si a eso le añadimos que no me asusta usted nada, pues resulta muy entretenido hablar .

      Mañana será otro día.
      Buenas noches.

    • Román Díaz Ayala

      Querido Ludovico.
      Llevas muchos años haciendo comentarios en Atrio. Formas parte de la familia de comentaristas. ¿No sabes que entre bomberos no se pisan mangueras?
      Un saludo

      • Ludovico

        Carísimo Román,
        Muchas gracias por el consejo. La verdad es que no deberia participar tanto. Le robo tiempo a otros menesteres. Ahora mismo, tendría que estar avanzando en unas paginillas sobre la ética de edición genómica, tena apremiante donde los haya y en el que Biden acaba de levantar compuertas, vulgo moratorias. O tendría que empezar con la lectura de The Self-Assembling Brain, un libro de Princeton University Press sumamente excitante sobre la modelización del cerebro por la inteligencia artificial, con la mirada puesta en la explicación científica de la inteligencia, la voluntad y otras facultades que se vienen atribuyendo al alma.
        Pero, como soy un natus in Ecclesia más que un vocatus ad Ecclesiam me preocupa todo lo que afecta a esta barquilla que se encuentra hoy, entre peñascos, rota. Sin timonel, sin remeros ni velas, las cuadernas hechas un destrozo. Con un cisma alemán inevitable. Por culpa, en mi opinión, de una falta de pulso doctrinal que sirva de luz en la obscuridad.
        Por eso, carísimo Román entro. Y no a gusto, por decirlo todo. Un abrazo.

        • Román Díaz Ayala

          Te entiendo perfectamente, estamos implicados como “natus in ecclesia” que somos. El debate intenso en el seno de las comunidades protestantes en España condujo en enero de 2019 a un “Foro de Reflexión sobre identidad evangélica e ideología de género” que fue auspiciado por la FEREDE. Las conclusiones de este Foro fueron trasmitidas a las comunidades evangélicas por sus 135 pastores, más teólogos, algún que otro experto y biblistas que las representaban.
          El Sínodo de la Iglesia alemana ya debe estar concluido o a punto de concluir, porque era para dos años, quizás interrumpido por la pandemia, aunque he dejado de tener noticias sobre el mismo.
          Todos los temas de debate, enturbiados con una iglesia sacudida hasta el extremo por los numerosos casos de pederastia y el tratamiento dado a las denuncias, denunciantes, son los mismos que ya habían abordado las iglesias reformadas buscando acomodarse conforme al espíritu de la época. (De ahí le viene a la Iglesia Evangélica Española su trayectoria cismática frente al conjunto de las otras iglesias protestantes que culminó con su Sínodo de 2015)
          Sin embargo la iglesias protestantes alemanas no han conseguido frenar la sangría en la deserción de sus fieles, a un ritmo de aproximadamente un millón cada lustro, tanto los católicos, como los protestantes. No se pasan de una confesión a otra, sino que desertan tanto de la práctica religiosa ( sólo el 9 por ciento de los católicos alemanes asisten a misa) como de toda referencia con la religión. Sólo el Islam registra aumentos de convertidos

          Lo que sucede en Europa (Alemania es una adelantada, en el proceso de secularización) es lo mismo que ocurrió con el floreciente cristianismo del norte de África hasta el siglo VI, que desapareció a favor del Islam. No es que haya sucumbido por la fuerza de las espadas y el empuje de casco de los caballos, sino que un nuevo ciclo civilizatorio tuvo el vigor y el empuje necesario para el cambio. Fue una nueva civilización y sus valores en auge de expansión, el arabismo la que obró el “prodigio”.
          Montarse a lomos del nuevo cambio civilizatorio en Europa está demostrando, aceptar sus valores, arrojando por la borda los heredados, está demostrando que es de una inutilidad patente. Lo que nos ha conducido a los errores del presente está en otro lado.

  • Que pecado cometen dos personas que se estiman, que se aman aunque sean del mismo sexo?…¿Qué entendemos por pecado?…¿Ofensa a Dios?… Es que a Dios se puede Ofender?…Me gustaría que me aclaren: ¿Cómo ofenden a Dios dos personas que se aman aunque sean del mismo sexo?…¿Hay alguien que pueda leer o saber lo que pasa en la mente de Dios, lo que dice Dios, lo que piensa Dios, frente a la situación de los homosexuales?…¿Como se enteraron, los jerarcas de la Iglesia católica, incluido el Papa Francisco, de la voluntad de Dios, de la decisión de Dios para no bendecir las uniones homosexuales?…Si son decisiones personales de ellos que enarbolan sus homofobias, pues, entonces no metan a Dios allí…Dios Es Amor Dios ama a todos los seres humanos sin condiciones…como nos enseñó Cristo mismo.

    Personalmente no lo veo bien la homosexualidad…pero, ¿qué tiene que ver lo que yo piense o que vea bien o mal sobre este asunto?…dicen que la situación y vida de los homosexuales son mucho más complejas, llena de problemas e incomprensiones…lo mínimo que podemos hacer es respetar esas vidas, sin apostrofar diatribas, sin anatemas, sin censuras.

  • Olga Larrazabal

    Pecado es no amar, es tratar mal al prójimo. Lo que hagan dos adultos con su vida sexual, si se aman y se respetan y respetan al prójimo es bueno y no debería considerarse pecaminoso.

    Pecado es abusar del poder, es hacer leyes injustas para quedarse con los duros de otros.  Pecado es no pagar impuestos pudiendo hacerlo, y quedarse con propiedades ajenas.

    Se nota que en vuestro país no habéis convivido con religiones cristianas reformadas, ni con masones, así como en el nuestro no habíamos convivido con africanos y otras razas y todavía son objeto de distancia y curiosidad y por qué no decirlo, de miedo soterrado.

  • Ludovico

    No quería intervenir, esperando esta vez que la respuesta llegara desde instancias docentes, de teología, que aquí intervienen. Pero, observado el silencio, me parece obligado responder, cuando en alguna ocasión he tildado a Roma de un silencio pernicioso tras los dislates expuestos con paño y púlpito en el mismo Vaticano.
    El texto es insidia pura contra la Iglesia. De convergencia ecuménica, nada. Se despacha a gusto el pastor que pasó “dando estudios éticos, bíblicos, teológicos y pastorales”. Afirma que la postura defendida por la Iglesia Católica sobre la homosexualidad se basa en “premisas obsoletas, valores periclitados, visión negativa de la sexualidad”. Atribuye sin probar nada. El clímax de su diatriba llega cuando afirma “que no hay designio de Dios absoluto acerca del ser humano que podamos encontrar en la Biblia”.
    Para el pastor el hombre viejo y el hombre nuevo de san Pablo, que fustiga con dureza la praxis homosexual, es algo que no existe en la Escritura. Lo que llama postura obsoleta es la ley natural, que ha vuelto con fuerza en la doctrina ética contemporánea, como uno de los sistemas más consistentes.
    Se tratan de meros exabruptos declarar que los textos doctrinales de la Iglesia católico desarrolla valores periclitados y una visión negativa de la sexualidad. Lo desmiente la misma Amoris laetitia, de la que en muchos puntos me siento alejado, pero eso es otra historia.
    Apelar a la ciencia en vano me resulta particularmente irritante. Por reducir, quizás con excesiva simplificación, no existe el gen de la homosexualidad. Lo que hay es un espectro de factores sexuales, neuronales, muy amplio y harto desconocido.

  • Román Díaz Ayala

    Me gustaría hacer un comentario sobre el “evangelismo” en España, que sea la más descriptivo posible.

    La Iglesia Evangélica España e s una de las varias denominaciones protestantes que arribaron a España en el siglo XIX, y luego más tarde en el siglo XX en dos etapas bien diferenciadas:  Antes de la guerra civil y la dictadura de Franco, y con el Tardo-Franquismo.

    La Iglesia Evangélica Española tiene su asiento en 1869, cuando “La Gloriosa”, pues los momentos de apertura “liberal” propiciaron estas fundaciones. Minoritarios, socialmente mal vistos, salvo por una minoría más abierta y con el constante hostigamiento del clero católico. Durante la dictadura de Franco se volvieron clandestinos, eran los años duros de hierro y plomo. Más tarde, con la apertura de España tras los Planes de Desarrollo y los acuerdos con Estados Unidos (1953) se llegaron, incluso a una Ley de Tolerancia Religiosa. Eran los años del comienzo del turismo masivo, de la otra imagen que se quería dar de España.

    Los protestantes españoles adquirieron cierto reconocimiento y aceptación social, aunque se habían vuelto discretos y al mismo tiempo muy unidos entre ellos. Las iglesias o congregaciones más antigua tenían cierto prestigio sobre las demás, y alguna forma de liderazgo. Comunidades cerradas, pero con una convivencia común, donde se soslayaban las diferencias doctrinales y daban una misma y sola imagen de unidad también en lo doctrinal. Pasaba como con los restaurantes. chinos que prosperaron en España en los años 70 y 80 que ofrecían el mis o menú. Miguel Shiao  Han, había creado  con su mujer Peggy Shiao un recetario chino que era como  el negocio la Biblia para los chinos recién emigrados y que emprendían el negocio de la restauración para quienes buscaban una salida laboral.

    Las Iglesias protestantes crecieron a partir de los años setenta. Muchos misioneros encontraban facilidades para legalizar sus residencias y el público español estaba receptivo, quizás se añadía al cambio sociológico los nuevos aires conciliares del campo católico. La nueva ola del pentecostalismo invadió muchas congregaciones.

    Pero todavía en esos años, los protestantes ( ellos se llaman a sí mismo evangélicos para distinguirse de los católicos) mantenían una unidad frente a la sociedad y el Gobierno que les identificaba como grupo. Tanto es así que se federaron tanto en lo puramente administrativo como voz ante las instituciones del Estado, como en un consenso doctrinal común que recogieron en sus Estatutos. Y así crearon la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (F.E.R.E.D.E.)

    Esta organización representa a 3.800 entidades protestante españolas. La Iglesia Evangélica Española era un miembro más. En los años 90 decían agrupar a unos cinco mil miembros.

    En 2015, desde el Sínodo aprobando el Matrimonio entre personas del mismo sexo, ya no pertenecen a la FEREDE.  Un cisma en toda regla.

  • Claro, Carmen. ¿Qué otra cosa se puede encontrar de este cristianismo. Dice Nietzsche , AURORA: ¡Que terrible morada supo hacer de la tierra el cristianismo , con solo exigir que se colgaran crucifijos por todas partes y considerar que el mundo es un lugar en el que EL  JUSTO ES ATORMENTADO HASTA LA MUERTE¡¡¡¡ Y yo añadiría: Y esta iglesia¡¡¡¡

  • Honorio Cadarso

     

     

    Teóloga Carmen, humanísima Carmen, !bravo!

  • Carmen

    Lo he contado mil veces. En una clase de esas de ciudadanía, siempre me liaban los críos y acabábamos hablando de las cosas más inesperadas. Pues de repente se lió y empezaron a hablar de si creían o no en la existencia de Dios. Absolutamente interesante. Es increíble el razonamiento de los chicos, de las chicas. Había uno muy muy listo, ahora creo que es médico de no sé qué. Hijo de una antigua alumna. Bueno, pues mantenía que Dios no existe por…pues por lo de siempre, que si la razón, que si el día que todo lo conozcamos…en fin.

    Y de repente, una mano levantada al final de la clase, una nena nueva. Calladica. Muy bonica. Y dice: pero qué tonto eres con lo listo que te crees. No has entendido nada. Dios está en todo lo bonito… Y después de decir una serie de cosas dijo. Cuando un niño me da un beso y el niño me gusta, Dios está ahí, porque es bonito.

    Nos dejó a todos callados.

    Luego le pregunté. Eres nueva en el colegio, dónde estabas antes? Mi padre es pastor evangélico, me dijo , y a veces lo trasladan.

    Pues es algo que no se me va de la cabeza. Pues si, si…pastor evangélico. Desde luego a un niño o niña católico no se le ocurre esa reflexión.

    Parece que no viene a cuento, pero viene. A lo mejor los evangélicos ven bonito un beso entre dos personas que se quieren, sea cual sea su sexo.

    Desde luego, la iglesia católica, pues no. Los ven reos del infierno. En vida y en muerte.

    Hay una gran diferencia.

    Digo, no sé…

     

     

  • Carmen

    O que lo califiquen así.

    A nadie le importa demasiado. Los que tenemos a personas homosexuales cerca lo único que nos preocupa es que esas manifestaciones de la iglesia den argumentos a favor de la homofobia.  Qué se les discrimine…en fin. Que intenten hacer de su vida un infierno, pero no después de la muerte, no, en la vida normal.

    Eso es lo que nos preocupa.

    Que lo consideren pecado o no. Es asunto suyo. Que a nivel personal piensen lo que quieran, pero cuidado con las declaraciones públicas. Representan a muchísimos católicos. O no. Pero los partidos políticos no dejan pasar nada que les interese.

    Están anclados en el antiguo testamento. Totalmente. Genial. Pero tienen una repercusión en la sociedad que es indignante las cosas que dicen. Y no voy a entrar en lo que hacen. Para qué?

    No conozco nada de los cristianos evangélicos, pero aquí están. Y quienes tengas ojos para leer, que lean.