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El amor y su mística

El auténtico amor tiene un sentido místico, lo mismo que la auténtica mística tiene un sentido amoroso. El amor y la mística suelen separarse en nuestra sociedad secularizada, pero no son incompatibles sino indisociables. El amor sin mística es mera carnaza, y la mística sin amor sería abstracta o deletérea. Amor y mística, mística y amor, se coimplican o codicen mutuamente, a pesar de nuestro asombro profano, precisamente porque ambos se concitan o intersectan en la experiencia o vivencia de lo sagrado, cuyo significado es lo religioso o religador.

        El amor específicamente humano dice afección anímica, mediadora entre el cuerpo o lo corporal y el espíritu o lo espiritual. Paralelamente, la mística codice aferencia o afección humana del sentido, interpretado como amor radical y trascendental. Tenemos pues por una parte que el amor humano es el “fratrimonio” o hermandad propia del alma, la cual hermana el cuerpo y el espíritu. Por su parte, la mística se sitúa también medialmente entre el mito que remite al pasado terrestre y la utopía que remite al futuro celeste, en un presente fratriarcal que interioriza el sentido de la común realidad; pero no un sentido externo o superficial, sino un sentido interno o interior.

        En su mera exterioridad el amor es física y química, biología, mas en su interioridad es psicología y mística. Y viceversa, la mística vista exteriormente es irradiación o efluvio psicosomático, pero interiormente exalta el sentido del amor unitario con la trascendencia. Tanto en el amor como en la mística hay una especie de éxtasis o arrobamiento por el otro mundano o por el Otro divino, aunque yo hablaría más bien de “énstasis” o recogimiento íntimo. Mientras que el éxtasis es un arrebatamiento que te saca fuera de ti, el “énstasis” es un acogimiento o implicación que te introvierte y extrovierte, por cuanto abre la propia intimidad al otro u otredad. El éxtasis anula los sentidos, el “énstasis” asume lo sentido y lo revierte en sentido consentido.

        En el Cantar de los cantares de Salomón se describe a la vez el amor y la mística, así pues la mística del amor. Por su parte, en el Éxtasis o transverberación de santa Teresa por Bernini, se esculpe la mística y el amor, así pues el amor místico. Pero quizás la figura que mejor aúna el amor místico sea la Magdalena, la enigmática amiga de Jesús con su amor abierto y misterioso, pleno y personal, íntimo. Se trata de un amor sublimado y trasfigurado, un amor cantado por Juan de la Cruz poéticamente, ya que el amor y la mística se dan cita cuasi erótica en la poesía. Pues solo esta poesía es capaz de captar el estremecimiento del amor místico y su luz oscura, así como el sentimiento oceánico de la existencia, procedente de la antigua religión animista de la humanidad.

        Inevitablemente la metodología del auténtico amor coincide fundamentalmente con la metodología mística. En efecto, en el amor místico podemos discernir un primer movimiento de catarsis o purificación, purgación o vaciamiento de lo externo y mundanal, con el fin de concentrarse en la nueva luz emergente y su iluminación ensoñadora, hasta lograr la unificación o religación entre el yo y el otro u Otro. Pero es que amar radicalmente al otro es amarlo en el Otro como sabía el Sócrates platónico y Jesús de Nazaret, y como corrobora la mística sufí de Ibn Arabi. En nuestra sociedad secular parecen de nuevo incomparables el otro humano y el Otro (divino), porque el Dios ha sido avistado como alienante, cuando en verdad personaliza y encarna el amor. Por eso los místicos sufíes se organizan religiosamente en fratrías (tariqas), bajo la protección de un maestro o fratriarca experto en el amor de amistad mística.

        La auténtica alienación del amor resulta pues de su ruptura con una mística humana y humanista abierta a lo mistérico. El auténtico amor místico o misticoide se sitúa así entre el puro espiritualismo y el impuro materialismo, a modo de re-mediación de los contrarios. Por eso el amor interhumano de signo misticoide celebra lo sensual y lo sensible, la sensibilidad, porque se define como aferencia o afección, afecto o afición. Frente al amor-pasión, el amor místico es amor pasivo o asuntivo, cuasi femenino, mas frente al amor abstracto es un amor concreto. Yo lo llamaría amor abierto u oblativo, capaz de contemplar y gozar la belleza arquetípica o divina a través de la belleza típica o humana. El amor nos hace transitar los límites y fronteras sin encerrarse en ellos, como le advertía en su día al amigo E.Trías.

        Podemos y debemos pues hablar de un auténtico amor místico o misticoide, el cual es un amor del alma o ánima femenina más que del ánimus o ánimo masculino. Es un amor de amistad profunda, la cual conjuga la mutua extrañeza de los amigos con su entrañeza mutua. Es el amor el que articula lo meramente sentido y lo libera simbólicamente en el sentido, cuya celebración amorosa consiste en escanciarlo místicamente. Es cierto que esta capacidad de destilar cuasi alquímicamente lo sentido en el sentido es más propia de una edad ya provecta. El viejo contempla el tiempo del amor en el espacio del trastiempo o eternidad, pasando de la tersura del amor juvenil a la ternura del amor senectil. El viejo es ya capaz de gozar de la afección o afecto como de la herida abierta por la vida que se cauteriza en el amor: un amor que es el sentido existencial atribulado por el sinsentido del desamor.

100 comentarios

  • Carmen

    Antonio. Dijo hace tiempo un señor con un apellido muy largo y con barbita recortada, canosa, que había escrito un artículo sobre el amor. Creo que es neurólogo o psiquiatra o algo de eso. Soy un desastre para los nombres.

    Si lo encuentras, me gustaría que me lo mandases a mi correo, si no te parece oportuno publicarlo.

    Hace tiempo que no aparece por aquí, pero he leído cosas suyas superinteresante. Fue el que dijo la relación entre eso de las vírgenes de nuestra tierra y los arquetipos.

    Gracias.

  • Juan García Caselles

    Por si aclara algo (o la acaba de liar).

    El saber (el logos) da muchas satisfacciones y seguridad en uno mismo. Tiene bastante que ver con el poder, Pero no da la felicidad.

    El amor, especialmente el amor dado, entregado, (y  menos el recibido) dan lo más parecido a la felicidad en este mundo y es un vivir en paz, respeto, cuidado, ternura, serenidad…

    No lo sé por los libros,

    La mística, creo, pertenece a la esfera del amor.

    • Carmen

      Pero no a la del sexo.
      Me gusta lo que dices. Porque creo que es cierto.

      • Carmen

        A no ser que el sexo sea una manifestación del amor que se tienen dos personas. Que no siempre es así. Y eso lo sabemos todos. Luego lo que puede estar relacionado con una experiencia mística es en amor. Con o sin sexo.
        Y el sexo lo estará en la medida que esté relacionado con el amor entre dos personas. Personas. Personas.
        Por eso las cosas que cuentan de los místicos y su enamoramiento de dios, me rompe la cabeza. A no ser que sean metáforas. Entonces, de acuerdo. Metáforas.

        No entiendo nada de esto, pero sé lo que pienso. Me parece de locos creer que lo de Juan de la cruz de pueda entender literalmente. No. Porque entonces esa cabeza no estaría bien.

        Lo siento. Así pienso.

  • Carmen

    Esto de las lenguas semíticas y no semíticas ya salió una vez. No recuerdo bien. Algo sobre la dificultad de definir a dios. O algo parecido. Alguien dijo algo muy bonito.

    Voy a ver si me entero qué es eso exactamente , cuáles son semíticas, cuáles no lo son y qué son capaces de expresar unas y otras. Creo que María Luisa va por ahí.

    Creo.

  • Asun Poudereux

    ¡Hola,  George!                                        

    Me gusta que insistas. Eres muy hábil. No se sabe lo que es. Tampoco creo sea su cometido.

    Partiendo de lo anterior a todo pensamiento,  en su ausencia,  se deja intuir al experimentar lo que sin sernos ajeno nos trasciende.  Y se quedará corta la luz en la obscuridad de la que emerge, si es que el pensar reclama prioridad. Algo de fondo esto nos insinúa. Nada que ver.

    Moviliza a cambiar la mirada y el actuar alineando a la vida. Una  luz en la oscuridad en medio del silencio. No hay pensamiento, desaparece con él.  

    Radical. El nuevo rico se anula, vacía. Por lo que llevas razón. No se deja atrapar. Gracias.              

    Un abrazo silencioso. 

    • Carmen

      Había un programa de radio , por la noche, de madrugada. Se llamaba Hablar por Hablar. No sé si lo oíste alguna vez. Muchas personas, cuando una noche no lográbamos atrapar al sueño, lo escuchábamos. Lo que más me gustaba era el nombre del programa. Hablar por Hablar.
      Creo que este hilo va de eso.
      Bueno, y otros muchos.
      Besos.

      • Asun Poudereux

        Sí, sobra, Carmen. La pescadilla que se muerde la cola. Si hay amor todo lo demás sobra. Y el sexo en lo mejor de él, es una manifestación más del espacio del Amor.

        Gracias a ti y a Juan. La experiencia, dicen, es la madre de la ciencia.

        Y ahora, si me lo permitís, voy manos a la obra. Me refiero a trabajar en limpieza y poner un poco de orden en casa.

        Besos a los dos.

  • George R Porta

    Completamente del margen a estos comentarios, aceptando serenamente el posible desprecio por atreverme a desafiar todo esto dicho sobre lo místico que ha terminado siendo la místico, una cosa definida, ¿por qué pasa inadvertido que lo que se expresa o es expresado no puede constituir al mismo tiempo la expresión efectuada? Si la mística es expresada o se expresa ( como si fuese una entidad comunicativa) en el arte el arte no es mística y la única cosa en común es la belleza que puede comunicar. Entonces la belleza que es comunicada necesita abandonar a su fuente para hacerse mensaje y llegar.

    La equivocidad del lenguaje para alguien que definitivamente no puede llegar tan alto y a tan complejos niveles de comprensión como yo, es ansolutamente insuperable.

    Espero y deseo que al final de estas 79 entradas aoareaca alguien que pueda sintetizar y mostrar algo nuevo, definitivo, algo que signifique un avance en qué sea la mística.

    Si los poetas quieren reconocer en el orgasmo un momento místico es lo mismo si ese calificativo se lo quieren aplicar a la blancura de una flor de magnolia que acaba de abrir o a la mirada tierna que contempla un o una bebita, o a la serenidad con la que el león echado como una esfinge en el altiplano otea el horizonte sin prisa, sin vigilancia ¿quién lo puede saber de cierto, extasiado en la luz del poniente que conduce de su mano a la noche.

    ¿Puede «mística ser tantas cosas diferentes? estonces posiblemente sigue siendo el término elusivo que siempre fue, la oscuridad de lo que no se deja atrapar. Claro debéis perdonar mi intervención que posiblemente emerge de la frustración porque no logro aprender de vosotros/as que si parece que sabéis.

    • Carmen

      Pero si aquí nadie sabe nada.
      Todo son metáforas, comparaciones, es como… Parecido a…
      Y un deseo superinteresante, encontrar palabras que unidas entre sí puedan de alguna manera expresar lo que es la mística o una experiencia mística o algo de eso.
      Por cierto. Una experiencia mística, a mí modo y manera de ver, nada que ver con un orgasmo, ya me lo diga el mismo Freud. Solamente piense usted en una violación. Que me expliquen la experiencia mística.
      Por eso, exactamente por eso me revuelvo cuando dicen que una experiencia mística es similar al amor. Me entran los siete males. No lo creo de ninguna de las maneras. Que no, que no, que no.
      Porque a ver quién no relaciona el amor con el amor físico.

      Una experiencia mística , ni idea, pero sé lo que no es.
      Como verá, aquí cada uno va por un sitio y es que estas cosas del alma tienen eso. No hay lenguaje para expresarlas. Al menos de momento.
      Un saludo cordial.

      • George R Porta

        ¡Hola Carmen! Solo una nota en justicia con las mujeres que sufren violaciones y el orgasmo. Una cosa típica es que durante la violencia que sufren hay ausencia casi absoluta de placer y que muy a menudo, el violador solo disfruta su violencia destructiva como si practicara el sexo a solas y por eso puede resultar el embarazo de la víctima. A menudo en defensa de los violadores se ha argumentado que la mujer termina por ceder y disfrutar lo cual equivale a derramar sal o ácido sobre injuria. La impotencia a que suele reducirla el violador y el enorme dolor resultado de la resequedad interior de la vagina causa desgarres y heridas interiores que, por sí solos, hacen imposible el placer y la destrucción psicológica subsecuente puede a menudo resultar incurable. La violación de la mujer es siempre sexo a solas porque la víctima suele estar impotente bajo terror y un nivel muy alto de ira mal contenida. Vale decir, que las consecuencias de la «violación» en el hombre, por ejemplo, en prisión o en situaciones de tortura o tormento, no son incomparables en su efecto destructivoe por mucha eyaculación que experimenten los violadores, en cualquiera de los dos casos.
        Otra nota es que si bien es cierto que en lo que a mí se refiere ssea muy cierto que sé muy poco [para comenzar nunca pude terminar en Cuba ninguna de las carreras universitarias que comencé (5) tratando de evadir la repression ideológica porque me lo impidieron] y solo completé en USA las maestrías en trabajo social clínico especializado en psicoterapia y otra en teología (aunque por razones de salud tuve que dejar al último minuto el doctorado en psicología clínica y, más tarde, por razones de edad y económicas el de teología); es muy cierto, digo, que académicamente hablando, carezco de la autoridad o el peso intelectual que pueden demostrar muchos de los contribuyentes a Atrio y quizás sea de justicia que se les reconozca el esfuerzo y el crédito. En el sentido de créditos académicos, Atrio es un foro privilegiadamente acreditado. Eso no disminuye el valor de las aportaciones que hacemos quienes no hayamos alcanzado grados doctorales u obtenido un nivel académico alto porque, por otra parte, el saber no está limitado por el conocer sino que en muchas ocasiones lo sobrepasa. Mi aprecio de siempre por usted.

      • George R Porta

        Para aclarar, en mi nota anterior escribí «ausencia casi absoluta» de placer, porque en muchas ocasiones la violación o la intención de violar no es aparente a la víctima desde el inicio de la violación aunque quien la perpetra la haya tenido presente en su intención o propósito siempre. Hay muchas víctimas de violación que son intoxicadas con mayor o menor severidad y cuando pueden caer en la cuenta de lo que pretende el violador ya la violación está en marcha y cualquier forma o proporción de placer inicial desaparece al instante en que comienzan a defenderse o a resistir. No quiero crear la impression de pensar que la mujer víctima de violación la pueda consentir en ninguna medida porque precisamente a esa ausencia de consentimiento debe su nombre. Gracias.

  • Asun Poudereux

    Intentando “actualizar” con este espejo. Gracias, amigos.

    https://vimeo.com/264519482

    • Antonio Duato

      Magnífico el vídeo de vimeo que presentas, Asun!
      Es todo un film uruguayo, magnífico en expresión fílmica y fondo espiritual existencialista (¿no te recuerda a Légaut ese primer poema “Surjo”?), reuniendo recuerdos y sentimientos de inmigrantes en Uruguay a partir de un viejo piano fabricado en París que se encontró en un viejo teatro de Montevideo.

      • Asun Poudereux

        Hola, Antonio. Siento haber perdido mi comentario anterior.

        Lo intento de nuevo. Me alegra que coincidamos. Lo complementas muy bien y al punto. ¿Poeta? La verdad es que resuena y hace revivir lo que con tanta delicadeza y profundidad dedicó y transmitió Légaut su experiencia. Dura batalla la que libró.
        Y no fue en vano. En ello nos reconocemos. Por cierto, me hice con el enlace a través del Boletín Semanal de E. M.L., siempre atento a lo que nos sacude y despierta.

        Te agradezco, Antonio, estar donde estás, como a todas las personas, siendo cauce y guía hacia el despertar de nuestro verdadero yo.

        Besos. Feliz día.

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      ¡Muy hermoso Asun, gracias!

      Abrazos
      mª pilar

      • Asun Poudereux

        María Pilar, nuestra querida Pili, muchas gracias a ti, por estar siempre atenta a dar y recibir.

        Un abrazo lleno de tu entrañable alegría y esperanza. Besos.

    • ana rodrigo

      Qué maravilla de vídeo y de poema, querida Asun. Gracias, muchas gracias.

      • Asun Poudereux

        Me alegro que os guste. Disfrútalo, Ana, y si te parece, comparte. Besos.

  • M. Luisa

    Comprendo el sentido de visualización que el amigo Pepe le da al tema de la mística pero  dado, como él mismo dice que la mística siempre ha estado ahí, cosa que también comparto, y, dado también  por otra parte  que  la visión ha sido el método de pensamiento más privilegiado  que  en el transcurso de la historia al igual de ofrecer luz también ha causado mucha oscuridad, pienso, por tanto  que, puesto que la mística siempre ha estado ahí de lo que se trataría es ni más ni menos de darle actualidad ponerla ante la vista.

    Es con  lo que se debatió el propio Witgenstein que según él  siendo lo místico lo más importante es algo que  no se puede decir  sólo lo podemos mostrar. No obstante, hay que tener  en cuenta que la perspectiva de ese decir wittgenstiniano era la de la lógica occidental, precisamente la visual a la que me he referido antes.

    Pienso sin embargo que  aunque eso ciertamente sea así  no está dicho en ninguna parte  que no se pueda decir lo místico en un formato ante – predicativo a modo de un  decir    sustentado  por un  logos nominal constructo típico de las lenguas semíticas que afirma el logos en unidad “complexiva” que es a lo que he llamado al inicio,  para no extenderme demasiado, “actualidad”…en fin es mi opinión!

    Un abrazo, Pepe!

    • pepe blanco

      Otro abrazo para ti, Mª Luisa. Agradezco tu comentario, aunque tengo que decir que, como me sucede muchas veces con tus comentarios, me superan por completo. Esto que dices:

      “…no está dicho en ninguna parte que no se pueda decir lo místico en un formato ante – predicativo a modo de un decir sustentado por un logos nominal constructo típico de las lenguas semíticas que afirma el logos en unidad “complexiva” que es a lo que he llamado al inicio, para no extenderme demasiado, “actualidad”…”

      esto, digo, no es que no lo entienda bien, es que no entiendo nada. Solo se me ocurren dos observaciones:

      1.- Pienso que lo místico puede expresarse a través del arte: arquitectura, pintura, escultura, fotografía, etc., pero me parece que tú no te refieres a eso.
      2.- Si eso a lo que te refieres es “actualidad”, “darle actualidad” entonces yo me he quedado a mediados del XX, fijo. O antes, incluso.

      Um abrazo, Mª Luisa

      • M. Luisa

        Claro Pepe que la mística se expresa por medio del arte y por todas estas disciplinas que nombras y por el amor como bien se refiere el autor del artículo, lo que ocurre es que cuando se pretende visibilizarla mediante el decir, mediante el logos y sobre todo desde el logos occidental es cuando se la constriñe artificial e imaginativamente… pierde todo su sentido! espero que ahora me entiendas, al menos un poquito!

      • pepe blanco

        Vale, MªLuisa, igual estoy empezando a entender lo que quieres decir, un poquito.

        ¿Podrías poner un ejemplo de expresión de lo místico mediante ese “logos nominal” que dices que es característico de las lenguas semíticas? ¿Puedes hacerlo expresándolo en una lengua no semítica, como el español?

      • M. Luisa

        Por ejemplo, Pepe, en esta poesía que he encontrado por la Red no se observa ninguna afirmación predicativa mediante el logos, es sólo la realidad que se nos muestra como tal!

        Desde que abrí los ojos todo ha sido ajeno,
        desde que abrí mis manos todo lo quise tener
        y ahora que me hallo como esclavo del tiempo
        suceden los segundos sin poderlos detener.

        Quise abrir las alas pero no tuve viento
        y cuando al fin sopló no las pude extender;
        que soy humano frágil, hecho de carne y hueso,
        que respira aire y que tiene sed.

        Soy como un morona de un astro fiero,
        como un punto en una hoja de papel;
        soy un grano de arena en este Universo,
        un ser que ante todo siente su pequeñez.

        Seré para siempre así un forastero,
        en esta vida, y mañana, como lo fui ayer;
        efímero, caduco, constructor de versos
        que pinten los paisajes que mi alma ve.

      • M. Luisa

        Pepe he pulsaco mi comentario del ejemplo sin haber leído el tuyo que me lo pedías, pero creo que puede servir

      • M. Luisa

        Ahora, ateniéndome a lo que me pides: ¿Podrías poner un ejemplo de expresión de lo místico mediante ese “logos nominal” que dices que es característico de las lenguas semíticas? ¿Puedes hacerlo expresándolo en una lengua no semítica, como el español? necesitaré que me concedas un poco más de tiempo…gracias

      • pepe blanco

        Gracias a ti, Mª Luisa, por el esfuerzo que haces para explicarme lo que quieres decir. Tómate todo el tiempo que necesites.

      • M. Luisa

        Hola de nuevo, Pepe, voy a ver si puedo responder a tus preguntas. Acepta mi buena voluntad que sé que sí lo harás.

        Lo característico de la frase nominal en las lenguas semíticas es la carencia en ellas del verbo “ser” que tanto juego ha dado en Occidente a los juicios de afirmación predicativos que califican, porque en la estructura del lenguaje semítico es la realidad misma la que se afirma. Es decir, carece de cópula verbal que la afirme.

        Por ejemplo, sin ir más lejos si cogemos un verso cualquiera del poema que ayer introduje vemos, en efecto, la aparición del verbo ser en forma de primera persona “soy” o en futuro “seré” pero estas indicaciones sólo muestran aprehensiones de sí mismo/a, que no es poco, porque muestran nuestra capacidad sensible en reciprocidad, en efecto, con ese intento de describir la realidad, esta realidad sentida.

        Aquí el yo soy (pensante) de Descarte no tiene nada que hacer. Hay que darle la vuelta a modo de “soy yo” soy yo el que siente la realidad que estoy expresando con fiabilidad, con los pies en la tierra a modo nietzscheano. En ocasiones me he referido a esta circunstancia apelando a experiencias de científicos que al final de su carrera, después de tantas explicaciones cósmicas, aunque, la verdad bienvenidas sean, las dejan de lado y retornan poéticamente a ese primer momento fundamental que fue precisamente lo que les dio pie para ello. Van desde la intelectualidad de regreso a aquella primigenia intelección. Pienso que a ti, amigo Pepe te puede suceder lo mismo cuando te pones a pensar sobre lo místico dado tus estudios de física cuántica!

        Un abrazo!

      • Carmen

        Pues no entiendo. Porque para mí lo que dice Pepe Blanco está donde dice María Luisa que volverá cuando deje a un lado sus conocimientos de física cuántica.

        Yo , que muy lista no soy, soy normal, creo que lo que hace son comparaciones con temas que domina para intentar expresar lo que él entiende por una experiencia mística. Quitándole dramatismo y haciendo de esas experiencias como algo más cotidiano. Lo de los triángulos fue genial. Pura geometría. Nada de física cuántica.
        Pues eso he entendido.
        Pues habré entendido mal. Pero me gusta. Lo mismo que me gustó lo que dijo Juan. Mi idea de la mística ha cambiado y se lo agradezco mucho a los dos.

        Pero claro, ni idea de esto. Bueno, un poquito ya sí. Hay que ver lo que aprendo aquí, en Atrio.

      • pepe blanco

        Hola Mª Luisa. Gracias por tu comentario, que ha sido aclarador y sugerente. Y sí, creo que lo comenté ayer o anteayer: ya me preocupaba antes, pero después de haber estudiado la licenciatura de Física, la posible relación entre la mística y la razón me sigue intrigando mucho. Por qué me preocupaba antes, por qué me sigue preocupando después, existe o no existe esa relación, cómo podría ser… En fin tal vez dentro de otros diez años, me atreva a escribir algo sobre ello.

        Ahora tengo que dejarlo hasta la próxima semana. Hoy aquí es día festivo (cómo no, el patrón de Galicia…) y dentro de un rato salimos de viaje hasta el domingo, así que me despido hasta la próxima semana.

        Saludos.

    • Carmen

      Pues a este paso os dan el Nobel compartido.

  • pepe blanco

    (Disculpas, repito el comentario porque me salió sin los espacios libres entre párrafos, lo que queda un poco confuso)

    Hola Ana,

    Aunque viene de nuestro intercambio de más abajo, te ofrezco esta pincelada sobre la mística tal como yo la entiendo, aquí arriba, por comodidad y claridad.

    Para entender de dónde viene lo que voy a escribir, te sugiero que releas el último apartado de esto que escribí hace algún tiempo (en realidad hace 10 años, caray, cómo pasa el tiempo…): http://2006.atrio.org/?p=1731

     

    V. LOS 72 NOMBRES DE LA MÍSTICA.

    En este apartado, me propongo visibilizar la mística en “sentido débil” de la que hablaba en el apartado anterior. Pienso que es una tarea necesaria: visibilizar la mística, que siempre está ahí, oculta, enmascarada por muchas palabras diferentes… (Sí, hay que visibilizar la mística igual que hay que visibilizar las mujeres, las personas LGTB, las injusticias sociales o tantas otras realidades que están ahí y no las vemos porque permanecen escondidas detrás de nuestras cómodas rutinas cotidianas.)

    Un asunto bastante divulgado de la literatura mística judía es el de los 72 nombres de Dios. En ese contexto, no hay que interpretar la palabra “nombre” en su sentido habitual. Cada uno de esos “nombres” es una combinación de tres letras procedentes de determinados versículos de la Torá y puede interpretarse que se refiere a alguna cualidad divina, a algún aspecto de la divinidad. Es algo así como si Dios permaneciera escondido detrás de sus 72 nombres, cuya recitación constituye, en la práctica, algo bastante parecido a una técnica de meditación (más o menos, para no entrar en más profundidades).

    Pues bien, pienso que a la mística le ocurre algo parecido: permanece escondida detrás de numerosos nombres que la ocultan, pero que a mí me parecen velos que la transparentan. ¿Alguien es capaz de diferenciar lo que sucede en lo más íntimo de una persona –en su cerebro, en su corazón, en su alma- cuando esa persona habla de tener fe, o esperanza o caridad? ¿Y cuando habla de perdón, amor, solidaridad, empatía, comunión, contemplación, oración, meditación…? Sí, ya sé que si buscamos esas palabras en el diccionario o en un tratado de Teología, a cada una de ellas se le asigna un significado propio y diferente al de las demás. Pero lo que está pasando en el interior de una persona que afirma perdonar, ¿es diferente a lo que está pasando en el interior de una persona que afirma amar? Y lo que está sucediendo en el interior de una persona que afirma amar, ¿es diferente a lo que sucede en el interior de una persona que afirma contemplar o creer? Pienso que no. Creo que lo que está sucediendo es siempre lo mismo: un estado místico del alma. Un estado de mística débil, pero un estado místico.

    A nadie debería sorprenderle esto que digo sobre la cotidianeidad de la mística en “sentido débil”. Al fin y al cabo, y a pesar de ser genética y lingüísticamente –es decir, siempre- seres racionales, nuestra vida cotidiana también suele transcurrir en un estado de raciocinio bastante débil. En nuestra vida diaria abundan las rutinas repetitivas, los lugares mentales tópicos, las tradiciones y costumbres transmitidas de unos a otros con poca o ninguna reflexión personal y racional, etc. Es cierto que entre nosotros no hay muchos Juanes de la Cruz ni muchas Teresas de Jesús, pero es que tampoco hay muchos Newtons ni muchos Einsteins …

    • Asun Poudereux

      Muchas gracias, Pepe. Sigue vigente y perenne como sabiduría. Los que van por delante son un claro indicio de que hay algo que va desplegándose y saliendo a la luz en la Consciencia Universal.

      El ejemplo, que voy a decir, es sencillo, se produce de modo natural una y otra vez en diferentes especies y creo que por lo mismo en todos los aspectos de la vida.

      Pues bien, algunos frutos, a veces muchos de ellos, se pierden en el camino de su crecimiento. Muy pocos, se adelantan a la cosecha esperada, lo que alegra la vida, por este regalo. Tras un tiempo más o menos largo, se da a gran escala. Y sin embargo, siempre quedan algunos frutos colgando retrasados, pero no por ello menos sabrosos, cuando llega su momento.

      Seguramente se encuentran motivos para esto y mucho más y en ellos se pueda perder lo esencial: Lo que hace posible que la vida sea y no ponga trabas a serlo en todo su esplendor y diversidad. Lo común a toda forma es fuente de expresión inagotable.

      Besos. Me alegra que estés más activo en Atrio. Lo enriqueces.

    • ana rodrigo

      Gracias, Pepe, por aceptar mi invitación, invitación que te hice por el recuerdo que tenía de lo que escribiste hace diez años y que ahora no me da la opción a releerlo en el enlace que me pones.

      He buscado en Google la definición de mística y pone que, además de la mística religiosa relacionada con Dios, hay otros ámbitos de la vida relacionados con la ética, los valores o la vida espiritual, como es la mística del trabajo, de enfermería, en la literatura, en la filosofía, etc. Y, estoy de acuerdo contigo en que hay que visibilizarla, lo que pasa es que, en nuestra cultura cristiana, siempre se va nuestro pensamiento hacia la mística al estilo de San Juan de la Cruz o Santa Teresa y eso se ve como inalcanzable y, siempre, fuera del alcance de la gente ordinaria. Cuando, como tú dices, la mística puede implicar toda nuestra vida cotidiana en alguna de las acepciones partiendo siempre de nuestra capacidad de actividad espiritual.

      Creo que estamos en bastante sintonía después de leerte y de releer lo que escribí yo en mi comentario en este mismo hilo al que te remito 21 julio 2019, 12:07 pm.
      Gracias, un abrazo

    • pepe blanco

      Gracias a vosotras, Asun y Ana, por vuestro interés. Y sí, también pienso que estoy en sintonía con vosotras en este asunto.

      Ana, yo puedo acceder sin ningún problema a la página del viejo Atrio donde está ese texto. Voy a poner otra vez el enlace, a ver si sale copmo tal enlace:

      http://2006.atrio.org/?p=1731

      Si no puedes entrar desde este enlace, entra en ATRIO 2006-2009, en el enlace a la derecha de esta página. Una vez allí busca mi nombre (Pepe Blanco Labrador) en la columna de autores a la iz quierda y desde allí podrás entrar sin problemas, supongo.

      Un abrazo para cada una.

      • ana rodrigo

        Gracias, Pepe, por mi torpeza no se me ocurrió mirar en la lista de autores.
        Así que ha sido un inmenso placer volver a leer tu magnífico artículo.

        Yo como no leo para aprobar ningún master ni cosas parecidas, me quedo con lo que se me pega al alma y entra a formar parte de mi propia persona. Es por esto por lo que recordaba, sin detalles, tu escrito sobre la mística, y por eso fue por lo que te lo pedí.
        Os lo recomiendo a todos y a todas.

      • Carmen

        Con un poco de suerte te conviertes en el , no me acuerdo quién, de la mística. Como encuentres un lenguaje para expresarlo, te dan por lo menos el Nobel de literatura. O de teología. O de algo.
        No estaría mal para un arquitecto. Al menos he leído que te dedicas a eso.
        Un abrazo.

      • pepe blanco

        Sinceramente, no creo que eso vaya a suceder.
        Un abrazo

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      ¡Gracias Pepe, por bajar al suelo!

      Ahí, es donde cada persona, puede adentrarse a esas experiencias de Vida que más la ayudan a ¡Ser!

      Escuchar los latidos de nuestro interior más profundo, puede llevarnos a experiencias fuertes, nada fácil de contar, pero que nos van conformando como personas con ojos abiertos a cuanto nos rodea.

      ¡Gracias por estar de nuevo en este Atrio que nos acoge, escucha, y nos abre a las demás personas que nos ofrecen una posibilidad de sintonía, gracias e corazón!

      Un abrazo entrañable.
      mª pilar

      • pepe blanco

        Gracias a ti, Mª Pilar, por estar ahí siempre acogedora.

        Aprovecho para decirle a Carmen que me alegra que le haya gustado aquel texto mío, y para comentarle a Ana que me alegra también que, diez años más tarde, le siga resultando atractivo.

        Durante todo este tiempo, me han surgido algunas nuevas ideas que me parecen sugerentes y que tal vez llegue a plasmar en algún momento, relativas a algo que siempre me ha intrigado: la relación entre la mística y la razón, que no es exactamente lo mismo que la relación entre fe y razón. Con calma. Esto que he escrito sobre los mil nombres de la mística, aunque lo escribí estos días, la verdad es que llevaba años dándole vueltas. Y al final lo escribí demasiado rápido y en un momento en que tengo otras mil cosas en la cabeza. Pero en fin, ahí queda.

  • pepe blanco

    Hola Ana,

    Aunque viene de nuestro intercambio de más abajo, te ofrezco esta pincelada sobre la mística tal como yo la entiendo, aquí arriba, por comodidad y claridad.

    Para entender de dónde viene lo que voy a escribir, te sugiero que releas el último apartado de esto que escribí hace algún tiempo (en realidad hace 10 años, caray, cómo pasa el tiempo…): http://2006.atrio.org/?p=1731

     

    V. LOS 72 NOMBRES DE LA MÍSTICA.

     
    En este apartado, me propongo visibilizar la mística en “sentido débil” de la que hablaba en el apartado anterior. Pienso que es una tarea necesaria: visibilizar la mística, que siempre está ahí, oculta, enmascarada por muchas palabras diferentes… (Sí, hay que visibilizar la mística igual que hay que visibilizar las mujeres, las personas LGTB, las injusticias sociales o tantas otras realidades que están ahí y no las vemos porque permanecen escondidas detrás de nuestras cómodas rutinas cotidianas.)
    Un asunto bastante divulgado de la literatura mística judía es el de los 72 nombres de Dios. En ese contexto, no hay que interpretar la palabra “nombre” en su sentido habitual. Cada uno de esos “nombres” es una combinación de tres letras procedentes de determinados versículos de la Torá y puede interpretarse que se refiere a alguna cualidad divina, a algún aspecto de la divinidad. Es algo así como si Dios permaneciera escondido detrás de sus 72 nombres, cuya recitación constituye, en la práctica, algo bastante parecido a una técnica de meditación (más o menos, para no entrar en más profundidades).
    Pues bien, pienso que a la mística le ocurre algo parecido: permanece escondida detrás de numerosos nombres que la ocultan, pero que a mí me parecen velos que la transparentan. ¿Alguien es capaz de diferenciar lo que sucede en lo más íntimo de una persona –en su cerebro, en su corazón, en su alma- cuando esa persona habla de tener fe, o esperanza o caridad? ¿Y cuando habla de perdón, amor, solidaridad, empatía, comunión, contemplación, oración, meditación…? Sí, ya sé que si buscamos esas palabras en el diccionario o en un tratado de Teología, a cada una de ellas se le asigna un significado propio y diferente al de las demás. Pero lo que está pasando en el interior de una persona que afirma perdonar, ¿es diferente a lo que está pasando en el interior de una persona que afirma amar? Y lo que está sucediendo en el interior de una persona que afirma amar, ¿es diferente a lo que sucede en el interior de una persona que afirma contemplar o creer? Pienso que no. Creo que lo que está sucediendo es siempre lo mismo: un estado místico del alma. Un estado de mística débil, pero un estado místico.
    A nadie debería sorprenderle esto que digo sobre la cotidianeidad de la mística en “sentido débil”. Al fin y al cabo, y a pesar de ser genética y lingüísticamente –es decir, siempre- seres racionales, nuestra vida cotidiana también suele transcurrir en un estado de raciocinio bastante débil. En nuestra vida diaria abundan las rutinas repetitivas, los lugares mentales tópicos, las tradiciones y costumbres transmitidas de unos a otros con poca o ninguna reflexión personal y racional, etc. Es cierto que entre nosotros no hay muchos Juanes de la Cruz ni muchas Teresas de Jesús, pero es que tampoco hay muchos Newtons ni muchos Einsteins …

    • Carmen

      Fantástico.
      Los cinco puntos.
      Nunca había leído un intento de explicar qué es la mística de estas características.
      Fantástico.

  • Santiago

    Como dice Andrés Ortiz el amor es místico porque es un misterio universal infundido a nuestro espíritu, y en su forma real sólo se realiza en la conexión divino-humana, ya que Dios nos ha elevado a un orden sobrenatural..ES puro sentimiento y atracción erótica que es capaz de madurez y desarrollo…que puede avanzar a no querer siempre recibir, sino a dar y a darnos nosotros mismos…No es sólo una amistad, tanto ánima como ánimus, femenina  como masculina, sino una decisiva actitud y una manera de ofrecernos como don a los demás…El modelo más acabado será que, por amor, podremos abandonar “al padre y a la madre” para formar parte de una persona..para constituir otra familia …en el amor

    “Carísimos” dice S. Juan “amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios..y todo el que ama de Dios ha nacido y conoce a Dios. Quien no ama no conoció a Dios, porque Dios es amor”…Por eso hay una íntima relación entre estos dos amores, el del prójimo y el de Dios, puesto que los dos proceden de la misma fuente.No es posible amar a Dios y odiar al que tenemos al lado…y es a través de la vía del amor por la que Dios se ha acercado a nosotros y nosotros lo hemos encontrado a El…El amor es pues transformante…y es capaz de llegar hasta las altas cumbres de lo heroico…es donde se realiza lo mas sublime del ser humano…Es en el misterio del amor donde nos salvamos como personas…desde el eros hasta el agapé…ascendente y descendente…receptivo y oblativo…donde tenemos la oportunidad de salir de  nosotros mismos en los demás…para encontrarnos con nuestro origen…Y después, “a la tarde”, es cuando seremos juzgados en el.

    Saludos cordiales

    Santiago Hernández

    • Carmen

      Exacto.
      A la tarde.
      Y los creyentes, que no juzguen, que dejen juzgar, y a la tarde ,por quienes ellos piensan que tienen que ser juzgados. Pero que ellos se abstengan de juzgar.
      Porque si el amor es un misterio relacionado directamente con dios, que no traten de imponer límites porque, además, no serán efectivos, por mucho que lo intenten. Cuando el amor es profundo y auténtico, no hay nada que lo detenga. Salvo que él mismo decida poco a paco desaparecer, como ese fluido lento que dice Pepe Blanco que sucede en las partículas del vidrio.
      Las personas seguirán amándose, sean del sexo que sean y el célibe seguirá amando , aunque no lo pueda expresar.
      La iglesia oficial ha hecho muchisimo daño en el tema este del amor. Muchisimisimo.
      Y al final, que no se le olvide a ningún creyente, que él o ella también será juzgada en el amor. Y a ver qué dicen cuando tengan que explicar un momtonazo de cosas. O dirán, quizás, yo hice lo que decía tú ley. Me imagino diciendo a mi Jesús imaginario, mi ley? Qué ley?
      Perdona Santiago. Pero a veces me entra como una rabia infinita que luego se transforma en lágrimas. Pura impotencia.
      Me ha gustado lo que has escrito.

      • Santiago

        Digamos que aquellos fieles, sean clérigos o no, que no entendieron el mensaje revelado por el Jesús real del Evangelio son los que han hecho daño reduciéndolo todo a simples rituales y juzgándolo todo excesivamente y sin causa. Por eso solo en la unidad del amor del Padre expresado en Jesús mismo podemos entender lo que es el carisma de Cristo presente en la Iglesia, en aquellos que proféticamente, sean fieles o clérigos, proclaman la verdadera naturaleza del amor y su infinitud y su eternidad puesto que la fe y la esperanza desaparecerán pero solamente permanecerá el amor que es el único “clavo ardiente” al que podremos agarrarnos al final para salvarnos. Todo lo demás colapsará. En pie hasta la tumba, el amor acabará por traspasarla. Es por eso que nuestro compromiso debe desligarse cada vez más de lo que es negativo para centrarse en la pura esencia del bien. Jesús nos invita a seguirle en la Cruz de cada día, en los dolores y avatares de esta vida para poder transformarlos en una oblación continúa. Lo demás es por pura gracia que nos va cambiando en la imitación de La Palabra que nos da una solo esperanza, ya que todo en esta vida se nos va escapando de las manos. Pues hasta las lágrimas son un don…

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • Carmen

        A veces creo que tiene suerte , si lo que dice que cree lo cree de verdad.
        En el fondo, cuando se despoja de todos esos jaleos de escrituras y leyes eclesiásticas y demás, se convierte usted en una persona muy razonable.

        Felicidades.
        Hoy creo que es San Santiago. Aquí en España es un día muy importante para la iglesia.
        Que pase un día estupendo.

      • Carmen

        Pues no. Es mañana. Esto de estar jubilada es genial. No sé en el día que vivo. Y es que eso del tiempo no lo he dominado nunca muy bien. Y ahora, no veas. Pero la gente es buena y me lo perdona.
        De todas maneras usted escribe de madrugada, aquí en España. Así que…

      • Santiago

        Muchas gracias.
        Si, creo que la Iglesia espańola, en realidad, entronca con Jesús mismo por la predicación d e Santiago Apóstol en el noroeste de la Península Ibérica. En medio de las persecuciones la tumba De Santiago El Mayor, el hijo de Zabedeo y Salomé, y por tanto primo de Jesús, quedó olvidada por siglos. Los arqueólogos la identificaron después por varios datos entre los que destaca la forma de bóveda del techo, propia del lugar de reposo de los mártires cristianos ya que fue decapitado en Jerusalén en el 43 por Herodes Agripa y después llevado a España.

        Mañana estaré también celebrando la fiesta de Santiago, participando junto con la de la Madre Patria, espiritualmente.

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

  • carmen

    Porque , señoras, señores. El amor tiene sexo?  Pregunto.

    Cuando resuelva la iglesia el problema del sexo de los ángeles, quizás afronte este otro.

    Es que, de verdad, estamos en pleno medievo eclesial. Menudo cinismo.

    • carmen

      Y ahora sigamos hablando de la mística del amor o del amor de la mística. Sinómimos? Se puede dar uno sin la otra? o una sin el otro? ¿el amor viene de dios o nosotros proyectamos nuestra necesidad de amor en él?

  • George R Porta

    Gracias, María Luisa. Agradezco mucho tus notas. No tiene sentido que afirme mi acuerdo contigo sobre nuestro desacuerdo porque es obvio y lo expresas mejor que yo pudiera. Un abrazo siempre agradecido.

  • José Ignacio Calleja

    Por qué planteas en alternativa la idea final, amigo Pepe, “¿ciudadanos versus creyentes o, expresado en otros términos, derechos civiles versus caridad cristiana?”. ¿Son realidades comparables “ciudadanos versus creyentes”? ¡Hummmm! No es adecuado, “todos somos ciudadanos buenos o malos, pero ciudadanos siempre y todos”, y eso no es justo con muchos cristianos. Y si hablamos de experiencia, “derechos civiles versus caridad cristiana”, ¿hasta cuándo va a ser esta alternativa una verdad general? ¿Lo es ya en Cáritas Española, por ejemplo? No es justo ya con muchas Cáritas. Si se trata de sustituir la injusticia social, lo entiendo, y ninguna caridad sin denunciarlo. Y si se trata de la justicia social, el Estado Social puede pedir y vigilar todas las colaboraciones de la sociedad civil que estime legítimas y aceptarlas sin reparo como colaboración muy digna de todos. Opino. Saludos.

    • pepe blanco

      Hola José Ignacio,

      Si te refieres a que todos somos personas físicas inscritas en el Registro Civil, con nuestra nacionalidad legalmente reconocida, independientemente de nuestras creencias religiosas, pues está claro que sí, que todos somos ciudadanos.

      Pero pienso que pensarse a uno mismo como ciudadano, saberse ciudadano, y ver a los demás como otros ciudadanos, es algo más que eso. Es asumir que estamos sujetos a la ley civil que nos otorga unos derechos y que nos impone obligaciones. Y entender que los demás tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones que uno. Y pienso aún hay muchas personas que no ven claros todos esos conceptos.

      Te pongo dos ejemplos de “creyentes” que, en mi opinión, no han acabado de descubrirse a sí mismos ni a los demás como ciudadanos. Un ejemplo es de creyentes religiosos y otro de “creyentes” socio-políticos.

      Empiezo por el segundo. Aquí en Galicia, todavía sobrevive la mentalidad caciquil que tan bien refleja la saga de los Baltar. Y no creas que esa mentalidad es propia de gente rural sin estudios ni cultura. Mis nonagenarios padres, que tienen estudios superiores, no han conseguido desprenderse de esa mentalidad en sus noventa y cuatro años de vida. Cuando mi padre hace una gestión ante una administración, no la hace porque es su derecho o su obligación y punto. No, busca un conocido y le pide el favor. Sí, ya sé que suena un poco surrealista, pero así son las cosas. El nepotismo de Baltar padre es conocido en todo el estado español. Lo que el resto del estado no sabe es que Baltar no es solo Baltar: es Baltar y unas cuantas docenas de miles de personas creyentes en él, sus súbditos, que aún no se han descubierto a sí mismos como ciudadanas.

      Te pongo otro ejemplo, esta vez de creyentes religiosos. Tengo dos hermanas, practicantes del catolicismo, con las que tanto mi marido como yo nos llevamos estupendamente bien. Mi marido y yo llevamos viviendo juntos desde hace 21 años, de los cuales los 11 últimos, casados. Pues bien, mis hermanas aún no han sido capaces de diferenciar algo que a mí me parece tan obvio como que una cosa es el matrimonio civil y otra, el matrimonio católico. Y no creas que mis hermanas son unas palurdas: tienen sus estudios superiores y, una de ellas, un reconocido prestigio profesional. Mi interpretación: son creyentes que, al menos en algunos aspectos, aún no se han descubierto a sí mismas como ciudadanas, ni me han reconocido a mí como ciudadano.

      • carmen

        Pues bueno. A lo mejor no pueden. No les deja su cabeza.
        Si tus padres tienen 90 años , estarás por los cincuenta y tantos. Si no es fácil ahora, pues hace veinte años, no veas. No es cuestión de estudios, en absoluto. Es algo mucho más profundo. Es un asunto religioso.
        No es exactamente que no te reconozcan como ciudadano, No es eso. Es que para muchas personas el matrimonio civil como que no se vale porque no lo ha bendecido dios y entre parejas del mismo sexo, no veas. y Contra dios no puedes luchar. Pierdes fijo.
        Tendrán que pasar generaciones. Las personas de treinta y tantos años ya lo ven de otra forma.
        Mi nieta que tiene tres años, cuatro en diciembre, siempre pregunta por mi hijo y su pareja a la vez. Para ella no habrá ningún tipo de Problema.Van los dos juntos y ya está. Lo ve normal porque la situación poco a poco se está normalizando. También sabe que unos abuelos viven juntos , los papás de su mamá y que los papás de su papá ,sus otros abuelos, nunca coinciden. Lo sabe. No le da la más mínima importancia. Porque la situación está absolutamente normalizada, ya llevamos muchos años de divorcio en España.

        Hay que tener paciencia. Las cosas son como son y de golpe no van a variar. Van poco a poco.Tengo alguna experiencia.
        Esta semana voy a Castellón a conocer a mis consuegros, estoy deseando conocerlos. Me apetece un montonazo hablar con la madre de mi yerno. Es como unos diez años más joven que yo.
        Me encantaría que mi hijo tuviese un hijo o una hija, Si él lo decide, claro. Me da igual de la forma que sea, adoptado o no adoptado o como quieran, es que me da igual. ESE será el siguiente paso. Y no veas lo que costará normalizarlo. Pero hay que ser valiente, sobre todo cuando te va la felicidad en ello.

        En cuanto a Baltar,pues sí. Es mucho más complejo el asunto.
        Por eso la educación es tan, tan importante.
        Un abrazo y gracias por todo. Personas como tú le habéis abierto el camino a mi hijo.

      • carmen

        Si te digo la verdad, lo que me gustaría es que tuviesen una hija y que le pusiesen carmen de nombre. pero para eso falta mucho tiempo, son jóvenes y no es un paso fácil. Si llega a suceder, no creo que lo vea. En mi familia no somos nada longevos.
        En fin

  • George R Porta

    Parte II

    Comprendo muy bien a Tomás, Dídimo, que reclamó la posibilidad de meter su dedo en el costado del Galileo, alguien a quien su propia familia más de una vez consideró un pelín demasiado extraño y a quien un seguimiento multitudinario de repente comenzó a abandonarle por lo que dicen que decía y hacía. En ese momento debió pensar que los Doce pudieran dejarle también si lo que atribuye Juan 6, 67 es histórico.

    Como de todo lo que es desconocido, se puede afirmar de todo acerca de ello porque nada es ni probable ni improbable con certidumbre válida y confiable. Por lo tanto, nadie tiene derecho a que por su propia y sola convicción los demás tengamos obligación de creerle.

    Comprendo que alguien prefiera no averiguar acerca de lo místico, porque se afirman tantas cosas realmente tontas cuanto se afirman cosas terribles acerca de ello, es hecho cierto.

    Los devotos de los cientos de advocaciones marianas, excepto la de Nuestra Sra. Del Carmen que a esa la respeto porque vengo de familia muy devota, afirman de ella todo lo imposible y, desde luego, también lo posible, el poder del escapulario, las salidas de los sábados del purgatorio, etc.

    Por último, los practicantes del culto satánico afirman poseer poderes capaces de atemorizar a cualquier divinidad y a ellos les creo aún menos.

    Místico es por definición lo no explicable, conocible, comprensible. No es posible afirmar o dejar de afirmar que sea real porque tampoco puede comprobarse lo uno o lo otro.

    Lo que sí vale siempre es el respeto por la creencia del otro y la tolerancia de su persona cuando afirma lo que cree.

    • carmen

      Pues tenga usted cuidado con esos ritos satánicos, que buenos no pueden ser.
      Ya sabe usted que las devociones marianas son cosas de los arquetipos. Nos fiamos mucho más de las madres que de los padres. Estoy segura de que por eso nos gustan esos jaleos de las vírgenes. A mí la oración de petición como que no me va mucho, bueno, ni ninguna. Pero la de petición no funciona, fijo. No le pido nada ninguna virgen, pero no veo lo que siento al ver una virgen del carmen o una de la Fuensanta.Se llama así porque después de una sequía de esas tremendas de Murcia, la sacaron en procesión y estuvo lloviendo mucho tiempo. No puede haber milagro mayor para un murciano.
      Quien sabe, a lo mejor es una experiencia de esas místicas de las personas normales. Es bonito. A mí me gusta.
      Un saludo.

      • George R Porta

        Agradezco su consejo, pero quede tranquila que me gusta saber de todo y lo averiguo.
        Lo satánico aquí abunda porque da dinero no porque la gente crea, y porque hay de todo como en botica. Personalmente no creo en el diablo que es borraja de las creencias que se trajeron los judíos de su estancia en Persia como esclavos y los curas ganan con eso de los exorcismos. Para los vómitos verdes de los posesos, nada mejor que el aceite de ricino por ración doble que expulsa «legiones».
        En cuanto a la Virgen de la Fuensanta, pues tengo una buena amiga en Murcia que se llama María de la Fuensanta y ya he estado invitado por ellos en los festejos. La del Carmen, mi abuela que se llamaba maría de los Dolores y del Carmen, y su madre que también se llamaba Carmen fueron camareras del altar de la Virgen del Carmen de la catedral de Pinar del Río de por vida hasta sus muertes, cuidando del altar, los manteles, los cirios, la procesión y los vestidos que lucía la imagen y mi madre dejó de serlo cuando tuvo que salir de Cuba, con mucha tristeza. No sabe usted cuantas veces mi hermano y yo hemos subido y bajado al y del camarín para ayudarla. Contra la voluntad de mi padre que era anticlerical (liberal pero no masón), fui fraile descalzo hasta pedir mi dispensa en 1996 y tengo impuesto, como todos en casa, el escapulario carmelitano. La priora de Duruelo, con la que tengo Amistad cuando fui en 2017 a verla por última vez me regaló una crucecita muy hermosa tallada por ella misma de una rama del Almendro de la huerta de su convento, el cual guardo con cariño. Sepa que lo único que rescatamos de lo que dejamos en Cuba fue el crucificado de naranjo que dejó a mi bisabuela en 1895 un soldado español muy joven, que fue herido de bala y hubiese muerto si no hubiese sido por los cuidados de ella. Mi bisabuelo era alcalde español y la familia de ella era amiga de un médico cubano conspirador contra los españoles que lo atendió y curó. Ya ve usted cuán complejas son las pasiones. Tengo muy buenos amigos en el Carmelo de Salamanca, el de Barcelona y el de Ávila y lo celebro.
        Me perdona que se lo diga, pero me parece que la ciega la pasión cuando juzga que no puede haber milagro mayor que el murciano, pero como dije antes, respeto lo que cada uno cree que sea cierto en su vida y le parezca prudente creerlo. La oración de petición dejé de hacerla alrededor de los 15 años cuando mi padre estuvo muriendo de dos infartos miocárdicos consecutivos y sobrevivió, porque me pareció haber obtenido bastante. Vivo convencido de que mis buenos deseos eso son, oraciones. De los malos me abstengo con bastante disciplina porque me saben mal, aunque alguno se me escapa al control. Ya después de haber llegado a esta edad provecta de los 75, he aprendido a vivir confiado en que lo que ocurra es lo que único que puede y ha de ocurrir. Además, solo ocurre lo necesario porque todo sirve para algo, solo que hay que aplicarse a descubrirlo. Le reciproco el saludo.

      • Carmen

        Pues mi abuelo Salvador, de nombre, no porque salvase a nadie, padre de mi madre, tiene un misterio del rosario que hay alrededor del santuario de la virgen de la Fuensanta, dedicado a su nombre. Supongo que su donativo gordo le costó. Cuando acabó la guerra , pues hubo que reconstruir muchas cosas. Estoy segura de que eso está directamente relacionado con que su hija Carmita, mi madre, fuese dama de la corte de la virgen. Disfrutaba, era como jugar con muñecas. Mi madre tuvo siempre un toque infantil que ni la vida ni el alzheimer pudo con él. Dios la bendijo. O la vida.
        Cuando veo a la virgen de la Fuensanta llegar a la catedral de Murcia, sigo buscando a mí madre entre la gente, 39 años hizo que murió hace tres días. Entenderá por qué cada vez que veo a esa virgen veo a mi madre. La veo con los ojos del corazón, que diría mi amigo el principito.
        Y he querido decir que para un murciano no hay milagro mayor que la lluvia en tiempos de sequía.
        Un saludo cordial

  • George R Porta

    Parte I

    Sintetizando retrospectivamente, el proceso de la noción de perfección y de la palabra perfecto en el español nada es perfecto ni puede serlo, en el sentido literal de la palabra según su etimología latina, porque la perfección excluye cualquier cambio ulterior de aquello que sea considerado perfecto. Así, ninguna parte de la realidad puede existir sino en incompletitud.

    Además, lo que exista seguramente puede y suele existir de otra forma y hasta de forma opuesta, lo cual añade complejidad al tema. Lo transparente puede existir de forma opaca y lo invisible puede ser visible al solo toque del interruptor de la electricidad que produce la luz y recuperar la visibilidad aparentemente perdida.

    Lo místico es solamente aquello oscuro o invisible, posiblemente real, que no puede recuperar su visibilidad al cambio de ningún interruptor de electricidad.

    Por otra parte, si lo místico puede ser imaginado, literalmente, sin haber sido visto, solo puede serle asignada una imagen de componentes más o menos conocidos antes, porque lo completamente desconocido no puede ser imaginado. Por eso, después de ver una foto de Hiroshima o Nagasaki en  Japón  el 6 y 9 de agosto de 1946 respectivamente, o en una isla del atolón Bikini en el Hawaii, un mes antes.

    Está bien y es justo respetar lo que alguien diga sobre las experiencias que relata, aunque quien o quienes le escuchan las crean inverosímiles. Por ejemplo, las voces de Juana de Arco ella tenía derecho a afirmar que las tuviera solo que yo no la hubiera creído. Las visiones de Fátima (1917-1920) o de Lourdes (1858) o de Medjugorje (1981-2004) yo no las creo reales, pero las/los correspondientes videntes tenían o tienen todo el derecho a afirmarlas. Lo mismo la de Conyers, en Georgia, EE. UU. desde 1987 a 1998, o la de N. S. de Guadalupe del 9 al 12 de diciembre de 1531 a Juan Diego. No estoy obligado a hacerlo y además ya tengo bastante con los problemas que acompañan a confiar en Jesús de Nazareth como ser humano, sin incluir la atribución del elemento divino. 

  • Asun Poudereux

    Os agradezco a todos un montón las aportaciones con vuestros comentarios desde la ciencia hasta el despertar de lo que nos es propio en dignidad como seres humanos. 
     
      Me gusta hablar de procesos en tanto en cuanto van tomando espacio,  fondo y forma en la vida activados por la experiencia. Queda claro que no es su fundamento en lo que nos viene dado del exterior como norma clara e indicios de verdad,  si bien es con lo otro,  con lo que se interactúa  en la vida diaria, y las más de las veces empezando con todo otro, lo inesperado,  y en especial reapareciendo en uno mismo.                                        
     
    Hablar de amor en correlacion a la mística, como en todo nuevo despertar a lo real,  se tiñe de una etapa de enamoramiento sublime. Es inevitable, pero que el narcisismo puede inundar desviando  a la persona  en su evolución consciente dentro  de y desde la realidad.  
     
     Sin amor incondicional recibido conscientemente,  y con los pies en tierra, difícil me parece traspasar el umbral del amor, donde la mística no se sabe qué es,pero hay ahí una fuerza que impulsa a respetar y a amar, dicho de otro modo, a chocar con lo injusto,  a reconocerse en el amor,  aun siendo tan solo su cauce, una expresión en su fluir abierto.  Y esto es lo sorprendente.    
     
     Veo en ello un continuo despliegue de Consciencia,  que a su ritmo, si es que se puede decir así y lo hay,  se va haciendo consciente lo que late por emerger en silencio.               Quiénes somos y qué respuesta nos damos, creo, es clave, porque no es la memoria la que lo muestra, al ser los pensamientos sus artífices,  lo que está ahí y es y que anhela por emerger.      
     
     Lo realizado en el enorme campo abierto del amor,  no pone fronteras al desamor,  en él no hay exclusiones, solo que cuando se buscan explicaciones y respuestas a lo incomprensible,  a lo denominado patológico, las barreras se establecen en el análisis,  ya que  no puede ser de otro modo,  al ser  la Ciencia, las diferentes Ciencias en sus formas ahora Psiquiatría,  Neurología y todo lo que seguramente está por surgir y esclarecerse en estudios e interrelaciones.                        
     
    Si se dedicara entusiasmo práctico, lucidez más  bien, y prioridad a la educación en el amor en todos los aspectos,  reales y creativos,  en el devenir de experiencias y situaciones,  no dudo en que el tiempo dedicado a vislumbrar lo que hay de mística en el amor y al revés,  se quedaría obsoleto con el tiempo. No iría mucho más allá de una simple curiosidad por lo antepasado.           
     
    Sinceramente, no me figuro a Jesús planteándose esta tesitura,  yendo como iba al grano y a los hechos.

    • George R Porta

      Amiga Asun: ¡Hola!
      Al leer esto que escribiste: «Sin amor incondicional recibido conscientemente, y con los pies en tierra, difícil me parece traspasar el umbral del amor, donde la mística no se sabe qué es, pero hay ahí una fuerza que impulsa a respetar y a amar, dicho de otro modo, a chocar con lo injusto, a reconocerse en el amor, aun siendo tan solo su cauce, una expresión en su fluir abierto. Y esto es lo sorprendente» me hiciste pensar en ello y te lo agradezco.
      Me alegra que hayas experimentado el amor incondicional. Lo creo, pero no puedo compartir la experiencia, ni siquiera la única vez que estuve enamorado profundamente de mi novia y que nunca más volví a sentir con la misma intensidad en ninguna de las otras tres ocasiones. estoy seguro de que fuese mi incapacidad de sentirlo.
      Después en mi vida y, desde luego, en mi práctica profesional si a los progenitores no les costar tanto aceptar los defectos de los hijos/hijas y si no se los tomaran como consecuencia de sus errores en la educación, incluyendo a los míos, se me pudiera hacer más reconocible, pero he de decir que no. La inmensa mayoría que conozco (por tanto la minoría menor) confiesan culpa y se preguntan si hubieran podido hacer algo que no tuviera las consecuencias de lo que les haya ocurrido a sus hijos/as. ese tipo de amor no es condicional.
      Madre Teresa servía como si sirviera a Jesús mismo a riesgos de diluir la realidad personal del enfermo. No la comprendo y por lo tanto la cuestiono en ello.
      Una vez en mi vida el cura que me escuchaba en confesión quiso ponerse de rodillas y causó perplejidad porque me dijo que él era mucho más pecador que yo y todavía no sé si me lo dijo irónicamente.
      También cabe el hecho de ser sobreviviente de maltrato infantil por parte de un maestro laico en el colegio donde hice la enseñaza primaria. eso puede ser una herida quizás no bien cerrada que me lo dificulte.
      Si se ama para ganar el cielo, pues ya sabes, esa es la motivación o interés, la condición.
      Las evidencias señalan que amar es un aprendizaje para el cual, por lo general poque hay excepciones, todo el mundo tiene pero que requiere una motivación egoísta para arrancar (en los niños/as la de agradar a quienes les proven cariño y una forma de eso mismo se repite entre los ancianas y su gratitud por quienes les cuidan.
      La violencia doméstica cuestiona lo relacional amoroso en la pareja casada o no, de un tipo u otro, y parece muy difícil erradicar el factor egocéntrico de todo lo que se humano: Lo atribuyen al instinto de conservación. Lo heroico hunde sus raíces en los neurológico con toda evidencia y no todo el mundo puede intentarlo porque carece del elemento necesario. Los agentes del MOSAD isarelí o de la CIA estadounidenses son evaluados para saber si lo tienen o no. De ello depende su temeridad o falta de prudencia o cuidado de o por sí mismos/as y por lo tanto que quienes los envían a sus misiones confine en que se dejaron matar por llevarlas a cabo. Después eso termina en un homenaje en que palabras exultativas y la expresión amor incondicional por la patria no faltan.
      Hoy día la tan alabada tecnología reduce enormemente la eficacia de la educación personal de los padres y sus propias ocupaciones laborales o profesionales y la lejanía que la tecnología ( no solo los teléfonos celulares sino los juegos electrónicos, los programas de entretenimiento televisivo, etc.) impone entre los progenitores y la prole solo dificulta más esa tarea.
      Deseo que tengas razón una vez más y que yo ande errado, cosa quizás no rara. Un abrazo fuerte y cordial.

      • Asun Poudereux

        ¡Ay, George! ¡Qué puedo decir, me digo, que tú ya no sepas! Pero en fin.

        Lo cierto es que no hablaba tanto de mí como de personas que en distintos momentos me han reflejado claramente su total entrega a los demás. No había intereses de por medio. El egocentrismo ya casi, casi trascendido su dispositivo de puesta en marcha.

        Sí, de niños necesitamos mucha atención y cariño de los demás, que al ser debidamente cumplidos, deja abierta una puerta ancha al posterior trabajo íntimo y que no cesa de crecimiento personal. No sé si abunda esta posibilidad de la que no dudo y confío, a pesar de las dificultades y obstáculos que puedan paralizar el proceso.

        Recuerdo que me costó y me cuesta reconocer el problema en mí, en muchísimas ocasiones. Infinidad de veces. Un laberinto en apariencia cambiante y cuyo fondo es el mismo.

        La razón no tiene dueño. No nos la apropiemos en lo que de absoluto no hay nada. La comprensión nos acerca mucho más. Me alegra que me pongas a trabajar.

        Besos tras un abrazo amistoso.

  • George R Porta

     
    Parte III
     
    Todo esto, descrito con simpleza como lo he descrito ―que con toda certeza otros atrieros y atrieras se pueden animar a describir mejor― encuentra su origen neuro-psicológico en el momento del crecimiento en el que se descubre el «sí» mismo o mima en grado suficiente como para distinguir todo lo demás como diferente u «otro». Los seres vivos, en diferente grado y manera también llegan a descubrirlo, sobre todo con respecto a la reproducción y si tienen una necesidad alimentaria muy específica. La jirafa por ejemplo no puede depender de lo que crece a ras del suelo y el elefante de lo que escasea, como los polluelos necesitan lo contrario y las tortugas necesitan vivir en la playa como los marinos.
     
    Que los ojos humanos hayan quedado mirando hacia el frente con un ángulo visual que se cruza en un cierto ángulo es resultado de la alteridad para protegerse de la alteridad restante. Y si es cierto que la explicación más sencilla es la más cierta ¿cuál pudiera ser la necesidad de ser mejores que los demás animales si la divinidad creadora, una modo de ver las cosas que cuestiono, les trató mejor porque parece que les libró de la confusión y la duda y los avatares de la «libertad y el libre albedrío»; los dotó del disfrute placentero de lo suficiente, les concedió un conocimiento simple de sus límites; los creó tan inocentes que se les puede escapar el peligro sin sentir angustia precedente pero capaces de presentirlo con el mínimo de angustia como para rehuirlo hasta solo aumentar la distancia sin implicarse obligatoria en la guerra a muerte; capaces de no sentirse superiores excepto para garantizar mejor el liderazgo de su grupo y respetar las reglas de la reproducción; capaces de cada uno proveerse de lo que necesita y proveer a su prole y de cooperar con la hembra correspondiente en asegurar un techo y calor cuando el clima o las necesidades reproductivas así lo requieren; capaces de matar pero no de consumir todo y no sentir molestia porque otros de la misma o diferente especie consuman lo que queda.
     
    Quizás estas buenas «bestias» no han tenido de crear las cárceles porque en el fondo sí son buenas y saben coexistir dentro de sus distancias preferenciales sin desear violarlas.
     
    Claro algunas bestias habrá que no siempre actúen bien y pagarán su precio porque el equilibrio ecológico así lo impone, nada más sin necesidad de jueces que siendo corruptos en gran medida, todavía se hacen tratar, al menos en los tribunales, con títulos honoríficos. Y desde luego estas bestias buenas, reconociendo con aparente sencillez, perdóneseme el antropomorfismo, no se les ocurre llamarse reyes de la selva, que eso es cosa humana muy típica en Dysneilandia.

  • George R Porta

     
    Parte II
     
    La alteridad es simplemente la consecuencia de las limitaciones ―nadie sirve para todo― y todos tenemos necesidad de algo que alguien cercano posee. Por eso surgió el comercio y por eso surgió el atractivo interpersonal y también la guerra. Y no sé si son necesidades de agradecer, pero no son justificaciones; solo hipótesis plausibles de la causa de ser gregarios.
     
    Los llamados pecados capitales que pudieran ser llamados los problemas del deseo por lo que no consideramos exclusivamente nuestro pueden ser descritos, aunque con simpleza, pero no  sin razón en pecados del pensamiento desde uno/a mismo/a como «otro» hacia lo que uno/a misma no es, es decir como el fruto de la propia alteridad.
     
    Describiéndolos con simpleza, la gula tiene que ver con el deseo de comer más de aquello que queda al alcance en la fuente en que está servido cuando ya se está satisfecho lo suficiente; la lujuria tiene que ver con poseer no ya un objeto a quien amar sino de quien obtener más placer que el que le ha dado; la envidia tiene que ver con desear lo que otra persona tiene y hasta resentir que lo tiene; la ira tiene que ver con el deseo de eliminar nuestra percibida impotencia ante las causas, reales o no, de nuestras limitaciones; la codicia tiene que ver con poseer más de que ya nos satisface a cualquier precio y de cualquier modo; el orgullo tiene que ver con sentirse mejor o superior, obviamente para mitigar el miedo a no serlo; la pereza es el deseo de satisfacer lo que se cree necesitar pero sin hacer esfuerzo por obtenerlo o a costa del esfuerzo ajeno sin retribuirlo. Si esto nos el reflejo negativo del sentido de la trascendencia estoy dispuesto a cambiar mi nombre y pasearme con el típico sombrerito y sambenito de los herejes si encuentro algún burro acá donde vivo.

  • George R Porta

     
    Parte I:
     
    Pido perdón por la extensión, pero lo advierto al mismo inicio para que quien lo desee pueda evitarse la pérdida de tiempo.
     
    Sin pretender otra cosa que contribuir aprender a base de inmiscuirme en lo fronterizo entre la disciplina que conozco un poco, y otras de la que conozco algo, pero siempre menos que algunos atrieros, opinaré sobre la noción de alteridad.
     
    La alteridad no me parece que pueda entenderla más que como resultado biológico. Ya ha sido llamada instinto gregario por carencia de otro nombre y ha sido llamada don de la divinidad al crearnos basado muy a menudo en el relato genesíaco y la supuesta ordenación a crear pareja. Lo primero ha sido probado muy cuestionable porque no por gustos se ve tan creciente a lo largo de la historia que el carácter o instinto gregario entra en crisis tan pronto el deseo de extender los límites de la parcela de tierra para asegurar más que lo necesario y la agresividad por miedo a que el vecino/a sienta lo mismo a la recíproca, crean la enemistad. Quizás porque a menudo se olvida que el paradisiaco relato de Genesis encierra un terrible incidente trágico que, si no fuera porque ha de elaborar en algo más que la mentira y la envidia para completar mejor el retrato de lo humano, parecería innecesario después de que la engreída y omnisciente divinidad ella misma consideró bueno dos veces lo que había creado.
     
    Me refiero a provocar con un caprichoso desprecio el sacrificio de Caín que debió ser creado tan bueno como Abel, porque no había razón para que no lo fuera cuando aún no había sido creado y había ofrecido, si imitando a su hermano, imitando un modelo bueno e imitable. Allan Dershowitz defendió desde el ángulo del derecho desde luego que el instigador del fratricidio era la divinidad misma y como hipótesis no debe andar muy lejos pues quienes escribieron el relato así lo compusieron.
     

  • ana rodrigo

     

    Querido George, cuánto te agradezco tus escritos que me ha arrojado mucha luz sobre mi ignorancia acerca de las experiencias místicas, de forma racional o razonable.

     

    A ver si he entendido o he interpretado bien lo que has dicho. Llego a la conclusión que cualquier fenómeno, sea de la categoría que sea, proviene de nuestro cerebro: pensamientos, ideas, creencias, emociones, trastornos sicológicos, que, a su vez, se han generado en muchas ocasiones en el ambiente social donde has crecido y te has formado, o bien son genéticas o derivadas de algún accidente cerebral.

     

    De ahí se derivan, desde las patologías más perversas e inhumanas, hasta el mayor grado de humanidad al que podamos aspirar. Por eso, pienso yo, que, hay coherencia entre los pensamientos, las ideas, los actos conscientes o no, voluntarios o no, que nos llevan a experiencias que pueden ser, desde lo más nefasto del ser humano a lo más sublime.

     

    En el caso de la religión, el que una persona profundice, reflexione y tome como eje vital los valores o sus propias creencias, puede llevarla a una sana obsesión, obsesión que le puede hacer “oír” lo que nadie habla, o “ver” lo que nadie ve, pero que lo vive como si así fuese.

     

    También pienso que se puede ser místico en este sentido sin llegar a esas experiencias extraordinarias, procedentes, no de una patología perversa, sino de una sinceridad y adhesión con aquello que cree firmemente.

     

    Por tanto, aunque los orígenes sean los mismos, no deberíamos llamar mística cuando las creencias y sus consecuencias son negativas, destructivas y malvadas.

     

    Aparte de los personajes históricos que mencionas tú, supongo que en las terapias que has practicado con tus pacientes, habrás visto de todo, desde una lesión cerebral u otra malformación más o menos controlable, hasta una persona adicta a drogas alucinógenas, o personas esquizofrénicas, etc. Todo está en el cerebro, acompañado de aceptación o rechazo, en el caso que sea posible de experiencias y conductas raras, minoritarias, más o menos patológicas, o más o menos equilibradas, positivas o constructivas.

     

    Otro aspecto interesante y difícil de interpretar son los sueños o las pesadillas mientras dormimos, que también son actividades cerebrales.

     

    Yo hoy me he despertado en medio de una pesadilla caótica entre personas inidenficables, lugares desconocidos, etc., pero mi cuerpo ha acusado esa situación en forma de agobio y de un cansancio físico inusual.

     

    Nuestro cerebro, nuestro cerebro, nuestro gran tesoro o nuestra gran enemigo.

    Nuevamente, gracias, querido George.

     

    • George R Porta

      te agradezco amiga Ana tu aprecio pacientes. Un abrazo cordial.

      • M. Luisa

        Hola George, discúlpame si antes sin nombrarte haya ido directamente al objeto de discusión abierto por el concepto de alteridad, pero al sacarlo tú a colación y no asociarlo conmigo que acababa de referir a él, me has dado pie a que siguiera en tu misma línea. Además recuerdo que no hace mucho, dedique todo el tiempo que reservo a la lectura cada mañana a partir de las cinco a dar respuesta a unas preguntas que me hacías pero en mi larga espera aquel hilo se cerró y tu comentario nunca me llegó. En fin, no es que me sepa mal, son cosas que pasan, pero, al menos, siempre la sinceridad vaya por delante.

        Verás George, creo que el tema de la alteridad ambos lo enfocamos desde dos perspectivas distintas, la tuya desde la psicología y la mía desde la filosofía. Un dato que me lo confirma es que tú hablas de la alteridad del individuo por eso como tal decía antes que es dueño de tomar alternativas distintas, el enfoque es exterior, externo por así decir, en cambio esta idea de alteridad en mi planteamiento le es totalmente ajena. La alteridad, como decía, es un componente o carácter de la realidad misma de la persona que, superando el individualismo se abre a ella para realizarse.

        Espero que con estas pocas pinceladas me hayas comprendido.

        Un abrazo, amigo!

      • M. Luisa

        Hola George! de nuevo aquí para detenerme, ahora, en un nuevo punto de tus escritos que me van saliendo al paso y que quisiera comentarte antes del apretado día que me espera, pues lo considero importante para reafirmarme en lo que ya dije ayer sobre estas dos visiones que diferencian nuestro modo de pensar la alteridad.

        Dices que “ la alteridad del individuo surge, desde el punto de vista de la psicología del desarrollo sea Freudiana o posterior, en el contexto de la alteridad que le rodea y le precede(…)”

        Aquí es donde comienzan nuestras diferencias de perspectiva, porque lo que nos rodea (para emplear tu mismo vocablo) no es la alteridad-dada en dualidad- sino la unidad de lo real o la realidad como vengo expresando desde hace tiempo. Tú le das al concepto de alteridad categoría psicológica y la conduces con mucha profesionalidad, yo en cambio la llevo al terreno filosófico dándole interioridad. Piensa que desde Teilhard ha llovido mucho y el estructuralismo de Lévi-Strauss, del siglo XIX dio, de momento , una última pincelada en el problema que tratamos… hoy no puedo seguir pero estaré atenta!

  • M. Luisa

    La lectura detenida en algunos puntos del artículo, como el que señalaré,  me ha motivado a  una retroacción coherente con mis propios planteamientos  que con respecto a estos asuntos vengo desplegando dosificadamente  desde hace tiempo en diversidad de temas.

    Dicho punto, sólo  a modo de reflexión es el siguiente:

    “El amor específicamente humano dice afección anímica, mediadora entre el cuerpo o lo corporal y el espíritu o lo espiritual(…)”

    Sí pero con el condicionamiento real de esta misma afección haciéndola  ir más allá de este  estado meramente anímico  que  nos afecta.  Es lo que se expresa con el vocablo alteridad.  La alteridad es más que una mediación causal, la alteridad como caracter de la realidad nos abre de la afección al afecto, a lo Otro, nos hace trascender…

    • M. Luisa

      (…) sigo: Mi anterior comentario hace referencia a la distinción que tantas veces establezco entre emociones y sentimientos. Las emociones en cuanto afecciones nos mueven, nos motivan, pero no nos dan razón de las cosas que nos están afectando. Nos dejan vinculados ( a lo mejor por mucho tiempo) pero no nos religan a ellas, lo cual esto supone un volver a ellas pero razonadamente, es decir, en busca de razón. A eso se le llama trascender pues el misticismo no es otra cosa que el hecho mismo de trascender.

      • M. Luisa

        Creo que se le está dando a la alteridad conceptualmente una interpretación errónea pues no hace referencia a ninguna alternativa a nuestras limitaciones… sino más bien lo contrario pues, como decía, al ser un caracter que sólo le compele a la realidad, esa alterirad que nos ofrecen las cosas nos abre a la nuestra propia y nos colma de posibilidades en situaciones de crisis entre ellas la de nuestra propia limitación…

      • George R Porta

        Parte I

        Amiga María Luisa: Te leo siempre con atención y aprecio y aprendo de ti gracias a no tener tu mismo nivel de conocimiento en tantas cosas. Pero respetuoso, te ofrezco esta idea con el deseo de logar tu respuesta en el buen sentido de la palabra y hasta con egoísmo porque, como indiqué antes, deseo aprender.

        Sé que andas muy siempre ocupada y por eso te advierto, como antes a nuestra amiga Ana R., que este parloteo es extenso y que quizás, lo comprendería no merezca la pena de tu tiempo.

        La alteridad del individuo surge, desde el punto de vista de la psicología del desarrollo sea Freudiana o posterior, en el contexto de la alteridad que le rodea y le precede. El error, las deficiencias, los defectos o carencias ―como opinó con mucha profundidad Teilhard de Chardin, aunque haya pasado de moda en su rama fundamental de conocimiento la antropología teológica― solo son como invitaciones a lo relacional solidario, pero ello no impide que la alteridad que acoge al recién nacido una vez que cortan su cordón placentario, no pueda o deje de estar deficiente o defectuosa por la misma causa que señala Teilhard.

        Por lo tanto, quien recién emerge del vientre de su madre para dejar de ser uno solo con ella ya trae deficiencias y carencias heredadas de sus progenitores y desde ese período intrauterino ya su «circunstancia», en singular al estilo que me atrevo acopiar de Ortega, queda situada frente a un rango específico y flexible de opciones que podrá ampliar o mover en alguna medida o proporción pero solo la que le permita la que ya le acompaña y le caracteriza al nacer. Mozart pudo ser Mozart, pero no pudo ser su hermana Mari Anne considerada por él mismo superior en genialidad musical tanto en su calidad de virtuosa del clavecín como de la composición.

        La alteridad congénita y la que recibe a cada persona deben ser necesariamente compatibles porque de lo contrario la existencia fuera imposible, pero ambas son corruptas o diversas en comparación. Es esa «diversidad» la que posible más estimula, pienso que dialécticamente, el desarrollo peculiar de la individualidad

        Precisamente lo corrupto es evidencia de lo no corrupto propio y alternativamente compatibles porque existen juntamente, como el mal y el bien, no en simbiosis, porque un «otro» no vive a expensas del «otro», sino que se balancean en equilibrio definiendo la alteridad del individuo en cuestión, a menos que alguna patología de cualquier origen, autoinfligida por torpeza o exógenamente inferida, le empuje y reacondicione empujando su vida hacia zonas de la realidad que le sean más que menos incompatibles, pero aún en esos casos, puede haber alternativas porque la voluntad y el aprendizaje pueden ayudarle tanto.

      • George R Porta

        Parte II
        El amigo Antonio Duato ha traído recientemente a relucir a Alexander Grothendieck, un tipo genial, con una infancia y una adolescencia horrible y una joven adultez posiblemente peor porque ya mayor pudo reconocer mejor lo que le ocurría y, desgraciadamente como todo lo rozó o hirió el nazismo, le fue realmente mal. Es una figura muy controversial que vivió muchos años en gran sufrimiento y lo infligió él mismo, pero pudo descubrir que huyendo a la soledad y al silencio y deshaciéndose de la fama que le acosaba, podía sufrir menos y al mismo tiempo causar menos daño. Eso le hizo muy difícil de entender por quienes estuvieron cerca de él y sigue siendo objeto de desprecio y de radical condena, pero, de un modo u otro, su existencia, su alteridad sea la que fuere, dejó claro que el encontronazo con una alteridad maléfica tan envolvente, no puede necesaria e inevitablemente matar definitivamente la lucha por ser un «otro» diferente, constructor, o al menos cesar de ser un «otro tan malo».
        He ofrecido a la comprensión de mis pacientes muchas veces la idea de que, igual que las de las piezas de un puzle, nuestras oquedades o carencias no son la causa de nuestra protuberancias o dones y que lo opuesto tampoco sea cierto. También se los propongo para persuadirles de que me dan mucho más de lo que reciben de mí, como en efecto pienso, no importa que ellos se autoidentifiquen como pacientes con respecto a mí, porque solo somos acompañantes por un trecho y que al final cuando nos separemos ellos me habrán guiado un tramo que sin ellos quizás yo nunca hubiera descubierto y por eso les quedo en deuda.
        Robando para mi beneficio la frase a Henri J. M. Nouwen, referente al Galileo que éste tomó a su vez de los mitos de Chiron, Parsifal y hasta en el canto de Isaías 53, cada uno de ellos habrá sido mi «sanador herido» en alguna medida ―esto suelo hacerlo en mi última sesión con cada una/o para que no se sientan en deuda con quien en realidad les debe tanto. Lo que me dejan muy rara vez deja de encontrar lugar, de nuevo en mi puzle relacional con otros/as pacientes. Es cierto que a lo largo de los años el armamentarium de un psicoterapeuta solo gana mucho más de sus pacientes que de los libros. Después de todo éstos, los libros, para que sean realmente útiles, no suelen poder carecer de «casos», historia o viñetas de los sufrimientos de otros pacientes, que ilustren el uso de los tratamientos o el significado de las hipótesis diagnósticas.
        Te dejo un agradecido abrazo, fuerte y cordial.

  • oscar varela

    Hola!

    ¡Muy buen laburito este último de George

    desarrollado para-ante Ana!

    Gracias!

    • George R Porta

      ¡Hola, Oscar! Agradezco tu comentario porque mucho aprecio que venga de ti. te estoy respondiendo a algo sobre la «circunstancia, en singular» que sí me interesa y no quiero extenderme más allá de lo que necesario, algo que mi tendencia al parloteo seguramente no podrá impedirlo suficientemente. Aquello que publicaste en Atrio al respecto, es material jugoso para seducir hasta al pensamientos más torpe y lo ha hecho con el mío. Un abrazo bien fuerte y agradecido.

  • George R Porta

    Puede ser que yerre, pero los derechos humanos deben más a la Revolución Francesa de 1789 y a la Ilustración subsiguiente que los evangelios y éstos deben más a los pobres que son los auténticos evangelizadores del propio Galileo que llamamos Jesús de Nazareth que a su posible sapiencia dizque divina (el librito de Joseph Bouchaud Los Pobres me han evangelizado, 1972, es una buena referencia de solo 79 páginas en formato de bolsillo, que contiene sus reflexiones durante una visita a los barrios marginales de Ciudad México, aunque debe escasear en el Mercado porque es viejo y esas ideas no han sido demasiado divulgadas y han sido hasta opuestas o denigradas, lo cual ya les da crédito; otro tanto pueden ayudar los de Madeleine Delbrêl que aún se encuentran y han tenido mejor fortuna).

    Me parece que el Galileo no se hubiese atribuído a sí mismo el invento de la denuncia de la injusticia ni el haber rechazado las revolución violenta para erradicarla, sino que seguramente debió agradecer a los pobres motivar en él el deseo de terminarla y de sostenerles con una poca de confianza en el género humano por despiadado que fuera con ellos por el potencial de conversion que todos tenemos y el trataba de evocar, y así consolarles mientras hacia su andadura, como la de Bouchaud, en tratando de seguirle, por entre ellos.

    La Carta (Constitución) de la Naciones Unidas fue firmada el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, y entró en vigor el 24 de octubre del mismo año.

    La Resolución 217 A (III) de la Asamblea General de las NN. UU. en Paris fue proclamada el 10 de diciembre de 1948. Posteriormente han sido proclamados diversos protocolos facultativos exclusivos para determinadas regions del planeta (Africana, Interamericana Europea) y los procedimiento de denuncias de violaciones de los cuales los principales violadores no han ratificado aún por causas obvias.

    La Resolución 61/295 de la Asamblea General de las Naciones Unidad sobre los pueblos indígenas fue aprobada con una votación de 143 a favor, contra 4 votos contrarios, 11 abstenciones y 34 ausencias el 13 de diciembre de 2007 y tiene como precedente a la Convención 169 aprobada en 1969 en Ginebra y ratificada por solo 22 Naciones hasta el presente. Algunos de las 181 signatarios y no ratificantes de este convenio se autodescriben como cristianos o constituyen poblaciones mayoritariamente indígenas e indefensas de las empresas transnacionales que las oligarquías que ejercen la gobernanza de ellas por razones de autoprotección no han accedido a firmarlas aunque colaboren el maltrato de sus pueblos.

    Otra cosa es negar que la Declaración Universal de Derechos Humanos de la NN. UU. no deba nada a los evangelios cristianos y a otras muchas fuentes de civilidad y compasion, de justicia y solidaridad con los pobres más que con quienes causan la injusticia.

    Si el Galileo no hubiese necesitado reflexionar sobre la pobreza que le rodeaba no hubiese podido sentir la compassion y despertar a la solidaridad que como artesano y carpintero no debió sufrir en su peor expresión y mayor magnitud. Me parece, otros/as son mejores expertos que yo en el tema aquí en Atrio y dondequiera, que la compasión es evocada desde fuera, desde el sufrir ajeno o es egoísta. De tal modo esto pudiera ser cierto que quien sienta compasión muy bien puede dejar de golpearse el pecho astribuyéndosela a si mismo/a, para agredecer a quienes se la despierten el sufrimiento que padezcan por paradójica que sea esta afirmación.

    La corrupción de lo evangelios es precisamente resultado de haberlos tomado como tratados morales de consejo y no como narración del testimonio sobre el Galileo que sus originales seguidores o acompañantes dieran a sus respectivos maneras y adaptados a impulsos de expansión o proselitismo de los mismos. Esto no quita la debida veracidad a que el Galileo en su hablar y en sus respuestas a tantas preguntas no incluyera consejos de vida que pueden y deben ser tenidos en cuenta. También es esa la razón de que la Imitación de Cristo (Kempis) en realidad distrae de la contemplación de la «mística» que representa la vida del Galileo aunque no sea un testimonio personal auténtico, de él mismo.

    La mística no es una ciencia, ni una práctica sino una aproximación a lo no descriptible pero experienciado y por eso no tiene sentido aproximarse a ella como maestro o como experto porque lo místico es precisamente lo inescrutable aunque, paradójicamente, se pueda experienciar con mayor o menor autenticidad o legitimidad.

    es por todo esto que creo todo profesional al menos en mi campo de la psicoterapia,  debiera cobrar lo mínimo por sus servicios, y no negarse a servir a quien pueda dentro de sus limitaciones, porque siempre deberá recordar que debe agradecer más a quienes con tanto coraje y esfuerzo quieran mostrarle sus heridas, es decir a sus verdaderos formadores, que a los libros técnicos que hayan leído.

    No es raro o extraordinario que la industria contemporánea de los libros de autoayuda, en realidad una versión de los «recetarios de cocina», sean un engendro primero de pastores evangélicos y por lo tanto principalmente estadounidense y sin lugar a dudas injusto doméstica e internacionalmente, que busquen más reducer a los seres humanos a una sola categoría y crear la fama de los autores, consciente o inconscientemente.

    Los libros de  espirituales que no hayan perdido la razón son más bien narraciones de experiencias propias y estos escasean. En ello radica la aceptación que tienen Juan de la Cruz y Teresa (ambos escribieron o por madato de terceros a quienes se sentían obligados a conocer, o escribieron privadamente sin intención de publicarlos) y por eso Francisco de Asís y los anónimos «Nube del No Saber» y «Relatos de un Peregrino Ruso» por ejemplo, han cobrado la aceptación de la que disfrutan.

    • ana rodrigo

      George, estoy completamente de acuerdo contigo de que la Declaración universal de los DDHH no tienen como fuente directa y casi ni indirecta en los evangelios. Fue la sociedad laica la que logra este gran punto de inflexión en la marcha de la Humanidad. Y fue la Revolución Francesa la que creo el ambiente necesario para el concepto de derechos humanos. Ya Olimpe de Gouges en 1789 redactó Los derechos de la mujer y de la ciudadana. El concepto derecho es el gran salto a la autonomía laica en esta cuestión.

      En cambio los valores (no derechos) humanos que proceden del mensaje evangélico, si no hubiese sido porque la Institución Cristiana los dejó como obras buenas que podían hacer las personas a título individual, hubiesen podido tener mayor influencia social. En cambio, el concepto derecho humano sale de la sociedad misma para la misma sociedad si excluir a nadie por diversas condiciones personales.

      De mística no entiendo nada, lo reconozco. Porque, reducirlo a tan pocas personas, me hace sospechar, especialmente si son experiencias extraordinarias no asequibles al común de los mortales. A ver si me dais un poco de luces.

      • Carmen

        Es que Jesús era laico. Él no es responsable de lo que se hizo en su nombre. Para mí fue un pionero en muchos aspectos de los derechos humanos. Sin duda son una conquista de los laicos. Dieciocho siglos después.
        Al menos mi Jesús imaginario.
        Por eso me da mucha låstima el.michacho. Muchísima. Se le convirtió en un dios y le despojaron de su humanidad. Pobrecico. A mí me gusta un momtonazo. Y no sé por qué. Lo encuentro básicamente un perdedor.
        Está atrapado en una cárcel de oro. Conoces la copla? Me encanta la primera parte, la segunda no.
        Buenas noches.

      • George R Porta

        Parte I
        Amiga Ana: Gracias por tu nota que mejora la mía y la extiende, aunque no entro en el terreno de los derechos y los valores que sé que conduce al callejón sin mucho futuro de si la ética o la moral preceden a la ley o lo contrario. Deseo respetar tu opinión al respecto porque la tengo por valiosa y justificada.
        Me atrevo a ofrecerte algunos indicios con respecto a lo segundo. Te recuerdo que me puedes encontrar gazapos ortográficos porque esto de dictar para que el ordenador lo transcriba se me hace aún difícil sobre toda al final del día. Me confío a tu comprensión. También te ruego que perdones la extensión. Quizás eso mismo refiera metafóricamente a la opacidad natural de lo místico.
        La explicación se hace más difícil aún después de que la Psiquiatría entró en escena que es un momento aún reciente y porque poco a poco se va convirtiendo en más medicinal vinculándose a lo neurológica, que también es incipiente como rama de la medicina.
        La patología vinculada a experiencias extraordinarias siempre estuvo presente en el pasado, pero los tratamientos eran generalmente atroces y eso hacía que se ocultara a los pacientes, o que tolerasen si tenían suficiente poder o fuesen manipulables para beneficiar a los círculos cercanos a ellos: Nerón o Calígula son unos buenos ejemplos entre los emperadores romanos y George III de Inglaterra y Guillermo II de Alemania, posiblemente tuvieron narcisismos patológicos y depresivos; Hitler y Stalin fueron posiblemente esquizofrénicos esquizoides y sádicos muy funcionales porque fueron promovidos por la propaganda fueron objeto de culto ciego por multitudes, paro morir en la locura aunque en el caso de Stalin permaneció en el secreto hasta después de la glasnost. Hay otros casos más recientes de posible trastorno mental sobre todo en la personalidad, en ambos lados del espectro político, pero prefiero solo mencionar de entre ellos los estadounidense Jim Jones, pastor evangélico que en 1978 llevó a sus seguidores hasta una comuna y los convenció de cometer suicidio masivo, el del grupo de seguidores de otro líder religioso, David Koresh, que los convenció a morir en un incendio provocado por él mismo que duró treinta minutos, en Texas, y al mentiroso patológico de Trump y con ello no despierto la defensividad de nadie, me parece.

      • George R Porta

        Parte II
        La enfermedad mental puede pasar enmascarada y ser mal diagnosticada. Por ejemplo, en 1986 descubrieron que las alucinaciones auditivas se podían interrumpir con solo abrir la boca al máximo, lo que ocluía la audición interna al obliterar el paso al oído del sonido de las subvocalizaciones, una especie de verbalizaciones que son audibles desde afuera por medio de micrófonos suprasensibles, y que corresponden a los pensamientos paranoicos del enfermo. Los espejismos del desierto tampoco constituyen evidencia suficiente para la locura, porque todo parece indicar que son efecto de la insolación y la deshidratación y aún sin esos factores, la vista muchas veces se engaña con la reflexión de la luz solar sobre el asfalto de las carreteras, de manera que parecen charcos de agua.
        Hay una diferencia sustancial entre Juan de la Cruz y Teresa. Aquél rechazaba por su propia cuenta todo lo extraordinario (visiones, alucinaciones auditivas, etc.) Teresa se impresionaba, no porque fuese mujer como han dicho algunos, sino por el hecho de que siendo más bien autodidacta le costaría más poner a cada cosa su nombre, sin embargo se esforzaba en ocultarlas en la confesión y hasta insistir hasta el agotamiento, en que no escuchaba voces con sus oídos como provenientes del exterior, sino en su cabeza, como cuando cualquier persona se piensa en silencio; pero confesaba a hombres y muchos de estos eran realmente crueles tratando de convencerla de que ayunaba demasiado o de que imaginación era excesiva (nunca dijo o escribió la famosa frase de que la imaginación fuera la loca de la casa, dicho sea de paso.) Los confesaron la obligaron a ponerlo por escrito lo cual la expuso a la burla de la Princesa de Éboli ―que es un hecho biográfico conocido porque ésta hizo llegar el libro «Vida» a la Inquisición y los documentos de la investigación constan.
        Los ayunos y la deshidratación pueden causar alucinaciones y posiblemente tantas personas cuando agonizan llaman a los seres de quienes recibieran más protección, por ejemplo, los progenitores o los cónyuges.

      • George R Porta

        Parte III
        Si se fuesen a tomar los textos evangélicos como historia en el sentido moderno y al pie de la letra, o fuera de contexto, hubiera que hacer la hipótesis de ese tipo de alucinaciones porque son narraciones de quienes no supieron de ellas: El galileo estaba solo, sin testigos. Como ha demostrado Salvador en su lectura de Marcos, Marcos las omite y solo menciona que fuera tentado en el desierto, una experiencia común a los anacoretas cristianos o no, y se cuida mucho de afirmar el relato de manera que no hubiera testigos (Marcos 1, 9-13). Los otros dos sinópticos añaden detalles (Mateo 3, 13-17; Lucas 3, 21-22) y en cuanto a las tentaciones los dos difieren, aquél acercándose a Marcos, y Lucas adornando más para presentarlo como si hubiera habido testigos oyentes de la voz del cielo, aunque ambos hayan obtenido la información de Marcos.
        En el caso de las curaciones milagrosas atribuidas a religiosos en el proceso de determinar venerabilidad o no por el Vaticano, solo menciono que en los últimos años y sobre todo después de la fábrica de santos que montó JPII, el salto a la santidad de Escrivá de Balaguer y del propio JPII, las aceleraciones que se han puesto en marcha para que los procesos sean más breves, añadiendo la demora intencional incluso de mártires de la justicia y del amor como Óscar Romero causada con la anuencia de Benedicto durante el pontificado de su predecesor y hasta último momento del suyo propio, se han vuelto un problema tan político que solo cuestiona lo que ocurrió antes. Si Francisco no hubiese llegado, Pedro Fabro posiblemente nunca hubiese sido elevado a los altares por la misma causa que Romero y por lo mismo que Lluis Espinal posiblemente nunca llegará: El pánico al comunismo o, lo que es lo mismo, el compromiso con el capitalismo y el fascismo más o menos explícito.

      • George R Porta

        Parte IV
        Volviendo a las experiencias llamadas místicas, una opinión fuerte es que sean inexplicables porque solo se pueden comunicar verbalmente por quien las experimenta y el lenguaje es naturalmente equívoca, carente de univocidad. La psiquiatría depende del lenguaje del o la paciente y por esa razón se le hacen incomprensibles; solo las puede diagnosticar por aproximación o hipotéticamente y comprobarlas, negativamente o a posteriori cuando las puede detener por medio de medicamentos o con la terapia convulsivante, aunque ésta solo puede hacer que el o la paciente las olviden.
        La histeria no es exclusiva de las mujeres como se pretendió por mucho tiempo y tantos en el caso de la mujer como del hombre se presenta muy ligada con la personalidad o conducta histriónica que es muy común en la bipolaridad y ésta se ha venido convirtiendo en simplemente una forma de depresión que es susceptible de presentarse con mayor o menos contenido de tristeza y mayor o menor contenido de disforia o euforia maligna.
        Relato todo esto no para aleccionar a nadie y menos a ti, sino para poner mi granito de arena de manera que se llegue a una posición más cercana a la de Juan de la Cruz, que me parece muy prudente y razonable, la de preferir la consideración de que carezcan de significación las experiencias extraordinarias o incomprensibles, excepto para el que las experimente y acepte que deba desconfiar prudentemente de ellas.
        En el caso de Teresa de Ávila, lo más valioso de ella son sus consejos y su pragmatismo, su sabiduría para alertar acerca de los peligros de la vida en aislamiento, en la importancia del trabajo como srvicio comunitario equiparable al que otorgó a las recreaciones. Su famosa expresión «Procure ser amada, para ser obedecida.», el n. 2 de los oficios de la Priora, en las Constituciones a las Carmelitas Descalzas, no se puede leer fuera de contexto como tantas veces se ha hecho, porque hacerse amar estuvo vinculado estrechamente al servicio prestado a las novicias, a humanizar la autoridad, pero sin convertirla en manipulación o en preferencias o necesidades afectivas de la priora, la maestra de novicias, o de la propia candidata. Es muy difícil no reconocerla al mismo nivel o por encima de Juan de la Cruz como maestro de novicios, haya sido universitario o no.

  • Carmen

    Pues hace un ratito se me ha ocurrido abrir la wiki para ver qué era eso del misticismo. Menudo miedo. Y ya el cristiano , bueno, pánico. Gracias a Dios no he tenido ninguna experiencia mística. Por lo visto pueden pasar cosas muy raras, aparecen estigmas, bilocaciøn, milagros…

    No. De mística no tengo nada. A lo mejor lo que pone en la wiki no es del todo cierto. No sé. Pero no me gusta. Me asusta.

    Anda que menuda cristiana estoy hecha. Me voy a dar un paseo por la playa. El atardecer es el mejor momento para pasear. O por la mañana temprano.

    • Juan García Caselles

      Hola, Carmen: Hasta donde yo sé, o quizá desde mi escasa experiencia, diría que un episodio místico es la manifestación de la plenitud del ser. Se manifiesta como sensación total de paz y serenidad y el deseo de permanecer en él, Lo más parecido es lo del Monte Tabor que relata Marcos.
      Las experiencias místicas no son exclusivas de los cristianos. Hay relatos y doctrina sobre el asunto en el budismo y en el sintoísmo, que yo sepa, y, sobre todo, en el islam. De los notables místicos del Islam, el más conocido en España es Ibn Arabí, murciano y muy alabado por los expertos. Contra lo que suele decirse, los místicos no viven en “la luna” y suelen ser personas muy en contacto con la realidad, tan alejada de la experiencia mística, No son gente que escape de lo real, sino que intentan lleva la realidad hacia su experiencia.
      No es necesario ser sabio, ni teólogo, ni asceta. Basta con ser profundo y amar la vida. Por lo que espero que algún día tengas una experiencia de este calibre

      • Carmen

        Gracias Juan. He entendido lo que dices. Nada tiene que ver con lo que pensaba. Me gusta , es sencillo. Mi cabeza no da para más.
        En Murcia hay una calle de estas nuevas, por donde se ha extendido la ciudad que lleva el nombre Aben Arabi. Supongo que es dedicada al señor al que te refieres. Paso por ella por lo menos dos días a la semana porque uno de mis hijos vive en una perpendicular a ella. El autobús me deja en la parada Aben Arabi. Por fin he descubierto quién es.
        Si una experiencia mística es lo que dices, entonces no es tan extraño esto de la mística. A veces sucede, pero no depende de ti. Son como momentos mágicos.
        Un abrazo fuerte

  • ana rodrigo

    Mi querido Pepe Blanco, siempre es un placer leerte. Nadie va a negar que es un logro que nuestra sociedad laica, no sea dependiente de religión alguna y que sea autónoma para reconocer la dignidad de cada persona per se, sin relación a la filiación divina. La Declaración  de los DDHH ha sido la culminación de un largo camino de la humanidad por liberarse de proteccionismos religiosos y clericales, además de los abusos del poder y los poderosos. Con la ventaja de que, como la declaración de los Derechos es Universal, se convierte en ley universal de obligado cumplimiento, no en consejos de buena fe.

    Y lo mismo que digo esto, reconozco que las raíces de lo que hoy llamamos derechos humanos, ha estado siempre en los Evangelios, eso sí, destrozados por el invento de una religión que Jesús nunca fundó, con todo lo que ellos ha supuesto, como titula el último libro de JM Castillo, “El Evangelio Marginado”, poniéndose el centro en la religión y todos los intereses de la Institución Iglesia, no en el mensaje.

    No hay que confundir los derechos con los que nacemos y que nadie nos tiene que dar, son nuestros, en todo caso reconocerlos y respetarlos, y esa es la grandeza del mensaje evangélico, que humanizó la religión tal como se entendía entonces.

    Me alegra que cada vez la Iglesia Institución vaya sintonizando más con la sociedad actual, pero, y esa es su especificidad, es que Jesús nunca olvidó el aspecto espiritual y trascendente de nuestro origen, nuestra vida y nuestro futuro. Y aquí ya entra la fe y la orientación religiosa de cada persona. Porque, a diferencia de la Declaración de los DDHH, la fe no obliga por ley, sino por convencimiento u opción personal.

    Resumiendo, hay cuestiones en el ser humano que son opcionales y otras que son de obligado cumplimiento, seas creyente o no. La Iglesia debe estar en ambos frentes, y la sociedad civil debe asentarse en los DDH.

    Un abrazo, Pepe, me gustaría de nos dieses una pincelada sobre la mística tal como tú la entiendes y que a mí me gusta.

    • M. Luisa

      Permíteme Ana que disienta de tu punto de vista, ayer ya te leí pero no pude entrar, solo dejar apuntado algo que me parece importante. La universalidad de los derechos humanos no consiste en que éstos en abstracto hayan sido declarados como ley y por tanto de obligado cumplimiento, sino que su universalidad le viene en tanto humanos, por naturaleza. Sólo así quedan abiertos a su propia dignidad, es decir, en ir apropiándose de ella.

      Si el obligado cumplimiento de los derechos humanos le viniera por ley nos encontraríamos en la misma situación de la que venimos sólo que en diferente formato, es decir, habrían cambiado de mano.

      Son los hechos humanos en tanto humanos, como digo, los que determinan los propios derechos del ser humano.

      • ana rodrigo

        Hola, María Luisa, gracias por tu puntualización, con la que estoy de acuerdo y que tantas veces he dicho. Los derechos humanos, por ser humanos, los llevamos con nosotros desde que nacemos, y eso los hace universales; el publicarlos e invitar a que cada país del mundo se comprometa a cumplirlos y el que la mayor parte de los estados democráticos lo hagan constar en sus Constituciones de las que se extraen las leyes, es un gran avance en la historia de la humanidad, pero es cierto no nos vienen de fuera, de las leyes, sino que éstas ayudan a que se cumplan. Por ejemplo, el Vaticano no los ha firmado por no reconocer la igualdad de la mujer a todos los efectos, por eso la mujeres estamos excluidas de tantas funciones en la Iglesia, porque no hay una ley que obligue.

        Después viene la realidad, como que no se desarrollen por ley determinados derechos como tener trabajo o a una vivienda digna, o que se incluyan a las niñas en todo el mundo en las escuelas, o a las mujeres no se las trate como inferiores a los hombres en los salarios o dependientes del varón, etc. etc. etc. Da la impresión de que se considera que hay derechos de primera y de segunda.

        Cuando hablo de derechos suelo hablar también de valores, que no son de obligado cumplimiento y sobre los que tanto aporta el evangelio desde hace dos mil años, como es el amor incondicional, la compasión, la lucha contra la injusticia y contra la pobreza, la empatía, la generosidad, y un sinfín de valores sin los cuales no podríamos vivir, pero que no son de obligado cumplimiento, sino que cada cual los vive o no, según su voluntad.
        Gracias, María Luisa. Un abrazo

      • M. Luisa

        Muchas gracias, Ana por tu ampliación tan bien argumentada!

        Un abrazo!

    • pepe blanco

      Hola Ana,

      Acepto tu propuesta. Pero con calma, que esas cosas no se escriben en diez minutos. Cuando pueda, en los próximos días, daré una pincelada sobre la mística, tal y como yo soy capaz de hablar de ella, capacidad que se manifiesta en un discurso bastante diferente al habitual sobre la mística. Un abrazo.

      • ana rodrigo

        Gracias, Pepe, me quedo a la espera. Un abrazo.

      • Carmen

        Yo también espero. Me ha gustado mucho lo que ha dicho Juan.
        Entonces he pensado . Si lo que dice Juan de lo que es una experiencia mística es cierto, que para mí lo es porque me ha gustado, entonces fíjate.
        Sería como por un instante sentirte parte de ese fluido universal, como si fueses una particular capaz de resbalar en su seno. Por un instante, porque en ese momento no existiría el tiempo, no se podría medir con segundos ni con minutos ni con ninguna unidad de tiempo. Porque el tiempo desaparecería. Por eso escojo la palabra instante.
        No será así, pero es bonito.

  • carmen

    Pues menudo tema interesantísimo. Desde que leí el cantar de los cantares me he preguntado qué hacía ese libro en la Bíblia. Lo he preguntado un par de veces, pero he desistido, se toma la pregunta como si fuera una tontería. Así que saqué mi propia conclusión: se ha colado. Lo ha logrado meter un enamorado de esos absolutos que  pensó, cuando alguien lea la Biblia, no sabrá que esto está dedicado a ti, pero cada vez que alguien lo lea pensará: este muchacho estaba realmente enamorado. Y no es por nada, pero al rey Salomón no le pega ni un poquito.

    Pero es que lo de san juan de la Cruz, madre mía y lo de Teresa de Jesús también, Pero lo de Juan de la Crus , eso es tremendo. Y me encanta su poesía, pero menudo jaleo tenía el señor en la cabeza, si es que se lo decía a dios, si no, me parece algo maravilloso.

    Recuerdo que una vez siendo adolescente en mi colegio de monjas dije: no entiendo yo esto de ser monja, o algo parecido y recuerdo perfectamente , como si la estuviese viendo a una monja que me miró por encima de las gafas y me dijo: la única posibilidad que existe de que tú te hagas monja es que te enamores de cristo. Menudo susto. La verdad es que no me cortejaron en absoluto para que me hiciese una de ellas A otras compañeras sí. Una  de ellas acabó siendo directora mía y una de esas muy importantes.

    Hace poco me dijo una amigo jesuita que tenía compañeros que decían que estaban enamorados de Jesús. En el buen sentido de la palabra, supongo. Y no salgo de mi asombro.

    Porque claro, parto de la base de que no sé qué es dios. Mi persona no se puede enamorar de algo que no conoce. Eso de entrada. Además, como que no. Pero es que el amor muere. A lo mejor a ustedes no se le ha muerto ningún amor de esos eternos , me alegro por ustedes, pero el desamor está a al vuelta de la esquina. Y si no, pregunten.

    El amor es un sentimiento humano, el mejor que tenemos sin duda. No creo que dios nos ame, porque entonces me tendrían que explicar infinidad de cosas. Por poner un ejemplo, el exterminio de su pueblo elegido hace relativamente pocos años. Por poner un ejemplo. desde luego si nos ama, que me definan amor. Y no voy a entrar en un tema que nos afecta mucho a las mujeres. Si eso es querer, que venga dios y lo vea. No utilizamos la palabra amor entonces con el mismo significado.

    Así que me encuentro por una parte sin saber qué es dios. Por otra parte tampoco entiendo  cómo funciona eso del amor. Han experimentado alguna vez un flechazo? Yo sí. Por qué se produce? Ni idea. pero  cuando es mutuo ya , eso es un misterio absoluto para mí. Pero existen flechazos simultáneos. Pero el amor también puede acabar. Ya lo dice Rocío Jurado.

    No. Para mí dios es otra historia, una historia desconocida. Pero a veces, solo a veces ,noto, digamos, a ver, como que soy consciente de su existencia, como que por ahí anda. No lo sé explicar, ni me importa. Desde luego no es el sentimiento de estar enamorada, pero vamos, en absoluto. No sé qué es el misticismo, eso es cierto y doy gracias a dios por ello, pero quizás esas experiencias que cuentan los místicos sea tan  solo un recurso   literario. Como una metáfora. Hasta ahí podría entender. O que se lo estuvieran escribiendo a una persona, no sé.

    A  mis cortas luces, es el amor y la mística es la mística. Uno lo conozco, la otra no. Pero es imposible que sean lo mismo. Imposible.

    O no utilizamos las mismas acepciones de estas dos palabras.

    O que no tengo ni idea de  lo que es la mística.

    Vaya usted a saber.

  • Juan García Caselles

    Totalmente de acuerdo con lo expuesto por Andrés.

    Solo apuntar dos cosa que me parecen importantes.

    Una, que el amor es, en sí mismo, misterio y creo (o supongo) que mi capacidad de amar es únicamente el reflejo del amor que me tiene el Padre.

    Otra, que el salto histórico de Jesús fue cambiar el elemento vertebrador de la sociedad, que deberá pasar de estar organizada en estructuras de poder a fundarse sobre relaciones de amor, de forma que el crecimiento del amor y el decrecimiento del poder nos lleven al Reino, a una sociedad de hermanos

    • pepe blanco

      – Tanto el artículo del autor como el comentario de Juan García Caselles, me han tocado algunas fibras sensibles. Comienzo comentando las “cosas importantes” que dice Juan GC.

      – Yo también pienso que el amor es misterio (al menos en el sentido de que -aún- no lo comprendemos racionalmente), pero creo que nuestra capacidad de amar es genética, algo inherente a nuestro ADN, como cualquier otra capacidad de las muchas que tenemos. Cualquier otra explicación, me resultaría muy difícil de asumir. En particular, un origen extra-humano del amor, como algo que nos viniera desde fuera de nosotros mismos.

      – Como me cuesta creer en un dios personal que se relaciona personal e individualmente con cada ser humano (quizás también con cada uno de los billones de alienígenas que pueda haber por el universo adelante), no me planteo si mi amor es reflejo del suyo. Es más, si pienso en la interpretación psicológica que hizo San Agustín de Dios, lo que se deduce más bien es que la capacidad de amar del dios cristiano, es un reflejo de la nuestra (supongo que esto no hace falta explicarlo).

      – Pero lo que de verdad me ha tocado la fibra sensible es eso de que “el salto histórico de Jesús fue cambiar el elemento vertebrador de la sociedad, que deberá pasar de estar organizada en estructuras de poder a fundarse sobre relaciones de amor”.

      – Oficialmente, el mensaje de Jesús lo ha transmitido el cristianismo. El cristianismo lleva gobernando en Europa desde el siglo IV, más o menos. Es decir, desde hace unos 1600 años. Es obvio que como ideología transformadora de la sociedad ha sido bastante incompetente, pues en 16 siglos no ha sido capaz de hacer desaparecer las injusticias ni la pobreza del continente europeo. Y si en Europa hoy, a pesar de las desigualdades y de las injusticias vivimos bastante bien, creo que no tiene mucho que ver con el cristianismo sino con los derechos que nos hemos ido currando los ciudadanos, casi siempre sin el apoyo oficial de las iglesias cristianas: derechos de los trabajadores en el XIX, de las mujeres y de los homosexuales en el siglo XX, derecho a la educación y a la sanidad públicas, etc., etc.

      – Con lo que llego al meollo de esta cuestión: ciudadanos versus creyentes o, expresado en otros términos, derechos civiles versus caridad cristiana. Personalmente, prefiero vivir en una sociedad que me reconozca todos mis derechos civiles, a dejar su cumplimiento al arbitrio de la caridad de los cristianos.

      – De verdad que no escribo todo esto desde la animadversión al cristianismo, para nada. Simplemente me ofrece mucha más confianza el Estado Social y de Derecho que las iglesias cristianas en general y la católica en particular.

      • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

        Pepe, Hay una explicación; el tremendo hecho, de no haber llevado a cabo el Proyecto de vida de Jesús:

        Porque lo que han hecho es, totalmente opuesto a lo que Él vivió, proclamó, y por lo cual lo mataron.

        Puedo asegurarle Pepe, que en los lugares que sí se ha hecho realidad:

        La Vida ha crecido, la hermandad, la justicia y:

        ¡¡¡El Amor!!!

        En el más amplio sentido de su verdadero significado.

        Y la misma iglesia “poder” lo ha perseguido, silenciado y castigado con dura mano y sin que esta les temblara para nada.

        Y hoy, si fuéramos capaces de vivirlo como Él lo hizo; este mundo sería otra historia; porque su Proyecto, lo pueden vivir por igual, ateos, creyentes de alguna de tantas religiones, o cualquier persona que así lo decida, solo se necesita:

        ¡Optar por ello y hacerlo Vida!
        Un abrazo entrañable.
        mª pilar

      • pepe blanco

        No lo veo tan sencillo, Mª Pilar. Es posible que comunidades pequeñas puedan vivir fraternalmente hermanadas por el amor cristiano. Pero no sé cómo se podría vivir ese amor cristiano en poblaciones de 100.000 habitantes o en ciudades de 1 millón de habitantes, o de 5 millones, o de 12 millones, o de 25.

        Por otra parte, entiendo que muchos cristianos reneguéis de las creencias y de las prácticas de las iglesias oficiales (en este país, la católica). Pero a la hora de la verdad, lo que cuenta es la doctrina oficial de la iglesia oficial, al menos para muchas, muchísimas personas que se definen como cristianas/católicas.

        Un abrazo

      • Juan García Caselles

        Amigo Pepe: No pretendo darle lecciones de nada y menos en estos temas, de los que es mucho mayor mi ignorancia que mis conocimientos. Pero le pediría que no confunda el mensaje con el mensajero, ni siquiera al cristianismo con las organizaciones de poder de sus fieles. Si me hace el favor de comparar el mensaje de Jesús con los actuales derechos humanos, podrá observar lo juntitos que andan. Y, en todo caso, no se puede ignorar que lo de los derechos humanos surge precisamente en un ambiente profundamente marcado por el cristianismo.
        De lo bestia que ha sido históricamente el aparato eclesial, mejor no “meneallo”, Y reconozco todo su derecho a seguir pensando tal y como se expresa, que argumentos sobrados ya le han dado los “aparatos clericales”.