Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

La revolución permanente

Preparando una consciente celebración del 8 de marzo de 2020  

     “El feminismo es un impertinente”, dice Nuria Varela[1], en amplios sectores sociales molesta solamente la palabra y, no digamos, la puesta en práctica. Sólo hay que observar el gesto de nuestros interlocutores en determinados foros. Aunque a veces hay cierta contención, pero por otros motivos, como el pudor.

     ¿Acaso es por desconocimiento de lo que es el machismo, la misoginia, el androcentrismo o el patriarcado? ¿O, quizá porque se remueven las raíces más profundas de una manera de ser y de actuar?

     Nuria Varela pone la siguiente cita de Celia Amorós[2]: “Nadie piensa solo, nadie piensa sola, y en feminismo menos” La cultura y el pensamiento se van construyendo tejiendo redes desde que se inventó la escritura hace ya unos cuatro mil años.

     Solamente diseccionando un problema tan complejo, es como conocemos todos sus entresijos, y por eso es por lo que cuantas más aportaciones hagamos al conocimiento de los seres humanos, más sabremos de lo que somos capaces para lo malo y, sobre todo, para lo bueno.

     Y en este tema, han sido, primero las feministas, quienes han ido alimentado durante tres siglos (desde el siglo XVII-XVIII en Inglaterra y EEUU) un cambio en algo tan elemental como es la IGUALDAD entre hombres y mujeres, entre los seres humanos.  Hicieron falta siglos y siglos (toda la historia de la humanidad) para llegar a esta conclusión. En el mejor de los casos, las mujeres han sido marginadas, como de segunda clase, y en el peor, se las ha convertido en objeto sexual al servicio de los deseos de los hombres o se las ha asesinado. Todavía estamos en este estadio en millones y millones de casos. Hace poco vi un documental[3] en TVE 2 sobre Irak: los clérigos hacen matrimonios de placer a tiempo parcial, cobrando suculentas cantidades hasta convertir a las mujeres, en situación de vulnerabilidad, en prostitutas.

     Después de las pioneras mujeres feministas del s. XVII y XVIII, se han ido apuntando hombres, muchos hombres, a la causa. En estos momentos tenemos mucha gente que nos mantiene vivas y alerta para seguir en el camino que hemos comenzado, en los domicilios, en las calles y en los medios de comunicación. Estamos en el buen camino, pero solamente acabamos de empezar este camino. Como es obvio, en este tema, como en otros, necesitamos varios requisitos para conseguir el objetivo: tener conciencia de que el problema existe (el negacionismo paraliza), preocuparse por conocerlo, voluntad de resolverlo y estudiar, estudiar, estudiar, leer, leer, informarse e informarse. Este campo es casi infinito a a hora de desbrozarlo. Hay bibliografía abundantísima.

     Los feminismos son variados y, yo diría que especializados: contra la violencia machista, el mundo laboral, la brecha salarial, las agresiones sexuales, el acoso sexual, los roles adjudicados según seas hombre o mujer, el lenguaje no sexista, los asesinatos de las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres (ya somos 10 mujeres menos en lo que va de año, es decir, 42 días) etc. etc. Pero todos estos feminismos persiguen el mismo objetivo, la IGUALDAD, LA PARIDAD.

     La igualdad civil y religiosa. Ésta última nos viene dada en el Génesis: “hombre y mujer los creó”, aunque la Iglesia parece que no ha leído nunca esta frase, y sí ha buscado otra que avale la exclusión de la mujer, como el mito de Eva que tanto daño ha hecho a las mujeres. Afortunadamente el movimiento “Revuelta de las mujeres en la Iglesia” está en plena efervescencia. En Granada la estamos preparando para el día 15 de Marzo.

     El problema añadido es que se ha normalizado la desigualdad, se ha convertido en costumbres recibidas y no cuestionadas, y lo heredado e instalado por costumbre, es muy difícil y lento de cambiar. Desde que nace un o una bebé, ya el color de la ropa, los juguetes, los juegos son diferentes para niños que para niñas. Después viene lo que “es cosa de o para mujeres y lo que es cosa de hombres.” Algunos lo resuelven con eso de que “yo ayudo a mi mujer”. El hogar es un ámbito compartido, no de ayuda.

     ¿De dónde viene todo esto y otras muchas cosas en desigualdad? Todo viene del androcentrismo. El centro del que parte la estructura social en cualquier ámbito, tiene su origen en el hombre, cerebro que ha diseñado la sociedad y los roles, hace que todo gire en torno al hombre y en beneficio del hombre: el poder, la política, la economía, las leyes, la ética, las religiones, los dioses, los fundadores de las religiones… El hombre (varón) es el canon de todo el universo. Y la historia de las mujeres ha sido enterrada en la historia de la humanidad. En un potente libro titulado “Constructoras de ciudad”, apuntan 380 edificios urbanos y religiosos patrocinados, construidos o ideados por mujeres, de las que los libros de historia ni las han mencionado nunca. Y como esto, podríamos poner infinidad de ejemplos.

     La misoginia, es de lo más sutil que existe en términos de igualdad, se camufla de mil maneras, como el caso de las mujeres romanas que acabo de mencionar. Hasta no hace mucho, lo que dijera o hiciera una mujer tenía menos valor, y requería doble esfuerzo que lo que hacían los hombres. Por eso, en una foto de altos cargos mundiales, se ve a tres mujeres entre 35 hombres en el G20 del 2019. Los porcentajes de mujeres en altas estancias políticas o intelectuales, que las hay muy valiosas, son invisibles, son mínimas. ¡Ah! y las equivocaciones de una mujer se aumentan cual lupa gigante en los ojos de mayorías sociales y de personas cualificadas, mientras que las equivocaciones en los hombres, a lo largo de la historia, siempre se han camuflado, y ellos se han considerado héroes. El estudio de la historia de la humanidad, es la historia de hombres y de sus hazañas bélicas.

     El machismo es poder y es dominio y es sometimiento por parte del hombre sobre la mujer, por las buenas, con sutilezas y buenas formas, o por las malas. Esto se traduce en exigir y esperar que la mujer sea sumisa, en anular a la mujer, anular su propia autoestima, su propia valía, sus cualidades. En la convivencia en pareja, estas exigencias no correspondidas por parte de la mujer, se traducen en humillaciones, desprecios, reproches o voces agresivas, en violencia y en muchísimas ocasiones, en asesinatos.

     En el primer mes de 2020, han sido asesinadas siete mujeres, ¡sólo en un mes! Y un mes después llevamos 14 mujeres asesinadas por sus hombres La mayoría no habían presentado denuncias, no eran conscientes de todo lo que les estaba pasando. Desde 2003 lo han sido 1152 (si no me equivoco), sin contabilizar otro tipo de mujeres sin relación de parentesco con el asesino.

     El machismo es un gran problema para muchas mujeres. Laura Freixas, escritora y activista feminista, ha escrito una novela autobiográfica que la titula “A mí no me iba a pasar”, y le pasó. Dejó de ser ella misma, mientras el marido brillaba a nivel internacional, y la casa era el descanso del guerrero, hasta que un día cogió el coche, pisó el acelerador sin mirar atrás…

     En mujeres mayores de 60 años, el 92 % no habían denunciado, son víctimas invisibles de violencia intramuros, suele ser violencia sicológica, aunque convive con otro tipo de violencia. Las razones son muchas, el conservadurismo de que las cosas son así, la falta de independencia económica, el qué dirán, la resignación, pensar que eso es amor, el cumplimiento de la promesa en el rito de las bodas: “Amarás en lo bueno y en lo malo, etc”.

     En los jóvenes es grave (los de VOX quieren el veto parental) suele ser las violaciones en manadas, incluidos menores. La gente se pregunta ¿qué hace una niña de 15 años con cinco chicos? Pero nadie se hace la pregunta al revés: ¿qué hacen cinco chicos con una niña de 15 años? Como fue el caso del el Mirandés.

 

Masculinismo, conformación del hombre en unos patrones determinados, según la cultura, sin que estas características sean innatas o naturales. Es aprendido socialmente, al igual que la identidad femenina. Hay diversos estereotipos de género que impiden el pleno desarrollo de las potencialidades y oportunidades de cada persona, perjudicando a ambos.

Está publicado un libro en colaboración de varios profesores y profesoras de de distintas universidades, titulado MASCULINIDADES IGUALITARIAS Y ALTERNATIVAS, con 24  participantes, profesor@s de universidades, editado por Tirant humanidades en 2019

 

Los roles

Son roles adjudicados a hombres y mujeres. El rol de las mujeres es, la casa, la crianza, el cuidado de niñ@s, enferm@s o dependientes, la ternura, la belleza, la invisibilidad, la disponibilidad permanente, el servicio total, la vida privada (¿Una mujer pública?, jajaja. ¿Un hombre público? ¡¡¡uy!!!). Eso sí, no cobran un sueldo, no se valora lo que hacen en casa, no cotizan para una pensión. Y en casos de divorcio, muchos hombres dicen, “el dinero lo he ganado yo, que soy el que he trabajado”. Menos mal que están las leyes.

En el documental al que hacía referencia anteriormente sobre Irak, se decía que hay un matrimonio civil, administrativamente muy rápido, con niñas (cada tres minutos hay una niña en el mundo que es obligada a contraer matrimonio) de las que los maridos se cansan muy pronto y las abandonan; muchas se divorcian embarazadas y tienen que buscarse la vida. Entonces caen en manos de clérigos, que las casan y las divorcian con toda facilidad, aunque estos clérigos las comparten con muchos hombres e incluso las meten en redes de prostitución.

En cambio, el rol de los hombres es la vida pública, la política, la economía, ser presidente de, ser jefe de, clérigo, obispo, Papa, en definitiva, un gran hombre público.

 

El lenguaje, quizá sea donde más resistencia social hay de mujeres y de hombres, incluida la RAE, que dice que la Constitución no necesita reforma porque está perfecta. Cuando solo leemos presidente, diputados, rey, jueces, legisladores, etc.

Lo que no se nombra, no existe. En la gramática española y en el español existe el femenino y existe la palabra mujer y niña. Y como el lenguaje no es palabra de Dios, sino de los hombres, sí, de los hombres, pues podemos cambiar cosas que sean posibles.

Como diría alguien picantón: “a cierta edad, son los que tienen el problema en el sexo son ustedes, varones, no nosotras”. Pues igual podemos decir en temas de feminismo, el problema está en ustedes, nosotras seríamos las víctimas en tal caso.

 

NOTAS

[1] ”Feminismo para principiantes”, Nuria Varela, Ed. B.S.A. Barcelona, pág. 13

[2]  Idem. Nuria Varela, pág. 11

[3] “Iraq, el turbio comercio del sexo”. Documentos TV.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-iraq-turbio-comercio-del-sexo/5502618/

 

36 comentarios

  • Rodrigo Olvera

    Querida Ana

    Estoy con un acceso muy limitado a internet. No alcanzo a comentar tantas cosas valiosas de tu reflexión. Sólo a manifestar mi solidaridad y acuerdo contigo. No quisiera dar la falsa impresión de que la lucha feminista me es indiferente.

    Abrazos y esperanzas

    • ana rodrigo

      Querido Rodrigo, de tod@s es conocido tu compromiso con la causa de las mujeres, y tus aportaciones siempre son muy enriquecedoras. No te preocupes, ya podrás participar en otro momento.
      Abrazos y esperanzas.

  • juan antonio vinagre oviedo

    Ana, me uno a tus jugosas reflexiones, así como a los comentarios y documentos que se aportan. Estamos ante un tema fundamental, que hoy  -y ya era hora después de tantos siglos…- se está abriendo paso lentamente, y a medida que se extienda ese movimiento  -y se extenderá, por muchas trabas que le pongan los de siempre-, dará lugar a una sociedad más justa, más respetuosa, más enriquecedora, mejor.

    Por eso yo también quiero participar con ese movimiento en defensa de la IGUALDAD y sobre todo de la DIGNIDAD de la mujer, cosa nada fácil en muchos, muchos lugares de la tierra… El modelamiento mental androcéntrico y patriarcal, y el egoísmo machista, han utilizado y degradado a la mujer hasta convertirla en un objeto… rentable. (Pensemos nada más que en la prostitución forzada, inhumana, que ni siquiera reparte migajas de beneficios…) También aquí se refleja, una vez más, una parte de lo que es el hombre… degradado, psicópata…

    Por eso, es necesario, sí, una revolución permanente en favor de la DIGNIDAD de la mujer…que llegue hasta las entrañas del “maschio” y cambie su mirada… Porque la mujer es compañera, y tiene alma -que le negaban hace ya miles de años- e inteligencia y sentimientos y corazón tan grande que puede domesticar lo más salvaje… El varón muchas veces recupera su equilibrio junto a una mujer inteligente y comprensiva…  (Lo que estoy diciendo es convicción, no es populismo…)

    Pues bien, esto requiere escuela, educación en valores auténticos, que reconviertan mentes… Si se eleva la dignidad de la mujer, será más fácil lograr la igualdad, la paridad en tantas cosas… que hoy se niegan, al menos con los hechos…

    Por último, es urgente que esa dignidad se reconozca en el ámbito religioso. No es comprensible, -pero sí muy significativo- que la sociedad vaya por delante de la Iglesia en este asunto. Como el clero ha “sacralizado” las diferencias, -que supone una inferiorización de fondo-, los cambios en la manera de pensar son más lentos, hay más resistencias…

    Lo peor es que su postura-interpretación se atribuye a Jesús, cuando él fue un gran innovador también en este aspecto. Sólo un dato revelador de intenciones: Jesús resucitado se aparece primero a María Magdalena -porque fue la que lo buscó primero- y le encomendó dar el anuncio de su resurrección -la gran noticia del Reino- a los mismos hombres: VE Y DI…

    Termino: Pablo siguió ese ejemplo y valoró a la mujer como colaboradora… hasta que alguien con mente tradicionalista androcéntrica introdujo una interpolación en  !Cor,. 14, 34-35, ordenando que la mujer se calle en la Iglesia… Como antes Jesús, también Pablo fue reformulado… Que Dios los perdone y haga ver…  Pero ahí están las consecuencias…

    • Román Díaz Ayala

      Muy buena la observación sobre 1ª Corintios 14, 34-35, pero lo de que haya sido una interpolación, el asunto no está definitivamente resuelto. El Códice Vaticano
      (Siglo IV) tiene mucho peso. Otros códices lo trasladan para detrás del 14,40.
      yo prefiero aceptarlo y buscar otras explicaciones más en conformidad con el “ambiente” de aquella comunidad.
      De todas maneras es de admirar lo fácil que les resulta a algunos estudios destripar la originalidad de los textos sinópticos y lo difícil que se les hace hacer lo mismo con los paulinos.
      De todas maneras, muchísimas gracias.

    • ana rodrigo

      Muchas gracias, Antonio V. por tu reflexión tan acertada. Sólo apuntalar una idea: los derechos y la dignidad de la mujer no nos la va a regalar nadie, tenemos que encontrarlos nosotras arañando poco a poco pequeñas conquistas, que con el tiempo van aumentando en nuestro ámbito. Por supuesto que con la ayuda de los hombres que es de donde viene el problema.

      Pero si abrimos los ojos a otras culturas y sociedades es terrorífico. Sólo de pensar que hay en el mundo 100 millones de mujeres con ablación o mutiladas genitales, se me pone el alma revuelta, no digamos los millones de maltratadas, prostituidas, esclavas y un infernal etcétera.

      Sobre Pablo tengo mis dudas de sea una interpolación ajena a Pablo, porque son varias las citas:
      1Cor11,3-6-7-8-9-11: Col,3,18; Rom.7,2; Ef.5,22; 6,24; 1Timoteo,2, 11-15.
      También digo que desorienta cuando Pablo pone al frente de comunidades a mujeres, lo que se contradice con lo anterior.

      • juan antonio vinagre oviedo

        Respondo a Román y a Ana, con una opinión -nada más que opinión, aunque la considero relativamente fundada y para mí más verosímil-: Precisamente porque se contradiría demasiado Pablo con esas palabras sobre la mujer -que se calle- con algunos pasajes de Romanos, que cita a mujeres diaconisas por su nombre y las valora por su gran colaboración, me inclino a pensar, con otros, que ese pasaje de !Cor. es una interpolación posterior introducida por parte de la corriente más conservadora… De otra forma, cómo interpretar las palabras de Pablo: En Cristo no hay hombre ni mujer… etc. Sabemos además que las cartas a Timoteo y Tito, por ejemplo, no son paulinas, aunque se presentan como tales… En Pablo, como en los Evangelios, a veces se perciben contradicciones, pero yo no le atribuiría esa de !Cor. Me parece más creíble que se trate de una interpolación, introducida por parte de la corriente más conservadora, que acabó imponiéndose en la Iglesia desde fines del s. I.
        El códice Vaticano tiene mucho peso, sin duda, pero las posibles interpolaciones, de tendencia conservadora, son muy anteriores a la redacción de ese Códice… (s. IV)
        Lo mismo sucede en los Evangelios: a mi juicio hay algunos textos que corresponden más a interpretaciones del autor y su comunidad, de mentalidad viejo-testamentaria, conservadora, que al espíritu de posibles palabras de Jesús. (Este tema tan complejo requiere más extensión y más precisión para abordarlo relativamente bien. Pero lo dejo así, admitiendo que hay otras interpretaciones, también fundadas…) Un cordial saludo

      • ana rodrigo

        De acuerdo Juan Antonio, lo dejamos así hasta ver si más adelante nuevos estudios nos lo aclaran. El gran problema de esta expresiones es que en los templos se leen con autoría de Pablo, y, al terminar, se dice “Palabra de Dios”, por lo que el imaginario colectivo ya está conformado entorno a estas ideas. Y a esta sociedad ya no se les debe decir ciertas cosas sin una explicación exegética correcta. Yo tengo un familiar que, cuando se casó, el cura le dio la opción de elegir las lecturas y eligió ésta. Resultó que era un machista real aunque después ha cambiado.

      • juan antonio vinagre oviedo

        Permíteme, Ana, que abunde en tu última reflexión: Lo peor es que después de esas palabras atribuidas a Pablo se diga “palabra de Dios”, sí. Como también se diga lo mismo después de la lectura del V. T. de que Dios castiga en los hijos hasta la cuarta generación, cosa increíble, que no hace mucho oí leer en una Eucaristía, pese a que el mismo Jesús lo desmintió o corrigió tal texto. Pobre imagen de Dios…! ¿Es eso revelación? ¿Cómo se entiende entre algunos servidores que mandan esa revelación? ¿No se dan cuenta en el correspondiente dicasterio vaticano de que así no se anuncia el Reino de Jesús de Nazaret? Parece que muchos “sabios” viven todavía instalados en el más rancio A. T., es decir, sin reconvertirse de verdad al Mensaje del Reino… Así es el tradicionalismo conservador que nos domina en política y en religión… ¿Es ésta la cizaña, de que habló Jesús? (Disculpa, ya no insistiré más en este tema)

      • ana rodrigo

        Juan Antonio V., por eso la gente con dos dedos de luces y sin conocimiento de lo que es la exégesis en comparación de la literalidad fundamentalista que hace la Iglesia de la Biblia en general, ahuyenta y aleja a la gente de la Religión Cristiana. Y después se quejan del laicismo. Un poco de autocrítica, señores clérigos y mandamases, que la gente que se va no es tonta.

  • Roman Díaz Ayala

    Otro punto para la reflexión:

    Ana cita el masculinismo y para que quede claro lo define como “conformación del hombre en unos patrones determinados”. Para hacerlo más académico y según las reglas, en este caso sustituiría el término  “hombre” por el de “varón”.  Así masculinismo correspondería por oposición a feminismo dentro de unas mismas coordenadas.

    Lo anterior viene a significar, entonces, que lo que se pide y se reivindica es que esta sociedad acepte unos otros roles determinados.

    Sin embargo, opino que las luchas sociales de la mujer sobrepasa a  todos y cada uno de los feminismos, que son varios, y de diferentes etiologías.

    La causa de la mujer es hoy revolucionaria porque está creando una sociedad nueva y distinta, una  que no tiene nada que ver con la anterior. Es como la revolución del neolítico; una humanidad  distinta.

    Ni las religiones, ni las iglesias tienen que ver con ello, porque las corrientes profundas que provocan y hacen aflorar las conciencias obedecen a unas leyes inscritas en el ADN del género homo en su etapa cultural. Un imperativo de la historia.

    A las religiones les toca el papel subalterno de aceptar el plan creador  de sus dioses.

    • ana rodrigo

      Gracias, querido Román por tu intervención. Me gusta esto que dices: “La causa de la mujer es hoy revolucionaria porque está creando una sociedad nueva y distinta, una que no tiene nada que ver con la anterior”. Tienes toda la razón y ahí estamos pidiendo que se cumplan los derechos humanos con las mujeres, nada más y nada menos. Iguales, no contra los hombres, sino en beneficio de todas y de todos.

      Respecto a igualar lo que yo llamo masculinismo con feminismo, pienso que no es equiparable.. Feminismo es una búsqueda, de forma activa y dinámica de lo que se nos ha quitado como personas, nuestros derechos, mientas que la masculinidad es algo recibido de la sociedad que ha dado a los hombres un papel para que se conformen a ese patrón. Y, como es algo impuesto, también los hombres deben buscar la igualdad en derechos y obligaciones con las mujeres a las que se les ha adjudicado otros roles que deben aceptarlos o rechazarlos según su criterio, porque nos vienen dados de fuera, de la sociedad: para las mujeres la privacidad, la invisibilidad, el cuidado, la ternura, la entrega incondicional, la vida doméstica, etc. etc. Mientras que a los hombres se les exige, valentía (los niños no lloran”), la vida pública, el poder la fuerza, etc. etc. Esto no nos viene dado por naturaleza, lo adquirimos.

      Por ejemplo, una niña es terca, mientras un niño es tenaz; una niña es impulsiva, mientras un niño es valiente; una niña es delicada, un niño es afeminado; una mujer es preguntona, un hombre es inteligente; una niña es agresiva, un hombre es fuerte; una mujer es grosera, un hombre es seguro de sí mismo, una mujer es dócil, un hombre es débil, etc. etc.

      Como dice el lema de la Revuelta femenina en la Iglesia: “Hasta que la igualdad se costumbre”
      Un abrazo

  • ana rodrigo

    Dice Asun: ” Se iría más deprisa, si los hombres, sí los hombres, se sumaran a esta revolución,….”

    Aprovecho esta idea de Asun para deciros que siempre me pregunto porqué, cuando se habla de feminismo hay tan pocos hombres que participen aportando su punto de vista y enriqueciendo el diálogo. Parece como si el tema de la igualdad fuese “cosa de mujeres”. Lo que no quiere decir que yo piense que, quienes intervienen o no intervienen en atrio en este tema, no se hayan sumado ya a la revolución de las mujeres, que estoy segura de que sí, pero me gustaría leeros y enriquecerme con vuestras aportaciones. Las mujeres no somos quejicas, somos luchadoras por la igualdad, y en ella debemos estar unas y otros

    Agradezco siempre y mucho la colaboración de los hombres, y así se lo expreso a quienes lo habéis hecho. Animo a otros hombres que, aunque sea, para protestar o lo que sea, pero que interactúen con nosotras. También mi agradecimiento a las compañeras de esta comunidad atriera.

     

  • ana rodrigo

     

     

     

    Esta lucha por la igualdad deberá ser una revolución permanente mientras existan mujeres marginadas, sometidas, maltratadas humilladas, violadas, objeto de mercancía de prostitución, con diferencias laborales y salariales, dependientes del marido, obligadas a cumplir  leyes machistas, consideradas menores de edad, niñas sin escuela, vendidas y muy bien cotizadas por su virginidad vendidas, esclavas, asesinadas violentadas, rechazadas por ser mujeres, casadas sin su consentimiento, empobrecidas por ser mujeres, marginadas en casi todas las religiones, dedicadas exclusivamente a los cuidados, ocupadas en tareas domésticas ni valoradas ni retribuidas económicamente, controladas por su hombre, sin independencia económica, cargadas de hijos por no tener acceso a la planificación familiar, limpiadoras sin cotizar, abandonadas, objeto sexual de usar y tirar, valientes por no poder ser libres, censuradas, privadas de acceso al poder por ser mujer, tapadas, olvidadas, ninguneadas, manipuladas, floreros de salón…

     

    La lucha debe ser permanente mientras haya mujeres que, por el hecho de serlo, se vean privadas del acceso a jefatura del tipo que sean (de estado, de empresa, de religiones) y órganos de decisión, a directoras de orquesta, a su presencia en los museos, rectoras de universidad, a ser reconocidas como filósofas, científicas, escultoras, arquitectas….

     

    En definitiva, hasta que no se cumpla el artículo primero de la DDHH: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…” , el artículo 2,1: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”

     

    Además de los artículos siguientes, 3, 4, 5, 6 y 7, especialmente, así como todos los demás derechos universales en muchos de los cuales las mujeres, por el hecho de ser mujeres, quedan excluidas.

    En mundo es grande y nuestra lucha es por todas la mujeres que en el mundo sufren alguna o muchas de esa privación de derechos. No miremos solamente nuestro pequeño y reducido mundo personal donde ya vamos avanzando, queda mucho por hacer.

    Llamada especial al concepto de masculinidad, porque, mientras no resolvamos este problema, seguirán vivas todas las consecuencias del mismo.

    • Asun Poudereux

      Muy de acuerdo contigo, Ana, en tener presente a toda mujer no valorada en lo que es, a pesar de lo que se declara en los derechos humanos, y aunque en nuestro entorno más cercano no se den esas violentas situaciones e indeseables, por injustas y malsanas, circunstancias. Es otro mundo pero ahí está causando mucho dolor y sufrimiento a niñas y mujeres y que se viene en la práctica legitimando.

      La transformación de la sociedad patriarcal a todos los niveles, exige un cambio de cosmovisión y de nivel de consciencia, que, desgraciadamente, llevará demasiado tiempo para quienes lo sufren y seguirán sufriendo.

      Se iría más deprisa, si los hombres, sí los hombres, se sumaran a esta revolución, exigiendo cambios de comportamiento en respeto y dignidad, yendo incluso por delante en esta defensa. Ocultar lo que es evidente no favorece a ningún ser humano de este planeta, a ninguno, aunque no sufran de forma directa lo que se infringe y tampoco el maltrato que reciben muy en especial las niñas y mujeres.

    • m* pilar

      ¡¡¡Hermoso, genial, valiente el muchacho, gracias Óscar!!!
      Abrazo.

  • Asun Poudereux

    Gracias, Ana, muchas gracias, por poner las cosas en su sitio, despejando temores y aclarando dudas. Tus granitos de arena no se los está llevando el viento. Ahí quedan haciendo un montonazo.
     
     Creer en sí mismas y saber hacer equipo con sus respectivas parejas en todas las responsabilidades y tareas que implica  la convivencia familiar es para mí fundamental para un   crecimiento integral y autónomo tanto del hombre como de la mujer. En esto, si no me equivoco, coincido con Carmen.                                            
     
    Tengo entendido que las sufragistas defendían también el aporte que la mujer podía hacer en lo político y social a nivel familiar por su mayor experiencia y tiempo dedicado a ella.                  Lo que de algún modo y aún siendo lento, con el tiempo, ha llevado a la situación actual de defensa en igualdad de derechos.
     
    El movimiento feminista ha sido y está siendo un proceso difícil por incomprensible y hasta en demasiadas ocasiones muy violento y todavía, desgraciadamente, no podemos decir que esté acabado.  Mejor aún, está siempre por re-hacerse en el camino de madurez de cada persona, para que no sea vivido como imposición  de una parte ni de otra.
     
     En definitiva la educación es esencial para armonizar las interrelaciones,  sean las que sean, y no desequilibrar                                      la balanza a favor ni en contra de  una de las dos personas, por el hecho de ser hombre o mujer.  Sigamos trabajando en ello.    
       
    Un fuerte y cariñoso abrazo.

  • oscar varela

  • carmen

    Genial, Ana, se nota que sabes del tema un montonazo.

    Sabes qué? creo que hay dos cosas muy importantes que se deberían poder lograr pronto, una de ellas sería que las propias mujeres seamos conscientes de nuestra valía personal, porque si no somos conscientes, es muy difícil alcanzar una igualdad real.

    Y la otra, creo, me parece, sería aceptar que en cuidado de los bebés es tan importante la madre como el padre. Que la gente joven que está trabajando en la época de tener a los hijos, tanto la madre como el padre entiendan que cuidar a los hijos se puede hacer igual de bien tanto uno como el otro. A veces nos creemos

    esto se ha mandado solo y sin corregir, menudo desastre, sorry. Estaba diciendo que a veces nos creemos que solamente la madre o una mujer es capaz de cuidar bien a un bebé o a un niño o tres. No es cierto.

    A mi juicio eso es importante porque esa idea influye mucho en la vida laboral. Luego  hablan de la brecha salarial, claro, si decides que durante unos años no trabajas para cuidar a tus hijos… la ley esta nueva del permiso paternal que ha aumentado y que se equiparará al maternal creo que va a ayudar mucho, ese es un tema importante. Creo, me parece, opino.

    Es que hay muchos clichés que romper.

    Besos y gracias, eres una crak.

  • carmen

    Genial, Ana, se nota que sabes del tema un montonazo.

     

    Sabes qué? creo que hay dos cosas muy importantes que se deberían poder lograr pronto, una de ellas sería que las propias mujeres seamos conscientes de nuestra valía personal, porque si no somos conscientes, es muy dificilalcanzar una iguakdad real.

    Y la otra, creo, me parece, sería qaceptar que en cuidado de los bebés es tan importante l amadre como elpadre. Que la gente joven que está trabajando en la época de tener a los hijos, tanto la madre como el padre entiendan qyue cuidar a los hijos se puede hacer igual de bien tanto uno como el otro. A veces nos creemos

  • Román Díaz Ayala

    ¡ Quien podría entonces pensar en mitad del siglo XIX que el movimiento sufragista en lucha por el voto de la mujer sería el principio de una gran transformación social !

    Entonces se abría en la conciencias que la esclavitud, una institución secular, era una abominación. La nueva clase proletaria y urbana empezaba a organizarse en sindicatos e incipientes partidos de clase en reivindicación de unos derechos que poco a poco terminaron por ser reconocidos.

    La causa feminista abrió grandes espacios en el movimiento de liberación social tras la segunda guerra mundial inaugurando así la segunda década del siglo XX.

    Pero ahora estamos en un momento nuevo, algo distinto a partir de 1990 e incluso también distinto después de 2010.

    Tenemos que leer con mucha atención y discutir en lo que sea posible los puntos de reflexión que nos ofrece Ana.

    • Carmen

      Tan sencillo como que la educación llegó a la mujer. Esto no hay quien lo pare. Ni izquierda, ni derecha. Nadie.

  • m* pilar

    Gracias Ana, por este interesante y serio artículo.

    Pienso, que hay algo innato en nosotras que nos hace en muchas circunstancias bajar la cabeza.

    Eso no ha ido conmigo, quizá, porque tuve una madre que ¡sin ruido! supo siempre estar en su lugar.

    Y eso es lo que me deja un poco “atrás”, no me agrada el ruido, sino la firmeza ante el comportamiento machista; y siempre he salido airosa (a veces, pagando un precio…) pero merece la pena.

    Así lo hice con mis hij@s, decir las cosas claras sin levantar la voz, y explicando las consecuencias de sus actos; y ha dado un espléndido resultado.

    No puedo con los gritos…pero estoy ciento por ciento en la lucha, cada día, en cada ocasión.

    Gracias Ana por tu lucha constante, un abrazo muy entrañable y fuerte y esperanzado, aunque el trabajo no hay que olvidarlo nunca, nunca, y hacerlo sin insultar… como ahora estamos viviendo en nuestra:

    ¡Triste política! El insulto, el descaro, parece que ha tomado forma natural, y eso, no nos lleva a ningún sitio, y no es para nada el camino.

    ¡Gracias querida Ana!

  • jesús

    Estimada Ana

    Creo que lo que quieres decir en “La gente se pregunta ¿qué hace una niña de 15 años con cinco chicos? Pero nadie se hace la pregunta al revés: ¿qué hacen cinco chicos con una niña de 15 años? Como fue el caso del el Mirandés.????” Era sobre el caso “Arandina” y sino aclara de que va,pues lo ognoro”

    Gracias

  • ana rodrigo

    Querid@s compañeras y compañeros de atrio, sabéis que vuestras aportaciones a los post que me publica atrio suelen ser muy enriquecedoras y muy sugerentes de nuevas ideas, de ahí que yo acostumbre a contestaros personal e individualmente. Creo que voy a cambiar el método, porque, la última vez creo que os cansé demasiado con tantas intervenciones mías, así que intervendré de vez en cuando y así será más fluida la puesta en común de todas las aportaciones.

    Me gustaría añadir dos cositas que me olvidé de precisar. Una es el patriarcado que, cual nube tóxica, cubre y envenena las relaciones hombre-mujer, puesto que conlleva tratar a la mujer como menor de edad, acaparando, por lo tanto, el poder, y de ello es muy ilustrativa la foto que acompaña a mi escrito.

    Otra cosita es el portazo que Francisco ha dado en Querida Amazonía, al acceso de la mujer a responsabilidades llamadas sagradas, despreciando con ello la dignidad tan sagrada como la de los hombres, de las mujeres.

    Gracias, Oscar, por tu información, acabo de leerlo y me ha dado mucha alegría.

     

    • Alberto Revuelta

      Sobre el portazo. Ha muerto el pasado día 23 en Tananarivo, miss Hélène Ralivao, teóloga y líder De la Iglesia luterana en Madagascar. Ha luchado durante medio siglo por la igualdad en la consideración y poder de mujeres y hombres en el interior de su iglesia. Lo logró antes de morir, al menos en la iglesia luterana malgache. Hay que aclarar que los luteranos no tienen cardenales. Muy iluminador tu escrito, Ana.

      • ana rodrigo

        Ayer estuve cenando con un matrimonio evangélico presbiteriano, ella es pastora, ambos progresistas, abiertos, ella con siete años de estudios de teología y que forman parte del grupo interreligioso de Granada para causas justas y comunes a todas las religiones. Un encanto de tener a mi lado una pastora con tanta naturalidad que me daba pena que la Iglesia Católica no sea capaz de dejar de marginarnos a las mujeres.

        Ahora mismo me voy a ultimar los preparativos de la Revuelta de las mujeres en la Iglesia Católica de Granada, a ver si conseguimos que los ciegos clérigos vean.

      • Carmen

        Ana, he leído matrimonio evangélico presbiteriano y ella es la pastora?
        Madre mía, o ellos o nosotros no hemos entendido bien eso del evangelio. Ni nosotras o ellas tampoco.
        Donde vamos a llegar? Una mujer pastora evangélica y casada…uf.
        Menos mal que tenemos a nuestro Papa que vela por nuestro integrismo espiritual. Porque si no fuese así acabaríamos como ellos. Mujeres sacerdotisas y además casadas. Madre mía. Menuda locura…

      • ana rodrigo

        Sí, has leido bien, Carmen, ella es pastora

  • oscar varela

    Hola!

    Hace solo unas horas que en Chile se votó

    que haya “PARIDAD DE GÉNERO” en la elaboración

    de la Nueva Constitución del País.