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Per angostam viam

          Para mi desgracia, y no disimulo el malestar que he padecido, he tenido que intervenir profesionalmente como letrado en un caso de abusos psicológicos y sexuales de un clérigo católico. Ha coincidido esa intervención con las recientes declaraciones del señor obispo de Guipúzcoa sobre los goles del diablo a las defensoras de la ideología de género, según el prelado. Y más recientemente aún con las que ha acusado al Estado español de impedir a los padres la educación sexual de sus hijos.

En La misa del ateo cuenta Balzac que Rabelais escribía dyablo con y griega, lo que interpretaba el novelista que le confería a Lucifer una superior capacidad diabólica. Ignoro si el obispo citado escribe con y griega sus referencias al diablo, pero estoy canso, como decía en quinto de Bachiller el hermano Basilio, también vasco del Goyerri, de oír sermones y músicas varias de eclesiásticos de todo orden jerárquico sobre demonios y maldades de todos los que no piensan, sienten como ellos y les obedecen.

Estos sedicentes seguidores de Jesús de Nazaret, bien podrían mirar al interior de la organización religiosa en la que asumen poder y luego callar por una larga temporada.

El Vaticano ha declarado culpable en primera instancia a monseñor Anthony Sablan Apuron, arzobispo de Agaña, capital de la isla de Guam, de las acusaciones de abusos sexuales a menores que se le imputaban, según informa la Santa Sede en un comunicado. La sentencia podrá ser recurrida y sólo se convertirá en efectiva si el obispo no presenta una apelación.

El exembajador de Chile en el Vaticano durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, Mariano Fernández, aseguró en una entrevista con La Segunda que “me consta que el Santo Padre sabe que hay abusos y denuncias, no solamente contra Karadima, sino que contra otros”. Declaraciones hechas como consecuencia del confuso asunto del obispo de Osorno y de la ambigua reacción del Pontífice durante su visita a Chile recientemente. Posteriormente hemos conocido la carta del sumo pontífice a los obispos chilenos en la cual pide perdón por sus errores debidos a la deficiente información que le habían proporcionado.

La cancillería de la archidiócesis napolitana recibió hace unas semanas un dossier de 1.233 páginas implicando a varias decenas de presbíteros, seminaristas y un obispo coadjutor en actividades homosexuales de pago.

El denunciante y autor del dossier, ha tenido la precaución de registrarlo con sellos y fechador el día de su presentación en las oficinas del arzobispado. En el dossier se incluye un CD con imágenes de las actividades denunciadas.

El autor que ha ejercido como prostituto, para pagarse estudios universitarios, se dedicó a recopilar y documentar, una por una, las actividades de los hombres de Iglesia y sus rutinas sexuales de las que él mismo era sujeto activo o pasivo. Imágenes, tarjetas de crédito, correos electrónicos, capturas de mensajes en teléfonos celulares. No se trata de pedofilia y por tanto no hay delitos. Es simple sexo entre adultos clérigos y prostitutos previo pago. O con pago posterior.

El cardenal Sepe, arzobispo de Nápoles, al conocer el contenido del dossier decidió enviarlo a las varias diócesis a las que pertenecían canónicamente los clérigos protagonistas de las actividades puestas en su conocimiento. Y también, claro, a las autoridades vaticanas.

Jesús Romero, el joven que logró un castigo histórico en México por pederastia contra el cura Carlos López Valdés: “Fue un camino muy difícil y con muchas trabas. Pero, por fin, después de diez años de denuncias conseguí que se sentencie a 63 años de cárcel al sacerdote que me violó por años”. Quien cuenta esto es un psicólogo mexicano de 35 años, víctima de los abusos del sacerdote.

El tintinábulo, la umbrella y el conopeo que anunciaban la presencia del pontífice en sus apariciones públicas van a tener que retomar su uso, del que decayeron, para que el señor Papa felizmente reinante consiga llevar adelante su “programa de ajuste de actitudes”. Parece que no todo su clero es como el cardenal Solano al que se ha referido el pontífice diciendo de él que “es un hombre eclesialmente disciplinado”. A raíz también del bamboleo de la visita papal a Chile y de la creciente caída en picado del prestigio de la Iglesia católica en el país arrastrada por los casos de abusos sexuales y pederastia del clero católico.

Un periodista que dirige un informativo digital, en España, de noticias religiosas católicas, acaba de poner a apear de un burro al cardenal presidente de la Conferencia episcopal española pues le considera incapaz de transmitir algo positivo a los españoles. Conociendo el paño no dudo que el escribidor, que concede másteres de transmisión adecuada, otea en el horizonte la próxima presidencia del organismo del también cardenal que garantiza las jornadas de huelgas previstas por Nuestra Señora, lo cual si dice mucho a los españoles.

El “tal Blázquez” en despectiva opinión del soberbio Arzalluz – caballero que aprovechó nueces caídas de árboles que otros movían para dolor nuestro – ha de recordarse que tuvo la gallardía de aceptar ir de obispo a Bilbao, aprender vascuence, escuchar, querer a los creyentes que formaban su diócesis, y salir con honra y prez cuando hubo de trasladarse a otra sede. El venerable anciano hoy presidente de la conferencia episcopal ha cometido el imperdonable pecado de hablar de lo que sabe y siente, de su trabajo: de la urgencia de ponerse cerca de los jóvenes para que puedan sentir la belleza de la fe y de seguir a Jesús, de las dificultades y asombros que produce en el episcopado la lejanía de esos jóvenes y del no saber cómo acercarse inteligente e inteligiblemente a ellos. No ha hablado de ovejas que echan peste – es de un pueblo de Ávila y sabe el olor del ganado – ni de tonterías de iglesias en salida cuando hace dos mil años que llevan dando vueltas por el mundo.

El 15 de agosto de 1627 el conde-duque de Olivares escribía a Gonzalo de Córdoba: “Aseguro a Vuestra Señoría que totalmente he perdido el cartabón y la brújula de navegación”. Me parece que la Iglesia como entidad histórica podría suscribir esas palabras. No solo por sus mandos y ceos varios, sino por no pocos voceros de sus medios de difusión.

Debe ser por lo de la quinta, pero yo prefiero sin duda al cardenal Blázquez hablando de lo que le preocupa como obispo que oír las monsergas políticas o morales del anterior presidente o las banalidades escuchadas hasta ahora del próximo.

Alberto Revuelta

15 comentarios

  • olga larrazabal saitua

    La domesticación, digo educación del ser humano, generalmente no tiene como finalidad hacer de los chicos y chicas criaturas libres, con discernimiento, sino que piezas de una estructura preestablecida, Esta estructura  es la cultura reinante en ese momento, trasmitida y respaldada por el poder que tienen los adultos sobre los menores y la necesidad de los menores de tener el afecto y aprobación de los adultos que los rodean;   ya que la dependencia tanto legal como afectiva, se expresa en  el bienestar físico y la protección contra un mundo misterioso y amenazador es completa.

    Además si la religión, con sus mandamientos, con ese Dios que tiene una cohorte de ayudantes en la tierra que manipulan sus misterios y determinan que tu destino puede ser el fuego eterno si no los obedeces es parte de la cultura familiar y de la educación escolar, el poder adquirido por estos ayudantes es sobrecogedor.

    Y como la fuerza de las religiones proviene más de la idiotización de los creyentes que de la belleza y sensatez de sus enseñanzas, el plato está completo y servido en bandeja para el abuso. Y seguramente el abuso comienza por la candidez de los padres de dejar a sus hijos sin defensas en manos de un montón de célibes que sufren los mismos acosos hormonales que todo el mundo, pero sin los desahogos normales y que además están convencidos de su autoridad  e inmunidad ya que su vocación proviene de Dios y la institución los protege contra la realidad.

    Lo más terrible es que los vicios de estos célibes  y su encubrimiento parece que se originan y aprenden en los seminarios, donde la imagen del Demonio es nutrida y engrandecida.

    Quizás el tipo es parte de la institución y se siente orgulloso de que le cuelguen todas las maldades que suceden. Además que el Demonio se nutre con el miedo a la libertad y el dogmatismo, unido al engrandecimiento del ego.

    Por eso son tan importantes los ateos y los agnósticos, porque como no están catequizados, pueden detectar las incoherencias de los hombres de fe y no tienen empacho en hacer denuncias.

     

     

     

     

     

  • Rodrigo Olvera

    Cuando se dió a conocer la carta de disculpas del papa, escribí en mis redes sociales: Doble contra sencillo a que no dimite, ni las persona católicas “progresistas” exigen su dimisión.

    Nadie apostó en mi contra

    😉

     

    • Carmen

      Vale.
      Le apuesto doble contra sencillo que de aquí a un año, las cosas empezarán a cambiar de verdad y lo notaremos.
      Atento a la prensa.
      Un saludo cordial.

  • Asun Poudereux

    Hola, Carmen:

    Estoy segura que tus comentarios son tenidos muy en cuenta. Como se describe  Atrio es un lugar de encuentro donde las diferencias de opinión y temas son bastante respetados.

    No esperes que la Iglesia institución  tenga este espacio abierto en sus prioridades de intereses. Dedica  mucho más esfuerzo,  tiempo y recursos en defender su buena imagen e influencia.

    Sí, en las personas religiosas de a pie mayormente encuentras bondad y cercanía. Lo viven de verdad. Pero así mismo encontramos muchas más  personas que pasan la vida haciendo el bien y no se vinculan para nada a la Iglesia. Y siempre están agradecidas a la vida, incapaces de hacer daño a otras personas.

    Tú misma en tu dedicación a los alumnos, dabas todo de ti. Sin más. Que otras personas puedan abusar de niños dada su profesión parece inconcebible. Y más si se trata de formación y educación. Tanto más si es religiosa.

    Bueno sé que esto ya lo sabes. Se me ocurre que hay algo en sus cerebros por diversas causas que les hacen no sentir empatía ni respeto que les frene su violencia y abusos. Aún si fuera esto posible, hay víctimas a las que apoyar  y devolverles su dignidad. Esto es lo fundamental.

    Cuántas más personas, entonces, han sido culpables de estas maldades al encubrirlas, acallarlas y con el doble daño irreparable de ignorar a las víctimas, niños y adolescentes, me pregunto. Y cómo no se han ido tomando medidas para no incurrir en estos hechos tan antiguos. ¿En qué cabeza cabe eso?

    Hay ahí mucho mal de fondo. Y esto sólo es la punta del iceberg. Con la Iglesia hemos topado.

    Los miedos de la Iglesia son nuestros miedos. No callemos.  Jesús no calló.

    Un abrazo. Te leemos, Carmen. Besos.

     

     

  • oscar varela

    El mensaje oculto que contiene la carta del Papa

    • m. pilar

      ¡¡¡Genial, clara, concisa, y expresa de manera contundente, donde radica el mal!!!

      Gracias Oscar por todo cuanto nos compartes.
      m* pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Dos cosas

    UNA: sobre a expresión “El tiempo dirá“. Es el único que tiene respuestas para algunas cosas.- (al final del comentario de Carmen)

    Pregunto:

    1- ¿cuál es la más usada en España?

    a) “El tiempo dirá

    o

    b) “Dios dirá“?

    2- ¿Son iguales, similares, diferentes o discriminatorias?

    …………………

    DOS: sobre los “pedidos de perdón en la Iglesia” (señalados por Ana) puestos de moda en la actual situación eclesiástica.

    Pregunto:

    1- ¿Se está, de veras, general-sincero-honestando?

    2- ¿Qué con-secuencias com-portan?

    • carmen

      En España se dice Dios dirá. Pero no me gusta y siempre digo, el tiempo dirá.
      En realidad con el tiempo se asientan muchas cosas. A veces.
      .
      Un saludo.

    • ana rodrigo

      Hola, Oscar, no veo que yo haya hablado de pedidos de perdón en mi comentario. Está de modo en estos tiempos pero no sirve para nada. Lo que la Iglesia debe hacer es justicia con las víctimas, actualizar la cuestión del celibato y vigilar mejor a quienes tratan con menores.

  • ana rodrigo

     
    Estoy completamente de acuerdo con lo que dice Carmen.
     
    El tema de fondo es el maldito celibato que obliga a quienes lo aceptan, -incluido en el paquete sacerdotal-, a no tener relaciones sexuales. Pero la intención y promesa es una cosa, y la naturaleza humana es otra.
     
    Para los hombres el sexo es absolutamente imprescindible, y no me refiero solamente a los clérigos, sino a todos aquellos hombres que, prometiendo serle fieles a sus esposas correspondientes, olvidan dichas promesas cuando lo necesitan y, en altísimos porcentajes, no sólo le son infieles a sus esposas con amantes clandestinas, sino que llenan los prostíbulos, según nos cuentan los estudios hechos al efecto así como las mismas prostitutas. No existen en el mundo tantos hombres solteros o no clérigos como para convertir la prostitución en el segundo o tercer negocio más rentable del mundo. Y esto no es de estos tiempos solamente. Siempre se ha dicho que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo; eso sí, cuando se dice esta frase se piensa en las prostitutas y su demonización, nunca en los puteros. Éste es otro tema a tener en cuenta.
     
    En la cuestión del clero, hombres como cualquiera, tienen las mismas necesidades que sus congéneres no clérigos, pero tienen que buscar vías de escape ocultas, primero porque no quieren que se sepa de su infidelidad al voto de castidad, y después, porque, no todos se atreven a ir a un prostíbulo, y eso les lleva a delinquir con menores. Y, naturalmente estoy pensando en los clérigos o religiosos delincuentes o reprimidos que resuelven sus necesidades con adultas y adultos, no en la gente coherente con su voto.
     
    Pienso que no todos los clérigos acusados de pederastia o de pedofilia, sean pederastas o pedófilos, sino que se aprovechan de la inocencia de los niños, apoyados en su PODER sagrado, para resolver su problema sexual personal. La moral y la ética, es lo de menos para ellos, piensan que serán impunes a la ley. Como, por otra parte, sus jefes eclesiásticos han mirado para otro lado, cuando no les obligaban a hacer voto de silencio, como los Legionarios, pues campo libre para delincuencia, la indecencia, la inmoralidad y para resolver su problema de una sexualidad reprimida pero viva.
     
    Aparte de una increíble hipocresía y una ceguera de no mirar el problema de frente, la Iglesia tiene demasiados forúnculos pestilentes que están dando una imagen de generalización que, no sólo la está dañando a ella misma, sino a tantísimos sacerdotes y religiosos decentes, que han sacrificado su sexualidad con toda fidelidad y ahora se les mira a todos como sospechosos. Hasta que un obispo, como veíamos el otro día, prohíba a los curas a acercarse a los niños (o algo así).
     
    Señores jerarcas de la Iglesia, pongan el celibato opcional, dejen de condenar la homosexualidad y dejen de demonizar el sexo en sí mismo.
     

  • Carmen

    No logro entender a dónde quiere llegar. He leído el artículo dos o tres veces, pero no entiendo bien lo que quiere decir. Y eso que estoy en mi mejor hora del día, recién levantada y después de tomar un café con leche.

    Pero hay algo que cuenta que me ha impresionado . La historia de esa denuncia de mil o dos mil folios acompañada de documentos visuales y demás. Efectivamente, no hay delito. Sexo consentido entre adultos.

    Es tremenda la historia, aunque no haya delito.

    O sí lo hay? No es un delito condenar inmisericorde mente la homosexualidad y luego practicarla de esa forma?

    No sé. Seguramente legalmente, en los  tribunales de justicia ordinarios no lo sea. Libres entonces de culpa. O quizás no?

    Hasta que la iglesia no resuelva su problema con todo lo relacionado con la demonización del sexo, no hay solución. Y, libres de culpa en los tribunales, seguirán haciendo un daño de un valor tendiendo a infinito, irremediable.

    Pero claro, habría entonces que replantearse tantísimas cosas, incluido algún dogma que otro, que sale a cuenta utilizar el sacramento de la confesión; unos absuelven a otros y todo resuelto.

    O quizás no sea tan sencillo. Quizás sea su talón de Aquiles. El tiempo dirá. Es el único que tiene respuestas para algunas cosas.

    Un saludo cordial.

    • Carmen

      Sería irónico. a que sí…
      que el talón de Aquiles de la iglesia fuese su idea sobre el sexo.
      Que unos niños adolescentes, cuando crecieron fuesen lo suficientemente valientes como para no callar. Por supuesto apoyándose en adultos sexualmente sanos. Que no comulgasen con ruedas de molino.
      Porque señora, señoras, por todas partes hay gente buena y valiente. En la iglesia también.
      Quizás todos los que han estado mirando para otra parte tengan ahora otra oportunidad. Una oportunidad de redención. De autorredencion. Porque el daño hecho , hecho de está, aunque a veces la justicia ordinaria consuela . Y también para evitar que este delito impune y continuado siga produciéndose.
      Ahora ya no cabe el decir: no sabía que tenía tanta importancia…
      Quizás ha llegado el momento. No sé.
      Tampoco sé quién entra a este blog o lo que sea Atrio, pero gente preocupada por la iglesia, fijo. Tampoco sé si alguien de los que entra se detiene un minuto a leer las cosas que se me ocurren. Diría que poca gente porque se nota a la legua que soy bastante ignorante en estos temas.
      Pero visto desde la orilla en la que me muevo, si, quizá sea el momento de decidir: basta.
      No sé .
      Hoy he comido con antiguos alumnos, hace 25 años que salieron del colegio. Supercariñosos. Y he pensado: madre mía,si hubiese , no ya actuado, sino encubierto algún acción de ese tipo. Dios. Me moriría.

      Un saludo reflexivo y cordial para todo aquel o aquella que haya tenido la paciencia de leer esto.