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El testamento de José María Díez-Alegría

José Mª Díez Alegría sigue y seguirá presente mucho tiempo entre nosotros, entre quienes buscamos como él el fundamento de nustro ser, con expresiones que pueda entender el hombre de hoy y que hubiera entendido Jasús de Nazaret. Y todo con sencillez y buen humor. Ofrecemos este “testamento” suyo recogido por Javier Domínguez, y volvemos a invitar a leer las dos obras suyas que nos ofrece Servicios KOINONIA en abierto:15327_386834358201_38051523201_4154797_3659714_n

    • El “testamento” de José María Díez-Alegría

    Por Javier  Domínguez  

     He visitado asiduamente a José María Diez Alegría en la residencia enfermería que tienen los jesuitas en Alcalá de Henares. Cuando cumplió los 97 años me comunicó algo que considero su testamento y he procurado recoger aquí respetando sus propias palabras, en cuanto lo permita mi memoria.

     “He cumplido noventa y siete años y esto es una barbaridad. No me gustaría llegar a los cien años, porque al cumplir cien años entras en una categoría de monstruos de la naturaleza en la que no me gustaría entrar. De todas maneras, si llego a los cien años, lo llevaré con humor. No hay que perder nunca el sentido del humor, el reírse de sí mismo. Siempre he tenido este sentido del humor, que es muy saludable: no tomarse muy en serio a sí mismo.

     Yo no me quiero morir, ni tampoco quiero seguir viviendo. Lo que Dios quiera. Estoy en las manos de Dios. Como le digo yo: “cuando tú quieras, como tú quieras”. Yo preferiría morirme rápido, No quiero una agonía lenta y dolorosa, que hace sufrir a todos. Me han dicho que lo más rápido es un edema pulmonar.

     Yo tengo hecho un testamento vital en el que digo que no me prolonguen la vida artificialmente, que me dejen morir tranquilo y me pongan todos los tranquilizantes necesarios para morir tranquilo, aunque acorten la vida. Esto es moralmente bueno según la doctrina católica y te lo digo yo que he sido profesor de moral en la Universidad Gregoriana. Estos del Opus y de los Legionarios de Cristo, que obligan a la gente a morir con dolor como Cristo, no sé cómo han leído el evangelio ni donde han estudiado moral. Cristo murió sufriendo porque unos malvados le torturaron y le crucificaron, pero él no quería que sus amigos murieran torturados.

     Todo es un misterio. La vida es un misterio, la muerte es un misterio, Dios es un misterio. Nosotros no conocemos las cosas en sí mismas, sino que las interpretamos según nuestras categorías mentales. Nuestras ideas son “predicamentales”, como dicen los filósofos. Vivimos en un mundo “predicamental”, hoy diríamos un mundo virtual y en ese mundo nos movemos con toda soltura, pero no sabemos qué es el mundo en sí. Intuimos que hay una realidad “transcendente”, no predicamental. A esta realidad transcendente, que llamamos Dios, no podemos llegar por razón razonante, que es predicamental.

     Yo creo que a Dios llegamos por lo que Kant llamaba la razón práctica, la razón moral, la razón emocional, en un “golpe de vista tembloroso”, que decía San Agustín. Así podemos llegar a Dios. Pero tenemos que saber que este conocimiento es un conocimiento “analógico”. Como decía Santo Tomás todo lo que afirmemos de Dios, lo tenemos que negar al mismo tiempo. Puedo decir que Dios es bueno, pero al mismo tiempo tengo que decir que la palabra bueno, que es predicamental, no se puede aplicar a Dios; es otra cosa en la que entra algo de lo que yo entiendo por bueno.

     Todo es un misterio. Vivimos rodeados de misterio. Sin embargo yo tengo esperanza porque sé que estoy en los brazos de Dios, aunque Dios no tenga brazos. Como decía San Bernardo: “Dios tiene pies para que tú se los beses.” Todo es un misterio y tenemos que tratarlo como misterio.

     Yo creo que Jesús de Nazaret no habría entendido las disquisiciones de los concilios sobre si tenía dos naturalezas (divina y humana) y una sola persona divina. Es un misterio, en el que yo creo, incluso en la resurrección. Jesús, el hijo de Dios, pasó haciendo el bien y nos enseño el camino. Lo principal de su mensaje es la opción por los pobres. No nos juzgará por nuestra fe o nuestros ritos sino por si dimos de comer al hambriento o no le dimos de comer. Estoy totalmente de acuerdo con la teología de la liberación.

    Finalmente pienso que la Iglesia católica en su conjunto ha traicionado a Jesús. Esta Iglesia no es lo que Jesús quiso sino lo que han querido a lo largo de la historia los poderosos del mundo.

    Estas son las ideas que ahora tengo, sordo y medio ciego, esperando la muerte con mucha esperanza y con mucho humor.

     

    11 comentarios

    • Julián Leirbag

      Yo apenas leí hace más de quince años una obra de José María, y me impactó. El ella manifestaba cómo es ser cristiano y el ejemplo concreto era la comunidad de Jerusalén: todos ponían en común. El ejemplo de cristianismo que falta en la Iglesia actual. Poner todo en común es cristianismo y si algo de semejante hay con el “comunismo”, ¿entonces…? Apresúrate intolerante católico, llámalo “socialista”, claro está, si todavía no pusiste en la práctica lo que narran los Hechos.

    • Héctor Rodríquez Fariña

      Los elogios a Diez Alegría han abundado estos días en la prensa nacional y otros medios de información: “Qué bueno era”, “era un santo”, “cómo se sacrificó por los pobres”, “a mi me ayudaron mucho sus libros”.  Todo esto y mucho más parece muy natural, admirable y encomiable en este momento ¿pero no estaremos olvidando quizás algo más profundo a la hora de revisar su testamento? Diez Alegría nos propone un cambio radical. No basta con hacer bien,  hay que comprometerse con el mensaje de Jesús y llevarlo a la práctica. Se precisa un cambio social para que conseguir la paz.

      José María fue supo mirar hacia el futuro y observar que ni la sociedad actual ni la Iglesia entendieron la realidad cruda de nuestros tiempos. Dicho así parece una exageración. Es verdad que los políticos, la jerarquía y muchos pensadores actuales expresan continuamente sus inquietudes y opiniones sobre el momento presente. Pero de lo que habla José María es de algo mucho más hondo.  El apuntaba con toda su vida al compromiso de Jesús. Jesús promovía un una sumisión total al  plan del Padre en su Creación, compromiso que lo comprendía todo, el bien de los demás, la reforma social,  una visión distinta de lo religioso en el hombre y en la sociedad.

      Nos preguntamos si la divinización de Jesús no habrá tenido un efecto apaciguador sobre la radicalidad de su mensaje, algo así como puede pasar con Diez Alegría, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta.  La carga divinizadora impuesta por el cristianismo sobre la persona de Jesús ha dejado oculto lo más esencial. A lo largo de la historia se venía insistiendo en  que si a Jesús se le quitaba su titulo de Hijo de Dios se quedaba sin nada. Esto a mi pobre entender supone un gran falta de fe. Es como si la intimidad con el Padre experimentada desde su trascendencia y vivida en nuestra contingencia no valiera para nada. No hay mayor grandeza que ser creados y seguir unidos a Él: De ahí la contradicción flagrante del credo de Nicea: “per quem omnia facta sunt”, incluido Jesús, y a renglón seguido “genitum non factum”. Lo que  primero llama su creación después  lo llama divinización

      José María decía: “Yo creo que Jesús de Nazaret no habría entendido las disquisiciones de los concilios sobre si tenía dos naturalezas (divina y humana) y una sola persona divina. Es un misterio, en el que yo creo, incluso en la resurrección. Jesús, el hijo de Dios, pasó haciendo el bien y nos enseño el camino. Lo principal de su mensaje es la opción por los pobres”. http://www.atrio.org/2010/07/el-testamento-de-jose-maria-diez-alegria/

      Jesús vivió siempre con los más pobres que eran los únicos que podían entender el contenido de su predicación central sobre el Reino. “Bienaventurados los pobres de Espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos”.  No es que el mantuviera ninguna fobia contra  los ricos. Sólo que los ricos ya estaban maniatados y cargados con las ataduras de la sociedad. Había que romper esas ataduras para volver a ser libres.

      Este fue el credo de José María y existe la sospecha de que su ‘divinización’,  como la de Jesús,  pueda dejar oculto su valioso testamento: “No nos juzgará por nuestra fe o nuestros ritos sino por si dimos de comer al hambriento o no le dimos de comer. Estoy totalmente de acuerdo con la teología de la liberación”.

    • Gabriel Sánchez

       Post data por fin ANTEL me devolvio la Internet…Un abrazo desde Montevideo.- Gabriel

    • Gabriel Sánchez

       A proposito, del Jesuita sin Papeles, reflexionando sobre su testamento…Que lo entiendo como un desafio, un continuar su lucha…juntos…Me he olvidado de algo que es imprecindible expresar, que es el profundo agradecimiento… a hombres Como El, como el Padre LLanos, como Gonzalez Ruis, como Rufino Velazco, o Josema Castillo y Tamayo (como quien dice ya son cinco) y Como Evaristo Villar, o Antonio Duato, o Herrero del Pozo, a Juan Cejudo y tantos entrañables hermanos, muchos de ellos integrantes de las comunidades populares, que continuan por el camino de este inefable Español, que antes que el gran teólogo que fue, fue un persona entrañable y sobretodo un hombre de Fe…Gabriel

    • ana rodrigo

      Gracias, Ilde, me alegro verte por este atrio de encuentro y reflexión. Un abrazo.

    • Concordia

      Lo dije en el anterior  comentario, era  un profeta.

      Yo lo llamaría el “Profeta de la Risa”,  pues ésta hace falta mucho en la sociedad y sobre todo en  esta Iglesia  llena de caras serias y miradas de sospecha.

      Saludos a todos en especial a ti ana rodrigo

    • ana rodrigo

      Yo creo que un testamento como éste, ni se improvisa ni se inventa, es el resultado de la coherencia de una vida. Siempre hemos escuchado que se vive como se sueña y se muere como se ha vivido. Ejemplos como el de Díez Alegría nos puede enseñar más un doctorado en teología. La vida, la vida vivida en lo máximo de plenitud que cada cual pueda, es lo que realmente vale la pena.

    • Carmen (Almendralejo)

      Asumo para mi, este testamento de vida… y solo pido que para los años que tenga de vida pueda obeter ¿…? esa  inteligencía, que propicia a que se viva las contrariedades con buen humor.

    • mªpilar garcía

      ¡¡Siempre lleno de esperanza!!
       

      Jamás perdió esa “seguridad” ¿insegura? puesto que hablamos de lo que nada sabemos.
       

      Intuimos, y al querer expresarlo, volvemos a caer, como dice el maestro deliciosamente, en el predicamento.
       

      Leerle siempre es como un soplo de aire nuevo.

      ¡¡Gracias Atrio!!

      mª pilar

    • Héctor Rodríquez Fariña

      José María, como Jesús sigues vivo entre nosotros después de tu resurrección.  Como Jesús nos sigues comunicando tu saber: “la iglesia es lo que han querido a lo largo de la historia los poderosos del mundo”.
      Jesús no tuvo paciencia con el poder y nos enseñó cómo separarnos de él: Si crees puedes andar, si quieres puedes extender tu mano. Así nuestra vida podría ser un continuo milagro como lo fue la tuya.
      Gracias por ese milagro de tu vida entera llevándonos de la mano para entender a Jesús.
      Héctor
       

    • Gabriel Sánchez

      Querido Diez-Alegria, la humanidad ha traicionado a Jesús de Nazareth…y nosotros los hombres y por supuesto la Iglesia…que en este caso somos nosotros…Pero Dios sigue ahí convocandonos al hombre, a la humanidad y a la Iglesia, a cambiar de actitud, a convertirnos y en El, ser obreros de la Salvación.- Gabriel