Invitado por María A., hace poco, ví un vídeo de Eckhart Tolle a quien no conocía en absoluto. Veo que se puede encontrar ahora completo (109 minutos) en Webislam. Del vídeo y de este “maestro”, que vivió de niño en España, es de quien nos habla hoy Luis. Mi experiencia personal es que hay mucho de él que se puede integrar en el trabajo espiritual de cada uno. Mejor integrar que debatir. Pareciera que hay contraste con la invitación de Légaut a hacer memoria de lo vivido, del pasado que somos. Pero no, si se atiende a la insistencia de Marcel en el hacerse presente a la realidad que soy yo y es el otro. Y si a Tolle no se le interpreta fanáticamente como receta milagrosa para todo. A.D.
Si estás enlodazado en el lodo del mundo
Piensa: la vida aún te quiere, está vivo.
Y piensa en el loto, se eleva desde el fango.
Elévate tú también, y el tiempo disipará
tus recuerdos de fango.
¿Cómo lo haces? Prestando atención a lo que haces.
———————-
Lo he visto pasar en sueños…
Buen cazador de si mismo,
Siempre en acecho.
Cazó a su hombre malo,
el de los días azules,
siempre cabizbajo…
A. Machado
———————–
Escribimos, leemos, pensamos y hacemos, sin percatarnos de que estamos como la ardilla en su jaula circular, o de que somos como un perro que persigue furioso su rabo.
La inmensa mayoría de nuestros males obedecen a que estamos encerrados en un círculo vicioso que comprende desde el pasado al futuro, y del futuro al pasado. Pero el presente que contiene la eternidad y la vida, obsesionados con el pasado o el futuro, ni lo percibimos.
Del vivir en el presente puede hablaros. Eckhart Tolle. Un maestro del espíritu, no adscrito que yo sepa, a ninguna religión.
Muchos lo conocen sin duda y ya sabia yo algo de Tolle. Resido relativamente cerca de Barcelona. Aunque no pude asistir a la conferencia que dio no hace mucho tiempo en esta mi querida ciudad, sí pude ver el video de su enseñanza hecha en un esforzado castellano.
Después me prestaron uno de sus libros “El poder del Ahora” (Más de tres millones de ejemplares vendidos). Antes de tenerlo leído por la mitad, ya encargué me sirvieran dos ejemplares. Uno para regalar a una persona muy querida por mí, el otro para leerlo y releerlo yo.
Sencillamente, es oro molido lo que trae el libro, son palabras cargadas de verdad y poder. Leyéndolo comprendes que solo por la mente nunca te salvaras del sufrimiento, apunta a lo que hay más allá de la mente, y da unas sorprendentemente sencillas pautas, para que puedas acceder a tu esencia más profunda en base a que procures siempre estar presente en el presente temporal, que es donde no hay tiempo, solo presencia. Porque hace un segundo, ya es pasado.
Los libros de Tolle son bestsellers, y él es una celebridad, porque habla desde su propia experiencia. Porque vive y experimenta lo que explica. Él explica un experimento y la experiencia que trae pareja. Después, cada cual le puede hacer el caso que considere oportuno. Aquí hay gloria posible, pero no infierno. El infierno es nuestra vida de sufrimiento.
No se de donde he sacado, que en esta época nuestra de tribulación, es cuando aparecerían los bodhissatvas. ¿Quién es un bodhissatva? Eckhart Tolle. Justo lo que necesitamos. Nos da el grano espiritual y nos evita la paja que toda tradición contiene.
Necesitamos despertar a la felicidad más autentica, necesitamos autentica espiritualidad, nos evitaría el tener que drogarnos con Prozac.
Mientras la vida nos quiera, tenemos oportunidad de elevarnos del fangoso sufrimiento, que nos hace daño a nosotros y a cuantos y cuanto nos rodea.
Para todo el que beba de las fuentes orientales de la espiritualidad, y para mi, Dios no es ni padre ni madre. Es simplemente la divinidad numinosa e inefable. Y para encontrarnos con este Dios, Gran Misterio. No necesitamos acudir a templo alguno. Lo encontramos honrando y siendo conscientes. Del AQUÍ-AHORA. Tal como preconiza Tolle.
Como expresara en el siglo XII el poeta Sagyo: “Palpo aquí una presencia latente./ No sé lo que es./ Pero me brotan lágrimas de agradecimiento”.
ESO a que se refiere el poeta, es la divinidad experimentada. ESO, nos puede hacer ser felices, donde antes sufríamos. Y ESO, que es lo que realmente nos importa, no podemos entenderlo y cualquier nombre que le atribuyamos, es inexacto. Pero es posible experimentarlo. Y está al alcance de cualquiera. Basta la presencia en el presente. Basta la atención plena al realizar nuestros actos.
Lo siento mucho, pero he de cargar contra la teología: Los teólogos nos hablan de Dios. Hablan y escriben, y los escuchan y leen solo los que están tan perdidos como ellos. No necesitamos que nos hablen de Dios. Necesitamos manuales y maestros que nos indiquen el camino de la experimentación de la divinidad.
El epicureismo y su fundador Epicuro, consideraba vana y carente de sentido la palabra del filósofo que no fuera capaz de contribuir a aliviar, siquiera mínimamente, el sufrimiento de los seres humano.
Pues, como Epicuro, otro tanto, me atrevo a decir yo, de la teología. No solo de la filosofía.
Ejemplo de “teologia” util: Eckhart Tolle, apelando a nuestro entendimiento, nos habla convincentemente del cuerpo-dolor. Este cuerpo-dolor es el pasado gravitando sobre nuestro presente. Y nos dice que nuestro presente ya es el resultado de nuestro pasado. Por lo tanto el pasado que contenemos en nuestra memoria, es pensamiento muerto carente de realidad, igual el futuro, aún no contiene realidad. Todo lo que sintamos rememorando el pasado, huelga. Porque viviendo el presente, viviremos las consecuencias de los aciertos o los errores del pasado.
“Cazó a su hombre malo,
el de los días azules,
siempre cabizbajo…”
En el verso de Machado, veo lo que podríamos conseguir todos. Si nos decidiésemos a hacer, como el maestro Zen, que cuando comía, comía, y cuando dormía, dormía. Podríamos desenmascarar dos fantasmas carentes de realidad. El pasado y el futuro. En
El justo momento, en que no le suministremos energía vital, porque toda la volcamos en el presente.
Sí necesitamos de nuestra mente, simplemente para vivir. Si necesitamos de nuestra memoria y de nuestra imaginación. Obviamente, bien deberemos ponerlas a trabajar.
Es la trayectoria horizontal, la que contempla. Desde donde y hacia donde.
La presencia en el presente, contempla el como. Y es la trayectoria vertical. La que nos abre las puertas de la trascendencia, permitiéndonos neutralizar el sufrimiento.
La trayectoria vertical, es la salvación de la especie humana. Porque nos transforma en seres mas evolucionadamente civilizados. Quizá no seamos capaces de dejar de ser egoístas, pero al menos seamos capaces de comenzar a transformarnos, de la sencilla manera que apunto en este escrito.
[Nos llega este comentario de Carlos (?) a un artículo de hace más de siete años! No conocemos al autor ni al grupo de yahoo, también muy antiguo, al que invita. Pero el “gurú” Tolle es interesante. Si él mismo o alguien nos aclara quién es el “Carlos”, autor del comentario y moderador del blo, lo agradeceremos. Nota de Atrio]
Te invito a mi grupo sobre E Tolle. Es el más numeroso en castellano. Me gusta poder charlar con personas interesadas en lo trascendente.
https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/El_Poder_del_Ahora_de_Eckhart_Tolle_y_la_Nueva_Conciencia/info
Saludos.
Pero ¿por qué ver en Rodrigo un afán de machacar? Sinceramente creo más bien que trata de ser coherente en aquello que le hace ser como es. De fondo todos intentamos aproximarnos a la verdad y en Rodrigo está su forma singular que lo particulariza, así como en ti lo es de otra manera, Luis. No hay que ver enemigo ni rival en parte alguna, se es como se es, despojado de títulos y etiquetas. Si alguien pretende servirse de ellos, es sólo su problema, pero no le hagamos nuestro, porque la forma en que consideramos al otro, dice mucho de cómo nos consideramos nosotros en la vida y en lo que ponemos énfasis en ella.
Vale más reconocer lo bueno del otro y aceptar nuestra limitación en algún aspecto y no dar más vueltas. No podemos saber ni acaparar todo. Al contrario, puede darnos mucha tranquilidad aceptar que hay mucho que se nos escapa y que otros nos pueden dar luces.
Por lo demás, te quiero tal como eres. Un abrazo.
Asun:
Admito el tiron de orejas. Tal como he escrito. Soy consciente de que la polémica en cuestión, en el fondo, es una guerra de egos.
Pero no me da la gana, que un abogado mejicano, se mee, en un obrero español.
Hace tiempo, que observo, como procede Olvera, te digo, que creo sinceramente, que se relame de gusto, cuando hace prevalecer su opinión. Para ello, utiliza su fuerte, la de especialista en debates. Con “amigos” así, no hago el camino.
Vamos a ver, Luis , que querrá decir esto que copio:
“Al contrario, me parece que es el ego que sigue camuflado pululando, siempre sintiéndose cuestionado, acosado, peligrando su existencia inconsistente, a la que no renuncia a desidentificarse”.
No es lo mismo cococer y saberse de memoria a Eckart, que intentar vivir sus enseñanzas, …bueno sabiduría….
Un abrazo.
“
Rodrigo Olvera:
Debes estar acostumbrado a aplicar la coletilla, de la falta de argumentos.
Referente a contestarte o no, solo ha sido una vez, antes que esta. Pero esta si es la definitiva.
Luis
No es la primer vez que me dices que no me contestarás más. Ha sido la forma en que terminas cada debate cuando te quedas sin argumento. Seguido, claro está, con el argumento ad hominem. Bien está, pues; quedemos así
¡Ahí va! Entro al ordenador desde ayer a media tarde que salí de casa y me encuentro la larga discusión originada por mi torpeza.
Luis, reconozco mi desacierto en la formulación del juicio que emití sobre las afirmaciones del Sr. Llogari y te pido disculpas. Con todo, deseo dejar claro que no tuve intención de ofender al Sr. Llogari, ni mucho menos a ti.
A ti, Rodrigo, mi agradecimiento. Tu forma de razonar, tus maneras y tu talento dejan huella.
Un abrazo a los dos
Lali
Te estoy contestando, lo que ocurre es que no contesto lo que tu quieres.
Porque lo tuyo es que prevalezca tu opinión por sobre la del oponente. Como si estuvieses en un juicio.
Ya se la manera de que no discutamos. No contestarte nunca mas…
No estoy por la labor, de una guerra de egos. No tengo nada que discutir contigo. Y no es una huida, lo que ocurre es que eres pegajoso, te gusta demasiado la polemica. Guardala para tu profesión, te recomiendo.
“Cuál es ese consenso? ¿Quienes lo conforman? ¿Qué autores? ¿En qué obras?”
ojalá contestes