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Inclinar la balanza… ciencia y fe, 3

pensador

Curso-Taller de Atrio
A partir del libro inédito

INCLINAR LA BALANZA… UN CIENTÍFICO ANTE DIOS

de JORGE FELIP FERNÁNDEZ   (Ver Perfil)
Destilados de OSCAR VARELA  (Ver Perfil)

Capítulo Tercero: ¿EXISTE DIOS?

1. Buscando respuestas

 

(01) El concepto de Dios proviene del ámbito religioso, de la tradición de los pueblos,

El concepto de lo Absoluto depende de argumentación filosófica, a base de razón y lógica.

No son lo mismo. Pero además, la Ciencia los ha descafeinado al sustraerle su sustancia.

(02) Para los creyentes, el mundo y el hombre requieren de un Hacedor, un Dios, Creador.

Para muchos, no. El orden del Cosmos tiene causas intrínsecas al propio sistema.

Para otros, mostrar razonablemente la existencia de Dios es complicarse sin necesidad.

Otros evitan las molestias de ser creyente y se ponen en contra de la existencia de Dios.

(03) El creyente necesita a Dios para afirmar la trascendencia después de la muerte.

Los escépticos lo niegan porque la función mental del alma desaparece con el cadáver.

Además, la multitud de imágenes de Dios son sostenidas por grupos de poder para el sometimiento.

Pero esto no es tan de sencillo: cada afirmación anterior tiene su contrapartida.

Sin embargo, acabar con una religión culpabilizadora es una meta de las sociedades avanzadas y de cada hombre.

(04) Algunos afirman que lo de Dios y lo religioso es para débiles e inmaduros.

Otros toman una postura pragmática más cómoda: una indiferencia hacia Dios inservible.

2. Idolatría y paganismo

 

(01) Llenar el vacío de la vida no es fácil. Se busca el modo de poder llenarlo.

* Uno sería poner las cosas en el centro de la vida, adorarlas idolátricamente.

* Otro es congraciarse con la suerte mediante creencias y prácticas mágicas.

* La actual civilización prefieren estos: dinero, poder, poseer cosas, salud, reconocimiento, seguridad, sexualidad, placer, diversión y también sabiduría y conocimiento.

(02) Esto es el paganismo que desde el siglo tercero fue vencido por el cristianismo.

 

3. El materialismo/egocentrismo

 

(01) La vida de cada uno y sus circunstancias, son controlables y podemos esperar suerte, fortuna y bienestar dentro de límites razonables, sin dioses ni espíritus ni magias.

El azar queda reducido a anécdota y accidente, pero no será la causa de lo que suceda.

(02) Aquel bienestar al que todos aspiran, muchos lo procuran solo para sí mismo. Ejercitan una total indiferencia hacia los demás, yendo de “listillos” aprovechadores.

 

4. El humanismo/relativismo

 

(01) El humanismo se basa en la libertad y la dignidad de la persona humana sin exclusiones.

El relativismo y la indiferencia son una grave irresponsabilidad.

Necesitamos una ética mínima común y consensuada, independiente de las creencias personales.

(02) Las fallas y fracasos no tienen que frustrar nuestros empeños y convicciones.

Hay que luchar alerta contra las causas de la indiferencia:

* Manipuladores de la información (centros de poder político y financiero).

* Irresponsabilidad, ocultación de injusticias, fraudes, mala voluntad, mentira, etc.

 

5. El ateísmo/religión

 

(01) En occidente, la religión convenció que el ser humano sin lo religioso es un malvado despreciable.

(02) A esta prédica se opuso el humanista del cuatrocientos, conservado por protestantes, resurge en la ilustración y el modernismo para alcanzar la máxima beligerancia en el marxismo comunista y ateo.

(03) Hay un ateísmo beligerante profundamente humanista y ecologista de fuerte ética y moral.

Acusa a la religión de ser antihumanitaria, abusiva y supersticiosa.

Por otro lado, a las clases dominantes no les conviene ese planteamiento.

(04) Aunque el humanismo marxista está hoy en retroceso, pienso correcta su crítica de rechazar toda religión por excluyente de los que no sean del grupo de sus fieles.

Ya no es posible oponerse por razones religiosas al derecho, la libertad, la dignidad del hombre.

La indiferencia y el relativismo ético no se combate con religión sino con argumentos y razones.

 

6. Crítica atea a la existencia y concepto de Dios

 

(01) La antigüedad no explicaba el mundo y el hombre sin la intervención de Dios (o dioses). Con la Ciencia aparece desde el siglo XX otra alternativa.

Desde la modernidad las pruebas de la existencia de Dios quedaron en suspenso. Las más importantes fueron las cinco vías de Tomás de Aquino y la prueba ontológica de Anselmo de Canterbury.

*De Tomás: Que los fenómenos sigan ciertas leyes, no exige que haya un autor, pues esto no es un dato sino un juicio de valor. Y el valor de algo no implica que ese algo exista.

*De Anselmo: La perfección de Dios contiene la existencia, pero si dejamos de pensar en la perfección ¿Dios desaparece? Decir que “todos” tenemos la idea de perfección es también un juicio de valor y no un dato.

La única prueba de existencia de un ser es mostrarlo y de Dios no es posible hacerlo ni es evidente para todos.

(02) La existencia de Dios no puede probarse ni mostrarse, pero tampoco su no existencia.

(03) Teístas y ateos están iguales ante la existencia o no de Dios: no es una evidencia.

La existencia o no de Dios es un juicio de valor que da lugar a una decisión.

 

7. El agnosticismo

 

(01) Agnósticos son los que no se cuestionan nada acerca del más allá,

Simplemente se desentienden del problema.

(02) Agnósticos son también los que, sin negar su existencia, niegan poder conocer lo del más allá.

Observa la realidad con perplejidad y asombro, maravillado y deslumbrado por lo que queda fuera de sus posibilidades y capacidades cognitivas.

Siente la fuerza de atracción del abismo insondable, misterioso y oculto.

 

8. El principio de causalidad

 

(01) En Ciencia, los objetos o entes físicos y procesos, por complejos que sean, pueden darse con autonomía propia en sistemas muy alejados del equilibrio.

No es necesario postular saltos o intrusiones de fuerzas sobrenaturales.

La Física de Newton se basa en el principio de causalidad, implicando un cerrado determinismo.

El escepticismo de Hume puso en entredicho ese principio de causalidad, dándose solo coincidencias espacio-temporales.

(02) Cuando una única variable afecta al resultado podría deducirse que sea su causa. Este principio –aunque débil, pues habría que probar “todas” las variables– se ha mostrado eficaz y confiable en Ciencia, pues permite predecir las alternativas del suceso siguiente con cierto grado de probabilidad.

Pero las causas actuales de un suceso concreto, presentan indeterminación en grado diverso.

Hay que admitir que existe “algo” que elige cuál de las posibilidades o alternativas que tiene un sistema, queda fijada en el tiempo.

Ese “algo” que hace que las cosas sean y lleguen a la existencia, todavía se desconoce y podría ser interna al sistema o no. Si no lo es, cabría pensar en una causa externa en relación con cierta actividad de lo Absoluto.

Queda el ser humano ante una decisión libre.

 

9. La estricta precisión de las constantes naturales

 

(01) Desde las estructuras más simples e insignificantes, a las más complejas y gigantescas, desempeñan funciones que relacionan todo entre sí, dando una red integrada, en la que todo encaja en un orden preciso y exuberante, que nos produce perplejidad y asombro.

(02) Todo lo que existe depende de límites muy estrechos, el Universo, la Tierra, la Vida, el Hombre, subsisten en el borde mismo de su destrucción.

(03) Durante la evolución de la vida, se han producido fenómenos de una improbabilidad casi total:

* estabilidad de macromoléculas de los ácidos nucleicos y proteínas en ambiente hostil,

* simbiosis de procariotas para dar a los eucariotas,

* coordinación de células dando un organismo pluricelular y

* una enormidad de sucesos complejos o de detalles insignificantes, produjeron la evolución de la vida en la Tierra tal como es y no otra.

(04) Por ello, es prácticamente imposible que la evolución de la vida se repita de forma semejante a la ocurrida en la Tierra durante los 3.800 m.a. desde su origen y además expuesta a la extinción sobre todo en las repetidas crisis biológicas de enorme calado.

 

10. Fuerza y Sabiduría

 

(01) De acuerdo con lo anterior (punto 9), quiero proponer una (impersonal) Fuerza y Sabiduría creadora y sostenedora, que abre cierta posibilidad a lo que es tan improbable y asombroso.

(02) Esa postulación no necesita ser conocimiento de la realidad, ni lógica de su existencia.

No estoy pensando en el Espíritu de Dios como arquitecto del mundo, ni especulo metafísicamente con entes o principios.

 

11. El Espíritu de lo Absoluto

 

(01) Lo dicho sólo señala el núcleo del problema, pero apuntan a cierta actividad de lo Absoluto. Y si se piensa en la inmutabilidad de lo Absoluto por contraste puedo hablar del Espíritu de lo Absoluto en razón de su actividad.

(02) No pienso en un Espíritu como algo invisible, presente en el hombre y en el mundo:

* como un fantasma (animismo), o

* como un fluido mágico (espiritualismo o vitalismo), o bien

* como sustancia o esencia de las cosas, (esencialismo u ontologismo).

Esta vía de conocimiento no es tal, por ser confusa, contradictoria y casi siempre irracional.

(03) De lo Absoluto podemos ver su actividad, pero no su contenido.

La actividad de lo Absoluto o su Espíritu hace que las cosas sean, (Fuerza y Sabiduría) eligiendo entre las alternativas que el sistema genera con completa autonomía. Crear significa aquí elegir, un “hágase” que fija cada presente.

Pero su contenido sigue siendo desconocido, lo totalmente distinto, lo Otro Incognoscible.

 

12. Mi decisión

 

(01) El Espíritu de lo Absoluto es su manifestación, su actividad.

Ese Espíritu que está detrás de todo cuanto existe y ocurre es el que me interesa y en el que creo.

Esta fe se apoya en una decisión libre, en la creencia razonable de que:

*  el Poder, la Fuerza del Espíritu, es lo que crea y sostiene el mundo en cada presente.

(02) Los ateos, al negar lo Absoluto distinto de la Realidad Física, no pueden admitir esa Fuerza y Sabiduría.

Hay agnósticos, en cambio, que las admiten -con respeto y perplejidad-, pero impersonales.

(03) Creo en esa Fuerza que sostiene y la Sabiduría que hace.

No puedo probar la necesidad de su existencia, pero tampoco me pueden demostrar lo contrario.

Brota del asombro y perplejidad al contemplar la naturaleza y la vida.

(04) No es una posesión de verdad intolerante, sino una decisión por dar una justificación razonable.

A mí me “gusta” pensar que todas las causas (conocidas o no) dependen de la actividad del Espíritu.

(05) Si hablo de Fuerza creadora hablo del misterio.

Si hablo de Sabiduría hablo de la necesaria para sostener el mundo.

Ambas, por mi opción de fe, las considero en Dios.

Donde haya fuerza positiva, constructiva, creadora, allí estará presente la Fuerza y Sabiduría de Dios.

…………………………

(FIN del Capítulo Tres)

NOTA DE ATRIO: Tras dejar pasar una semana por la navidades, el curso-taller reemprenderá el 5 de Enero. ¡Feliz Navidad!

30 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

    La “clave” del Artículo y al que se refiere la queja de don Pepe

    * NO es sobre los modos de funcionar la inteligencia,

    * SINO del modo de funcionar “el intelectual” en el mecanismo social

    ………………………

    Por ejemplo, leemos:

    – “Lo que parece grave es que en el lugar de los reyes, de los duques y de las tradiciones, en las asambleas, en los Gobiernos y en las plazas públicas aparecen entonces los intelectuales.

    – No han sabido renunciar a la tentación. Querían mandar.

    De 1800 a 1900 la inteligencia ha hecho su ensayo de imperialismo y los intelectuales han ascendido a los puestos más elevados de la sociedad.

    Nunca habían sido tanto; es de prever que nunca volverán a ser tanto.

    ………………………..

    ¿Ok?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

    NOTA (para ATRIO) aplicable a otras “castas”:

    * la de las “jerarquías religiosas“,

    * las “teologías de los teólogos“.

  • M.Luisa

    Queridos amigos antes que nada, ya que no he podido entrar los días previos a la Navidad,   desearos a todos de corazón un feliz Año Nuevo!!.

     

    Brevemente, ahora, entrando en materia,  me gustaría decir algo respecto  al comentario de Oscar del pasado día 19 de Diciembre en el que, al incluir el  artículo   sobre “La Reforma de la inteligencia” de Ortega,  dice, al final de aquel, que  éste   se siente incomprendido hasta incluso  por parte de sus más allegados discípulos.

     

    Pues bien, para ser justos  debería tenerse en cuenta que, al menos para uno de ellos como lo fue Zubiri,  no sólo comprendía éste las ideas propuestas  por su maestro Ortega en aquel artículo,   sino que  además siguiéndolo como discípulo suyo   vino aceptando durante mucho tiempo  que la actividad cognoscitiva  de la inteligencia  y la razón están supeditadas a la realidad de la vida. No obstante sí que con posterioridad,   Zubiri reconocerá  que el vitalismo juzga muy deprisa todo producto teorético en función de su valor para la vida.

    Esta consideración se acrecentará y  unos años más tarde, llevado por el   arrastre del problematismo de la realidad que, Zubiri,  ve acontecer  ostensiblemente en nuestras vidas,   abordara  por  vez primera, desde su propia perspectiva filosófica,  el tema del conocimiento humano.  Pero  esto no  significa  en modo alguno  que al desarrollarlo desde este nuevo enraizamiento dejara de comprender   a su maestro sino más bien  lo que significaba era que lo asumía trascendiéndolo.

     

    Cuando se dice que la inteligencia humana es un azar se la está considerando como un ente que estuviera ya facultado sin tener en cuenta su capacitación para precisamente  estarlo. De ahí su aspecto azaroso…ahora una cosa, ahora otra.

     

    Cuando Zubiri aborda el tema del conocimiento no habla de la inteligencia, no se refiere a ella,  sino a la intelección. Para  él la inteligencia sólo es el abstracto de la intelección misma. Es ahí  en donde     el acto de esta acción    le otorgará  a la inteligencia facultad. No se trata de hacer, pues, metafísica de la inteligencia sino de entrar en la estructura interna del acto del inteligir mismo.

    De acuerdo que no sea un hábito, como leo que dice el comentario de Oscar, pero sí una habitud, es decir,  una forma de “quedar”  intelectivamente las cosas en la intelección  humana. Al tener la inteligencia una primaria condición biológica se liquidan las dicotomías entre lo psíquico y lo orgánico o entre los diferentes estratos del ser humano. La intelección, por tanto, desde este punto de vista es el modo humano de habérselas con las cosas.

  • Jorge

    Gracias Oscar por traer este artículo de 1923 sobre la inteligencia. Mi ánimo no va por discutirlo sino por verme en cierto modo reflejado en él. Es que en estos últimos casi 30 años de mi vida me he dedicado en soledad a darle a las neuronas, siendo mi proyección política nula y mi círculo social estrecho. Mi problema: resolver las numerosas contradicciones entre los conocimientos científicos adquiridos en mi vida profesional, sin parar de aumentarlos en todo cuanto he podido, de una parte; y de otra, la fe y la práctica religiosa. Todo cuanto leía, estudiaba y comentaba si incidía en mi objetivo lo archivaba, hasta que tomó una estructura de libro, sin ningún interés en publicarlo, sólo como uso personal. Y es verdad al menos en mí, que la razón funciona a base de inspiraciones casuales sucesivas, tanto que a menudo al releer mi libro me quedaba asombrado de algunas de las ideas reflejadas en él, como si no fuesen mías, pero que al fin y al cabo estaban en sintonía armónica con mis más profundos sentimientos y pensamientos.
     
    Me apunto, me apunto a las delicias que destaca el artículo, la inteligencia vagando libre de los intereses públicos, sin servilismos, sin motivos utilitarios,…..
     
     
    Bueno he tenido unas horas mientras todos duermen. Me puede la curiosidad por Atrio. Mi hijo y nieto están aquí en Tenerife, sólo hasta el día 4, y cuando se levante el chavalín (7 años) pues es una revolución, no para y desconecto de todo ¡vaya si desconecto! Disfruto mucho con él, tiene una mente despejada y lógica, lo observa todo con un enorme interés, me sorprenden sus comentarios…. claro soy su abuelo ¡qué voy a decir! Pero es que ahora los niños y niñas son mucho más espabilados ¿verdad?

  • Isidoro García

         “¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura, en horas de desaliento así te miro pasar!
       ¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura y llévame a tu lugar;
    hazme un sitio en tu montura, caballero derrotado,
    hazme un sitio en tu montura que yo también voy cargado de amargura, y no puedo batallar!
        Ponme a la grupa contigo, caballero del honor, ponme a la grupa contigo, y llévame a ser contigo, pastor”.
    León Felipe

     
        A algunos les habrá parecido exagerado mi comentario de ayer, sobre el papel del intelectual en el tiempo presente. A mí también me parece extremo.
     
      Si el intelectual debe asumir el papel de descubrir, las soluciones ocultas a los graves problemas de atenazan a la Humanidad, ese papel se acerca mucho al de un héroe, pero un héroe trágico, con muchas papeletas para fracasar y acabar mal.

       Siempre se habla del héroe triunfador, que mata al dragón y se acaba ventilando a la princesa rosa. Nunca se habla del Don Quijote vencido, que tan bien supo cantar León Felipe, en su “Vencidos”, y que cantó Serrat.

       El intelectual si lo es de verdad, ya sea laico o cristiano, solo tiene un objetivo en la vida: hacer un mundo mejor, encontrando el punto débil del dragón villano, y tratar de hundirle la espada en él, antes de que el dragón lo mate. Es el hacer un mundo mejor, lo que para el cristiano es trabajar por el “Reino de Dios”.
     
        Y en su labor se enfrenta, no solo con el dragón, sino también con la incomprensión de sus congéneres, que le tacharán de todo, desde creído, fatuo, chulo, soberbio y buscafamas, hasta de iluso, imbécil y gilipollas, por tener la temeridad de creer que puede enfrentarse al terrible dragón que ellos no saben vencer, con sus minúsculas fuerzas.
     
      Por eso se necesita valor y audacia, para asumir esa labor, y ese es el tema de un artículo que espero se publique pronto.

        Porque es una labor imposible y destinada al fracaso. Solo cabe la esperanza, de ir desgastando poco a poco al dragón, y que si cada uno le clava un alfilerazo, el dragón al final, caiga, aunque se haya llevado por delante a miles de héroes fracasados.
     
      Hay una frase en el artículo de Ortega, que dice: “Es tan discreto el lema principal de la República platónica según el cual el Estado sólo marcha bien cuando “cada cual hace lo suyo”.

        Es una idea clave. Para construir un mundo mejor, cada uno debe hacer lo suyo. No todo el mundo tiene que hacer lo mismo. El explorador explora, el soldado, lucha, y el cocinero, les prepara la comida necesaria. Nadie sobra, ni nadie es mas que nadie, mientras no haga mas que nadie.   Por eso hay que admitir, sin rasgarse ninguna vestidura igualitarista, que hay labores para minorías vocacionales.

       En la nueva perspectiva del cristianismo “cósmico” de la nueva Era en que nos hemos internado, cuando ya no cabe lo del esfuerzo por “salvar nuestra alma”, porque todos nos sabemos salvados-redimidos, hay que entender de forma diferente, las frases “elitistas” de Jesús: “Quien quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mi causa, la salvará”. (Marcos, 8,35)
        Y la del evangelio de Tomás, en la que habla de uno entre mil, dos entre diez mil.

       Aquí yo creo que no habla de salvados, sino que en el nuevo lenguaje de Acuario, habla de los “autorrealizados”, de los que han avanzado más en la metamorfosis personal, a la que estamos todos llamados, y que serán la vanguardia de la humanidad, en la metamorfosis de la especie. Los que guiarán al resto hacia la meta final: los modernos intelectuales.
       Decía la psicóloga junguiana Ellen Luke: http://elsignodelalibertad.blogspot.com.es/2012/06/una-entrevista-helen-luke.html    
          “Tengo casi una convicción de que muy pocas personas de cualquier generación han llegado realmente a lo que podríamos llamar totalidad encarnada.
         Puede que existan muchas mas que hayan llegado a ella justo antes de morir. Pero mientras estemos en un tiempo lineal, no puede expresarse en palabras, ni nadie que esté todavía en el camino puede realmente hablar de ella. Creo que todos nosotros tenemos momentos en los que hacemos una ruptura y vislumbramos lo que es”.
       Y le preguntan:
    Revista PARABOLA: Bueno, parece que hay alguna clase de tarea que tenemos a lo largo de nuestra vida, y tiene que haber una enorme diferencia entre una persona que la lleva a cabo y una que no. Tal como somos, esto solo es una posibilidad dentro de nosotros.

    H. L.: Es una posibilidad, y es enormemente importante para todo el mundo el que algunos individuos evolucionen hasta alcanzar una conciencia profunda y plena.

  • Isidoro García

          El tema que nos propone Oscar, con este artículo ¿de Ortega?, (¡a ver cuando te compras otro libro, Oscar!, -aunque para no tener más que uno, al menos no es malo), es un tema peliagudo: la labor del intelectual en el mundo.

       Yo en mi pequeña escala, también me lo he planteado a veces. De una lectura parcial del artículo, se puede  sacar una tesis antirracional. Yo me niego.

          En un momento se dice: “que se encarguen otras potencias más seguras de lo que suele considerarse como seriedad de la vida pública colectiva”. Pero ¿qué potencias hay más seguras?. No es que no necesitemos la razón intelectual, sino que necesitamos más razón y sobre todo mejor razón, más informada, con menos errores cognitivos y con más equilibrio psicológico. Y también con más contemplación.

       Porque se apunta también la idea de que el intelectual para sacar buen provecho a la razón, debe aislarse, debe hacer vida de solitario, para dedicarse a la contemplación, y como dice Raimon Panikkar: la contemplación no es una aspirina para conseguir la calma. Al revés: hay que estar en calma para poder contemplar.
     
       Contemplar es estar receptivo, estar alerta, estar al loro, estar a lo que se está. Y si estás entretenido con cualquier cosa por muy buena que sea, (como las tetas de tu novia, o cualquier cosa buena), pierdes bocado. (La oveja que bala, pierde bocado).

        Por eso es una labor de anacoretas. Dice Eugenio Montale: “Nos queda la esperanza de que algún anacoreta, destile resinas doradas, de los troncos putrefactos del saber”.

         Por eso el intelectual en política, pierde el norte, pierde la concentración, hay demasiado barullo a su alrededor. Las grandes revoluciones -sostiene Benoist– se han gestado primeramente en las mentes antes que en el escenario meramente político o partidista.
     
       Y también dice C. G. Jung: “El trabajo esencial se cumple en el silencio y fructifica en la mente de unos pocos. Hay una sentencia china que dice: “Si un hombre solo y sentado en su cuarto piensa los rectos pensamientos, éstos serán escuchados a mil millas de distancia””.
        Y acaba el artículo con una gran verdad. En contra de la opinión de los activistas cortoplacistas, lo de “que la “pura contemplación”, el uso desinteresado del intelecto, era una ilusión óptica;
         que la “pura inteligencia” es también práctica y técnica— técnica de y para la vida auténtica”.

        No hay nada más práctico que una buena teoría. Y ahora es mas necesaria que nunca. Noventa años después de Ortega estamos como en su época:
        “Hay ocasiones en que la Naturaleza ejecuta un rápido viraje, y las gentes con insuficiente sentido de equilibrio son lanzadas por la tangente hacia el vacío moral.
         El mundo ha cambiado y no saben cómo. Hoy no se cree en lo que ayer se creía, y, en vista de esto, suponen que hoy no se cree en nada. La nueva fe actúa, latente, en ellos mismos, pero no tienen el vigor espiritual necesario para definirla”.
     

        En esas estamos. Los anacoretas de hoy, tienen mucho trabajo por hacer. ¡Pero al menos escuchémoslos!.

  • mª pilar

    ¡¡¡Gracias Oscar!!!

    Ha sido un gozo volver a releer este tema… copio un pequeño párrafo, que enseguida se quedo grabado en mi retina, mientras seguida su lectura… y se ha quedado ahí.

    Me parece muy importante; lo fue cuando sucedió, y también después por sus consecuencias; hasta llegar al resultado final… donde cada cual, tiene que poner toda la carne en el asador… un asador común, donde todas las partes tienen una función primordial si saben aglutinarse y dar cada cual lo mejor de si.

    …”La razón comete entonces su gran pecado, su grave transgresión: quiere mandar sobre el mundo y hacerlo a su imagen y semejanza….” 

    Un abracito agradecido… para los dos… por tu dedicación constante.

    pili-mª pilar

  • oscar varela

    REFORMA DE LA INTELIGENCIA (CONTINUACIÓN -5 Y FINAL-)

    En el orden social las reformas suelen tener un carácter cruento y se llaman revoluciones.

    Caen las cabezas de los reyes, se anulan los privilegios, se barren las antiguas aristocracias en nombre de la razón.

    No es necesario hacer constar que ninguna de estas fechorías produce la menor congoja. No es eso lo que parece grave: el antiguo régimen estaba ya muerto por dentro, y era justo que se le enterrase.

    Lo que parece grave es que en el lugar de los reyes, de los duques y de las tradiciones, en las asambleas, en los Gobiernos y en las plazas públicas aparecen entonces los intelectuales.

    No han sabido renunciar a la tentación. Querían mandar.

    De 1800 a 1900 la inteligencia ha hecho su ensayo de imperialismo y los intelectuales han ascendido a los puestos más elevados de la sociedad.

    Nunca habían sido tanto; es de prever que nunca volverán a ser tanto.

    ………………………..

    El fracaso que a este ensayo imperial de la inteligencia ha seguido es evidente. No ha logrado hacer felices a los hombres, y, en cambio, ha perdido en la empresa su poder de inspiración.

    Cuando se quiere mandar es forzoso violentar el propio pensamiento y adaptarlo al temperamento de las muchedumbres.

    Poco a poco las ideas pierden rigor y transparencia, se empañan de patética.

    Nada causa mayor daño a una ideología que el afán de convencer a los demás de ella.

    En esta labor de apóstol se va alejando el pensador de su doctrina inicial, y al cabo se encuentra entre las manos una caricatura de ella.

    ……………………….

    Entretenida la inteligencia en esa faena, tan impropia de su destino cósmico, ha dejado de cumplir su auténtico menester: forjar las nuevas normas que pudieran en la hora de declinar las antiguas elevarse sobre el horizonte.

    De aquí la grave crisis del presente, que se caracteriza no tanto porque no se obedezca a principios superiores, sino por la ausencia de éstos.

    Tal situación impone a la inteligencia una retirada de las alturas sociales, un recogimiento sobre sí misma. Esta retirada no podrá hacerse sino lentamente, paso a paso.

    Ha intervenido en demasiadas cosas el intelecto para que pueda súbitamente desertar. Pero la nueva trayectoria no puede ofrecer duda.

    Es preciso tender a que las minorías intelectuales desalojen de su obra todo pathos político y humanitario y renuncien a ser tomadas en serio —la seriedad es la gran patética— por las masas sociales.

    Dicho de otra manera: conviene que la inteligencia deje de ser una cuestión pública y torne a ser un ejercicio privado en que personas espontáneamente afines se ocupan.

    En Francia la literatura y en Alemania la filosofía habían perdido su carácter de aficiones, de amores, y se habían transformado en mentefacturas nacionales, en cuestiones públicas.

    ……………………………

    La inteligencia humana es un azar —no está en nuestra mano.

    Tiene un carácter de inspiración, de insuflamiento casual y discontinuo.

    No sabemos nunca si en un caso dado seremos inteligentes, ni si el problema que nos urge resolver será soluble para la inteligencia.

    No es, pues, ésta un hábito en sentido aristotélico, algo que se tiene y en cierto modo se es: más bien parece algo que sobreviene, un epigignómenon.

    En tales condiciones no debe pedirse que la humanidad ponga su destino a un naipe tan azaroso. No; que se encarguen otras potencias más seguras de lo que suele considerarse como seriedad de la vida pública colectiva.

    ……………………….

    ¡Qué delicia para la inteligencia verse exonerada de los graves oficios que frívolamente tomó sobre sí!

    ¡Qué delicia para ella no ser tomada en serio y vacar libre, libérrima, a sus finos menesteres!

    De este modo podría volver a recogerse sobre sí misma, al margen de los negocios, sin sentir prisa de dar soluciones prematuras a nada, dejando que los problemas se dilaten según su propio radio elástico.

    ¡Qué deleite dejar pasar delante a todos: al guerrero, al sacerdote, al capitán de industria, al futbolista… y de tiempo en tiempo disparar sobre ellos una idea magnífica, exacta, bien madurecida, llena toda de luz!

    …………………….

    Pero esta invitación a que la inteligencia se retire progresivamente, en etapas parsimoniosas y sin deserción de servir a la vida en cuanto “vida colectiva”, equivale a invitar al intelectual a que se quede solo, sin los otros, a que viva en soledad radical.

    Y he aquí que entonces, al quedarse solitario, la inteligencia adquiere un cariz por completo diferente.

    La atención de lo demás nos seduce a que pensemos para ellos, y como su plural —la colectividad— no tiene más vida que la pseudovida de sus intereses externos, la inteligencia puesta a su servicio se hace utilitaria en el mal sentido de la palabra a que se aludió arriba.

    Frente a ese “servilismo” de la inteligencia a la falsa vida, su uso auténtico adquirió ya entre los griegos el carácter “inutilitario” de pura contemplación.

    …………………………..

    Mas cuando el hombre se queda solo, descubre que su inteligencia empieza a funcionar para él, en servicio de su vida solitaria, que es una vida sin intereses externos, pero cargada hasta la borda, con riesgo de naufragio, con intereses íntimos.

    Entonces se advierte que la “pura contemplación”, el uso desinteresado del intelecto, era una ilusión óptica;

    que la “pura inteligencia” es también práctica y técnica— técnica de y para la vida auténtica, que es la “soledad sonora” de la vida, como decía San Juan de la Cruz.

    Ésta será la reforma radical de la inteligencia.

    …………………………….

    (Fin de la “Historieta”)

    NOTA:REFORMA DE LA INTELIGENCIA” fue un Artículo aparecido en el Diario LA NACIÓN de Buenos Aires en el año 1923. Muchos años después, el Autor se quejaba de que las ideas propuestas no hayan sido comprendidas ni siquiera por sus más allegados discípulos.

  • Santiago

    Isidoro,   no todo es ciencia, como no todo es filosofía y teología…El conocimiento humano es participado y ecléctico…..Nuestra realidad no es solo biológica y física…sino también, y principalmente,espiritual …El verdadero gozo humano no es material….sino anímico: porque disfruto haciendo el bien…contemplando la belleza…oyendo la armonía de la música….compartiendo con la familia y los amigos…actividades que trascienden el mero deleite egoísta de los sentidos…Parece como si nuestro organismo  se nutriera mucho mas y se realizara mas en el bien espiritual…que en el material…

    Por eso, no existe una verdadera separación de lo que podemos conocer…puesto que conocimiento       procede de una misma fuente…un mismo origen…y todo se dirige a ese mismo principio que dio lugar a nuestra existencia humana que no es obra nuestra, sino que fue recibida por nosotros sin quererlo                    ..

    ES la primacía nuestra,espiritual,que como chispa recibimos la que  nos indica que nos encaminamos visible e invisiblemente..porque nuestra realidad es doble…hacia lo que es trascendente…ya que nada de lo que existe en el Universo material puede saciar totalmente nuestros deseos infinitos..Por otro lado, somos los únicos seres de la Creación capaces de hacer decisiones conscientes y libres…ya que solo nosotros podemos dirigir nuestra inteligencia en un sentido primordialmente constructivo….o escoger lo contrario a lo que es armónicamente bueno y saludable..

    Un saludo cordial…y feliz AÑO 2016

    Santiago Hernández

     

     

     

  • oscar varela

    REFORMA DE LA INTELIGENCIA (CONTINUACIÓN -4/ de 5-)

    La inteligencia no ha creado los pueblos, no ha fabricado las naciones.

    Es curioso advertir cómo en las etapas en que las nacionalidades son forjadas, el intelectual representa un papel muy secundario.

    Así, en la Edad Medía, los pueblos de Occidente, son lentamente construidos por hombres dotados con preferencia de coraje y emoción.

    Las aristocracias primitivas no sobresalen por su inteligencia ni tenían para qué. La faena que andaba en sus manos —hacer un pueblo— exige grandes dosis de carácter, tenacidad e ímpetu, calidades que difícilmente pueden sobresalir en el intelectual.

    ………………………

    Reconozcamos que cada oficio y clase social elabora un tipo humano distinto, dotado de un repertorio peculiar de virtudes y vicios.

    De estos tipos humanos cada cual está predispuesto para una tarea afín, y es incongruente encargar al uno que haga lo del otro. Si lo intenta, lo hará torpemente.

    Mal podía la inteligencia fraguar las naciones cuando en esa etapa se hallaba ella misma en germinación.

    ………………………..

    El guerrero, el labrador, el sacerdote, son las grandes fuerzas sociales en las épocas primitivas.

    Durante su dominación, la inteligencia subterráneamente se prepara, se desarrolla y robustece.

    Es curioso advertir que en el momento en que las nacionalidades aparecen ya formadas y conclusas es cuando la inteligencia, madurecida y adulta, se adelanta a las candilejas de la Historia.

    Ambos hechos coinciden en la gran fecha del Renacimiento, que abre la Edad Moderna. En todo el ámbito de ésta vemos al intelectual ganar terreno, e ir desalojando al sacerdote y al guerrero.

    Es la gran época de la inteligencia; dueña de toda su potencialidad, realiza los grandes inventos, edifica los grandes sistemas: Galileo, Newton. Descartes, Leibniz.

    Las venerables tradiciones, más conmovedoras que justificables, se resquebrajan y sucumben ante la embestida de la razón.

    Las ideas señorean la vida. Tanto, tan segura se siente de sí misma la inteligencia, que pierde un momento la conciencia de sus límites y aspira a quedarse sola, a invalidar las demás potencias: voluntad, sentimiento y cuerpo.

    En esa edad de sublime racionalismo se cree el pensamiento capaz de reconstruir el universo por medio de puras ideas, de axiomas y principios.

    Se siente complacencia en las ideas hasta el punto de olvidar que la misión de la idea es reflejar la realidad.

    La razón comete entonces su gran pecado, su grave transgresión: quiere mandar sobre el mundo y hacerlo a su imagen y semejanza.

    En vez de contentarse con ser contemplación de lo real, decide ser imperación.

    Kant va a declarar que no es el entendimiento quien tiene que regirse por el objeto, sino el objeto por el entendimiento.

    Y Fíchte, que lleva todo a su último extremo, dirá paladinamente que el oficio de la inteligencia no es hacer copias de la realidad, sino al revés: crear los modelos a que ésta ha de ajustarse.

    Entonces los intelectuales dan en la deplorable manía de ponerse a pensar, no en lo que las cosas son, sino en lo que deben ser.

    En lugar de descubrir la ley del universo, los intelectuales se proponen reformarlo.

    De 1750 a 1900, la historia de Europa se estremece toda a fuerza de intentos de reforma.

    …………………….

    (SEGUIRÁ y FINALIZARÁ – como en las Historietas de cuando éramos chicos)

  • oscar varela

    Hola Isidoro!

    Muy bueno lo tuyo!

    ¡Bien, muy bien!

    Recordá que Jorge “optó” (Jorge “opta” todo) por hacer DESCANSAR LAS NEURONAS, creo que hasta el Año que viene.

    ¡A propósito, vos que recopilás toneladas de “citas”: ¿hay alguna que diga de dónde viene el año que viene?

    Por ejemplo, en cuestiones de fechas y días hay la frase de un Grafitti que dice: -“Mañana será otro día” y lo firma El Almanaque.

    Abrazo y ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

         Hoy por hoy no hay pruebas de la existencia del Mundo Espiritual, solo indicios racionales más o menos asumibles para cada persona. Por ello de entrada es claro que no nos situamos en el campo de la ciencia, sino en algo relacionado con la filosofía, donde no hay pruebas, sino argumentos.

        Pero el que nuestros argumentos no sean de naturaleza estrictamente científica, no significa que por eso obligatoriamente sean volátiles y fantasiosos. Decía Blake, que “lo que hoy está demostrado, fue una vez solo imaginado”

       El ala más montaraz del cientificismo, considera que no hay más que dos categorías, o ciencia o superstición, o sea hipótesis sin justificación ninguna. Pero no es así. Hay cuestiones a las que aún no hemos llegado al punto de encontrar una demostración científica clara, pero para la que hay unos indicios suficientes aunque no definitorios.

       Nuestros argumentos deben ser imaginativos, pero además deben ser coherentes con unos postulados o principios generales asumidos mayoritariamente, que lógicamente pueden ser asumidos o no serlo por cada lector en particular.

       Hay mucho dogmatismo y confusionismo acerca del método científico. Morris Berman, en su libro “El reencantamiento del mundo”, señala: “A pesar de la concepción popular del método científico, la mayoría de los científicos saben que la investigación verdaderamente creativa a menudo comienza con especulaciones y vuelos de la fantasía muy alejados de la realidad, y que luego son sometidas a la doble prueba de la medición y el experimento. El Baconismo puro —esperar que los resultados se desprendan de los datos por su propio peso— en la práctica jamás resulta”.

        El mito-clave del cientifismo es no creer más que lo que se ve, lo que nos puede llevar a no ver más que lo que se cree. Porque se puede mirar con las luces cortas o con las largas. El grave error del cientifismo chato, es ignorar que se puede mirar con ojos miopes, o con muy buena vista y un buen telescopio.

         Decía Henry Ford: “Si hubiese preguntado a la gente que es lo que querían, me hubiesen respondido que caballos más rápidos”.  Porque hay cosas que aún no son, pero todos sabemos que dentro de 20, 50, 200 o 1.000 años serán indefectiblemente, solo teniendo en cuenta las líneas de investigación actual, sin considerar que saldrá alguna nueva de la que ahora no tenemos ni idea.

       Por ello mirando la ciencia con un enfoque lo suficientemente largo, hay muchas posibilidades, de que incluso las cuestiones espirituales puedan ser asumidas científicamente.

        Como dice Ananda Coomaraswamy: “Se debe creer a fin de comprender, y comprender a fin de creer. No se trata de dos actos mentales sucesivos, sino simultáneos. En otras palabras, no puede haber conocimiento de algo a lo que la voluntad rechaza su consentimiento, o amor a algo que no ha sido conocido”.

       Por eso para avanzar hay que cruzar el río de la incertidumbre, aunque siempre lo más razonablemente que se pueda.
     

        (A lo peor esto en todo o en parte ya lo he puesto otro día. Si es así, perdonadme la pesadez. Y además ¡Felices Pascuas para todos!).

  • Isidoro García

         El amigo Jorge pone: “Si los gnósticos afirman que Dios como Absoluto puede ser conocido, el agnóstico niega esa posibilidad sin negar su existencia”.

         Sin ánimo de controversia, como mal “gnóstico” que soy, quería aclarar mi idea de gnóstico.

         Yo creo que solo afirman que el Dios Absoluto puede ser conocido, los que imaginándoselo como un señor mayor con barbas y con un triángulo en la cabeza, o mas sofisticadamente como una abstracción, luego hablan de que ese Dios nos dijo esto o lo otro, nos mandó esto o lo otro, y nos castigará o premiará personalmente según nuestro comportamiento.

            El verdadero gnóstico, es deísta respecto al Dios Absoluto, hipotético creador del Universo, pero del que no sabemos ni siquiera si existe. Y que si existiera, no sabríamos ni lo que es. El gnóstico, cree que el hombre en las religiones, se relaciona con los Dioses segundos, creaturas integrantes del Universo, seres como Yhavé, o el “Padre” del que Jesús cuenta que le enseñó, le eligió y le designó como Jefe de la humanidad, y con el que hablaba y al que oía.

           Ya sabeis mi opinión, de que si aceptáramos ponernos una vez “colorados” y aceptáramos esta idea un poco “excéntrica”, luego no tendríamos que ponernos cien veces “amarillos”, y escribir “cienes y cienes” de páginas, sobre un Dios del que no se sabe nada.
     
     

  • oscar varela

    REFORMA DE LA INTELIGENCIA (CONTINUACIÓN -3-)

    Nos aparece, pues, la inteligencia como una actividad que es primariamente deportiva y sólo secundariamente utilitaria.

    Es muy importante tener en cuenta esta jerarquía entre ambas formas de intelectualidad.

    No hay desdén a la técnica, al pensamiento “práctico”, pero es evidente que le corresponde supeditarse a la pura teoría.

    Sin la “teórica”, la “práctica” no podría dar un paso; como ya dijo Leonardo de Vinci: La teoría è il capitano e la prattica sono i soldati.

    Ahora bien; nada esteriliza tanto una función orgánica como que no actúe según el régimen que le es peculiar.

    La inteligencia pura tiene sus normas interiores y exclusivas, que se resumen en la pulcra y serena contemplación del universo.

    * Quien no sienta la soberana fruición de ver lo real, sin necesidad de más;

    * quien no se sienta arrastrado por ese entusiasmo visual —Platón llama a los hombres científicos ‘filoceamones’, los amigos de mirar—, que no ejerza profesión propiamente intelectual.

    De aquí que nada perturbe tanto la obra de la inteligencia como introducir en ella propósitos de utilidad, lo mismo individuales que colectivos.

    Irremisiblemente, el pensamiento que es desviado hacia una norma práctica, queramos o no se paraliza, se ciega. ¿Qué le vamos a hacer si es así?

    Nada más noble y atractivo fuera que encargar a la inteligencia de hacer felices a los hombres, pero apenas lo intenta, como si una divinidad inexorable se opusiese a ello, la inteligencia se convierte en política y se aniquila como inteligencia.

    Toda potencia humana tiene su órbita magnífica de expansión, pero a la par tiene su límite; cuando lo franquea, sucumbe.

    Y son vanos todos nuestros píos deseos de que las cosas sean de otra manera:

    siempre que el intelectual ha querido mandar o predicar, se le ha obturado la mente. Por eso era tan discreto el lema principal de la República platónica según el cual el Estado sólo marcha bien cuando “cada cual hace lo suyo“.

    ………………………………..

     (SEGUIRÁ – como en las Historietas de cuando éramos chicos)

  • Santiago

    Jorge,   de acuerdo, en la base contigo….Es mas probable que exista esa “Fuerza y Sabiduría creadora y sostenedora” que permita la apertura ante lo que nos parecía  “improbable y asombroso”..DE otra manera es imposible explicar satisfactoriamente el Cosmos..Sin embargo, esta energía creadora y que lo ha de fundamentar TODO, no es “tan impersonal”…Algo tiene que tener en su “naturaleza” que crea, distinto de lo físico, lo que está sin vida…lo inerte…lo puramente material…porque para crear la complejidad que existe en el Universo, hace falta inteligencia…y una decision de la voluntad….Por tanto, intelecto y voluntad son los atributos espécificos de lo que es personal…no necesariamente una FUERZA SABIA de una persona  como nosotros…sino “semejante” a lo que es esencial….lo básico y lo fundamental…como esencia ABSOLUTA..ES la esencia de Dios en la que no podemos penetrar…ni entender….aunque intuyamos su existencia….Por eso podemos, como dices tu”ver” su actividad pero “no su contenido”…porque aun sabiendo que es imposible pensarlo en su totalidad…podemos llegar hasta El…por la razón…y, por supuesto, por la realidad de la FE..

    Para los cristianos, pues, la “visibilidad” de lo invisible de  esta “fuerza misteriosa” es la que ha  sido revelada en Jesus de Nazaret…Es por eso que Jesus en el Evangelio habla en primera persona…”Yo soy” con la plena conciencia de su identidad…Es esta manifestación visible lo que precisamente estamos celebrando en el mundo este día de Navidad…

    Un abrazo…y FELIZ NAVIDAD para ti, tu familia…y para todos los que escriben conmigo en ATRIO…

    Santiago Hernández

  • oscar varela

    REFORMA DE LA INTELIGENCIA (CONTINUACIÓN -2-)

    Si mediante una reflexión sobre la inteligencia misma analizamos su función, hallaremos que ésta se disocia en dos actividades diferentes.

    * Por un lado, el entendimiento sirve para la vida, inventa medios prácticos, es útil.

    * Por otro, construye los edificios más abstractos y superfluos.

    La inteligencia es un maravilloso lujo del organismo, una inexplicable superfluidad.

    La creación de la ciencia pura requiere esfuerzo, es más difícil, más laboriosa, de más gigante esfuerzo.

    El organismo humano, al producir ciencia, se impone un esfuerzo hercúleo sin utilidad previsible, de puras ganas nomás.

    ………………….

    Pero el caso es todavía más extraño:

    * porque si al relacionar esas dos formas de ciencia —la práctica y útil con la pura y superfina— nos preguntamos cuál de ellas procede de la otra, vemos que no se produce primero la útil, es decir, la urgente, la necesaria, y sólo luego, como una consecuencia, la lujosa y meramente teórica, sino que, tomando la cuestión en conjunto, acaece lo contrario.

    La ciencia aplicada, la técnica, es un resultado muchas veces imprevisto, un precipitado casual que da la más pura y desinteresada labor científica.

    Pues no parece sino que un irónico poder, actuando en la historia, se ha complacido en que los conocimientos más útiles nazcan precisamente de los más abstrusos, y extra mundanos.

    La física del ferrocarril y el automóvil surgió del cálculo infinitesimal que era, aun dentro de la abstracción matemática, lo que parecía más remoto de toda realidad.

    Ya ocuparse, como hace el geómetra euclidiano, del espacio vacío y sin materia, parece tarea bastante superfina; pero al fin y al cabo, el espacio euclidiano es algo imaginable.

    Mas he aquí que en la última centuria unos cuantos genios de la superfluidad dieron en preocuparse de otros espacios más ricos en dimensiones o de dimensiones extravagantes, los cuales ni siquiera eran imaginables. ¿No es esto ya, más que lujo vital, un derroche y una frenética prodigalidad?

    Pues bien: gracias a ello ha sido posible hoy instaurar una física de superior exactitud, a la cual, podemos estar seguros, no tardará en seguir una técnica prodigiosa, una receta de fantástico beneficio.

    ………………………

    (SEGUIRÁ – como en las Historietas de cuando éramos chicos)

  • oscar varela

  • Jorge

    Es que es cierto Olga, yo creo en Dios porque me da la gana. Nunca he recibido revelaciones o iluminaciones o gracias especiales,…, que me hayan obligado a tener fe. Yo he elegido tener fe en Dios, porque he querido optar libremente por ella entre distintas alternativas existenciales posibles. No puedo ofrecer la Verdad, que algunos afirman poseer por la fe, porque desconozco su contenido. Creo que la Verdad no está a nuestro alcance. Yo he optado por la fe como razón vital justificada por mi biografía. Supongo que hay biografías que también la justifican, otras en las que la fe no tiene ningún espacio y otras en las que se justifica su abandono. Cada uno lleva la suya, su razón vital como mejor sabe, le interesa o puede ¿verdad?
    Oscar ¿el relato sigue? Me interesa eso de amueblar el cerebro dejando espacio para adquirir cosas nuevas, desprendiéndose de las cosas inútiles. Llevo años haciéndolo y aunque creo que he logrado bastante, me quedan aún trastos inservibles, pero hay algunos de éstos que me cuesta desprenderme porque les tengo cariño.
     
     
    Felices fiestas de Navidad.

  • oscar varela

    EXCURSUS a REFORMA DE LA INTELIGENCIA

    Se trata de reconocer en algunos “novelistas” la tal “reforma”. Señalo solo dos ingleses: Chesterton y Conan Doyle (no es inocente que los encuentre en sus relatos policiales).

    P.e. Conan Doyle en “Sherlock Holmes, estudio en escarlata” encuentra al Detective-consultor al compartir ambos el Dpto. en el 221-B de la calle Baker y éste le relata su “método” de investigación:

    …………………

    (Primera Advertencia)

    – “Yo creo que, originariamen­te, el cerebro de una persona es como un pequeño ático vacío en el que hay que meter el mobiliario que uno prefiera.

    Las gentes necias amontonan en ese ático toda la madera que encuentran a mano, y así resulta que no queda espacio en él para los conocimientos que podrían serles útiles, o, en el mejor de los casos, esos conocimien­tos se encuentran tan revueltos con otra montonera de cosas, que les resulta difícil dar con ellos.

    Pues bien: el artesano hábil tiene muchísimo cuidado con lo que deja entrar en el ático del cerebro. Sólo admite las herramientas que pueden ayudarle a realizar su labor, pero de éstas sí que tiene un gran surtido y lo guarda en el orden más perfecto.

    Es un error el creer que la pequeña habitación tiene paredes elásticas y que puede ensancharse indefini­damente.

    Créame, llega un momento en que cada conoci­miento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía.

    Por consiguiente, es de la mayor importancia no dejar que los datos inútiles desplacen a los útiles”-

    ………………

    (Explicación del Método)

    (Watson ve sobre la mesa del desayuno un Periódico donde se halla subrayado un Artículo)

    – “Su título, algo ambicioso, era El libro de la vida, e in­tentaba poner en evidencia lo mucho que un hombre observador podía aprender mediante un examen justo y sistemático de todo cuanto le rodeaba.

    Me produjo la impresión de que aquello era una mezcolanza de cosas agudas y de absurdos.

    Los razonamientos eran apretados e intensos, pero las deducciones me parecieron traídas por los cabellos y exageradas.

    El escritor pretendía sondear los más íntimos pensamientos de un hombre, aprove­chando una expresión momentánea, la contracción de un músculo, la forma de mirar de un ojo.

    Aseguraba que a un hombre entrenado en la observación y en el análisis no cabía engañarle.

    Llegaba a conclusiones tan infalibles como otras tantas proposiciones de Euclides.

    Resultaban esas conclusiones tan sorprendentes para el no iniciado, que, mientras éste no llegase a conocer los procesos mediante los cuales había llegado a ellas, tenía que consi­derar al autor como un nigromántico. Decía el autor:

    “Quien se guiase por la lógica, podría inferir de una gota de agua la posibilidad de la existencia de un Océano Atlántico o de un Niágara, sin necesidad de haberlos visto u oído hablar de ellos.

    Toda la vida es, asimismo, una cadena cuya naturaleza conoceremos siempre que nos muestre uno sólo de sus eslabones.

    La ciencia de la educación y del análisis, al igual que todas las artes, puede adquirirse únicamente por medio del estudio prolongado y paciente, y la vida no dura lo bastante para que ningún mortal llegue a la suma perfec­ción posible en esa ciencia.

    Antes de lanzarse a ciertos aspectos morales y mentales de esta materia que presen­tan las mayores dificultades, debe el investigador empezar por dominar problemas más elementales.

    Empiece, siempre que es presentado a otro ser mortal, por aprender a leer de una sola ojeada cuál es el oficio o profesión a que pertenece.

    Aunque este ejercicio pueda parecer pueril, lo cierto es que aguza las facultades de observación, y que enseña en qué cosas hay que fijarse, y qué es lo que hay que buscar.

    La profesión de una persona puede revelárse­nos con claridad, ya por las uñas de los dedos de sus manos, ya por la manga de su chaqueta, ya por su calzado, ya por las rodilleras de sus pantalones, ya por las callosidades de sus dedos índice y pulgar, ya por su expresión o por los puños de su camisa.

    Resulta inconce­bible que todas esas cosas reunidas no lleguen a mostrar­le claro el problema a un observador competente”.

    ………………………………….

    —¡Qué indecible charlatanismo! —exclamé, dejando la revista encima de la mesa con un golpe seco—. En mi vida he leído tanta tontería.

    —¿De qué se trata? —me preguntó Sherlock Holmes.

    —De este artículo —dije, señalando hacia el mismo con mi cucharilla mientras me sentaba para desayunar­me—. Me doy cuenta de que usted lo ha leído, puesto que lo ha señalado con una marca. No niego que está escrito con agudeza. Sin embargo, me exaspera. Se trata, evidentemente, de una teoría de alguien que se pasa el rato en su sillón y va desenvolviendo todas estas pequeñas y bonitas paradojas en el retiro de su propio estudio. No es cosa práctica. Me gustaría ver encerrado de pronto al autor en un vagón de tercera clase del ferrocarril subte­rráneo, y que le pidiesen que fuese diciendo las profesio­nes de cada uno de sus compañeros de viaje. Yo apostaría mil por uno en contra suya.

    —Perdería usted su dinero —hizo notar Holmes con tranquilidad—. En cuanto al artículo, lo escribí yo mismo.

    —¡Usted!

    —Sí; soy aficionado tanto a la observación como a la deducción.

    Las teorías que ahí sustento, y que le parecen a usted quiméricas, son, en realidad, extraordinariamente prácticas, tan prácticas que de ellas dependen el pan y el queso que como.

    ………………………

  • olga larrazabal

     

    Jorge:  Te felicito por ser tan honesto y conocerte tan bien a ti mismo como para reconocer que crees, básicamente, porque te da la gana.

    Y cuando una hace cosas porque tiene ganas, es congruente consigo misma, porque las ganas brotan de lo más profundo del inconsciente.  Y cuando se es congruente, se vive en paz, se duerme bien, y se obra con coherencia.

    Siempre me acuerdo del caso de un señor judío, que hablando del tema, me contó que todos los sábados asistía a una Sinagoga muy modesta, en un barrio venido a menos donde tenía su fábrica, para formar el “minyán” que es el quorum de 10 judíos mayores de edad necesario para decir las oraciones, y por eso no iba a su casa en la costa los fines de semana. Y a reglón seguido, me dice:  ¿Sabe usted?  Yo soy ateo.

    Entonces le pregunté, y si es ateo ¿Por qué sacrifica el día Sábado por rezar y no va a su casa en la costa?

    Ahh, es que amo la tradición.

  • oscar varela

    REFORMA DE LA INTELIGENCIA

    Decía Goethe que “Shakespeare acompaña a la Naturaleza“.
    Porque Shakespeare deja que en su obra todo ser llegue a ser lo que es: criminal o virtuoso, mente clara o mentecato, mujer apasionada, o trueno o flor.
    Todo espíritu dotado de alguna penetración se esfuerza asimismo en acompañar a la Naturaleza y ve en ello su mandamiento primero y más genérico.

    Las almas superficiales desdeñan lo en cada caso circunstante, pensando en una situación definitiva que, claro está, no llega nunca y es sólo una sórdida abstracción.

    Pero la vida de la persona o del universo no conoce situaciones definitivas, sino que consiste en una serie inacabable de circunstancias que se van sucediendo y negando la una a la otra.

    Ninguna de ellas puede alzarse frente al resto como la única perfecta.

    Lo definitivo, lo acabado, lo perfecto, no consiste en una realidad determinada que por sí misma se eleva sobre las demás y las anula.

    En cambio, toda circunstancia y toda realidad contiene una posible perfección, y este margen de perfeccionamiento de la circunstancia es lo que el buen artífice vital llama ideal y se esfuerza en henchir.

    …………..

    De esta manera, lo circunstante no sólo inspira al arte y a la ciencia, sino también a la sensibilidad moral y a la invención política.

    El verdadero deber no es la tosca fórmula hieratizada que aparece impuesta de una vez para siempre, sino una sublime inspiración que el momento fugaz sugiere.

    Parejamente, no existe una forma política que utópica y ucrónicamente sea preferible, sino que cada complejo histórico encierra dentro de sí el esquema de una posible estructura, la mejor imaginable en aquel caso.

    Los ideales son una parte del hecho cósmico, y en él se aprehenden por una genuina experiencia, lo mismo que aprehendemos las realidades.

    La única superioridad de Grecia fue creer que el universo se halla saturado de nous, es decir, de sentido, y que, por tanto, de él hay que extraer también las normas para la mente.

    ……………

    Y hay ocasiones en que la Naturaleza ejecuta un rápido viraje, y a la circunstancia de ayer sucede otra de cariz tan opuesto, que las gentes con insuficiente sentido de equilibrio son lanzadas por la tangente hacia el vacío moral.

    El mundo ha cambiado y no saben cómo. Es distinto del de ayer, pero aún no reconocen las facciones del de hoy.

    Sólo advierten en lo presente la ausencia de las fisonomías acostumbradas. Hoy no se cree en lo que ayer se creía, y, en vista de esto, suponen que hoy no se cree en nada. La nueva fe actúa, latente, en ellos mismos, pero no tienen el vigor espiritual necesario para definirla.

    …………………….

    En cambio, complace sobremanera ver cómo en este viraje de la Naturaleza los equipos de selección habituados a acompañarla se ciñen al súbito giro como diestros balandristas; salvan el punto difícil y no pierden contacto, adherencia íntima con la nueva circunstancia. Son almas infinitamente plásticas, capaces de la más fina adaptación a los alabeos cósmicos.

    …………………..

    (SEGUIRÁ – como en las Historietas de cuando éramos chicos)

  • oscar varela

    Hola!

    Entre tanta interesante baraúnda de ideas por parte del Autor y de los Cumpas atrieros, pienso que esta joyita es la que no hay perder de vista en toda la lectura del Libro de Jorge

    – “solo se hace una propuesta de posibilidad, que como en todo la elijo porque me da la gana, porque las consecuencias de hacerlo me parecen las mejores.”-

    ………………….

    Nótese que el fundamento de la “elección” es “unas ganas“.

    ¡Con la “AUTO-BIOGRAFÍA” hemos topado!

    ¡Con la “razón vital o histórica” hemos topado!

    Tal vez una de las razones de este clarividente sinceramiento puede estar producido por el deslumbramiento ante los avances científico-técnicos de la actual Ciencia -en especial las noticias que, sin especialismos, recibimos los interesados en las cosas que el humano hace y le pasa: la “quantica”.

    ¿No se respira en la “quántica” -como en su momento lo fueron las “mutaciones” en Biología- un aire de “libertad y juego” de un –¡Búscame, que acá no estoy!-?

    ¿No se van pareciendo las tecnologías a “simulaciones” de elección?

    NOTA: recuerdo que la COMPU es fundamentalmente un SIMULADOR.

    Casi casi como la Vida humana de cada cual que andamos eligiendo de entre lo que hay: -“esto me gusta … esto no me gusta”- Asunto de PRE-FERENCIAS.

    El culmen de la ÉTICA es el MARTIRIO (testimonio de coincidir consigo mismo) en que PONEMOS TODO AL ASADOR “porque se nos da la gana“, como don Juan -espada en mano frente a don Luis con la suya- pone su vida a esa sota de copas en la mesa de la taberna.

    ¿Tal vez, no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

     

  • Jorge

    Mi propuesta pretende saltarse las muchas filosofías que sobre el tema de Dios se han propuesto a lo largo de la historia. ¿Lo he conseguido? pues no lo sé. Me olvido expresamente de los conceptos que citas, Dios, existir, realidad, ente y ontología,…., mi pretensión quizás es excesiva, lo sé.
     
    Lo primero, deducir por lo que digo que piense en la realidad física como el mundo de sombras platónico, me parece sacar las cosas de quicio, y pienso que es simple provocación positiva al diálogo. La Causa Externa propuesta no pertenece a nuestro sistema o realidad, por tanto no es “real” tal como entendemos lo real en cuanto a lo físico, puesto que no “resiste” ni siquiera puede mostrarse. No está propuesta como ente, como ser en sentido ontológico, y por tanto carece de cualidades o propiedades que podamos atribuirle, no hay acceso posible a su conocimiento. Tampoco es necesaria para explicar nuestra realidad, no explica nada. Sólo es propuesta como posibilidad y como tal no exige su existencia. Es una “causa”, pero que no elimina ni sustituye la causalidad interna del sistema. Más que hablar de Dios se habla de un mecanismo de filtro entre las alternativas causales, dadas con plena autonomía por el sistema. Es que de ese filtro también se habla en Ciencia cuando se pasa del nivel cuántico a los otros niveles. Si ese mecanismo está o no en relación con Dios, yo no puedo saberlo. A mí me gusta pensar que sí, que cabe la posibilidad de que lo esté, aunque no pueda saber nada de esa relación.
     
     
    Si se lee dos veces el capítulo, se puede ver que en realidad la pregunta del título ¿existe Dios? no se responde, ni se afirma ni se niega, solo se hace una propuesta de posibilidad, que como en todo la elijo porque me da la gana, porque las consecuencias de hacerlo me parecen las mejores. Me gusta mirar el mundo con la mano de Dios continua en él, sin que por ello tenga que alterarlo ni en lo más mínimo.

  • oscar varela

    Hola!
    Decía que nos preguntamos por DOS ideas: EXISTIR y DIOS.
    ………………

    II.- En cuanto a DIOS:

    Los cristianos medievales que vivían hasta la raíz su creencia religiosa. Chorreando fe en Dios se extenuaban por lograr pensar a su Dios como ente.

    Se trata de una fatal mala inteligencia:

    Porque el Dios cristiano y el Dios de toda religión es lo contrario de un ente, por muy realissimum que se le quiera decir.

    La Ontología es una cosa que pasó a los griegos, y no puede volver a pasar a nadie. Solo cabrán homologías.

    Poco después de 600 años antes de Cristo, algunas minorías excelentes de Grecia comenzaron a perder la fe en Dios, en el «Dios de sus padres».

    Con esto el mundo se les quedó vacío, se convirtió en un hueco de rea­lidad vital.

    Era preciso llenar ese hueco con algún sustitutivo ade­cuado.

    Son una serie de generaciones ateas hasta 440 a. de C., apro­ximadamente, en que empieza su nuevo apostolado Sócrates.

    Esas generaciones ateas, para llenar de realidad el mundo, vacío de Dios, inventan el Ente.

    El Ente es la realidad no divina, y sin embargo, fundamento de lo real.

    No cabe, pues, mayor quid pro quo que querer pensar a Dios como ente.

    Como esto es imposible, en el pensamiento medieval, Dios, comprimido dentro del Ente, rezuma, rebosa, estalla por todos los poros del concepto de ente.

    De modo que se dio esta endiablada combinación:

    * Dios que se había ausentado, vuelve a instalarse en el hueco que él mismo dejara;

    * pero se encuentra con que su hueco está ya ocupado por su propio hueco.

    * Este Dios habitando el vacío de Dios es el ens realissimum.

    Con lo cual aconteció que:

    * ni podían pensar de modo congruo el Ente,

    * ni podían pensar idóneamente su Dios.

    Esta es la tragedia que se titula «filosofía escolástica».

    …………………..

    No se oponga a todo esto que Aristóteles en su doctrina del Ente u Ontología se ocupa de Dios. Porque acontece que su Dios ontológico no tiene nada que ver con el Dios religioso, ni con el griego ni con el cristiano.

    El Dios de la ontología es un principio de la mecánica aristotélica, algo así como la ley de la gravitación newtoniana.

    No tiene más papel que mover el mundo, tirar de él fuera y delante de él. Mucho más, pues, que al Dios cristiano o al griego, se parece a un tractor «ocho cilindros» o a un pachón de asador que hace girar la espetera del Universo donde somos nosotros la asada volatería.

    Esto no sugiere que Aristóteles, al menos en su primera Epoca platónica, no creyera religiosamente en un Dios religioso, pero este no tiene que ver con su Deus ex machina, su Dios mecánico. De modo que lo que se halla en Aristóteles es una mera aglutinación de dos Dioses incomunicables.

    …………………….

  • oscar varela

    Hola!

    En este Capítulo nos preguntamos por DOS ideas: EXISTIR y DIOS.

    ………………

    I.- En cuanto al EXISTIR:

    Ante todo se debe notar que es una vida humana (Jorge, su vida) el que se hace la pregunta.

    La vida humana de Jorge es una realidad. No solo lo es sino que a él le es “radical”.

    Llamar «realidad radical» a la vida de cada cual no significa que sea la única ni siquiera que sea la más elevada, respetable o sublime o suprema, sino simplemente que es la raíz —de aquí, ra­dical— de todas las demás en el sentido de que éstas, sean las que fueren, tienen, para sernos realidad, que hacerse de algún modo pre­sentes o, al menos, anunciarse en los ámbitos estremecidos de nues­tra propia vida.

    Esta realidad radical —mi vida— es tan poco egoísta, tan nada «solipsista» que es por esencia el área o escena­rio ofrecido y abierto para que toda otra realidad en ella se mani­fieste y celebre su Pentecostés.

    Dios mismo, para sernos Dios, tiene que arreglárselas para denunciarnos su existencia y por eso:

    * fulmina en el Sinaí,

    * se pone a arder en la retama al borde del camino y

    * azota a los cambistas en el atrio del templo y

    * navega sobre Gólgotas de tres palos, como las fragatas.

    De aquí que ningún conocimiento de algo es suficiente —esto es—, suficientemente profundo, radical, si no comienza por descu­brir y precisar el lugar y modo, dentro del orbe que es nuestra vida, donde ese algo hace su aparición, asoma, brota y surge, en suma, EXISTE.

    ……………..

    Porque eso significa propiamente existir —vocablo originariamente, tal vez, de lucha y beligerancia que designa la situación vital en que súbitamente aparece, se muestra o hace apa­rente, entre nosotros, como brotando del suelo, un enemigo que nos cierra el paso con energía, esto es, nos resiste y se afirma o hace firme a sí mismo ante y contra nosotros.

    En el existir va incluido el resistir y, por tanto, el afirmarse el existente si nosotros preten­demos suprimirlo, anularlo o tomarlo como irreal.

    Por eso lo exis­tente o surgente es realidad, ya que:

    realidad es todo aquello con que, queramos o no, tenemos que contar, porque, queramos o no está ahí, ex-iste, re-siste.

    ………………………

  • oscar varela

    Hola Jorge!

    Te leo (¿destilo?) en Comentario:

    – “Aquí se habla de:

    * una Causa Externa a nuestra realidad

    * que nuestra realidad (interna) ofrece”-

    ¿Es así?

    Y si es así ¿como una realidad interna le ofrece a algo externo ser su causante? ¿Acaso las cosas reales son sombras de … (como en la Caverna de Platón)?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Jorge

    Pues sí Oscar, aquí en este capítulo tercero no está el relato de Navidad, ni de Zoroastro, ni de ningún Mesías. No están porque los mesías incluido Jesús de Nazaret pertenecen a nuestro mundo humano, individuos de la historia incluidos en nuestra realidad física como todos nosotros. Aquí se habla de un sistema externo a nuestra realidad, de una Causa Externa (opcional, pues podría pensarse interna del sistema) que fija cada presente como un filtro, entre las alternativas que nuestra realidad ofrece de forma completamente autónoma.
     
    Si el asombro y perplejidad ante una realidad (que se mueve en un equilibrio muy muy inestable, grandiosa y maravillosa, con exagerada precisión al límite justo del desastre), me lleva a proponer una Fuerza y Sabiduría de la que desconozco todo, no es para cambiar en ningún sentido lo que conocemos de la realidad física ni de nosotros, (con su estructura espacio-temporal y constituida por materia-energía física nosotros incluidos), sino para apuntar a una quizás posible justificación más o menos razonable desde mi ignorancia. Con todo Fuerza y Sabiduría no son ninguna explicación del mundo, ni de la realidad, precisamente porque no pertenecen a él, o ella, de ningún modo. Y si no pueden ser explicación de nuestro mundo y realidad, mucho menos lo serán de lo Absoluto.
     
     
    Y para que conste, esta propuesta mía de Fuerza y Sabiduría no es central en mi fe, sino también derivada del principio axiomático de la Plenitud al final de la historia. De nada me sirve vincularme a este Espíritu de Fuerza y Sabiduría sin enraizarlo en la Plenitud Humana. No me interesa la mística que pueda derivarse de ello, lo que me interesa es vincular la Fuerza y Sabiduría a la Plenitud, a la plenitud ética y vida humana.

  • mª pilar

    ¡Totalmente de acuerdo Olga!

    Es que Oscar es…¡Mucho Oscar!

    O lo hacemos nosotros…  todas las personas de buena voluntad… o mandaremos a este mundo al caos total y sus habitantes con el.

    Las religiones tienen mucho que ver en todo esto.

    El joven Jesús nos dejó un estilo de vida novedoso… y nada fácil de hacerlo realidad.

    Es mucho más sencillo… cuando se carameliza de mil maneras, eso si:

    ¡A nuestro gusto y capricho!

    Porque seguirlo al pelo… solo lo van haciendo las auténticas personas que intentan, tienen que hacerlo desde afuera, a la intemperie, como están los expulsados de la sociedad asentada en el tener, poder… a cualquier precio.

    Pasad lo mejor posible estas fechas rodeados de quienes queréis y os quieren… y sin muchos “movimientos de tierra”.

    Un abracito para los dos.

    pili-mª pilar

     

  • olga larrazabal

    Querido amigos:  En 2 plumazos Oscar  resumió un paradigama (relato o novelón) que ha cautivado a la raza que conquistó el mundo desde hace unos 4.000 años.  Te agradezco que hayas sido generoso y hayas incluido a Zoroastro, que fue uno de los grandes creadores del relato, con ángeles, cielos e infiernos, lucha perpetua entre el Bien y el Mal, Mesías prometido, nacimiento virginal un 25 de Diciembre,pueblos escogidos y rituales de pureza.

    Y lo más probable es que se sigamos unos 2000 años más, saboreando restos del relato, si es que el Mal no triunfa tirando una bomba atómica o envenenando a la especie humana y al resto del planeta, con químicos y productos  con genomas monstruosos.

    Porque esa fuerza y sabiduría que Jorge ve en la organización y evolución de la vida, también tiene reglas contra los que la atacan, permitiendo su autoeliminación por medios perfectamente naturales.

    Y volvemos a la base de donde partió el relato, la lucha entre el Bien y el Mal, que ahora se da en términos planetarios y la esperanza de que un líder o Mesías nos venga a soplar un poco de sabiduría.

    Y la palabra con que miramos a la fuerza o a Dios, al que no conocemos ni comprendemos, es Esperanza.

    Esperanza de que se nos aclaren un poco las neuronas y podamos autorganizarnos en forma más amorosa, esperanza de que la Madre tierra no pegue un coletazo y se sacuda de todos nosotros, esperanza que la ciencia duras, las ciencias sociales y las religiones  se pongan de acuerdo y le pongan límites a los comerciantes de este mundo.

    Y para eso tenemos que volver a escuchar  y asimilar algunas perlas de sabiduría que lanzó o le atribuyeron al joven de Galilea, al cual junto con hacerlo Hijo de Dios, igual que a Mitra, e igual que varios emperadores y héroes de la antigüedad, consiguieron que la figura del mensajero tapara el mensaje, idolatrizándolo.

    Y en honor al gran relato les deseo una Feliz Navidad, en la que puedan sentir que la Esperanza está presente ya que vuestra Fe se sustenta con obras que contribuyen a ello.

     

  • mª pilar

    Hola: En este cap. que he leído dos o tres veces para asimilarlo con claridad y no poner en ti, palabras no dichas.
    Destaco de manera muy especial los apartados:
     9.- La estricta precisión…
    10.- Fuerza creadora…
    11.- Espíritu absoluto.
    12.- Tu decisión.
    Copio unos pequeños párrafos, para no confundir  tus deseos, decisiones, opciones.
    “No está en ella de ningún modo, sino como Espíritu, aquello que pertenece a la Realidad Última, Absoluta, haciendo que las cosas sean, como lo totalmente distinto, lo Otro…
    Es este el Espíritu que me interesa. Esta fe se apoya en una decisión libre, en la creencia razonable de que el Poder, la Fuerza del Espíritu, es lo que crea y sostiene el mundo en cada presente…
    Creo que el Espíritu está actuando en todo, en todas partes, en todo momento y lugar, y por ello al descubrir los procesos naturales y su explicación, al mismo tiempo descubrimos la actividad del Espíritu. Pienso que su modo de hacer es continuo, sin interrupciones…
    Si hablo de Fuerza me refiero a fuerza creadora que es precisamente el misterio. Si hablo de Sabiduría es aquella necesaria al menos para sostener el mundo. Ambas, por mi opción de fe las considero en Dios. Por ello, creo que en donde hay fuerza positiva, constructiva, creadora, allí estará presente la Fuerza y Sabiduría de Dios.”
    Me encanta como lo vas describiendo y comparto su esencia. Ahora expongo mi manera de “mirar”, comprender, experimentar todo lo hermoso que he encontrado en su atenta lectura.
    A estas alturas de mi vida, casi nunca le pongo nombre a…
     ¡Ese no se qué…!
    Bullendo en mi interior, que va cambiando a medida que yo voy “Escuchando” lo que de alguna manera se ilumina en mi el.
    Y aquí mi exposición y pregunta:
    He llegado a la conclusión (mía, personal) de que si asumo esa… Sabiduría y fuerza que todo lo abarca… Porque es parte de mi ser desde el mismo  instante de mi nacer.
    Por tanto, dependerá de mis opciones… que crezca, se realice, sea causa de Vida para mí, y sin yo buscarlo, de alguna manera, bueno para quienes pasan a mi lado, en cuanto hago, y hasta en la misma naturaleza si la cuido, la amo, la respeto.
    Para mí, todo está preñado de esa “Fuerza- Sabiduría-Espíritu” al que no puedo manipular, sino dejar con mis opciones que crezca y llegue (según el paso de cada cual) a su plenitud.
    La capacidad está en mí, las posibilidades pueden ser de… pongamos el ejemplo de la… Parábola del sembrador…
    Esta es mi manera de “verle, tratarle, abandonarme, no pedir más o menos, no esperar favores especiales…” Solo, seguir así como soy, esa manera de vivir… para mí, desde Jesús, a quién siempre he buscado con deseo profundo de conocerle interiormente cada día más y mejor.
    Debo muchísimo a cuantas personas hombres y mujeres… empezando por mis padres, mi hermano Paco en especial… que han pasado por mi vida, dándome   nuevos estilos para comprenderla desde distintas opciones; han sido básicos para mi vivir y siempre les llevo en mi corazón agradecido ¡Siempre!
    He ido aprendiendo a aceptar mis limitaciones humanas… porque me encantaría dar el do de pecho en mi “canto” que es mi vida; y cuando lo reviso al finalizar el día… no siempre me siento satisfecha… pero ya hace mucho tiempo, que dejé atrás el flagelarme por mis torpezas que las hay.
    Sencillamente le amo, mostrando amor por cuanto me rodea, ya no me pregunto… asumo… y ¡Adelante!
    Gracias Jorge, he disfrutado con este cap. de tu libro, y seguiré semana tras semana hasta el final.
    Un abrazo entrañable.
     
    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Capítulo Tercero: ¿EXISTE DIOS?

    Bueno, dicen que anda

    * en el vientre de una mujer

    * acompañado por un padre laburante

    * perseguido a muerte por jefes del sistema

    * buscado por los zoroastrianos

    * no encontrando lugar para nacer.

    ¡¿Cómo no va a ser el supertierno Gran novelón paradigmático?!

    ¿Qué otro Relato le pisará el pocho a este, no?

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

    PS.: ¡Ah! ¿que  de esto nada en este Capítulo? Puede ser. Habré sintonizado mal al poner el Título en el Google del alma tradicional.