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Sobre ciencia y mística

Los pasados días 19 y 20 de Mayo tuvieron lugar en el Palacio Miramar de Donostia (San Sebastián), unas Jornadas sobre Ciencia y Mística, organizadas por la Asociación GUNE de la que me honro en formar parte. Afuera, el cielo se reflejaba en el mar, el mar se reflejaba en el cielo, la luz de la tarde revelaba el infinito. Dentro, ante un salón repleto y seducido, las palabras expresaban el prodigio de lo conocido y evocaban el misterio de la Realidad indecible.

Allí participaron, entre otros, nuestro ilustre Pedro Migel Etxenike, el físico catalán David Jou y la monja catalana Berta Meneses, profesora de matemáticas y Maestra Zen. Pedro Migel Etxenike (Premio Príncipe de Asturias de Física) encarna el rigor de la ciencia, la elegancia del saber y la modestia del científico (“el mayor producto del conocimiento es el aumento de la ignorancia”, declaraba como si tal unos días antes en una entrevista). David Jou conjuga de manera singular la ciencia y la poesía (una fórmula matemática es un poema para él). Berta Meneses (Chosui-An, “agua que purifica”) combina clases de matemáticas con cursos de Zen, como si ambas cosas no fueran sino dos maneras de iniciar al mismo misterio que somos y que nunca alcanzamos a ser ni a decir.

Durante miles de años, y hasta hace bien poco, la ciencia y la mística estuvieron unidos como la luz y la belleza del arcoíris, como la cuerda y la melodía del piano, como la gramática y el misterio del poema. No son lo mismo, pero no se pueden separar. ¿Pero cómo es que, no siendo lo mismo, no se pueden separar? Pues no lo sé, pero todo es así: hay un misterioso “todo”, una forma misteriosa, una “vida” inasible que no existe sin las partes, que es inseparable de ellas, pero que no se reduce a ninguna de las partes, ni siquiera a la suma de todas ellas. Nuestra ciencia –de otras posibles no sabemos nada– empezó cuando el ojo alcanzó a analizar y distinguir las partes en el todo, y ello nos ha permitido fabricar herramientas, curar enfermedades, comprendernos mejor, ser más libres, sobrevivir. Pero el ojo que analizaba y miraba las partes nunca dejaba de percibir y de admirar el todo, la forma, la vida, y ambos ejercicios nacían del asombro y llevaban a la oración, fuera ésta religiosa o no, se dirigiera a un dios personal con forma o al misterio mismo del Todo sin nombre y sin forma.

Luego vino el divorcio que aún persiste en muchos, aunque no precisamente en los grandes científicos ni en los auténticos místicos. El divorcio se dio porque la ciencia olvidó el misterio y porque la religión se apoderó de la mística. Ambas cosas se dieron a la vez, y no se podría decir cuál de las dos se dio primero. En realidad, la raíz de ambas es la misma, y se llama “voluntad de dominio”. Voluntad de prender y de aprehender, de capturar y poseer.

La ruptura entre la ciencia y la mística llegó tarde, pero el conflicto estaba en ciernes ya desde muy antiguo, en el corazón mismo del ser humano. Ya el libro bíblico del Génesis nos lo cuenta a su manera. Había dos árboles en el paraíso, nos dice: el árbol de la Vida y el árbol del conocimiento del Bien y del Mal. A Adán y a Eva, al hombre y a la mujer, se les abrieron los ojos y el apetito de tomar y de comer, de ser dueños y señores de todo, incluso el uno del otro, incluso de Dios. Imaginaron a Dios como dueño y señor y no lo pudieron soportar. El mal no consistía en no soportar a un tal Dios supremo, sino en imaginarlo de ese modo. “Seréis como dioses”. El mal no consistía en querer ser como Dios o incluso ser Dios, pues a eso estamos llamados y eso somos; el mal consistía en perder el sentido del don, la actitud de respeto, el sentido de la gratitud y la admiración, en querer conquistar lo que es regalo. El mal no consistía en querer comer del árbol de la ciencia y acceder al conocimiento, pues para eso estaba allí y ofrecía sus frutos en medio del paraíso; el mal consistía en querer forzar al árbol, para arrebatarle el fruto gratuito y devorarlo. Entonces se les abrieron los ojos y vieron que estaban desnudos, y sintieron vergüenza el uno del otro y tuvieron miedo a Dios, como si Dios fuera como ellos.

Nietzsche y Heidegger mostraron que la ruptura entre la ciencia y la mística se dio en Grecia en los albores mismos de lo que se llama “cultura occidental”. En cualquier caso, se manifestó en toda su crudeza en la Modernidad en forma de positivismo. El positivismo cientificista pretendió que todo lo que es se puede conocer con métodos empíricos y que solo es verdad aquello que conocemos empíricamente y formulamos matemáticamente. Mucho antes, por otro lado, se había ido desarrollando en el seno de la Iglesia católica un auténtico positivismo teológico que afirmaba la revelación cristiana como la única revelación plena de Dios en el mundo, consideraba los dogmas cristianos como expresiones inmutables de verdades ocultas reveladas por Dios, y sostenía que la jerarquía católica ha sido instituida por Dios mismo como depositaria y garante única de la verdad y del misterio divino en la Tierra y el cosmos entero. La religión, vacía de mística, se creía autorizada así para dictar verdades a la ciencia. No es descabellado pensar que el positivismo cientificista moderno ha sido una reacción contra el positivismo y absolutismo cristiano que se había apoderado del misterio en exclusiva, lo que equivale a negarlo.

El olvido del misterio arruina la religión y reseca la ciencia. Es necesario que el misterio vuelva a animar la religión y que la ciencia vuelva a recuperar aquella admiración originaria de la que nació como pregunta, como búsqueda, como una exploración casi religiosa de la realidad particular y universal. La ciencia y la mística no se oponen, ni se yuxtaponen, ni siquiera se complementan. Se entrelazan y animan, como la observación y el asombro, como el cálculo y la admiración, como la medida y el infinito. No se identifican, pero son inseparables como la parte y el todo, como el organismo y la vida.

La ciencia es el arte de medir las partes del todo. La mística es el arte de mirar el todo en cada parte. Mira un arcoíris maravilloso una tarde soleada y lluviosa. Se puede medir el espectro de frecuencias de la luz y explicar la aparición de los siete colores, del rojo al violeta, cuando los rayos del sol atraviesan las gotitas de agua de la atmósfera, y por qué el arco entre el cielo y la tierra, naciendo del agua, pero tus ojos ven la belleza del arcoíris como un todo y exclamas: “¡Oh, qué bonito!”.

Y el científico puede admirar más que nadie, porque sabe más que nadie el milagro que es cada gota de agua o de aire, cada organismo, cada célula, cada átomo y cada partícula. Y no solamente ve que todo es parte de un Todo, sino que también mira cada parte como un todo, pues cada átomo es un universo sin medida de quarks, gluones y electrones, semejante al universo inmenso y sin fin de las galaxias, y porque sabe que todo, desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande, está en relación y en movimiento, que en el tiempo está la eternidad y que el futuro es absolutamente indeterminado e impredecible, que del orden se deriva el desorden y del desorden se deriva un nuevo orden maravilloso imprevisible. Y sabe mejor que nadie que toda la realidad es abierta y siempre capaz de novedad y de más, gracias a la relación y al azar. Y que todo, desde la roca al pensamiento y la ternura, todo es materia, salvo la propia materia que nadie sabemos qué es, sino que es. Y la admiración, eso es la mística. La admiración convertida en amor, eso es la verdadera religión.

Para orar.

MÁS QUE LA POSESIÓN; LA BÚSQUEDA

La materia conocida
sólo es el cinco por ciento del universo;
el ADN codificante
sólo es un tres por ciento de nuestro genoma;
las neuronas
sólo son un diez por ciento de nuestro cerebro.

Concentramos con avidez nuestra atención
en aquello que sabemos interpretar,
nombrar, medir, manipular, gozar.

Pero de repente, a veces,
los bárbaros irrumpen con antorchas oscuras
en nuestro imperio de claridades,
y abaten los templos y palacios de nuestras certezas:
la materia oscura, la energía oscura,
los mecanismos ocultos de la regulación de los genes,
los astrocitos y sus ondas de calcio.

Pese a ello, los científicos nos alegramos de esas invasiones:
los horizontes se nos hacen más inquietantes;
las preguntas, más sutiles;
las respuestas, más sorprendentes;
nos lanzamos con perplejidad y audacia
a reedificar nuestra imagen del mundo
con mayor amplitud que la de antes.

Quizás tengamos vocación de vagabundos más que de reyes:
amamos más el camino y  la búsqueda que la seguridad y la posesión.

(David Jou)

110 comentarios

  • Rodrigo Olvera

    Curiosear???? no María Luis, ni Luis Troyano ni yo hemos hablado de “curiosear”. Hablamos de la necesidad de aprender!!!!  Eso de “curiosear” suena tan eurocéntrico…. y es precisamente una de las cosas en que occidente denería aprender (alguna vez) de oriente.
    saludos
     
     

  • M. Luisa

    Mi querido Rodrigo, yo no he hablado de mero  contenido como si éste culturalmente no importase a sus correspondientes culturas.
    Es precisamente todo lo contrario  el contenido   respecto a la realidad (aquí tratamos ahora del Misterio) es definitivo para conceptuarlo,  de ahí,  si es que os he leído bien esta mañana, la necesidad que tiene Occidente  de curiosear  un poco en  la cultura de Oriente. Esta observación seguro que me llevará a otras.
     
    Sin embargo, es lo que me importaba   aclarar de momento. Lo dejo aquí porque esta mañana me viene el lampista.
     
    Buenos días a todos y a todas

  • oscar varela

    Hola pepe blanco!

    Sería bueno que te explayaras un poquito
    acerca de lo que pueda ser una INTRA-VIDA.

    ¡Gracias! – Oscar.

  • Rodrigo Olvera

    jajajaja… amiga, deja te digo que acá en la maestría siempre estuve en desacuerdo con mis calificaciones… simpre decía que si yo fuera el profesor me habría puesto nuna nota más baja 😉  También les decía a mis colegas que Dios no le da alas a los alacranes, y por éso no soy profesor… sería una pesadilla jajaja.
    Una amiga, cada vez que me compartía sus avances de investigación, me decía “siempre terminas complicándome la vida, tengo que leer más para poder contestarte” jajaja…  al final mi amiga se tituló con honores 🙂
    Te mando un fuerte abrazo.

  • ana rodrigo

    Luis, estoy de acuerdo contigo. (Bueno, lo de herejía sí creo que lo es, según la Ilesia católica)
     
    Rodrigo, como siempre, me pones en unos aprietos dialécticos, que no veas. Yo es que no puedo llegar más allá de lo que he dicho respecto a Jesús, por eso he utilizado las palabras misterio y fe. Pero no fe de “creer lo que no he visto”, sino de fiarme de la persona que, sin haberla visto, he conocido a través lo que me ha llegado de él, Jesús.
     
    (Qué miedo si formases parte de un tribunal de oposiciones, jajaja… escudriñas hasta el alma, ajena, claro, la tuya lo desconozco, jaja)

  • Rodrigo Olvera

    Pepe Blanco
    Me ha gustado lo de la INTRA-VIDA.
    Será que la INTRA-SCENDENCIA no debería sernos tan in-trascendente?

  • ana rodrigo

    Rodrigo y Pepe, yo me atengo a la definición del diccionario porque las palabras tienen el significado que les atribuimos y es la manera de entendernos, de lo contero estaríamos en Babel.
     
    Lo que tú dices, Pepe, y ateniéndonos al significado que le damos a la palabra trascendencia, sería otra cosa. Es decir, si los seres humanos siempre hemos creído que hay algo más allá de nuestras percepciones y hemos creado otros mundos, yo no lo llamaría realidad interior nuestra la trascendencia dentro de nosotros, sino proyección de nuestros deseos hacia otros “mundos” o realidades.

  • Luís Troyano

    Ana,
     
    No creo en absoluto que decir que Jesús fue Dios, sea “una herejía”. Dicen que decía que. “Mi Padre y yo, somos Uno”, y por eso lo apedreaban. Es la incomprensión de los místicos por parte del pueblo. Pues Jesús, para mi, fue un místico realizado, y nosotros podemos seguir el camino que siguió el, y si lo recorremos enteramente, podremos decir como (repito) dicen que dijo, eso de “mi padre y yo somos Uno”.
    Es muy fuerte, para un creyente clásico, el admitir que puede ser el mismo, Dios. Pero esa es la grandeza del genero humano. El creerlo, nos da una inyección de dignidad insuperable. Lo que ocurre por otro lado, es que decir, Dios, inmediatamente lo asociamos con el Dios bíblico. Pero si nos lo planteamos de otro modo, si puede entrarnos en la cabeza. Si sustituimos la palabra Dios, por Energía Universal, y que somos ya E.U., y que solo nos falta descubrirlo, entonces es mas fácil admitirlo.

  • Rodrigo Olvera

    Querida Ana
    Este párrafo tuyo muestra la contradicción:


    por seguir mi creencia de incomunicación total entre una orilla y otra de la realidad, yo no creo que Jesús fuese trascendente, es decir, Dios (ya sé que esta afirmación es un herejía). En cambio él sí se consideraba uno con el Padre, de lo que deduzco que querría decir que él sí conectaba con la divinidad.
     
    Si hay incomunicación total, entonces la creencia de Jesús de que él sí se conectaba con la divinidad es falsa (aún cuando afirmes que Jesús no es Dios, si la incomunicación es total entonces no hay posibilidad de conectar)
     
    Si Jesús (sea o no sea Dio) sí se conectaba con la divinidad, entonces es falso que la incomunicación sea total. Pero entonces la pregunta es como y quienes alcanzan a superar tal incomunicación.
     
    Por lo que escribiste anteriormente, si te entendí bien, nosotros y nosotras NO PODEMOS contactar directamente con la divinidad. Sólo podemos hacerlo a través de Jesús.  Esta afirmación, niega la incomunicación total. Admite la comunicación condicional: a través de Jesús.  Pero abre muchas preguntas subsecuentes.
     
    Disculpa si soy fastidioso.

  • Rodrigo Olvera

    Bueno, querida Ana, yo no sustentaría ningún diálogo filosófico  (mucho menos en los límites del zubirismo) en una definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Vamos, con todo respeto que incluso en debates entre lingüistas iberoamericanos no es la más confiable de las fuentes 😉
     
    Luis… nada, que todas y todos tenemos nuestra sombra. Por fortuna. Creo yo que en ciertas asimilaciones de las enseñanzas orientales en occidente hay una “precipitación” anti-ego, y anti-sombra. Por supuesto que el budismo y otras escuelas enseñan a liberarse de la ilusión de la mente (el término ego es más propio de la psicología occidental), pero pareciera que en ciertas asimilaciones, hay una “demonización” del ego y de la sombra. Pero tanto el ego como la sombra cumplen una función positiva; el riesgo (y es de lo que hay que liberarse, creo yo) es someterse a su ilusión.
     
    Completamente de acuerdo en que hay mucho que aprender de Oriente. Creo también que Jung tenía razón cuando prevenía en que hay que hacerlo con cuidado, de otro modo sólo se superpondrá la actitud occidental a contenidos orientales.
     
    En Facebook tuve un intercambio muy duro con una amiga, porque me atribuía ser in escéptico y materialista porque le cuestioné ciertos conceptos cuando tomó un curso de 2 horas de Reiki y ya se afirmaba como terapeuta energética. Le decía yo que hay un nuevo “mercado” de supuestas enseñanzas orientales, que realmente son una banalización de oriente. Ella lo tomó como que yo descalificaba a Oriente, cuando lo que yo digo es que hay mucho que aprender de Oriente, pero yendo a las fuentes confiables.  Al menos en México, hay ahora una explosión de “cursos” de diferentes técnicas orientales (reiki y otras), con un público específico (la mayoría mujeres de clase media a media lata, entre 35 y 45 años, solteras o divorciadas). Por supuesto que las técnicas funcionan, y éso explica el éxito que tienen. Pero se “distorsionan” sus bases conceptuales, ascéticas y místicas. Se banalizan. Pero bueno, como dicen los maestros chinos: que cada quien siga su propio Camino.
     
    Y sí, sin duda hay mucho que aprender. Las exploraciones que han hecho de los estados mentales, de las funciones mentales, de los procesos mentales, son impresionantes. Yo personalmente no he estudiado el Budismo Zen a detalle (entiendo que esa es la práctica concreta que has seguido tú) sino más bien las escuelas Chinas. Por supuesto, hay sustratos iguales con algunos énfasis diferentes.  Hay un libro que quizá conozcas, y si no lo conozcas, quizá te siente bien en este momento. Es un estudio del Sutra del Loto por Tchih Nhat Hann: El corazón del cosmos. El argumento principal, como apuntas, es que toda persona tiene naturaleza búdica, y por tanto toda persona puede elegir desarrollar la acción compasiva del Bodhisattva.
     
    Si lo encuentro en versión electrónica, y si te interesa claro, te lo mando.
     
     

  • pepe blanco

    Pero, querida Ana, ¿y si la trascendencia estuviera aquí, de este lado de la orilla?
     
    ¿Y si la posibilidad de trascendencia estuviera desde siempre dentro de nosotros, sólo que, por haber cohabitado con ella desde el principio (desde el principio de cada cual, aclaro) no la percibimos como algo diferenciado de nosotros mismos, de tal forma que tendemos a expulsar el misterio -en realidad, un cierto concepto de trascendencia- de nuestras vidas, en vez de aceptarlo como nuestro hogar natural?

  • ana rodrigo

    Querido Pepe Blanco, yo ni quito ni pongo trascendencia a nadie, y por seguir mi creencia de incomunicación total entre una orilla y otra de la realidad, yo no creo que Jesús fuese trascendente, es decir, Dios (ya sé que esta afirmación es un herejía). En cambio él sí se consideraba uno con el Padre, de lo que deduzco que querría decir que él sí conectaba con la divinidad. A partir de aquí, como he dicho, misterio, fe y respeto para otras creencias.

  • Luís Troyano

    Me falta un poco de tranquilidad, parece. Relogeria, no. Relojeria.

  • Luís Troyano

    El reconocer o no, que donde llego Jesús, en teoría, sin condicionantes, cualquier hijo de vecino, puede optar a llegar. Es la piedra de toque, entre una interpretación mítica o mitológica de Jesús y una interpretación racional.
    Para el hombre de hoy, es inconcebible un Jesús muerto y resucitado, etc. etc. etc.
     
    Debajo del asiento del papa, hay una bomba de relogeria…

  • Luís Troyano

    Leyuguello, no. Leguleyo.

  • Luís Troyano

    Rodrigo Olvera:
     
    Me parece muy noble por tu parte, darme la razón si la tengo, en eso de la inmanencia y la trascendencia.
    En otro hilo te llamé leyuguello, pues verdaderamente me habías ofendido, pero creo que mirando mas allá del ego, como todos, ambos tenemos una base noble, así creo de mi también. Todos tenemos la “naturaleza de Buda” por descubrir.
     
    Quiero disculparme en este Portal por mis comentarios agresivos, desde que comencé a intervenir, hasta ahora. Estoy ahora “a vueltas con mi sombra”. (La sombra psicológica) e intentando controlar mis proyecciones. El no haber hecho antes, esto de controlar mis fobias, creo que es determinante para nuestra mala comunicación.
     
    Disculpa lo de leyuguello. Pero que sepas, que creo fervientemente que del Oriente tenemos mucho que aprender en materia del espíritu. Nos dan “sopas con onda”.
     
    Espero que en lo sucesivo seamos amigos.

  • pepe blanco

    Hola Ana,
    Pues no acabo de ver claro si le confieres a Jesús un estatus ontológico especial o no. Nada más lejos de mi intención que pedirte que lo aclares o no. Sólo digo que no me queda claro.
    Un abrazote.

  • pepe blanco

    Hola Oscar,
    ¿has considerado alguna vez la posibilidad de una INTRA-VIDA?

  • oscar varela

    Hola!

    ¿Y si no hubiera ninguna “otra” realidad o ámbito
    al que hay que acceder,
    TRAS-CENDIENDO
    más que el de la propia vida humana,
    la concreta,
    la que nos OCUPA
    y nos PRE-OCUPA;
    los QUEHACERES humanos
    del AQUÍ y AHORA?

    Eso es la vida humana:
    Preocupación, incierto, inseguro e improbable LOGRO.

    ¿Tal vez, no?

    Por eso es que ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • ana rodrigo

    Si nos atenemos a la definición que el DRAE nos da del término trascendencia: “Aquello que está más allá de los límites naturales y desligado de ellos”, concluiríamos que desde esta orilla de la inmanencia, es del todo imposible acceder a la trascendencia para cualquier ser humano.
     
    A mi me vale que quienes dicen tener una experiencia vital en base a la trascendencia (misterio), sean auténticamente seres humanos en plenitud.

  • pepe blanco

    La de Rodrigo Olvera me parece un abuena exposición, con cuya razonable conclusión estoy bien de acuerdo: o a todos los seres humanos nos es accesible la trascendencia, o la trascendencia es inaccesible a todos los seres humanos.
    Como ya he declarado en otras ocasiones, si bien con otras palabras, mi visión -personal- es que sí. Opción que conduce, congruentemente, a negar un estatus ontológico especial a algunas personas, como Jesús o Buda.

  • Rodrigo Olvera

    Querida amiga
    Si me tienes un poco de paciencia, tocas puntos muy interesantes.
    Lo primero, claro que es válida tu opción de fe. Y nada de lo que digo, o de lo que voy a decir a continuación, busca demeritar tu opción vital (o la de nadie). En éso estamos completamente de acuerdo. Yo agregaría que sería interesante sería aplicar eso mismo a quienes vitalmente optan por seguir las enseñanzas tradicionales de la iglesia católica, y entonces dejar de adjudicarles tantos adjetivos como que no nson libres, que tienen miedo de pensar, etc. Si estamos de acuerdo que al final se trata de una opción vital (o un mero contenido cultural que no nos debe preocupar, en palabras de Maria Luisa), entonces reconozcamos que es igualmente válido que alguien haga esa opción vital desde esos otros referentes.
    Dejando a un lado la opción vital (que para mí es sagrada e intocable) y sólo a su explicitación o justificación filosófica. Miremos con un poco más de detalle. Dices, citando a Castillo, “Dios es el trascendente y nosotros vivimos en la inmanencia, y son dos niveles de imposible tránsito entre uno y otro”, si esto es cierto, se deduce que sólo podemos basarnos en la confianza que nos proporcione alguien más.
    Esta imposibilidad de tránsito entre inmanencia y trascendencia concuerda perfectamente con la primera parte de la frase que dijiste y te señalé ” no vamos a Dios por acceso directo desde nuestra inmanencia,” Efectivamente, puesto que hay una imposibilidad de tránsito, no podemos ir a Dios por acceso directo desde nuestra inmanencia
    Pero esta misma imposibilidad de tránsito contradice la segunda parte de tu afirmación “ino a través de Jesús y desde su inmanencia, “Quien me ve a mí, ve al Padre”. Pues eso implica que desde la inmanencia de Jesús si se puede transitar a la trascendencia.
    La siguiente pregunta sería porqué cualquier hijo de vecino no puede transitar de la inmanencia a la trascendencia, pero Buda o Jesús sí?  Y esta pregunta no es tan novedosa, recuerdo que a Juan Luis le incomodaba mucho cuando yo le señalaba que el nuevo paradigma no es nada nuevo 😉  Esta pregunta fue respondida por los debates cristológicos, con toda esa palabrería filosófica de hipóstasis, naturaleza, substancia, etc… afirmando en Jesús ambos polos: inmanencia y trascendencia.
    Si afirmamos, como hace Castillo, que es imposible el tránsito de la inmanencia a la trascendencia, la única forma de poder afirmar que Jesús nos permite el tránsito a la trascendencia, es haciéndo de Jesús trascendente. Pero queda la cuestión de por qué Jesús sí y otros no. Que es justo el punto de debate con la instrucción de Ratzinger sobre el papel único de Jesús.
    Por otro lado, si afirmamos que a una persona que vive en la inmanencia le es posible transitar a la trascendencia, entonces por qué no afirmarlo de cualquier persona? En este sentido, Jesús o Buda no es que nos den acceso a la trascendencia a través de su inmanencia, sino que son personas que nos sirven de referencia porque transitaron. Pero el tránsito es accesible a toda persona que recorra ciertas orientaciones.
    En este sentido, me parece más convincente y coherente la presentación de Luis Troyano.
    O afirmemos que el tránsito es imposible o afirmemos que es posible a toda persona que recorra ciertas rutas. Pero no afirmemos ambas: que es imposible, excepto para Jesús (o Buda).  Porque de otro modo, aunque filosóficamente más sofisticados, pero seguimos en el paradigma de Jesús (o Buda) mediador.
    Saludos cariñosos
     

  • Carmen (Almendralejo)

    Y lo que es más importante Querida Ana, Jesús no habla de un dios judío, es más rompe con todo ligamento de costumbres, hábitos y mandamiento, porque solo uno deja, Amaros como yo os he amado…
    Tan solo quien nos sabe e intuye, no crea o concibe nos ama tan cual somos, indistintamente de la realidad o la religión profesada desde la cuna, la que libremente elijamos (Jesús) o la que no permita crecer y ser más felices como hizo Jesús con la suya.
    Él supo transgredir todo aquel sistema y adherirse a todo prisma nuevo y rompedor que iba en consonancia con la persona aunque para ellos tuviese que apartarse de normas obsoletas, y por supuesto escuchar a quienes nadie prestaba atención, quitaban la voz y las oportunidades de ser ante cualquier religión que restaba oportunidad de hacerla*s hij*s de D*s.
     

  • M. Luisa

    Pero esto no os debe preocupar, es un tema que aquí se ha hablado ya bastante ¿Qué pasa con las otras religiones?  Naturalmente  nada el Misterio es común a todas, lo que cambia es  el  contenido, el sentido,   lo cultural…

  • ana rodrigo

    Muy buena tu observación, Rodrigo. Sin darnos cuenta hablamos desde nuestros parámetros personales, cosa casi normal escribiendo en atrio.
     
     Es obvio que hablo desde mis creencias cristianas, y es obvio también que, si soy cristiana, es, además de por haber nacido donde nací, una vez que he podido optar por ésta, por otra o por ninguna religión, he seguido optando por el cristianismo porque es lo que me convence.
     
    Pienso, y, por tanto, me lo puede rebatir cualquiera con otros argumentos, que Dios es un concepto puesto que nadie lo ha visto. Este concepto lo hemos ido modelando con la proyección de todos nuestros anhelos, y le hemos adjudicado atributos tan contradictorios, como defiende Castillo en su discurso de investidura, como ser todopoderoso e infinitamente bondadoso a la vez, etc. etc. etc.
     
    Es una realidad histórica que la creencia en dios o dioses  se ha dado en todos los tiempos y lugares, así como que han ido apareciendo importantes figuras que han vivido una experiencia especial de dios.
     
    Es el propio Castillo el que asegura que si Dios es el trascendente y nosotros vivimos en la inmanencia, y son dos niveles de imposible tránsito entre uno y otro, tendremos que recurrir a la confianza que nos inspire Buda, Mahoma o Jesús, y esto es algo muy personal.
     
    Y esta cuestión de fe y de confianza es personal y, además, intransferible. A mí Jesús me convence especialmente porque nos propone un Dios humanizador que creo es a lo máximo a lo que podemos aspirar cualquier ser humano. El resto ya es cosa de cada cual. Yo pienso que es cuestión de fiarse de alguien, en este caso Jesús, porque su trayectoria vital es ejemplo de plenitud para cualquier ser humano y que, siguiendo sus enseñanzas y su ejemplo, podemos perseguir lo mejor para cada persona.
     
    Hablo a título personal, sin excluir otras opciones y caminos para conseguir el mismo objetivo, incluso desde la increencia religiosa. Pero a mi me va bien ésta.

  • kaláa

    Hola Mª Luisa, tienes razón en cuanto a que cada vez que me dirijo a ti,  tarde o temprano recibo respuesta, Voy comprendiendo los años de Zubiri.
    Aprovecho por si no estás al tanto para decirte, que lo uĺtimo de Oscar  ya  no es Ortega y Gasset, creo que eso tan hondo que dices que se experimenta , le arrastó  a  prescindir de los libros y se pasea por el mundo  con el Quijote bajo el brazo. Bueno él mismo te lo puede contar  pues conoce bien a tu portero , Zubiri  .
    Saludos.
     
     

  • Luís Troyano

    Juanel:
     
    “Una cosa es que la Ciencia pueda ponerse como objetivo el estudio de lo subjetivo humano, y otra cosa bien diferente es que lo subjetivo sin más entre a formar parte de la Ciencia.”


    La ciencia puede aplicar su método al mundo subjetivo, a saber: prescripción, experimento, y falsación o verificación.
    La falsación científica, significa que cualquier experimento es verificable y reproducible.
    En el caso de la mística, pongo un ejemplo: A alguien interesado se le prescribe un experimento, la meditación Zen. ¿Cómo validamos el experimento como autentico, como lo verificamos ?. Por apreciación intersubjetiva. Es decir, los maestros en la materia, en este caso el Zen. Son los que dan como bueno el experimento, o no.
    Y el experimento, cualquiera que se atenga a las prescripciones, lo puede reproducir.
    De este modo, le hemos aplicado el método científico, nada menos que a la mistica.
     
    No me he sacado de la manga, eso de la Ciencia Amplia. Existe vivo un gran pensador, le llaman “el Einstein de la conciencia” Ken Wilber, de el he aprendido mucho, entre otras cosas, esa de la apreciación intersubjetiva, para todo lo subjetivo.
    Otro ejemplo: las matemáticas todas, son subjetivas. ¿Cómo sabemos que una formula es autentica o no.? Los maestros matemáticos, por consenso, las dan por buenas…
    Un cordial saludo

  • Rodrigo Olvera

    no vamos a Dios por acceso directo desde nuestra inmanencia, sino a través de Jesús y desde su inmanencia, “Quien me ve a mí, ve al Padre”
    De manera, querida Ana, que quien no lo hace a través de Jesús no va a Dios? te das cuenta que es una forma más sofisticada de repetir las tesis tradicionales, como la de la instruccion de Ratzinger?
    Pero bueno, abandono esta entrada antes de que que adjudiquen también el pensar espuriamente (y por ser varón?) 😉

  • M. Luisa

    Te equivocas Kaláa, suerte tengo de vosotros/as  para opinar libremente aquí en Atrio, no importa que no estéis de acuerdo conmigo, faltaría más.  Tampoco aciertas  con esto otro, cuando hablo de mi círculo me refiero al más cercano y  físico en el que vivo y me muevo, no en este virtual, en el que doy rienda suelta a mis pensamientos.  Tampoco se trata de elección, no creo que se le pueda llamar así a la influencia que el pensamiento  de Ortega   tiene para Oscar. Es algo más hondo  Pero en fin si tú lo ves así…
    Ahora,  lo que  sí  te pediría es que lo que no quieras para ti  no se lo hagas a los demás.

  • kaláa

    Eso es Mª Luisa,  son muchos los desatinos, o lo que es lo mismo, somos muchos  los que no acertamos a entrar en tu círculo.
    Como ya dijera  Oscar ,  tú supongo  que has elegido  a Zubiri de portero, para limitar  el acceso.
    Pero bueno, es una opción fortuita  para la propia  tranquilidad….. ya que dices que   no estás para fiestas.
    Saludos.
     

  • M. Luisa

    Vaya,  Ana!  muchas  gracias por tu apoyo,  ultimamente estos hombres me hacían sentir  moralmente muy sola.
    Si yo no hubiera razonado mi fe,  si yo  no  me hubiera  esforzado en distinguir   entre razonarla y racionalizarla dónde estaría yo ahora en medio de tanto desatino  que me circunda.
    Sí,   en efecto  sola,  pero  pisando  fuerte.
    Un abrazo

  • ana rodrigo

    Juanel, te recomendaría leyeras el libro de José  Castillo, titulado La Humanización de Dios. Ensayo de cristología, Ed. Trota, 2009. Además de interesarte, estoy segura que te va a gustar.

    Tiene razón, M. Luisa, no vamos a Dios por acceso directo desde nuestra inmanencia, sino a través de Jesús y desde su inmanencia, “Quien me ve a mí, ve al Padre”

  • M. Luisa

    Es sorprendente lo que he leído  en tu  comentario  Juanel 02-Junio-2011 – 20:34 pm. No me extraña  luego que  siendo   creyente e interesándote tanto la ciencia lo seas  abandonando la zona de realidad de la que ella, dices  se ocupa   y    te pongas  de forma espuria a pensar en Dios y eso porque   como dijiste   hace unos días  sus atributos nos han sido revelados,  a partir de ellos    en consecuencia   se puede afirmar    que si Dios es así también lo es Jesús.  Pero esto es absurdo!  Es justo al revés! No es cuestión de atribuir a Dios cualidades que surgen de nuestras intenciones, estamos  precisamente en la actualidad   intentando deshacer esta tan  errónea construcción histórica.   Es Jesús quien es  realmente el Misterio sentido, es decir sentido  por la realidad humana,  aquí radica el grave problema. Lo que ocurre es que la ciencia al despreciar lo sensible por subjetivo ha separado la realidad,  con lo cual si luego un científico es además creyente,   como su realidad  también ha quedado escindida  no será  en unidad que se acercará al Misterio   sino que, para ello,  en donde erróneamente   se apoyará  será en sus propios    criterios y creencias  como  instrumentos  que   le permitan “ir más allá” (realismo ingenuo)   sobre lo que a él le parece ser el misterio. Pero, por favor,  esto es objetivarlo, se huye de la subjetividad  para caer  en la objetividad de  la Realidad. Como ya dije hace tiempo, si todo el orden sensorial es subjetivo ¿de  dónde y cómo la inteligencia puede salirse de lo sensorial y saltar a la realidad?  El racionalismo  entiende que ese salto lo da el concepto de ahí que cuando la fe se racionaliza  queda  meramente conceptuada  es decir institucionalizada. El cobijo de la fe racionalizada es justo  la institución.

    Sólo añadir  que son  simples reflexiones mías.

  • eugenio

    Gracias Antonio Duato  por tu intervención.
     

  • Juanel

     
    Si los términos se amplían para que quepan en ellos cualquier cosa perdemos completamente su significado y definición. Una cosa es que la Ciencia pueda ponerse como objetivo el estudio de lo subjetivo humano, y otra cosa bien diferente es que lo subjetivo sin más entre a formar parte de la Ciencia. Esto no es verdad, no puede hacerse. Y la razón es que sobre lo subjetivo no puede aplicarse el método que aplica la Ciencia en sus investigaciones. La opinión no es Ciencia. En las opiniones hay una variabilidad de posiciones que pueden ser muy divergentes incluso opuestas entre sí y sin embargo, con demasiada frecuencia no puede determinarse con exactitud y rigor cuál está o no en conformidad con los hechos. Tanto es así que es una frase común en las opiniones decir: “respeto tu opinión pero no la comparto”, porque su opinión subjetiva no puede refutarse. Cada uno es libre de opinar lo que quiera. Esto no ocurre en Ciencia sino en las fases previas anteriores a las pruebas y conclusiones. A ningún científico se le ocurriría decir que su opinión es contraria a la estructura celular, o a la fuerza electromagnética,….. y el resto contestarle que “respetan” su opinión, sino que le pedirían inmediatamente una prueba rigurosa para decir lo que dice. Sobre lo que la Ciencia concluye y ha sido probado con rigor es muy difícil emitir opiniones subjetivas y menos que alegremente o ingenuamente traten de desmentirlas. El mundo de la Ciencia es ciertamente un mundo cerrado en sí mismo, tanto que es precisamente la divulgación de la Ciencia lo que presenta a menudo a los investigadores graves dificultades para abrirlo al mundo no especializado.
     
     
    Este cierre de la Ciencia sobre sí misma no es bueno en absoluto. Y de esto se han dado cuenta no sólo la sociedad sino los propios científicos. Cada vez son más frecuentes los trabajos interdicciplinares. Me refiero a que entran en equipos de investigación sectores que hasta hace poco tiempo era impensable que pudiesen colaborar entre sí. Por ejemplo en el tema que me interesa a mí personalmente desde hace algunos años: el del pensamiento y conciencia. Hay un proyecto fuertemente financiado de la Academia de Ciencias de Berlín, que forman un equipo de 12 miembros, actualmente en intensa actividad. Entre ellos hay varios científicos de diversos campos, varios filósofos, una historiadora de arte, un psicólogo, un psiquiatra y una lingüista. Estudian algo tan escurridizo como los qualia, que describe la cualidad especial de la vivencia consciente que trasciende el mero contenido informativo de una impresión sensible. Por ejemplo: la percepción de la luz roja no es sólo información sobre una determinada longitud de onda de la luz.
     
     
    En estos estudios interdisciplinares no se trata del reconocimiento de que la historiadora o la lingüista hace “ciencia” en el equipo de trabajo como los científicos presentes, sino que lo importante es que lo haga desde su método especifico. Tampoco al científico se le dice que deje de hacer ciencia y de su opinión subjetiva sino que estudie aquella parcela de los qualia que el método científico pudiera abordar para el conjunto de la investigación.
     
     
    En Ciencia cuanto más lejos esté de lo opinable y subjetivo en sus pruebas y conclusiones mejor, porque ese es su trabajo específico. Y esto no significa que no hayan científicos con “duende”, con una intuición e imaginación fabulosa y que emplean con gran éxito en sus trabajos. Pero cuando aciertan a probar y concluir con rigor algo, lo hacen fuera de todo lo opinable y subjetivo, cuanto más mejor y de este modo resulta VÁLIDO para todos, independiente de sus opiniones y de los que las leen y aplican, sean de la cultura que sean, aquí y en la India.
     
    Saludos cordiales
     
     
     

  • ana rodrigo

    Muy bueno, Oscar, el ser humano en su totalidad, sin hacer compartimentos estancos.

  • oscar varela

    Hola!

    Hasta ahora, el ser humano
    sólo ha encontrado tres áreas o campos
    para expresar su vida humana:

    1- la pantomima corporal.

    2- la sentimentalidad anímica.

    3- las razones y quereres espirituales.

    Acá se está tratando las últimas dos (sentimiento y razón)

    La MÍSTICA pertenece al área del Sentimiento, al del Alma, al del Arte.
    Es anima-dora, visionaria, global, fluyente.

    La CIENCIA pertenece al área de la Razón discrsiva, de Voluntad productora.
    Es imperante, fantasiosa, relampagueante.
    ……………..
    La confusión de áreas hará que:

    * La CIENCIA haciendo Mística hará un soberbio ridículo.

    * La MÍSTICA haciendo Ciencia dirá bobadas.

    Pero cuando colaboran en la Vida humana haáan

    +una CIENCIA animada
    y
    + una MÍSTICA inteligente
    ………………
    Así se podrá seguir ¡Yendo todavía! – Oscar.

  • Gabriel Sánchez

     Tal vez por allí existe un formulación que comparto, la persepción depende de donde se ubique el observador…y resulta, que para tener una idea de una realidad cuya naturaleza última esta más allá de nuestra compresiòn necesitamos de la diversidad de persepciones de los observadores, por eso, el confrontar con respeto, pero ante todo con la actitud de aprender de la observación-persepción del otro, que nos muestra un sector de la realidad que nosotros no vemos desde nuestra ubicación…me parece una buena actitud de vida, es más siempre entendí que es la actitud que intentamos tener en ATRIO…dicho este para mi impresindible preambulo, voy a simplemente compartir mi persepción…desde obviamente mi ubicación en el tiempo, la geografia, el espacio (y porque no la historia)…

    El abordaje epistemologico para comprender la realidad no puede desde una visión unipolar…es decir reducir la realidad que es mucho más compleja…a nuestra capacidad de lenguajes y de abordajes, existe por lo tanto algo que usando una conceptualización comparativa, podíamos llamar multidisciplinar…extrapolando el concepto por supuesto…la mistica, el conocimiento cientifico, la intuición…la meditación…nos hablan de una comunicación con el cosmos…y con una interpretración de lo que persivismos de ese cosmos, la ciencia y la mistica…y otras disciplinas, son necesarimente complementarias…Podríamos  decir (desde mi modesta persepeción), que el universo…y Dios (no es secreto que soy creyente), se autocomunican en formas que nos resultan incomprensibles…Esto necesita de algo que es mucho más que religarnos…entonces la mistica, parece el unico abordaje posible, cuando nosotros intentamos explicarnos el cosmos…allí estan nuestras teorias, hipotesis y tesis  , que hoy sabemos que apenas se aplican sobre una zona de la realidad…Todo esto parte justamente de un enfoque epistemologico, estamos ante una realidad…tan complejo, que exige de nosotros, abordajes diferentes para comprenderla…Incluso como bien dice algún conforera, la misitica tiene aspectos que la ciencia puede abarcar desde su esfera de la realidad…pero ante todo, son formas de conocer…o de ser conocidos…que no podemos separarlas, porque ambas son humanos…no somos partes separadas, como no lo es la realidad, somos un todo…en El…y debemos abandonar…esa postura que los grandes sabios llamaban la ilusión del control…Gabriel

  • kaláa

    Bueno,  realmente el servicio de alerta preventivo funciona…es comprobable. Super protección ante el mínimo ataque  de cualquiera de sus elementos..
    He de decirte Antonio Duato  que sin embargo no me he sentido molestada en ningún momento. En todo caso un error de interpretación que puede ser  subsanado.
    Saludos.
     
     

  • Antonio Duato

    ¡Qué pena que por sacar de quicio una frase de Sarrionandía, se haya dado pie a disquisiciones y hasta puyazos no dignos del nivel de ATRIO! Es triste que aflore tanto, incluso entre veteranos atrieros, el sentido maniqueo de buenos y malos y se exija a veces incluso “pureza de sangre democrática y republicana (¿?)”. No tengo tiempo de seguir en detalle todas la polémicas, pero, a veces, lo que veo me desalienta. Parece que algunos creen que nos hacen un favor, como si valiera eso de que cuantos más ataques y polémicas haya, más audiencia en las tertulias.

    Pues, y aquí hablo como moderador, ¡¡NO!!

    Prefiero que a alguien ATRIO le parezca aburrido a que le parezca una tertulia agresiva o una pelea de gallinero. A veces pienso que, desde mi responsabilidad debería ser más estricto evitando que los hilos se devirtúen en puyas entre personas  o que los comentarios se vayan por temas ajenos al artículo que lo encabeza y centra.

    Y un detalle: El moderador conoce los motivos por los que KALÁA usa un pseudónimo y sugiero que no continúen esas malévolas interpretaciones sobre su manera de participar en ATRIO, que es siempre inteligente, sensible y respetuosa con los demás.

    Buenas noches a todos los europeos y buenas tardes a los del continente americano,
    Antonio

  • Luís Troyano

    Juanel:
     
    Encuentro interesante lo que opinas en este hilo. Pero…, no estoy completamente de acuerdo contigo.
    Hoy día podemos afirmar que la ciencia lo abarca todo. Lo material empírico y lo espiritual subjetivo. Al incorporar novedosamente el mundo subjetivo al análisis de la ciencia, esta se distingue de la tradicional empírica que solo pesa y mide. Como la Ciencia Amplia.
    Groseramente puedo explicarte que el alma humana tiene un correlato objetivo, que es el cerebro. Hasta ahora lo científico era limitarse al estudio del cerebro, despreciando el alma, por “subjetiva”. Pero todo lo subjetivo no es absurdo, ni mucho menos. Es una parte autentica de la realidad.


    La sociología se ha limitado hasta ahora a estudiar estadísticas, en general ha estudiado los efectos de la cultura en la sociedad, es decir, estudio superficial, sin entrar en profundidades de los porqués de los comportamientos sociales. ¿Porqué?. Porque se ha reducido a lo objetivo y también ha despreciado lo subjetivo, como es la cultura.
     
    Así, la mística (lado subjetivo o cultural), tiene su correlato en lo objetivo (movimientos sociales). Y como digo: la Ciencia Amplia, abraza mística y sociología empírica.

  • Sarrionandia

    Javier:
    La vida, con todo lo que la integra, es misterio. Conocer el misterio sería dominarlo, pero eso es imposible; sería como meter la luna en una caja de fósforos. No obstante, tomamos el misterio como un enigma y tratamos de entenderlo, de dominrlo y creemos haberlo logrado. Este es nuestro engaño que al no reconocerlo como engaño quedamos irremisiblemente sometidos a el.
    Nosotros mismos somos un misterio y, al no reconocerlo, perdemos la paz y la felicidad a la que estamos llamados.
    Tú mismo , en tus alegatos, tratas de imponer tus razones sobre las del fiscal y tratas de dominar la mente del juez. Al no conseguirlo te fastidias y te irritas y lo que menos piensas es que estás frente a prójimos que son iguales a tí y que quieren defender sus engaños lo mismo que tú. En el caso de que las irritaciones aumenten sube el grado de violencia y si las circunstancias no lo impiden terminan en discusiones. peleas y guerra.
    Si Dios es misterio el Amor también es misterio y nos es muy comveniente para nuestro equilibrio síquico no dejarnos engañarnos por el.

  • mªpilar garcía

    …”el mal consistía en perder el sentido del don, la actitud de respeto, el sentido de la gratitud y la admiración, en querer conquistar lo que es regalo”…

    Como siempre, claro, certero, esperanzador, abriendo puertas y ventanas, para una constante búsqueda.

    ¡¡¡Gracias José Arregui!!! por seguir a nuestro lado, animando nuestro caminar en busca de un paso libre y enamorado de tanta belleza posible…

    “Si la sabemos o intentamos buscar”

    mª pilar

  • Juanel

     
    ¿Que la ciencia y la mística no se pueden separar? ¿Quién lo dice, un científico- místico o un místico que le gusta la ciencia? La Ciencia no tiene método alguno para ocuparse del Misterio que lo envuelve todo. Otra cosa es que un científico vaya más allá de su ciencia y OPINE sobre lo que a él le parece como persona humana ese Misterio que le asombra, según sus criterios y creencias. Pero cuando hace esto no hace ciencia. Hace otra cosa. La Ciencia no se ocupa del Todo, opera con objetivos parciales, la parte en el todo, teniendo necesariamente que fijar un número limitado de variables que escoge el investigador porque estima que pueden estar relacionadas con el proceso que estudia, y ver cuál de ellas influye con mayor intensidad o al hacerla fluctuar modifica el resultado (causa en sentido débil). Nada de esto puede usarse para dilucidar algo del Misterio.
     
     
    A la inversa nada de lo que hacen los místicos al ocuparse del Todo o del Misterio puede aplicarse a la Ciencia. Nada. Es más, cuando se hace ciencia con presupuestos previos de determinadas metafísicas o bien de ideologías o desde la mística, dificultan e interfieren marcadamente en sus resultados. Ven lo que quieren ver para sostener sus presupuestos previos. Me refiero por ejemplo a la Ciencia en la URSS, la medicina nazi, el creacionismo en EEUU, el finalismo evolutivo en ciertas teologías de la Naturaleza, etc. (de la mística diré algo más abajo). No hacen ciencia sino que usan lo que les conviene, reducen, descalifican, ….. y buscan e interpretan sesgadamente lo que aún en su particular e interesada opinión no ha acabado de concluirse.
     
     
    La inmensa mayoría de científicos declaran que aún están lejos de describir totalmente la Realidad Física. Por tanto la Ciencia no habla del Todo, a pesar que una teoría de la Física Teórica lleva ese nombre, habla de lo conoce dentro de sus limites en expansión constante. Fuera de esos límites queda aún mucho por conocer. Sin embargo, no se puede sostener que todo eso que a la Ciencia le falta y guarda silencio, lo puede suplir la mística. La mística no puede describir una realidad física, no tiene método alguno para ello. Su método es de relación de la mente humana con el Misterio que todo lo envuelve. Pero ello no da ningún conocimiento positivo que sea manejable o utilizable por el hombre. Su “conocimiento” no puede equiparase al conocimiento científico. Es conocimiento de relación en el campo de lo religioso y humano, pero no de la Realidad Física que está ahí, fuera de nosotros, de la cual formamos parte y estamos incluidos.
     
     
    Ciertamente hay científicos que sólo sienten curiosidad ante un problema que ven como un reto que tienen que resolver. Sin embargo, los hay también que se asombran de todo lo que tocan, les parece maravilloso y fantástico, y sienten un tremendo respeto hacia lo que tienen entre manos. El autor del texto que nos presenta José Arregui relaciona esta actitud de asombro con la mística. Depende. Depende del científico, de sus creencias, de su cosmovisión, de sus características personales,……, pues entre los que se asombran y se sienten perplejos ante sus hallazgos, los hay profundamente ateos, y también agnósticos en el sentido de carecer por completo de interés por las cuestiones religiosas o místicas. El Todo no es para estos un Misterio sino la propia Realidad Física, porque piensan que más allá de los límites de la Ciencia actual no encontraremos otra cosa, lo Otro, sino más de lo mismo aunque hoy nos sea desconocido. Su asombro proviene del engranaje formidable de la propia Realidad que estudian y punto.
     
    Saludos cordiales

  • kaláa

    Hola Javier R.!  Si que dejas ver que eres un gran señor,  dominas las órdenes….automaticamente, con un simple movimiento estás servido.
    En cuanto al nick, a tí qué?,  El sistema de Atrio me  lo permite… mientras sirva para algo, apenas  molesto por lo breve….
    Saludos.

  • Javier Renobales Scheifler

    Pero nada de servir a la dominación de otras personas, Kaláa … al menos nada para algunos.

    (muy enigmático, el nick kaláa; así te mantienes bien oculta en la red; ver sin ser visto es esencial en la estragtegia de todo depredador. Al ser vicio de los Misterios, cuantos más mejor; son imprescindibles para el poder de la ICAR, los misterios)
     
    Servir a la dominación de otras personas no es ningún servicio, sino sólo, a lo sumo,  ser vicio. Amar nunca es dominar, ni siquiera a sí misma.
     
    ¿lo pillás?¿lo dominás?
     
    ‘Habla’ mi ordenador con la dirección IP de tu ordenador, Kaláa, de ordenador a ordenador; seleccionada automáticamente.

  • kaláa

    Todos  servimos a nuestro propio  dominio… servicio compartido
    Y  puedo ejecutar todo lo que salga de las manos de mi señor.  Como la esclava pendiente de las  manos de su amo.
    Je, je ….. Que hablo con el ordenador.
    Saludos.

  • Javier Renobales Scheifler

    El afán de dominio de unos sobre otros rompe con la igualdad y fraternidad sociales creando, de paso, la incapacidad de actuar en libertad individual…. tanto en el grande como en el chico!”
     
    NO, no, no no, Sarri.
     
    Tú eres de Mondragón, gipuzkoano pues, tengo entendido. Y además tú eres mucho más listo que yo. Y más experimentado, mucho más. Y además eres cura casado. Y además eres argentino, un gran título de gran alcance.

    Y yo sólo soy vizcaíno. Y para colmo, sólo de Bilbao. 

    Pero entonces, Sarri, debes ver claro que el afán de dominio no es tanto en el grande como en el chico, sino muchísimo más en el grande que en el chico.

    Incluso poniéndote a ti como chico: tú no quieres dominar a tu mujer Teresita. Sólo necesitas que te quiera; porque le quieres. Pero nada de dominarla. No quieres dominarla.
     
    El chico, los pequeños como yo (incluso si los hay más pequeños, que teóricamente sería posible) no tiene-tenemos ese afán de dominio sobre otros … incluso a veces imaginamos que nos ‘gusta’ que nos dominen quienes creemos (queremos creer que) nos aman. Bueno, quizá es un gusto equivocado, quizá medio raro, quizá no es real, sino sólo querer hacerla feliz … Ya ves que no distingo bien.
     
    Pero sin duda ninguna, yo no quiero dominar a nadie, Sarri, ningún afán de dominio pues. Rotundamente.

    No es verdad que el chico quiere dominar, y menos aún tanto como lo quiere el grande. 

  • Carmen (Almendralejo)

    La MÍSTICA… Nunca pudo ser amaestrada, y por supuesto nunca será apropiada y formar parte de los bienes de ningún ente, se llame como se llame y se utilice para unos  fines concretos…
    Ni l*s méjor*s místic*s saben descifrar en realidad ciertos afluentes que manan donde solo hay pedregal.
    y por supuesto aún menos, quien o quienes hace que salga a la luz, hasta que en verdad quieren decir en su principio, cauce, estío y hasta en la desembocadura que tantas veces se reclama para encontrar la paz, la felicidad etc.
    También es verdad que la concepción de “grande o pequeño” se mide con la vara rasa de nuestra concepción materialista, querido amigo Sarrionandia.

    Jose Arregui, un Olé para es*s científic*s, pero te aseguro que nada es comparado con la de sentir a otro ser dentro de una misma, ver su cara la primera vez, y comprobar que no hay nada tan perfecto como aquel ser que ha sido parte de tí durante tantos días.

  • Sarrionandia

    El pez grande se come al pez chico. Lo grande domina, somete y destruye (crucifica) lo chico. Voluntad de dominio sería el racionalismo científico y el dogmatismo místico y ambos, ciencia y religión, al separarse pierden su mordiente y crean el antagonismo.
    La voluntad de dominio es la fuente de casi todos los males que sufrimos. El afán de dominio de unos sobre otros rompe con la igualdad y fraternidad sociales creando, de paso, la incapacidad de actuar en libertad individual…. tanto en el grande como en el chico!
    Está por verse si aun conservamos arrestos para aminorar y detener el proceso que nos lleva a la ruina y a la extinción.