Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

Homosexualidad y sodomía

Gordo

¡Bienvenido a ATRIO uno de los mejores teólogos críticos europeos hoy!

Desde hace unos meses, circula por Roma un comentario sobre la manera de relacionarse con la prensa que tiene Francisco. Admite diferentes lecturas, pero, en su origen, es fruto de una agradecida sorpresa por la libertad de que hace gala y de la que podemos disfrutar muchos otros: “eres más peligroso, se dice, que el papa en una rueda de prensa”.

La verdad es que el comentario no está carente de fundamento. Se ha podido comprobar nuevamente en las declaraciones que ha realizado el pasado 26 de junio, regresando de Armenia a Roma, y respondiendo a una pregunta sobre la posición de la Iglesia en lo referente a la homosexualidad: si “una persona tiene esa condición, tiene buena voluntad y busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?”. Y, completando lo ya manifestado en julio de 2013, ha finalizado este punto formulando una invitación: “debemos acompañar bien” a estas personas.

Mira tú, por dónde, ha reabierto el tema, precisamente, cuando parecía que su voluntad de mirar amablemente la homosexualidad había decaído en los dos últimos sínodos de obispos de 2014 y 2015 para sacar adelante, por lo menos, sus propuestas referidas a las parejas de hecho y a los divorciados vueltos a casar civilmente. No me extraña que haya quienes consideren particularmente “peligroso” a este papa que se sale sistemáticamente del guion establecido. Y que lo hace siempre para bien, al menos, de los marginados y más débiles.

Cuando se escuchan estas declaraciones de Francisco, es inevitable traer a la memoria otras -oídas y difundidas-, por estos y otros lugares del mundo, no tan amables sobre el mismo asunto. Pero, sobre todo, los comportamientos homófobos -y hasta homicidas- que hacen dudar no solo de la capacidad para convivir amablemente con lo diferente, sino, particularmente, de la cordura y sensatez humanas.

Quizá, por ello, no esté de más recordar que en la Iglesia católica coexisten, por lo menos, dos maneras de entender y de relacionarse con la homosexualidad. Y, por extensión, con las personas bisexuales y transexuales, dejando, al margen los comportamientos y planteamientos patológicos que, como en todo colectivo humano, también pululan entre sus filas.

Está, en primer lugar, el grupo (sin duda, el más numeroso) formado por quienes diferencian las personas de los actos homosexuales. Si estos últimos, sostienen, “son intrínsecamente desordenados”, no se puede olvidar nunca que las personas “deben ser acogidas “con respeto, compasión y delicadeza”, evitando “todo signo de discriminación injusta”. Es muy probable que algunos de quienes integran este colectivo tengan dificultades para diferenciar los comportamientos, de las personas en cuanto tales, pero esto no anula la existencia de un numeroso grupo de católicos empeñados en establecer dicha diferencia y en ser coherentes con ella.

Hay una segunda sensibilidad que -eclesialmente minoritaria, pero en ascenso- va más lejos y que, además de exigir un trato digno con las personas homosexuales, pide que se reconozca que en ellas hay “dones y cualidades” innegables. Ésta fue la propuesta formulada por la Secretaría General del Sínodo en 2014 que, a pesar de no prosperar en el aula sinodal, retomó la Conferencia Episcopal Alemana en su informe para el Sínodo del año siguiente: para la mayoría de los católicos alemanes, se sostenía en dicho informe, “la orientación sexual es una disposición inmutable y no una elección particular”. Por eso, irrita el discurso que entiende la condición y el comportamiento homosexual como intrínsecamente desordenados. Mantener semejante tesis, es desconocer (o negarse a reconocer) la diversidad de orientación sexual que, por connaturalidad, se da. Son muchos los católicos alemanes, concluía, que, sin igualarlas con el matrimonio, aceptan cordialmente las uniones homosexuales.

Este informe vino acompañado de diferentes aportaciones desde otros ámbitos. Probablemente, la más interesante (y llamativa) fue la de Adriano Oliva. Para este dominico, un especialista en la obra de Sto. Tomás, la homosexualidad es -en sintonía con lo argumentado por el pensador de Aquino- “según la naturaleza” de esta persona, individualmente considerada. Por eso, cuando se evalúa la aceptabilidad moral o no de sus correspondientes comportamientos, se ha de efectuar a la luz de los tres criterios que han de presidir toda relación, sea homo o heterosexual, en la moral cristiana: su exclusividad, su fidelidad y su gratuidad.

Cuando se procede a dicha evaluación desde tales criterios, hay que reconocer que se dan relaciones homosexuales perfectamente aceptables por la moral católica. Y que, igualmente, existen otras que, al no ajustarse a ellos, van “contra la naturaleza” de la persona homosexual, incurriendo en lo que sería tipificable como sodomía.

La homofobia no se neutraliza disparando al bulto ni con tics cristianofóbicos, sino con razones e información.

Una vez más, ¡gracias Francisco por ser tan “peligroso”!

58 comentarios

  • George R Porta

    La opresión de la que mucha gente sufre puede adquirir formas de adicción. Por ejemplo, recuerdo haber leído en alguno de los varios libros de mujeres que abandonaron las filas del «Opus Dei» las razones más que convincentes de su conducta. Después salieron unas pocas publicaciones, muy pocas, de otras que seguían militando en «La Obra» para contradecir lo que sus excompañeras argüían, aunque en realidad con poco éxito en su defensa.
    Por fin vino la canonización, a toda prisa, del ex-Marqués de Peralta y desde entonces cosas han sido dichas acerca de los métodos y maneras con los que se trata a la mujer en el Opus, pero la denuncia radical y frontal ha perdido fuerza. Me alegro de ello y sobre todo de la explicación de que haya aflojado. Como ya el Opus no tiene más ascenso que lograr en la pirámide eclesiástica ni en la pirámide financiera (y como todo lo que llega a la cima solo puede ahora «avanzar» en descenso) y porque han aparecido otras «obras» más corruptas y opresoras que el Opus (los Legionarios, los Heraldos, y toda suerte de cruzados retardados y retrasados cargados de uniformes militares medievales), pues nada, se ha relajado la obsesión por la pureza ganada a fuerza de cilicios, que es una forma de opresión, huelga decir.
    No ser criticable es la obsesión de los aspirantes crónicos a perfectos; la perfección es una quimera embarazada de escrúpulos; y los escrúpulos, robándole la poesía a un famoso, «escrúpulos son»: Pura imaginación realmente inútil e imposible, pero harto dañinos, quejidos infantiles durante una pesadilla, patología. Se convierten en pensamientos recurrentes, adictivos, y torturan a quien los conoce de ellos y se le meten bajo la piel.
    La existencia en cada momento engloba el pasado hasta ese momento perdonado o no, ocultado o no, olvidado o no. Es así porque la historia no puede ser imaginada, es factual y es siempre lo que ha sido cuando ya está abriéndose al nuevo momento que se embolsará con absoluta glotonería.
    Después de todo nadie «es» hasta que por fin la muerte detiene su «siendo» y, paradójicamente, materialmente, en muy poco tiempo, quien ha logrado existir cualquier chorrada de años, en unos pocos días se esfuma y reduce a unos pocos granos de polvo, cenizas dicen, mucho hedor, y olvido, ausencia. De cualquier forma, quien alcanza el «ser» lo logra para perderlo en la memoria que decae.
    No creo en el destino, ni creo en el rollo del poder de la «atracción» y menos en el de la creación ex-nihilo por parte de una divinidad aburrida en su eternidad ociosa. Creo solamente en que el camino, al decir de Machado (que si hubiese percibido in euro por cada vez que sus versos son citados hubiese sido muy adinerado), lo han hecho y lo seguirán haciendo los pasos del caminante y casi nadie tiene consciencia de dónde colocará su pie al avanzar la mitad del siguiente paso. Lo descubre cuando ya ha hecho una andadura irrepetible que no puede deshacer. 
     

  • M.Luisa

    Al parecer este hilo que ha dado mucho de sí y todos hemos comprobado  el bien personal que ha hecho  a quien lo reabrió,  también, con menos fortuna, nos ha puesto de manifiesto una vez más  que,  por muchos  logros que se hayan conseguido  a través de las ciencias, estudios exgéticos, etc.,  con respecto   a refutar razonadamente esas ideas y convicciones  que se dicen cristianas  y que tanto dañan y hacen sufrir, nociones opresoras como nos señala   George, no es posible, por lo que  se ve, ponerlo a la práctica ni tan siquiera a nivel particular  porque todo el esfuerzo mediador que se haga  queda absorbido  por la fuerza autoritaria que desde arriba siguen infantilizando la fe.

    Hago esta pequeña reflexión  a contrapelo pues  ayer me propuse   respetar  el deseo expresado aquí por Carmen de zanjar la cuestión,  mas  al ver ahora esta voluntad de  permanencia (seguramente porque el tema lo requiere)  me he permitido esta concesión.

    Nota para Carmen. En un comentario dices “Particularmente la exégesis bíblica no influye en mi vida diaria”  y me vino a la cabeza  una pregunta ¿Nos hubiéramos   referido  a la   exégesis bíblica   si  lo que  tratábamos aquí  estos días  no hubiera sido algo que por su propia naturaleza recayera    fuera  de aquellas cosas que  forman parte de  la cotidianidad del día a día? es obvio que no! Sería absurdo.  Quiero decir con esto que afrontar las situaciones injustas que nos dañan bien  merecen un plus  de esfuerzo porque sin salirnos del día a día,  afrontar estos compromisos que nos sobrepasan  con las mismas herramientas   no nos sería  posible. Hay situaciones y cosas  que  nos obligan a salir de lo cotidiano.

     

    • Carmen

      A ver.
      Dije que por mi parte,se acabó. Pero me encanta leerles. Creo que me he implicado lo suficiente.
      Respecto a la exégesis bíblica, repito, es un tema apasionante. Y algo sé porque algo he leído y no se dejen influir por esa dejadez a la hora de hablar, no me gustan ni las citas concretas ni las personas concretas , grandes gurús de la exégesis porque no los conozco lo suficiente como para apostar por ellos. Salvo excepciones, que son un par de personas que de vez en cuando nombró porque sí me fío de ellos aunque no todo lo comparta. Lo mismo que hay alguno que jamás nombraré porque no me fío un pelo.
      Sigan hablando, me encanta leerles. Y este tema , que en el fondo va de moral obsoleta y profundamente dañina de la iglesia, debería de ser un tema que, junto con otros de moral católica, no debería de dejar de hablarse en ningún momento. Porque los milagros y los cambios, los logramos los de abajo.
      Pero…mi vida normal va por otro lado. La iglesia oficial no tiene poder alguno sobre mi persona. Pero a veces me puede la ira porque tergiversa el mensaje de Jesús para,en su nombre, machacar a, pues prácticamente a todo el mundo católico.
      Aunque antes de las veinticuatro horas se me ha pasado.
      Así que por favor, me encanta leerles. Creo que mi participación ha sido lo suficientemente intensa como para que sssssssshhhhhh, me calle una temporada.
      Por cierto. Han oído el discurso de treinta segundos que ha hecho un muchacho joven, director de cine, al recoger un premio?

      Un saludo cordial.

  • George R Porta

     
    ¡Es inconcebible que para que la maternidad de María sea incuestionablemente digna los concilios, todos formados por hombres, hayan tenido que despojarla del amor para revestirla de la obediencia a ciegas! Pero así ha ocurrido.
     
    ¡Es imposible medir el daño causado por la promoción de la idea de una absurda concepción sin pecado o su carácter inmaculado al hablar del nacimiento de la propia María!
     
    Es igualmente vergonzoso e injusto, pecaminoso e inmoral que la declaración de la humanidad de Jesús, el Galileo, hasta llegar a Calcedonia y después, siempre requiriera que fuera concebido sin participación de hombre (engendrado por la divinidad misma). Hoy se sabe que lo que trasmite la condición genética que diferencia al hombre de la mujer es el cromosoma «Y» y que éste solo lo puede trasmitir el padre y que, si no fuese por esto, la raza humana solo estuviera constituida por mujeres, que es el genotipo básico humano. Es decir, que los hombres somos variaciones de la expresión humana primaria.
     
    Toda esta comedia antropológica solo puede ser interpretada como lo que es: El intento fenotípico de preservación de la noción pagana de la superioridad —de la divinidad— y una confesión involuntaria y encubierta de la culpabilidad del hombre opresor y de la malignidad masculina que cualquier  cultura paternalista tiene que negar para justificarse e imponerse justificando, por ejemplo, la «autoridad» opresora del parte del «páter familias», noción jurídica que en derecho romano —no exclusivamente— está tan vinculada a la propiedad y a la noción de patrimonio, legitimidad de linaje y de herencia patrimonial.
     
    Tanto la antropología cristiana cuanto cualquier otra que quiera reconocerse a sí misma como humanista, tendrá que renunciar a nociones opresoras como las de primogenitura, feminidad, masculinidad, heterosexualidad u homosexualidad, que son divulgadas y defendidas solo para reducir o minimizar la capacidad de cada uno de autodefinirse como auténticamente se siente y se conoce y de adiestrarse en el ejercicio de la autonomía.
     
    No hablo de caos, sino de autenticidad. La función de la educación/formación es la de fomentar y adiestrar a cada persona a conocerse y a aceptarse como sujeto digno/a y autónomo/a, que ha aprendido de la experiencia en sí y en las demás personas de la dignidad humanizante como respetuosidad en solidaridad y en apertura a la alteridad tanto de aquello y de quienes le rodean cuanto la propia sin necesidad de extralimitarse.  

  • George R Porta

    Es comprensible que si a los niños/niñas se les educa/forma promoviendo y divulgando los tabúes que una cultura patriarcal promulga y defiende los sentimientos de embarazo, vergüenza y miedo y los pensamientos correspondientes de culpabilidad y de anticipación de castigo se enraícen profundamente y retrasen el adiestramiento de la capacidad de autonomía y de discernimiento moral o ético que posean.
    La religión es un obstáculo grande para que esto ocurra porque sigue proponiendo y difundiendo la necesidad del perdón y del sufrimiento-sacrificio propiciatorio del mismo y la percepción de una naturaleza «caída» maligna, negando la «vulnerabilidad» de la posibilidad de errar como lo que es, la potencialidad del aprendizaje, del adiestramiento.  
    Un paso adelante ha sido el auto-empoderamiento de la mujer y de las personas que no se consideran a sí mismas heterosexuales —según la tipología de género predominante— y se arriesgan a manifestarse como sienten que sean y a denunciar la multiforme opresión que sufren, ejérzala quien la ejerza.
    Un paso que queda por dar es el de las personas que aprueban esos tabúes relacionados con la sexualidad y el género que se resisten a liberarse de ellos y a aceptar que nociones como las de masculinidad y feminidad o las de heterosexualidad u homosexualidad solo son construcciones teóricas o ideológicas por demás insuficientes a fuer de reduccionistas y que su equivocidad solo reduce la comprensión y el reconocimiento de la dignidad o el valor de lo humano y la humanidad.
    La propia noción de humanidad se vuelve cuestionable cuando, por ejemplo, la religión propone en opinión de Anselmo de Canterbury (s. xi), la imagen de un «hijo» unigénito dispuesto a ser cordero en sacrificio propiciatorio para calmar la ira de un padre omnipotente pero sádico que reclama que su orgullo sea rehabilitado. Esta lectura sacrificial del asesinato de Jesús de Nazareth siguiendo la tradición hebrea del templo y los sacrificios de corderos sin mancha propuesta en la espuria Carta a los Hebreos solo es un intento de revestir de justicia un pecado de injustica o una injusticia absolutamente pecaminosa: El homicidio. 

  • ana rodrigo

     
    Me resulta doloroso y difícil de comprender el que todavía haya que justificar la identidad sexual con argumentos como que las personas no heterosexuales tienen que ser guapos, inteligentes, buenos, honrados, etc. No, cada persona es como es en su identidad y, después, en cada colectivo, los hay buenos y malos, altos y bajos, inteligentes y menos inteligentes, etc.
     
    Ya va siendo hora de saber que cada persona se identifica con hombre o mujer por su naturaleza, y punto.
     
    Y, sobre todo, que nadie sufra, ni ellos/ellas ni sus familias, que desaparezca la presión social y los ataques a personas no heterosexuales, ni problemas de conciencia, ni la discriminación social o laboral, ni moralinas absurdas. Toda esta matraca debería haber desaparecido ya en nuestra sociedad.
     

  • George R Porta

    ¡Hola Carmen! Le envío un abrazo afectuoso.

    • Carmen

      Besos.
      Gracias
      Estoy muy bien y en paz.
      La ira pasó. A veces pienso que en vez de pensar que soy jesuanica debería de considerarme juanica.

      • Santiago

        Jesus es el Señor de la Misericordia…Solo El puede juzgarnos y solo El conoce nuestras almas..Dejémosle a El todas nuestras angustias, preocupaciones y dolores..Recordemos que El es la verdadera paz que quiere darnósla a todos, en todo momento, a toda hora y en todo instante para que “nuestro gozo sea completo”

        Mi oración preferida es ésta, la que yo le dirijo a ese Jesús:
        “En la hora de mi muerte, llámame”. Y, por supuesto,llámanos a todos los que tenemos buena voluntad. Por ahora, eso debe bastar.

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • Carmen

        Santa María, madre de Dios,ruega por nosotras,las mujeres, ahora y en la hora de nuestra muerte.
        Besos y gracias.

      • Santiago

        Santa María, Madre De Dios, se remonta al siglo I. Lucas que coordinaba “la narración de las cosas verificadas” entre los discípulos de Cristo “según la transmitían los testigos oculares y después fueron ministros de la palabra”..recoge las palabras de Isabel en la Visitacion:
        ¿De donde a mi esto que la madre de mi Señor venga a mi? Pero Señor en griego es Kyrios del hebreo Adonai. Por eso la sorpresa de Isabel, llena del Espíritu Santo que la madre de su Señor Dios visitara su humilde vivienda y se quedará un tiempo bajo su techo…
        El sentido de la fe en el Pueblo de Dios se manifestó visiblemente en Efeso cuando para afirmar la divinidad de Cristo se proclamó la maternidad divina y exclusiva de la Virgen María.

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • Carmen

        Pues eso. Lo que le estoy diciendo. Ruega por nosotras, las mujeres…
        No me diga que no nos hace mucha más falta.
        Y la idea no es mía, pero es preciosa. A lo mejor hay que ser mujer para entenderlo.
        He aprendido un montón.
        Gracias.
        Un saludo cordial.
        carmen.

  • M.Luisa

    Carmen, yo te entiendo y si es tu deseo se deja el tema de lado y ya está, pero sobre todo no te sientas sola,  piensa que estos temas que son de los primeros  que la iglesia debería abordar  incluso con este papa en el que se volcó tantas  esperanzas  siguen  siendo relegados por incómodos.

    La exégesis bíblica da mucho de sí  para liberar  contenidos conceptuales erróneos,  pero su resistencia a ello es mucha precisamente porque se utilizan como armas  de sometimiento.

    Tu Jesús no es el Jesús de quien no tiene empacho en calificar de pecador a un homosexual o de asesina a una mujer que aborta,  pero es que además si fueran sólo opiniones,  pero es que son sentencias! Lanzan la sentencia  y no les importa el sufrimiento que causan. Pervierten la esencia misma del Evangelio!

    Un beso

    • Carmen

      Por mi parte,repito, por mi parte tema zanjado. Por la de ustedes, ustedes sabrán.
      Sigan hablando de lo que crean oportuno. Y si, ya lo creo que hay que hablar de esto, y de mil cosas más.
      Particularmente la exégesis bíblica no influye en mi vida diaria
      Me gusta mucho como tema interesante. Punto. Mi vida es mía y mi idea de Jesús de Nazaret es mía también. Y que cada cual sobreviva como pueda.
      Fué un ataque de rabia, de ira y de impotencia. Punto. Fue. Ya no es.
      Y pienso que las nuevas generaciones de católicos tienen una mentalidad muy cerrada y absolutamente preocupante. Porque la gente joven con dos dedos de espiritualidad, sentido común y capacidad de reflexión y crítica, ha salido corriendo. Mal futuro para la iglesia, pero es que,no sé cómo decir…pues bueno.
      Y ya está.
      Pueden seguir hablando de lo que les apetezca, a mi me enseñaron a contestar cuando se dirigen a mí y eso es lo que estoy haciendo.
      Un saludo cordial.
      No me siento sola. Fuera de la iglesia, mi forma de pensar es de lo más normalico. El problema es tropezar con la iglesia. Pero apartándose, pues no tropiezas.

  • Carmen

    No, no es sencillo. No lo es. Cuando todo el jaleo , la gente que me quiere me decía: no te preocupes, las cosas ahora son distintas. Pero yo les decía, es que es una dificultad añadida a la vida , estamos en un mundo homófobo.

    Cuando leí la opinión de una persona que no puede ser muy mayor, nombrándo a mi Jesús de Nazaret para decir, vete y no peques más, referido en este caso a la homosexualidad…

    Estuve llorando horas, de ira , de rabia, de impotencia. Porque no es la única persona que piensa así, ni es una idea original suya. Es la postura oficial de la iglesia. Aunque haya personas, pocas, que dentro de la iglesia no la compartan.

    No sé cuándo cuenta algún evangelio que salió una voz de arriba que decía: este es mi hijo muy amado… Bueno, pues a mí me pasa igual. No porque sea perfecto, al contrario, quién tiene hijos sabe que cuanto más problemas tiene,más lo quieres.

    Pero vamos. La responsabilidad es mía, yo lo conté. Soy una ingenua, solamente quería echar un cable a muchacho. Me hizo el alma añicos.

    Pero ya está. Siempre se aprende algo, aunque hay cosas que no logro aprender.

    Me consuela pensar que ha sido un debate que no ha sido superficial, al menos no para mí y a lo mejor le hace pensar un poco a las personas que lo lean, el sufrimiento que hay detrás, el sufrimiento que provoca la intransigencia y la facilidad con que condenamos a las personas por el hecho de ser distintos.

    En fin

    Tema zanjado.

    Me tomaré unas vacaciones. No estoy de humor para opinar. Creo que es inútil. Las generaciones jóvenes son realmente preocupantes y son el futuro de la iglesia.

    Señor Porta, me parece genial que intervenga, yo también le he dicho alguna cosica alguna vez. Es que no le entendí

    Señor Santos, encantada de haberle conocido. Es usted , para mí, uno de los grandes.

    Besos a todos.

     

     

     

    • Carmen

      Señor Olvera,. Rodrigo. Un abrazo muy fuerte. Sí, ya lo creo que ha servido.

    • Mª Pilar

      Mi querida Carmen:
      Hace algún tiempo, creo recordar en un curso sobre el libro de Salvador Santos:
      “Un paso un mundo” ¡¡¡Hermoso y esperanzador!!!

      Salió esta parábola, y respondiendo a algún comentario terco y al pie de ¡su! letra… (de quien la interpreta y la hace a su medida).

      Puse una mirada diferente, esperanzadora, abierta, capaz de levantar a quien estaba… a los pies de los caballos… como solo Jesús sabía hacerlo.

      En aquel silencio pausado, sin mirar a nadie, solo la mujer estaba a su lado, solo ella puedo escuchar el susurro de ese corazón siempre abierto a la esperanza y al amor.

      Seguro, pero seguro, que no la condenó, sencillamente, porque no lo hacia con las personas siempre acogotadas por los poderes que las anulaban; solo a esos poderes, a ellos, les condeno,les llamó la atención, les denunció a la cara, sin ambages.

      ¿Cómo pudo ser duro con una mujer que era vilmente explotada y abandonada por los hombres, que después de utilizarla la dejaban a su suerte y tenían el cuajo… en aquel momento… de apedrearla si la sabiduría y humanidad de aquel Hombre Bueno metiendo-les… en lo más profundo de su ser… sus limpios dedos en sus ojos sucios y corrompidos?

      Él, ¡jamás la enviaría al camino sin esperanza alguna!

      ¿Por qué te sientes mal?

      Acepta con inmenso amor la diferencia de tu hijo, respétala, amales por encima de todas las cosas, y sobre todo, nunca le abandones ni muestres pesar, no se lo merece, él es como es, y no hay más que hablar, digan lo que digan, las personas que son incapaces de ver más allá de sus narices… arropándose, en no se que, que dijo no se quien.

      ¡No estés disgustada ni triste! ¡Es tu hijo! Y no hay más.

      ¿Crees, que si “ese” Dios al que abogan… precisamente aquellas personas que más trasgreden sus principios más fundamentales, fuese como lo pintan, sería de verdad ¡Dios!?

      Si Dios lo es (llamado en la infinidad de nombres que los humanos le han puesto) ¿Pensaría o haría lo que estas personas piensan, hacen, consienten?

      ¡Eso… no puede ser Dios!

      ¿Cómo iba a consentir, que la mayoría de sus hijos e hijas naden en la pobreza, al tiempo que el 1% de la humanidad, se lleva las ganancias que a todo ser nacido corresponden? ¿Por qué, por su cara bonita?

      ¡¡¡Nooooo!!!

      Solo porque tienen un corazón oscuro, emponzoñado por la avaricia, la vanidad, el poder.

      ¡Ánimo! Y vuelve a empezar el camino, ve a verle y sencillamente ¡¡¡Abrazalé!!! Y hazle sentir… ¡¡¡Que estás junto a él!!!

      Como diría nuestro querido amigo Rodrigo:
      ¡¡¡Abrazos y esperanzas!!!
      mª pilar

      • Carmen

        Pilar
        No me siento mal por él. He dicho mil veces lo orgullosa que estoy de él porque ha elegido el camino de vivir en la verdad y no disimulando como hacen miles de personas.
        No es eso
        No puedo resistir que se pongan en boca de Jesús de Nazaret una intencionalidad en sus palabras que me chirrían.
        Es la postura oficial de la iglesia ante mil cosas la que me indigna, porque utiza el nombre de Jesús en vano.
        No lo sé explicar mejor.
        No voy a dar más explicaciones. Quién haya podido entenderme o querido entenderme. Gracias
        No me siento mal por mi hijo. Esa fase,me costó, pero ya está. Es a la iglesia oficial a la que no soporto y me faltaba esto de vete y no peques más.
        O sea…
        Besos
        Carmen

  • Salvador Santos

    Buenas tardes, María Luisa
     
    El relato de la adúltera no pertenece al evangelio de Juan, aunque en la mayoría de las traducciones lo encuentres en Jn 7,53ss. Es una interpolación posterior. No aparece en los más importantes códices. Los escritores griegos no lo comentaron sino a partir del siglo X; el lenguaje que utiliza no es el del evangelio de Juan.
    En la traducción del NT de J. Mateos, edición 1987, no lo encontrarás en el evangelio de Juan. Figura como un apéndice al final del texto.
    ¿Quién podrá aceptar estos datos después de habernos metido esta narración hasta en la sopa asegurándonos además su condición de hecho histórico?
    Respecto al asunto de tu hija, no conozco aún a nadie que haya ganado una discusión. Tal vez acepte más una mirada cariñosa, un beso, una caricia, que un razonamiento, un argumento o unos datos como los que te ofrezco.
     
    Te mando un abrazo.

    • M.Luisa

      Muchas gracias Salvador! Por estos nuevos datos que me añade, siempre he sido una gran entusiasta de su exégesis bíblica, pero en mi ánimo de compartir todo aquello que valoro nunca entra la discusión sino siempre la propuesta y el diálogo dando por descontado prioridad a los sentimientos de afecto y cariño que nunca deben faltar.

      Un abrazo

  • Salvador Santos

    Buenas tardes, Carmen.
     
    He leído tus comentarios. Los he releído. Para empaparme de tus sentimientos y no solo entenderlos. Impresionan.
    El pequeño relato del joven de la sábana aparece como un islote de apariencia contradictoria. Está solo en Marcos 14,51. Después de afirmar que todos  seguidores huyeron tras el apresamiento del Galileo, se indica que un joven desnudo y envuelto en una sábana le acompañaba. Muchos especialistas ven aquí un hecho histórico. A mi juicio, se trata de un personaje simbólico como aquel otro joven que aparece en el sepulcro al llegar las mujeres (Mc 16,5). Ambos jóvenes representan al mismo Galileo. Veremos este relato en profundidad cuando llegue a ese punto. Estoy aún lejos.
     
    Te mando un beso 

    • Carmen

      Gracias. Estoy hecha polvo.
      Mi hijo no es un pecador.
      Mi hijo es un hombre valiente, sin prejuicios, que él sabrá lo que ha sufrido. Y ni le afectó en sus estudios, ni es sus relaciones personales, tiene un montón de amigos.
      Estoy superorgullosa de él.
      Y que sepan ustedes que la iglesia ,con su irracionalidad , su desconocimiento de la vida real y su dogmatismo puede destrozar a las personas.
      Estoy que me muero de ira y de rabia
      Gracias.

      • George R Porta

        ¡Hola Carmen! También le pido perdón por terciar en una conversación con Salvador a la que no he sido invitado. Me confío a su paciencia.
        Si me permite una pregunta que quizás la pueda molestar un pelín al menos (Si no me la permite, pues detenga su lectura aquí mismo)

        Después de leer sus comentarios anteriores, ¿como puede haber alguien, ser humano, que no haya cometido injusticia alguna vez? Saberme fallible y vulnerable hace mucho que me causa alegría. Es algo así como cuando mis padres nos vestían a los tres hermanos que somos de pijos impoluos en hilo almidonado y no podíamos jugar. Toda la libertad la encontrábamos en la primera suciedad que se nos pegaba o la primera arruga que nos deslucía. Desde ese momento ya podíamos despreocuparnos aunque no deseando molestar a nuestros padre/madre, sino complacernos, todavía tratábamos de mantenernos presentables.

        Me alegra que su hijo sea como usted le describe, pero ¿por qué tiene él que ser incapaz de cometer injusticia alguna vez,e.d., de pecar? Después de todo lo dicho ¿Que importancia mayor pueden tener los pecados humanos que nos hagan imperdonables? e imperdonables ¿a quién?

        No veo otro modo de aprender en la vida que, levantarse cada vez que se caiga y aprender el deseo de ser como los animales que la mayoría de los superiors aprender a meter sus patas en el mismo agujerop solo la primera vez, sabiendo que los humanos no somos tan listos.

        La ofrezco mi abrazo cordial con la esperanza de que me perdone por intruso.

      • Carmen

        Yo estoy encantada de que tercie, pero es que no entiendo lo que me quiere decir. Lo he leído tres o cuatro veces y no hay manera.
        Lo único que le he dicho al señor Santos, que por cierto tiene una paciencia infinita conmigo, es que una persona homosexual no vive en pecado. Y me da una rabia infinita que personas citen a Jesús de Nazaret,al que adoro, en vano.
        Y si no me entiende,no voy a entrar en más explicaciones.
        A mí hijo lo quiero un montón, pero como todos los hijos, a veces me da ganas de matarlo porque no hay quien lo aguante. Como su madre, es a veces muy injusto y se equivoca con frecuencia. Como todos.
        Sean heterosexuales, homosexuales, bisexuales o transexuales. La orientación sexual de una persona no interviene en ser más o menos ‘ pecador’, palabra horrible por otro lado. Y detesto el concepto de culpa judeocristiana. Y el concepto de pecado ha hecho muchiiiiiiiiiisimo daño.
        Las personas, sea cual sea su condición sexual, nos equivocamos, acertamos,somos justos,injustos, agradables, desagradables,activos, vagos… según el día.
        Y ya está.
        Y me atrevería a afirmar que el señor Santos me ha entendido.
        Un saludo cordial.

    • Carmen

      Estoy segura de que usted me ha entendido perfectamente y sabe por qué he dicho que mi hijo no es un pecador.
      A que sí?
      Me ha cogido en pleno ataque de ira, ya se me ha pasado.
      Besos

      • George R Porta

        ¡Hola, Carmen! De todas formas, le ruego que me perdone por haber intervenido en una conversación ajena. Acepte, por favor, mi saludo cordial.

      • Rodrigo Olvera

        Hola Carmen

        No sé si sirva de algo o no; pero yo también he entendido el comentario de que tu hijo no es un pecador por ser quien es. Yo también comparto ese sentimiento cada vez que veo que se provoca tanto sufrimiento injusto a personas en nombre de una forma de entender la religión tan inmisericorde, tan contraria a lo que entiendo fue la práctica de Jesús.

        Y especialmente me causa ira toda la revictimización de las víctimas de pederastia clerical que está causando el Vaticano, incluido Bergoglio. Insistir aquí en el tema me ha causado que me llamen “obseso”, que me acusen de ser injusto con el papa, y un sin fin de linduras. Pero es un tema del que no dejaré de denunciar. Ninguna “reforma” vale la pena si requiere minimizar o mirar para otro lado lo que están haciendo contra tantas víctimas.

        Vale. Sólo quería decir que entiendo tu sentimiento y te mando un abrazo.

  • M.Luisa

    Buenos días Salvador Santos:

    Me alegro muchísimo por el bien que han hecho sus palabras  al joven Pablo, también al respecto  coincido plenamente con su enfoque, no así mi hija  a quien  conociendo su radicalidad  en vano han servido hasta ahora  mis reflexiones. Aprovechando pues la luz que emana de las suyas, esta mañana, no me he resistido pedirle (algo difícil de conseguir) que leyera su comentario del pasado día  17, 12:51   para que luego  lo pudiésemos  comentar. Lo he logrado sí,  pero su respuesta ha sido tajante y espontánea:  Jesús, a la adultera le dijo  “vete y no peques más” así de breve, ni tan siquiera le han servido sus  claras explicaciones en los distintos puntos restantes  para reflexionar.

    Ante esta situación  que no es más que  la punta del iceberg de un mayor  problema, me  gustaría si le fuera posible me dijera  que cabría responder,   a tan altiva actitud?

    Muy agradecida  reciba un cordial saludo.

    También agradecería a Antonio Duato que pasados unos pocos días,  tanto si Salvador  le ha sido posible como no responderme,  suprimiera este comentario.

    • Carmen

      Hay que ver,los hijos… siempre nos sorprenden.
      Pero cada cual tiene derecho a pensar como quiera y como pueda.
      Mi hijo, desde luego no es un pecador. No más que los heterosexuales.
      Un saludo cordial.

      • M.Luisa

        Sin embargo, querida Carmen, ya ves cómo de sencillo lo pone Salvador , el amor es previo a cualquier conceptuación que nos llegue sobre el pecado, si no fuese así no podría darse en el ser la experiencia humana de la perfección (felicidad) y al leerte no dudo que esta experiencia la vives.

        Todo lo que de irritante da de sí este tema y otros muchos, por supuesto, cae siempre del lado de los responsables religiosos.

        También yo firmo allí donde tu misma dices que cada cual tiene derecho a pensar como quiera, naturalmente que sí!! mientras esto no alcance como consecuencia hacer sufrir a los demás.

        Un abrazo fuerte para ti y, permíteme también desde aquí, otro para George

      • M.Luisa

        Vaya he querido ahorrar espacio y me he dejado sin selecionar en el borrador este párrafo que cierra el comentario

        “Sólo por esto merece la pena intentar con paciencia y como dice el amigo George a la mayéutica, eso mismo, hacer salir el amor que todos llevamos dentro.”

    • Carmen

      Supongo que mi Jesús le hubiese dicho lo mismo a un señor adúltero. Porque ellos también comenten adulterio, aunque no sean reo de lapidación.
      En fin.

    • George R Porta

      ¡Hola, María Luisa! In abrazo cordial y los mejores deseos en 2018.
      Has de perdonar que tercie en tu conversación con Salvador. No me equiparo ni a ti ni a él, pero me atrevo a hacer una breve observación.

      Ninguna actitud hostil, tenga la forma que tenga, es otra cosa que, siempre, una actitud defensiva. Solo hay cosas amenazantes para unas persona u otras, pero no para todo el mundo. Por ejemplo, algunos indios de la nación Micosookee de Florida practican la lucha cuerpo a cuerpo con cocodrilos. Yo prefiero no estar presente. Qué hace la diferencia. Ellos han cohabitado los pantanos de Florida por siglos (no muchos, pero siglos) y posiblemente se han alimentado mutuamente. No es mi caso, ni me interesa probar. Posiblemente preferiría pasar hambre y perder unos kilos, lo que me conviniera. Con mis pacientes lo he comprobado muchas veces en los 38 años que llevo practicando.
      Nada hay mejor para bajar defensas y abrir Puertas que la Antigua mayéutica. Preguntas que a veces recibirán respuesta y muchas veces no. Nunca sin pedir la autorización de la persona y tras de advertir «lo que te voy a pregunatr pudiera molestarte en alguna medida, pero si lo prefieres no lo hago». Muchas veces la respuesta será negativa. No hay que lamentarla, de cualquier forma a lguien que no esté receptive, cualquier pregunta sería vana y habrá que esperar a otro momento.
      Aquello de que quien tenga oídos para oir que oiga se refiere a eso. Hay gente que tiene anatómicamente oídos pero no pueden escuchar ahora por las razones que sea. El cariño o la presencia cariñosa en cambio, es raramente rechazada aunque uno sufra el callar algo que está seguro/a que fuera importante decir. El silencio, produce el poso pero lo decanta como el tiempo.
      De cualquier modo, nada hay más sanador (me gustaría poder decir «saneante») que el amor y la paciencia como si fueran de la mano.
      Te ofrezco mi abrazo afectuoso y deseoso de perdón por la intromisión.

  • Carmen

    Tengo dos hijos, estupendos los dos, muchas veces pienso que no me los merezco.

    El nueve de diciembre nació mi segundo nieto, me quedé con mi nieta que aún no tenía los dos añicos. Mi otro hijo, que vive en Madrid, vino a conocer a su sobrino y a darle un abrazo a su hermano. Cuando ya tenía acostada a la nena me dice mi hijo recién llegado de Madrid: mamá, te tengo que decir una cosa, tengo una pareja, un chico.

     

    Y el tiempo se paró un momento.

    Solamente se me ocurrió decir: pero, compartireis fastos. Y mi hijo, escandalizado me contestó: mamá, por favor, vamos a compartir vida!. Y me eché a reír. Luego me contó que , en fin, cotilleos de quién era, donde trabaja y esas cosas. Los dos son mayores,. 30 y 33 años. Tienen buena formación y trabajos que les permiten vivir dignamente, aunque uno en Valencia y el otro, pues en Madrid.

    Se lo dije a mis hermanos, son mayores que yo que tengo casi 65. La respuesta fué conmovedora. Después de decirles, pues tengo un yerno, fué curioso, mis cuñadas lo cogieron a la primera, a mis hermanos se lo tuve que decir por segunda vez . Con los dos me pasó lo mismo. Y me dijeron, pues a apoyarlo a muerte, sigue siendo la misma persona y ahora te necesita más que nunca.

    He pasado un par de meses con un desconcierto total. No entendía nada. Hasta que me di cuenta que el problema era mío y no de mi hijo.

    Ya ha venido la pareja, como tal, dos veces a mi casa, que también es la de mi hijo. Una de ellas en Navidad.

    Lo he pasado realmente mal, pero mi hijo no se ha dado cuenta y está feliz. Pero no dejo de pensar que lo ha tenido que pasar mal y su madre no ha sido capaz de darse cuenta. Me consuelo pensando que se fue muy joven a Granada a estudiar caminos. Pero no sé si podré perdonarme lo alguna vez.

    Cada día que pasa estoy más y más orgullosa de él. Además de guapísimo, trabajador y encantador es un hombre valiente. Ha escogido el camino correcto, vivir en la verdad y con libertad.

    Querido muchacho. Olvídate del pecado. El pecado es un invento que te puede destruir. No lo permitas. No existe el pecado de querer a alguien. Sencillamente no existe.

    Si un día te aburres entra el los vídeos de José Arregi  que publica  fe adulta en Youtube.

    No te preocupes. Todo el mundo te va a querer igual y el que no te quiera, eso que se pierde. Y no cometas el error de no quererte a ti mismo. Eres un tío estupendo. Fijo.

    Un abrazo tan fuerte ,tan fuerte como se lo doy a mis hijos.

    • Carmen

      Lo acabo de releer
      Mi nieto nació el nueve de octubre, la que nació en diciembre fue la nena.
      No ha sido fácil para mí contar esto, pero quizá ayude
      No sé.
      Hay muchas personas que lo pasan mal por la homofobia de nuestra sociedad. A nivel teórico es muy fácil hablar. Los problemas empiezan cuando estás implicado directamente en un caso de homosexualidad,y eso es mucho más sencillo que la transexualidad. Me di cuenta porque las personas con las que hablé, lo tenían clarísimo, pero yo no. Decía,si,si,si, pero aaaaaaayyyyyyyyy. Por eso me di cuenta de que el problema era mío. Este tema lo tenía superhablado con mis críos. Lo tenía clarísimo, a nivel de ideas.
      Luego está la realidad.
      Por eso entiendo tan bien al muchacho, Pablo,no sé puede hacer una idea de hasta qué punto lo entiendo. Pienso en que mi hijo haya pasado por una etapa de dudas acerca de sí mismo y se me parte el alma
      Cómo es posible que no me diese cuenta. Cierto que no vive en cada desde los 18 años, pero por favor…
      Está noche he dormido a saltos. Uf.
      Me gustaría ayudarte a entender que el problema no es tuyo,es de la sociedad que te hace sentir desesperación.
      Olvídate del pecado, hasta el mismísimo Agustín de Hipona dice que al final se nos juzgará por el amor. Lo dijo en un arranque de sentido común. Nadie , pero nadie puede decirte que ser homosexual es en sí mismo pecaminoso. Nadie.
      En fin
      Cuídate mucho. A lo mejor esta conversación que tú has provocado, le viene muy bien leerla a otras personas. A lo mejor estás haciendo un favor a alguien o a álguienes.
      Besos
      Carmen

  • M.Luisa

    Gran consuelo han de ser  para el joven Pablo  estas palabras de Salvador Santos,  pero para mi vejez son también de un valor infinito  porque  al leerlas, casi con lágrimas, reafirman  la bondad de aquello  que  encontré en mi larga y solitaria  búsqueda.

    GRACIAS!

     

  • Salvador Santos

    Gracias a ti, Pablo.
    Porque nos has enseñado:
    1.    A tener iniciativa y entrar con valentía por un hueco ya olvidado (un artículo publicado hace año y medio).
    2.    A presentarse con sinceridad, tal como eres.
    3.    A solicitar ayuda con sencillez y humildad.
     
     El usted distancia; el acerca. En otra ocasión preferiré estar más próximo. ¿Te parece?
     
    Y, desde luego, no tienes ninguna deuda conmigo. El pecado (la opción por el sistema injusto) sí es una deuda; no, una mancha. Entre los que hemos optado por la justicia se han cancelado todas las deudas.
     
     
    Te mando un abrazo 

    • Mª Pilar

      ¡Gracias de nuevo Salvador!

      Así es como se da la posibilidad de crecer de dar la ¡Vida! que el Galileo Jesús proclamó.
      Abrazo entrañable.
      pili

  • Isidoro García

    Yo creo en la evolución de la conciencia personal, a lo largo de los tiempos, hasta llegar últimamente a un estadio en el que desplegar y desarrollar todo el potencial de nuestra naturaleza humana.

    Y en ese sentido, en las diferentes etapas de ese desarrollo evolutivo, nuestra “moral”, o sea nuestro comportamiento evoluciona paralelamente.

    En una larguísima primera etapa, (pongamos nuestros primeros doscientos mil años de paleolíticos cazadores-recolectores), nuestro comportamiento se guiaba por la mente tribal, de nuestro grupo social, cuya supervivencia, era la que nos facilitaba la nuestra.

    Luego en la segunda etapa, la del inicio lento pero imparable de nuestra autonomía personal, y de nuestra mente autoreflexiva y egoica, necesitábamos coordinarnos socialmente, facilitando la cohesión social, a través de la figura superior de “Dios”.

    Nuestro comportamiento se homogeneizaba y ordenaba, (generando la cohesión social necesaria), mediante el seguimiento general de unas normas exteriores “ordenadas por Dios”, a través de una casta sacerdotal y de una autoridad civil, que eran sus “representantes”.

    En la etapa final de nuestra evolución cultural y psicológica, esa cohesión social, la obtenemos dejándonos guiar por nuestra intrínseca naturaleza humana. ¿Por qué todos los perros hacen lo mismo?: porque siguen las conductas que llevan grabadas en su mente siguiendo su naturaleza de especie.

    Los mismos perros cuando son cachorros, y están en una fase inicial del desarrollo evolutivo de su naturaleza, hacen cosas “malas”, (hacen sus necesidades en casa, muerden y destrozan cosas, etc.), pero a medida que van desplegando su auténtica naturaleza, van aflorando su real conducta de especie: son lo que son.

    El humano desarrollado psicológicamente, es bueno de naturaleza. Más aún, no cabe juzgarle moralmente, es lo que es: no somos ni cerdos, ni ángeles. Somos humanos.

     

    Todo este exordio, viene a cuento del tema reabierto por Pablo-Iniciado. Sufres una contradicción entre tu naturaleza personal, que aflora imparable, y unas normas de “Dios”.

    Me viene a la memoria, una frase evangélica que Ramon Pannikar, cita del evangelio de Lucas, que figura en un Códice antiguo, (el Códice D (05) –Bezae), Perícopa detrás de Lc 6:4 +), y que fue eliminada del texto canónico, y que dice así:

    “Aquel mismo día, vió a alguien trabajando en el sábado, y le dijo: Hombre, si en verdad entiendes lo que haces, eres bendito; si en verdad no entiendes, eres maldito y transgresor de la Torah”.

    La clave es seguir honradamente la propia conciencia, bien informada, aunque esta pueda estar equivocada. Y los creyentes no deben tener miedo: Dios lee nuestros corazones. Los Evangelios nos dicen que las primeras palabras después de la resurrección fueron: “¡No tengáis miedo!” (Mt 28:10). 

     

    Yo además en mi comentario de hace año y medio, apuntaba que además, en normas casuísticas morales, y especialmente referentes a la moral sexual, hay que tener en cuenta, que están enormemente influídas por la cultura vigente de cada zona y cada momento.

    Y que acciones que un lugar son reprobables, en otros son normales. Y por eso, la moral sexual es una de las que más sufren la obsolescencia del paso del tiempo. Y por ello no es por casualidad, que la I. C. tenga en este tema uno de sus principales “escándalos”.

  • Santiago

    La opción por la injusticia nos separa del amor  de  Dios que nos manda a amarlo a El primero con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma y luego al prójimo como a nosotros mismos. Toda la Ley y los profetas se resumen en estos 2 mandamientos Es un amor efectivo pues no es el que dice “Señor, Señor” sino el que hace la voluntad de “Mi Padre” ES el que se encuentra en el camino de la salvación en el Reino, dice JC.

    Por eso S José, como era “justo” decidió dejar en secreto a María con objeto de no difamarla…y el “justo Abel” lo era porque no había optado por la injusticia de pecar, o sea de hacer el mal como lo hizo su hermano Caín que llegó a asesinar a su hermano por envidia … y Job permaneció en la justicia a pesar de grandes tribulaciones y siguió “amando a Dios sobre todas las cosas”…porque la justicia divina trasciende la justicia legal de los seres humanos.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

     

    • Carmen

      Me encanta su respuesta. Ha hecho un auténtico esfuerzo por tranquilizar al muchacho, pero está atado por las escrituras y no ha encontrado ninguna cita que hable directamente sobre este tema. Los judíos de antes consideraban la homosexualidad como una cosa horrrrriiiiible. Cómo entonces encontrar algo que aborde esa cuestión sin culpabilizar a quien se sienta con tendencias homosexuales?
      Pero…su humanidad le ha podido. Me alegro. Y mucho.
      Un saludo cordial.

      • Santiago

        Gracias por su comentario. Es la ignorancia la que lleva a la discriminación y a las “fobias” Pero el hecho de tener “tendencias e inclinaciones” nunca ha podido ser motivo de condenar a nadie. De hecho la Iglesia nunca ha condenado “sentir” sino que la falta consiste en”consentir” a una certeza pues el conocimiento ha de ser pleno. La humanidad en mi es parte de mi fe, son inseparables porque forman parte de una única verdad.

        La orientación sexual es compleja donde existen toda clase de factores desde los genéticos y hormonales como los ambientales, psicológicos y sociales. No se puede clasificar a ninguna persona por su orientación sexual porque la realidad es una variedad que va de un extremo a otro como en un continuum donde las categorías no se pueden separar sino que se entrelazan y se mezclan. Se habla de grados y de lo que es predominante. Por tanto no es una cualidad absoluta sino dependiente.

        TODOS los seres humanos estamos dentro de la Misericordia divina. Debemos conformarnos dentro de ella. Muchas veces no es posible responder completamente a la llamada de NS JC, en aquel momento y en aquellas circunstancias, puesto que nos atan las cosas de la tierra. Sin embargo, como ha citado el amigo Isidoro “Dios mira el corazón” ya que El mismo “modeló” cada uno y Su gracia es infinita. A los hijos particularmente hay que ayudarles en el camino de la bondad. Dios no pide lo imposible y no niega Su gracia a los que se la piden y guardan este anhelo en el alma a pesar de la debilidad de nosotros los humanos para responder a la llamada de Dios.Aceptar a los hijos como son y ayudarles en el camino del bien es una tarea propia de los padres. La oración continua de Santa Mónica convirtió su hijo maniqueo, Agustín, en un santo.

        Con mucho respeto y admiración

        Santiago Hernández

      • Carmen

        Me encanta lo de con respeto y admiración. No estoy acostumbrada a que las personas de iglesia me digan esas cosas.
        Me recuerda usted a mi antiguo alumno que ahora dice las misas y esas cosas en el colegio. Fuimos compañeros unos años y las discusiones eran superdivertidas .
        Un día,en una cosa de esas donde se tiene que confesar todo el mundo,no sé movía ni un crío. Me la cargo, pensé. Les dije: pero bueeeeeenoooo,si solamente tenéis que decir que lo sentía mucho y él os da una bendición,las bendiciones son siempre, siempre buenas!.Y me dijeron, confiesate tú y luego nosotros. Así que me siento delante de él y todos los críos mirando. Le dije: que dicen estos que si no me confieso yo,no se confiesan ellos. Me mira sin querer reírse porque se toma todo muy en serio y me dice : y?
        Pues nada, que siento todo el daño que he hecho queriendo y sin querer,sobre todo a estos. Entonces me dijo, tú eres como Nicodemo…y ante mi desconcierto me contó la historia de un señor que se subió a un árbol . Estás buscando, me dijo,y ancontraràs. Ay, Paco, le dije,no te enteras, ya he encontrado. Entonces me puso la mano encima de la cabeza y me dijo. Pues entonces, vuelve a tu sitio.
        Fue genial aquello
        Los críos se confesaron y no me la cargué con mis monjas.
        Porque cada uno piensa como puede, pero eso no quiere decir que no se pueda hablar con todas las personas del mundo mundial. Es más,es enriquecedor y divertido.
        Un saludo amistoso y cordial.

  • Salvador Santos

    Buenos días, Iniciado
     
    Un amigo me habla de tus entradas en este artículo. Tras leerlas, deduzco que tienes serias dudas relacionadas con el pecado. Te aporto algunos datos por si te fueran útiles.
     
    1.    El concepto más extendido de pecado, también el que se desprende de tus escritos, está asociado a alguna religión y a la transgresión de una norma.
     
    2.    En los evangelios, en cambio, el pecado está siempre relacionado con la injusticia.
     
    3.    El pecado nada tiene que ver con la vulneración de una ley. Consiste en la opción por la injusticia.
     
     
    4.    El proyecto de Jesús el Galileo (el reinado de Dios) se opone radicalmente al sistema injusto, llamado en el evangelio de Juan: mundo, en griego: kósmos = orden universal.
     
    5.    La opción por este sistema injusto sumerge en la maldad. Quien la toma queda invadido por el pecado. Los integrantes del proyecto del Galileo han abandonado el pecado. Ni ellos ni el Galileo pertenecen al mundo (Jn 17,16).
     
    6.    Pecado, pues, solo hay uno, la pertenencia al orden (mundo) este. En Jn 1,29 se pone en boca del Bautista: “…este es el que quita el pecado del mundo”
     
     
    7.    El Galileo fue víctima de la religión desde su nacimiento. No se le ocurrió fundar otra. Ya había bastantes. El concepto de pecado en las religiones es un excipiente con el que inocula el miedo, se invade el pensamiento libre y se esclaviza como ejercicio de dominio.
     
     
    Aprovecho para mandarte un cordial saludo

    • Mª Pilar

      ¡Gracias Salvador, hermosa y liberadora respuesta!
      Abrazos
      pili

    • Iniciado

      Hola Salvador:

      Le agradezco muchísimo esta respuesta, que me ha ayudado a saber distinguir en qué consiste el pecado: en optar por la injusticia. Ciertamente, y a la luz del Catecismo, es muy coherente. Yo no había pensado así, así que gracias de nuevo por abrir mi mente.

      Creo que puedo vivir algo -mucho- más tranquilo por esta respuesta.

      Agradecido y en deuda,
      Pablo.

    • Carmen

      Bravo!!
      A veces pienso qué va a ser de la iglesia cuando la generación a la que usted pertenece ya no esté. La gente más joven ha cerrado filas y está habiendo un retroceso bestial. Los fundamentalistas están ganando terreno de una manera preocupante.
      Bravo, bravo y bravo.
      Besos
      Carmen

    • Carmen

      He leído su artículo sobre el hombre del cántaro que lo ha recomendado George R
      Magnífico.

      Y qué podría decirme acerca del hombre cubierto con una sábana que sale del huerto de los olivos? No sé en qué evangelio está, pero es algo que me ha intrigando siempre. No entiendo por qué cuenta eso el autor.
      Si tiene tiempo, ganas de escribir y humor,soy toda ojos para leer.
      Besos
      Carmen

  • Iniciado

    Hola.

    Soy nuevo por aquí, y joven -22 años. Aunque siempre he estado familiarizado con la TdL y sus vertientes eclesiales y sociales, ha sido hace unos días cuando he podido ponerle nombre y saber que no eran imaginaciones mías, que hay un sector de la Iglesia (que no se declara en cisma, importante esto), que opta por los pobres y los tiene más en cuenta de lo “aceptable”.

    Siento si mis palabras o interpretaciones son erróneas, o si no sé expresarme con claridad, pero ya les digo soy nuevo.

    A la misma vez, hay un tema que me preocupa: ¿es la TdL más “abierta” en cuanto a la homosexualidad? Por lo que he leído en este artículo, y según lo que expuso Aquino, si existe una gratuidad, amor y dedicación verdaderos, es posible que esa relación homosexual sea lícita -o cuando no, no sea pecado.

    Por caridad y por misericordia, respóndame alguien, pues no encuentro respuesta.

    Saludos y gracias,

    P.

    • Mª Pilar

      Iniciado:
      Lo que me parece más adecuado a su petición es:

      ¡Póngase en contacto directamente con él!
      Explíquele sus dudas y la necesidad de información personal, o que le diga a quien puede dirigirse en el lugar donde Vd. habite.

      Creo que eso le ayudaría de verdad en sus dudas.

      Lo que cada una de las personas que estamos en Atrio podemos decirle… siempre será la respuesta de cada cual con sus peculiaridades.

      Dado su juventud, me parece más oportuno, que se dirija directamente a la persona de Jesús Martínez Gordo, porque él tiene la información necesaria.
      Atrio, le podrá dar su dirección si el mismo Jesús Martínez da su beneplácito.

      Deseo de todo corazón que encuentre de verdad lo que está buscando.
      mª pilar

    • George R Porta

      Me considero católico y he sido psicoterapeuta por casi 38 años. Permíteme comentar lo siguiente acerca de tus inquietudes y hacerlo desde ese ángulo profesional:
      1. La opinión que te ofrece arriba María Pilar (Cf. En este hilo 11 enero 2018, 13:28 pm) es muy válida. Así pues, pide al autor o si lo prefieres a la redacción de Atrio que medie la comunicación con el autor. La protección de la privacidad de quienes participamos en Atrio, incluyéndote a ti mismo, así lo exige. Basta con solicitarlo con otra nota en este hilo.
      2. Es importante el hecho de que tengas dudas. Fuera igual si se trata de una duda que te concierna personalmente o si concierne a otra persona. Desde el punto de vista de la Teología Moral la duda elimina una de las condiciones tradicionales de pecaminosidad: Si la conducta que sea es percibida dudosamente como pecado, pues aún no lo es. Así pues, no te angusties ni por ti ni por la persona a quien concierna tu pregunta. La angustia no es buena. En el amor del que predicaba Jesús según le atribuyen los evangelios, solo cabe la confianza en su compasión, comprensión, misericordia, en su amistad y benevolencia.
      3. Por otra parte, Jesús (y asumo que seas cristiano) era amigo y compartía con toda clase de personas que sufrían rechazo, condenación, desprecio, hasta persecución. Esos amigos/as de Jesús eran considerados indeseables llegando a poder merecer algunos de ellos/as, en opinión de la Ley y la religión de Israel, la muerte por lapidación o apedreamiento.
      Si hemos de creer que las narraciones evangélicas son suficientemente confiables, nada de ese desprecio o condenación social impidió a Jesús aceptarles y sentarse con ellos/as a cenar o quizás compartir una copa de vino y conversar. Más aún, tengo para mí como cierto, que los chistes a veces pudieron ser procaces o crudos, pero imagino a Jesús perfectamente capaz de reconocer el buen sentido del humor de la sabiduría callejera de aquellas personas no importa los ropajes de un lenguaje más o menos soez.
      4. Un colaborador de Atrio de opinión muy autorizada en la exégesis del evangelio conocido por «Marcos» ha escrito sobre un episodio muy interesante y concerniente al campo de tus dudas. Este enlace te conduce a dicho artículo aquí mismo en Atrio: http://www.atrio.org/2010/07/el-hombre-del-cantaro/ . No te lo pierdas, léelo. Lo encontré fascinante y muy esclarecedor. He divulgado entre algunos de mis pacientes ese artículo y lo han apreciado.
      4. Por último y, precisamente, porque parece que sufres en y por causa de tus dudas, te sugiero lo siguiente.
      4.1. Nada hay más transformante que confiar y hacerlo con el firme propósito de no importa el resultado, revisar la propia conducta incluyendo los propios sentimientos con la mayor sinceridad y el mayor deseo de descubrir la verdad.
      4.2. Si dudas es porque sientes o piensas que la homosexualidad pudiera ser o no ser pecaminosa. Tanto la homosexualidad puede en efecto serlo, cuanto lo puede ser la heterosexualidad. Lo que es terrible es servirse de los demás, fingir el amor, no amar auténticamente.
      4.3. Ni la una ni la otra son más que constructos intelectuales. Solo existen las personas homosexuales o heterosexuales y todos podemos actuar mal.
      4.4. Continúa tu esfuerzo de discernimiento, escucha a tu corazón, pero no abandones tu cerebro. Aquél no sabe discernir a solas, éste tampoco sabe amar pensando. Camina en busca de tu verdad, sé sincero, se auténtico, sé humilde, y sobre todo no temas buscar la verdad, aunque anticipes que la verdad que encontrarás no te vaya a gustar. Aguarda y detén tu juicio hasta encontrarla.
      4.5. No te lances piedras a ti mismo, pero tampoco te permitas el autoengaño por vagancia o conveniencia. Ya verás que posiblemente alguien que se considere preferentemente hetero u homosexual puede cometer el mal o el bien, lo mismo que el resto de las personas.
      5. Posiblemente tengas una vida larga por delante de ti o por lo menos te deseo una vida buena y feliz y suficientemente prolongada. El mero hecho de solicitar ayuda indica que puedas ser una persona inteligente y sensible. Eso es bueno, aunque te sientas vulnerable lo cual también puede ser bueno.
      6. Protégete en todo sentido: Preservar la salud física y no desperdiciar el amor con quien no es aún capaz de valorarlo es un deber universal y una necesidad de supervivencia. Sé bueno contigo mismo igual que con los demás, pero haz todo lo necesario a tu alcance para adiestrarte en el discernimiento y en el conocimiento de ti mismo. Ninguna otra persona puede comprenderte mejor que tú mismo, pero tú mismo, a solas, tampoco puedes lograrlo sin correr el riesgo de confundirte.

      Te deseo lo mejor y que pronto dejes de sufrir por tus dudas, lo mismo si se trata de ti como si se trata de otra persona. Ama, pero no desperdicies tu amor con quien no aprecie debidamente ser amado por ti. Por tu parte, agradece y aprecia el amor que recibas. Recuerda que el amor es más que el mero afecto y que las pasiones son humanas y capaces de causar tanto la felicidad cuanto sufrimiento. Anímate, la vida es bella si uno/a sabe cómo vivirla bien, benignamente. Un abrazo cordial.

    • Iniciado

      Estimados (y ya queridos) Mª Pilar y George:

      Muchísimas gracias por sus palabras, porque pensaba que nadie se interesaría -más allá de Cristo, en Quien sí confío y al que amo por encima de todo.
      Cabe decir, por supuesto, que ante estas dudas, no he tomado más caminos que el discernimiento, entendiendo que cualquier acto fuera del amor no es aceptable. Por eso dudo de si es “amor” real el homosexual, por eso espero, y por eso me quiero informar antes de cualquier paso mal dado.

      En cuanto al hecho de ponerme en contacto con el autor (George, espero no piense que he olvidado sus palabras, pero creo que cuanta más información, mejor, aunque ello me lleve a tener más dudas…), ¿debo registrarme en Atrio? ¿O simplemente con poner un post aquí se pondrán en contacto conmigo?

      Muchísimas gracias de nuevo, y Dios oiga sus oraciones y bendiga a todos los miembros y participantes de esta web.

      P.

      • George R Porta

        Estimado Iniciado: Nada mejor que dirigirse al autor. Deje una nota en el Tablón, a la izquierda de la pantalla encontrará el lugar y la redacción de Atrio, cuando la lea, le responderá. Ellos tienen su Dirección de e-mail.
        Le deseo lo mejor y, como le dije, yo prefiero como Pili, que se dirija usted al autor del artículo. Le deseo que no se desanime y que pronto se sienta más seguro y tranquilo del modo que mejor sea. Un abrazo cordial.

    • Jesus Martinez Gordo

      Querido Iniciado y amigos

      No me sorprende que este asunto salte nuevamente a la palestra. Es otra de las muchas asignaturas pendientes que tiene la Iglesia católica. El papa Francisco ha ensayado una ligera aproximación renovadora en este sentido y se ha encontrado con un muro (cada día más minoritario,pero muro) que hay que superar con diálogo abierto y argumentos. Es la única manera de afrontar un cierto atavismo que se apodera de muchos sectores de la Iglesia cuando se abordan estas cuestiones.

      Queriendo remar en esta dirección, me permito subir unas páginas del último libro que he escrito y en el que expongo el estado actual de la cuestión.No creo que el editor tenga problemas, habida cuenta de que se trata de informar sobre el asunto y que, quien desee una información más detallada, puede encontrar en el libro citado una exposición historiada de los debates en los dos últimos sínodos. El texto que subo es de J. Martínez Gordo, “Estuve divorciado y me acogisteis. Para comprender Amoris laetitia”, PPC, Madrid, 201, pp. 135-139

      “– Aporte para una revisión doctrinal. Fallido el intento de una aproximación empática e inclusiva, ya importaba poco que hubiera aportaciones que, como la del dominico Adriano Oliva, sostuvieran la procedencia de un cambio no solo de perspectiva, sino también doctrinal, en lo tocante a las personas homosexuales . Visto lo que había pasado parecía una contribución extemporánea que convenía aparcar a la espera de mejores tiempos.
      Y, sin embargo, no dejaba de ser interesante por la coherencia argumentativa que presentaba y por el esfuerzo en superar posibles atavismos que, más pronto que tarde, tendrían que desaparecer, a pesar de que siguieran presentando una enorme fuerza en muchos lugares de la Iglesia y, por supuesto, en tantos o más fuera de ella. Quizá por ello no estaba de más escucharla y ver si efectivamente abría las puertas a un futuro más integrador y menos excluyente que el que se respiraba después del Sínodo extraordinario de 2014.
      Según A. Oliva había que revisar la equiparación moral que el Catecismo acababa estableciendo de hecho entre comportamiento homosexual y sodomía. Al ser consideradas ambas como «intrínsecamente desordenadas», al homosexual que pretendiera ser a la vez cristiano solo le quedaba renunciar a toda relación sexual.
      Sin embargo, proseguía, era una exigencia que les discriminaba con respecto a las personas heterosexuales, ya que, al obligarles a no realizar «actos homosexuales» y proponerles la vida célibe como única alternativa, les cerraba la posibilidad de elegir. Urgía, por eso, a repensar la doctrina moral recogida en el Catecismo para desterrar cualquier atisbo de injusta discriminación y poder acoger a estas personas en la Iglesia «con sensibilidad y delicadeza».
      Metido en tal tarea denunciaba, apoyado en otras investigaciones, la improcedencia de identificar los «comportamientos homosexuales» con el pecado de «sodomía». Semejante asociación no era de recibo. Había que desecharla y, obviamente, no quedaba más remedio que revisar la supuesta inmoralidad de los actos homosexuales y de la misma homosexualidad a la luz de tal desmarque. Y proponía seguir en este asunto la puerta abierta por santo Tomás.
      El Santo de Aquino, informaba A. Oliva, se tomaba en serio la realidad y la vida concreta de las personas. Por eso no aceptaba la existencia de la naturaleza humana en abstracto, sino solo concretada en las personas de carne y hueso. Y tampoco una ley natural única y uniforme, sin gradualidad, sin una diferenciada obligatoriedad y al margen de las excepciones. Partiendo de esta manera unitaria de ver la realidad y la vida se preguntó, estudiando el caso de la sodomía, si era conforme con la condición humana la existencia de una inclinación y de un placer «innatural» o «contra la naturaleza», es decir, con personas del mismo sexo.
      Su respuesta fue que dicha inclinación, y por tanto la búsqueda del placer correspondiente, sin dejar de ir contra la naturaleza específica y general del ser humano, era, sin embargo, «connatural» o «según la naturaleza» de esa persona individualmente considerada. Era así como se concretaba la naturaleza humana general y específica. En esto consistía su «alma», es decir, lo que constituía y cualificaba a cada ser humano en cuanto tal .
      Por tanto, la inclinación homosexual no era para santo Tomás una cuestión cultural, sino antropológica. Desgraciadamente, una vez llegado a esta conclusión no la desarrolló. Se limitó a continuar con sus consideraciones sobre el acto sodomítico como pecado contrario al mandamiento de Gn 1,28 de crecer y multiplicarse.
      Esta aportación, apuntaba A. Oliva, abría las puertas a un oportuno desarrollo doctrinal en lo relativo a la concepción del amor, de la sexualidad y del mismo matrimonio. Y más a partir del momento en el que la Iglesia había reconocido que en la vida matrimonial se daban circunstancias en las que era posible desligar el mandato de procrear y la mutua comunicación del amor .
      Pero no solo facilitaba articular la mutua comunicación del amor y la procreación desde la centralidad de la primera. Oportunamente puesta al día, también permitía superar la discriminación de los homosexuales; posibilitaba su acogida eclesial con sensibilidad y delicadeza y diferenciaba la sodomía de la homosexualidad.
      En efecto, apuntaba A. Oliva, la revelación cristiana reconoce que el acto sexual –fundado en la inclinación connatural– es moralmente aceptable si queda inserto en una relación única, fiel y gratuita. Por tanto, los actos humanos –como coronación de la inclinación connatural– son buenos o malos dependiendo de si la relación que un homosexual mantiene con la persona amada es única, fiel y gratuita. Cuando mantiene un trato en estos términos, está desarrollando aquello que le constituye y cualifica como ser humano singular –el «alma»–, es decir, está realizando y desarrollando plenamente su existencia de persona homosexual, sin tener que frustrar –como así lo pide el Catecismo– su connatural capacidad de amar. Se estaría hablando de una relación homosexual que, por atenerse a dichas notas, tendría que ser acogida por los católicos como moralmente aceptable, de forma análoga a la heterosexual.
      A la luz de esta aportación era posible diferenciar la naturalidad y connaturalidad de la inclinación homosexual –aplicable a la bisexualidad y a la transexualidad– de la sodomía. Este último sería un acto moralmente reprobable, porque mantiene una relación en la que no existen para nada amor exclusivo, fidelidad y gratuidad. Al carecer de ello va «contra la naturaleza» de la persona homosexual que pretende ser cristiana.
      Evidentemente, la relación de una pareja homosexual no es identificable con un matrimonio, porque no puede estar abierta, por sí misma, a la procreación. Pero conviene tener presente, apuntaba A. Oliva, que santo Tomás no aceptó que dicha procreación fuera la esencia del matrimonio y del acto sexual. Si se aplicara semejante doctrina habría que concluir, sostenía el Aquinate, que la relación entre José y María tampoco fue matrimonial y que, por ello, no fue una unión verdadera y perfecta, sino aparente y falsa . Y otro tanto sostiene el magisterio pontificio en la carta encíclica Humanae vitae cuando, afrontando la cuestión de la paternidad responsable, admite la posibilidad de una relación sexual única, fiel y gratuita, y excepcionalmente no abierta a la procreación .
      A la luz de estas consideraciones, concluía el dominico, cuando la relación homosexual es vivida en dichos términos, cuesta no reconocerla como habitada por elementos de verdad y como un camino de santificación. Por ello no tendría que haber problema alguno para que los homosexuales católicos pudieran participar en los sacramentos ni para que fueran integrados plenamente en la comunidad eclesial.
      Era una reflexión que, indudablemente audaz, quedaba para ser retomada en otra ocasión y en otro momento más propicio que el presente.”

      Espero que ayude al diálogo
      Un cordial saludo

      • Iniciado

        Bravo, genial, maravilloso!!! Como todos los comentarios que aquí me habéis remitido para ayudarme. Os doy a todos las gracias sin excepción, os encomiendo a Dios, de verdad, mi total agradecimiento.

        Al autor de la entrada por esta respuesta, a Isidoro por volver a comentar, a Salvador por los ánimos, a Mª Pilar y Mª Luisa por el interés, a George por el consejo, y a Santiago por aclarar.

        No puedo decir más que gracias de nuevo.
        Un abrazo enorme a cada uno,
        Pablo.

  • Joel

    Que no,Isidoro, que no, que el dar por retambufa es una bestialidad aquí y en Manila. Y nada más.

  • Isidoro García

    A mí este, es un tema del que me cuesta muchísimo hablar. Yo como la gente de mi edad, y educados y moldeados en el nacional catolicismo más tradicional, he quedado traumatizado de niño sobre todos estos temas.

    No he sufrido, (que yo recuerde) ninguna experiencia traumática, pero yo personalmente, que era muy inexperto en todos estos temas, llegué al matrimonio, (al final de la época de Franco, 1972), tan desorientado y marcado, que fue posiblemente una de las causas de mis dificultades matrimoniales.

    Toda mi vida he tenido que arrancarme esos estereotipos trentinos, (me quedé estupefacto cuando me enteré de que el P. Astete, que fué mi catecismo de catequesis, era del siglo XVI), que nos han marcado inevitablemente). (Es dificilísimo arrancar las cosas profundamente gravadas).

    Y moriré en esa batalla. Es como el drogadicto o el alcohólico rehabilitado, siempre ese será nuestro talón de Aquiles emocional. Por eso comprendo la situación de tantos y tantos sobre todos estos temas, que en sí mismos, son inocuos y de segunda fila, pero que a nosotros nos han marcado auténticamente.

    Menos mal, que el tiempo que es sabio, nos barrerá muy pronto, y se eliminarán así esos resabios absurdos y lo que es peor, alienadores.

    Entrando en el artículo, la “delicadeza” del tema, ha hecho que no me ha quedado claro, del todo. Dice:

    “Cuando se procede a dicha evaluación desde tales criterios, hay que reconocer que se dan relaciones homosexuales perfectamente aceptables por la moral católica. Y que, igualmente, existen otras que, al no ajustarse a ellos, van “contra la naturaleza” de la persona homosexual, incurriendo en lo que sería tipificable como sodomía”.

    Si es lo que parece, a mí me parece una posición casuista y arbitraria. Se que es un tema muy delicado, (por todo lo que dije antes), pero creo que la sodomía en las relaciones hombre-mujer, es ya una forma de relación sexual de pareja, común y natural: tan natural como la vida misma.

    Y si lo es en las relaciones heterosexuales, ¿por qué ha de ser distinto en las homosexuales?.

    Sé que algunos hablarán de relativismo moral. Yo me considero una persona de orden, pero lo malo de llevar una vida demasiado ordenada, es que siempre es otro el que te la ordena, (Twiter dixit).

    Lo de la moral natural, es el último bastión de muchos para seguir imponiendo sus criterios personales. Lo malo es que lo “natural” de la moral, no lo designan los conocedores de la naturaleza, los científicos, sino los moralistas y teólogos, que muchos de ellos, apenas saben quién era Newton.