Hemos empezado el año planteándonos los engaños del lenguaje. Pero de ahí se ha pasado a considerar el gobiernos de las corporaciones capítalistas (Boff) y la radical oposición entre capitalismo y democracia (Boaventura Santos). Ahora un ejemplo de cómo se cuela el capitalismo colonizador, incluso en gobiernos que se declaran socialistas e indigenistas, contra los verdaderos intereses de los pueblos.
Invasión motorizada del neocolonialismo deportivo en Bolivia
Un ejemplo estremecedor de los métodos que usa el capitalismo para engañar al pueblo, publicado en la Revista boliviana PUKARA de enero de este año.
-Una prueba más, y ya es comportamiento ancestral crónico, de que, admitida la falsificación de la realidad verdadera del valor y dignidad igual de TODOS LOS SERES HUMANOS como fundamento y base de deberes y derechos en tanto SUJETOS racionalmente LIBRES y RESPONSABLES, toda relación humana a lo más que conduce es a un radical desajuste y desorden en el que, a lo sumo, se puede llegar a remiendos de mal menor nunca seguros y eficaces, y nunca a la cosecha de LIBERTAD propia de la VERDAD, ni a la cosecha de PAZ que solo la da la JUSTICIA que, para ser justa, ha de ser radicalmente DISTRIBUTIVA entre y para IGUALES.
La opción clara, o inconsciente, por diversas circunstancias, por la competencia en la razón de la fuerza, no da para más, pues nunca la competencia y complicidad con cualquier poder, permite avanzar en la solidaridad de la fuerza de la razón para el BIEN COMÚN.
Puestos a buscar competición y logro de victoria ¿No sería ya hora, con mucho retraso, de competir en ver cómo, de qué manera y por quien o quienes se logra la victoria de que, en toda la Tierra, la HUMANIDAD llegue a ser humana?