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¿Conmemorar otra vez el 8 de marzo?

Hasta el domingo, este tema tiene prioridad en ATRIO. Texto enviado por Olga Vélez  desde Colombia. AD.

     Llega otro 8 de marzo, Día internacional de la mujer, y no conviene pasar desapercibida esta conmemoración –aunque algunos y algunas crean que ya no hay que hablar más de esa realidad–, porque –se dice– las mujeres ya tienen todo lo que necesitan y seguir con esas demandas es “cansar a la sociedad y a la iglesia” y convertirse en esos estereotipos de mujeres que se rechazan porque pierden la llamada “feminidad”.

     Pero no parece razonable callar o quitar dicha conmemoración del calendario por muchas causas. En primer lugar, todavía muchas personas no se enteran de que “el día internacional de la mujer” no es una celebración, sino un día para mantener viva la memoria de que unas trabajadoras textileras de New York, en 1908, fueron capaces de reclamar condiciones justas de trabajo, costándoles la vida a 146 de ellas, ya que los dueños de la fábrica lanzaron bombas incendiarias, para reprimir sus peticiones. Se conmemora el valor de esas mujeres, que abrió el camino para seguir pidiendo que la mujer goce de todos sus derechos en la sociedad y en la iglesia y no sufra ningún atropello, por el hecho de ser mujer. Antes de estas mujeres ya muchas otras habían levantado su voz, con consecuencias de represión para la mayoría de ellas, pero es este hecho el que sirvió para establecer y conmemorar un día internacional de la mujer.

     En segundo lugar, la violencia física y psicológica contra la mujer continúa. Se pensaría que la preparación académica o la condición socioeconómica de las mujeres hoy, no permitiría que se siguiera dando ese fenómeno, al menos en estas capas de la sociedad. Pero no es así. Sigue vigente el crecido número de mujeres que son violentadas y la incapacidad de estas para levantar su voz y cortar con esa situación. Además, la sociedad patriarcal en la que viven, las cobija para que callen, para que acepten que, en cierto sentido es normal que suceda. Se escucha a veces decir que “te golpea porque te quiere” o “tú llegarás a cambiarlo algún día”. Además, no hay todavía la suficiente sanción social para los varones maltratadores. Ellos siguen gozando de privilegios, prestigio, estima, por parte de sus círculos familiares y laborales. Por otra parte, en los ambientes más pobres, tampoco ha parado la violencia. Los golpes contra las mujeres continúan y, en todos los estratos sociales, el peligro del feminicidio está a la vuelta de la esquina.

     En tercer lugar, aún los varones no caen en cuenta de que no es a ellos a los que se les ataca sino a la sociedad patriarcal en la que han sido educados. Pero que ellos y ellas han de tomar conciencia de esa realidad y disponerse a cambiar esa cultura de muerte. En verdad, la sociedad patriarcal es una cultura de muerte, tanto física como psicológica. ¿Cuántas mujeres siguen “soportando” un matrimonio por condiciones económicas en desventaja y por “culpas introyectadas” de que no pueden separarse porque serían ellas las responsables de que se acabe la familia y los hijos queden sin padre? ¿Qué clase de padre? Sería una pregunta legítima para estos casos.

     En cuarto lugar, es evidente que todavía los puestos de liderazgo, las mejores remuneraciones y, sobre todo, la confianza social en que algo se hará bien sigue estando en manos de varones y, cuando está en manos de mujeres, éstas deben esforzarse el doble para no ser criticadas por cualquier actitud, palabra o decisión que tomen y para “probar” que efectivamente sí tienen las competencias requeridas para ejercer algún cargo. A los varones, raramente, se les hace esa misma exigencia.

     Pero, tal vez lo más doloroso, es que la institución eclesial que tendría que dar testimonio de esa lucha decidida por los derechos de las mujeres es, a veces, más misógina y desigual que muchas otras instituciones civiles. Por eso no faltan las voces que se levantan para pedir esta igualdad en la iglesia. Por ejemplo, este año en España, se organizó el pasado 1 de marzo, una “Revuelta de las mujeres en la Iglesia hasta que la igualdad se haga costumbre”. Algunos/as no entienden esta queja aduciendo que la Virgen María fue mujer y ya esto es suficiente para que las mujeres sientan que tienen un papel importante en la iglesia. Pero, conviene aclarar algo: ¿Acaso la Virgen María no es la primera creyente y la primera discípula para que mujeres y varones sigamos su ejemplo? En realidad, aducir esa razón, es más una excusa, fruto del clericalismo que no quiere compartir los niveles de decisión. Por supuesto, en algunos espacios, hay ministros que tienen otra actitud y están comprometidos con el cambio, pero no es lo habitual y frecuente.

     Por no alargar más esta reflexión, no aducimos más razones, pero tal vez, ni hagan falta porque hay que estar muy ciegos para no afirmar que aún la equidad de género no es una realidad. Ojalá este 8 de marzo tengamos un espacio de reflexión personal y nos preguntemos a fondo si en verdad hemos entendido que las mujeres aún no gozan de todos sus derechos y todos, varones y mujeres, tenemos que seguir trabajando por alcanzarlos. Y, ojalá tengamos el valor, cada uno, en nuestra propia vida, de reconocer esa mentalidad patriarcal que a todos nos permea, para cambiarla y no permitir que las cosas sigan como están. Eso es un compromiso humano y, con más razón, un compromiso de fe.

    

18 comentarios

  • Carmen

    Por supuesto que hay que celebrar otra vez el ocho de marzo. Este año y todos los años, hasta que dentro de muchos, muchos, muchos…no sea necesario hacerlo. De momento es vital.

    Buen día a todos y todas, especialmente a aquellos y a aquellas que están convencidos de que la mujer y el varón tenemos los mismos derechos, la misma dignidad.

  • O sea que la raíz de todos los males que le pasan a la mujer, están en las Escrituras, empezando por el Génesis, y en la Iglesia porque SOLO los hombres son sacerdotes.

    Curiosamente, hace 10 años viajamos a Madrid, y subiendo a un taxi le hice esta pregunta al conductor: “Señor aquí en Madrid,¿quien lleva los pantalones en el hogar?

    Respuesta: el 80% las esposas. ¿Y los derechos  de los hombres maltratados donde están?

    Saludos

    • ana rodrigo

      Jo, Luis Alberto te vas superando, ¿eh?
      ¿Tu sabes que en los dos meses que llevamos de este año en España han sido asesinadas 14 mujeres.

      Uf, qué lenguaje más obsceno, “llevar los pantalones en casa”. Buena fuente de información encontraste…

      • “llevar los pantalones”, aquí en Perú es un lenguaje de idiosincrasia del peruano que en castellano significa: “En la casa manda la mujer”. Así que cada uno lo toma como le parezca. El feminicidio se esta recrudeciendo en el mundo. Aquí en Perú ya han sido asesinadas hasta la fecha 30 mujeres, y hace una semana, asesinaron a una niña de cuatro años.
        El aborto, que es una forma de asesinato, ha aumentado, pero no por culpa del clericalismo ni mucho menos de la Iglesia.
        Al final, todos rendiremos cuenta de nuestras acciones, a quien mas se le dio, mas se le pedirá. El “llevar los pantalones”como autoridad en la casa, según el chofer madrileño, considero que se ajusta a la realidad de vuestro país.
        Saludos y sin molestarse.

      • ana rodrigo

        Luis Alberto, en casa nadie debe mandar ni “llevar los pantamlones”, se trata de una comunidad de iguales. El fenismo busca la igualdad
        Creo que andas bastante perdido en estos y otro temas.

    • m* pilar

      ¡Por favor! Con esta manera de pensar y sentir…poco se puede hacer, solo el tono que se desprende en su texto, es para temblar…

      No molesta… ¡¡¡Duele el alma!!!

    • Carmen

      Pero no es responsabilidad de Luis Alberto. Sencillamente cree lo que le han dicho porque confía en las personas que se lo han dicho.
      Para encontrar a los responsables de estas ideas habría que hablar de los auténticos responsables. Porque Luis sencillamente cree que es cierto todo lo que dice.
      A ver si consigo que alguien empiece a pensar donde está la raíz del problema. No está en el creyente, está en el tergiversador,en el manipulador. Y se apoyan en la teología oficial de la iglesia. La oficial. Insisto. La oficial. No la deseada.
      Un abrazo

      • ana rodrigo

        Carmen, la raíz la conocemos, y mucha gente de nuestra edad ha pasado por ahí cuando no teníamos capacidad de discernimiento ni formación alguna, pero Luis Alberto tiene edad más que suficiente para haber superado estas raíces tan dañinas y fuera del mismo lugar donde se encuentra el sentido común. Allá él, pero debería ser más cuidadoso en lo que dice y lo que debería callar porque, como ha dicho Pili, duele al alma, además de molestar perder el tiempo y no aportar nada. Con la cantidad de foros que hay en internet de la misma cuerda que la suya se sentiría más cómodo. Porque, si viene a atrio a adoctrinarnos, lo tiene crudo.

  • Isabel

    Poder hacer las mismas cosas que los hombres no cabe duda de que es un avance en igualdad de derechos. Pero no es posible llegar a la igualdad en dignidad si las mujeres ascendidas a los cargos que hoy ocupan los hombres van a enseñar y predicar la misma doctrina como difícilmente será de otra forma. ¿Acaso las religiones donde las mujeres son pastoras han dejado por eso de ser patriarcales?

     

    Aprovecho el día de hoy, qué mejor sitio que este, para dejar el libro feminista de un dominico, Emilio García Estébanez: “CONTRA EVA”

     
    “La violencia de género que la sociedad actual sufre no es un fenómeno moderno, sino un mal promovido y defendido desde las Sagradas Escrituras.”
    “El matrimonio cristiano, la institución de la violencia de género.”

  • GIORDANO BRUNO

    Si, amigo Oscar, es verdad.

    ¿Y que hacer con 3-31-35 del mismo MARCOS?.

  • ana rodrigo

    El tema que saca Pili, me lleva a hacer un comentario casi ausente cuando se habla de sexo y, que no tiene el sentido que le da el Presidente de la CEE cuando dice que la Iglesia tiene que hablar de sexo y de las diferencias de sexo, no, yo voy a hablar de sexo, tal cual.

    Pili se pregunta por la cuestión de ser el primero, que es de los más morboso y perverso del machismo. Romper el himen y disfrutar exclusivamente del coito, ha hecho que la sexualidad vivida de esta manera, convierta a la mujer en objeto sexual para los hombres, ya que según estudios especializados solamente el 80% de las mujeres consiguen el orgasmo con el coito. Detrás de esta afirmación, hay millones y millones de mujeres insatisfechas, mientras los hombres siempre tienen asegurado el placer. Ignorancia sumada a más ignorancia, generadora de violaciones infinitas dentro y fuera del matrimonio. Además de los millones y millones de niñas y mujeres mutiladas para que no tengan placer y sean propiedad del hombre que se hace dueño de ellas, evitando no sólo que disfruten del placer, sino que eso les produce sufrimientos inmensos y hasta la muerte. Ojo, hablamos de ¡¡¡millones y más millones…!!!

    Y el que María haya perdido su nombre para ser la Virgen, es un invento masculino por el morbo que les produce la virginidad de la mujer. Hay una etnia muy conocida que el día de la boda tienen que confirmar visualmente la virginidad de la novia, no así la del hombre ¿¿¿??? Ahí queda…

    • Isabel

      Perdona, Ana, pero no puedo creer el dato que das de ese 80% de mujeres que no llegan al orgasmo con el coito. Entre otras cosas porque hay coitos y coitos, no una única forma tal como aquí te pillo aquí te mato que sucede cuando el hombre solo va a lo suyo.

      • ana rodrigo

        Isabel, este dato lo leí el otro día en El País, y un médico y sexólogo amigo mío, lo lleva hasta el 85%. Es que la gente, y la gente religiosa menos, no se atreve a buscar una buena información sexual. Hablar del clítoris como la única parte del cuerpo que no sirve para nada más que dar placer y desconocen su conformación física, por eso la mayor parte de los hombres van a la suyo, y la mujer que se las apañe. Siempre hay excepciones, claro, pero mujeres frustradas, a puñados.

        Esta noche me desvelé y escuché un programa humorístico de Ortega en la SER, donde un hombre de 64 años había tenido 28 novias y aún no había consumado el acto sexual con alguna de ellas, y era porque les daba un rugido animal a la hembra para removerle las hormonas. Me reí, pero me pensé, que aunque fuera sin el rugido animal, muchos hombres tratan a la mujer como hembra de su especie.

  • mª pilar

    Personalmente:

    La “virgen” como imagen de discípula… parece que no fue real… porque no asumió el Proyecto de su hijo.

    Pero ese… “canto” a la “virgen-madre”… a la iglesia poder, le ha conseguido pingües beneficios, solo hay que mirar, todos los centros marianos abiertos en todo el mundo.

    La virginidad en sí misma, solo nos dice, que no se a roto el himen de la mujer, nada tiene que ver con su “virtud” Ana nos lo explica formidablemente,.

    Lo que no puedo comprender es, esa fijación en los hombres por ser los primeros… ¿y qué?…

    Así comienza un oscuro y trágico camino de trata de jovencitas que mueve grandes cantidades de dinero.

    Es un tráfico terrible, para  las muy jóvenes, en muchas partes del mundo.

    ¡Cuanto daño ha conseguido la misoginia de esta iglesia de nuestros dolores! Como en tantos otros problemas.

    No van a ser fáciles los caminos a transitar, visto lo que estamos viendo en muchas partes del mundo; quienes están consiguiendo salir elegidos para gobernar los países, donde se están haciendo fuertes los patriarcados más misóginos que existen.

    Por esa razón, hay que seguir en la lucha, de manera responsable, y sabiendo cómo actuar en cada momento; ayer Oscar, nos puso un ejemplo dignísimo, de cómo actuar ante la cabezonería de los machistas, me pareció espléndida la forma y la tenacidad de Cristina Fernández Kirchner.

     

     

     

  • oscar varela

    Hola!

    Leo (la opinión contra la que se queja Olga):

    -“Acaso la Virgen María no es

    la primera creyente y la primera discípula

    para que mujeres y varones sigamos su ejemplo?”-

    Pregunto

    ¿Qué hay que hacer con Mc. 3,21?

     

    • Asun Poudereux

      Sí, Oscar. Esto es:
      ”Al enterarse sus parientes fueron a echarle mano, porque decían que no estaba en sus cabales”.

      Está muy arraigada esa creencia que citas de la autora del post. De lo más complejo y ambiguo parece ser la razón que expone, queriéndose apartar del clericalismo vigente y conteniendo a su vez mucho de transversal.

      Por lo demás me ha parecido excelente el artículo. Muchas gracias, Olga.

  • ana rodrigo

    Muy buena la reflexión de Olga. Añade dos cuestiones que yo no he mencionado en la mía: una las culpabilidad y, en ocasiones, la utoculpabilidad de la mujer maltratada, y otra el ejemplo de María, virgen y madre, inseminada por un espíritu. Mito muy manoseado y que tanto daño ha hecho esa mala interpretación del mito. Una buena exégesis aparece en varios de l@s intervinientes en último número de la revista Iglesia Viva.

    Virgen y madre ¿y qué? Cuántas mujeres actualmente son vírgenes y madres por inseminación, ¿y qué? ¿A qué llamamos virginidad? ¿a la integridad física?, ¿a no haber tenido relación sexual con un varón? ¿Y qué? ¿Qué quita a la mujer el dejar de ser virgen? ¿Se mide con la misma vara de medir la virginidad de un hombre que la de una mujer? Ahí quedan las preguntas.

    En mi pueblo una chica embarazada soltera quedaba marcada ella y su familia para toda la vida, mientras el hombre que la había embarazado, era el más chulo del pueblo. Uffff, Cuánto sufrimiento inútil.

  • Miguel Ángel Mesa Bouzas

    Espléndido artículo Consuel. Totalmente de acuerdo y toda mi solidaridad con las mujeres, como tú, que luchan día tras día por la igualdad y contra la discriminación y la violencia. Un gran abrazo.