Hoy hablan todos de la independencia del poder judicial, pero no nos dicen de quién hay que ser independientes. No nos pase como con “El País”, que es un diario independiente de la mañana, pero que no nos aclara si también lo es respecto a la tarde o a la noche, o respecto a otras cosas por lo general innombrables.
Ocurre que en nuestro país el poder judicial ha sido controlado y detentado por la derecha política o económica desde tiempos inmemoriales. Vino la democracia y nuestra gloriosisima transición y los jueces en su totalidad transitaron por ella sin mancha, limpios, impolutos y virginales como si nada de lo ocurrido con la represión franquista jamás hubiera ocurrido. Y todo siguió tal cual.
Su independencia respecto al poder económico quedó claramente al descubierto con dos célebres casos: Uno el de la doctrina Botín y otro el del juez Garzón, por haberse atrevido a tocar las sagradas pesetas de los peperos y sus empresarios protectores. Eso sin contar el proceso a Jordi Pujol, que no se termina nunca porque consiste en esperar a que se muera para darle carpetazo al asunto.
Y ahora la independencia del poder judicial consiste fundamentalmente en evitar a toda costa que caiga bajo la influencia de los malvados rojillos que pretenden con malas artes dejar a los honrados hombres y mujeres de derechas de toda la vida sin su más útil tesoro (después de los euros y el poder) que es el monopolio sobre los tribunales que han heredado de sus progenitores y al que tienen perfecto derecho de propiedad mas allá de lo que digan algunos erróneos artículos de la constitución, exactamente con el mismo derecho con el que las nacionalidades históricas tienen también sus privilegios declarados por los antiguos fueros. Por eso pelean con todo tipo de armas y afirman que así seguirán por los siglos de los siglos. Y por si había alguna duda, han votado en el parlamento europeo en contra de la condena a Hungría y Polonia precisamente por atacar la independencia judicial apartándose del Partido Popular Europeo que, salvo los españoles, ha votado a favor de la condena.
Por lo demás, idoneidad para un cargo es cumplir con los requisitos legalmente exigidos. Para los que piensen de otra manera, la mejor forma de demostrar que tienen razón es precisamente dimitir sin más historias. Cualquier otra cosa es hipocresía. ¿Porque alguien se cree que si el PP los protege es por otra cosa que porque le sirven (y además al capital)?
Todo esto no quita para que se reconozca otra realidad, las de los muchísimos profesionales de la judicatura que se dejan el pellejo por hacer justicia. Como es el caso del Juez Marchena, que no solo renunció a la presidencia del poder judicial, sino que, además, tuvo una ejecutoria ejemplar en el más afamado de nuestros juicios, el del procés.
Posiblemente parezca una monárquica tardo franquista. No saben ustedes lo poco que me importa. Creo que el rey juan Carlos, el sabrá el porqué, propició un cambio de régimen en España que viví con toda la ilusión del universo. Diría que no soy la única persona en España, pero aunque lo fuese, así fue.
Que la constitución del 78 necesita reformas, creo que sin duda. Que quizás haya llegado el momento de un referéndum para decidir si monarquía o República, sin duda.
Que los Borbones son mujeriegos. Uf, que palabra tan horrible. Como si la mujer fuesen trofeos como los elefantes, pero es una palabra que está en el diccionario. También es cierto.
Que en rey juan Carlos hizo fortuna privada él sabrá cómo durante su reinado, pues por lo visto ahí está su patrimonio.
Todo tiene un precio. Todo. Nadie da duros a cuatro pesetas. Y cuando digo nadie, digo nadie.
Por todo esto tengo que pensar que mi país es un desastre y que la justicia no tiene por dónde cogerla? Pues sorry. No pienso así. Todo, todo, todo es mejorable y mi país es absolutamente mejorable.
Pero al rey juan Carlos le estaré eternamente agradecida.
Y si esto es tener una ideología franquista y cercana a Vox, pues eso es lo que hay.
Yo se que no.
Suficiente.
Me hizo recordar este clásico:
Hay que confiar en la justicia, todos somos iguales ante la ley…
Pero abdicó
Y Undargarín fue a la cárcel.
Cosas de la justicia.
Carmen
En la abdicación de Juan Carlos I nada tuvo que ver la justicia española. Las condiciones de privilegio en que fue a la cárcel el yerno incómodo son una vergüenza para cualquier poder judicial que pretenda un mínimo de credibilidad.
Si, cosas de la “justicia”
Saludos
Será que me conformo con poco. Porque no veía claro que undargarín entrase en ninguna va cárcel. A lo mejor usted lo veía clarísimo. No se.
Y , de acuerdo, no tenemos la mejor justicia del mundo mundial. Ahora hay una buena liada con la fiscal . Cierto.
Pero le voy a decir una cosa. Cuando por primera vez estudié la definición de gas perfecto, me quedé mueeerta: aquel que cumple perfectamente las leyes de Gay-Loussac y de Boyle y Mariotte. No existe en la realidad.
Muerta.
Porque no vea la de problemicas que tuve que resolver con las dichosas leyes. Y si te eqyivocabas hasta la centésima o milésimas , no te lo daban por bueno. Y sin ningún tipo de máquina calculadora, por supuesto. Daba igual que le dijeras al profesor , pero bueno, pero si los gases no la cumplen perfectamente, pues déjeme cometer algún error.
Inútil.
Eso me ha ayudado a entender muchas cosas. Por ejemplo, las cosas ideales, ideales son.
Más adelante descubrí que hecha la ley, hecha la trampa.
Pero pese a todo prefiero que existan leyes y que se cumplan por aproximación.
Cosas de las leyes.
Un saludo.
Rodrigo, lo que dice el humor, no lo puede decir nadie mejor.
Me ha gustado mucho. Y además, me troncho con que dices de Pujol . Y lo de El País también está bien. Porque hay que ver cómo cambiamos todos con el tiempo.
Un abrazo