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Espiritualidad y Religión / 3

HayaJesús, una espiritualidad laica

Este es el tercer tema de los 7 que comprenderá este curso.

Entre espiritualidad y religión Gonzalo nos mete a Cristo.

¿Se complica o se ilumina el tema con esta alusión a Jesús el Galileo?

Para recibir el material completo hay que inscribirse en el Curso entrando en CURSO-TALLER ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN.

En cualquier caso la matrícula es gratuita

Se aceptan aportaciones libres (botón a la izquierda)

UD 3. Jesús, una espiritualidad laica

Reflexión y síntesis

Porque de ellos es el Reino de Dios

CHIQUILLO

Os aseguro que quien no acoja el reino de Dios como un chiquillo, no entrará en él” Lc 18,17

La espiritualidad del Reino de Dios

Jesús vivió su espiritualidad dentro del judaísmo y nunca renunció a él. Creyó en el cumplimiento de la Promesa –la era mesiánica- y la presentó como el Reinado de Dios. No era lo que esperaban ni los escribas ni el pueblo. No era un Reino de Dios en gloria y poder, al que se someterían todos los pueblos de la tierra.

En el centro de ese Reinado no colocó ni a Pedro, ni a Santiago, ni a Juan; en el centro colocó a un chiquillo: “Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo: -Si uno quiere ser primero, ha de ser último de todos y servidor de todos. Y cogiendo al chiquillo, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: Quien acoge a uno de estos chiquillos, como si fuera a mí mismo, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, más que a mí, acoge al que me ha enviado” (Mc 9,35-37).

Jesús vivió la espiritualidad del judaísmo pero rechazó los preceptos y ritos que contradecían su experiencia religiosa. Rechazó la pureza o impureza de los alimentos porque servía para separar a los judíos de los otros pueblos: los alimentos no son impuros, las impurezas salen del corazón. El sábado está hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Si vas a presentar tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano.

Tras la muerte de Jesús, sus discípulos dieron testimonio de que “Dios ha constituido Señor y Mesías a ese Jesús a quien vosotros crucificasteis” (Hch 2,36), pero no tienen instrucciones precisas sobre cómo continuar con el anuncio del Reino.

Pedro sube al Templo a orar; Esteban –el primer mártir cristiano- es condenado por decir que “Dios no habita en templos hechos por manos humanas”. Juan concuerda con Esteban y pone en labios de Jesús una palabras semejantes “Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén… los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad” (Jn 4,21-23).

Santiago exige la circuncisión de los gentiles, Pablo rechaza esa exigencia, Pedro duda. La supresión de la circuncisión -junto con los preceptos de la Ley mosaica- y la confesión de la divinidad de Jesús marcan la diferencia entre el cristianismo y el judaísmo.

La espiritualidad del Reinado de Dios trasciende el judaísmo y el cristianismo, es el fondo de toda espiritualidad.

La espiritualidad de Jesús es laica

“Laica” puede interpretarse en dos sentidos; en sentido de “no sacerdotal” –Jesús no pertenecía a la tribu sacerdotal, ni tuvo ninguna misión clerical- o en el sentido en que decimos “Escuela laica”, es decir, que no pertenece a ninguna religión.

La espiritualidad de Jesús se desarrolló en el judaísmo y después en el cristianismo, pero puede ser asumida por cualquier religión; y creo que por muchos que se consideran ateos.

Las religiones concretan y socializan la espiritualidad. Como decía Rudolf Otto, las religiones tienen elementos racionales y elementos irracionales (no comprensibles con la razón). La religiones se esfuerzan por hacer más asequible la espiritualidad, la racionalizan, la concretan en sus doctrinas, preceptos y ritos. Cuanto más concretan estos elementos racionales, más separan a unos creyentes de otros. La mística y la praxis nos unen, la teología –las explicaciones- nos separan.

La espiritualidad de Jesús, la espiritualidad del Reino de Dios, tiene un mínimo de concreción, un mínimo de elementos racionales; por eso puede vivirse en el judaísmo o en el cristianismo. No depende de una religión. Podemos decir que es una espiritualidad laica.

Veamos, aunque simplificados y esquemáticamente, qué leves son los elementos racionales y que importantes son los elementos irracionales en la espiritualidad de Jesús.

Elementos racionales

En cuanto a la doctrina Jesús tiene en el Jordán una profunda experiencia de Dios como Padre, y a continuación, en la sinagoga de Cafarnaun, proclama el Reino Dios, no como día de justicia sino como año de gracia y de liberación. Estas dos experiencias fundamentales se reflejan en las parábolas del hijo prodigo y del buen samaritano.

El resto de sus enseñanzas se desarrolla también en parábolas, no en conceptos “claros o bien definidos”. A veces pueden parecernos contradictorias como la del hijo pródigo y la del juicio final. Los exegetas escriben libros y libros para explicar qué entendía Jesús por el Reino de Dios. Jesús reconoce en dos paganos una gran fe-confianza; reconoce la fe de la mujer sirofenicia, y encuentra en el centurión romano mayor fe que en todo Israel.

En sus preceptos deja la misma imprecisión. No quiere caer en el fariseísmo de la menta y del comino. ¿Se salvan los ricos? A los discípulos les parece que, según lo del camello por el ojo de la aguja, resultaría imposible; pero Jesús les dice que para Dios nada es imposible. Al joven que le pregunta qué tiene que hacer para salvarse le dice que cumpla los mandamientos, pero ¿cumplen los mandamientos el sacerdote y el levita que dejan al herido junto al camino? Ahí el que cumple es el herético samaritano.

¿Qué ritos religiosos practicó Jesús? Comenzó bautizando como Juan, pero no continuó. Quizás su gran rito fue la comensalidad abierta a todos, ya sea en el campo –multiplicación de los panes- en las casas de los fariseos, de los publicanos, de los amigos, en la barca o en la playa con los discípulos. La eucaristía es el memorial de esta comensalidad.

¿Instituyó alguna jerarquía? Eligió a doce discípulos como símbolo del cumplimiento de la Promesa a las doce tribus de Israel. Todos ellos esperaron hasta el último momento la llegada triunfal del Reino de Dios. A Pedro le llama Satanás porque quiere apartarlo del camino de la cruz; a Juan le reprende por prohibir a un exorcista que no es del grupo y por desear un puesto de privilegio en el Reino. Y expresamente les advierte “Los reyes de las naciones las dominan, y los que ejercen la autoridad sobre ellas se hacen llamar bienhechores. Pero vosotros, nada de eso: al contrario, el más grande entre vosotros iguálese al más joven, y el que dirige al que sirve” (Lc 22,25-26). Después de la resurrección, los discípulos todavía esperaban un Reino triunfalista (Hch 1,6-7).

Marcos sintetiza en el capítulo 11 la actitud de Jesús respecto a una religión degradada por la codicia humana. Entra Jesús en Jerusalén como Mesías sentado en un asno – Maldice la higuera: “Nunca jamás nadie coma frutos tuyos”. – Expulsa a los

Mercaderes del Templo – Pedro se admira de que la higuera está seca, y Jesús les responde (en forma un tanto inconexa) que ellos perdonen a quienes les hayan ofendido y confíen en que Dios les perdonará (¿confíen en que no se secarán como la higuera?) – Finalmente “los sumos sacerdotes, letrados y senadores” le preguntan a Jesús con qué autoridad –no con qué razones, sino con qué autoridad- hace estas cosas. Jesús no quiso recargar su espiritualidad con excesivos conceptos, preceptos y ritos.

Elementos irracionales (en el sentido de Otto)

La espiritualidad de Jesús procede de su experiencia mística en el Jordán: Dios como Padre y su propia misión como liberación de los oprimidos. Y subvierte la lógica de la religión y de la ética: los últimos serán los primeros, las prostitutas por delante de los sacerdotes, la revelación a los sencillos más que a los sabios, la misma paga al jornalero de la última hora, el reino de Dios es de los niños.

Jesús vive las dos características que Otto presenta como irracionales, es decir como “una oscura profundidad a la que no hallan paso nuestros conceptos” :

Reconoce la majestad absoluta del Padre. Sólo a Él le corresponde atribuir un puesto en el Reino, y “ en lo referente al día aquel o el momento, nadie entiende, ni siquiera los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo y únicamente el Padre” (Mt. 24,36). El Padre revela a los sencillos lo que oculta a los sabios y prudentes. Jesús no menciona “la cólera de Dios”, frecuente en el Antiguo Testamento, pero describe con crudeza su irritación ante el administrador perdonado que no perdonó a sus deudores, o ante “esos enemigos que no querían que yo fuera su rey; traedlos aquí y degolladlos en mi presencia. Dicho esto, siguió adelante, subiendo a Jerusalén” (Lc 19,27-28).

Expresa el sentimiento de criatura.“¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios” (Lc. 18,19).“Abba, Padre, todas las cosas te son posibles. Aparta de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Mc. 14,36).“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado”. (Mc. 15,34). Y al morir “gritó muy fuerte: Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lc. 23,46).

En conclusión, Jesús vivió la espiritualidad del Reino, no una religión concreta. Murió fiel a la espiritualidad del judaísmo, pero rebelde ante la Ley y el Templo. Expresó sus enseñanzas con símbolos, no con conceptos; su único precepto fue el amor, y su único rito la comensalidad. Fueron sus discípulos quienes concretaron su espiritualidad en el cristianismo.

En el Reino entran el centurión romano, el furioso geraseno, la mujer cananea, y todos los hombres de buena voluntad, crean lo que crean sobre Dios o los dioses.

Desde el principio existía el proyecto para toda la humanidad.

13 comentarios

  • Juanel

     
    Hacer un breve resumen de la espiritualidad de Jesús como ha hecho aquí Gonzalo Haya aunque sea limitándose a los escritos del NT me parece un trabajo difícil que irremediablemente se quedará corto, muy corto. Y es como dice Ana Rodrigo que se han escrito sobre Jesús tantos tratados especializados y sobre cada escena de los evangelios tantos libros de comentarios e interpretaciones que resulta inabarcable. Sólo se puede hacer una cosa destacar lo que al autor le parece lo más destacarle obviando todo lo demás.
     
    No sé cuál es la intención de destacar de la espiritualidad de Jesús la conciencia de criatura y la Majestad de Dios. Hay muy pocos escenarios y palabras de Jesús que apunten en esa dirección. Sin embargo, la consideración de hijos de Dios y herederos del Reino es de mucha más incidencia que la de criatura. Es difícil encontrar base para afirmar que Jesús se reconocía a sí mismo como criatura de Dios, pues esta afirmación coloca a Jesús subordinado al Padre en una posición claramente arriana.
     
    Tampoco la conciencia de Jesús de la Majestad de Dios es ni con mucho evidente sino más bien todo lo contrario. La intimidad que mantiene Jesús con su Dios prácticamente la anula, al tomarlo como un igual y no como su soberano. El cristiano no tiene ningún motivo para adoptar ante Dios la actitud de sumisión de los musulmanes. Al contrario el cristiano puede y debe tratar a Dios como otra persona humana más, con la ternura, el cariño y la proximidad de un padre amoroso todo bondad y acogimiento.

  • Druso

    Javier creo que me interpretas correctamente. Añadir que durante mucho tiempo el cristianismo, también es aplicable a otras religiones, totalizaba el pensamiento humano apropiándose de él y adaptando esas ideas, que eran consecuencia de la evolución humana, a sus intereses o marginándolas y persiguiéndolas. Nada había fuera del cristianismo, el pensamiento humano era cautivo de una religión totalitaria, como lo eran y lo son la totalidad de las religiones existentes. A finales del XVIII va cambiando la situación siendo más favorable a la persona, pero hasta hoy la resistencia es tenaz, la religión va unida al poder, porque se creó para ejercerlo y hacerlo de forma totalitaria, sin oposición, ese poder terrenal que habla de paraísos virtuales ha ido perdiendo clientela debido a la evolución del pensamiento y del conocimiento humano de ahí parte la crisis que está sufriendo las ideas religiosas en la actualidad. A muchos les cuesta aceptar esa realidad readaptando ese mismo pensamiento religioso y disfrazándolo con ropajes políticos, sociales, ecológicos, etc. En esa gran paella que es el cristianismo todo es añadido,  poco o nada hay de original, de cosecha propia.

  • Javier Renobales Scheifler


    Al parecer, si no le he entendido mal, para Druso el cristianismo es una creación del Imperio Romano.
     
    Basándose en una mera anécdota, que es Jesús, (la cual no fue más que un mero pretexto para unificar creencias, mitos y leyendas de diferentes pueblos y diferentes culturas de hace dos milenios), el poder romano (o sea, el divino emperador y sus secuaces), que necesitaba unificar también las creencias para mejor manejar a tantos pueblos como había ido integrando por la fuerza de las armas en su Imperio Romano, se adueño también de una religión incipiente, e hizo con ella el cristianismo, (por ejemplo convocando y organizando los concilios llamados cristológicos -los dogmas del credo-).
     
    Eso explica:
     
     
    – que la ICR sea desde entonces un tinglado imperial y totalizante, hoy multinacional,
     
    – y que cada grupo en el cristianismo se haga, del mito/leyenda Jesús, el mito/leyenda que mejor convenga a sus intereses.
     
    Para ello tivieron que enterrar al Jesús histórico en multitud de maneras de verlo a conveniencia de cada grupo,  según los escritos del Nuevo Testamento y las doctrinas posteriores, haciendo diversas construcciones interpretaciones interesadas  del mito/Leyenda Jesús, dados los escasos datos históricos que decidieron conservar del Jesús histórico y de su manera de pensar.
     
    Como bien dice Druso, el beneficio que obtienen con ello es que:
     
    – a unos les aporta consuelo para afrontar su finitud (la famosa fe en la resurrección, verdadero objetivo de quienes necesitan la salvación de su alma, que quieren que sea inmortal)

    – y a otros les sirve de motivación para vivir su idealismo (ya que ese idealismo por lo visto no tiene otra motivación, pues las personas vivas no lo motivan suficientemente, ese idealismo)

    Me parece una explicación certera, la de Druso;

    ello explica además la ICR que padecemos, que dicen que Bergoglio va a arreglar de una vez por todas pero poco a poco –para no perder las esperanzas viendo la realidad-, según las esperanzas sin fin (fe en Bergoglio y en su ICR) de algunos.
     

  • pepe sala

    Mi querida Teresita:
     
    No te preocupes más en buscarla, posiblemente no la encuentres y tampoco tiene importancia. Si quiero la pueso repetir casi letra por letra.
     
    No se trata de la historiuca navideña con el jodido caldero y la nevada. Esa fue bastante posterior a la del niño con botijo y es la foto que aparece en este hilo lo que me tiene intrigadísimo, puesto que estoy casi seguro de que soy yo mismo quien aparece en la foto. En cualquier caso, si nom soy yo, la similitud y los tiempos coinciden a la perfección. Sobreviviré sin la información Tersita, no te preopumes más.
     
    Respecto al Link que comentas, hya varios, pero donde más ” historiucas” recopiladas hay es en el que aparece en este comentario mio:
     

    El asesinato de García Lorca


     
    Un abrazote enorme, Teresita.

  • Druso

    No hemos dejado de procurar llenar nuestro vacio de leyendas y de mitos, lo cual es muy respetable y creo que beneficioso pues a unos les aporta consuelo para afrontar su finitud y a otros les sirve de motivación para vivir su idealismo. El personaje de Jesús, con  sus innumerables calificativos, ciertamente es inagotable, es un gran pozo sin fondo en donde todo cabe, su figura ha sido tratada desde muy diversos ámbitos pero pocas  han sido aquellas que han buscado evidencias reales, pruebas no solo de sus posibles hechos o actuaciones, sino de su propia existencia. Posiblemente el Cristianismo hubiera existido sin Jesús, el Cristo del Evangelio, posiblemente Jesús sea sólo una anecdota, un pretexto que sirvió para unificar creencias, mitos y leyendas de diferentes pueblos y de diferentes culturas, pues eso es lo que relatan los evangelios en realidad. Hubo un momento en que la sociedad y el poder romano necesitaba unificar no sólo las sociedades, el derecho, la lengua, también las creencias, crear una religión unificadora y totalizadora. El cristianismo era una nueva religión que se iba haciendo y transformando sobre la marcha, día a día, con las aportaciones de sus nuevos adeptos y partiendo de una idea primigenia muy elemental y escasamente propia.Está bien, en cierta manera, viajar en pensamientos, vagar en ilusiones,  cultivar esperanzas.

    Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, es donde deberíamos intentar vivir”. Oscar Wilde.

  • Teresa Tumini

    Querido Pepe: son las 3 menos 20 del miércoles, por lo que debo interrumpir mi búsqueda, pero yo tenía guardado ese relato tuyo del caldero que me enterneció tanto. Y ¿sabes? al ver la foto de este niño mi pensamiento voló a Pepín y su amarga aventura navideña. Recuerdo que en Atrio en algún momento pusiste un link que llevaba a una publicación (era un blog?) en que aparecían varios relatos tuyos. Ojalá ese dato te sirva. De todos modos yo seguiré buscando, no te quepa duda. Un abrazo

  • pepe sala

    No  estoy muy seguro, Oscar , de que los poderes dejen en PAZ a los ” loquitos sueltos”.
     
    Tu paisano, Rafael Amor, lo explica mejor que yo:

    A la señora beata santa mojigata con alma de rosario y de pecado diario
    que con recogimiento y arrepentimiento de confesionario
    siempre se escondía del loco de la vía, claro, como no pedía…
    ¡ah! si hubiera ido por la sacristía,
    si hubiera sido como los demás que lamían consuelos no le molestaría,
    y hasta pagaría con una limosna la paz en el cielo.

    Al señor pudoroso, serio, moralista, ese que da el asiento correcto,
    educado que por las noches vive en el mareo loco devaneo
    de plumas de coristas y un amor pagado,
    al pseudo inteligente con cara de valiente, de duro intransigente,
    que se cree reformista, que cuando lo veía, al lado de la vía,
    al sol sin la camisa, desafiar al mundo con su risa,
    comprendía que él, también iba en el tren, el de todos los días.

    Al político retórico, crítico porque no lo votaba el loco de la vía,
    y a los vendedores y a los prestamistas porque no compraba y no se vendía,
    a los poderosos porque era orgulloso,
    a los desgraciados porque no era esclavo,
    a la hipocresía porque no creía y a los mansos porque se comprometía,
    claro, les molestaba porque aún callado, nunca se callaba,
    es que era un mal ejemplo el loco de la vía, había que aplastarlo,
    borrarlo, desterrarlo, no vaya a ser que un día quieran imitarlo,
    es un enemigo, vive al sol, no es mendigo y hasta, a veces, canta,
    es un subversivo…; y vinieron veinte carros de asalto,
    cuatro de explosivos, un camión de la perrera,
    un destornillador para aflojar los grillos, máscaras antigases,
    carros autobombas, sesenta mil mangueras
    para aplacar el humo blanco de su blanca bandera.

    Le aplastaron la casa barata y chata,
    le expropiaron al perro puntiagudo con alma de felpudo.
    El loco de la vía reía todavía, y gritó libertad, con su voz que dolía,
    –éste ya está en la lista– dijo el oficinista,
    y la santa señora en un avemaría pasaba la alcancía,
    el señor circunspecto miraba muy correcto,
    los hipócritas se compadecían,
    el político crítico con sentido analítico dijo que era anárquico,
    que su fin era típico; los poderosos repetían con gozo: es un ejemplo claro;
    la libertad no existe, decían los esclavos,
    y los mansos con quietud de remanso rezaban
    y un curita les decía: arrodillados hijos, siempre arrodillados, hijos.

    Y así se lo llevaron al loco de la vía.
    Y en su lugar de lata de lunas escarlatas,
    con ventanas nuevas todas las mañanas,
    con cortinas finas de estrellas vespertinas,
    picotean el crepúsculo de algún grillo minúsculo
    unas cuantas gallinas.
    ——-
     
    Por favor, ruego nuevamente información sobre la foto del niño con el caldero. No es asunto de un ” loquillo suelto”. Tengo muchísimo interés.
     
    Saludos, pues.

  • pepe sala

    No  estoy muy seguro, Oscar , de quos poderes dejen en PAZ a los ” loquitos sueltos”.
     
    Tu paisano, Rafael Amor, lo explica mejor que yo:

    A la señora beata santa mojigata con alma de rosario y de pecado diario
    que con recogimiento y arrepentimiento de confesionario
    siempre se escondía del loco de la vía, claro, como no pedía…
    ¡ah! si hubiera ido por la sacristía,
    si hubiera sido como los demás que lamían consuelos no le molestaría,
    y hasta pagaría con una limosna la paz en el cielo.

    Al señor pudoroso, serio, moralista, ese que da el asiento correcto,
    educado que por las noches vive en el mareo loco devaneo
    de plumas de coristas y un amor pagado,
    al pseudo inteligente con cara de valiente, de duro intransigente,
    que se cree reformista, que cuando lo veía, al lado de la vía,
    al sol sin la camisa, desafiar al mundo con su risa,
    comprendía que él, también iba en el tren, el de todos los días.

    Al político retórico, crítico porque no lo votaba el loco de la vía,
    y a los vendedores y a los prestamistas porque no compraba y no se vendía,
    a los poderosos porque era orgulloso,
    a los desgraciados porque no era esclavo,
    a la hipocresía porque no creía y a los mansos porque se comprometía,
    claro, les molestaba porque aún callado, nunca se callaba,
    es que era un mal ejemplo el loco de la vía, había que aplastarlo,
    borrarlo, desterrarlo, no vaya a ser que un día quieran imitarlo,
    es un enemigo, vive al sol, no es mendigo y hasta, a veces, canta,
    es un subversivo…; y vinieron veinte carros de asalto,
    cuatro de explosivos, un camión de la perrera,
    un destornillador para aflojar los grillos, máscaras antigases,
    carros autobombas, sesenta mil mangueras
    para aplacar el humo blanco de su blanca bandera.

    Le aplastaron la casa barata y chata,
    le expropiaron al perro puntiagudo con alma de felpudo.
    El loco de la vía reía todavía, y gritó libertad, con su voz que dolía,
    –éste ya está en la lista– dijo el oficinista,
    y la santa señora en un avemaría pasaba la alcancía,
    el señor circunspecto miraba muy correcto,
    los hipócritas se compadecían,
    el político crítico con sentido analítico dijo que era anárquico,
    que su fin era típico; los poderosos repetían con gozo: es un ejemplo claro;
    la libertad no existe, decían los esclavos,
    y los mansos con quietud de remanso rezaban
    y un curita les decía: arrodillados hijos, siempre arrodillados, hijos.

    Y así se lo llevaron al loco de la vía.
    Y en su lugar de lata de lunas escarlatas,
    con ventanas nuevas todas las mañanas,
    con cortinas finas de estrellas vespertinas,
    picotean el crepúsculo de algún grillo minúsculo
    unas cuantas gallinas.
    ——-
     
    Por favor, ruego nuevamente información sobre la foto del niño con el caldero. No es asunto de un ” loquillo suelto”. Tengo muchísimo interés.
     
    Saludos, pues.

  • oscar varela

    Hola Gonzalo!
     
    Te leo:
     
    – “Fue un transgresor de su religión;
    – fue fiel a su espiritualidad pero no a la institución.
    – Profanó el templo,
    – quebrantó el sábado, y
    – no apedreó a la adúltera como mandaba la Ley;
     
    * por todo esto lo condenaron el sumo sacerdote y todo el sanedrín.”-
    ……………
     
    ¿Podrías considerar estos dos agregados precisos, que se han repetido en todos los modos de “persecuciones sociales”:
    ·         a) La Fuerza militar al servicio del Poder económico
    ·         b) La pretensión del “transgresor” de formar “comunidad-con-secuente”?
     
    Según Salvador Santos fue este ítem b)Constitución de los Doce” (Sociedad Alternativa) el punto crítico de El Galileo-Jesús el que desató la persecución a muerte y a cualquier precio por parte del Sistema vigente (diríamos: en aquél … y también en nuestro tiempo).
     
    Ningún Poder persigue a “loquitos sueltos”; a lo más: se entretiene con ellos para vacunar a las masas sumisas.
     
    ¿Vamos todavía? – Oscar.

  • Javier Renobales Scheifler

    A mi modesto modo de ver
     
    La espiritualidad de Jesús la desarrolló Jesús en el judaísmo, no en el cristianismo; Jesús ni siquiera conoció el cristianismo, pues el cristianismo es posterior a Jesús.
     
    Cuando murió Jesús sus discípulos siguieron siendo judíos lo mismo que antes. Lo del cristianismo vino después, Jesús había muerto ya años atrás. La espiritualidad de Jesús murió con él.
     
    ¿Jesús resucitó y su espiritualidad con él? No lo sabemos. Si resucitó, no es en este mundo, sino en otro hipotético que no conocemos; no sabemos qué espiritualidad pueda tener Jesús en ese hipotético mundo que llaman de ultratumba u otra vida.
     
    Nosotros estamos en este mundo, no en un hipotético mundo de ultratumba que nadie sabe cómo es, ni por tanto sabe nadie qué espiritualidad tendría Jesús en ese hipotético mundo, que quizá no existe, o quizá sí.
     
    Pero la espiritualidad es algo de cada uno y cada uno desarrolla la suya, Jesús desarrolló la suya, y cada uno de nosotros desarrollamos la nuestra.
     
    El reino de dios es el reino del amor y de la justicia. Quizá la terminología más actual fuera la de reino del amor y de la justicia, pues decir el reino de dios supone saber qué/quién/cómo es dios, y eso parece bastante claro que no lo sabemos.

  • ana rodrigo

    Gracias, Gonzalo por esta buena síntesis del tema Jesús, y digo del tema porque Jesús, el Galileo, ha sobrepasado todos los límites de la literatura religiosa. Sería imposible poder saber la ingente cantidad de libros y otros escritos sobre esta persona, que derivó en personaje objeto de la atención universal ya sea como adversario, ya  como personaje interesante, ya como persona irrepetible, ya como persona a imitar y seguir, etc. etc. No creo que quede ni el más mínimo recoveco de su vida y de los dichos que se le adjudican que no haya sido escudriñado con la lupa más potente de la crítica.
     
    Para quienes lo consideramos un referente humano-religioso indiscutible, su conocimiento nos ha encauzado la vida en su totalidad, con religión o sin religión. De hecho la religión cristiana es más un obstáculo para comprender a Jesús que un camino sano y adecuado. Si bien hay que agradecerle a la Iglesia que haya custodiado a lo largo de los siglos los documentos más primigenios sobre Jesús.
     
     Y, también, podríamos decir que la sociedad en la que ha predominado, e incluso ha dominado, esta religión aún sigue condicionada para bien o para mal por la religión institucionalizada, por un lado, y por los valores cristianos, por otro. Cuando hablo de los valores cristianos me refiero a los de Jesús y su evangelio, en cuanto valores humanos capaces de humanizarnos a título individual y colectivo. Tod@s somos hij@s de nuestra cultura, lo queramos o no.
     
    Otra cuestión muy diferente es cuando la sociedad laica, el estado aconfesional o las leyes civiles, se las quiere impregnar de ideología-religioso-cristiana de la Iglesia católica. Y esto sería otro tema muy amplio.

  • pepe sala

    De momento sólo un ruego:
     
    ¿ Alguien podría proporcionarme información sobre la foto del niño con el caldero de agua?
     
    Sería una sorpresa muy agradable que el niño se pareciese tanto a mi, que fuese yo mismo en un pueblito que se llama Valmeo. He intentado buscar una historiuca que os mandé hace algún tiempo que se tiltuaba ” el niño con botijo”. No la he encontrado y tampoco la encuentro en mis documentos.
     
    Esa misma estampa, con el caldero, fue la que le inspiró al pintor que me abordó y me pintó, durante tres días, con un botijo al lado. Supongo que estaré confundido y la foto sea de otra época. Yo tendría entonces 5 años y sería el año 1954 ?¿?¿
     
    La ropa y el calzado del niño me despista un poco. No recuerdo que yo tuviese tan buena chaqueta y botas tan nuevas. En lo físico, el niño se parece un montón a las fotos de mi hijo pequeño cuando tenía su edad. Obviamente, yo no tuve fotos de niño, al menos que se hayan conservado en ” álbunes caseros”, jejeje.
     
    Disculpas por irrupir con algo tan personal; pero es que me he quedado de piedra al ver la foto.
     
    Saludos.

  • Gonzalo Haya

    Creo que esta Unidad Didáctica -para mí del mayor interés- ha quedado un poco confusa. Espero que este breve esquena ayude a aclarar la idea fundamental.
    ·        Jesús no era sacerdote, doctor de la ley, ni religioso fariseo; en su sociedad era un laico.
    ·        Fue un transgresor de su religión; fue fiel a su espiritualidad pero no a la institución. Profanó el templo, quebrantó el sábado, y no apedreó a la adúltera como mandaba la Ley; por todo esto lo condenaron el sumo sacerdote y todo el sanedrín.
    ·        No proclamó una religión, sino el Reino de Dios, que no es una religión sino un movimiento con un ideal universal y flexible: una creencia en Dios creador y padre; un solo mandamiento, el amor; un solo ritual, la cercanía humana de la comensalidad con seguidores y detractores.
    ·        No fundó una religión; lo hicieron sus discípulos –con discrepancias entre ellos mismos- ellos fueron organizando unas creencias, unos preceptos y unos ritos.
    ·        Jesús fue un laico, y su movimiento no era una religión sino una espiritualidad adaptable a judíos, samaritanos, romanos, cananeos, gerasenos… de cualquier creencia.