En la serie ESTÍO A LA MURCIANA de LA VERDAD publicaba ayer Antonio Arco una deliciosa entrevista rápida a nuestro colaborador JUAN MASIÁ, que no podemos menos de reproducir, pues es un testimonio de frescura espiritual y buen humor en circunstancias que podrían engendrar depresión y rencor.
Juan Masiá (Murcia, 1941) está en Japón, donde busca la paz (de Dios) y halla el sosiego. Desde allí batalla, reza, tiende sus manos abiertas y busca respuestas para el cuerpo y el alma. Persigue a Jesús de Nazaret entre las espinas, los canales de Babilonia criminal y los bosques bellísimos del mundo. Muy crítico con la jerarquía eclesiástica española, con la que no se entiende en español ni en latín, permanece muy unido a Murcia por familia y por recuerdos (de juventud, de luz, de los seres queridos que ahora son aire y con los que, cree, se reencontrará).
EN TRECE TRAGOS
1 ¿Un sitio para para perderse? El monte de Rokko, en Kobe (Japón).
2 ¿Qué música le suena en el móvil? El ‘brindis’ de ‘La Traviata’.
3 ¿Un libro para este verano? ‘Yo todavía creo en la esperanza’, de José María Díez Alegría.
4 ¿Un consejo? Redescubrir la ternura.
5 ¿Facebook o Twitter? Twitter.
6 ¿Le gustaría ser invisible? Más bien transparente.
7 ¿Sus héroes/heroínas de ficción? Antígona, Hypatia y Segismundo.
8 ¿Un epitafio? Soñemos, alma, soñemos….
9 ¿Qué le gustaría ser de mayor? Niño inocente y abuelo agradecido.
10 ¿Tiene enemigos? Ni soy tan importante como para tenerlos, ni los inquisidores merecen ese nombre, aunque sean mitrados.
11 ¿Lo que más detesta? La crispación política, el fanatismo ideológico y el dogmatismo religioso.
12 ¿Qué es lo peor del verano? Que dura poco.
13 Una pregunta para siguientes entrevistados… ¿Qué hacer para que nuestro país rompa el cascarón?
-¿Qué hace en Japón?
-La pastoral, la Universidad, las religiones hermanas, el Instituto de la Paz, el comité social de los obispos…
-¿Cómo están su cabeza y su fe?
-La cabeza, sobre los hombros. La fe, en su sitio, en manos del Espíritu que hace creer.
-¿Tiene su alma en paz?
-Le digo con el salmista: ‘Alma mía, recobra tu calma’, pero no siempre me hace caso.
-¿Qué le ronda por su cabeza?
-Cómo viajar de incógnito a Murcia para invitar a monseñor Lorca a morcillicas con vino de Jumilla.
¿De qué intenta olvidarse?
-De los cotilleos ridículos de blogueros caza-brujas.
-«Marta, Marta, andas inquieta con muchas cosas; sólo una es necesaria» (Lucas 10,41). ¿Cuál y qué hacer para conseguirla?
-Percatarse de la vida. Vivirla.
-¿Qué estamos más: engañados o adormecidos?
-Anestesiados, drogados e hipnotizados.
-«Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos, dice el Señor» (Isaías, 55,8). ¿Qué buen plan nos propone usted?
-Planear como el parapente, aprovechando la fuerza del viento, vivir dejándose llevar por la brisa…
-Sabiduría y compasión, lucidez y misericordia, ¿cómo lograrlas?
-Callando, escuchando y haciendo camino al andar.
-Dijo Dios a Moisés: «Soy el que soy» (Éxodo, 3,14). La verdad es que aclaró muy poco. ¿Cómo es el Dios que usted conoce?
-No presumo de conocerle. Es Él quien me conoce, el único ojo que me ve como soy, porque soy gracias a que me ve.
-¿Cómo perdonar al enemigo y no morir en el intento?
-En forma de oración, pidiendo perdón ante todo por uno mismo, por no saber perdonar.
-Dice el ‘Sutra de los innumerables sentidos’ que «todo es vacío». ¿Qué es lo peor de cuanto observa en este mundo?
-Que no nos damos cuenta de lo lleno que está ese vacío: ‘Plenitud de plenitudes y todo plenitud’, decía Unamuno.
-¿Y lo mejor?
-Querer y ser querido, quererse cada vez más y mejor quienes se quieren.
-En ‘El arte de mirar’ (Shobogenzo) se lee que sigue siendo una triste realidad que se marchitan las flores cuya vida querríamos prolongar y que crecen para disgusto nuestro la maleza que querríamos hacer desaparecer. ¿Cuál es su fórmula para sobrellevar la permanente insatisfacción que nos invade?
-Esperar en la esperanza contra toda desesperanza, tal como aprendimos de Pablo y de Arrupe.
-¿Para qué sirve un ‘corazón desapegado’ (en japonés, torawarenai kokoro)?
-Para hacerse espejo, reflejar la vida y compartir ternura.
-Usted recuerda, con mucho acierto, que dice la Biblia que el vino alegra el corazón humano. ¿Qué añadimos a la lista de alegrías?
-La sonrisa que no te merecías, la acogida de una abuela con 90 años, el caldo del cocido con sustancia, la tertulia con gazpacho en noche de verano, el sincero apretón de manos de quien no lo esperabas, y un interminable etcétera, desde el tirón de orejas estimulante hasta la tortilla compartida en el campo, pasando por un beso a corazón abierto…
-¿Sigue tomando tintos de verano con su amigo Kotaró Suzuki, con quien escribió ‘Conversaciones entre un cristiano y un budista’?
-Mejor una copa de ’sake’, seco y frío, con pinchitos de calamares.
-¿Qué enseñanza encontró en el budismo?
-El eco de la de Jesús: «Quien tenga oídos, que escuche».
-¿Qué es lo último que se ha propuesto?
-No obedecer normas injustas y ver una película de Chaplin cuando suenen clarines de guerra en el ‘Club de los Inquisidores’.
-¿Qué quiere que cambie en su vida?
-Que la cabeza ceda el asiento al corazón más a menudo.
-¿Qué es lo último que ha descubierto?
-Que si el tiempo y las cosas pasan, las sopas y los libros se pasan; pero las personas quedan, con tal que las dejemos ser personas y nos hagamos personas para ellas.
-¿Y lo último que le ha indignado?
– Los secretismos, las manipulaciones y las puñaladas por la espalda, a veces las tres cosas juntas en un solo golpe de báculo.
-¿Qué le hace reír?
-Mi propia fotografía.
-¿Qué le pone de mal humor y qué se lo quita?
-Las quejas, que se quitan releyendo a Calderón: «Que tal placer había/ en quejarse, un filósofo decía/ que a trueque de quejarse/ habían las desdichas de buscarse»./
-¿Qué capricho diario se permite?
-El café-café, que no me lo quiten, aunque suba la tensión, como decía mi madre.
-¿Qué manía le acompaña?
– No irme a la cama sin haber leído algo nuevo.
-¿Un fantasma que le persiga?
-Sueño que Juan Pablo ‘el Arrollador’ quita el sitio en la pantalla a Juan XXIII, ‘el Bueno’.
-¿Rajoy o Zapatero?
‘Ni esto ni aquello’, digo con Unamuno, sino una alternativa cualquiera, con tal que no sea ’sucesoria’ (no más ‘aznaratos’ de uno u otro signo).
-¿Practica el ‘ande yo caliente, ríase la gente’?
-Andar caliente, sí, que soy friolero. Si la gente ríe o no, es su problema.
-¿Sin Dios se volvería loco?
-Ya no podría decir que no me siento solo cuando estoy solo. La lucidez sin sentido sería peor que la locura. Gracias a la Vida de la vida, que nos ha dado tanto…
-¿Alguna vez se creyó que esta vida ‘es un valle de lágrimas’?
-Pero si lloras por lo oscuro del valle, tus lágrimas no te dejan ver las estrellas.
-¿Lo mejor que le ha pasado?
-Querer y ser querido sin doblez.
-¿Cómo son sus vacaciones ideales?
-Paseando y respirando brisa de monte.
-¿Qué planes tiene para este verano?
-Disfruto de diez días en agosto, que me permiten ese pasear y respirar.
-¿Qué verano recuerda especialmente?
-Con quince años, en la finca de El Aguilucho, cercanía de Carrascoy. ¡Qué sabiduría popular la de José, el guarda!
-¿Qué le hace falta para ser feliz?
-La camisa del hombre feliz del cuento de Coloma, que no tenía camisa.
-¿De qué procura no olvidarse?
-De las estupideces que se oyen en nombre de la verdad y de las violencias que se cometen en nombre de la fe.
-¿A qué no le da la gana de renunciar?
-A la libertad de espíritu.
-Diga algo que lleve mucho tiempo queriendo decir
-¡Basta ya! ¡Jo…lines, basta ya!
-¿Qué nos recomienda para sobrellevar la crisis, la económica y la personal?
-Eliminar el cincuenta por ciento superfluo, empezando desde mi cuarto.
-¿Qué defiende?
-La convivencia.
-¿Con qué armas?
-El diálogo y los medios de comunicación.
-¿Cuál es su secreto mejor guardado?
-Si lo dijera dejaría de serlo.
-¿Contra qué tentación combate más?
-La tentación de callar por prudencia y caer en la ‘tercera vía’ del compromiso diplomático para quedar bien con los de arriba.
-Pedro Páramo es ‘un rencor vivo’. ¿Y usted quién es?
-Quisiera ser una ilusión viva.
-¿Qué no es?
-Un resentido.
-¿Qué salvaría de la decadencia?
-Otra vez, como Unamuno: ‘Recuerdos de esperanzas y esperanzas de recuerdos’.
-¿Cómo es su reino, dónde está su patria, quién es su Dios?
-Mi Dios es el enigma de quien se fió Jesús, que nos mostró su rostro y proclamó el Reino de Abba. El Reino (con mayúscula) es el ‘medio divino’ en el que se movía Jesús. La patria está en cada rostro doliente que nos refleja su rostro y nos pide liberación.
Luis COBIELLA CUEVAS: ¿Podría responder si es de Vd. el perfil que he encontrado en http://www.elpais.com/articulo/ultima/Luis/Cobiella/elpepiult/19860409elpepiult_5/Tes , que suscita simpatía y sintonía, por lo que le invitaría a participar más en ATRIO? Gracias.
Qué refrescante entrever, un poco al menos, a un hombre de tan elevado espíritu, de ideas claras y corazón afable. A mí me parece que logrará ser transparente, tal como anhela…
Gracias a Masiá por estar ahí, y a ATRIO por acercárnoslo.
Saludos cordiales
Yo creo que si los años vividos te han llevado a vivir la vida como percibimos la de Masiá, pues habrá valido la pena vivirla. Enhorabuena, Juan, y gracias por tu manera de ser, referentes como tú en nuestras vidas siempre es enriquecedor.
Sigo reconociéndome fuera del grupo de los comentadores habituales, tan familiar a los lectores de ATRIO. Por eso agradezco sobremanera que me dejen decirle a Juan Masiá: ¡gracias, gracias!
Muchas gracias una vez mas Juan Masiá, por estar ahí siendo transparente y combatiendo tentaciones,
siempre es refrescante o cálido -según la época- leerte, das serenidad a nuestra alma aunque no siemmpre nos haga caso. Unida en el sentir de todos reitero frase tan bonita de Pedro Carlos:
“Te necesitamos como sol naciente”
Con amor y con humor, soy friolera e intento andar caliente se ria o no la gente, me gusta el café-café, no me gustan los cotilleos, trato de olvidar lo mismo, etc. etc. “esperando en la esperanza contra toda esperanza”
-¿Y lo mejor?
-Querer y ser querido, quererse cada vez más y mejor quienes se quieren.
Buen fin de semana a tod*s donde quiera que esteis,
Josefina
. ¡Como coincido desde mis 82 con Juan en esto: “pero las personas quedan, con tal que las dejemos ser personas y nos hagamos personas para ellas.!
Gracias, Juan, por tus respuestas en la entrevista que, a distancia de presencia, también te he hecho muchas veces.
Muy bueno lo tuyo de Dios y Jesús como también deja tan claro José Mª. Castillo en “La humanización de Dios” con el remate que le oí en Valencia: “Cuanta menos religión cristiana de la actual haya, MAS CRISTIANA PODRÁ SER LA HUMANIDAD” ( Por lo menos eso captó mi duro oído y mi abierto corazón)
Es ese tu: ¡¡¡Basta ya, jo…lines, basta ya!!! , con el contenido que quiero captar como un eco de aquellas palabras de María a los criados en Caná, calibrando obediencia: “Haced lo que Él os diga“, aunque aún sea: “Llenad esas tinajas de agua.”
A toda prisa, que me cierran. Una delicia estas palabras de Masiá. Todos necesitamos ese sentido del humor, esa capacidad de comprensión, y un poquito de vino de Jumilla de vez en cuando. Y si es orujo del de Pepe Sala, pues lo mismo…
La rica personalidad de Juan se trasluce de la entrevista. Desde la elección del brindis de la Traviata para su móvil hasta la mención del gran Unamuno, en estas respuestas breves rebosa la vitalidad, lo afectivo en su amplia gama, su grandeza de espíritu, libre.
Se precisa una gran talla humana -sin doblez- y una fe sólida -“no presumo de conocerle (a Dios), El es quien me conoce…”- para, a pesar de haber sido hostigado con crudeza por individuos timoratos y serviles de todos los niveles del aparato eclesiástico, no experimentar resentimiento.
Hace falta ser fuerte para no dejarse amilanar ante los recursos de los débiles (¿no es débil quien recurre a la amenaza, al autoritarismo, a la injuria, a la mentira… por carecer de otras habilidades para imponer su voluntad o hacer valer su criterio?). Hace falta lucidez y arrojo
para decidir “no obedecer normas injustas”. Este querido “Juan Sin Miedo” no se traga el cuento de la obediencia indebida a personajes que abusan de su poder-cargo (obtenido al margen de una vida ejemplar, sino haciendo pasillos) para imponer su voluntad en nombre de Dios o de un anacrónico cuarto voto ignaciano.
Tanto en la expresión de nuestros deseos como en la expresión de lo que detestamos, activamos el mecanismo defensivo de proyección.
De ahí que en esta entrevista podemos identificar cualidades de Juan -vitalidad, ternura, ausencia de doblez, capacidad de escucha…- y carencia de cuanto rechaza, como el vivir anestesiado, insensible a las necesidades de los otros…
Quiero recordar que ATRIO publicó el artículo de JL Barbería en El País del 4 de julio, así como la denuncia ante el nuncio de violencias
cometidas por obispos y sus propagandistas en medios integristas católicos, violencias dirigidas contra varias personas íntegras, entre ellas Juan Masiá. Os animo a sumaros con vuestra firma a esa denuncia, en la dirección que allí se indica y que a continuación recordaré.
“Los que deseen expresar su adhesión y solidaridad con la Denuncia,
pueden dirigirse a:
C/ Av. Pío XII, 46 // 28016 Madrid // E-Mail: nunap@planalfa.es
C/ Añastro, 1 // 28033 Madrid // E-Mail: conferenciaepiscopal@planalfa.es
C/ Borgo Santo Spirito, 4 // 00193 Roma – Italia // E-Mail: curgen@sjcuria.org
Av. De Moncloa, 6 // 28003 Madrid // proespa@jesuitas.es
O bien dirigirse al corrreo electrónico a: adhesion.denuncia.canonica@gmail.com”
Es un Jesuita Contumaz…tan Ignaciano, como ese joven revolucionario que se llamaba ARRUPE…con un toque de Antony de Mello…ja gente de frontera, por ahí estamos creciendo, sin embargo, antes de comerme las morcillas Juan (si no te enojas, unos chorizos a la parrilla)…Voy a arremangarme y compartir, el barro de la historia, de pronto… Hasta El Flaco, que suele ser sorprendentes, nos entrecuza los caminos…Quien te dice…por esto lugares de Latinoamerica, tu…Arregi…El Rodrigo y un servidor…Con una buenas morcillas a la parrilla…hechas con las brazas de la leña mmmmmm, tu pones el vino y yo las molotov.- Gabriel
Amar y ser amado, dejarse llevar por la brisa, comer morcillicas con vinillo, practicar la ternura, así de simples son las cosas buenas de la vida y a veces difíciles de obtener ya que somos tan ciegos y enroscados. Una entrevista deliciosa.
Siempre disfruto y aprendo con los escritos de Juan Masiá. Verdaderamente es una persona admirable.
¡¡¡Extraordinario!!!
Que talla de ser humano, es un gozo quererlo, seguirlo, leerlo, escucharlo.
¡¡¡Gracias por seguir caminando sin miedo y sin dejar de decir lo que siente!!!
Es necesario, ante tanta cabezonería e intransigencia sin sentido alguno.
Digo con el y con la misma fuerza…
¡¡¡Basta ya, jo…lines, basta ya!!!
mª pilar
“Lo bueno si breve….”
Aquí hay brevedad en las preguntas y en las respuestas, son frases cortas no le sobra ni un artículo, ni un nombre…
Son frases desde el corazón como cuando dice : “-Que la cabeza ceda el asiento al corazón más a menudo.”
-¿Qué defiende?
-La convivencia.
-¿Con qué armas?
-El diálogo y los medios de comunicación.
Le escuché en Vitoria, me subyugó, he leído lo que he podido de él y solo digo que por supuesto lo seguiré haciendo. Vivir en la frontera es muy difícil pero nos hace más tolerantes con los otros, la búsqueda de la verdad es más profunda, ya que vislumbramos al otro lado parte de ella que a lo mejor no compartimos pero nos hace falta en la búsqueda de LA VERDAD .
Siguiendo a Machado” ¿Tu verdad? No, la Verdad, / y ven conmigo a buscarla. / La tuya, guárdatela”
No se por qué me parece que nuestro amigo Juan Masiá está mucho más cerca de la verdad que todos nosotros.
Gracias con todo mi corazón
Por favor, Masiá, sigue escribiendo en este medio y en otros, aunque te insulten, como hacen algunos fundamentalistas enl as páginas de Religión Digital. Te necesitamos com sol naciente