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Por la paz y convivencia en Euskadi

Una de las realidades que quedaron sepultadas por el tsumani informativo del nuevo papa fue lo que pasa en Euskal Herria, en su camino de recuperación de una paz real, con generoso cambio de mente por parte de todos pero con una correcta memoria historica y respeto a la dignidad de las víctimas. Desde allí un grupo caracterizado por buscar con honradez la verdadera Justicia y Paz, Etickrte Fundazioa, nos ofrece sus reflexiones. Esta fundación es el mismo grupo que en otrs tiempos era Comisión Interdiocesana de Justicia y Paz. ¿Cómo va el proceso tras ese parón del 14 de Marzo? Muchos a un lado y otro del oceano podréis informar y opinar, comparándolo también con otros procesos semejantes.

En torno a la ponencia parlamentaria de paz y convivencia

1. El pasado día 14 de este mes de marzo fue testigo de un acontecimiento lamentable y, a la vez, particularmente significativo, acaecido en la sede del Parlamento Vasco. Era el día señalado para la constitución de la Ponencia de Paz y Convivencia, prevista para aquella fecha. La Presidenta de la Cámara se vio en la necesidad de aplazar “sine die” la realización de aquel objetivo, como consecuencia del clima de enfrentamiento creado en torno a la calificación dada por Laura Mintegi a las víctimas mortales de ETA, definidas como de “origen político”. Una denominación que en la mente de los representantes de los demás partidos políticos, particularmente del PP, pretendería diluir la responsabilidad de ETA, sobre ellas.

Hemos calificado el hecho de lamentable, pero también de significativo. Lamentable porque impidió, no sabemos hasta cuándo, que se llevara a cabo algo que el pueblo considera que puede ser un instrumento útil y eficaz para su progresiva normalización. Pero también de significativo, en la medida en que nos debe llevar a reconocer y a enfrentarnos con la “verdad” de la realidad subyacente a la utilización de unas palabras, más o menos desgraciadas por desacertadas. Las palabras que utilicemos en materias tan graves como son las que con ellas estamos aludiendo, no deben utilizarse para encubrir la verdad objetiva, de la realidad ni para desfigurarla en función de los propios intereses. ¡Ojalá el aplazamiento decidido por la presidencia pueda servir, no solamente para corregir un lenguaje desacertado, sino también para formular el contenido común de la verdad que pueda ser el fundamento de la Paz que la Ponencia ha de promover!

2. No nos toca entrar aquí en la discusión del mayor o menor acierto de tratar conjuntamente o por separado los temas de la Paz y la Convivencia, de una parte, y de la memoria o las “memorias históricas”, de la otra. Consciente o inconscientemente, queriéndolo o sin quererlo, lo cierto es que las personas reunidas el día 14 para abordar algo tan importante como es el tema de la realización de la Paz y la Convivencia de nuestro Pueblo, se encuentran ahora con la ineludible necesidad de enfrentarse con el tema de la verdad, no obstante la pluralidad de las verdades parciales, percibidas por la diversidad de las tantas veces alegadas “memorias históricas”. La verdad que habrá de fundamentar la realización de la paz en la justicia, no será la suma resultante de la mera yuxtaposición de las diferentes memorias o verdades parciales. No será esa la verdad de nuestro Pueblo. A no ser que queramos que ese Pueblo se desarticule y persista en la diversidad de la división de Pueblos sostenidos por sus verdades particulares, necesariamente habremos de buscar y, ¡ojalá la encontremos!, la verdad que sea de todos y para todos y así la aceptemos. Aunque ello nos exija renunciar a ventajas “mentirosas” que pudieran parecernos útiles.

Además, la verdad de los hechos y también particularmente la de las memorias históricas, no puede quedar reducida a una mera narración de lo ocurrido, por muy minuciosa que ésta pueda ser. Existe la verdad de lo que ha sucedido, pero no es ésa la única verdad del ser humano, de los colectivos e incluso de las instituciones. Si queremos conocer la verdad que humaniza la historia, ya que de “memorias históricas” hablamos, es necesario que a esa verdad objetivamente conocida incorporemos la dimensión de la verdad de la valoración que esa realidad objetiva nos merece. También es esa una parte de la dimensión humana de la verdad que los humanos debemos conocer. Hemos de partir del conocimiento de lo que es la realidad de lo sucedido. De ahí habremos de avanzar en busca de la valoración de eso que ha sucedido. Podremos no estar de acuerdo en el momento de realizarla, en razón de las diferencias que podamos tener sobre eso que llamamos los principios o los valores éticos que han de inspirar las actuaciones de las personas y de los colectivos. Pero es mejor para la salud de las personas y de los Pueblos, saber que, de entrada, no estamos de acuerdo en la valoración humana o ética de lo sucedido, que caer en la mentira de ignorar tales valoraciones mediante el recurso de desfigurar la realidad. Ello equivaldría a pretender construir el futuro desde una doble mentira: la mentira de la deformación de la historia que fue y la mentira de los fundamentos que han de dar consistencia a una convivencia auténticamente humana.

3. En el intento y la necesidad de realizar una valoración de los hechos acaecidos hemos hecho alusión a la dimensión ética de la convivencia humana. Son diversas las resonancias que en cada uno de nosotros esa referencia ética pueda producir. Pero también aquí se hace necesario ir más allá de lo que las palabras, quizás mal utilizadas o malgastadas, puedan sugerir. No debemos equivocarnos. Decimos que hemos de crear una convivencia sostenida por la justicia, iluminada por la verdad, inspirada por la solidaridad; rechazamos la injusticia, nos repugna la mentira, nos indigna el egoísmo contrario al respecto y la solidaridad. Quedémonos con estas exigencias cívicas, en el esfuerzo común de construir ese Pueblo que decimos querer. Ésa es la tarea a realizar desde la Convivencia en la Paz, sea cual fuere el calificativo que a esas exigencias hayamos de dar.

Es muy humana y noble la tarea que corresponde realizar a la Ponencia parlamentaria de la Paz y la Convivencia. Habrá de enfrentarse ella con exigencias, en ocasiones aparentemente contradictorias, pero no menos reales. Sin recurrir al silencio cómplice que quiera encubrir en el olvido, realidades y situaciones que deben ser curadas y sanadas desde sus raíces. Incluso mediante el recurso a un perdón capaz de ennoblecer a quien lo ofrece y también a quien lo acoge, con la fuerza liberadora de la fidelidad a la verdad y a la justicia. Será necesario esclarecer la verdad de realidades ocultas e incluso ocultadas, en razón de “superiores” intereses. Y sobre todo habrá de trabajar al servicio de la normalización de las situaciones creadas por las diversas formas de violencia armada. En particular, las relativas a las víctimas de la injusticia y a los presos, al margen de cualquier intento de injusta e infundada equiparación. Sin ignorar que la misma normalización de la convivencia política habrá de posibilitar, como parte integrante de ella, el normal tratamiento del llamado “problema vasco”, a partir del reconocimiento y libre ejercicio de las libertades “políticas” inherentes a la dignidad de las personas, sin que lo impida la falsa alegación de que el objetivo oculto pero real no es otro que el de prestar cobijo a ETA.

3 comentarios

  • Iñaki S:S,


    Kaixo Pepe S. , tu tan directo como siempre. Planteas la posibilidad de que…..a los Organismos poderosos no les interese solucionar el problema por cuestiones de votos y dinero. A mi no me cuesta nada darte la razón. La realidad es que los poderes fácticos, en general, y los españoles, en particular, están cometiendo o al menos consintiendo una serie de comportamientos que admiten los calificativos mas gruesos. ¡Qué desastre!. Pues bien, resulta que casi todo lo han estado haciendo catastróficamente mal, menos la forma de abordar el conflicto vasco, por cierto, muy anterior a la aparición de ETA y que sigue afectando a cientos de miles de vascos….doscientos años después. Menuda tapadera eso de ….todo es ETA, para las corruptelas con las que  nos bombardean, a todas horas, los medios de comunicación escritos y audiovisuales. El opio del pueblo que con tanto entusiasmo cultivan los mencionados organismos poderosos, no se limita al folclore turistico-religioso de la semana santa, se nutre también de la tele-basura, el fútbol, etc….mas el todo es ETA. Así que ¿cómo no le iban a montar un pollo a la buena Laura Mintegi, por repetir algo obvio para los cientos de miles de vascos que le han votado?. Hay que ir al fondo de la cuestión.  ¿Cómo pueden llegar a entenderse un abertzale (patriota vasco) y un patriota español, si empiezan por no reconocer y aceptar las posiciones respectivas?.

    Voy a repetir, una vez mas,  algunas de las verdades como puños para el mundo abertzale:
    -Cree en el Pueblo Vasco, con una identidad propia y diferenciada de la del Pueblo Español.
    -Cree en la existencia de un conflicto político entre Euskal Herria y España.
    -Cree que ETA es una milicia del Movimiento Nacional de Liberación Vasca. Una organización militar, no terrorista, que se limita a aplicar una violencia de respuesta ante un Estado opresor. Lamentablemente, en esta lucha se producen daños colaterales, pero considera  máximos responsables de los mismos a los opresores.
    -Cree que la soberanía colectiva del Pueblo Vasco debe de ser respetada, dentro de los parámetros democráticos vigentes en el mundo occidental. Es decir, que no se le puede privar del derecho a decidir libremente su futuro. (Autodeterminación).

    Ante esta realidad, el patriota español puede decir no, no y no a todo esto, rasgándose las vestiduras. Si esto es así,… ¿Cómo aproximar posturas a partir de este choque frontal?.  ¿Cómo alcanzar una convivencia sostenible anclada en la JUSTICIA y capaz de hacer posible la PAZ?.

  • pepe sala

    Demasiado ” rizar el rizo” para no decir NADA claro.
     
    Con estas posturas jamás llegaremos a una resolución aceptable. Lo mismo sirve para un descosido que para un roto, y las cosas son mucho más fáciles… cuando se quieren solucionar los problemas.
     
    Cosa diferente sería que a los Organismos poderosos no les interese solucionar el problema, por cuestiones de VOTOS, y DINERO.
     
    ( ¿ Quién es el guapo que manda a los miles de uniformados , periodistas, chivatos pagados, seguratas semianalfabetos, -con unos sueldazos que no había soñado en su vida-, que tienen que volver a recoger aceitunas y a plantar patatas en sus pueblos, puesto que el  chollo del  ” conflicto vasco” ya no da para más…?????)
     
    El paro ya está suficientemente saturado en España. Hay que mantener los “puestos de trabajo” al precio que sea. Espero que no se repitan las RUINES  y DELICTIVAS actuaci0ones de hace unas décadas. Y no estoy hablando de las RUINDADES  de ETA.

    ¡¡ Por Tutatis!!… cuánto cuesta hablar claro y castellano sobre ciertos temas. Aunque sea en Euzkera, coño, pero digan la VERDAD de una puta vez.

  • Iñaki S:S,


    Estoy de acuerdo con el artículo en general y especialmente en que  hemos de crear una convivencia sostenida por la justicia, iluminada por la verdad e inspirada por la solidaridad.
     
    Por mucho que se niegue  el fenómeno histórico al que los abertzales llamamos conflicto político entre Euskal Herria y España, este no deja de seguir estando ahí cada vez mas vigoroso. Y lo digo porque, al día de hoy, cuarenta y ocho de los setenta y cinco diputados de la Cámara Vasca están representando a muchos cientos de miles de personas a los que, desde la óptica constitucionalista, se les considera separatistas. Para esta gente somos cantidad los vascos que podríamos encajar en apelativos tan duros como….asesinos, cooperadores necesarios, encubridores, los que explican y justifican, etc. Este reducionismo es realmente doloroso, además de un grave obstáculo para una convivencia en paz en Euskal Herria. En esta línea, lamentable el episodio de la caza de Laura Mintegi, en el contexto del reciente debate sobre paz y convivencia. Qué ganas de enredar por unas palabras perfectamente inteligibles, para una gran mayoría del pueblo vasco.

    En fin, insistir como algunos en eso de…pasarán años antes de que yo olvide a Miguel Angel Blanco, Fernando Buesa, Hipercor, etc., no nos va a sacar del atolladero. Eso ya se ha dicho una y mil veces. No nos quedemos anclados en algo que no parece el mejor camino para acercar posturas. No olvidemos que el objetivo final es avanzar, con pie firme, hacia una convivencia justa y pacífica. Y lo digo porque la réplica de cualquier abertzale seria algo así como….han pasado mas de setenta y seis años y el Pueblo Vasco no olvida la barbarie de los bombardeos de Otxandio y Gernika. Mantenernos