Tal como se han puesto las cosas y “con la que está cayendo”, como ahora dice todo el mundo, no es ningún disparate asegurar que “ha llegado la hora de la verdad”. Porque, en los momentos duros de la vida y en las situaciones más difíciles, es cuando se ve dónde está cada cual, cómo es cada persona y cada colectivo, y qué es lo que de verdad busca cada uno en la vida.
Estoy hablando de la crisis económica y de quiénes son, en este momento, los vencedores y los vencidos. No hablo de ricos y pobres. Ni de gente de derechas o de izquierdas. Me refiero aquí a quienes peor lo están pasando. Y también, de rebote, a los que precisamente ahora, y porque está ocurriendo lo que todos sabemos, se están frotando las manos.
Como es bien sabido, hace un año, los poderes públicos tuvieron que inyectar miles de millones de dólares en las grandes empresas financieras, en las bolsas y en los bancos. Y ahora son ellos, los que más dinero han recibido, los que crean unas condiciones económicas en las que son precisamente los que menos tienen quienes tienen que apretarse aún más el cinturón para que sigan ganando más los que más han recibido. Yo sé muy bien que los economistas de oficio, los que saben de qué va el tema, me dirán que la cosa no puede ser de otra manera. Porque el sistema así lo exige. Pues de eso exactamente es de lo que yo me quejo. Me quejo de que vivamos en un sistema que funciona a base de que unos pocos se forren a costa de que la gran mayoría se sienta cada día más amenazada, más insegura y más desamparada. Alguien ha dicho, con más razón que un santo, que “sabíamos lo peligroso que era el crimen organizado, pero no sabíamos lo peligroso que es el capital organizado”. Y ahora nos estamos enterando. Por eso digo que ha llegado la hora de la verdad. La hora que está poniendo a cada cual en su sitio. En el sitio que realmente ocupa en este sistema criminal.
Por eso pienso, ahora mismo, sobre todo en los que están abajo. No ya en los que están en el desempleo, sino en los que se ven hundidos en el desamparo: en los que no saben si podrán cenar esta noche, los que tienen asegurado el despido del trabajo, de la vivienda, de casi todo lo que les puede devolver la seguridad perdida. Y cuando pienso en esas gentes, que son incontables en España (y más incontables en el mundo), se me revuelven las tripas cuando me doy cuenta de que ahora mismo hay tipos que estaban esperando esta situación para cantar victoria. Porque ahora es cuando van a ganar: dinero, status, poder, fama…, lo que sea y por lo que sea.
Es evidente que ha llegado la hora, no de echarnos en cara lo peor que cual he hecho, sino de unirnos todos para sacar a España adelante. Insisto en esto porque más de medio mundo está notando que España sigue fracturada, dividida, enfrentada. Lo del juez Garzón nos ha puesto en evidencia. Lo dicen hasta los periódicos de nuestros antípodas. Y que nadie me diga que eso es cuestión de políticos y gobernantes. Aquí somos muchos los responsables de lo que está ocurriendo. Y es que, cuando se trata de enjuiciar nuestra propia conducta, el peor juez que cada cual tiene es, con demasiada frecuencia, su propia conciencia. Nietzsche, en “La genealogía de la moral” (I, 2), lo supo decir con una fórmula tan acerada como certera: “¡El juicio “bueno” no procede de aquellos a quienes se dispensa “bondad”! Antes bien, fueron “los buenos” mismos, es decir, los nobles, los poderosos, los hombres de posición superior y elevados sentimientos quienes se sintieron y se valoraron a sí mismos y a su obrar como buenos, o sea como algo de primer rango, en contraposición a todo lo bajo, abyecto, vulgar y plebeyo. Partiendo de este “pathos de la distancia”es como se arrogaron el derecho de crear valores, de acuñar nombres de valores: ¡qué les importaba a ellos la utilidad! El punto de vista de la utilidad resulta el más extraño e inadecuado de todos precisamente cuando se trata de ese ardiente manantial de supremos juicios de valor ordenadores del rango, destacadores del rango”.
Pues bien, amigos míos, ha llegado la hora en que todos afrontemos la cuestión decisiva que consiste en saber si lo que a cada cual le importa sobre todo es su propio rango y su propio beneficio; o lo que de verdad está en juego es que, superando distancias y saltando por encima de intereses personales o de grupo (o partido), nos unamos para salvar el bien de todos. Como es lógico, esto supone saber ceder, estar dispuesto a renunciar a cosas que quizás hasta hace poco considerábamos irrenunciables. Lo primero, ahora mismo, es privilegiar lo que nos une. Y dejar de lado lo que nos divide más y nos distancia. Lo digo otra vez: lo que ahora mismo nos urge más a todos es salvarnos todos o hundirnos, seguramente por mucho tiempo, por más que algunos se hundan con la impresión de que han derrotado al adversario de toda la vida.
Yo sé que esto, más que una reflexión, es un llamamiento. Un llamamiento en un momento crítico. Porque ahora sí que es verdad que lo urgente “no es interpretar la realidad, sino cambiarla”.
El mismo autor de este hilo, hace un excelente artículo sobre las casas llenas y las iglesias vacias…que no tiene desperdicio y se conecta con la derivaciòn de la discusiòn de este hilo.- Gabriel
Pepe no quiero discutir contigo, solo ponía unos ejemplos.
Personalmente, no gastaría un solo € en restaurar catedrales para el culto; los templos que de verdad tiene “valor”; (el Pilar no lo tiene, acaso sus pinturas y algún retablo) los pondría al servicio del pueblo, como museos o lo que fuere necesario.
En ese caso estoy en total acuerdo contigo; no participo de esa “onda” la sufro.
La Aljafería ¡¡si!! tiene valor, y hoy, es el parlamento aragonés, ¡estupendo!
Solo quería resaltar, que también la política, está utilizando los lugares valiosos.
Cierto, en este caso, al servicio del pueblo, y cierto también, los ha mejorado y acondicionado de maravilla, porque se estaban perdiendo por el abandono.
Nunca discutiré por estos temas (ni creo que por ninguno) contigo; creo que tienes la cabeza muy en su sitio, y por eso siempre, desde que encontré Atrio, te he respetado y querido.
Solo buscaba sencillamente, poner en conocimiento otra mirada, ¡que existe! a tu manera frontal de atacar todo lo que tiene que ver con la iglesia…
Cuando se trata de la iglesia poder, estoy a tu lado en todo; cuando hablamos de iglesia pueblo… hay personas, actuaciones, servicios, entregas… dignas de tenerlas en cuenta.
Solo esa era mi intención; quizá, porque tengo la suerte de moverme en un mundo, donde puedo verificar sus vidas, que casi nunca salen en las portadas, y son de verdad admirables; solo quería decirte eso, y conociéndote, sé, que si las trataras, no las pondrías en el montón…
Pepe, muchas veces te he comentado, que si estuviéramos frente a frente, creo sinceramente, que nada nos separaría.
Otras veces ya te dije; como enamorada del estilo de Jesús, que sí, lo encontré en estas personas que te comento; y me “duele” que nos trates a todas ellas, como si fuéramos burros ciegos y sumisos, siguiendo las ordenanzas de los mandatarios.
Como me decía el otro día, el Sr. pintor que adecentaba nuestra casa, cuando comenzamos a compartir pensamientos…
“Una cosa es ¡Ser! cristiano, al menos intentarlo… ¡sin magia! y otra católico…
Solo te pedía, que no nos metas a todas las personas con deseos de un mundo mejor, dentro del mismo saco, y con la misma rotundidad descalificadora, por el hecho de seguir un auténtico mensaje lleno de ¡¡Vida!! para toda persona que de verdad intente seguirlo.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
“”En Zaragoza, son los sindicatos, los que tienen en su “poder” los edificios más valiosos, y en los lugares más céntricos… que no cuidan con demasiado entusiasmo.
El gobierno, también posee, los edificios más hermosos y valiosos.””
Mi querida Mª Pilar; no sabía que Alberto Belloc atendía los requerimientos municipales en el altar mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoa.
Ni tenía conocimiento de que CC. OO. preparase sus ” manifas” y diese los cursos de formación en las naves principales de tan lujosos edificios:
http://es.wedtool.com/iglesias-bodas/iglesias-zaragoza-5488.html;jsessionid=0D37C3478DA01973C93B1F52FB38DBEC
No me negarás, querida Mª Pilar, que para mantener semejante patrimonio eclesiástico y con la crisis que nos ataca, hay que tener mucha FE ( o mucho morro.)
La crisis no afectan en absoluto, a la Iglesia, a los bancos ni a las multinacionales; al contrario son ellos quienes las provocan para ahogarnos a los demás y quedarse, de un plumazo, con todo lo que nos vienen quitando poco a poco.
Por ponerte otro ejemplo: La feria del Rocío. ( otras similares)
Mientras los demás nos devanamos la mollera para llegar a fin de mes sin acumular deudas, nuestro Gobierno “laico” pone al servicio de la ICAR miles de efectivos policiales, montones de helicópteros a gastos pagados, vigilancia por ” tierra, mar y aire” que para sí hubiese querido la isla de Perejil. Todo es poco para la ” mayor gloria de Dios, de la Virgen y de San Periquitín del Baile”…y mientras tanto los humanos se siguen muriendo de asco y de miseria, asombrados de que la crisis no afecte a las cosas de Dios y les afecte tanto a sus cosas, casas y causas. Como para no creer en ” milagros”, vaya…
Y respecto a los derechos y obligaciones de los-las religiosos-as que pretenden dejar sus profesiones, mucho mejor que yo te lo podrían explicar los propios protagonistas. En ATRIO hay varios que han pasado el mal trago de verse totalmente abandonados después de montones de años de servicio a la ICAR. Ya conté una vez la experiencia de Juan Luis Herrero del Pozo, cuando se tuvo que venir desde Roma hasta Logroño en una “Mobilete” , robando frutas y verduras en las huertas, porque le dejaron más pelado que una bola de billar. Supongo que si éso hicieron con un misionero que había dejado media vida enseñando teología y misionando en Africa, no les irá mucho mejor a quienes se hayan dedicado a lavar las ropas de las ” familias bien” ( nunca tuve muy claro este concepto), a vestir y limpair las calvas de los santos en las Iglesias o a recebar las barrigas de los gordinflones con mermeladas y pasteles riquíiisimos.
Yo pretendo creer tu versión, Mª Pilar, por el cariño y respeto que siempre me has inspirado; pero tengo la impresión, en éste caso, de que tu inocencia te hace ver las cosas como te gustaría que fuesen y no como realmente son.
Recibido tu entrañable abrazo, te doy un achuchón que te deja las costillas ” para el arrastre”.
Querido Pepe: Aq
Aquellas que trabajan como mi hermana, pagan como todo el mundo; por eso tienen que declarar, perciben el paro cuando se retiran, y tienen derecho a la SS.
Claro, que los casos que conozco, realizan trabajos hacia afuera, y por ellos se dan de alta, pagan, y reciben, el resto no lo sé; tú estás mucho mejor informado que yo; solo hablo de lo que conozco.
El caso de esta Sra. que nos citas, no lo conozco; puedo hablarte, de otro caso.
Una monja, después de bastantes años, decide salir de la congregación; los responsables de esta, hacen un estudio de estos años, y le entregan, delante de uno de sus hermanos, una cantidad bastante sustanciosa.
Al vivir tantos años fuera del mundo, al ser de clausura, dilapida el dinero en un suspiro…
Viéndose sin dinero, ni trabajo, (solo le quedó su coche, que utilizaba para todo…)
Se presenta en todas las TVs. habidas y por haber, denunciando, que la habían abandonado a su suerte.
Llamé a una de las TV. y les dije, porque no se informaban antes de denunciar… la respuesta fue, que no perdían el tiempo en eso; si alguien se siente “maltratado/a” presenten ellos/as la denuncia…
Otro caso, que si conozco de primerísima mano.
Como te dije antes… hay de todo en todos los lugares; personas justas, y personas que abusan…
Un abrazo entrañable. mª pilar
Es la ” hora de la verdad” y ” caiga quien caiga”, la verdad debe prevalecer:
http://www.20minutos.es/noticia/339654/0/monjas/demandan/mujer/
Con el mismo cariño, pero con vistas a la realidad, mi querida Mª Pilar, me gustaría que preguntases a tu hermana y a las otras trabajadoras, cuánto pagan de impuestos de actividades económicas, cuánto de cargas sociales, cuánto de seguro para un posible desempleo ( que nadie cobra el paro si antes no lo ha cotizado… cuéntaselo a alguien que anda por aquí diciedo que el paro obrero es poco menos que un servicio de ” cáritas capitalista”)
Me encantaría comprobar que a tan trabajadoras personas se las reconoce los MISMOS DRECHOS Y OBLIGACIONES que tenemos los demás. Si hay una actividad económica, mi querida Mª Pilar, se deberían cumplir exactamente las mismas normas y requisitos que obligan a otros-as. En caso de no hacerse , se está ejerciendo una COMPETENCIA DESLEAL a otras empresas que también hacen dulces riquiiiisimos, tienen lavanderías industriales ( algunas donde trabajan disminuídos), agricultores que están deseando vender sus productos, etc, etc.
Con el añadido de que las subvenciones suelen cargarse demasiado en lugares de tanta santidad y se les niega a otros-as padres de familia que tienen que cerrar sus pequeños negocios por no poder competir con la deslealtad de tantísimos negocios que no cotizan. ( Hay albergues a mogollón a cuanta del camino Xacobeo que están destrozando la supervivencia de hoteles, pensiones, hostelería en general que han tenido la mala suerte de sufrir semejante competencia desleal.)
No tengo dudas del espíritu de sacrificio de tu hermana y de otras miles de ” hermanas”; pero éso no nos soluciona nada. Al contrario son otras esplotadas más de un sistema que no beneficia más que a los de siempre. Pregúntale a tu hermana si se quiere jubilar con la pensión DIGNA que se merecería por sus años de abnegado servicio…
La dejarían más tirada que a un indigente de los que duermen bajo el puente del Pilar.
Siento ser tan crudo, mi querida Mª Pilar; pero las cosas son como son.
Un abrazote.
Pepe, no todas las religiosas viven sin trabajar.
Ejemplo: mi hermana, siempre ha trabajado cono una “mula”; ahora, con 72 años, sigue haciéndolo cada día…
Las monjas del Cister de Zaragoza; desde siempre, han vivido de su trabajo; hace años lavando la ropa a familias bien, religiosos etc. aquella ropa de hilo durísimo cuando se moja… ¡¡y a mano!!
Ayer y hoy; además de cultivar su huerta para su alimentación, elaboran mermeladas y dulces riquiiiiisimos; tienen una encuadernación, que para ponerla en marcha, por supuesto, tuvieron que aprender todo lo que ese trabajo conlleva.
Lo hacen tan bien, que nunca les falta trabajo; quizá sea, (como decía Teresa de Jesús,) “Dios” está entre los pucheros, las máquinas… y donde se tercie… entre tuberías atascadas…
Su convento, nadie se lo regaló, con la venta del viejo, en un lugar “bueno” al crecer la ciudad, pudieron construir el nuevo a las afueras; con abundante luz, con sanidad adecuada, y sin calefacción… tamién pudieron montar la encuadernación.
No todas las personas de la iglesia viven a costa del estado…
No todas las personas de iglesia viven del cuento; como siempre, hay ejemplos que quizá como dice el refrán… “confirma” las otras posturas.
En Zaragoza, son los sindicatos, los que tienen en su “poder” los edificios más valiosos, y en los lugares más céntricos… que no cuidan con demasiado entusiasmo.
El gobierno, también posee, los edificios más hermosos y valiosos.
Y es Pepe, que en todos los sitios cuecen habas… ¡ya sabes!
Con cariño. mª pilar
Seguimos con la miopía de analizar y enjuiciar los hechos históricos fronteras adentro, pasamos de analizar la correlación de fuerzas que se producee a nivel mundial. La URSS, como experimento político, fracasó por los errores de sus dirigentes, y por la presión internacional que ejerció sobre ella el capitalismo internacional. Lo mismo pasó con el marxismo en Africa, lo mismo con el marxismo en Cuba, o en China.Miguel González , has hecho bienen meter entre paréntesis el significado de lo que querías decir, yo no sabía que hablabas del sistema de mercado y del sistema socialista; sin esa explicación, tu frase de que “no hay alternativa” suena a negación de toda esperanza.
Yo no me pronuncio por el marxismo solamente, también sugiero soluciones tipo Keynes, que dieron buenos resultados en tiempos pasados, y sobre todo insisto en que, además de proclamar los grandes principios y las grandes filosofías, como el marxismo, nos centremos en pequeños detalles, y comento que “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Pero tú, Miguel González, pareces obsesionado por las grandes filosofías y los solemnes anatemas. Tienes perfecto derecho a oponerte al marxismo, pero los demás tenemos el mismo derecho a opinar diferente.
A veces tengo la impresión de que en nuestro país sigue viva la nostalgia de la Inquisición…Una pena.
Leyendo algunos mensajes me ha venido a la cabeza un descubrimiento que hizo mi hijo ( el fontanero-filósofo) en cierta ocasión.
Estábamos de vacaciones y alquilamos un cortijo en Málaga. Como el cortijo era grande permitía compartirlo entre varias familias y así lo hicimos. ( nos salió baratísimo)
Lo jodido era cuando había que hacer las comidas, pasar la fregona, fregar los platos, etc. Y el cabronazo de mi hijo hizo el gran descubrimiento:
“” EL QUE DICE ” HAY QUE HACER” ES SEGURO QUE NUNCA LO HACE”
Empecé a fijarme en el detalle y no falla, es auténtico.
Recuerdo los ” buenos tiempos” y pasaba lo mismo. Entonces “los latigueros”, como les llamábamos los obreros a los capataces, jefecillos falangistas y demás morralla social, tenían la consabida consigna: ” Vamos, vagos, que hay que levantar SSSSpaña”!!!!
( Casi siempre se oía una voz de ultratumba, para no ser descubierto y sufrir consecuencias indeseables, que respondía: ” que la levante quien la echó abajo”…)
Seguimos igual: ” quien no trabaje que no coma”, se dice por ahí. ( y en la Bíblia también, creo que anda por la 2 Carte a los Tesalonicenses)
Joder, éso llevamos diciendo los obreros desde hace siglos, pero no se nos arregla. Hay unos cuantos EJERCITOS de vagos que se han pensado dueños y señores de las riquezas de un País y ellos solitos se lo reparten. También se reparten el esfuerzo del trabajo ajeno y cuando ya no necesitan sacarle más sudor al personal lo mandan a tomar por el culo y que se mueran de hambre… muy ” cristiano”, sí señor !!!
Pero en buena lógica, es muy difícil defender semejante postura desde el capitalismo. Si éso se llevase a cabo, los capitalistas las iban a pasar más putas que Caín. Puesto que no se entendería que los BANCOS chupasen tanto del bote ( y del sistema MARXISTA) cuando les vienen mal dadas.
Tampoco se entendería que los miles de curas, monjas, obispos, cardenales y demás familias sigan manteniendo sus orondas barrigas y sigan disfrutando de los mejores inmuebles del País. ( encima gratis y sin gastos de mantenimiento, oiga)
Pero claro, llegados a éste punto, habrá que definir el concepto de TRABAJO. Y llegamos a la conclusión de que, si Manolo Escobar, Lola Flores y similares se llevan la medalla al mérito del trabajo…las familias que he nombrado antes se deberían llevar el monumento al trabajo; puesto que trabajan menos que el sastre de Tarzán.
Por lo demás, no es el lugar para entrar en un debate serio sobre el marxismo-capitalismo. Tiempo habrá y lugar más adecuado. Sólo una cosita más:
Será le capitalismo quien pedirá a gritos que alguien le solucione el problema. Los capitalistas no están preparados para sobrevivir en épocas de vacas flacas. Y será el marxismo, sin lugar a dudas, quien sacará las castañas del fuego a esta sociedad caduca, explotadora del hombre por el hombre, abusadora de seres humanos en favor de un “dios” que no parace tener fondo en sus ánsias de poder y riquezas, sociedad que no tiene otra alternativa que EL HUMANISMO.
Y será más pronto que tarde. ( ¡¡ Toma ya!”… hoy me he levantado profeta.)
Se me olvidaban el la relación, parte muy importante, todos los marxismos de África.
ana:
¿Muertos de hambre el capitalismo? Para millones de muertos de hambre, de frio, de disparos, de trabajos forzados y especialmete de espíritu… el marxismo teórico y práctico, antiguo y odierno.
ana:
¡Obras son amores y no buenas razones!
Yo estuve en Nicaragua cuando sus bondadosos ministros sandinistas aplicaban su marxismo, daba muchísimo gustirrinin escucharles, bastante menos sufrir su política ¿Ahora la culpa es de alguno de sus “compas”?. Sigue dando mucho gustirrinin escucharles acerca de las bondades de aquellos que llevó a lo que llevó.
En Nicaragua y Cuba el marxismo no funcionó-funciona por culpa de “otros”. En la URSS por los dictadores ¿pero no eran marxistas Lenin, Stalin, … y ¡por el bien del pueblo y a mayor gloria de marz! se pulieron a cuantos se les pusieron por delante?
¿Y el marxismo de Alemania. Polonia, Checoslovaquia y demás satélites? ¿Y el Camboya? ¿Y el de China? ¿Y el de Vietnam? ¿Y el de Mongolia? ¿Y el de Corea del Norte? ¿Y el de…? Vaya casualidad. ¡¡¡¡Todos mal aplicados!!!
¿No será qiue realmete ha fracasado totalmente porque el marxismo no elimina lo realmente grave en el comportamiento del hombre y, por tanto, es erróneo de origen por su antropología?
¡Solo nos faltaba esperar al regreso de Marx para solucionar los problemas que nos acucian! Si vuelve, que no lo hará, al menos ¡¡que sea Groucho, por favor!
José Ignacio Calleja, si hiciéramos una pequeña consulta entre los elementos más “avanzados” ya veríamos si es excusa o es enfervorizado deseo eso de seguir bajo la fascinación de un espejismo llamado comunismo o socialismo o como quieran llamarlo. Da igual que haya cometido las mayores tropelías.
Y algunas preguntas, ¿qué es eso de más justas? Es lo primero que habría que delimitar: ¿a qué llamas más justas para todos? ¿Quién ha dicho que con el trabajo de unos se deba costear el parasitismo de otros? Para que hubiera justicia habría que obligar a todos a hacer cosas que no quieren hacer. Ni unos ni otros. Ni a unos puedes obligar a no hacer ni a otros a hacer. ¿No está ya suficientemente acreditado que reprimir a los emprendedores no es camino para nada? ¿Ha habido alguna vez un sistema que haya creado más riqueza que el actual? Si no trabajas no comes. Elemental. Vivimos en unas sociedad (al menos en España) sobredimensionadamente subvencionada. Y todo hijo de vecino se cree en el derecho de que otros lo mantengan. De manera que eso de comprometerse con la justicia habría que desbrozarlo bien para estar de acuerdo. Pretender resolver un mundo tan complejo de un plumazo es descarrilar. No se puede circular por la vida con conceptos paternalistas que todo el mundo sabe que están condenados al fracaso. He visto cómo pequeños empresarios que han trabajado 12 y 15 horas al día durante 10, 20 años, lo que ha permitido crear 20, 80, 150 puestos de trabajo se han quedado en la ruina tras una mala racha y mientras sus trabajadores que han vivido muy bien se van a cobrar dos años de prestación por desempleo, reciben un pastón por despido, etc., el empresario pierde hasta la casa en la que vive y no tiene derecho a nada. No es tan sencillo como el cuento de caperucita y el lobo.
Si no fuera trágico sería gracioso venir ahora con el cuento de que el marxismo no se ha estrenado. ¡Espera que se estrene que entonces sí que no! Claro que se ha estrenado y ha producido en su factoría de la muerte y sólo en la extinta patria del hombre nuevo la friolera de cien millones de muertos. Esto parece el chiste de Fidel: en Cuba nadie se acuesta sin cenar, ¡Oiga “coma-andante”, que yo no he cenado! Pues no te acuestes, “webón”… Algo parecido pretenden algunos: como alternativa a un sistema que detestan proponen a la muerte misma sin hacerle ascos. Intentan colar que el marxismo que se cargó varias generaciones, taló millones de árboles explicando el paso inexorable del capitalismo al comunismo para terminar pidiendo la entrada en el club, fue un espejismo, no ha existido realmente. Burdo truco: no cuela. No sólo que ha existido en toda su crudeza sino que fracasó: a burro muerto, cebada al rabo.
Tienes razón Pepe Sala, el marxismo ni se ha estrenado. Una serie de descerebrados dictadores intentaron hacer demagogia e imponer su interpretación del marxismo a la fuerza (fueron los dictadores, llamados comunistas, los que, como cualquier dictador, los que produjeron las muertes, no fue el marxismo. Ellos, lo dictadores comunistas, han sido los causantes de que el marxismo se haya demonizado para el resto de la historia. Yo creo que aún, como dice Pepe, el marxismo, está por estrenar. Yo he tratado personalmente a tres ex ministros sandinistas y era un gusto escucharles sus proyectos de justicia para el pueblo nicaragüense, si no hubiese sido por el efecto torpedo de los EEUU que los asfixió totalmente, además de lo que añadió a su fracaso Daniel Ortega.
Habría que contabilizar los millones de muertos por hambre que ha producido el capitalismo.
Supongo que para que algo fracase, antes habrá que probar su funcionamisnto. El marxismo aún está sin extrenar en el mundo. Ha habido algún conato y se ha intentado en algún País ( en alguno se sigue intentado) lero las filosofías dominantes se han encargado de defenestrarlo antes de que madure.
” Los escolásticos” se han encargado de la defenestración y de emplumar las propias salvajadas ( en la URSS hubo 32 millones de muertes por la invasión Nazi… en España mejor no cuento los de una ” santa cruzada” encabezada por capitalistas con y sin sotana) a quienes nunca han conseguido poner en funcionamiento un sistema marxista.
Afortunadamente, no todos son tan ignorantes y saben la importancia de cada cosa. Alguien no entendrá que Tomás de Aquino no ganase ésta ecuesta, pero es que tampoco entiende otras cosas básicas:
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_4682000/4682601.stm
Vamos por partes:
Dice h. cadarso: “de la primera me atrevo a decir que está en las antípodas de una visión cristiana de las cosas, es una visión sin esperanza, que nos hace aceptar la derrota y dejarnos ir estoicamente, perezosamente, fatalmente. No existe la fatalidad, amigos, yo creo en un Dios que nos ha hecho para buscar su Reino y su justicia…
Esta es la primera: “No hay alternativa (al sistema de libre mecado), fracasó ya (el socialismo, comunismo o como quieran llamarle), y algunos no se han dado cuenta”.
De lo cual se extrae que un sistema que cercenó la vida de cien millones de personas en apenas 70 años, para h. cadarso es un buen lugar (topos) para la esperanza. El descoloque es de tal calibre que hace abandonar toda esperanza sobre las capacidades racionales del ser humano.
La esperanza no puede fundamentarse en mentiras ni en espejismo ni en fracasos. Habrá que buscarla en otro lugar. El problema es de quienes no quieren darse cuenta de una realidad fundamental: no basta con hacer buenos análisis (no digamos nada si los análisis encima están viciados) para acertar en las soluciones.
Lo que no produce esperanza es tropezar en la misma piedra. Y bien derrotados están quienes viven fuera de la realidad. Porque no se ha de olvidar que es la verdad la que hace libres. No hace libres cualquier cosa sino sólo la verdad…
Estoy de acuerdo con la respuesta de Calleja a Miguel.
“No hay alternativa, fracasó ya, y algunos no se han dado cuenta”
“Es evidente que un análisis profundo pone en evidencia que si queremos sobrevivir -háblase de cambio climático y economía sostenible- no queda más remedio que buscar nuevos sistemas económicos”.
Dos frases de dos blogueros un tanto contradictorias.
De la primera me atrevo a decir que está en las antípodas de una visión cristiana de las cosas, es una visión sin esperanza, que nos hace aceptar la derrota y dejarnos ir estoicamente, perezosamente, fatalmente. No existe la fatalidad, amigos, yo creo en un Dios que nos ha hecho para buscar su Reino y su justicia…
De la segunda diría que tal vez conviene pensar más en detalles, en estrategias, en pequeñas batallas, que en grandes programas…
Tenemos que ponernos a pensar, a buscar las causas que nos han traído hasta aquí. Es evidente que en un sistema económico en el que miles de millones de personas: China e India por ejemplo, trabajan 24 horas al día por dos o tres euros de salario, el bienestar del primer mundo está seriamente amenazado.
Esto hace evidente que cualquier estrategia salvadora debe situarse y plantearse absolutamente a nivel planetario; lo cual deja con el culo al aire a la miopía intrafronteriza y nacionalista de todos los partidos políticos y sindicatos de izquierdas. Y yo creo que no somos suficientemente conscientes de este grave error, yo creo que las religiones no están dando la talla en este terreno. Y que deberíamos actuar, hablar y predicar con mucha más energía en este terreno. Porque estamos hablando demasiado de Zapatero y Rajoy, de los males de la economía española, dee la UE, de USA, del Alba…y casi nada de un planteamiento de los problemas a nivel planetario. No podemos arreglar nuestra situación si no se arregla la del pueblo indio, chino, del sudeste asiático, de Africa…
Es evidente que nuestro nivel de consumo de alimentos, ocio y energía es insostenible a escala mundial. No podrían disfrutarlo todos los habitantes del planeta, pero incluso el planeta se agota con solo el consumo del primer mundo. Pero dudo de que estemos dispuestos a renunciar a él, o que estemos dando pasos para limitar nuestro exceso de consumo…
Es evidente que tenemos tendencia a culpar a los demás de los problemas existentes, que no nos negamos en general a cualquier mejora en nuestro nivel de ingresos, en nuestro tren de vida…Siempre me ha parecido escandaloso que las estretegias obreras de sindicatos y demás hayan fomentado el sistema de subidas salariales porcentual, en vez del lineal. Con este sistema cada vez el abanico de los salarios se ha abierto más, los de arriba han crecido en progresión geométrica, los de abajo en progresión aritmética. Finalmente se nos ha ocurrido dejar los trabajos mal pagados para los inmigrantes y sin papeles… En el fondo, este sistema da la razón a los magos de las finanzas: el máximo beneficio por el mínimo esfuerzo…No estamos tan lejos de esa filosofía, amigos míos…
Por favor, no me digan que no hay nada que hacer. Y por supuesto, no me digan que el las propuestas de Keynes o el marxismo están ya fuera de juego, no arreglarían nada. Pero en todo caso, sin orillar los grandes remedios, pongamos en práctica el día a día de los pequeños, que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
No sé, Miguel González, tú verás si crees que podemos mejorar realmente la vida de los más posibles, ¡ya ves si soy realista!, con medidas fiscales, sociales, laborales, comerciales… y lo que la economía política dicte, sin hacer ascos de la democracia. Pero eso, hay estructuras de propiedad y de mercado que podemos y debemos vigilar y controlar en sus excesos evidentes, con daños muy serios para muchos. Surgirán otros problemas, claro, y hay que abordarlos. No hay caminos buenos frente a malos, sino intentos políticos y sociales de ser más justos en la organización social. El viejo truco de que esto suena a socialismo trasnochado, ya está gastado. Es una respuesta ideológica con la disculpa de otra ideología. Ya vale. Es pereza intelectual y moral. Lo de que son cuentos, sí, claro, el cuento de mirar el mundo y decir qué tengo que ver yo, mi país, mi modo de tener y vivir, mi organización socioeconómica, con esas víctimas por millones y sus vidas. ¿Nada? Vale, a vivir. Pero luego no vengas con que hay reglas humanas y democráticas que otros deben respetar para vivir en paz. ¿En paz? El que no se compromete con la justicia, con todo el realismo que quieras, ¡yo lo soy!, no merece la paz de los otros. No merece la paz. Por tanto, no llamemos cuento, simplemente, a la pregunta de ¿podemos mejorar, cómo, con qué costes, con qué esfuerzos y reparto de ellos, con qué meritos y reconocimiento también, con qué leyes irrenunciables…? ¿Podemos, queremos, me pongo a ello políticamente, y aplico mi inteligencia prudente a hacerlo? Claro, si digo, el mundo es como es, fue y será; los humanos somos como somos y cada uno a la suya; todo lo que hemos probado antes fue peor; podemos mejorar, pero el camino es éste y por su lógica se dictará cuánto y cómo. Así, ya está dicha la última palabra. La política pasa a ser administrar el statu quo. En fin, yo a menudo, hago este ejercicio teórico: si tuviera dos o tres niños en casa, y viera que nos morimos de necesidades y hasta de hambre, después de intentar tantas cosas, sé que no debo vivir esperando que me regalen las soluciones, pero ¿yo con mi formación, respetaría la organización social de mi sociedad. Si tuviera valor, no ¿Por qué he de hacerlo? Sólo por miedo penal. Pero, ¿éticamente?, no. ¿Cómo se puede exigir a grupos y pueblos de excluidos, por más que hayan de esforzarse desde ellos mismos, cómo se puede exigir que respeten un modelo social que les niega sus oportunidades, mientras a otros, más preparados, sin duda, se las da en megaespeculaciones de dinero, inmobiliarias, alimentos, lujo, capitales, medicina, etc, sin posibilidad de cuestionarlas, salvo siendo tachado de marxista trasnochado? Soy muy realista, y políticamente pactista en las posibilidades de mejora del sistema social, pero por realista dectecto bien dónde un grupo social o político se quiere escapar, y se escapa, ¡a veces con buenos argumentos económicos y hasta morales!, de la realidad que no le conviene ver, y de la que se sabe en parte responsable. Pero sabe, también, que de abordarla con inteligencia, su posición política variaría, su modo de vida, no podría ser el mismo, y su defensa de la libertad común, aparecería hueco. ¿Dónde están, en este sentido, las Universidades, Fundaciones, Culturales, Medios de Comunicación, Centros de Investigación, Departamentos de Estudio, … que pueden dedicar lo mejor y los mejores a esa búsqueda de algo mejor y más justo en la organización social? No están, porque se les financia con otros fines teóricos y políticos. Así que, amigo, sin buenismos morales o políticos, ¿quién quiere buscar una política económica y social más justa para más personas, a sabiendas de que tendrá costes y que habrá grupos sociales que se nos opondrán, ¡hasta nuestro espíritu se opondrá!, porque con esos controles no quieren el orden social y democrático de derecho? No es un sueño, es una posibilidad política cierta y éticamente obligatoria. La política y la economía tienes sus reglas propias, son autónomas, pero relativamente autónomas; podemos pedirles mejoras según otros objetivos, no cualesquiera, pero los hay. El problema es que esto significa sacrificios y objetivos que no admitirían (admitiríamos) los ciudadanos bien situados. Y como sabes, cambiamos de políticos, partidos, pero para que hagan lo mismo que los anteriores en el sistema social, y para los mismos, o casi, no para que hagan algo más justo para más gentes con costes importantes para los acomodados. Democracia de satisfechos y de derrotados, ¡las cosas son como son, y tienen su lógica, habas contadas! O sea, poder que se impone y se reconoce ley de hierro de la vida. Disculpa la extensión y saludos siempre.
En primer lugar, es bueno que nos situemos, un sistema que es una carrera del maximo lucro y para eso necesita del maximo consumo, es obvio que necesariamente se despeñara, el problema no es financiero, si no hubiera existido la herramienta del sistema financiero, el capitalismo hubiera inventado otra forma de colectar su ganancia…El asunto en suma es que un monton de papeles impresos, valen el trabajo y los recursos naturales del planeta de tal modo que los papeles impresos hoy, comparian 5 planetas tierra, un sistema así entrara por un lado o por el otro en un colapso…
Sistemas alternativos, en la practica, la internalizaciòn del capitalismo, con inclusiòn de paises que se llaman socialistas, no permite crecer demasiado a formas alternativas, sin embargo, poco a poco y en la practica algunos paises del Sur han ido acuñado un socialismo democratico…. Obviamente cualquier sistema que adoptemos si queremos evitar la tragedia global, debe tener algunos criterios necesarios…El primero un baja global del consumo, llevandolo a un consumo real humano, porque digo esto, posiblemente porque ello implique que gastemos menos energica, pero no alimentos…Lo que regula el precio de los comoditis es la especulaciòn de multinacionales que les interesa el maximo lucro, la necesidad de que el consumo baje en lugares de gran consumo…y suba en lugares de infraconsumo, el gran plato común…y que se prohiba la acumulaciòn…y se baje la expoliaciòn de los ecosistemas, esto implica terminar con la moneda y una alternativa por ejemplo, esta el SISTEMA QUE OPERA COMO MONEDA EN EL ALBA EL SUCRE (Sistema Único de Compensación Regional)… QUE ATIENDE AL VALOR DE USO Y A LA NECESIDAD DE COMPENSAR, PARA QUE TODOS LOS PUEBLOS COMAN…Supongo que le llamariamos Socialismo Latinoamericano… Cabe agregar…que el analisis de Josema esta impecable y a mi me parece interpretar que la responsabilidad social, abarca a las personas y a los grupos sociales…Gabriel
Ya me perdonaréis… Yo no entiendo mucho de casi nada, y por eso casi siempre se me escapan las magnitudes macroeconómicas, el universo de las globalizaciones, y la incidencia exacta de eso que han dado en llamar crisis económica mundial.
Lo que sé es que algunos (y en el primer mundo ese “algunos” es porcentualmente muy alto con respecto a lo que sufren por otros lares) vivimos demasiado bien, a pesar incluso de las medidas que nos amenazan.
Lo que sé es que en pleno siglo XXI todavía hay personas, como tú y como yo, que se mueren de hambre y la inmensa mayoría de ellas no viven en el cono norte…
Lo que sé es que el gobierno ha recortado de un plumazo el 10% de la ayuda al desarrollo (que ya de por sí era exigua) y aquí continuamos hablando del cheque bebé…
Como casi todo es relativo, lo que veo, porque intento paliar mi ignorancia de conocimientos con superávit de atención, es que siempre pagan los mismos: los de abajo, lo que no tienen voz, los que aparcamos en las cunetas, no de la sociedad del bienestar sino del mundo, a la espera de que una grúa piadosa se ocupe de atenderlos. Me refiero a los países más necesitados, aquellos cuyo desarrollo no es lamentablemente muy viable mientras a los de arriba no les sirvan, y de ello tenemos ejemplo en los países llamados “emergentes”…
Como medidas, y puestos a soñar, yo añadiría la siguiente: a las grandes empresas públicas, semiplúblicas y privadas, nacionales y supranacionales que, a pesar de la crisis continúan percibiendo ayudas y subvenciones mientras declaran sin rubor alguno ingentes beneficios, ya sabéis: Eléctricas, telecos, bancos y adláteres… Les impondría un gravamen mucho mayor en el Impuesto de Sociedades, durante los años venideros (los próximos quinientos, por ejemplo), para que la crisis no la tengan que seguir soportando quienes no la provocaron. Para que las víctimas no sean aquellos que se lo creen, sino quienes realmente no han conocido otra situación que esa, la de sufridores de desmanes por cuenta ajena…
No penséis que soy una descerebrada que vuela por otros mundos. Soy testigo de que en nuestro país la situación está siendo francamente difícil para muchas personas y me esfuerzo en aprender con ellas a superar las dificultades, pero no puedo dejar de preguntarme si, en mitad del cabreo nacional que se ha instalado en nuestro ánimo por las injustas medidas gubernamentales, (o porque vemos las barbas del vecino en trance de afeitado) somos conscientes de que el mundo se desangra allende los mares y que el derecho a la vida digna: educación, sanidad, cultura… no posee el mismo valor en España que en Zambia, Zimbawe, Chad, Etiopía o Haiti, por citar algún caso.
Eso sí, a nivel particular y pese a que también me toca pagar las consecuencias del derroche consumista imperante, estoy convencida de que tengo que ser más austera y perder poder adquisitivo (termino asquerosamente autoritario que debería estar abolido en la causa del Reino) por el bien de la mayoría de mis hermanos.
No callaré, seguiré denunciando la injusticia en la medida de mis posibilidades, persistiré reivindicando la justicia, me sumaré a cuantas campañas se propongan para defender al débil dentro o fuera de las fronteras nacionales (aunque mi Dios no entiende de límite de dignidades), pero en primer lugar miraré mi interior donde, tal vez acostumbrada al acomodo de vivir sin sobresaltos, la fraternidad, la solidaridad y la empatía se han ido cubriendo de un cierto tinte roñoso.
Hace un año, aproximadamente, un amigo mio me comentó que estaba leyendo un libro que les había recomendado el presidente del banco en el que él trabaja durante una reunión de directivos. Me dijo que el libro era muy bueno. No recordaba en ese momento exactamente el título del libro pero yo tuve una intuición y le dije si se estaba refiriendo al libro de Nassim Nicholas Taleb “EL CISNE NEGRO”. Efectivamente se trataba de ese libro (que yo ya había leido y que me parecía sumamente interesante). En plan jocoso le dije que me extrañaba que su presidente les hubiera recomendado su lectura porque estaba convencido de que la lectura no formaba parte de su tiempo de ocio porque él mismo se guía por su propio slogan que dice que “lo que no son cuentas son cuentos”.
En cualquier caso este libro viene bien para hablar de la actual crisis. Todo el mundo habla de la crisis pero todo el mundo se olvida de que esta crisis tiene nombre y apellidos. Esta es una CRISIS FINANCIERA. O sea que nace, crece y se desarrolla en las entidades financieras. Por qué? Pues porque las entidades financieras llevaban asumiendo desde hace mucho tiempo unos riesgos y poniendo en circulación unos productos financieros que eran puramente especulativos. Por eso los paises que más están padeciendo esta crisis son los paises ricos donde la economía es esencialmente financiera. Esta crisis no la ha provocado la industria, ni el comercio, los serrvicios o la agricultura; la ha provocado la banca o, como sostiene el profesor de la Universidad de Massachusest Nassim Nicholas Taleb, los economistas. En el Cisne Negro Taleb afirma que los economistas no saben nada de economía. En la página 27 del libro se puede leer lo siguiente: “… determinados profesionales, aunque crean que son expertos no lo son. Si consideramos los antecedntes empíricos, resulta que no saben sobre la materia de su oficio más que la población en general pero saben contarlo mejor, o lo que es peor, saben aturdirnos con complicados modelos matemáticos. También es más probable que lleven corbata”
La tesis del libro es que los economistas son icompetentes para hacer predicciones sobre cómo va a evolucionar la economía entre otras razones porque se está hablando del comportamiento de la gente y eso siempre es imprevisible. Sin embargo las grandes empresas y sobre todo los bancos tienen siempre a disposición los estudios que realizan los expertos para ellos de cómo se va a comportar tal o cual mercado y esos estudios son los que le dan la pauta para sus inversiones o sus actividades empresariales.
Estudios que se pagan a precio de oro, como dice Taleb, aunque muchasd veces yerrran de parte a parte. Pero no pasa nada; siempre hay una justificación.
Estos teóricos de la economía, (gente generalmente joven pero con muchos master y que por consiguiente no saben nada de comportamientos y reacciones sociales) en cuyas manos estamos, son incapaces de predecir lo improbable. Pero lo improbable, como demuestra Taleb, es lo que realmente produce impacto y puede hacer cambiar el rumbo.
Pone un ejemplo muy curioso. Un pavo recibe diariamente su porción de comida por parte de su propietario. El pavo (como cualquier economista) hará su predicción sobre su alimentación y se queda tan tranquilo. Pero resulta que la víspera del día de acción de gracias, su dueño lo mata. El pavo no había previsto que su alimentación era regular y copiosa porque su destino era engordarlo para servir de alimento en la cena del día festivo por excelencia en USA.
Estos economistas, en cuyas manos están los grandes financieros (dicho sea lo de grande no en relación a las personas, muchas de las cuales son tan mediocres como cualquiera de nosotros, sino a las empresas) fueron incapaces de predecir la caida del mercado inmobiliario o de algunas entidades financieras o de seguros, aunque todos ellos siguen cobrando por sus estudios cantidades astronómicas por decir obviedades (doy fe de ello). Aunque todos ellos, como diría Taleb, llevan corbata. Si fueran realmente expertos habrían apuntado la inminencia de la debacle financiera que se nos venía encima y nadie lo hizo.
Como tampoco nadie fue capaz de prever la caida del muro de Berlín o el fin del comunismo en Rusia.
Termino con una frase de Taleb: ” A cualquiera que cause daño por culpa de sus previsiones se le debería tratar como al loco o al mentiroso. Algunos previsores causan más daño a la sociedad que los delincuentes. Por favor no conduzcamos un autobús escolar con los ojos vendados”.
El problema, José Ignacio Calleja, es que hay un cúmulo de buenas intenciones y lugares comunes que habría que matizar mucho. Se ha hablado mucho ya de la mejora del mundo pero no llegamos a acuerdos. Y el cuento de caperucita y el lobo lo dejo para Blancanieves. Una pregunta jarro de agua fría: ¿Qué hace suponer a algunos que pueda existir un mundo equilibrado? ¿Un profundo deseo de que eso ocurra? No basta. Si donde hay más de dos aparece el conflicto. Y por otra parte, anda que no hay parasitismo tal como estamos como para hablar de cosas tan peregrinas como esa de dar a cada uno según su necesidad, etc. ¿Quién da? ¿A quién ponemos de dador universal? ¿Quién evalúa las capacidades? Ya hubo un chiringuito así y lo cerraron por derribo. Pero la burra siempre vuelve al trigo.
¿Sabemos siquiera sea aproximadamente, de qué pasta está hecho el ser humano? ¿Seguro que un salario vital (de esos que hablan) no será una escuela de parasitismo? ¿Al ser humano hay que dárselo todo mascadito? ¿Dónde está esa otra estructura social mejor que la actual y útil para que el ser humano avance? ¿De verdad creen que si se quita a los que más tienen y se da a los que menos tienen, cinco minutos después no estaremos igual? ¿Seguimos todavía con la cantinela esa de pretender uniformar al ser humano y ponerle puertas al campo? ¿A quién ponemos de “seguratas” para disuadir comportamientos parasitarios y hacer cumplir las leyes? ¿Qué hacemos con la creatividad humana que es la palanca que mueve el mundo? Podríamos estar días y días enumerando todo lo que hace imposible que el ser humano transite por la senda de una supuesta mayoría de edad que no se ve por parte alguna. Y cuando el ser humano sea mayor de edad en serio, mayor dificultad habrá para llegar a un acuerdo porque encima de cada cabeza hay un sombrero distinto.
De manera que para estar de acuerdo en soluciones hay que estar de acuerdo en diagnósticos y en la definición de cada cosa. No basta con tópicos para que la gente se adhiera a una causa. No basta con preguntar si estamos de acuerdo en hacer algo. Algo sí, pero no cualquier algo. Y menos algo en la línea de intentonas que ya han fracasado.
¿Cuántos milenios llevamos zancajeando por este mundo que no es de color de rosa?
Al igual que hay algunos que no creen en Dios y dan clases de teología y espiritualidad (que creen ellos que las dan), yo no creo en caperucita y el lobo y por lo tanto no creo en soluciones mágicas para un mundo milenario. No se trata de estar en contra de mejorar el mundo, sino que no se ven soluciones sino revanchismos, envidias, malentendidos, cobardías, falsos complejos de culpa, paternalismos tardíos, etc. Mientras los promotores de otras vías no desciendan al suelo de las soluciones prácticas pueden tirarse unos cuantos milenios más criticando lo que hay. Hacen falta soluciones que no sean una mera partida de juego en el tablero ideológico para ver quién engaña más para llevarse el gato al agua.
“”que el sistema practicado hasta ahora debe ser desechado con toda rotundidad,””
Muy bien, Ana, y con éso ya tenemos aclarado el 50% del asunto ¿ te parece poco?
Pero claro, si después de encontrar el mal, nos empecinamos en seguir con el mismo sistema ¿ cómo coño vamos a curarnos del mal? Nadie, en su sano juicio, continuaría un negocio ( hablamos de dinero) con un sistema que le acarrea pérdidas. En cuanto un negocio comienza a ser deficitario, cuanto antes se cierre mejor y cuanto más se empecine en las pérdidas más ruina traerá a los dueños del negocio.
Todos y todas estamos metidos en éste negocio llamado España. Tanto los directivos como los empleados sabemos, con seguridad ya, que el sistema que se viene utilizando desde hace décadas es inviable. Lo era en la época de ” vacas gordas”, puesto que se sabía que iba a reventar por algún lado. Ahora que ha reventado ¿ se pretende mantener el mismo sistema que nos ha llevado a la ruina?
Pues menudos negociantes estamos hechos…
Le darán mil vueltas más y la perdiz acabará tan mareada que no tendrá más remedio que rendirse a la evidencia: EL MARXISMO.
Mientras la perdiz se rinde, los que creemos en el marxismo hemos aprendido a sobrevivir en el sistema equivocado. Eso es lo que les jode a los capitalistas. Consumiremos lo imprescindible y generaremos el trabajo imprescindible para nuestra subsistencia. Animaremos al DECRECIMIENTO y al consumo responsable. Y aguantaremos mucho mejor que los capitalistas, puesto que ya estamos tan acostumbrados a apretarnos el cinturón, que una vez más es cosa normal en nuestras vidas.
Lo jodido es que ahora serán ellos, también, quienes se han de apretar el cinturón. Veremos quien aguanta más. Esto ya es a ” vida o muerte”, señores capitalistas. Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios.
Buenas tardes, pues.
Confieso estar saturada por una parte y abrumada por otra con este problema que se nos ha echado encima y que nadie sabe cómo y por dónde podemos escapar.
Lo que se ha hablado y escrito por parte de políticos, expertos en la materia, periodistas y cualquiera que tiene a mano un medio de comunicación (parole, parole parole) es lo me produce este mi estado de ánimo. Por otra parte ves cómo cualquiera que pasa por la calle se atreve a opinar con un desparpajo digno de cualquier catedrático/a de economía. Tengo la impresión de que, al igual que cuando se juega el mundial de futbol, todos los españoles saben más que el árbitro, sobre todo si el equipo nacional pierde.
A nivel mundial parece que el causante de la crisis ha sido el sistema capitalista desbocado y sin que nadie lo haya controlado (que son dos cosas diferentes). Los entendidos dicen que si esto no se corrige, volveremos a las andadas cuando menos nos lo esperemos. Y parece que los remedios que se están buscando es volver a las andadas, por ejemplo vendiendo deuda pública a los especuladores (al precio que ellos digan), lo que llaman sarcásticamente el mercado de valores, entre otras lindezas.
El (señor)Aznar ya se ocupa en los medios internnacionales de rebajar la solvencia de España para que nuestra deuda pública se cotice al alza y así nos arruinemos lo antes posible, que él y su familia ya tiene la vida bien resuelta.
En España es donde parece que las cosas están más claras, el causante de este desastre es Zapatero y por tanto, todo el mundo practica el deporte de “palos al mono”.
Hasta ahora nadie da con la clave para salir de este pozo en el hemos caído, lo cual indica lo complejo de la situación. Aunque en los medios se nos presente como una simpleza que se resolvería quitando a Zapatero y poniendo a Rajoy y, añado yo, que éste se tire 10 años echándole la culpa a Zapatero de porqué él no es capaz de resolver el problema.
Castillo propone unión para salir de la crisis, pero ¿quiénes debemos unirnos, en qué y cómo? Creo que quien nos contestase a estas preguntas, sería objeto de candidato al Nobel.
Lo único que yo tengo claro es que el sistema debe atender primero a los más necesitados, y que el sistema practicado hasta ahora debe ser desechado con toda rotundidad, cosa que dudo.
Podemos equivocarnos en lo que vemos, y no estar de acuerdo en cómo hacer algo, pero primero hay que mirar. Hay que mirar. Hay que mirar desde los últimos. Para ver algún posible cambio, hay que mirar, ser “honestos con la realidad”: desde abajo, pudiendo perder de mi parte, sin ignorar las relaciones y las estructuras de pecado, objetivando los hechos, deseando el cambio necesario de lo que sea, sin sacralizar nada en el sistema social. Sólo las personas somos sagradas. Lo demás son reglas y convenios revisables al servicio de todos. Lo dice la democracia y lo dice la ética. En fin, qué sabemos, y qué podemos, y a qué estamos dispuestos y en qué creemos para perserverar siempre. Saber, poder, querer, creer. Digo todo esto para exponer que un cristianismo sin capacidad de creer y exigir algo nuevo y mejor, no quimérico pero sí más justo y desde los últimos, es un fracaso en sí mismo. Y una economía que no pueda mejorar esto para todos, en cuanto a las necesidades más básicas de la dignidad, es una ideología seudociéntifica ridícula y maligna, y para el cristiano, un mal mayor que no merece ningún respeto jurídico en una democracia. Así que aplinquénse los economistas y políticos, y el movimiento civil, a qué hacer, y no nos cuelen sus intereses, servidumbres y parálisis como la inevitabilidad científica de un saber para expertos, cuyo primer mandamiento técnico es inmoral: mi modo de vida es innegociable e irrenunciable; y todos pueden vivir como yo si respetan el crecimiento a mi manera. ¿Las víctimas? Las menos posibles y, además, ¿quién tiene la culpa de que el mundo “mejore” tan despacio? Qué pena oir estas cosas entre gente de bien, y de fe, y qué inaceptable entre gente con saber social, de vuelta de todo, sin haber intentado nada. Porque la pregunta no es si hay alternativa social, ¡siempre hay alguna!, sino: ¿estás tú dispuesto a buscarla conmigo y a pelear con seriedad por ella, o, por el contrario, la fe en su negación, la idolatría de que no hay otra alternativa es el dogma social de tu pensar, decir y hacer? Al final estamos hablando también de en qué o quién creemos, y en ello, ya hemos dicho si se puede o no contar con nosotros para algo nuevo y mejor, o sólo para lo mismo, y los mismos, y con la buena conciencia de “no hay alternativa, ni puede haberla. Cada uno es culpable de su desgracia”. ¿Alguien cree que vamos a reconocer esta barbarie moral y técnica? Saludos.
Todos hablamos de posibles nuevos sistemas económicos, pero nadie es capaz de diseñar ninguno. ¿Donde están las grandes cabezas pensantes y bien amuebladas, como se dice ahora?. Cierto que el capitalismo hace a los ricos que cada vez lo sean más y a los pobres, igual. Pero ¿cómo crear un sistema nuevo, partiendo del actual? Ello necesriamente supondrá sacrificios, más grandes de parte de los que más tienen, y, ¿cómo se hace eso?. ¿Cómo compensar al que más se esfuerza o más trabaja y penalizar al que menos lo hace?. ¿Qué es “dar a cada uno lo suyo”, la definición de la justicia romana? o, ¿dar a cada uno según sus necesidades?. Lo tenemos crudo. Me gustaría oir a Jesús de Nazaret dándonos su opinión sobre la estructura de nuestro sistema capitalista. A los mercaderes del templo les tumbó sus chiringuitos, pero ¿qué haría ahora?.
Buenos días a todos,
Es evidente que un análisis profundo de la sociedad en la que vivimos nos puede permitir darnos cuenta que no es cuestión de que en la actualidad no haya alternativas, sino que, si queremos sobrevivir -háblase de cambio climático y economía sostenible- no queda más remedio que buscar nuevos sistemas económicos…
Es cierto igualmente que cuando hablamos que las líneas económicas de los estados las están trazando los grandes poderes económicos, no estamos diciendo nada que no sea real, otra cuestión bien diferente es que se puedan paliar para ciertos sectores sociales, en absoluto, salva a las grandes masas empobrecidas, tanto del Tercer como del Primer Mundo…
Nuevamente, es caer en la cuenta de la realidad en la que nos envolvemos…
Saludos a todos,
Parece ser que José Mª. no dice que haya que luchar contra el sistema sino poner cada uno de su parte para salir de esta crisis que amenaza con engullirnos a todos. Y si lo que quiere decir es otra cosa tanto peor para su currículum. En España estamos mal pero estaremos mucho peor todavía. ¿Dónde está la alternativa al sistema capitalista? Ni existe, ni se la espera. Hay muchas palabras vacías, mucha crítica, mucha manía con una supuesta confabulación del capital organizado (una categoría en la que por definición cada uno va a su bola). La táctica del avestruz ha hecho fortuna pero da igual: no hay alternativa; fracasó ya y algunos no se han dado cuenta.
¡Paz a todos!
Como dice en este artículo José María Castillo a esta economía capitalista, como a muchos elementos de esta sociedad, incluida la forma que teníamos de entender hasta ahora la religión, está llegando a su fin, entre otras razones, porque ya no puede responder a los grandes desafios que tiene planteado este mundo: hambrunas, cambio climático, relaciones laborales y económicas…
Todos estos elementos que tienen nuevas preguntas, ya no las puede responder el sistema económico capitalista en el que nos movemos y existimos, valga la frase, y deberemos, si queremos seguir viviendo, en otros paradigmas, ¡estos ya no valen!… Lo empezó a demostrar la crisis del 29, setenta años después la historia se repite, con una crisis más aguda, si cabe… De esa se salió mediante la violencia, de ésta, tenemos que salir con nuevos parámetros y con nuevas ideas que hagan posible la Vida en esta tierra.
Saludos a todos,