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Carta abierta a Gustavo Gutiérrez

Clelia

  • El actual Jefe del Santo Oficio, el arzobispo Muller se ha confesado amigo y seguidor de Gustavo Gutiérrez, el sacerdote peruano –hoy padre dominico– que hace 42 años, cuando tenía 43 –hoy tiene 85–, publicó el primer libro con este título “La Teología de la Liberación”.
  • Gracias a su amigo en Roma, Gustavo está siendo hoy reivindicado incluso por L’Osservatore Romano.
  • Pero es justo leer esta carta abierta que le dirige nuestra amiga Clelia Luro.


    Querido Gustavo: Soy  Clelia Luro, la compañera de Jerónimo Podestá ¿recuerdas?  Tú habías viajado a Córdoba a una charla a los curas del Tercer Mundo. Lo habían invitado a Jerónimo por primera vez por medio de Marimachi. Jerónimo partió muy contento a  Córdoba, era  la 1º vez que los curas del  Tercer Mundo lo invitaban. Pasó que al día siguiente apareció Jerónimo en casa de regreso, le pregunté ¿qué le pasó? y su respuesta sin ocultar su dolor me dijo: “me echaron, Gustavo no quería comenzar si Jerónimo estaba en la sala”

    Yo pensé “teólogo de la liberación, ¿qué liberación sostenía?“ ¿La liberación clerical de valores falsos? Y me dio pena por tu persona.

    También supe que de la misma forma te comportaste con Leonardo Boff el mejor teólogo que hoy tiene la Iglesia.

    El sábado me llamó Francisco y le hice recordar de aquel episodio y me respondió que se acordaba porque yo ya se lo había contado cuando aún era nuestro Cardenal Bergoglio.

    Gustavo, si la Teología de la Liberación nos lleva a ser jueces de nuestros hermanos habría que hacer la Liberación de esa Teología ¿qué pasará cuando la Iglesia reforme esa ley que es sólo una ley hecha por hombres y vean la forma de admitir las parejas sacerdotales o el celibato optativo? ¿entonces cambiarías de opinión?

    Leonardo Boff no dejó su lucha ni se fue de la Iglesia: lo sacaron en un juicio injusto de la Institución, pera la Iglesia Pueblo de Dios como dice el Vaticano II no lo condenó, y  tampoco a Jerónimo que siempre se sintió Obispo de la Iglesia y como Pablo eligió a los Gentiles, a todos aquellos que sufrían persecución del clericalismo; los compensó a todos aquellos sancionados por una ley que no respetaba la primacía y el respeto a la conciencia como sancionó el Vaticano II.

    Si Dios quiere hoy con Francisco que está rescatando la Iglesia Pueblo de Dios, las sanciones terminarán, pertenecen al pasado y a los espíritus clericales que irán desapareciendo para llegar a ser “¡Uno para que el mundo crea!”.

    Clelia

    70 comentarios

    • Antonio Duato

      Oscar:

      Se habían cerrado los comentarios en la página editorial del principio, al pasar el tiempo.

      Ya he reparado y reabierto la página.

      Y estoy preparando una nueva página-editorial de primavera-otoño, que no acaba de salir…  Se me acumulan tareas. Me uno a tu propuesta. Ya el cambio de actitud de Juanito Arias es significativo, ¿no? Pero otros escépticos se empeñan en que no es posible que haya primavera pues los inviernos, como en Juegos de Tronos (lo he leído, antes de que fuera famoso, por indicación de mis hijos…) tienen que durar muchos años.

    • oscar varela

      Hola Equipo ATRIO!
       
      ¿Dónde poner Comentarios en torno al TABLÓN?
      ………………….
      Ahora Jorge Gerbaldo en el TABLÓN aporta Info, similar a la que alguien ya lo había comentado en Atrio:
      Una MUJER CARDENAL.

      Que yo esté de acuerdo o no es irrelevante. Pero si así fuere yo propondría a la señora Clelia Luro viuda de Jerónimo Podestá.

      Me consta que lo haría espléndidamente bien. Además tiene un Curriculum de trayectoria difícilmente superable para el momento actual de la ICAR.

      ¿Proponemos y Votamos?

      ¡Vamos todavía! – Oscar.

    • Santiago

      Juanel,    creo que últimamente confundes lo que yo intento decir ya que obviamente no puedo ser maniqueo..PUES cuando digo que en “el ser humano -como en el mundo-hay una constante lucha entre 2 fuerzas antagónicas: una que nos elevan hasta Dios y otras que nos arrastran a los mas bajo que hay en nosotros” no implico que estas fuerzas o estas “tendencias” son externas e incontrolables puesto que tambien hablo del don de “poder decidir” y de la “responsabilidad”….No son, pues, dos fuerzas ciegas que no podemos controlar…sino que dependen de “mi libre albedrío” que es precisamente TODO LO CONTRARIO a lo que tu entiendes por “mi” maniqueísmo o agustianismo….cosas que, tambien, son opuestas…..Porque en el maniqueísmo segun Agustín “hay dos almas, una buena de Dios y otra mala, que procede de la raza de las tinieblas, que no ha sido creada por Dios, pero que le es co-eterna” y que estas dos almas, una buena y otra mala, se encuentra en todo ser humano…y que el ser humano “obra mal” cuando “triunfa” la oscuridad, el principio malo. Pero esto claro está anula la voluntad, porque no hay ningun control sobre este “mal principio”..Por eso Agustín cuando era maniqueo confiesa que se “encenagaba mas y mas en el pecado”….puesto no había manera, ni modo de control….había un principio “fuera de el” que lo controlaba….POR eso Agustín de Hipona, convertido al cristianismo, se opone al maniqueísmo al decir que el pecado “reside” en la voluntad….que yo puedo controlar mediante la cooperación a la gracia que Dios me da, para poder salir del estado de pecado….
      Pero no hay que ser teólogo para ser consciente de la lucha actual en el mundo entre el bien y el mal..Por supuesto que el mal depende de nosotros y que esta lucha esta en nosotros los humanos….Y esta lucha que continuará hasta el fin de los siglos ya la percibió Jesucristo durante su vida terrestre cuando tuvo que enfrentarse con el mal presente en las personas y con los judíos que atribuían sus milagros a la acción de Belzebú, el príncipe de las tinieblas…
      Sin embargo, aunque somos responsables de nuestros actos,nuestra voluntad no es omnipotente como quería creer el monje Pelagio….porque no podemos salvarnos “solamente” con nuestras fuerzas…por eso necesitamos la gracia…que es suficiente….y tambien abundante……….. por la ofrenda voluntaria que hizo el Hijo en la Cruz….de manera que nunca nos faltará esa tabla de salvación que EL ha proporcionado a cada ser viviente desde la prehistoria humana…Pero, Juanel, no hay “culpa sobre culpa” cuando obramos el mal…la culpa no es doble….porque cuando obras el mal solo existe una culpa…porque la gracia suficiente reside precisamente en que pudiste obrar “el bien” y no lo hiciste…a pesar de esta ayuda….Esto es lo que se llama la economía ordinaria del camino hacia el Padre…esta via de los que tienen buena voluntad, que constantemente están en el camino del bien LIBREMENTE.
      Y estoy de acuerdo contigo en que la gracia no es es sustancia etérea que baja angélicamente del cielo…sino que no solamente “da cuenta de que esperamos su ayuda”, sino que “efectivamente” la recibimos diariamente..y sin ella nuestra vida y nuestra salvación sería IMPOSIBLE porque JESUS nos dice claramente: “Sin Mí nada podéis hacer”….no podemos hacer nada que conduzca a la vida verdadera..
      Gracias por tus reflexiones y por tomarte el trabajo de “leerme”    abrazos de Santiago Hernández   

    • George

      Estimado Juanel: Mis preguntas solamente surgen de este “mi Dios”que amenudo menciona una y otra vez que también tiene que ser falso en la medida que se lo apropie. Mi postura es simplemente que frente a Dios solamente puedo desear mirar en la dirección de la oscuridad de la noche, sin un fondo previsible y sin una dirección lineal, ni siquiera un campo visual definido porque a mis espaldad (Salmo 138/139) también encuentro al misterio. estoy seguro de que mis preguntas no le sean necesarias entre otras razones porque solamente constituyen eso, mis preguntas voceadas contra y hacia el misterio que no responde. Lo que me resulta de un dolor inmenso es el mal que no se puede olvidar, menos ignorer pero que constituye otro misterio y la alternativa que se me ocurre (insisto en que sea solamente eso la que se  me ocurre porque vuelve a ser una respuesta insificiente pero la única que puedo ofrecerme a mí mismo) es que de alguna manera estas preguntas marquen el punto en el que sea necesario con la mayor humildad adorer la belleza inimaginable, la verdad absoluta, la justicia sin macula, la bondad sin preferencias… y desear con todo el corazón que pasado ese punto y conscientes de que aquello adorable y adorado, el Misterio al que se refiere Hebreos 11, 27, confiando aunque no tenga pruebas que mis esperanzas de Jesús de Nazaret y sus Promesas no habrán sido vanas.  Un abrazo,  

    • Juanel

       
      George, hay otro de tus interrogantes que me parece importante: ¿en qué medida se debe comenzar a admitir que la injusticia no sea cosa de Dios? Mi respuesta aquí es rotunda, contundente, en ninguna medida, en ningún modo o manera. Entiendo que la plantees al tomar a Dios como el pintor del lienzo de lo real, el compositor y director de orquesta en la sinfonía del mundo. Así lo haces ser el responsable de todo cuanto hay y por tanto también de lo justo e injusto, de todo lo bueno pero también de lo malo que hacemos las personas. De este modo vemos un cuadro cargado de manchones, trazos erráticos, correcciones,…., una sinfonía que le cuesta expresarse porque los maestros instrumentistas no pueden interpretar una partitura a menudo caótica. Mi Dios nada tiene que ver con el pintor, ni con el compositor y director de orquesta, ni con el arquitecto del mundo ni con el maestro relojero famoso. El mundo natural y humano desde mi punto de vista es autónomo, ni está dirigido ni determinado por ningún plan previo que se desarrolle en el tiempo. Dios no es el responsable de nada de cuanto sucede en él, por tanto tampoco lo es de lo bueno o lo malo, de lo justo o injusto,….., que en él suceda.
       
      No necesito a Dios para nada en la explicación del origen y la evolución del mundo natural y humano. La introducción de Dios en ello sólo trae complicaciones y problemas irresolubles. La idea de Dios no da respuestas claras sino confusas a las preguntas que nos hacemos los humanos acerca del mundo, nada nos dice de cómo es, ni de su origen y evolución, ni responde al cuándo, ni al porqué, ni al para qué. La idea de Dios se nos ha quedado inservible desde el Modernismo para estos menesteres. Sólo nos queda una inquietud ¿de verdad el mundo funcionando autónomamente puede dar lugar a toda esta maravilla que somos nosotros y el entorno que nos rodea? Mi respuesta es afirmativa y podemos serenar esa inquietud con el tiempo. Y es que esas preguntas no inciden en nuestro vivir porque las preguntas sobre el vivir humano son otras.
       
       
      Sin embargo, si colocamos a Dios en la Plenitud Humana sí nos responde claramente a nuestras inquietudes en el vivir de cada día. En la Plenitud está la justicia, la paz, la libertad, la abundancia, el conocimiento, la comprensión, la empatía, el amor y sobre todo el perdón (cuidado que todo esto no son ni sustancias ni entes ni características o atributos, sino simplemente una cualificación de actos humanos); por tanto también está la superación de todos los males, del sufrimiento, la miseria, la enfermedad, la muerte, …. y en su culminación la eternidad en el ámbito de Dios. Los males que sufrimos nada tienen que ver con la obra de Dios, provienen del mundo de su evolución autónoma, de su historia natural y humana. Dios nos invita y ayuda a superar nuestras dificultades personales y colectivas, para que algún día alcancemos todos con él y en él la Plenitud.

    • Juanel

       
      George, no puedo responder a toda la batería de preguntas que me haces. Necesitaría meses para hacerlo. Me gustaría que además concretaras un poco el sentido de cada pregunta para saber el problema en cuestión y no irme por las ramas con evasivas o abordar un tema distinto en mis respuestas. La primera cuestión la matizas un poco con la pregunta siguiente con la metáfora del lienzo respecto a la gracia. De entrada te tengo que decir que afirmar en qué consiste la gracia de un modo u otro, me parece improcedente porque tendríamos que hablar desde el ámbito de Dios y esto no podemos hacerlo. Por tanto no hablo en qué consiste la gracia sino que este término hace referencia para nosotros a la ayuda de Dios en su implicación en la causa de lo humano y la justicia, tanto en lo personal como en lo colectivo a lo largo de la historia. No veo ninguna relación de la gracia con respecto a la descripción de lo real aunque fuese veladamente.
       
       
      Vamos a lo que me parece más importante, el tema de la implicación de Dios en la historia y el mundo humano. Para aclararme tomo tu pregunta: ¿cómo es posible que implicándose Dios en la historia humana tanta injusticia quede impune y persista tanto mal en ella? La explicación que me doy a mí mismo y que espero que te sirva es que Dios en nuestro mundo temporal y contingente, no actúa con su poder divino absoluto desde el exterior a base de milagros, sino desde dentro de él como ser humano en plenitud por su encarnación. Dios sigue estando e implicado en nuestro mundo con nosotros desde la humanidad plena de Jesús. Jesús por su resurrección no dejó de ser humano, pues mi Dios cuando “hace” algo lo hace en plenitud, completud y para siempre. Si observamos cómo actuó Jesús en su vida en la Judea del s.I, vemos que no vino con la espada, el cetro del poder y la balanza de la justicia, no terminó con todo el mal ni con la injusticia de nuestro mundo ¿por qué? Mi respuesta es porque la justicia humana y el bien humano no es una sustancia ni un ente algo que Dios tiene en sí mismo y lo da, sino algo que tenemos que ir construyendo en la historia con nuestros actos. Es una cuestión humana en la que todos estaremos implicados. No es algo que se impone por el poder de Dios. Es una apuesta de Dios por el ser humano, por todos y cada uno de modo individual y colectivo, tal y como somos.
       
      Entonces ¿cuál es el criterio de la encarnación? Lo planteo en principio en plano teórico: Dios para ser Todo en todo, no puede considerarse solamente como lo Eterno y divino (Trascendente), sino también tiene que ser lo Temporal y contingente con todas sus consecuencias. La forma que escogió Dios para entrar en nuestro mundo fue en mi opinión no las sustancias, ni las esencias, ni los materiales, ni las energías o fuerzas, ni los espíritus, ni la vida…. nada veo de mi Dios en ello, sino en la Plenitud Humana (Inmanente). Con ella y en ella dejó su divinidad y entró en nuestro mundo haciéndose un hombre concreto: Jesús de Nazaret en plenitud de lo humano. Jesús no tiene la divinidad sino la Plenitud, pero es que la Plenitud Humana cuando alcance su culminación, con toda la humanidad en ella sin exclusiones será por el Espíritu llevada a lo Eterno de Dios. Por ello podríamos decir que Dios en sí mismo contiene desde siempre y para siempre un componente humano y humanizador, porque la Plenitud Humana le pertenece. El criterio de la encarnación no es otro para mí que la Plenitud Humana que propuso Jesús de Nazaret como Reino de Dios.
       
      Parece que en este último párrafo me he metido de pleno en el ámbito de Dios como si lo conociera de toda la vida. No es así yo no sé ni puedo saber cómo es Dios. En realidad sólo estoy hablando de mi esperanza. Y es que yo creo en el triunfo final del bien. Que la historia humana culminará en su Plenitud, en la plenitud de todos y cada uno de los humanos que hayan llegado a la vida en el tiempo. Esta plenitud la sitúo en la historia humana, por tanto aquí no en los cielos sino en la Tierra o si hablamos de futuro en planetas habitables adonde haya podido ir la humanidad con muchos siglos por delante. Pero esa humanidad plena seguirá siendo temporal y contingente, sólo Dios puede asegurar su permanencia en lo Eterno. Por tanto mi fe y esperanza me están diciendo que de algún modo que desconozco (¿invirtiendo la encarnación?) Dios la llevará a su ámbito porque de algún modo le pertenece.

    • George

      Juanel has escrito: “La gracia no es tampoco una sustancia, algo venido del cielo, sino que hace referencia a la implicación de Dios en la causa de lo humano y su justicia. La gracia da cuenta de que esperamos su ayuda, para erradicar en nosotros y en la historia la maldad humana, producida como consecuencia de nuestros actos.”
      Más que argumentar en contra o a favor de lo que rotundamente afirmas, permíteme con te ruegue la paciencia que merezca mi ignorancia a cuenta de tu caridad y que te formule este montón de preguntas que tu afirmación me causa aunque comprendo que no tengas obligación de responderlas y que tengas el derecho de ignorarlas porque al fin y al cabo mi ignorancia es mía y es solamente parte de la injusticia de y en mi vida de la que no seas causante y yo deba ser responsable.
      Realmente no veo si la tuya pueda o no pueda ser “la” descripción de la gracia, porque ¿cómo puedes llegar a afirmar en qué consista? ¿No es la gracia como el lienzo sobre el que la realidad o la verdad está siendo pintado o dibujado o quizás todavía solamente esbozado y a la cual solamente le aporta la textura pero ni forma ni color y menos tonalidades? ¿Cómo pudiera meterse Dios en la Historia e implicarse en lo humano y su justicia sin causar al mismo tiempo injusticia cuando no lo haga dado que haya tanto mal que quede impune? ¿Con cuál criterio decide Dios implicarse o no en la historia? ¿Cuál parte del bien que ocurre es expresión de la bondad y la justicia divina y cuál no lo es sino de la humana?
      Y si parte de la bondad humana marca la Presencia de Dios a la historia ¿qué libertad se debe atribuir al ser humano? Y en la definición o comprensión de ésta ¿cómo se puede incluir coherentemente todo lo condicionante o determinante que precede a cada ser humano y a la raza humana de conjunto, que viene a ser como la textura del lienzo sobre el que ha venido haciéndose visible la realidad? Algo así como las imágenes de un cuadro que va siendo pintado o como lo que cada instrumento pone a la sinfonía imaginada por el compositor y dirigida por el Maestro director cuando el artista se suma y la ejecuta con un tal o cual instrumento. ¿Por qué o mejor dicho, para qué debe ser necesario que la jurisprudencia humana siga siendo solamente retributiva en respuesta al crimen? Así era en tiempos de Anselmo pero habían pasado once siglos después de que Jesucristo hubiera introducido el perdón como un derecho/obligación de la víctima comenzando por él mismo, precisamente para “cumplir” la Ley (Cf. Mateo 5) es decir la formulación humana de la Justicia. Otros diez siglos han transcurrido y nuestra justicia aún no obliga al perdón como elemento necesario de la misma. Nuestras sociedades no exigen que la víctima, para su propio y necesario bien, perdone al criminal sino que se limitan a impedir que sea castigado dos veces por un mismo crimen. Gustavo Gutiérrez tiene el derecho de denunciar la injusticia, pero ¿en qué medida debe comenzar por admitir que la injusticia no sea cosa de Dios? Por eso prefiero a Galeano hablando de ella. El pobre es también humano y su horrible grito es necesario para tratar de detener a quien le oprime, pero en qué medida está obligado él mismo a no oprimir y si lo hace ¿cómo puede el condicionamiento de la opresión que sufre ser un atenuante exclusivo? En “Guerra de Guerrillas” el infame Che Guevara con gran sabiduría repitió tácitamente que al poderoso hubiera que arrebatarle el poder, en última instancia, por misericordia con él para justificar la violencia revolucionaria. Quizás tuvo algo de razón pero ¿dónde debía o debe detenerse la violencia y desde dónde debe ser necesaria? ¿Para qué puede Francisco demorar la renovación de la Iglesia sin que su tardanza, comprensible o no, sea una forma de violencia?
       

    • Juanel

       
      A vueltas con la realidad.
       
      Mª Luisa te agradezco que para explicar un problema digamos filosófico narres una historia personal para situarme en el porqué, el cómo y el cuándo, del tema central: el conflicto que siempre ha enfrentado a mundos diferentes, la ciencia, el conocimiento y la transcendencia. Intentaré no equivocarme de problema pues para un filósofo es la mayor de las equivocaciones.
       
      Cuando dije que no admito que tengamos una sustancia distinta al ser biológico que vamos siendo, entre otras cosas que no admito, es porque me sitúo dentro del sistema científico de interpretación del medio o del mundo en el que me encuentro y que observo con los medios y modos que la ciencia me da o pone a mi disposición. Si no doy capacidad al ser biológico humano para la trascendencia es porque en el sistema de referencia de la ciencia no tiene cabida. Ahora bien, pretender que los datos que nos da la ciencia den una seguridad de conocimiento objetivo por encima del sistema de referencia, es para mí un error porque introduce en una metafísica que no comparto. El realismo cientista que busca la seguridad de los datos objetivos, el conocimiento y la verdad sobre lo real, no tiene nada que ver con mis objetivos ni mis expectativas o esperanzas. La verdad para mí si acaso estará en el futuro, pues por ahora resulta inalcanzable. La verdad y el conocimiento seguro hace ya bastantes años que dejó de interesarme.
       
      El realismo cientista y su prepotencia de seguridad objetiva que impide todo diálogo democrático o en igualdad de condiciones, no se combate con anti-realismo afirmando que la descripción que hace la ciencia es mera ilusión, un constructo hecho por el hombre sin base alguna con lo real o la verdad. El problema es que en ambas posiciones desconocemos en que consiste lo real y por tanto carecemos de criterios para decidir si se trata de mera ilusión o por el contrario se apoya en lo real o la verdad. Sin embargo, considero que no se trata simplemente de una construcción humana sin referencia al mundo que está ahí, como un sistema de pensamiento asentado en sus axiomas y deducciones como una metafísica más, sino que el mundo se resiste a ser manipulado a nuestro antojo por un sistema de ideas. Lo cual no quiere decir que sepamos cómo es ni si la parte que creemos conocer es grande o pequeña, pues no podemos saber qué distancia nos separa para completar su conocimiento.
       
      Cuando dije que nosotros podemos añadir al mero vivir biológico un sentido transcendente, no me refiero a adquirir por esta vía un conocimiento, un saber teórico o experencial que llevaría al idealismo, sino como una alternativa existencial práctica de un vivir distinto en donde puede anidar la esperanza. Que exista o no esa trascendencia sólo es relevante para el conocimiento teórico, pero en nada afecta a la práctica si hacemos funcionar esa trascendencia como horizonte del vivir.
       
      Ya que transcribes un poema, voy a hacer lo propio con uno que compuse cuando era un pimpollo adolescente.
       
      Con mi guitarra a cuestas
      voy galopando el camino
      pa ver si encuentro
      un poema pa Dios
       
      Me subí al caballo pa antes llegar, y si al final del camino no hay nada
      desmontaré, y sentado a su vera me quedaré esperando.
       
      Para qué llegar a ser, para qué ser más
      si cuando se tenga ese ser, no..o.., no se es nada
       
      Con mi guitarra………..
      Siempre no lo hago todo con una significancia
      pero puedo trazar mi vida sobre una línea aunque sea quebrada
       
      Pues el basamento, donde se me apoya la vida
      va marcando la huella y una huella profunda.
       
       
      Muchas cosas me han ocurrido desde entonces, desde sentarme esperando largo tiempo a cabalgar a toda carrera para el otro lado. Ahora desde hace ya bastantes años sigo buscando ese poema para Dios no con palabras sino con mi vida.
       
      Un cordial saludo

    • Juanel

       
      No me importa para nada que te extiendas amigo Santiago, es más me gusta porque los textos largos fijan mejor las ideas y lo aclaran mejor que una simple frase. Yo también lo hago. Añado que me gusta leerte porque contrastas conmigo, si coincidiésemos en todo pues el diálogo acabaría pronto.
       
      Yo no rechazo la culpa cuando sabemos lo que tenemos que hacer podemos hacerlo y no nos da la gana, o bien sabemos que ese acto es malo o inconveniente y sin embargo lo hacemos. Somos libres y responsables. Es así de simple, pero cuando a la gracia le damos un papel en nuestras decisiones entonces la cosa se complica. Si tenemos disponible siempre la gracia “suficiente” para obrar bien y la rechazamos añade culpa sobre culpa precisamente por haberla rechazado. Se vuelve contra nosotros como piedra de tropiezo pues entonces no sólo tenemos responsabilidad nuestra por haber actuado mal sino también la responsabilidad o culpa de rechazar a Dios, la ayuda de Dios.
       
       
      En este planteamiento tuyo es consecuente que saques a relucir el maniqueísmo o agustinismo como prefieras, de la lucha de las dos fuerza antagónicas el Mal satánico y el Bien de Dios. El ser humano se encuentra así zarandeado por fuerzas superiores externas a él mismo que están fuera de su control. De modo que no es posible vencer el mal sin el concurso de Dios. O estirando un poco más podríamos decir que si obramos bien se debe a que Dios ha obrado en nuestras decisiones y a la inversa si obramos el mal es porque nos han atrapado las fuerzas malignas. Este planteamiento elimina nuestra responsabilidad porque en definitiva la batalla se encuentra en los cielos, es externa a nosotros sobre la cual no tenemos ningún control. (Es nuevamente el problema de la sustancialidad, y es que el mal ni tiene sustancia ni tampoco entidad)
       
       
      El maniqueísmo es una creencia que habla de luchas y violencia, de batallas en los cielos del Bien contra el Mal y a la inversa, que están muy alejadas de mi forma de pensar y creer. En mi fe Dios no tiene competidores, nada ni nadie puede hacerle frente no están a su nivel, las fuerzas contrarias a él si existiesen no tendrían ninguna opción ni posibilidad ni modo alguno para oponerse. El mal es un asunto humano, no divino, no se encuentra en los cielos batallando contra Dios. Es Dios quien por su encarnación, al dejar su condición divina haciéndose uno como nosotros, cuando se tropezó con la maldad humana. Si el mal no es una fuerza antagónica contra Dios sino que es una consecuencia de la actitud y actividad humana por sus acciones malas, entonces está en nuestras manos su control, cae en nuestra responsabilidad el erradicarlo por ser un asunto humano y en esta tarea Dios está con nosotros implicado en ello de un modo sorprendente hasta hacerse como nosotros y sufrir el mal humano en sus carnes.
       
       
      La gracia no es tampoco una sustancia, algo venido del cielo, sino que hace referencia a la implicación de Dios en la causa de lo humano y su justicia. La gracia da cuenta de que esperamos su ayuda, para erradicar en nosotros y en la historia la maldad humana, producida como consecuencia de nuestros actos.

    • Santiago

      Juanel,    pero yo no he dicho “que la gracia de Dios se reparte en todas y cada una de las personas en igual proporción”…sino que Dios da la gracia “suficiente” a cada persona para poder rechazar el mal, y realizar el bien….Lo que no sabemos es el mecanismo completo de esa gracia en nosotros, porque tampoco sabemos como se distribuye esa gracia, y como interaccionan la misericordia y la justicia de Dios….pero, por la libertad que tenemos, sabemos que podemos cooperar a esa gracia, y DE HECHO lo hacemos…Pero, sin embargo, solo Dios sabe como hemos respondido nosotros a las oportunidades que tuvimos para actuar sobre el bien y rechazar el mal…No podemos escudriñar mas…puesto que Dios solamente es el que sabe perfectamente como nos encontramos los humanos ante El, ante Su presencia….El “modeló cada corazón” dice el Salmo…..y en su misericordia nos juzgará rectamente…Y ES POR ESO QUE Cristo nos sugiere que llamemos a Dios con el nombre familiar de PAPÁ….ya que es la paternidad de Dios la que va a estar presente en la hora final, cuando nos encontremos “cara a cara” ante EL…Por eso, aunque podemos hablar de Dios, con los datos que tenemos y con las “huellas” de EL…en cuanto que EL mismo quiso interaccionar con nosotros…no podemos asumir su papel….Solo Dios es redentor, el que tomó primero la iniciativa al crearnos…y el que es fundamento de todo y EL que ….nos hizo libres por amor…y.nos rescata por amor… y al hacerlo nos rescata en verdad de la esclavitud del mal, de las adicciones, de nuestra tendencia al desorden….

      POR TANTO, el que podamos tener el don de poder decidir..(porque en verdad nuestra vida se basa en continuas decisiones)…no culpabiliza a nadie…porque cuando yo medito realizar un crimen, estoy decidiendo un hecho..y soy responsable de ese acto….con atenuantes, con agravantes o sin ellos…POR eso al premeditar ese hecho malo, tambien -como soy humano- soy responsable de la culpa…La culpa no es de Dios, ni de la Iglesia, ni es mía porque yo lo escribo aquí….sino que va inherente al hecho íntriseco de haberle quitado la vida a otra persona injustamente….El que yo lo escriba no es “causa” de la culpa de aquella persona…La culpa consciente es del que perpetró el hecho..De otra maneras, las leyes penales sería inútiles e injustas…pues no existría culpabilidad alguna…No se podría ejercer el derecho.
      Cuando dices que esta manera de pensar mía “culpabiliza  y condena a la gran mayoría de la humanidad” estás juzgando de una manera muy ligera lo que es verdaderamente la humanidad. Estás viendo y juzgando meramente “las apariencias”, porque la intimidad de cada persona solamente la puede juzgar Dios. En el ser humano -como en el mundo- hay una constante lucha entre 2 fuerzas antagónicas: una que nos elevan hasta Dios y otra que nos arrastra a lo mas bajo que hay en nosotros….Hay un balance, no cabe duda….Nadie es totalmente malo….ni totalmente bueno….cuando se habla de “la mayoría”…y el Dios creador no nos hizo para que nos condenáramos…sino para que nos salváramos…Por eso, desde el Antiguo Testamento sabemos que “Dios perdona la culpa y el pecado” como dice el Salmo….y Cristo, que vino a salvarnos, perdonaba el pecado….De hecho, instituyó un sacramento para perdonar la culpa de los  pecados, y EL mismo habló del pecado, del mal, de la culpa y del perdón..Porque si no hubiera responsabilidad, y por tanto no hubiera culpa, no hubiera necesidad del perdón..PORQUE cuando yo le pido perdón a “alguien”, es porque tuve culpa…y es esa culpa por  lo que quiero reparar….Por eso, Dios quiso demostrar que EL NO ES INJUSTO….porque si hacemos el mal, tambien podemos ser perdonados….o sea, la gracia es mucho mayor que todas nuestras maldades…porque cuando abundó el pecado…..sobreabundó la gracia, dice S. Pablo.
      Dios creó la libertad….¿por que? Solo sabemos que lo hizo…no sabemos sus razones…aunque podemos especular de que nos quiso dar su mismo don y su misma vida…que es libre….Y es en la libertad fundamental nuestra donde podemos decidir y escoger….Dios no nos quiso hacer robots…quiso que participáramos de Su mismo gozo….y de su misma vida….Dios es suficientemente inteligente para no dejarse atrapar por nosotros….Nos ha dado los medios para poder amar y amando poder llegar hasta EL…pero SI nos dio inteligencia y voluntad….no no las dio como “adorno” SINO para que con ellas lográramos dirigirnos hacia la verdad…que es EL mismo..No importan el tiempo ni las circunstancias NUESTRAS..Dios ha sido siempre inmanente a lo que creó…no nos dejó abandonados….sino que nos sostiene constantemente.
      Pero la estrategia, querido amigo Juanel, no se enfoca principalmente en nosotros….sino en Jesus…Jesus, la imagen perfecta del Padre, es el que toma la inciativa al asumir nuestra humanidad y querer salvarnos del mal..y conducirnos a su MISMA vida..Y el vino a salvar a cada uno de nosotros, individualmente..Su decisión hubiera sido la misma, si solo hubiera tenido que aceptar la muerte por uno solo de nosotros, por un solo ser humano creado…Por eso, S. Ignacio hablaba de alistarnos bajo la bandera de Jesucristo, porque en EL está la Plenitud…y ese fue el motivo de esta PLENITUD de la REVELACIÓN que ocurrió por un designio misterioso y en el tiempo…y que por la misericordia divina nosotros hemos conocido ampliamente.
      Te agradezco que me leas…y te pido perdón por haberme extendido tanto…No tengo mucho tiempo…pero cuando me siento aquí se me escapan las teclas
      Un saludo cordial   de Santiago Hernández 

    • Juanel

       
      Amigo Santiago, primero una aclaración. Cuando dije que “no podemos” me refiero expresamente a la radicalidad evangélica, no a que no podamos vencernos y apartarnos del mal. No estamos atados o determinados a obrar mal sin que podamos hacer nada por evitarlo. Tenemos un margen que creo bastante amplio, limitado por todo aquello que nos condiciona o que heredamos social y genéticamente, para obrar libremente y tomar decisiones, lo cual nos hace ser responsables de nuestros actos. Pero la radicalidad evangélica no apunta sólo a deshacernos del mal sino a la excelencia humana. Y esto sólo es posible y de hecho sólo se da en unos cuantos. Y mi pregunta es ¿podría extenderse la excelencia humana consecuencia de la radicalidad evangélica a toda la sociedad? Y mi respuesta es que no podemos y no podemos porque no se dan las condiciones para ello. Y es que la radicalidad evangélica concreta en qué consiste la Plenitud Humana nos marca la dirección de la historia y la meta futura de la humanidad. Por tanto si queremos poner nuestro paso en ese proceso de construcción tenemos que mejorar las condiciones sociales y personales para acercarla.
       
       
      Por lo que deduzco de lo que dices pienso que tu estrategia es pasar de unos pocos que viven la radicalidad evangélica a unos cuantos más, luego a muchos, y en la lejanía a multitudes para acabar en todos. Te basas en la conversión individual y en la gracia. Mi opinión es que es una mala estrategia, lo veo casi imposible que podamos por este camino de conversión individual alcanzar la Plenitud, y creo que tu también porque lo dejas en manos de Dios y no en las nuestras. La estrategia que te propongo es que nosotros vayamos poco a poco quitando impedimentos que hacen muy difícil la opción radical evangélica, cambiando las condiciones personales y sociales en las que vivimos, contando por nuestra fe con la ayuda de Dios. Es que no es lo mismo responsabilizarnos nosotros los humanos del proceso e ir haciéndolo que esperar inactivos a que Dios lo haga, o bien convertirme yo tratando que que unos cuantos más lo hagan, o lo que es peor culpabilizando a los que no se convierten por las causas que sean. Es que la Plenitud no es una cuestión de salvarme yo y de salvar a unos cuantos, sino de llevar a toda la humanidad a ella sin exclusiones. Necesitamos que las condiciones sean las apropiadas para facilitarlo, vamos que comportarse sin esa radicalidad evangelica fuese algo extraño, improductivo, sin ventaja ni beneficio. El problema es cómo, el qué podemos hacer ahora tal como están las cosas. Y a mí me parece que el paso primero y fundamental que hay que dar hoy es nuestra implicación en la justicia social en todos sus frentes. Que actuar injustamente no les de un plus de beneficio sino todo lo contrario, que la injusticia venga de donde venga no permanezca impune. Nuestra responsabilidad en ello es de orden ético y moral muy superior a nuestra lucha personal contra la concupiscencia como tú dices.
       
       
      Otra cuestión: dices que la gracia de Dios se reparte en todas y cada una de las personas en igual proporción porque Dios es un Dios justo que trata por igual a todas sus criaturas. Que las diferencias de nivel no está en el don de Dios sino en el grado de acogida o rechazo, y que este rechazo culpabiliza a menos que existan atenuantes. Podríamos compararlo con el don de la vida, (aunque no todos vivimos en las mismas condiciones lo cual lo diferenciaría del don igualitario de la gracia), y ante ese don de la vida podemos aceptarlo o rechazarlo suicidándonos. De igual modo el don de la gracia. Sin embargo, este modo de pensar que culpabiliza y condena a la inmensa mayoría de la humanidad, salvando sólo a unos cuantos entre los que me tengo que esforzar para contarme entre ellos, me produce un fuerte rechazo. Si esta tremenda separación de la humanidad, entre unos pocos salvados y el resto condenados o culpables, lo produce la gracia de Dios como piedra angular de tropiezo por su aceptación o rechazo, algo muy grave falla. Sabes que falla Santiago porque apelas a la enorme misericordia de Dios. La gracia la da Dios, nos pone la piedra de tropiezo, y como sabe que vamos a rechazarlo o negarlo entonces nos perdona. ¡Pues que no la ponga! ¿Es que se entretiene en jugar con nosotros? ¿le gusta tenernos atrapados en la culpa? ¿para qué?
       
      Yo veo la gracia de modo muy distinto como ayuda de Dios, siempre dispuesto a darla cuando se la pedimos. Nada tiene que ver con la culpa.

    • M.Luisa

      Hola Juanel,  como te dije he leído atentamente el  comentario  que me diriges  y  me satisface ver que,  compartes conmigo  el problema de la sustancialidad  como tu mismo le llamas,  la  cual  ha supuesto, a la hora de conceptuar la realidad,  su   prevalecía    sobre  la moderna  idea de estructura  o sistema.
       
      No se es consciente de  hasta  qué punto  han sido  nefastas sus consecuencias.   En cualquier caso  entre   las cuestiones problemáticas que  con respecto a la teología tradicional   no admites,  esta  la de la sustancia es   la única en la que  coincido  contigo.  Aunque, todo hay que decirlo,  no creo que las  razones   sean las mismas   pero a esa diferencia   ya me referiré más adelante,  o tal vez en otro comentario.  Lo más grave  por eso, es que     gracias a este empecinamiento  de la sustancia puede seguir  manteniendo  la institución  su estatus  de poder.
       
      En las otras  cuestiones que no admites no es que no esté de acuerdo contigo porque yo sí las admita, nada de eso,   sino que en lo que  no  estoy de acuerdo tampoco  es en la salida o la alternativa que  tú  les das a cada una de ellas  pues es  un enfoque  que de nuevo nos hace caer   en el idealismo, aunque  a ello ya me referiré en otro momento. Porque ahora lo que sí me gustaría  es detenerme  primero en mostrar el por qué, el  cómo  y el cuando en mí se produjo este interés  por algo que nunca hubiera sospechado entrara en mis planes. Sólo así  se podrá comprender el alcance y la importancia que le vengo dando  a este tema.
       
      Porque, créeme,  sobre  esta idea podría decirse que subyace  y se concentra todo el problematismo   que encierran los tan variados temas que  aquí nos hacen  entrar en debate.
       
      Pienso que ayudará a comprenderlo arañar un poco por encima tan sólo,  el periplo que seguí para caer en la cuenta de  todo ello. 

      A modo de   introducción  al breve relato  que  sigue y como  algo que he aprendido del amigo  Oscar,   dejo ahí un verso-canción de mi época  interpretada  por Salvatore Adamo
       
      Con ilusión castillos levanté
      los vi caer perdí la fe
      me desengañé
      porque en el mundo
      nunca tanta farsa imaginé

      En el año 1996  interfirió  en mi vida   un hecho  inesperado que la conmocionó.  Algo de ello he soltado  aquí a modo de  salpicaduras aunque  sin detalle alguno, tampoco  lo haré  ahora,   tan sólo  lo  describiré  en una visión global.  Pues bien al enfrentarme a esta triste circunstancia y con el ánimo de  hacerlo   con la máxima solidez posible   más allá de  pretender  sostenerla   tan sólo con mis   simplistas  y escuetas opiniones,  asistí a unos cursos de teología  donde un profesor me habló del desconocido  Zubiri. Comencé a leerlo  alternándolo con otros autores, mientras, tampoco era como para   permitirme  que, abstraída y afanada en  la lectura   dejase pasar por alto   ninguna conferencia  o congreso  que me  pudiera aportar luz a la delicada situación que atravesaba.  Y fue en el año 1999  cuando,  a partir  de lo mucho que entonces se hablaba, al finalizar el siglo,  sobre los cambios  que la Iglesia  había de llevar a cabo,   asistí a una conferencia   que dio  un  catedrático  de filosofía de la Universidad de  Barcelona, cuyo nombre aún recuerdo todavía en un momento de su  exposición  con  un tono exclamatorio que hizo temblar la sala dijo:  ¡Con qué  urgente necesidad en este cambio de siglo, hemos de abandonar, aquí en nuestra cultura occidental y de una vez por todas, la visión SUSTANCIAL  de la realidad que procedente del aristotelismo  ha imperado desde entonces en la iglesia!

      ¡Ahí radican todos los males!!
       
      A juzgar por la vehemencia del conferenciante  me lo imaginaba en su soledad sumido en un laberinto incapaz de hacer cuadrar en su cabeza las confrontadas reflexiones entre un pensamiento cultivado, evolucionado y el anacronismo religioso imperante. El nuevo siglo está  ahí y todavía con esas!!
       
      En pocas palabras me lo imaginaba entregado en el eterno problema, ese que sumerge nuestras vidas en un horizonte global y que no es otro que el de hacernos entrar en el existencial conflicto que siempre ha enfrentado  a mundos diferentes: el de la ciencia, el del conocimiento y el de la trascendencia  y que todos ellos fuera del sí del conflicto abarcan dimensionalmente a todo el ser humano. 

       
      La verdad es que aquella expresión tan sentida no dejó de interpelarme durante algún  tiempo haciendo que yo misma me preguntara si en realidad ¿No  estaría encubierta  en esta contundencia  lo que yo andaba buscando? algo a lo cual si  le siguiera la pista  tal vez descubriera  la alternativa que depurase  de toda mezcla religiosa  nuestra  más íntima aspiración de trascendencia?   Fue por esta intuición que pensé centrar toda mi  preocupación en  indagar sobre el estudio de aquella idea la cual me alertaba  acerca del peso innegable  que ha tenido  en la religión  y del reclamo ineludible  de reflexión filosófica que ello exige. 

      Volví a coger los libros de Zubiri  que cada vez iban llenando más  las  estanterías de mi habitación    y no vi en toda su obra filosófica más que este  ingente  esfuerzo de superar  aquella idea y  de ofreces su alternativa.
       
      Con este precedente  que lo he creído necesario en el próximo comentario me ceñiré  a explicar en lo que disiento  de tus  planteamientos.
       
      Agradecida te mando un cordial saludo

    • Santiago

      Pero yo, al contrario, me he animado con vuestros comentarios, queridos amigos….No cabe duda que habéis gastado mucha tinta en este tópico, que sin duda es importante para todos…¿Cómo compaginar todos los contrastes que nos ofrece la vida -todas sus luces y sombras- con el Dios misericordioso, el Padre de todo lo que ha sido creado? Esa es la gran pregunta…Por supuesto, no podremos tener la respuesta TOTAL durante nuestra vida terrestre..El misterio de Dios y el misterio del ser humano persisten y persistirán hasta que lleguemos a esa “plenitud” que es la misma visión de Dios “cara a cara”…Cuando yo hablo de naturaleza “caída” no hablo en lenguaje “tradicional”, sino simplemente quiero decir que nosotros, por nuestras propias fuerzas, somos incapaces de llegar a vencer la tendencia al mal totalmente….Pero Dios concede la gracia SUFICIENTE a TODOS, sin importar, sus verdaderas circunstancias, para levantarse y seguir el camino del bien….Si Dios no se hubiera comprometido a esta ayuda extra-natural, estaría desdiciéndose a si mismo e iría contra su propia Creación….Pero el Dios inmanente no nos abandonó, ni nos abandona ahora…La gracia no es para unos cuantos….sino que es UNIVERSAL….porque la libertad tambien es universal…nuestra estructura está fundada esencialmente en el don de la libertad..pero para poder escoger el bien, tenemos que tener ayuda..
      Solo Dios conoce el secreto de los corazones…solo Dios sabe como distribuye su gracia…sin ser injusto…Lo que sabemos es que es mucho mas misericordioso que justo…y que, en nosotros, hay “grados” de respuesta a la gracia…El decir que “no hemos podido” vencernos y apartarnos del mal, no resuelve el problema…El decir que yo nací con un deseo innato para “el alcohol” no me disculpa mi alcoholismo….ya que si pongo los medios adecuados y eficientes, y suprimo completamente de mi vista y de mi vida, “la botella”, no llegaré a ser alcohólico…Lo mismo se diga de la tendencia a otras adicciones como las drogas, el sexo, la comida, la ira….Esta es la tendencia de lo que se llama “concupiscencia”, que se podrá juzgar como palabra anacrónica, pero que es experimentalmente muy cierta….pues en esto está el problema moral actual del mundo….Algunos nos han hecho creer que “no podemos” evitar el mal, y que “no podemos” vencernos a nosotros mismo, sin embargo, la experiencia lo contradice…Hay millones de personas que pudieron llegar al sacrificio, y que actualmente y de hecho han llegado, en pos de una vida mas digna, una vida de amor a los demas y a ellos mismos, y se han vencido a si mismos y han vencido sus vicios…..Creer que la humanidad no es capaz de levantarse del “lodo” y de la debilidad innata nuestra, es atentar contra la fe..Otra cosa es la ignorancia invencible, la demencia, la circunstancias excluyentes en que no se nos puede IMPUTAR el acto o el hábito. Solo entonces no somos responsables.
      Pero seguramente que Dios -antes de decidir crearnos- midió todo el riesgo que implicaba CREAR en libertad…y sin embargo, la balanza LE decidió por la libertad….Si deducimos bien, entonces hay que creer que la balanza se inclinó a favor de nosotros, los seres humanos…puesto que hay que pensar de que  Dios jamás hubiera creado, si no hubiera previsto un bien mayor con la Creación que con la pasividad de la no-creación…Pero todos nosotros hemos “sido creados” y hemos “recibido” el ser…Por tanto, nuestra verdadera dignidad humana se encuentra en esta libertad que tenemos..de que verdaderamente somos capaces de escoger el bien..no solo en “potencia” sino “de hecho”.
      Pero hay grados de perfección, como hay grados de libertad, como hay grados de belleza, como hay grados fortaleza…..Somos un conglomerado de “diversidad” en el Cosmos….porque asi parece que lo dispuso el Hacedor..Es por eso que en el Evangelio, que refleja la misma vida ordinaria nuestra en tiempos de Jesus misericordioso, que es tambien justo y paciente, aparece esta gradación y esta respuesta del ser humano ante la gracia, porque el joven solo le pregunta a Jesus: “Maestro ¿que bien he de hacer para obtener la vida eterna?”….Y Jesus le responde escuetamente: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos?”…¿cuales?   Y Jesus va nombrando los mandamientos de la ley dados en el Sinaí..pero el joven le dijo: “Todas estas cosas las he guardado ¿Que mas me falta?… SI QUIERES SER PERFECTO , ve, vende tus bienes y dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Ven y síguime” (Mateo 19,36-30) (las mayúsculas son mías)
      En su respuesta, claramente, Jesus sabía que algunos de nosotros, con todos nuestros buenos deseos, llegaríamos al Padre por el mero hecho del deseo de hacer el bien…o sea de “guardar” el mandamiento del amor que llevamos dentro de nosotros…..pero que otros querrían seguir un camino mucho mejor…por esa tendencia al amor de mas sacrificio…que implica la renuncia completa de todo en nosotros, en favor de los demas….Por tanto, el Dios misericordioso, bondadoso y justo ya cuando recorría este mundo proponía el camino a seguirle….puesto que en el “Reino de los cielos”…hay “muchas moradas”….No todos somos llamados al martirio…no a todos se nos ha dado la gracia de dar la vida por otro…pero TODOS somos llamados y ayudados para salir del estado del “mal” y llegar a la “luz” iluminadora que es Cristo Jesus, como dice S. Pablo, pues “no somos hijos de las tinieblas”, sino “hijos de la luz”.
      Tenemos que CREER en la bondad de Dios… a pesar de las “apariencias” negativas que prevalecen en el mundo caótico actual….Yo mismo he sido testigo de las mayores desgracias, no solo viéndolas en otros, sino experimentándolas en mi mismo….El hecho de que yo esté escribiendo este comentario en este momento, de este mismo año, es un milagro…Estoy vivo, material y espiritualmente, por un milagro de la gracia…Y estoy convencido de que esta gracia inmanente y perenne, es lo único que nos puede salvar y salvar al mundo del naufragio total….Es esta FE, la fe salvífica que nos presenta el Evangelio…ES, por tanto, el don de Dios, “por excelencia”….El mismo que Jesus ofrece y ofreció a la pobre mujer samaritana junto al pozo de Sicar….Es la gracia que salta hasta la vida eterna y que es de hecho asequible a todos nosotros.
      Perdonad la extensión y las alusiones personales….Aprecio vuestro interés y atención….Saludos    de Santiago Hernández    

    • Juanel

       
      Santiago, dices que nosotros y el resto del mundo no hemos “querido” dejanos iluminar por la luz de Cristo ni tampoco realizar la radical praxis evangélica. Lo atribuyes a la desidia o flaqueza humana, a la debilidad o la ignorancia,…., en definitiva a la “naturaleza caída” que necesita de la gracia para ir a la luz. Dejo de lado lo de la naturaleza caída con la que no estoy de acuerdo, porque nuestra “naturaleza” en la historia nunca ha estado de pie ni ha hecho nunca mayor esfuerzo por levantarse que ahora. Mi pregunta es ¿no hemos querido o no hemos podido? A mí me parece que no hemos podido. No se dan las condiciones ni las circunstancias personales y sociales para que si vemos algo de luz podamos correr hacia ella. Hay demasiados obstáculos que lo impiden. Me dirás que todos los obstáculos se vencen con la profusión de la gracia y yo te replicaré que entonces es una cuestión de un Dios injusto, pues sólo da la gracia a unos cuantos que pueden con todo y a la inmensa mayoría los abandona a su suerte. Mi Dios no es un Dios injusto que reparte gracia o fuerza a unos para vencer todas sus dificultades, malicias, ignorancias, debilidades, flaquezas, pecados,…., y a otros se la retiene arbitrariamente, pues no la da por razones de mérito sino precisamente por su gracia.
       
       
      Me explico: la radicalidad evangélica en la praxis tal como están las cosas no puede ni generalizarse ni sabemos cómo aplicarla al conjunto de la sociedad. No sabemos que estructura social podría darse, ni cómo pasar desde donde estamos a ella. Pregunto ¿cómo montar una sociedad de bienes compartidos que funcione?, si la radicalidad evangélica lleva a perdonar a los enemigos siempre, a dar y compartir siempre que invita a poner la otra mejilla al recibir los golpes de los demás en la vida, …., ¿cómo seguir viviendo, quiero decir en qué lugar podremos vivir sin ser despojados? ¿Cómo mantener unos mínimos necesarios para poder asumir nuestras responsabilidades? ¿La radicalidad evangélica significa ser despojados y vivir en la pobreza con los pobres? ¿Puede esto generalizarse y pretender que la sociedad hacia la que tenemos que ir es a la de la pobreza en lugar de la abundancia? ¿es acaso la pobreza un bien por el que tenemos que luchar por conseguir y asumir sus consecuencias de hambre, enfermedad, sufrimiento, miseria, sin acceso a la educación y cultura, etc., etc.? No lo entiendo yo así. La pobreza no es un bien una meta que conseguir sino algo que la humanidad debe superar, que tiene que superar. ¿Entonces porqué Jesús llama bienaventurados a los pobres, y el rumbo de Francisco que quiere dar a la Iglesia y la TdL tienen en el punto de mira a los pobres? ¿para llevarnos a todos a la pobreza? En absoluto, se trata de todo lo contrario. Pero ¿cómo?, la radicalidad evangélica conduce a que nos despojen, sólo funcionaría en el caso completamente utópico de que todos la asumiesen y entonces nadie intentaría ni se le pasaría por la cabeza despojar a su vecino. Pero estamos muy lejos de esa realidad. Entonces tenemos que tomar otra estrategia, todavía no podemos.
       
      Podemos tener presente la radicalidad evangélica como meta utópica, para pensar desde ella cómo podemos poner nuestro paso en estos tiempos difíciles en la dirección correcta. Y es que en el proceso de ir construyendo la plenitud no se trata de salvar a unos cuantos sino de llevar a toda la humanidad sin exclusiones a ella. Quiero decir que unos cuantos quizás puedan vivir en la radicalidad evangélica de la plenitud en medios restringidos, que sirve como ejemplo y señalan el lugar a donde hay que ir, pero eso no es suficiente. Para que implique a todos hay que ir cambiando las condiciones y circunstancias en las que vive la gente, cambiando la sociedad sus estructuras y objetivos que faciliten el cambio en las personas, sin minusvalorar que son las personas y los colectivos que resultan de la colaboración entre ellas, las que producen los cambios en las sociedades.

    • George R Porta

      Hola! Una clave de interpretación es la experiencia misma de dejarse interpelar por la realidad misma y no como uno, para sí, interprete o comprenda la interpelación misma sino con la referencia a la comunidad a la que se petenezca. Por ejemplo si un pobre de esos que pide dinero en los cruces de calle me pide dinero y se lo puedo dar es probable que me deba obligor a reconocer su pobreza incluyendo el hecho de que no se averguence de pedir y quizás hasta de mentir en lo que dice por medio del cartel que me muestra “sin trabajo”, “tengo hijos y necesito alimentarlos, etc.” pero tampoco debo ignorer la angustia que me produce que haya otros cercanos a mí, mis prójimos de mi trabajo, de mi vecindario o de mi familia que me interpelan por medio del debate de sus diversas reacciones a lo mismo. Y en este proceso tiene que resaltar el hecho de que ni debo juzgar, ni debo dejar de ayudar y que lo que me está pidiendo es que le dé algo. Qué tal si estiro el brazo y le entrego la cesta con mi sandwich de almuerzo y se niega a aceptarlo? (me ha ocurrido) yo posiblemente tampoco acepte tan fácilmente comida sin saber de donde viene… Esta conversación no puede ocurrir bajo la luz del semáforo, lo que tiene que ocurrir allí es que si puedo debo darle algo, lo que buenamente pueda porque no soy rico, pero he de seguir mirando a Jesús doliente y crucificado y dolerme con él y preparer mi “vision del mundo” porque posiblemente volveré a encontrarme en el mismo cruce de calles y a ser confrontado por el mismo u otro pobre y alguna decision he de tomar con respecto a ese pobre y al problema de la pobreza y esta conversación tiene que formar parte de ella pero mi pobre del semáforo no puede quedar pospuesto y mi sufrimiento por la duda de si alimento su alcoholism o su hambre no puede ser ignorada tampoco. En este debate teológico de si puedo reconocer el rostro de Jesús donde parece imposible de reconocer es la esencia de la teología y de ella pueden partir todas las deducciones teóricas pero a este Cristiano de a pie lo que se le pide es que reconozca a Jesús en cada persona que le venga al encuentro y que le acoja no como si fuera Jesús, sino siendo la persona que ese individuo le muestre pero con la misma bondad que si se tratara de Jesús, siempre sin ignorer que no es éste sino el otro, el que sea o la que sea esa persona que me interpela tan solo con su presencia el día que gracias a Dios puedo atravesar las calles tranquilo porque me tocan solamente luces verdes! Ese día también es legítimo que me regocije como cuando Jesús se iba lejos de todo el mundo y quizás solamente contemplaba la belleza del paisaje que debe haberle ocurrido alguna vez.

    • M.Luisa

      Ahora Juanel he visto también tu comentario, queda pendiente pues no lo puedo leer, llevo muchas horas sentada frente al ordenador y tengo muchas cosas que hacer me los reservo cuando tenga tiempo, ¡hasta pronto!

    • M.Luisa

      No sé que pensar, ayer noche os leí a todos/as y me fui a dormir un poco desanimada. A veces quiero convencerme de lo provechoso de nuestras conversaciones sin embargo cuando parece que  en ellas  algo de eso se  va  a producir porque en algún punto  se  comparte algo de luz ,  de pronto,  por mil razones,  te das cuenta  que no es así  que hasta   incluso se ha retrocedido.
       
      Digo mil razones porque los obstáculos  se han de repartir, y el esfuerzo para evitarlos también.  Quiero decir con ello  que a  veces no es tanto el contenido algo complejo de un  comentario lo que frena sino que se le lea   sin    una lectura reflexionada y a partir de ahí la cosa se complica, se crece no en claridad sino en confusión, lo que suma es confusión.
       
      Aunque tenga en la cabeza muchas ideas  por las que enfocar el problema  me referiré tan sólo a la que me ha sugerido  al comprobar  la imprecisa   utilización  del  uso   terminológico de los vocablos, verdad, verdadero y  verdaderamente,  los cuales  son términos  que hablando de  cualquier realidad, en nuestro caso de la realidad evangélica  no pueden estar exentos.
       
      Cuando por ejemplo Santiago dijo en su comentario del 17, 4:02  aquello de que la teología cristiana verdadera es bíblica yo ya me avine a ello porque, y en esto  creo coincidiremos todos,   la teología cristiana se funda en los Evangelios.  Pero si verdadera quiere decir la teología cristiana tradicional  entonces ahí no estoy de acuerdo. Por eso  le contesté “ pero es que la teología verdaderamente cristiana si ha de ser verdadera  ha de estar abierta  a la realidad del evangelio. ¿Qué quise decir con ello?  pues que es la realidad  del Evangelio  lo que trasciende, lo que contiene verdad y no lo  meramente evangélico  ni bíblico. Esto último, lo  evangélico y  lo bíblico  puede ser algo perfectamente cerrado.  En cambio si el horizonte está puesto  en la realidad del Evangelio, es decir  en el Proyecto  es él entonces el que aporta verdad  a una  teología  yéndola  conformando  en el tiempo.
       
      Por tanto  no se puede decir que  toda teología tiene   aspectos liberadores y esclavizantes  a la vez. Si se trata de una teología cerrada todos sus aspectos serán esclavizantes  si se trata de una teología abierta todos sus aspectos serán liberadores  y  abiertos en el tiempo.
       
      El  último comentario de Santiago no lo he leído todavía.
       
      Saludos

    • Juanel

       
      Recojo Mª Luisa tu invitación a transitar por los entresijos de las complejidades, claro que no sé si seré capaz de comunicar lo que quiero decir. Estoy contigo en que mucho del problema de la Teología digamos clásica es que arrastra el problema de la sustancialidad. Siempre me he negado a admitir que tengamos una “sustancia” distinta al ser biológico que somos según nuestra especie por su origen evolutivo. También me he negado a admitir que pertenezcamos como humanos a una realidad distinta al mundo de los animales incluidos en el medio o ecosistema que nos corresponde como los demás seres vivos. No admito ninguna capacidad especial humana para captar del modo que sea lo trascendente. Sin embargo, sí podemos en el humano vivir dar a nuestra vida personal y colectiva trascendencia. Con ello quiero decir que la trascendencia puede pensarse no en lo que somos y vamos siendo o tenemos, sino en lo que podremos llegar a ser, proyectada al futuro en las coordenadas de plenitud como referencia. La vida humana adquiere desde esta perspectiva mayor peso y trascendencia. Vivir en función de la Plenitud considerada trascendente, supone un añadido a nuestro vivir biológico que tiene como objetivo el mejorar las condiciones de supervivencia y dejar una descendencia con mayores capacidades adaptativas. Vivimos no sólo en lo biológico para la satisfacción de nuestras necesidades y placeres, sino que algunos le añadimos algo más que nos resulta mucho más valioso. Pero esto que le añadimos a nuestro vivir no es una sustancia, ni nueva capacidad, ni cambiamos en nada las características físicas y psíquicas de nuestra especie, sino una fe y esperanza humanas expresadas en una praxis coherente. Cuidado amigo Santiago que esta fe y esperanza no las pienso como venidas de lo alto, sino que nos la damos si queremos a nosotros mismos apurando la vida, por un conjunto de decisiones que vamos tomando libremente a lo largo de ella.
       
       
      Puede que caminando en la fe con esperanza el tiempo nos vaya confirmando en ella. Nos parece que hemos tomado las decisiones correctas, que nos movemos en la dirección de la Verdad aunque sin alcanzarla y menos poseerla. Esta confirmación en la fe lo relaciono con la gracia. A unos pocos el peso de la confirmación de la fe les da una fuerza sobreabundante que les lleva a la excelencia humana. Me gusta pensar que Dios tiene algo que ver en ello, pues mi Dios está en la Plenitud Humana y por ello creo tira de la humanidad sin exclusiones hacia sí, tensionando la vida humana del mero vivir hacia otras alternativas. El cómo lo hace dada mi perpectiva es un problema que intento abordar desde las relaciones personales: Dios-Plenitud-Ser Humano.

    • Santiago

      Exactamente lo que decís:…la mayoría de nosotros clama por la justicia social, todos las personas de buena voluntad ven la injusticia en este mundo como un gran mal…..Sin embargo, la Iglesia ha puesto las dos cosas juntas: la teoría y la praxis….La máxima revelación de la verdad ocurrió en Jesus de Nazaret….Todo el Antiguo Testamento no fue sino mera preparación para la Nueva Alianza..En Jesus se cumplió toda la promesa de Dios….Es el  Dios encarnado….la Hombre perfecto…..el Modelo a seguir….Dios con nosotros….Dios visible….En EL podemos ver, pues, la cara de ese Dios escondido a traves de los siglos…que se nos manifiesta en nuestra propia carne…en nuestra humanidad….en nuestra indigencia….en nuestro sufrimiento…y en nuestra muerte…..PERO no es a la Iglesia,como carisma sacramental y visible,a la que se le “escapó” el mensaje verdadero de Cristo….sino fue a “nosotros”…a los miembros de la Iglesia….a los miembros de la jerarquía…a los fieles católicos…y al resto del mundo…..Nosotros no hemos querido realizar   esa “praxis” radical evangélica………….   la hemos rechazado…..y por tanto hemos rechazado el amor….Y esa “perla” de que Cristo habla en el Evangelio…..todavía permanece como un tesoro “escondido”….No cabe duda que muchos la han descubierto en el transcurso de los siglos….Muchos han seguido el mensaje de Jesus…Sin embargo, una gran parte del mundo todavía permanece, consciente o inconscientemente, culpable o inculpablemente,en la “oscuridad”…sin poder acercarse a la LUMINOSIDAD, ni a la grandiosidad de la Revelación de Jesucristo….unos por ignorancia, otros por desidia, otros por debilidad, por flaqueza humana….de una “naturaleza caída”…donde hace falta la ayuda de la gracia para poder movernos hacia la Luz….Hace falta una fuerza mayor para movernos a la acción.
      Pero el misterio  permanece………..”LUMEN GENTIUM cum sit Christus”…”por  ser CRISTO LUZ DE LAS GENTES, este sagrado Concilio, reunido bajo la inspiración del Espíritu Santo, desea vehementemente ILUMINAR a todos los hombres con su claridad, que resplandece sobre la faz de la Iglesia, anunciando el Evangelio a toda criatura (Mc 16,15) (las mayúsculas son mías)  ESTAS palabras son del Concilio Vaticano II, al comienzo de su Constitución sobre la Iglesia donde habla de esta CLARIDAD que es Jesus de Nazaret….Por tanto, a pesar del misterio de la Iglesia que es tambien el misterio de Cristo, la luz está siempre presente y es asequible “a todas las gentes”. Debemos pensar que el Dios que se encarnó visiblemente aquí en la tierra y en la historia supo lo que hacía…y que -sin que nosotros podamos abarcar “el misterio” completamente- podemos intuir y deducir que los bienes de la Creación son mucho mayores…..que los de la NO Creación…y que la promesa de Cristo sobre la vida eterna supera con mucho las penas, los dolores y las injusticias de esta corta vida…y que debemos confiar en Su palabra….palabra que trasciende a traves de la historia y que no es solamente atemporal….sino eterna…..
      Os felicito por vuestras reflexiones y las comparto, al menos, en parte….un saludo cordial    de Santiago Hernández

    • mª pilar

      La Filosofía, la Ciencia, la Teología… y  todos los estudios que existen en esta tierra:

      “Son elaboradas por los seres humanos”

      Por tanto: Todas ellas están y son limitadas y tienen que seguir construyéndose paso a paso y al compás del tiempo.

      Tienen que adaptarse a cada época, situación, avances en las distintas materias, que son parte necesaria para nuestra formación y avance como seres humanos.
       

      Especialmente para llegar a ser de verdad:
       

      “Plenamente Humanos”
       

      Meta, que está muy lejos de ser una auténtica realidad.
       

      Todo lo que no avanza, se va envejeciendo y termina muriendo o haciendo de sus seguidores, verdaderos esperpentos ante la realidad de cada tiempo y situación.
       

      Mientras no seamos capaces de aprender de lo pasado, renovándolo constantemente ante  los conocimientos siempre cambiantes y en camino:
       

      “No avanzaremos en ser cada vez más auténticamente humanos”
       

      Y jamás llegaremos a ello, sino aprendemos a mirar a…:
       

      ¡¡¡Todo ser nacido!!!
       

      Con derechos inalienables que en la mayoría de la humanidad siguen sin ser respetados, ni siquiera vistos, comprendidos, aceptados.
       

      Ahí radican todos nuestros males… males que aquejan a gran parte de la humanidad.

      mª pilar

    • Juanel

       
      ¡Gguuuuuuuaugg! ¡Vaya nivelón de tertulia llena de matices y complejidades! Gracias a todos por ello. Tampoco yo soy filósofo sino científico, (de escasa investigación lo justo para un doctorado en Biología en el campo de la neurociencia) y profesor universitario y de secundaria más de 30 años. Pero aficionado a la Teología, la que pensé necesaria para articular con coherencia mi fe y justito la Filosofía que le sirve de base.
       
      Opino como George que en toda teología hay aspectos liberadores y esclavizadores, también en las de los cristianos de a pie, pues ninguna puede considerarse cerrada. Tienen necesariamente que ir adaptándose a las condiciones y circunstancias que cambian en el tiempo, y a las experiencias del vivir de las personas. En mi opinión creo que la escucha de posiciones divergentes es una actitud positiva para unir (no unificar sino sumar) proposiciones valiosas desde diferentes perspectivas. Sin embargo, valoro la función del Magisterio de la Iglesia en sentido de guía, dirección o advertencia. Deploro y me avergüenza el autoritarismo, la exclusión, el cortar constante de iniciativas,…, en lugar de promoverlas. Pero no se hace teología desde la Comisión para la Doctrina de la Fe sino que indica aquello que está en línea con la Tradición de la Iglesia y aquello otro que no lo está. Para mí esto me parece importante pues me resulta evidente que tenemos que “saber” que es lo que dice la Iglesia al respecto de un tema y que no. El problema a mi entender es el modo excluyente en que lo hace, que afecta grave y dolorosamente a las personas que ejercen de teólogos profesionales.
       
       
      Ya que se habla de TdL y marxismo, en mi opinión el marxismo contiene un método eficaz de análisis social y de praxis. Como método eficaz tiene valor en el trabajo por el objetivo de la justicia social. Sin embargo, cuando el marxismo se prolonga más allá del método usándolo como clave de interpretación de la realidad o del mundo natural y humano, entonces choca frontalmente con la clave cristiana. El método marxista no puede llevarse más allá de la dignidad de las personas independientemente de sus ideologías. No puede recurrir a la violencia, ni a la imposición, ni a la persecución o detención o … de sus disidentes. No puede llevar a cabo la dictadura del proletariado.
      Pero la lucha de clases no-violenta, por conflicto de intereses, la denuncia constante de la injusticia,…, ¿cómo puede dejar de valorarse en clave cristiana?
       
       
      George insistes en la Teología de la Cruz o del sufrimiento. Estoy contigo cuando dices que lo que redime no es el sufrimiento en sí mismo sino la com-pasión. En mi opinión también Anselmo se equivoca al valorar la redención de la pasión y muerte de Jesús como moneda de cambio por el pecado humano y no por la com-pasión con Cristo en el sufrimiento humano, pues también él se cuenta entre los que sufren la crueldad humana. La cruz de Cristo en mi opinión no es sólo la consecuencia de su vida frente a los poderosos, sino también la acogida y la com-pasión de Dios a la humanidad doliente, porque hasta ahí llegó Cristo contándose entre ellos, en nuestro sufrimiento. Dios en Cristo se revela también en que com-padece, en que sufre con los que sufren, los acompaña y acoge.
       
       
      El sufrimiento de Dios en Cristo es contradictorio y escandaloso con Dios como creador todopoderoso. Hay algo grave que falla. En mi opinión lo que falla es el concepto o idea que tenemos de Dios como creador y más como todopoderoso. Si pensamos que el mundo natural y humano se desarrolla y evoluciona con total autonomía sin intervenciones divinas y que la creación de Dios consiste esencialmente en la Plenitud Humana que se va construyendo en la historia, la contradicción se diluye. La Plenitud Humana es su obra y en ella es Soberano todopoderoso.

    • M.Luisa

      PERO…  es que  la Teología  verdaderamente cristiana, Santiago,  si ha se ser verdadera teología  ha  de estar abierta  a la realidad del Evangelio. No es que el  carácter liberador de la teología de la liberación  haga de ella otra teología suplantado  a la que surgió  en origen,    sino que la función de aquel carácter liberador es  el de liberar a ésta  de sus construcciones ideológicas, es decir,  posibilitar   realmente en  la  histórica el contenido evangélico.

       
      La esencia evangélica no es primariamente predicativa (sustancialista)    sino que es  ante todo expresiva, (sustantiva) praxis. Y lo es porque lo esencial de toda realidad, sin entrar en lo que sea en sí la esencia  en cada una de ellas  en la que  ahora  nos ocupa  que es   la realidad evangélica,   lo esencial de ella, por ser  primordialmente expresivo, decía, se hallará    en los actos humanos en cuanto humanos.  Es en ellos donde  “transita” lo esencial del evangelio.
       
      Por tanto,     es falso que esta praxis  sea de orientación marxista materialista  más bien yo diría al contrario que,   el reduccionismo está  en pretender reducir en  lo material y objetivo, es decir en lo  meramente sustancial,   la esencia,  sea ésta la  de la realidad evangélica, la personal, la moral, social,etc.,
       
      No es que yo piense que en tus aseveraciones  dejes de lado   la  actividad  evangélica , claro que no! el problema está en que  tradicionalmente  la institución eclesial  ha puesto el  énfasis  en lo primero  y la esencia del Evangelio se le ha escapado  de las manos.  Es lo que se está viendo en  el panorama actual y se pretende rehacer.
       
      Un cordial saludo

    • Santiago

      PERO la Teología cristiana verdadera es bíblica….está basada en la fe de Jesus que se mostró como la imagen perfecta que contenía al Padre..y que expresaba el amor del Padre..Por tanto Jesus no fue un político pacifista que ofrecía la felicidad mientras durara nuestra existencia terrestre…puesto que nosotros siempre aspiramos a “algo mas”….nuestros deseos son “infinitos”…no pueden saciarse aquí..Por eso Jesus decía “no tengáis miedo”…”yo he vencido al mundo”….Por supuesto que lo venció,….. con su encarnación, con su pasión, con su aceptación del sufrimiento y la muerte…hasta vencerla….resucitando..dándole el verdadero sentido a la vida….Por eso, mi amigo jesuíta muriendo de un carcinoide incontrolado…me decía que el sufrimiento no podía tener un sentido “per se”…si no lo uníamos al de Jesús….porque solo entonces podemos aceptar el  la vida como es…y darle un sentido…porque si Cristo aceptó morir fue para elevarnos hasta su misma cruz de dolor….para que aprendamos a traspasar este misterio, el misterio del sufrir…cuando Dios mismo lo encaró….y lo abarcó completamente….y fue la fuente donde brotó la verdadera vida…que comienza para nosotros en la resurrección en EL mismo…
      Por eso, la teología de liberación que aceptaba el analisis marxista de la realidad, se apartaba de la teología biblica y apostólica..porque la ley fundamental de la lucha de clases implica que la sociedad esta fundada sobre la violencia…sin embargo, Jesus predica la mansedumbre…Y esta “nueva” hermeneutica conduce a una “relectura” politica de la Escritura…y se prescinde del pensamiento de los Padre apostólicos…El error no esta en prestarle atencion a la “dimension política de los relatos bíblicos..sino en hacer de esta dimensión la dimension principal y EXCLUSIVA..que conduce a una lectura reductora de la Escritura…por eso la fe de la Iglesia queda dislocada y desplazada al sustituir el sentido de los simbolos de la fe, por otros que acomoden a la “comunidad”..Se niega la fe en el Verbo que se encarna, que murió y resucitó por nosotros….Jesus no es mas que “una figura” que recapitula en si la exigencias de la lucha por los oprimidos..Se ignora simplemente la sacramentalidada que está en la raiz del ministerio de la Iglesia, y “cambia” la realidad espiritual de la Iglesia, por un análisis puramente sociológico..Se invierten los símbolos y asi la Eucaristía ya no es comprendida en su verdad de presencia sacramental…ni como don del cuerpo y de la sangre de Cristo…sino solamente una celebración comunitaria del pueblo que lucha..Se pierde la unidad, la reconciliación y la comunion en el amor que ya no son dones…sino “lucha”
      Esta es la teología de liberación de la que hablaba Ratzinger….en la que no queda nada de la primitiva tradición apostólica, tradicion que se basa en los testigos de la vida y la Resurección de Cristo y en su mensaje liberador…
      PERO el Evangelio no es una revolución de odio, ni de luchas clasistas…sino que es una revolución de amor….y “donde haya odio…debo yo poner el amor”….Y en el amor no puede haber venganza para reclamar justicia….Esta pertenece a Dios….puesto que EL es el que nos va a juzgar “en el amor”…El tesoro de la Iglesia está en los pobres, los desvalidos, en los oprimidos….puesto que en ellos predominan los rasgos que brillan en  Cristo…en la carencia de bienes aprendemos humildad, obediencia, mansedumbre, lucha..pero con paz y benevolencia para todos, queriendo hacer bien a todos….las mismas virtudes de Cristo..que no predicaba que no lucháramos por la justicia…sino que no odiáramos a nuestros enemigos..puesto que el Padre celestial siempre perdona y no odia…para que fueramos “perfectos” como el Padre es perfecto en El mismo
      Poe lo tanto, la filosofía cristiana es Jesus mismo….esa es su base….El Cristo histórico que coincide con el de la fe….No puede haber dicotomía..O Cristo es el del Evangelio….o hemos reconstruído a “nuestra manera” otro Cristo, distinto, con “otras ideas”..que se alejan cada vez mas del verdadero…Toda teología que se aleje de los testigos del Evangelio, de su continuacion en los Padres Apostólicos, de la tradicion verdadera y autentica….se puede llamar como se quiera….pero no puede llamarse cristiana..Es “otra” teología
      un saludo cordial de Santiago Hernández

    • M.Luisa

      No te creas amigo George! La verdad es que  ni  tan sólo  soy, con respecto a la filosofía lo que se suele llamar una simple aficionada. Ha sido por estricta necesidad que mi vi abocada a meter en ella las narices. ¡Cómo no voy a estar  de acuerdo contigo  en  que  es el Amor lo que hace mover el Mundo  dándole a las cosas su  verdadero sentido!!.

      Ahora bien, si a  nuestra edad hemos tenido  la gran suerte  de pillar  aunque sea por los  pelos las ventajas de poder comunicarnos de forma tan rápida  y abarcadora,  también es verdad que no es fácil transmitir fehacientemente   nuestros pensamientos   de ahí que a veces sea conveniente, como dice Oscar  prolongarnos en las  tertulias y sin prisa alguna   ir afinando  cuestiones  y matizando  puntos que nos permita aunar experiencias, algo que a nuestra edad  se agradece enormemente. 

      Tu mismo por lo que nos cuentas  presentas  un gran bagaje de vida  repleto de experiencias que sin duda alguna, por lo que se intuye,  te habrán  configurado interiormente en lo mejor de ti.
       
      Ha sido un placer y te doy la bienvenida!

    • oscar varela

      ¡Bravo George!

      ¡Excelente relato “filosófico”!

      La “FILOSOFÍA” lo es solo cuando y en la medida que el ser humano SE NARRA PARA SÍ MISMO EL DARSE CUENTA DE LO QUE HACE Y LE PASA: SU VIDA.

      ¡Vamos, George, todavía! – Oscar. 

    • George R Porta

      Hola María Luisa: Gracias por tu comentario del que aprendo y gracias Oscar por el saludo. Perdona  María Luisa ‘que insista quizás porque no sea yo filósofo y por eso lo que escribí puede sugerior que no aprecie la filosofía lo cual lamentaría. Respeto lo que has escrito y lo aprecio. A menudo, sin embargo, me ha parecido que sea muy necesaria  la conversación entre el filósofo erudito y el Cristiano de a pie, de modo parecido al modo de  Jesús. Los evangelios no le dedican mucho tiempo a su disposiçión a la escucha activa, pero no revelan los temas de conversación de sus comidas con los gestores de impues, las prostitutas, los borrachos y los comelones y yo imagino que guardaría silencio o se sonreiría del “ángel” callejero de los chistes y comentarios que aquellas gentes hacían pero tengo la impresión de que guardaría prolongados silencios y quizás alegrándose de que todos pasasen un rato bueno alejados momentáneamente de sus cuites, dimes y diretes. Y a eso me refería, a ese modo de teologizar amando y acogiendo que es leg’tima teología, legítimo auténtico modo de dar a conocer a Dios y no de comprender. Pienso en todo lo bueno pero también todo el daño  derivado (por ejemplo en cuanto a comprender a la mujer en la Iglesia y dejarla ser sí misma y en cuanto a la compression de la sexualidad y el cuerpo humano, por citar algo al respecto) del empeño puesto por  Tomás y  Agustín en  comprender a Dios (quien no ha querido explicarse ni dejarse comprender, ni mostrar su auténtico rostro a la percepción de los ojos que son estos que El  mismo, si es que ha venido creándonos como deseo y espero, nos ha dado y que son incapaces de acoger la vision de su rostro sin arrebatarnos la vida toda de una llamarada de Amor y Belleza). Siento  y pienso que sea crucial la escucha actvísima de los demás aun en sus desbarres. Por un breve tiempo fui Carmelita descalzo y me sorprendio el P. Camilo Maccise con algo que él mismo modificó para tratar de cambiar un poco la recepción de los novicios por parte de la comunidad formativa que les acogía, en la redacción del prólogo o prefacio del documento sobre la formación de los postulantes y novicios como un elemento esencial. Me refiero a  la participación active en su propia formación del formando mismo”. Eso no creo que aun ocurra desafortunadamente. A estas alturas del juego es la “antiguedad” en la vida religiosa la que cuenta para operar la formación con el pretext que es válido y no lo niego de la preservación del charisma fundador pero ignorando demasiado que el Espíritu Santo, si es cierto que existe como deseo ardientemente y espero, trabaja donde quiera y como quiera aún en los que ni cuenta llevan de que lo haga en ellos y que cada postulante y cada novicio puede y debe ser acogido como  una especie de mensajero del Espíritu y que puede traer aires frescos a “la almena”. En mi ignorancia de no- filósofo me parece presenter que la teología no debiera ser necesariamente una asignatura aunque debiera serlo también para quien desee y pueda teologizar con erudición, pero debe ser la vida misma y expresarse en la comprensión que tenga del mundo el filósofo en su vivir. También se  teologiza en, con y por el vivir. En mi ignorancia de no-filósofo no puedo ya estudiar filosofía para asumir responsabilidad teológica por mi vida aunque me gusta y deseo escuchar lo que opines, pero solamente me queda tiempo después de trabajar como todavía  lo hago, a tiempo completo para poder vivir modestamente  a mis setenta años (salí de Cuba solamente cuando me lo permitieron a los 35 y mi pensión de retiro es minima tras 35 años trabajando profesionalmente 12 y catorce horas diarias) para cuidarme de vivir compasivamente en la mayor medida con mis pacientes de hospicio y de cuidados paliativos y hacerlo cuanto más gratuitamente pueda aplicando una mística o estilo que trato de que se mantenga tan evangélica como pueda porque soy alguien muy herido y lleno de ira y pobre en mi comprensión de mí mismo, que aprendí de un Viejo amigo que fundó a la Oblatas Misioneras de María Inmaculada unas misioneras seglares consagradas con cuya Amistad conté por mucho tiempo en Cuba: Agradecer la presencia de Dios a mi muchas veces al día, practicar la ausencia de crítica y de queja a menos que fuesen proféticas, construer la paz como un artesano, con todos los músculos de mi cuerpo sobre todo los espirituales y psicológicos, server en todo lo que pueda, obrar cinco actos de compassion y misericordia cada día. No es necesario que te confiese, ya lo puedes imaginar por ti misma que falle muchísimo cada día en lograr estas pequeñas cosas y que no puedo sin mentir proponerme como modelo de ello. Aun eso me resulta muy difícil pero no me deja tiempo para pensar o discerner otra cosa que mi obrar. Me alegra que otros y otras piensen y que lo hagan formalmente, académicamente, críticamente, Dios no me concedió (porque deseo que sea de Dios de quien la vida siga proviniendo) la oportunidad de una formación filosófica académica. En lugar de ello me ha concedido a mis pacientes y antes a mis estudiantes y antes a los obreros de la granja en la que hice trabajo forzado cuando los superiors del seminario de La Habana me expulsaron acusado injusta y falsamente por otro seminarista de ser un agente encubierto de la policía secreta cuando era mi acusador quien lo fuse, pero le creyeron.  No es imprescindible discernir qué filosofía sea legítima si no se tiene la function o el deberde hacerlo, por ejemplo en la enseñanza o en el liderazgo. Si el otro me dice que le cause daño, pues quiero escucharle y cuidarme de no hacerlo aunque a veces no lo logre del primer o del Segundo intento. Si es el otro o la otra quien me  hace daño deseo poder serenarme y háblarle y ya sabes el rollo de hablar tres veces cuyo consejo  los evangelios  le atrubyen a  Jesús. Si lo que pienso o escucho o leo me parece consistente con la comprensión del mundo que ha sido atribuida a Jesús ya solamente puedo limitarme a estar al tanto de ello con todo mi corazón y mi raciocinio. Perdona esta  larga perorata (ya me han exhortado dos veces a no escribir sábanas) pero es una delicia poder compartir aunque sea yo un parlanchín sin remedio. Doy gracias por los dos, por ti Maria Luisa, por Oscar y por tdoso vosotros los que escriban en este blog y de quienes puedo recibir tanto aunque no pueda corresponder en la misma proporción. 

    • M.Luisa

      Me he emocionado, Oscar, leyéndote y escuchando a Mercedes Sosa  y otras veces  también  me ocurre cuando nos enlazas con  Atahualpa Yupanqui. Me llevé sus discos bajo el brazo cuando    en el 68 me fui a Paris,    pero sobre  todo  me he emocionado  al darme cuenta  que  me comprendes-
       
      Cuando me alzo por las ramas no es que me guste, es algo que me ha sido impuesto por las circunstancias,  preferiria  andar sobre la  tierra  con los pies descalzos como cuando hacía de joven
       
      Un beso,  si Olga me lo permite!, bien, pero un beso al filósofo !!

    • oscar varela

      Hola Porta; Hola M. Luisa!
       
      ¡Bravo por la tertulia!
      ……………
       
      Te leo, M. Luisa:
       
      1) –“ … con su humano vivir,  él daba trascendencia a su vida
      y con ello ya le era suficiente”-
       
      Ok! Mil veces Ok!
       
      2) – “ahora …
      … le será imprescindible mojarse transitar por los entresijos de las complejidades”-
       
      a)      ¡Ok! Es conveniente que haya en el mundo unos cuantos chifladitos como nosotros que hayan de cargar con esa vocación casi carroñera de hurgar y digerir las propias entrañas. Cuando no los hay, es que “ha callado el Tábano-Cantor” http://www.youtube.com/watch?v=xm9sIAW39o0
      b)      Pero el que tiene la Primera y última Palabra (“Sentido” –nous-, de la Vida), e.d., “flosofía” es ese “de-a-pie”, del que nosotros mismos no estamos exentos, a no ser que nos hayamos excentados siendo infieles a n/quehacer vocacional de NO AGREGAR NADA a la realidad mas que EPI-FAINAR SU PLENO PRO-FAINAR.
       
      ¿no te parece?
       
      ¡Vamos todavía! – Oscar.

    • M.Luisa

      En efecto, esto es lo que ha sucedido que  unos profesionales de la teología  han preferido,  vete a saber por qué, ( pero lo intuyo)   montarla sobre  una  filosofía  arcaica de opresión  y  excluyendo a otros profesionales  que con afán de  actualizar la teología la sostienen en   pilares  filosóficos más enriquecidos  y  renovados  priorizando  con ello  a  la persona.
       
      Claro!  que   nada de todo esto necesita el cristiano de a pie   para hablar de sus sentimientos por la vida pero, en cuanto  desde fuera, se condiciona  ésta a vivirla en clave trascendental  habrá  aquí,  precisamente, que poner mucha  atención sobre  qué  tipo de trascendencia  se está  hablando, es decir qué concepto se tiene de lo trascendental porque no es el mismo en una filosofía que en otra.   Por lo que entonces sí que  ahí   cobra importancia  que la razón entre en acción para poder discernir.
       
      Por tanto,    aquel cristiano de   a pie  que con su humano vivir  era él quien le daba trascendencia a su vida  y  con ello ya le era suficiente, ahora, sin embargo   con la mirada puesta a estos profesionales  investigadores que deciden  el  tipo de teología  vigente,  le será del todo necesario y más si  en su vida  sufre,  aunque sea, indirectamente  las consecuencias nefastas que le puedan haber representado  el inmovilismo de aquella, sí que entonces, repito,  al cristiano de a pie  le será  imprescindible   mojarse  un poco más  y transitar por los entresijos de  las complejidades.

    • George R Porta

      De si es necesaria una filosofía para teologizar. Si se trata de la investigación professional teológica dichos profesionales deben ser quienes lo decidan y al parecer ya lo han decidido. Mas, los cristianos de a pie, más o menos ilustrados, pero de a pie, no necesitan una formación humanista para hablar de sus sentimientos por la vida y desde ésta en clave transcendental. Por eso es peligroso no reconocer que toda teología es siempre mejorable, más o menos, en unos aspectos o en otros, Buena y mala, efectiva e inefectiva. En última instancia a la pregunta de la existencia del Dios que yo deseo con todo mi ser que esté siendo revelado en Jesús de Nazaret, en relación al mal, ninguna filosofía la ha respondido ni la puede responder suficientemente. Es un escándalo afirmar que Dios venga creando desde siempre y que el mal siga estando presente y que le haya otorgado al ser humano una libertad que Ël mismo no debe necesitar y que le ha acarreado tanto problema al ser humano porque se lleva la vida aprender a utilizarla.

      Alternativas  como las de describer al Dios de JC como  capaz de sufrir no pueden ser sostenidas filosóficamente por mucho tiempo sin incurrir en contradicciones, porque entonces no hay ninguna razón para que prefiriese sufrir ‘;el mismo con tal de permitir que la humanidad no solamente sufriese sino que infligiese sufrimiento. Anselmo estuvo equivocado al atribuir un caracter sacrificial a la muerte de Jesús inspirándose en la jurisprudencia de su época. No en balde su interpretación, gracias a Dios por mucho que haya sido reiterada nunca ha sido dogmatizada.

      La injusticia es un escándalo, como lo es la enfermedad. He sido terapeuta por muchos años (casi 30) y la única explicación de la utilidad del sufrimiento que mis pacientes me han enseñado es que éste cree el espacio de la compasion gratuita (descritas como una sola es idea de Tony Catala SJ y se lo agradecere siempre) y quien compadezca gratuitamente está siendo redimido, de un modo similar a como ocurre en el coloquio con Cristo crucificado en los EE de Ignacio. O te dueles con Jesucristo doliente o abandonas los ejercicios hasta que puedas sufrir con El pero no puede ser que te alegres de que le haya ido tan mal tan injustamente solamente porque te haya ganado una dignidad que es inalienable, la humana y que si viene de alguien debe ser del Dios que el mismo Jesucristo  revela.

      La filosofía es resultado de la razón humana y como digo es un instrumento útil a quienes la aprendan y eso me parece muy bueno, pero las deformaciones de la religion se han debido  a las  filosofías científicas o no que han ido amañándola a lo largo del tiempo. Claro los ignorantes tenemos una ventaja y es que somos graciosos o tontos. Pero me parece horrible que alguien pueda decir a otro eso no lo puedes decir porque es un error y porque se le ha dicho lo tenga que aceptar por el peso de la autoridad. Jesús dejo de ir a la sinagoga en algún momento y eso no le impidió su relación orante.

      Trabajo en hospicio y cuidados paliativos y he visto la impotencia horrible de quien siente, literalmente casi, que la vida del ser amado se escapa de la mano que va quedando inerme entre las suyas. Ese es un momento teológico en el que optas por la esperanza o cedes a tu rabia. La opción teológica es la de esperar contra toda esperanza a pesar de la rabia. Es así desde hace mucho, desde los tiempos de Abraham, que sepamos. Y ese era otro que no dependía de la filosofía que se sepa. 

      En el cuidado pastoral los condicionamientos ideológicos no son necesariamente conducentes al crecimiento spiritual que se busca y por eso todas las teologías debieran ser articuladas y todas las filosofías defendidas, la relación  entre el Dios que deseo que esté siendo revelado en Jesucristo y el ser humano que se empeña en comprenderlo o descubrirlo solamente ocurre en el momento en que los humanos nos rendimos adoradores desinteresados,  sin miedo no porque conocemos sino porque la vida se nos haga imposible sin la esperanza.

      Quizás Rahner no andaba muy lejos de la realidad al imaginar al creyente future mucho más un místico que un científico aunque por su propia experiencia debió de imaginar al científico místico como alguien igualmente possible.

    • M.Luisa

      Lo siento,  al seleccionr del borrador el texto  quedó en el aire el último párrafo, que ahora transcribo
      “Aquí sólo diré que el materismo  consiste en  un materialismo abierto. Es la tesis de que todo procede de la materia y de que nada en el cosmos es independiente de ella, pero a diferencia del materialismo no todo en el cosmos es exclusivamente material.”

    • M.Luisa

      PERO anterior a   que “sea necesario distinguir entre una teología de liberación equivocada y una correcta“  como dice Santiago está la necesidad  de averiguar sobre qué filosofía una y otra está montada”  en mi opinión este el  “quid”  y el “fondo” de la cuestión.
       
      Si la teología  equivocada se le empieza a llamar Teología Marxista de la Liberación  la correcta, pues,   será la que,    atribuyéndole, sin más,   esta metodología,    propugna  la de la  Congregación para Doctrina de la Fe.

      Pero te  equivocas Santiago,  el problema radica justo en lo mismo  por lo que el otro día  te objeté sobre la diferencia a considerar  entre la obsoleta idea de   naturaleza  concebida como sustancia   o  la actualizada  concepción   de la Naturaleza  como estructura o sustantividad.

      A mi modo de ver la teología  que se quiere hacer pasar por la  correcta, es decir,  la que desde la Cong. De la Doctrina de la Fe tacha de marxista a la de la Liberación es la que  precisamente está montada y encallada en una filosofía  asentada sobre la idea de sustancia, mientras que la Teología de la Liberación  es de base filosófica actualizada  y por tanto   con perspectiva progresiva de cara al futuro.
       
      La Teología de la Liberación como es sabido toma su base del pensamiento zubiriano el cual sus pretensiones liberadoras, contrariamente a lo que se ha tendido con  cierta frivolidad   a pensar  no carga necesariamente  con ningún materialismo  meafísico sino que la Naturaleza en su filosofía es de carácter   materista. Convendría que le dieras un vistazo a esta concepción materista o sustantiva de la naturaleza.
       
      Por lo que concierne al desahogo de Clelia  lo comprendo pero no lo comparto.

    • George R Porta

      Estimado Santiago: a cuestión es si puede haber alguna teología que no sea liberadora. La respuesta es que  sí que las hay. Todas las teologías sin embargo son liberadoras y no porque todas salen de la reflexión humana que no puede escaper de sí misma y de sus lastres ideológicos. La de Ratzinger y la de Gutiérrez, ambas son liberadoras y ambas son esclavizantes. Por eso son necesarios el encuentro y la contradicción y el discernimiento constante en un ambiente de escucha activa, atenta a lo que el otro diga y sin ánimo de imponer la propia. Pienso en el silencio milenario de la voz femenina en el quehacer teológico y en el silencio aún más denso de los pobres incapaces de leer o escribir y hasta de pensar porque no hayan podido ser educados, de los niños y niñas que trabajadron y murieron sin llegar a la adolescencia y constituyen una teología de dolor y de cruz sin esperanzas que ni Ratzinger, ni Muller por muy amigos que sean de Gutiérrez podrán jamás escribir. Es la ciencia de la cruz que sintió y pensó Edith Stein no cuando la escribía sino aquella otra que pensó camino de la cámara de gas quizás de la mano de su Hermana o sosteniendo a algún otro pobre que compartiría en breve el mismo destino terrible de Auschwitz o de Auschwitz Birkenau. Gutiérrez tiene razón y estuvo bien que le humillaran porque eso le obligó a desmontarse y seguir andando a pie, pero no debió ser silenciado o desprestigiado. Hay algo que Satanás, por decirlo metafóricamente, puede reprocharle a Dios y es la libertad que parece habernos dado pero que él mismo no debe tener que utilizer si lo sabe todo y si no puede confundirse en sus opciones, como podemos sus criaturas. Ante esa acusación no sé qué diría Dios. Pienso que Anselmo estuvo todo confundido y que Dios no puede ser sádico ni que los asesinos de Jesús puedan ser los sacerdotes que oficiaron en el sacrificio expiatorio que su muerte no es. Ninguna teología de Ratzinger o de Muller o de Gutiérrez puede explicar la necesidad o el propósito o el origen del Mal, pero la de Gutiérrez al menos da una respuesta y es la de la compassion por el que sufre los efectos del mal. Pensándomelo bien, quizás esa sea la respuesta de Dios a Satanás: Este es mi hombre libre para amar compasiva y gratuitamente y él constituye el prototipo de la criatura que llevo millones de años creando y amando a mi modo misterioso de hacer las cosas. Ratzinger quizás  padeció del carrerismo que hoy Francisco condena y Francisco mismo solamente pudo llegar a Papa a base de parecer inocuo a los poderosos que ahora tiene que reformar y barrer de las esferas de poder eclesiásticas. De otro modo no le hubieran elegido. Qué sentido puede tener juzgar y suprimir, censurer y destruir. La Iglesia necesita que no haya secretos porque tarde o temprano éstos son pregonados sobrelos terrados. La Iglesia necesita respetar y server la libertad del Espíritu que nadie sabe de donde viene ni a donde va. Por eso es bueno que Ratzinger y Muller y Gutierrez tengan un foro en el cual expresarse. Dios quiera que Francisco llegue a sentir y optar por la libertad de Ignacio y que realmente se proponga amar y server a toda la Iglesia Ad Maiorem Dei Gloriam, sin miedo, dispuesto al martirio como Ignacio en Pamplona aunque quizás la bala de canon le pueda venir desde su propia retaguardia.   

    • Santiago

      PERO “es necesario distinguir entre una teología de liberación equivocada y una correcta”…Estas son las palabras de Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en una entrevista  de publicada por Religion Digital….Y en mi opinión este es el “quid” y el “fondo” de la cuestión.
      Porque como dice el, “no existe ninguna rotura entre Benedicto XVI y Francisco”. Los documentos de Ratzinger, cuando era prefect0 de la Congregación sirvieron para ESCLARECER lo que era necesario evitar, de manera de hacer volver a la teología de liberación a la AUTÉNTICA teología de la Iglesia. Por eso el nombramiento de Müller -segun el mismo- no significa un “nuevo capítulo”en la relaciones con tal teología, por el contrario, es signo de continuidad.
      Los aspectos negativos que señaló Ratzinger fueron el resultado  de la mal entendida y mal aplicada teología de la liberacion. Segun Müller nunca habrían sucedido esta serie de fenómenos negativos y en distinta clave, si hubiera sido aplicada la auténtica teología,( y la verdadera doctrina social evangélica” porque “las diferencias ideológicas crean division”. Y asi la antropología marxista es completamente distinta de la cristiana. El comunismo habla de dictadura del proletariado..en cambio la teología evangélica cristiana habla de libertad y de amor. El comunismo junto con el capitalismo neo-liberal, rechazan la dimension trascendente de la existencia y se limitan al horizonte material y existencial de la vida. “El capitalismo y el comunismo son dos caras de la misma moneda, la moneda falsa”….El capitalismo creando el “dios dinero” por medio de la ambición desmedida y el consumismo y la adoración de ídolos hedonistas….y el comunismo tratando de suprimir completamente a Dios y basándose en una falsa ideología que es utópica y que se tiene que imponer a la fuerza, sin importar los medios..por medio de una dictadura.
      Por eso para construir el reino de Dios, “la verdadera teología” llega desde la Biblia, desde los Padres y desde el Concilio Vaticano II
      El objeto y mensaje liberador del Evangelio es el rechazo del mal….del mal voluntario…Siendo la injusticia social uno de los mayores males…Jesus nos provoca para que “volvamos a nacer” para que seamos “seres humanos nuevos” y que luchemos denodadamente por nuestra salvación, ya que ésta va condicionada a la de nuestros hermanos…como tan bien entendió Francisco de Asis  con aquello de  que “yo no busque tanto ser consolado sino consolar, ser comprendido sino comprender, ser amado sino amar”…y es “dando como se recibe” y es “muriendo como se resucita a la vida eterna”
      Por tanto, la lucha por la justicia es siempre la misma..Todos, los de buena voluntad, deseamos la justicia social…Pero Cristo vino a decirnos que no podemos usar el “ojo por ojo” y “diente por diente”….sino que debemos amar, incluso a los enemigos…Por eso, usar “negativamente” la teología de liberación para sustituir los signos de la fe  por medio de “otra clave” y que con ella interpretar el Evangelio, la liturgia, las verdades cristianas etc. etc….escapa  los ámbitos del Jesus del Evangelio….La ideología del marxismo no puede “arreglar” el cristianismo…porque sus métodos y fines son diferentes y su filosofía completamente diferente……pero el cristianismo nos dice “donde hay odio”…tengo que poner “amor”…
      La trascendencia del cristianismo supera a lo meramente terrestre…La promesa trascendente supera tambien el calibre de todos nuestros sufrimientos en esta vida…Por eso, los mártires cristianos  luchaban tambien por la justicia, muchas veces heroicamente,..pero morían perdonando a sus verdugos…En el último momento de sus vidas no podía odiar….ni siquiera lo deseaban….sino que daban sus vidas por lo único que es valioso en esta vida: el amor..Que es lo único que va a sobrevivir a la muerte.
      un saludo cordial    de Santiago Hernández  
        

    • George R Porta

      Estimada Clelia: Gracias por su fidelidad a Jerónimo, por su sinceridad, por el valor de mostrar lo que muchos pudieran reprobar por no conocer bien todas las circunstancias. También doy gracias por el empeño y los sufrimiento de su esposo en defense de una aperture al sacerdocio con matrimonio y ruego porque en elagún momento la jerarquía logre ver que de las cumbres sacramentales, las dos más altas cada una a su modo, son la Eucaristía y el matrimonio, no el sacerdocio y la Eucaristía, aunque siento una profunda admiración por los sacerdotes entregados a su ministerio. Pero sobre todo doy  gracias a Dios por el regalo de la corrección fraternal  que Ud. ofrece al P. Gutiérrez. Gracias a Dios cuando me miro en el espejo no se me ocurre celebrar lo que veo porque me veo como otro de tantos: limitado, pecador, cortos en el amar y el servir,a menudo rápido a la ira y lento  al perdón.. Ruego constantemente porque esas limitaciones y carencias no nublen mi vidta parq poder reconocer en la ira y el reproche de mis hermanos, más que a éstos, a la dolorosa herida que los contenga mientras llega un momento de poder expresarlos. No la juzgo, ni deseo otra cosa que le llegue pronto la sanación de su dolor.  Admiro al P. Gutiérrez y a su obra. No sé en qué proporción sea adecuado decirlo, y  por ello anticipadamente le ruego que me perdone si la ofendo o si la hiero, pero su amor por Jerónimo es precisamente el que le otorga el derecho que es paradójicamente un derecho  obligado a liberarle a él y a liberarse usted de todo resentimiento y dolor que hayan sido causados por la soberbia del P. Gutiérrez si fue eso lo que le impulsó a actuar de aquella manera con su esposo. No pretendo  darle una lección de nada perodeseo recordarle que  perdonar no tiene que ver con que el ofensor se arrepienta (Jeremías 31, 34), sino solamente guarda relación con la obligación del ofendido de proteger su dignidad (Mateo 18, 22) y en ese sentido es algo provisto por Dios en su misericordia hacia el que sufra ofensa. Me parece que lo más grande que hizo Jesucristo fue cambiar irreversible la jurisprudencia humana para incluir en los derechos del ofendido o la victim el derecho a personar lo cuál quedaba excluido de la justicia humana siempre retributiva al extrema de haber confundido incluso a San Anselmo que construyó su teología del martirio de Jesucristo como satisfacción a su padre precisamente en la imposibilidad de Dios de no exigir retribución por el pecado original. Siempre me ha correspondido decir algo al final de las misas  funerales de mi familia y un viejo director spiritual me enseñó que en el texto de la institución del sacramento del Perdón “todo lo que sea perdonado en la Tierra sera perdonado en los Cielos” incluye que los vivos tengamos aún tiempo para perdonar vicariamente en nombre de aquellos a quienes hemos amado y nos amaron y haya sido ofendidos peroquizás  no hayan podido expresar debidamente su perdón a sus ofensores. Así en mi pequeño discurso de occasion siempre he hecho public mi perdón en nombre de mis familiar fallecido y he solicitado el perdón en su nombrede aquellos a quienes mi familiar haya ofensido a su vez. La reconciliación es otra historia y Jesús puso la responsabilidad por buscarla no en el ofendido sino en el ofensor (mateo 5, 23-24) aunque éste o ésta quedaban obligados a conceder el perdón si les era solicitado. Imagino que haya pasado considerable tiempo desde  los tiempos en que el P. Gutiérrez era famoso y solicitado como conferenciante y  pudiera darse aquellos lujos que usted le reprocha. Quizás sea tiempo de liberar la memoria de su Jerónimo de este incidente y de liberarse usted de la pena de  esta herida viendo a Jerónimo a encontrar al P. Gutiérrez  con ánimo de amigo  ser recibido por éste con ánimo tan distinto. La abrazo si me lo permite y como le digo, agradezco sy valentía.

    • ana rodrigo

      Hombre, Antonio, lo que tú dices es una clave tan legítima de interpretar la carta de Clelia como la que se puede hacer desde otras claves, entre ellas la personal contra Gustavo G., porque cuando alguien lee una carta personal hecha pública, con lo que se queda es con un lamentable hecho del pasado sobresalga por encima de otros análisis, eso sin hacer la más mínima mención a que, quizá, en el presente G.G. piense de otra manera con respecto a este sector del clero víctimas de una época determinada, y sin hacer mención al legado que nos dejará para siempre el haber sido, creo, el iniciador de la teología de la liberación de l@s empobrecid@s.

    • Antonio Duato

      Pilar, yo no quiero que se creen más cardenales. Pero Francisco lo hará y pronto. Y preveo que uno será Gustavo Gutiérrez, a título honorífico. No lo quisiera, pero lo preveo. Me gustaría más que hiciera cardenal a Küng (recomiendo su último libro ¿Tiene salvación la Iglesia?, que estoy acabando de leer). Pero no lo hará. Porque ha hecho una teología más crítica sobre la Iglesia. Y no iba a acceder a ser digerido y utilizado por el sistema. Eso me temo, en cambio, que pase con Gustavo. Y si es para dar rigor teológico a su concepción de una Iglesia de y para los pobres, no estará mal.

      Por eso, Ana, la carta de Clelia no la he leído como un mero sacerse una espina. O un juzgar a una persona por un gesto del pasado. Es advertirle que en este nuevo abrazo que le da Francisco y Roma no olvide la liberación de otros pobres, los y las víctimas del opresivo sitema romano que a tantos y a tantas ha condenado y marginado.

    • ana rodrigo

      A mí se me puede acusar de muchas cosas entre ellas la tendencia al buenismo y a la compresión de ciertas conductas en su contexto determinado.
       
      Comprendo a Clelia su inmenso dolor de todo lo que tuvieron que sufrir su esposo y ella. Y máxime cuando el dolor es producido por alguien de quien se espera otra actitud.
       
      También soy consciente de que hacemos camino al andar, unos van más deprisa y otr@s vamos más rezagad@s.
       
      Me pongo a mí misma como ejemplo de este ir tirando como puedo siguiendo la mayor parte de la veces a quienes van por delante. Yo me parezco muy poco en mis pensamientos y reflexiones (de las evolucionables, claro, no de las básicas) a lo que pensaba hace 30 años, estoy en evolución permanente siempre abierta a todo aquello que alguien con mayor lucidez y riesgo, me van abriendo camino.
       
      Comprendo que tomar la decisión que tomó Jerónimo fue casi de un héroe, su lucidez fue encomiable, pero estos pioneros no pueden exigir a l@os demás que en ese mismo momento tod@as estemos a su altura.
       
      No sigo la trayectoria de Gustavo Gutiérrez, pero a mí, personalmente, no me ha gustado esta carta por lo que de retrospectiva personal supone de alguien que, no lo sé, pero, quizá haya cambiado, en cuyo caso y, si así fue, quizá convendría que, ya que Cleclia ha hecho público el acontecimiento,  G.G.le pidiese perdón públicamente. ¿Alguien sabe lo que piensa ahora al respeto este hombre sobre la secularización de sacerdotes y obispos?

    • mª pilar

      Tengo una sencilla pregunta, ante un comentario de Antonio, a quien quiero y respeto:

      ¿De verdad es necesario (si deseamos que algo cambie) seguir nombrando cardenales, príncipes, monseñores excelencias… etc.
       

      Que seguirán con sus fatuas vestiduras, altos cargos, dones especiales para los dichos señores de la iglesia.

      Mi corto entender me dice que por ese camino:
       

      ¡¡¡Jamás esta iglesia, será una iglesia para y de los pobres!!!

       
      Si sus representantes siguen presentándose como grandes señores vestidos como los reyes de  siglos pasados… con poder, haciendo y deshaciendo según convenga para no bajar la riqueza, ostentación etc….

      Es mi manera de mirar desde la realidad que me rodea, o sea desde:
       

      ¡¡¡La Vida!!!
       

      A la que todo ser nacido tiene derecho y así lo propagó Jesús y tantas otras personas, que han sentido esa llamada a liberar a toda persona sufriente de este mundo, por el poder desmedido de unas pocas.

      mª pilar

    • mª pilar

      Rodrigo amigo:
       
      ¿Donde pongo en mi corto escrito que me refiero en exclusiva a este Sr.?
       
      “Mientras se sientan príncipes y otros títulos, nada cambiará.”


      No suelo descalificar “creo” nunca a nadie en particular.
       
      En mi comentario me refiero al estilo, que nos guste o no, campa a sus anchas en esta iglesia de nuestros dolores…
       
      Siento haberte molestado, pero hay que leer y comentar con justicia lo que hay escrito.
       
      Un abrazo.
      pili
       

    • Antonio Duato

      Es verdad lo que dice Oscar. Antes de que saliese publicada la carta abierta de Clelia, que él había recibido al mismo tiempo que yo, me indicó que no veía motivos para publicar ahora este testimonio de Clelia, muy duro contra un hombre que estaba protagonizando en estos días el reencuentro de la Teología de la Liberación con Roma.

      Él escribió sobre ello a Clelia y yo estuve esperando el miércoles hasta las doce de la noche a ver si ella cambiaba de opinión, pues yo le había anunciado mi disposición a publicarla.

      ¿Por qué accedí a publicar esta provocadora carta?

      Hay un factor de amistad-veneración muy especial hacia Jerónimo y la plena seguridad de que Clelia narraba un hecho que les había ciertamente herido profundamente a los dos. La carta de Clelia es efectivamente un grito de dolor pero no solo. Ella pide a un hombre que ahora está siendo tan homenajeado con toda razón –Gustavo Gutiérrez recibido y abrazado por el papa Francisco– que se acuerde también de quienes han estado luchando por la liberación en el interior de la Iglesia.

      Yo confío que, como dice Ignacio, otros testigos de aquel acto en Córdoba o quien tenga otra versión que provenga del mismo Gustavo, puedan aportar también su testimonio, si es que lo que provocó ese dolor vivido por Jerónimo y Clelia no provino de Gustavo. Pero a mí, por experiencia de reacciones parecidas, me pareció verosímil. Clérigos muy de izquierdas son a veces especialmente celosos en demostrar obediencia jerárquica. Y eso es lo que me preocupa.

      Muchas veces se ha querido contraponer la lucha latinoamericana por la liberación de estructuras capitalista opresoras con la lucha de católicos europeos contra estructuras eclesiásticas (como el celibato) que oprimen a las personas. Y muchas veces me he preguntado cómo se van a liberar los pueblos si se sigue aceptando la opresión clerical.

      Yo sé que puede haber diversos tiempos en el programar estratégicamente una lucha. Pero el testimonio de autenticidad del obispo Jerónimo y los libros de Leonardo sobre eclesiogénesis, poder y carisma (por ellos y no por otros es por los que le condenó el Santo Oficio) tienen en sí tanto o más valor liberador que las tesis de Gustavo, que siempre ha procurado que encajaran con el magisterio romano.

      Estoy contento de que Francisco tenga cerca, como asesor, a Gustavo y espero que lo haga pronto cardenal, reconocimiento que se ya se hizo a Congar. Gustavo será un buen asesor para su nueva encíclica sobre la Iglesia de los pobres que parece está escribiendo.

      Pero, por favor, que ni Francisco ni Gustavo olviden lo que les dice Clelia. Que el bisturí para llevar la Iglesia a la libertad del Evangelio debe entrar más a fondo en estructuras opresivas del poder eclesiástico institucionalizado, que produce muchas víctimas entre hombres y mujeres muy entregadas a la causa de Jesús.

      Estas cuestiones del celibato y de discriminación por razón de sexo y género no son “pajas mentales” que se hacen los burgueses europeos, como parece insinuó alguna vez Bergoglio.

    • oscar varela

      Hola Rodrigo!
       
      Tenés razón: recuerdo bien ese relato que yo hice; e.d.: no tenés razón.
       
      Nota para vos solito: Preguntale a Antonio Duato si no le hice memoria de mi antiguo relato en Atrio el día anterior a que apareciera la Carta Abierta, pues a mí hubo llegado directamente de Clelia misma ¿a vos, no?
       
      Pero en algo tenés razón: no me acordaba que habías sido en Comentario hacia vos. Creo ahora recordar que te habías tenido que “exilio-refugiar” o algo parecido en EEUU porque, tal vez, estabas perseguido y amenazado, ¿es así?
      ……………….
      Te voy a explicar por qué escribí aquel viejo Comentario y este de ahora:
       
      1.- Aquel Comentario (¿de hace algo más de un año, no?) llevaba doble intención:
       
      Primera intención: Señalar el “acotamiento” o “reduccionismo” a solo un aspecto de la vida humana (el ámbito de la justicia social –y al que adhiero plenamente) por parte de la Teología de la Liberación, que Gustavo Gutiérrez con todo derecho de iniciador se arrogaba o se predicaba de él. Tal es así que en el correr de las experiencias latinoamericanas, esa TdlL fue seriamente cuestionada por su “reduccionismo”. De paso te agrego que lo mismo pienso y he venido diciendo acerca de un Asunto similar: el de “los Pobres” visto desde el “curerío”.
       
      Yo he vivido y reflexionado sobre estos Asuntos –personalmente y grupalmente hasta las últimas constataciones que me inundaron desde la Federación latinoamericana de Familias de Curas Casados- acerca del menosprecio que se les tiene por amar-mujer concreta, no solo las Estructuras eclesiásticas católicas (jerarquía y laicado), sino extrañamente también esos “Movimientos” soi-dissante: “liberadores”.
       
      Ese era mi punto, y por eso mi relato y mi pedido a vos; tal vez Gustavo había estado escuchando la voz de “otros” ámbitos que se reclamaban “liberadores-a-libertar” (femenino, sexual, cultura, etc) y que llevó a la TdlL a cuestionarse su “titulado”, proponiéndose el de “Teología y Liberación”. Tal vez Gustavo había cambiado de opinión “sexual”.
       
      Segunda intención (cortita): Poner mi cara a que me peguen sin que Clelia misma tenga que ponerla. Porque yo soy “ficha” muy pasajera, mientras que ella llevó y lleva infinitamente más peso para en-adultar la sociedad de n/tiempo. Me preocupo y creo cuidar las “densidades” ponderables de las personas. Todos nos “ponderamos” al “tratar-nos”. La adultez consiste en “darnos cuenta” de ese “pre-juicio” y aprender a positivar eses Dato.
      …………………
       
      2.- Reciente Comentario:
       
      También conlleva una doble intención:
       
      Primera intención: la de “poner en su lugar” (ubicar) una CARTA ABIERTA de una persona para mí sumamente importante dentro del pensamiento eclesial.
       
      Por eso pedí y traté de averiguar las razones y motivos de tal GRITO.
       
      Como lo único que llegó a mis manos fue la Info del renunciado Rector de la U.C. de Córdoba, me pareció que cuadraba con la experiencia fallida de Jerónimo: Era en una Córdoba-religiosa y se trataba de Gustavo-vedette.
       
      Me fue “comprensible” que a Clelia se le haya disparado el recuerdo de la canallada gustaviana; pero me resultaba “no-justificable”. Por eso escribí lo que escribí.; no para defender a Gustavo, ni para molestar a Clelia. Simplemente no me pareció decorosa, ni digna de su trayectoria un tal exabrupto que puede no dejarla bien parada (rencillar y polemizar “al pedo”, que es la traducción exacta y barrial de “Quid prodest?” o “Cui bono” que usan los legales).
       
      Segunda intención (cortita): la de volver sobre el Asunto central, que es el de la “MISOGINIA y emputecido Sexualismo” de las miradas “curiales”. Por eso continué con lo de la injustificada y por lo tanto: des-graciada y malévola dilación de encarar el Asunto del Celibato optativo y de la de-formación del curerío y monjerío … al que le podría agregar el del “laiquerío” infantilizado.
      ……………..
       
      Ya ves, Rodrigo, que no me muerdo nada. Pienso y trato de darme a entender.
      Itelligenti pauca o qui potes capere capiat ¿ok?
       
       
      Así es como, te guste más, menos o nada, sigo yendo – Abrazo, Oscar.

    • José Ignacio Calleja

      He dicho Oscar, y debí decir Rodrigo Olvera. Disculpas.

    • José Ignacio Calleja

      Por eso dije, Oscar, “sigo a la escucha” y “me gustaría escuchar a la otra parte”. Evidentemente, no espero palabras de Gutiérrez, sino vuestras. Así que gracias- (Y sólo intevengo cuando están en juego derechos fundamentales, porque el silencio es imposible. Saludos. 

    • Rodrigo Olvera

      Dices Oscar
      La Carta Abierta no me da las “razones o motivos” de por qué Clelia destapa una olla podrida.
      Pienso que una canallada no justifica una contra-canallada.
      ¿Estaré equivocado
      ?
       
      Corta memoria. Cuando yo comenté aquí en Atrio que iba a tomar clases con Gustavo Gutiérrez (agosto 2010), tú destapaste precísamente esa misma olla. Públicamente aquí me recomendaste que le preguntara por este incidente. Ni siquiera contesté a tu “sugerencia” por considerarla injustificada, y falta de consideración hacia mí en ponerme en tal situación.
       
      Desde que leí esta entrada me he estado mordiendo la lengua.
      Me mordí la lengua ante la decisión misma. Piense lo que piense yo de este incidente, no seré yo quien cuestione el derecho de Clelia a expresar la herida que le sigue doliendo. No quise que mis palabras pudieran ser mal interpretadas como la menor descalificación a ese dolor.
      Me mordí la lengua cuando José Ignacio dijo que lo escrito es testimonio de primera mano e incontrovertible. No, no lo es. Es de primera mano el testimonio de que Jerónimo dijo éso. Pero no es de primera mano que la forma como interpretó Jerónimo lo ocurrido sea incontrovertible frente a lo ocurrido. Y de lo ocurrido Clelia no es testiga. Me había mordido de decir ésto, para que no sirviera esta precisión de forma alguna de minimizar ni el dolor de Clelia ni su integridad (ya demasiado han pretenido atacar su integridad durante décadas).
      Me mordí la lengua cuando Pili insinúa que Gustavo Gutiérrez se cree por encima del bien y del mal, que se cree príncipe y que se cree superior. Insinuación totalmente injusta, hasta donde he podido tratar con Gutiérrez.
       
      Pero que ahora precísamente tú Oscar cuestiones la justificación de Clelia de hacer precísamente lo que hiciste tú mismo, siendo que si alguien tiene justificación a hacerlo es Clelia…. es más de lo que puedo morder.
       
      No. Así no vale pena ir a ningún lado.

    • oscar varela

      Hola!
       
      El que va del año esta es la tercer CARTA ABIERTA con que Clelia, GRITA.

      Porque el “estilo” de Carta Abierta se comprende desde alguien que se ahoga si no dice lo que tiene insoslayablemente que decir. Es, diría, el “estilo” energúmeno y justificado del Profeta.
       
      ·         Carta Abierta a Benedicto XVIClelia Luro de Podestá, 30-Enero-2013
      ·         Carta abierta a los cardenales participantes del cónclaveClelia Luro de Podestá, 04-Marzo-2013
      ·         Carta abierta a Gustavo GutiérrezClelia Luro de Podestá, 12-Septiembre-2013
      ……………….
       
      Al recibir la Carta de Clelia, yo me preguntaba por el acogotamiento provocador del GRITO.
       
      Se lo pregunté por e-mail, pero casi no los atiende (creo); es mujer de rostro y de habla. Hasta ahora no sé de quiénes son las crispadas manos rodeando su cuello.
      ……………….
       
      Pero acabo de recibir una Info de un amigo donde tal vez aparecen las marcas de los dedos ahogadores. Revista “VEINTITRÉS”. Es solo una conjetura; nada más.
       
      –          “la Universidad Católica de Córdoba le dio el Doctorado Honoris Causa a Gustavo Gutiérrez (fundador de la Teología de la Liberación)
      ………………..
       
      Entrevista a Rafael Velasco, rector de la Universidad Católica de Córdoba.
       
      Algunas respuestas:

      1.- “Estoy por la comunión para gays y el sacerdocio femenino”.
       
      2.- “Hay reformas importantísimas que hacer en la Iglesia, por ejemplo que los divorciados puedan ser admitidos en la comunión; por ejemplo que si un homosexual vive establemente con su pareja pueda comulgar…
       
      Decimos que no debe haber diferencias entre el hombre y la mujer, decimos que la mujer es importante, pero la excluimos del ministerio del sacerdocio. Eso tiene que cambiar”.
       
      3.- “Adhiero a la Teología de la Liberación, a ese modo de pensar la fe, desde la realidad, leyendo la Palabra de Dios desde los pobres”.

      “Hace unos años la universidad le dio el Doctorado Honoris Causa a Estela de Carlotto y se armó un lío bárbaro.
       
      Ahora se lo dieron a Gustavo Gutiérrez (fundador de la Teología de la Liberación) y no pasó nada, ahora estaban todos contentos.”
      ………………..
       
      El “Relato” de Clelia narra una “canallada” de Gustavo Gutiérrez.
       
      La Carta Abierta no me da las “razones o motivos” de por qué Clelia destapa una olla podrida.
       
      Pienso que una canallada no justifica una contra-canallada.
       
      ¿Estaré equivocado?
      ………………
       
      PS.: en la Carta Clelia se hace mención, además, de una conversación con Francisco reiterando el Asunto. Esto agrava mi planteamiento ético;
       
      y abre a una exigencia de alta responsabilidad por el dolor y discriminación en que se encuentran los “curas casados” (a quienes les han cortado las manos para ganarse el pan cotidiano) las mujeres de esos curas y las familias de ambos y sus hijos e hijas.
       
      Sobre esto (celibato optativo para los del “Orden”) el “nuevo” Secretario de Estado Vaticano dice que hay que “estudiar”, que no está cerrado el debate. Una sinvergüenzada, porque mientras se “estudiaría” lo que ya está requeté-estudiado la gente sufre.
       
      Añádase a esto la desastrosa formación que están recibiendo los seminaristas y novicias ahora mismo. Etc., etc.

    • mª pilar

      ¡Gracias Clelia, por esta información!

      Es muy triste, pero hay mucho de este pensamiento dentro de la iglesia poder-alta jerarquía… y no solo la alta, se sienten por encima del bien y del mal… así no hay manera.

      Mientras se sientan príncipes y otros títulos, nada cambiará.

      Solo cuando se sientan servidores de una hermosa causa, que libera, acompaña, hace hermanos-amigos-compañeros…
       
      ¡Nunca diferentes ni superiores!

      Un entrañable abrazo, y gracias por recordarnos.

      mª pilar

    • javier pelaez

      Calleja me alegro que estés otra vez por aquí

    • José Ignacio Calleja

      La verdad que el testimonio es de primera mano e incontrovertible. Una decepción tremenda.  Me gustaría escuchar a la otra parte para entenderlo. (Quiero pensar que Gutiérrez no se solidarizó, pero que él no lo echó o exigió su expulsión, … y aún así, una decepción tremenda). Sigo a la escucha.

    • Antonio Vicedo

      Con tu testimonio vital con Jerónimo, Clelia, ya hiciste diana en el amor y las flechas de esta tu cata, van en la misma dirección.

      Hay dificultades para sabios y entendidos consistentes, como repetía el amigo Tomás Malagón, en la gran claridad con la que el testimonio y mensaje de Jesús  queda expuesto.

      Gracias por recordar que, cuando no queda bien considerada la LIBERTAD, hay que revisar seria y profundamente los manejos sobre  la VERDAD.
      Un solidario y fraternal abrazo.