Tengo fama de hipercrítico, bien ganada, por cierto. Cuando muestro mi disconformidad crítica contra algún intelectual, político, o predicador cuyas ideas me parecen dolosas reacciono con rabia y con dolor casi como un perro al que hubieran pisado el rabo. Sin embargo, contra la opinión de quienes me acusan de acusador hiperbólico, tengo que […]
Comentarios recientes