10. Perplejidad y miedo
Las dos palabras con que Marcos puso término a su escrito sorprenden y confunden. Se trata de un verbo en imperfecto seguido de una conjunción: ephoboûnto gár (“porque tenían miedo”) (Mc 16,8).
Lejos de presentar un final feliz, este cierre transmite desencanto. Refleja la situación de unas personas congestionadas por las vacilaciones en un tiempo muy cercano a los acontecimientos que empujaron a Marcos a componer su relato.
Los seguidores del proyecto del Galileo permanecían entonces encapsulados en su decepción por el estrepitoso fracaso de aquel hombre a quien tenían como el líder mesiánico esperado.
11. Mujeres protagonistas
Las protagonistas a quienes están referidas estas dos palabras de Marcos son mujeres reales actuando en un entorno figurado. Marcos transmite un mensaje conjugando esos elementos. Da el nombre de las mujeres: María Magdalena, María la de Santiago y Salomé (Mc 16,1). Ellas poseen la clave que puede hacer saltar los cerrojos del error en que se halla encerrado el colectivo de seguidores. Pero las paraliza el miedo.
Pensando que el Galileo ha acabado en un sepulcro, habían acudido con perfumes al lugar que mejor representa un final irreversible. Pretenden disimular con apariencia de vida el hedor de una muerte cruenta e indeseada. Siguen pensando en Jesús como el líder davídico:
“¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado?” (16,6).
¡Y descubren que una tumba no es el lugar donde encontrarlo!
12. Cambio de ruta
Las mujeres no han hallado lo que buscaban: un cadáver. El vacío les mueve a reflexionar. Marcos describe la experiencia de esas mujeres sirviéndose de un personaje imaginario de aspecto triunfante y condición celestial que representa al mismo Galileo:
“vieron a un joven sentado a la derecha, envuelto en una vestidura blanca” (16,5).
Las mujeres, como el resto de discípulos, aguardaban la libertad a través de la consecución de un poder hegemónico. Comprenden, entonces, que esa es una vía muerta y que la liberación pasa por un cambio de ruta. La orientación acertada conduce a seguir los pasos del Galileo desde sus comienzos:
“Decid a sus discípulos y, en particular a Pedro: Va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, como os había dicho” (16,7).
Esa andadura representa la manera de encontrarse con él. Ese fue el gran hallazgo de las mujeres. Aunque al principio les asustara la empresa y callaran, regresan conscientes de que algo ha cambiado en su manera de comprender. El miedo las inmoviliza, pero sus pensamientos discurren ahora en otra dirección.
Marcos concluyó de ese modo su relato como acicate para sus lectores. Los enfrentaba, así, a sus propios temores proponiéndoles las vacilaciones que las mujeres tuvieron que superar. La realidad del evangelio de Marcos demuestra que las mujeres tuvieron el coraje de transmitir su experiencia sin olvidar declarar sus miedos. Fueron ellas quienes, con sus reflexiones vividas a tope, convencieron al resto de seguidores animándoles a dar el paso desde el miedo a la osadía.
Así acaba Marcos. No hay otros datos sobre apariciones del Galileo. No las consideró necesarias. Encontramos aquí el estrato más antiguo relacionado con este tema.
13. Evangelios recargados
A diferencia de Marcos, Mateo, Lucas y Juan cargan sus relatos de apariciones. Mateo corrige a Marcos. Mantiene la actitud miedosa en las mujeres, pero le añade una buena dosis de alegría para justificar la transmisión inmediata del encargo recibido del llamado en este caso: el ángel del Señor:
“Con miedo, pero con mucha alegría, se marcharon a toda prisa del sepulcro y corrieron a anunciárselo a los discípulos” (Mt 28,8).
El evangelio de Mateo habla de apariciones. Jesús se manifiesta a esas mismas mujeres (28,9-10) y, con solemnidad, al grupo de los once (28,16-20).
Lucas, que duplica el número de mensajeros (ahora son dos; Lc 24,4), amplia también detalles, comentarios, nuevas apariciones. Jesús se presenta de improviso, come, conversa con el colectivo de discípulos, les argumenta. Este evangelista incorpora además una novedad: Cierra su escrito con una escena en la que imagina a Jesús siendo transportado hacia el cielo:
“…y levantando las manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y se lo llevaron al cielo” (Lc 24,51).
Juan se desborda y dedica dos capítulos (20 y 21) con escenas de encuentros y largos diálogos entre Jesús y diferentes personajes. Se trata de relatos repletos de simbolismos y elementos figurados, en sintonía con todo su escrito.
En estos tres evangelios (Mateo, Lucas y Juan) encontramos otros estratos bastante más alejados de los hechos. En comparación con el seco final de Marcos, muestran contextos muy distantes y distintos respecto al del primer evangelio escrito. El contraste entre ellos indica que Marcos fue terminado y puesto a disposición de las comunidades en tiempos muy anteriores al de los otros dos evangelios.
14. Justificación de los recargos…, pero recargos al fin
Los relatos de apariciones sirvieron, entre otras cosas, como procedimiento para reparar la imagen deteriorada de los discípulos durante su convivencia con el Galileo. Fue también la manera de perpetuar, una vez desaparecida la primera generación de adheridos al Proyecto, la experiencia de triunfo tenida por las mujeres y posteriormente por el resto de seguidores.
Si hubieran ocurrido en realidad tales apariciones, Marcos las habría incorporado a su escrito. No había razón para omitirlas. Representaban un argumento de extraordinario valor a favor del proyecto de vida que el Galileo había defendido hasta el final y que el texto explicaba.
Marcos es anterior a los imaginados relatos de apariciones.
Durante el período de tiempo transcurrido entre la salida a la luz del evangelio de Marcos y el origen de la tradición oral relativa a apariciones, los lectores de su evangelio no necesitaron de las citadas manifestaciones extra-históricas de Jesús para adherirse a su proyecto. Les bastaba el testimonio directo, la realidad de su propia experiencia y la fenomenal pedagogía de Marcos.
15. Lectores de Marcos
De igual modo, los lectores de Marcos tampoco precisaban idealizar el nacimiento y la infancia del Galileo. Les resultaba suficiente conocer el trecho entre el arranque real de su actuación hasta el momento en que le arrancaron la vida.
Ese era el trayecto a recorrer de nuevo (“va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis”); justo el que aquellas mujeres y el resto de discípulos habían transitado con él llenos de miedo, atrapados en ideologías nacionalistas y sobrados de ambiciones de poder.
La cuestión es: ¿se puede determinar la fecha aproximada en que los primeros lectores de Marcos recibieron su evangelio?
En su segunda “tesis sobre Feuerbach y la Filosofía Clásica Alemana” (Bruselas, 1845) Marx propone que “El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento…”.
En la realidad la praxis sola no basta y ha de venir acompañada del pensamiento crítico que garantiza su constancia, su autenticidad. Cada uno tiene que hacer del evangelio su propio proyecto pero no puede ignorar el riesgo de subjetivarlo y poder hasta desnaturalizarlo.
En ese sentido la referencia al “Colectivo” se hace necesaria porque del mismo vendrá la crítica bona fides que garantice, no el predominio o la rigidez de la inmutabilidad dogmática, sino la progresión, la evolución de la visión, que haga posible la inteligencia o comprensión que guíe la praxis y a su vez encuentre garantía de autenticidad en el discernimiento de los motivos o los propósitos. La continua coherencia con los orígenes sin dejar de avanzar y crecer es natural al proyecto “Jesús” de cada uno que lo emprenda en su propio vivir.
Dependiendo de la sola propia experiencia uno corre el riesgo del mismo fallo que Marx le reprochaba no sin razón a Feuerbach que dependía solamente del pensamiento o del conocimiento teórico sin cuestionarlo críticamente poniéndolo en práctica.
Escuchando a la crítica externa—nadie posee la totalidad del conocimiento aunque lo ponga en práctica a su modo sin más—se puede contrarrestar la propia subjetividad para que no le pase inadvertida.
Este debió ser el rol que en Lucas Jesús asignara a Pedro una vez que se hubiera recuperado de su experiencia de traición. (Lc 22, 31-32) y—a mi modo de ver—precisamente después de haberla experimentado como humillación o como experiencia de humildad muy profunda. Judas no parece que pudiera recuperarse de otra experiencia aparentemente comparable.
Hola!
Leo:
“Marcos es anterior a los imaginados relatos de apariciones”
Pienso que Salvador Santos no emite opinión acerca de las “apariciones”.
Lo que le importa en su tarea investigadora es: “¿se puede determinar la fecha aproximada en que los primeros lectores de Marcos recibieron su evangelio?”-
Para ello echa mano de dos premisas:
UNA: “la fenomenal pedagogía de Marcos”
OTRA: “a sus lectores les bastaba el testimonio directo, la realidad de su propia experiencia”
¿o me equivoco?
Si no estoy tan equivocado ¿no convendría ponernos a pensar que también a nosotros podría “bastarnos la realidad de nuestra propia experiencia”?
¡Voy todavía! – Oscar.
¿Por qué prefiero a Marcos? Porque es el que más me habla de Jesús a mí y a mis circunstancias y me molesta la historieta de los Magos de Oriente y la Estrella sobre el pesebre tanto como el arbolito navideño aunque me causaran alegría los villancicos y todo el follón navideño si pudiera ignorar la alharaca que le añade su comercialización.
Me molesta la necesidad de judaizar a Jesús porque él hizo lo que pudo para que todas las naciones conocieran de su mensaje y le conocieran a él como mensaje—precisamente porque los suyos no le recibieron cuando estuvo entre ellos—y también me molesta el tratado filo-gnóstico “Juan” porque no soy experto en sutilezas y nací y crecí en una cultura que no le es afín.
¿Por qué me atrevo a dejar los otros tres de lado, al menos por ahora? ¿Por qué prefiero dejarlos a quienes se sientan más conformes o satisfechos con ellos o sepan cómo confiar en ellos? Porque trato de ser sincero y de ser veraz con lo que con la mente que tengo y los ojos con los que veo y sobre todo con la experiencia de ser Iglesia después de 70 años de vida y prefiero al Jesús cuya figura me parece menos manipulada. Pero sobre todo porque no me molesta la diversidad de interpretaciones si éstas engendran las esperanzas de un Mundo Bueno, aunque sea un Mundo Futuro
Las comunidades que originaron a Marcos, Mateo, Lucas y Juan, cada una de ellas tomó, quitó, inventó la información que les pareció real y necesaria para ellos y eso mismo es un modelo.
No predico nada, solamente comparto lo que espero confiadamente que sea cierto y quizás ocurrirá (a ese modo de vivir diciendo con la vida lo más fielmente a Jesús es a lo que llamo “fe”) y el Jesús cuyo retrato me puede más es el Jesús que me parece ver en el retrato Marcano. Y en ese sentido no hago distinto que lo que parece que hicieran las comunidades que redactaran a Mateo y a Lucas y hago también lo que parece que hiciera la comunidad que redactó “Juan”. Aquellas tomaron y dejaron y añadieron, es decir, se apropiaron a su arbitrio o según su necesidad del texto que vino a llamarse “Marcos” y ésta, la comunidad joánica parece que simplemente desechara a los tres.
Pablo parece que no hiciera otra cosa y cuando lo hicieron estaban los seguidores de Jesús aún muy distantes de toda esta necesidad imperial, o de controlar canonizando unos textos y excluyendo a otros, no importa las inconsistencias que tuvieran los seleccionados. La verdadera significación de los cuatro juntos es que la figura de Jesús quedara inabarcable, inagotable que no fuera encerrada en un marco ideológico.
No quiero vivir con miedo. No puedo creer por delegación o por el peso de ninguna autoridad auto-proclamada. Por lo tanto voy andando y seleccionando a sabiendas que me puedo perder algo. De cualquier modo si no selecciono y acepto por delegación lo que la autoridad seleccionara hace tantos siglos también me perdiera lo que esa autoridad desechara y todo el mundo conoce la historia del Canon.
Antonio Duato, gracias por tu intervención…y por tu interés….lo aprecio mucho..
Clarificando mi última internvención…cuando hablé de “experiencia personal”…no me refería concretamente a la “experiencia de la fe”…Esta por supuesto exige “lo personal” puesto la fe se vive y en ella vivimos…
A lo que me refería que lo mas importante actualmente es descubrir al verdadero Jesus..y esto no depende completamente de mis “propias experiencias”…por muy ciertas que nos parezcan….Yo puedo creer en las cualidades de una persona….y puedo hacerme una idea “subjetiva” de su verdadera identidad….pero puedo equivocarme…porque necesito mas criterios objetivos para llegar a su verdadera realidad…y mientras mas sepa de ella “externamente” por medio de sus amistades, compañeros de trabajo, etc. mas me acercaré a la verdad “personal” de aquel individuo..
En el caso de Jesus lo que está en el tapete es la validez y autenticidad de los evangelistas…de como ellos presentan la identidad de Jesus, de si ellos escribieron la verdad, si no mienten….Es muy loable que “creamos” en el texto de Marcos…sin embargo, Lucas, Mateo y Juan….no son novelistas…Tambien forman parte de la fe de la Iglesia primitiva…y no se les puede descalificar “a priori” como visionarios etc…Esto no tiene sentido en la mas moderna de la exégesis seria actual…..La lectura del Evangelio no puede ser hecha fuera de esta tradicion cuádruple del evangelio….No es lógica la teoría del “montaje”…Presentar a un Cristo irreal…atribuirle caracteristicas inventadas…no es solamente ilógico sino imposible…El Cristo que presentan los 4 evangelistas es el verdadero…..o este no existe….O es el del Evangelio…o resulta una figura intrascendente..y carece de verdadero sentido cristiano
En este sentido, Antonio, es que yo me refería a la experiencia personal…En ningun momento, quise decir que no tenía validez….En el caso de Cristo, para poder creer en El, hay que estudiar profundamente la fe de la Iglesia primitiva. Es ese consenso el que nos dará la clave que necesitamos para poder creer en la verdad
un saludo cordial de Santiago Hernández
A menudo me gusta orar sobre la mirada de Jesús y me sirvo del relato de la mujer que derrama sobre él perfume de nardos (Marcos 14, 1-9). Los demás hombres que presenciaban la escena se distrajeron con aquello que Jesús precisamente no prefiere: El costo del perfume, el derroche de dinero por el que condenan a la mujer…mirándola con menosprecio y reproche.
Jesús, por su parte, repara en la persona-mujer (o la mujer-persona), agradece que le reconozca, le mime, le quiera. La mira y al hacerlo debió mirarla con ternura. La reconoce como a mujer-persona (o persona-mujer) y por eso la protege y sale al paso de aquellos de sus acompañantes que quieren humillarla y los reprocha con dureza.
No me extrañara en absoluto que las mujeres siguieran a Jesús a todas partes y desde todas direcciones en un número significativamente grande y que le miraran con mirada de esperanza…o con cualquiera otra.
La mirada de Jesús, por otra parte, debió ser para todos pero sobre todo para la mujer, que era tan mal vista en su época, una mirada gratuitamente tierna, compasiva, restauradora de la dignidad.
Seguramente también se escogió discípulas y no solamente discípulos. Si eso no consta más claramente y mejor es porque las historias de Jesús fueron escritas por hombres y por hombres machistas. Me reservo el derecho de pensar que las que posiblemente sostuvieran rodando las narraciones orales mientras no comenzaran a aparecer las escritas, debieran ser fundamentalmente las mujeres precisamente porque no se sintieran defraudadas a su muerte, sino sufrientes con él.
De cualquier modo, desde el principio del movimiento que devino este Cristianismo tan a menudo opresivo, siempre ha habido en sus filas mujeres extraordinarias. Que constituya una organización mayoritariamente masculina que con toda intención haya excluido o hecho invisibles a las mujeres que la forman y que resista reconocerlas en la justa medida, no niega que Jesús sí las reconociera en su tiempo.
El hecho de que no pudieran ser ignoradas completamente y que hubiera que nombrar a algunas no demuestra que fueran pocas las mujeres que le siguieran sino que fueran tantas que no pudieran ser omitidas del todo.
Quizás para el cristiano y para el siglo actual—aunque André Malraux lo negara Carlos Alberto Floria aseguraba que el escritor francés le dijese en una entrevista en 1963 que el “siglo XXI sería místico o no sería” y Karl Rahner, según Teresa Forcades i Vila quizás parafraseó a Malraux al afirmar que el “cristiano del siglo XXI sería místico o no sería”—el mirar de Jesús constituya una clave para seguirle.
Como soy un romántico perdido imagino la mirada de Jesús como una mirada gratuitamente compasiva y tan humanamente sensible que pudiera reconocer—mirando como si lo hiciese táctilmente—dondequiera que hubiera alguien que (aun sin saberlo él o ella misma) le buscase con esperanza, como la mujer del flujo a la que no vio pero la sintió tocar el borde de su túnica aunque pasara inadvertida al resto que le acompañaba (Marcos 5, 24-34). Allí, de nuevo, como en casa de Simón el Fariseo, Jesús reconoce la presencia que los demás no advierten.
Hola Óscar
Veo tu ristra de preguntas:
“Pregunto buscando pistas para la Fecha:
¿Qué edad tendrían estas mujeres?
¿Era “oficial” de las mujeres el “perfumar, etc.” A los cadáveres?
¿Desde cuál y hasta cuál edad la mujer podía oficiar de “perfumadora, etc.”?
¿Aparecen estas mismas mujeres en otros relatos?
Si aparecen relatadas ¿en calidad de qué?
¿Hubo algunas “otras mujeres” que importaron a los relatores?
¿La madre de Santiago no es una matrona interesada?
¿Qué fue de ella?”
Había otras mujeres. Marcos indica que no eran pocas las seguidoras:
“…y además otras muchas que habían subido con él a Jerusalén” (Mc 15,41).
Lucas aporta otros nombres además de ratificar que le seguía un buen número:
“Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres… …Juana, la mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana, y otras muchas que les ayudaban con sus bienes” (Lc 82).
Desconozco datos acerca de su edad. A dos de ellas se las distingue por el nombre de hijos: la madre de Santiago y la madre de José. Quiere decir que podrían rondar la edad del Galileo.
No se perfumaba un cadáver ya sepultado. Sí era corriente usar algún aroma para disimular el mal olor de las tumbas. Conviene recordar que los romanos no dejaban sepultar en tumbas individuales a ningún crucificado. Para lo que quedaba de sus cadáveres se usaban fosas comunes. De todos los miles de crucificados por los romanos solo ha aparecido un clavo doblado con el trozo de tablilla usado para evitar que el pie pudiera salir de él.
Textos donde aparecen las tres que aparecen en el final de Marcos:
María de Magdala: Mt 27,56.61; 28,1; Mc 15,40; 16,1; 16,9 (apéndice posterior a Marcos); Lc 8,2; 24,10; Jn 19,25; 20,1.18). Su papel debió ser clave. No solo es la figura femenina que se repite en todos los evangelios, también aparece en El Evangelio de Tomás, el Evangelio de Pedro, el Evangelio de María y sobre todo en un tratado del s. III de origen gnóstico, Pistis Sophia. Hay también alguna nota sobre ella en el Diálogo del Salvador y el Evangelio de Felipe.
María la de Santiago (el menor): Mt 27,56.61;28,1; Mc 15,40; Lc 24,10).
Esta mujer no es la madre del hijo de los Zebedeos, a la que se nombra en Mt 27,56.
Salomé: Mc 15,40.
En el primer capítulo del libro de los Hechos se nombra a las mujeres como colectivo y se alude a María, la madre de Jesús con sus parientes:
“…perseveraban unánimes en la oración, con las mujeres, además de María, la madre de Jesús y sus parientes” (Hch 1,14).
Como habíamos señalado, los discípulos varones tenían la mente puesta en los puestos a ocupar cuando llegase el momento glorioso del nuevo Israel. La cosa se cuenta en el contexto de una aparición de Jesús:
“Ellos, por su parte, se reunieron para preguntarle:
– Señor, ¿es en esta ocasión cuando vas a restaurar el reino para Israel?” (Hch 1,6).
Abrazos
Jaja, Oscar, si se dice “la María la madre de Santiago y de José” contaríamos tres mujeres, si quitamos la y ponemos una coma, serían cuatro. Es lo de menos si son tres o cuatro.
Lo importante es lo que dices, la fidelidad y lealtad de las mujeres en los momentos más difíciles (una crucifixión romana, era lo peor que podría ocurrirle a alguien), y la traición de los hombres a Jesús marginando a las mujeres en la Iglesia.
Qué maravilla de comentarios y de erudición. Cuánto he disfrutado y aprendido con ellos. Sí, yo tambien leo a Crossan y me ha ayudado mucho a conocer la figura de Jesús de Nazaret. ” Jesús, historia de un campesino judío”, es estupendo. Pero, según los más entendidos, en éstos dificiles y apasionantes estudios, el libro que parece ser imprescindible es el de: John P. Meier. Creo que aún le falta un tomo por publicar. Así de en serio se toma Meier, el estudio sobre Jesús.
Vosotros lo habeis dicho, el Evangelio de Marcos, es fundamentál para conocer los primeros albores del Cristianismo. Y la participación tan fundamentál ,que en ellos tuvieron las mujeres.Parece que comprendieron muy bien y muy pronto, en que consistía el proyecto de Jesús. Muy pronto quisieron apartarlas. Y de ahí el mandato puesto en boca del ángel: “id, y decid a sus dicípulos, Y A PEDRO…..”. Cómo no. Habia que desactivar a las mujeres. Hasta el Vaticano 2º, sólo teníamos el Evangelio de Mateo, el canónico. Menos mal que hoy se tienen en cuenta hasta los Apócrifos, tan importantes en indicios. Y ahí, aparece Pedro, con sus protestas… sus celos…etc.
Hola ana!
Te copio de Atrio: “Traición y lealtad” – Salvador Santos, 21-Abril-2011
2. Las mujeres: Lealtad e iniciativa
Nada más producirse el fallecimiento de Jesús, Marcos advierte al lector respecto a testigos especiales de los sucesos:
“Había también unas mujeres observando de lejos, entre ellas María la Magdalena, María la de Santiago el Pequeño, la madre de José y Salomé, que, cuando él estaba en Galilea, lo seguían y le prestaban servicio; y además otras muchas, las que habían subido con él a Jerusalén” (Mc 15,40-41).
Sobresale un dato relevante: ¡Solo hay mujeres!
A diferencia de los hombres, ellas no han huido. Contemplan los hechos, eso sí, incapaces de comprender el trágico e inesperado final del carpintero de Nazaret. La expresión griega traducida por: de lejos siempre aparece en Marcos expresando separación ideológica a la vez que distancia física (5,6; 8,3; 11,13; 14,54).
Pero fijémonos en algunos detalles del texto:
En primer término, Marcos comienza por llamar la atención del lector respecto a la presencia de mujeres en el escenario de los hechos. No concreta quienes son; solo resalta su condición femenina y precisa su actitud: Observan. Se comportan como testigos de la dura realidad.
A continuación, nombra a cuatro (María Magdalena, María la de Santiago el Pequeño, la madre de José y Salomé). El número refleja su carácter representativo universal (el cuatro indica universalidad en el lenguaje simbólico del mundo contemporáneo a Jesús y a los escritores del NT). De ellas destaca su condición de seguidoras (le seguían) y su disposición a prestar ayuda (le prestaban servicio) (ver Mc 10,43-45). En contraposición a la traición de los seguidores varones, personifican la lealtad al programa del Galileo desde el principio hasta más allá de los límites marcados por la prudencia.
Por último, Marcos alude a un número indeterminado de las que, al igual que los discípulos, aunque sin muestras de ambición, hicieron con Jesús el recorrido desde Galilea a Jerusalén. Son mujeres cercanas al Galileo y con conocimiento exhaustivo de sus ideas.
Tras la muerte del crucificado, dos de esas mujeres, María Magdalena y María la de José, no pierden de vista el cadáver y observan el lugar de la sepultura:
“María la Magdalena y María la de José observaban donde lo ponían” (15,47).
Marcos ha adelantado que son momentos de oscuridad:
“Caída ya la tarde” (15, 42).
El sepulcro se convierte en foco de atención para las mujeres. En esta ocasión, serán tres las que acudan a él. Sus códigos de conducta indican que están centradas en el muerto. La adquisición de esencia de plantas aromáticas tiene por finalidad neutralizar el hedor del cadáver:
“María la Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarlo” (16,1).
Pero Jesús no está para embalsamamientos. La oscuridad ha desaparecido y despunta la luz que da comienzo a la nueva historia. Marcos ofrece apuntes al lector:
“El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro ya salido el sol” (16,2).
………………….
¡Voy todavía! – Oscar.
Voy a copiar la traducción de Juan Mateos: “Había también unas mujeres observando aquello de lejos, entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el Pequeño y de José y Salomé, que, cuando él estaba en Galilea lo seguían prestándole servicios; y, además, otras muchas que habían subido a Jerusalén” (Mr.15, 40-41).
Ya sabes que yo suelo copiar a los expertos. Pero se ve que había muchas, aunque en este adverbio no se nos dice si eran curiosas o eran discípulas.
Hola ana!
Gracias!
Te leo:
Marcos 15:40: También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,
¿Son 3 o 4 esas mujeres?
Salvador –contra lo habitaudo en el “ambiente”- muestra que son 4 y no 3.
Se trata de otra María “la de José”.
…………………
¿No aparecen éstas mujeres en los Escritos canónicos fuera de los 4 evangelios?
¡Voy todavía! – Oscar.
Oscar, copio los textos de las mujeres en los cuatro evangelios, algunas coinciden y alguna no. María de Magdala aparece siempre, pero observemos el texto de Juan: dice las mujeres que estaban al pie de la cruz, y de repente, cambia el sexo y, sin haberlo mencionado como presente, dice que vio al discípulo amado. ¿Realmente no sería la discípula amada, es decir, María Magdalena? ¿No sería que, desde muy pronto alguna mujer ya molestaba?, ¡Anda, que no ha dado de sí literatura extensa e intensa lo del discípulo amado!. Pero hablar de discípula amada, en mentes morbosas, hubiese dado otro tipo de juego. Ay, dios mío…, en todos los evangelios hablan de la cantidad de mujeres que estaban con Jesús y lo acompañaban, aunque fuese de lejos en su pasión, Jesús las busca para decirles que la cosa no se ha acabado con su muerte, etc. etc, pero eso de “amada” era muy fuerte ya entonces.
Y así seguimos, las mujeres fueron portadoras y mensajeras de que lo de Jesús seguía, pero han sido los hombres los que se han autodenominado portadores exclusivos del mensaje…..Ahí queda eso.
Mateo 27:55-56
55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,
56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Marcos 15:40
40 También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,
Lucas 24:9-10
9 Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
10 Y eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, las que dijeron estas cosas á los apóstoles.
Juan 19:25-27
25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Por lo que respecta al conocimiento intelectual o erudito de lo que se nos ha transmitido de Jesús, no sólo no hay que tenerle miedo, sino que, como dice Oscar, nos obliga a optar. Aproximarnos con la mayor certeza posible al hecho histórico, no sólo no va a degradar nuestra fe, sino todo lo contrario, la va a fortalecer librándola de ignorancias perniciosas, de supersticiones, de anulaciones racionales desde dogmas absurdos, contaminando, cuando no intoxicando víricamente el original. Ahí está la cara oscura de la historia de la Iglesia.
La Tradición, el senum fidei, no hay que despreciarlo a priori, sino someterlo a la crítica con las herramientas científicas que tenemos ahora. No podemos equiparar la Tradición a los evangelios. La Iglesia, guardiana de los textos originales, (aparte de que Jesús nunca ideó una Iglesia y menos jerárquica, comunidad de desiguales), debemos verla en su justo lugar en cada momento de su historia y, por tanto, también en el momento actual.
Indudablemente nos proporcionaría una seguridad inconmensurable creer a pies juntillas toda la interpretación que la Iglesia (generalmente el clero) ha hecho y hace del Evangelio, pero esto iría contra el mismo evangelio, ya que Jesús nunca querría la anulación racional de su discipulado, prohibiendo la capacidad crítica y analítica, a partir de un determinado siglo, sin opción alguna a seguir buceando con mayor conocimiento el mensaje de Jesús.
Como dije el otro día, cuanto más estudio, más consciente soy de mi ignorancia y más estimulada me siento a seguir estudiando y descubrir la cantidad de cosas que desconozco.
Mi querido Román, fue un placer haberte conocido en Madrid, al igual que le dije a Eloy, mejoras mucho en las distancias cortas. Y, precisamente, por haberte conocido de cerca y haber coincidido contigo en que atrio nos ayuda a cuestionarnos cosas que en de otra manera quizá no hubiésemos podido hacer, coincidente con la apreciación que hace Oscar entre ignorar y desconocer, me atrevo a dialogar un poquito sobre algo que dices.
Dices “Hasta ahora habíamos creído a pies juntillas que cristiano, cristiana son aquellas personas que “se ponen” al servicio del Señor Jesús, pero existe en la actualidad la tendencia a considerarlas sólo si “se adhieren intelectualmente” a Su Mensaje, reduciéndolo a una simple cuestión de elaboración humana.
Jesús deja de ser Salvador, convirtiéndose en objeto de imitación. La salvación se reduce así a la redención de la humanidad en su proceso de humanización”
¿De verdad crees que la adhesión intelectual, la imitación y la redención humana son incompatibles entre sí y con la condición de discípul@ de Jesús?
Yo pienso que Jesús no desea ser servido si no es en l@s más débiles “cuanto hicieseis por un@ de est@s pequeñ@s, conmigo lo hacéis”. Y, por otra parte, ya hemos dicho en alguna ocasión que es muy difícil saber si lo que dicen que dijo Jesús, fueron sus palabras o su mensaje captado por el escritor correspondiente, en cambio creo que nadie discute su praxis, y su praxis consistió en salvar a la gente que andaba por esta tierra. Salvador Santos lo explica muy bien en su último comentario con eso de “tu fe te ha salvado”.
Hola!
Leo:
“ Marcos (Mc 16,1) da el nombre de las mujeres:
+ María Magdalena,
+ María la de Santiago y
+ Salomé
Pregunto buscando pistas para la Fecha:
¿Qué edad tendrían estas mujeres?
¿Era “oficial” de las mujeres el “perfumar, etc.” a los cadáveres?
¿Desde cuál y hasta cuál edad la mujer podía oficiar de “perfumadora, etc.”?
¿Aparecen estas mismas mujeres en otros Relatos?
Si aparecen relatadas ¿en calidad de qué?
¿Hubo algunas “otras mujeres” que “importaron” a los Relatores?
¿La madre de Santiago no es una “matrona interesada”?
¿Qué fue de ella?
………………………….
En algunas cosas como éstas estoy pasando del “desconocimiento” a la “ignorancia”; quiero decir:
El “Desconocer” tiene algo de inocente; no daña ¡Tantísimas son las cosas que “des-conocemos” y sin embargo podemos seguir vivitos y coleando;
en cambio:
El “Ignorar” nos coloca en la alternativa perpleja de tener que elegir: mirar pa’ese lado o pal’otro. Ignorar es un “no saber lo que se tiene que saber” a riesgo de adaptarse a la ignorancia.
¿Será por eso que ando por la vida con ojos perplejos llenos de preguntas?
Y así ¡Voy todavía! – Oscar.
………………
PS.: el encuentro con un “aprojimado” siempre es un riesgo vital que corre el YO; por eso se inventó el “saludo” (técnica de aprojimación).
Tal vez las averiguaciones que Salvador nos presenta en cuasi impoluta exégesis nos estén arañando el YO desconocedor dejando en carne viva al ignorante; o, tal vez no.
Solo como aclaración de algunos conceptos:
1. Como habéis podido comprobar, en mi artículo no aparece ni una sola vez la palabra ‘resurrección’. Procuro no confundir el concepto ‘resurrección’ con el de ‘apariciones’. La confusión puede conllevar el riesgo de cerrarse a comprender la distinción entre ambos y el significado de cada uno de ellos.
2. Uso el término ‘fe’ en su sentido más común en los evangelios: adhesión al proyecto del Galileo. La actividad ‘fe’ se conjuga con dos orientaciones, una individual y otra social. El concepto ‘fe’ reducido a ensimismamiento o abstracción religiosa o aceptación intelectual a unos dogmas es completamente ajeno al NT.
3. La ‘salvación’ de la que se habla en los evangelios está asociada a la fe (adhesión al Proyecto). En Leyendo a Marcos-20 del destilado de Óscar Varela sobre Un paso, un mundo, leemos en el comentario a las últimas palabras del Galileo dirigidas a la mujer que se desangraba
“esa fe tuya te ha salvado” (Mc 5,34).
“La maniobra realizada por la mujer, denominada por el Galileo como “esa fe tuya”, ha resultado clave para obtener la magnífica experiencia que nuestro protagonista resume al decirle: “te ha salvado”. La frase alude a la nueva realidad existencial que la mujer puede comprobar en sí misma. La salvación de la que habla el Galileo no se sitúa en la lejanía adonde no llega la experiencia, sino que se enraíza en la historia. Es práctica, real, perceptible, observable; tiene rasgos físicos y psicológicos; incluye la dignidad, el sexo, la igualdad, la libertad y, naturalmente, conlleva consecuencias sociales, económicas y políticas.
Esta salvación, que eleva a la plenitud humana, no viene desde fuera, se consigue dando el paso que renuncia a los valores del sistema y aceptando sin fisuras los propuestos por el Galileo”.
Abrazos
Tienes razón, Salvador Hernández, en que aquí cada uno puede exponer su opinión o manifestar su fe siempre que respete las manifestaciones de otros, escuchándolas e intentando entenderlas en el sentido más positivo, aunque se discrepe de ellas.
Y en tu larga presencia en este Atrio hay que reconocer que tú lo hs hecho así, aunque muchas veces tu manaera de exponer tu fe haya contrastado con la mayoría.
Lo que hoy me preocupa es que, en tu última intervención, según me parece, contrapongas “la experiencia personal” con la clarificación del verdadero mensaje de Jesús y con la búsqueda y aceptación de la “perla escondida” que es “el reino de Dios”. Y que esto lo digas por lo que expresa Mª Pilar, con mucho respeto, que esperaría en tus comentarios al hablar de fe más referencias a vida personal que a formulaciones dogmáticas y al hablar de la Iglesia no solo afirmaciones retóricas o apologéticas sino al barro y pecados de la institución que dice guardar en monopolio ese “tesoro” del depositum fidei.
La fe surge o desaparece en las personas, el reino de Dios está dentro de cada uno. No es seguir a Lutero insistir en que lo básico es esa búsqueda interior a través del conocimiento (el progreso de las ciencias de la interpretación histórica) y de las intuiciones íntimas (Dios es más interior a mí que mi misma interioridad, como decía Agustín) de la persona de Jesús y de la aplicación de su mensaje al hoy.
¿Hay más clarificación del mensaje de Jesús en las declaraciones de Nicea impuestas por un emperador, o cuando el papa Francisco denuncia -como dice Boff en el post con que me acabo de desayunar- que para el capitalismo neoliberal la persona humana es “un bien de consumo que una vez usado se puede descartar”?
Leyendo a Marcos -con Salvador Santos y otros exegetas- y a nuestra experiencia desde una profunda interioridad, muchos hemos descubierto y creído en el verdadero mensaje del galileo Jesús, que es ya hora de llevar a la práctica una verdadera alternativa al mundo: el proyecto de igualdad de todas las personas, contra los dominadores y segregadores poderes económicos, políticos y religiosos.
Y esto es creer de verdad en la resurrección de Jesús, prescindiendo de otros imaginarios tradicionales. La fe verdadera no se opone a la experiencia personal sino que la exige.
Me había propuesto seguir en silencio este hilo, aprendiendo y reflexionando,pero Antonio Vicedo me ha puesto las pilas, como de costumbre, admite y razona con tino el fondo de la cuestión del Galileo.
Significa algo que trasciende tambiéna Marcos, con final corto o con final largo en la búsqueda de esa supuesta identidad-distinta-a-los-otros-evangelios, que le da un mayor viso de autenticidad histórica.
También Santiago,que cambiando de lenguaje (sólo de manera de exponer) se acerca mucho, se hace más próxima e incluso hace más inteligible a Antonio Vicedo.
Hasta ahora habíamos creído a pies juntillas que cristiano, cristiana son aquellas personas que “se ponen” al servicio del Señor Jesús, pero existe en la actualidad la tendencia a considerarlas sólo si “se adhieren intelectualmente” a Su Mensaje, reduciéndolo a una simple cuestión de elaboración humana.
Jesús deja de ser Salvador, convirtiéndose en objeto de imitación. La salvación se reduce así a la redención de la humanidad en su proceso de humanización ( en el sentido en que yo siempre uso este término y que Antonio comprende muy bien)
A los discípulos y discípulas de Jesus, un solo grupo homogéneo, se le pedía, se le exigía como condición del Reino, el servicio a Jesús como base de su salvación fundamentada en su muerte y resurrección. (De ahí la necesidad de dejar constancia testifical, ocular, del hecho histórico)
Esta muerte y resurección, son las bases para la aceptación de Dios(que se revela en la Persona de Jesús) y constituye a su vez en la base o fundamento de nuestra vida y de nuestro servicio a Él.
La reducción de Marcos, no explica mucho de su contenido, como bien se pregunta Antonio. Una cosa es historiar y otra novelar,(para los críticos racionalistas) o presentar tesis, como se está haciendo ahora en ciertas corrientes teológicas, volviendo otra vez a otra suerte de contaminación cultural.
roman
No cabe duda que todos podemos opinar y especular en nuestro propio estilo..Yo he sabido respetar los “estilos” de todos los que participan por aquí y no solamente los respeto, sino que tambien admiro el interés de los que se toman el trabajo de escribir….y agradezco vuestros comentarios, aunque sean de crítica….
Sin embargo, no se trata ahora de nuestra experiencia personal, (la mía propia es tan larga que no vendría al caso ahora)…sino lo importante es CLARIFICAR el mensaje auténtico de Cristo…que es lo que está debatiéndose en el mundo de hoy y,……. por supuesto, es importante saber cual es “el tesoro escondido”….De este tesoro habla Jesus…cuando dice que el que lo descubre, en su alegría va y “vende todo lo que tiene y lo compra
….Porque del tesoro que habla Jesus es “el reino de los cielos” que tambien lo compara a un mercader que encuentra una perla fina…y tembien la compra….y a una red “que se echa al mar y lo recoge todo: una vez llena, la sacan a la orilla y sentados recogen lo bueno en los cestos y arrojan fuera lo malo” (Mt. 13,44-50)
Por eso, está en las manos nuestras comprar esta “fina perla”….este tesoro escondido….Por tanto, primero hay que descubrirlo….para despues adquirirlo….
Sin embargo, es necesario saber en que consiste este “reino”…necesario pues encontrar al verdadero Jesus..que predicaba este “reino” que trasciende este mundo….porque si el problema del ser humano es estar rodeados de injusticias por todos lados, hasta en nosotros mismos..ENTONCES Cristo propone un camino mejor…un camino que nos lleva al verdadero “reino” que no va a desaparecer…como un día desaparecerá este…un reino donde si habrá justicia…y donde se secará “cada lágrima”….donde el sufrimiento será el gran ausente….
Si leemos bien el mensaje de Jesus, encontraremos la respuesta a nuestras preguntas….El propone algo distinto, único….que el mundo busca…afanosamente….sin poder encontrarlo….cuando la búsqueda es falsa, por la vía equivocada, y cuando las intenciones son torcidas…..pero que se hace “luminoso” cuando encontramos y desvelamos “el tesoro” verdadero….Por eso, los pecados de unos, no son suficientemente grandes para encubrir la virtud de otros.La virtud de los buenos supera la injusticia de los malos…
Cristo, pues, vino a llamarnos…..diciendo: “venid a Mi, TODOS”, pero a….todos, sin excepción”, a todos los confundidos, los atribulados, los infamados, los calumniados, los inmisericordes, los que cargan la cruz, los injustos, los afligidos, los enfermos, los que agonizan etc. etc. ….
Solamente hay que buscar….porque el que busca, encuentra….Basta pues un momento de “luz”….y entonces existirá el momento de la “gracia”
Aprovecho la ocasión para desearles a todos mis amigos de ATRIO muchas FELICIDADES EN NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2014 saludos de Santiago Hernández
Conforme a la distinción tan grande y clara que parece ser deducible de esa primacia escrita del relato de lo referido al Galileo Jesús y que Marcos lo termina con esa referencia al miedo de las mujeres y la vuelta de los que quieran seguir lo de Jesús a Galilea, sin dar valor al hecho de la Resurrección, suponiendo su relato como añadido por influencia de los otros tres evangelios ¿No tendríamos que preguntarnos, desde el mismo relato de Marcos, si son también añadidos posteriores y acomodaciones “ad casum”, todo lo que en la narración encontramos como desbordando la pura y llana naturaleza humana, como lo referido en el bautismo en el Jordán; la transfiguración en el Tabor y su referencia a la resurrección (.. hasta que este Hombre resucite de la muerte) (Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y este Hombre va a ser entregado…lo condenarán a muerte….lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará) hallando en esto parecido a lo que encontramos de relleno en los otros evangelios?
Y dado de que el Hecho Jesús, no fuera solo y exclusivamente humano, tanto para l*s discipul*s testigos, como para nosotr*s ¿No es posible y razonable, sin negatividad, aceptar y afrontar como base de algunos (tal vez no todos) los relatos añadidos, como algo que necesariamente quedaba como campo para la fe de los testigos y de los destinatarios de su testimonio?
Admitido esto desde la perspectiva sobre la complejidad del Hecho Mesiánico ¿Por qué hay que concluir que lo que, por fe se adopta, es fuente y origen de alienación , o consecuencia de intereses desordenados de poder y dominio?
¿Acaso no está suficientemente claro en el lenguaje evangélico que la responsabilidad vital individual y comunitaria es quehacer inalienable en el marco de tiempos y lugares terrenales?
¿Por qué ha de predominar en nuestra búsqueda inquisitoria racional, tan apropiada a nuestra naturaleza y circunstancias, sobre la también capacidad de valoración, sin prejuicio de todo el valoe humano del Galileo Jesús, su Personal relación de Filiación Divina, con lo que conllevaría después ya de su muerte humana?
Llegado a este término la cuestión sobre la relación del evangelio de Marcos con los otros, me ayuda a centrar mi intención de fidelidad cristiana en mis comportamientos y actitudes vitales prácticas coherentes con el testimonio y mensaje de Jesús entendido lo más complicado,incluso inexplicable por trascendente, desde lo más claro y fácilmente inteligible humano, sin que esto reste lo más mínimo el agradecimiento al esfuerzo de cuantos investigan los modos tradicionales por los que nos ha llegado la BUENA NOTICIA del testimonio y mensaje de Jesús el Galileo: Dios con el Padre y el Espíritu.
Hola Óscar
Copio tus preguntas (dejo al margen las que te haces a ti mismo):
11. Mujeres protagonistas
Pregunto:
¿Fueron DES-PLAZADAS de la Escena de la Pro-clama?
a) ¿por qué?
b) ¿por quién (o quiénes)?
c) ¿cuándo?
d) ¿dónde(s)?
e) ¿se hicieron re.clamos?
– “¡Y descubren que una tumba no es el lugar donde encontrarlo!”-
Pregunto:
¿Hay algún tipo de relación entre este “descubrimiento” y la realidad “mujer” (que des-carta al “varón”) o es solo una constatación fáctica y coyuntural?
E intento responderlas en bloque.
Los discípulos varones seguían al Galileo con sus ambiciones puestas. Esperaban la conquista de un poder hegemónico en el que ellos ocuparían los puestos relevantes. Buscaban quitar de en medio a los dominadores para dominar ellos.
Las mujeres seguidoras sí confiaban en una sociedad donde el dominio no existiera. La sociedad deseada por los varones no representaba para ellas ninguna liberación. A ellas les valía la igualdad; no, el dominio.
Para los primeros, la ejecución del líder representó un fracaso absoluto. Punto y final. Se habían acabado las ilusiones del poder hegemónico.
En el caso de las mujeres resultó una decepción. Sin embargo, para ellas el proyecto seguía teniendo validez. Bastaba seguir los pasos dados por el Galileo. Sería la manera de encontrarse con él. Pero ¿cómo transmitir esto a quienes deseaban el poder a toda costa? Era un riesgo. Tener miedo formaba parte de sus dudas. Callaron, pero lo dijeron. Marcos es el mejor testimonio.
Las mujeres fueron las auténticas impulsoras de la praxis de una sociedad alternativa. Cuando los varones se sumaron a tal impulso no desecharon sus ambiciones de poder, lo que demuestra que aún no habían entendido el mensaje del Galileo. En la asamblea celebrada en Jerusalén (años 49-50) triunfaron tesis judaizantes, y Santiago, un pariente del Galileo, logró imponer normas judías a los griegos adheridos al Proyecto.
Las mujeres fueron relegadas paulatinamente a un segundo plano. Ellas exigían la igualdad; una sociedad sin dominio. Los varones reclamaban posiciones desde donde dominar. Tardarán en liberarse de sus ambiciones.
En la tercera entrega veremos datos significativos relacionados con las mujeres, útiles en orden a aproximarnos a la fecha en que se compuso Marcos.
Abrazos
Hola!
Leo:
13. Evangelios recargados
Y
14. Justificación de los recargos…, pero recargos al fin
——————–
Me pregunto:
· ¿Serán estos recargados lo que en n/tiempo comercial llamamos IVA (un Impuesto por el Valor Agregado)?
· ¿No son estos Impuestos-Recargos algo estructural en la vida personal y de convivencia?
· ¿Podemos (sin sentirnos in-dignos) poner nuestros propios “Recargos-impositivos” a la vida que tenemos –sí o sí- que vivir?
Entonces, aquellos “Recargos Impuestos” (Santa Tradición) ¿no nos son sino una Herencia que debemos honrar modi-fructuando con nuestros propios “Recargos” de nuestro tiempo impositivo?
¿No cobra entonces importancia la averiguación de Salvador acerca del TIEMPO-FECHA en que unas MUJERES Impusieron un VALOR nuevo a la experiencia del Galileo?
¡Voy todavía! –
Leyendo a Oscar y a George, pienso:
Si nos miramos en medio de esta marabunta que nos rodea por todas partes…
¿Dónde hay más vida (aunque sea precaria) donde nuestros corazones y anhelos se hacen más fuertes y nos dejan más plenitud?
Para mí, seguir el proyecto del Galileo, me hace mejor persona, me llena la vida… aunque a veces nos cause dolor, entonces le contemplo en su proyecto y Él:
¡Jamás se canso o abandonó a pesar de todos los pesares que recibió!
Cierto, le costó la vida; pero lleva en marcha más de dos mil años y sigue sembrando en los corazones, infinidad de esperanzas y posibilidades de cambio para este mundo aplastado por el dios poder, riqueza, egoísmo, esclavitud…
Prefiero estar al lado de los esclavizados, que siendo parte de los esclavistas.
Eso me regala un estar, (no exento de inquietud por lo torpes que somos y lentos en cambiar las posibilidades que este mundo tiene) una mirada, que ya de alguna manera goza, con la posibilidad de que llegue ese tiempo, donde los que lloran, sufren, son despojados…
Sonrían, tengan vida, puedan caminar sin ser atropellados y ninguneados.
Para mí, es suficiente; sin dejar de luchar porque este estado actual de nuestro comportamiento dormido, aletargado, parado…
¿Esperando qué…? ¿Que venga un salvador?
De alguna manera ya ha habido personas que han mostrado caminos diferentes para poder salir de tanto atropello; ya lo vivieron y su labor fue y es, muy provechosa y buena…
Cierto, ¡no! suficiente.
Mirando las religiones… sus montajes están alejados de los mensajes recibidos, que su manera de comportarse ha traído más dolor que justicia.
Quizá, si van cayendo más y más, como ahora podemos comprobar, de sus “cenizas” (purificadoras) pueda salir algo bueno.
¡Gracias por sus comentarios!
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Hola!
Leo:
10. Perplejidad y miedo
* Perplejidad
http://es.wikipedia.org/wiki/Gu%C3%ADa_de_los_Perplejos
La Guía de los Perplejos de Maimónides sostiene que la filosofía no era incompatible con la religión, sino concordante con ella.
La Guía de los Perplejos la escribió dirigida a aquellos cuyo espíritu está perturbado, pues no logran conciliar las conclusiones de las ciencias y de la filosofía con el sentido literal de las Sagradas Escrituras, por lo que, por no saber elegir, se encuentran vacilantes ante la ruta que deben emprender y en lo que deben creer.
Saben que la razón discursiva no agota los misterios del hombre y, al mismo tiempo, se niegan a renunciar a los recursos inagotables de la razón.
La Guía intenta conducir al creyente al reconocimiento de la santidad y la verdad de la Ley judía por medio de la filosofía. Mientras para el hombre vulgar la Ley es suficiente, el sabio necesita decidirse por la razón. sin embargo, no pretendió que la fe en la razón agotase las razones de la fe.
* Miedo (¿o Pánico?)
Pánico procede del griego Panikós.
Era la situación de miedo que le agradaba crear al semidiós griego Pan, quien solía aparecerse en las encrucijadas de caminos a los viajeros.
Aparecía con cuernos y extremidades inferiores de cabra, dando lugar a la iconografía cristiana del Diablo.
Cristianizándose una tradición anterior, hallamos aun beaterías con una pequeña capilla en las encrucijadas.
En Argentina han ido “tomando” las Rutas, algunas como “La difunta Correa” –en franca decadencia- y la en auge de “El gauchito Gil”, una especie de Robin Hood populachero. El “oficialismo” católico es más “monumental” por considerarse herederos patrimoniales de la snata-beatería.
………..
¿Alguien sabe cómo se puedes “salir” de la Perplejidad y del miedo, como NO dice Marcos que hayan salido los “seguidores” del Galileo ?
¿O SÍ, lo dice?
¡Voy todavía! –
Me pregunto si el fracaso del Galileo no encierra una profecía o quizás desbarro.
No hay modo de vencer a los poderes de ESTE MUNDO. Quienes los detentan no quieren cambiar ni los renuncian voluntariamente (Ernesto Che Guevara) y fuera absurdo que lo quisieran porque todo el mundo sabe que la muerte no permite llevar el equipaje y que todo queda y que tras de la muerte solo hay “promesas” y si el “proyecto” no fuese en realidad de ahora tanto como del futuro.
Dante colocó los poderosos en el infierno para amonestarles o veladamente les dijo sin saberlo no renuncien a vuestro poder porque no habrá nada tras de la muerte.
Según Jesús el “proyecto” es para los pobres (Bienaventuranzas) y los “desheredados de la Tierra”(Malraux) o los desenmascarados de la Humanidad (Fanon), los sinceros… Si esto fuese así fuera un consuelo y un motivo de aliento, aunque eso diera la razón a Marx (para quien creer sea solo el gemido de un corazón oprimido, un poco de opio que haga insensible el dolor de ser oprimidos a base de ofrecer esperanzas y promesas).
La vida parece que haya que vivirla haciendo el bien sin esperar nada a cambio y entonces la “compasión gratuita” (Tony Catalá) ni es pleonasmo ni es redundancia, es la naturaleza de la compasión jesuana, a diferencia de la de Buda.
Además queda el dictum modificado de Ezequiel y de Jeremías de que tengan “ojos para ver y no ven, e inteligencia pero no comprenden” (Cf. Juan 12,4) de la que el escritor excluye los oídos para oír (en la exegesis de Juan Mateos) es extraordinariamente sugerente. Las mujeres van y no reconocen aunque ven; tampoco comprenden porque llevan los perfumes y bálsamos como si no “esperaran” que la resurrección hubiese ocurrido o quizás “por si acaso”. Eso sí son las primeras en acudir y por tanto las más preocupadas por Jesús, pero aún pueden escuchar (otra vez el modelo apostólico de Juan con la mujer del pozo al comienzo del evangelio). Todo ello una especie de fracaso que solamente la promesa mitiga o quizás que invite a hacer el bien por el bien mismo y nada más.
Leído en conjunto (o en paralelo) estas experiencias parecen apuntar al significado del fracaso no como algo negativo o significativo del triunfo del mal sobre el bien, sino como promesa o profecía pero no más que eso.
El sufrimiento tiene solamente un poder o valor redentor y lo tiene no en la victima que sufre injustamente, sino sobre quien lo reconoce y se deje mover por él a la solidaridad con el que sufre.
En esta línea los versos de Machado (Saeta) debieran ser “cantar” de la fe “al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar…que todas las primaveras, anda pidiendo escaleras, para subir a la cruz!” desde luego con el deseo de deshacer su tormento (el propio representado en el de Jesús) desenclavándole y deshaciendo al Jesús del Madero…” para reencontrar al que “anduvo sobre la mar”, el Jesús triunfador porque ni siquiera los pobres reconocen.
No es que Jesús no hiciese su parte (escuchar escuchan y lo que Jesús más hizo fue “decir”) pero no importa los prodigios que haga ante sus ojos no podemos reconocer, no vemos y le hacemos fracasar porque Jesús quiere ser “revelación” lo cual demanda reconocimiento y no le reconocemos.
Hola!
Leo:
11. Mujeres protagonistas
Pregunto:
¿Fueron DES-PLAZADAS de la Escena de la Pro-clama?
a) ¿por qué?
b) ¿por quién (o quiénes)?
c) ¿cuándo?
d) ¿dónde(s)?
e) ¿se hicieron re.clamos?
…………………..
Leo el final:
– “¡Y descubren que una tumba no es el lugar donde encontrarlo!”-
Pregunto:
¿Hay algún tipo de relación entre este “descubrimiento” y la realidad “mujer” (que des-carta al “varón”) o es solo una constatación fáctica y coyuntural?
¡Voy todavía! – Oscar.
Hola!
Ordenando el tiempo disponible:
Entregas de UNA FECHA PARA MARCOS en Atrio.
Si se sigue con los MARTES: ¿tendríamos hasta FIN DE AÑO?
¿Habrá ENTREGAS los Martes 24 y 31?
Oscar.
Gracias Salvador. Me das una pista importante. No me doy siempre cuenta de que mi lado más flaco sea el de precisamente mirar desde y a través de unas lentes historicistas.
Por otro lado la crítica textual me atemoriza porque en la profesión que ejercí (lo he hecho por mucho tiempo) y que me “taró”, todo “texto”, hasta el mismo encuentro terapéutico, tiene solamente valor simbólico y has de recurrir a la “contratransferencia” del encontronazo de los afectos y la constante vigilancia de los mismos al menos en ti para poder server a tu paciente.
Comprender a Jesús es mi pasión, no creo exagerar si añado, desde el corazón humano que cargo, y solamente Marcos, por alguna razón me parece respetarlo. Lo contrario, el predominio de la forma literaria hasta llegar a la falsedad de la ficción, conduce a lo que por otro lado lamento tanto y es que cada época no haya vuelto a escribir su percepción del mensaje jesuano y entonces la función de Pedro y el sensus fidelium hubieran jugado su rol de crisoles y de contrastes en cada Iglesia.
Defiendo con fuerza la idea histórico-materialista de juzgar el pasado desde el presente porque al hacerlo solamente correspondemos a Jesús, quien sera benevolente y perdonador. Nos toca ser realistas y mirar a través de nuestras pasiones.
Confío poder descansar unos días en Navidad y miro con illusion poder concluir “Un mundo, un paso” leyendo más de continuo y calmadamente. Te deseo y deseo a todos en Atrio (lean mis majaderías tan largas o no) la mayor alegría en Navidad y un 2014 muy próspero en un gran abrazo.
Santiago amigo:
¿Lee alguna vez los arts.?
¿O a cada uno de ellos copia y pega sus comentarios que parecen servir tanto para un roto como para un descosido…?
Me encantaría encontrar en ellos algo de vida personal, no la retórica siempre repetida de la historia de la iglesia y sus buenos andares y “hechos”…
¿Ha estudiado alguna vez sus pecados (como los de cada cual) sus abusos, sus…?
La iglesia lleva en sus manos de barro, un tesoro, y lo ha encubierto tanto, que si Jesús viniera de nuevo…
¿Se pregunta qué harían con Él?
mª pilar
HAY que considerar que se puede “especular” sobre todo…sobre todo despues que Lutero proclamó el “libre examen” de la Escritura…Quiero mucho a mis “hermanos separados” pero entre ellos existe una discrepancia doctrinal tan elevada..que es dificil a veces reconocer algun punto de unidad..
Sin embargo, el kerygma principal de la Iglesia fue predicar la Resurrección. Para la Iglesia primitiva la Resurreccion fue un hecho cierto, pero “algo nuevo”, que está en la historia y que la trasciende..Algo “distinto”….Por tanto, no es posible que Lucas y Mateo exageraran tanto las apariciones de Cristo que deformaran su verdadero significado…Por tanto, Cristo no fue un “fantasma”, ni retornó simplemente a una vida normal “biológica” para volver a morir…ni tampoco los encuentros con el Resucitado son el resultado de una experiencia mística..donde el alma tamporalmente pierde el sentido del espacio y del tiempo..Por eso este evento histórico abre “otros caminos” a la historia de la humanidad y la trasciende… No es algo alegórico porque es real…porque la Resurreccion escapa de la historia..pero ha dejado su huella en ella. Por eso, puede ser anunciada y narrada por testigos de algo que es ENTERAMENTE NUEVO…
Por eso, ni Lucas, ni Mateo…pudieron inventar este hecho de la primitiva Iglesia…..Sino que lo expresaron de la mejor manera que pudieron con los datos que habían recibido de la predicacion de los Apostoles que fueron los testigos visuales de ella…..junto con Pablo de Tarso, el apostol de las gentes, que conocio y fue amigo de los 11…Los detalles de los “sinópticos” referentes a lo que sucedio despues de la Resurreccion, o sea, que no solamente Cristo resucitó sino que se apareció a sus discipulos y discipulas, hablando con ellos y ellas, e intruyendoles y acompañandoles,no hubieran podido ser “mantenidos” en la fe de la Iglesia, y en la comunidad, como AUTENTICOS….si no hubieran existido en un encuentro real..viniendo de fuera…o sea la revelacion y la comunicacion verbal del Resucitado…Por eso, Juan, el Apostol y sus discipulos, al redactar su Evangelio, hicieron hincapié en las apariciones de Cristo a Maria Magdalena, a los discipulos, a Tomas apostol, en la riberas del mar de Tiberiades, y finalmente a Pedro diciéndoles que “apacentara” a sus ovejas…Viviendo los discipulos de Cristo, era imposible “inventar” a Cristo resucitado…Esto hubiera sido completamente incoherente e inconsistente con la verdadera historia del cristianismo y del Jesus verdadero….Jamas la Iglesia hubiera accedido unanimamente a defender una “imposible” mentira…..y morir por ella
Pero el Evangelio es UNO……predicado por muchos….escrito por 4….
A pesar del estilo sobrio de Marcos, el proposito de su Evangelio fue el predicar e identificar al verdadero Mesías y asi lo declara como Hijo de Dios en el bautismo, en la transfiguracion y en la confesion del centurion…Hasta los mismos demonios lo confiesan..Por otro lado Marcos explica con detalle el poder extraordinario de Jesus al curar a los enfermos y resucitar a los muertos, y el que podía caminar sobre las aguas, sin hundirse….Por eso, Marcos participa de la transmision de la tradicion de los apóstoles junto con Mateo, Lucas y Juan, que narran este kerygma importante de la Iglesia…
El hecho que en los Codices Vaticano y Sinaítico, del siglo IV, no recojan el final canónico de Marcos, no hace inválida esta narración…Este final aparece en documentos mucho mas antiguos como en S. Justino martir,(140) y tambien en Taciano (120-180) y en San Ireneo…y tambien en los papiros de Bodmer.
Por eso, el final canónico que pudo ser redactado tardíamente por el mismo Marcos o no, muestra su perfecta coherencia con el resto de la tradicion verdadera canonica de la Iglesia. Lo que finalmente permite su perfecto ajuste con la tradicion del protocristianismo, lo que convierte la cuestion de si su autor fue el propio Marcos, importante, pero secundaria….
un saludo cordial de Santiago Hernández
Como ya dije el otro día, por más que quiero entrar a comentar los post de Salvador con cierto conocimiento de causa de lo que digo, me resulta imposible, porque cuanto más estudio y leo acerca de los evangelios, más difícil me parece entenderlos e interpretarlos.
Ahora he comenzado a leer “Jesús: biografía revolucionaria” de Crossan, escrito en el año 1994 y publicado en castellano en 1996, y dice en el prólogo que lleva 25 años de investigación erudita. Así que me digo, ¿voy yo a tener conocimiento elemental si este autor después de tanto trabajo aún sigue investigando? Porque en este tema no es cuestión de opiniones o moralinas, sino de datos fundamentados. Por eso le agradezco a Salvador que nos lo dé tan trabajado, de forma que podamos vislumbrar algo de la complejidad de los evangelios y de los evangelistas.
En la línea en la que escribe George, dice Crossan que los cuatro evangelios canónicos no son todos los que se escribieron, que estos cuatro fueron premeditadamente seleccionados, y que, si son necesarios tantos estudios sobre material tan abundante, es porque los cuatro evangelios constituyen una serie de interpretaciones oficiales que conforman una versión sólida capaz de convertir en apócrifos, censurados o falsos cualquier otro evangelio, como el de Tomás, descubierto en 1945. Si a esto le añadimos la fuente Q, la complejidad se hace mayor. Y, ante tal complejidad, yo me rindo y sigo aprendiendo de lo que escribís.
Perdonad mi sinceridad, pero me gustaría que me entendieseis. Al igual que soy tan suelta en otros temas, en este enfoque erudito, me veo una total analfabeta.
Hola George
Los interrogantes que planteas dan para escribir unos cuantos artículos. ¿Cómo responder a todos ellos con brevedad? Solo unos apuntes.
Como sabes, los evangelios no son crónicas, sino pedagogías de un proyecto. Marcos pasó por algo parecido a lo que en términos mercantiles se denomina: una fusión por absorción. Aunque mantuvo su independencia, quedó atrás y fue considerado durante siglos un resumen de Mateo. Hasta bien entrado el s. XIX no se captó la importancia de Marcos y su prioridad respecto a Mateo y Lucas.
Los relatos de apariciones o referidos al nacimiento de Jesús no representan traiciones a Marcos o a la historia; se trata de formas literarias propias de la época, útiles para transmitir un mensaje.
El problema surge cuando se interpretan los textos en clave historicista. Es fácil entonces pensar que la samaritana era persona real, o las bodas de Caná un suceso histórico. O considerar que el Galileo amenazaba a algunos con el infierno (palabra que no aparece en la Biblia), cuando lo que hacía en muchas ocasiones era sencillamente mandarlos a la mierda (Gehenna: el basurero se Jerusalén). ¿Y cuánto sufrimiento se ha generado durante siglos con el infierno?
Por eso, antes de llegar a conclusiones generales, conviene seguir el texto, analizar sus contenidos y comprobar su evolución.
Sé que no te respondo a todo, George. También he comprobado tu gran paciencia.
Gracias
¡Gracias Salvador!
El miedo, solo tiene un ayudante ¡genial! Para vencerlo… El ¡¡¡Amor!!!
Las mujeres lo amaban por su gran humanidad, se sentían tratadas de diferente manera, vivían en igualdad, con el resto del grupo o comunidad.
El miedo, el dolor, la soledad ante la ausencia de una persona extraordinaria, (no porque hiciera cosas extraordinarias, que las hizo por como vivió) sino porque lo hizo de manera totalmente diferente, fue pleno como hombre en su humanidad.
Les cambió la mirada; ellas no pensaban en el poder, la gloria, el oropel (al menos aquellas que le seguían desde el corazón) ni los triunfos… sentían que su vida tenía otra fuerza, otra manera de seguir adelante haciendo posible un cambio radical, en el comportamiento de unos/as con otros(as.
Es el principio y fundamento del Galileo; si vivimos de otra manera, allá donde se realice esta vivencia… ¡Se nota!
Mejoran cuantos rodean esas realidades; ha pasado, está pasando y seguirá sucediendo mientras haya hombres y mujeres capaces de superar los miedos y seguir la fuerza del mensaje ¡Sembrado! en sus corazones y mentes.
Los otros evangelios, ya llevaban muchos años en camino, se veían las cargas que cada descendiente de cada escuela apostólica iba suscitando, y fueron allanando y adaptando su lectura y puesta en común.
Empezaron los montajes (supongo que sin mala intención) acuciados quizá, por la necesidad de rivalizar con otros movimientos.
Y hemos llegado hasta aquí… donde el peso de lo recargado al primer compromiso, quedando tan desfigurado, que casi no se le conoce y sobre todo, nos va diciendo, al escuchar a los jóvenes que han nacido en el seno de familias “creyentes” (de alguna manera) el alejamiento casi radical y los que siguen en ella, la mayoría están enrolados en grupos muy “especiales” en su manera de contemplar el mensaje primero.
Solo nos animan a seguir adelante, aquellas personas de dentro de la iglesia o no, que a lo largo de los siglos, siguen viviendo desde el proyecto de Jesús, con todas sus consecuencias y estas, no suelen ser favorables para los que de alguna manera “lideran” dichas iniciativas.
Si lo notan las personas que viven en aquellos entornos, donde ese proyecto de ¡Vida! está vivo.
Si lo tomáramos en serio, como “iglesia” grupo, comunidad, personalmente; todo cambiaría de color.
Claro que el cambio tiene que ser tan profundo… que muchos de sus mandatarios no están por la labor… Ya no sería una iglesia al lado de los poderosos corruptos.
En cambio, quienes quisieran formar parte de ella, tendrían primero que “convertirse” = cambiar la mirada (cosa arto difícil, para quienes el poder, la riqueza… y todo lo que esto conlleva, pesa en el corazón humano) y poner en la misma abalanza a todas las personas.
¡Cierto! ¡No todas responden igual!
Lo primordial es, escuchar-comprender-aceptar- e intentar vivirlo plenamente, cada cual en su medida.
mª pilar
Salvador agradezco de nuevo tu trabajo y ojalá que no lo detengas. Este es el dilema que me plantea.
Si Mateo y Lucas y Juan y los demás que no fueron incluidos en el Canon tuvieron que añadir relatos fundamentalmente simbólicos para enredar la pita magnificando los orígenes de su colectivo a base de presentar a un fundador más imperial, menos terreno al que se le pudieran adjudicar los mismo títulos que se le atribuían a César y que lo convertía en un personaje muy diferente que el pobre delincuente galileo, histórico, que fue ejecutado por los romanos por las intrigas del Templo, aunque haya sido con la mejor de las intenciones, ¿por qué con el tiempo Marcos perdió significancia?
Si Marcos no perdió relevancia sino que se trata de que los otros sintieran necesidad de mercadear a un Cristo que fuese más que lo que el mismo Jesús de Nazaret quiso ser para atraer con lo sensacional y lo dramático que siempre ha sido una técnica efectiva desde la época de las cavernas ¿no estaban ya traicionando las intenciones de Jesús, montados en la carrera del proselitismo a cualquier precio y por lo tanto traicionando la real sucesión apostólica que hubiese imaginado el Galileo? ¿no soñaban quizás con cada uno sentar escuela, cosa no extraña en la historia de la docencia rabínica? ¿por qué no ser transparentes citando a Marcos como hicieron desde antaño los escritores hebreos precisamente para construir prestigio y autoridad? Después de todo citaban a Jesús pero adulteraban los hechos ¿para qué?
Después de dos mil años de progreso en la crítica literaria y en la historiografía y los estudios humanísticos es legítimo tomar en cuenta ese progreso para echar una mirada retrospectiva desde este presente, sin necesidad de trasladarse imaginariamente a la época de lo narrado. Esa de retrotraerse a la época so pretexto de objetividad fue y es una falacia para preservar la parte de la Historia que era necesario conservar por razones de “linaje” político, ideológico, de transmisión de poder y de autoridad pero que ya no es convincente. La historia real incluye y se debe tanto a lo bueno como a lo malo que la constituya. Ocultar lo escandaloso y criminal para edulcorar la Memoria Histórica ya no es aceptable.
Mateo, Lucas, Juan y todos los otros que escribieran evangelios que no fueron incluidos en el Canon se sirvieron de Marcos y le adulteraron ¿o no? ¿Cómo justificar las añadiduras que Marcos no juzgó necesarias y que, como en el caso de Lucas, ornamentan hasta los churrigueresco los textos evangélicos añadiendo mitos de nacimientos virginales, ángeles, visiones, magos, infanticidios masivos tan similares a las crueldades romanas contemporáneas que además convenientemente tenían antecedentes en la época mosaica? ¿Cómo saber que las colecciones narrativas “Mateo”, “Lucas” y “Juan” han llegado hasta hoy como auténticamente fueron redactadas al comienzo del siglo II? La autoridad ha entrado en crisis desde hace más de cinco siglos y la onda expansiva de ese escándalo no se ha detenido y hasta se ha ampliado desde la Ilustración y después el Modernismo.
Tengo para mí que la integridad de Marcos de alguna manera se haya mantenido mucho más intacta o fiel a los originales más antiguos precisamente por haberse conservado breve, magro, incompleto, limitado a narrar los acontecimientos del corto período de dos semanas que parece narraban las tradiciones orales primeras sin andarse con embrollos biográficos. Otro dato que apoya esta inferencia es que Pablo debió conocer estas narraciones y no las mencionó pero tampoco las desacreditó ni trató de reemplazarlas (a los otros evangelios no los pudo conocer).
Los otros dos que le siguieron le utilizan de plataforma de lanzamiento y construyen sobre él no le desmienten. Que Marcos sea un texto enjuto, incompleto, carente de todos los embelecos de magia y maravilla que los otros tuvieron que añadir para tener una identidad propia sugiere que Marcos se haya mantenido relativo intacto debajo de todo ese maquillaje y que fuese de buena fortuna el hecho de mantenerlo relegado a un plano marginal porque eso salvó su integridad en gran y suficiente medida.
Que hasta tan tarde como el siglo xviii o el xix Marcos no haya sido objeto de la misma atención es consistente con la tendencia triunfalista de la Iglesia que preferiría servirse de los otros mucho más grandiosos. Marcos no podía servir como por ejemplo Lucas con sus aparatosos dorados de apariciones míticas o Juan con sus complejidades gnósticas. Éstos, Mateo, Lucas y Juan, eran más útiles para edificar una iglesia Imperial.