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Cinefórum: ‘La masacre de los palotinos’

DALBESSIO PHoy os invitamos a una sesión de Cinefórum. ¿Os acordáis? Antes incluso de leer las notas que ha escrito Sergio habría que ver la película:

http://gloria.tv/?media=323913

ALGUNAS PINCELADAS SOBRE EL FILM “4 DE JULIO. LA MASACRE DE LOS PALOTINOS” (2007) de Pablo Zubizarreta y  Juan Pablo Young.

El 4 de julio de 1976, en un apacible barrio de la Capital Federal fueron encontrados cinco cuerpos acribillados a balazos. La Masacre de los Palotinos, como es conocido el hecho, fue ejecutada por personas armadas que no se identificaron y que sustrajeron objetos y papeles de propiedad de las víctimas. Los sacerdotes y seminaristas asesinados eran: el cura párroco Alfredo Kelly, los sacerdotes Alfredo Leaden y Pedro Duffau y los seminaristas José Emilio Barletti y Salvador Barbeito. El Padre Alfredo Leaden, de 57 años, era delegado de la Congregación de los Palotinos Irlandeses; el Padre Pedro Duffau, de 65 años, era profesor; el Padre Alfredo Kelly, de 40 años, era director del Seminario de Catequesis en Belgrano y profesor en el Colegio de las Esclavas del Santísimo Sacramento; Salvador Barbeito, de 24 años, era seminarista, profesor de filosofía, psicología y catequista además de rector del Colegio San Marón; Emilio Barletti, de 25 años, era seminarista y profesor.

Otros miembros de la comunidad por diversos motivos no estaban esa noche y salvaron su vida. Algunos de ellos dan testimonio en el film.

  • Algunas consideraciones  a partir de mirar la película que me parece importante aportar para un posterior debate.

  1. Lo que podemos observar en la película es lo que ha sucedido, el hecho es un brutal asesinato y contamos con el testimonio de testigos y personas cercanas a la comunidad de San Patricio.
  2. Podemos también sacar otros elementos: hay testimonios de la jerarquía católica de la  época y su convivencia con las autoridades militares de ese momento. Obispos como Tortolo, Plaza, Bonamín cercanos a la estructura de poder y a la represión realizada por la Junta Militar. Podemos observar sus palabras y sus actos en algunos pasajes muy bien insertados.
  3. Según testigos de datos aportados en la causa se desprendería que la armada tuvo participación efectiva  en esta masacre. Podemos unir este hecho a que el 8 de diciembre de 1977  fueron secuestradas dos  monjas y  diez familiares de personas desaparecidas que salían de la Iglesia de Santa Cruz, de los sacerdotes pasionistas, también de origen irlandés. Justamente estaba infiltrado en ese grupo un capitán de nombre Astiz, perteneciente a  la armada. Estas personas fueron vistas por última vez con vida justamente  en la Escuela Mecánica de la Armada.
  4. La Congregación a nivel de los superiores generales cuestionaba a los estudiantes porque decían que estos tenían armas y formaban parte de algún grupo armado. Ellos con justa razón lo negaron y  también recibieron el apoyo de los curas que eran sus formadores en la  vida religiosa.
  5. El hecho fue premeditado y respondía a una venganza llevada a cabo por uno de los tantos grupos de tareas que pululaban sembrando el terror por este territorio y el resto de América Latina.
  6. Son crímenes de lesa humanidad que todavía esperan respuesta de parte de la justicia argentina.
  • Aquí introduzco de mi parte algunas preguntas que me surgen –no están ligadas a este hecho puntual- de las investigaciones realizadas por diversos autores sobre el terrorismo de estado y los grupos armados, en su relación con la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas.

Se conoce que sacerdotes, religiosos y laicos cristianos eran portadores de armas (“tenían fierros” como se decía en la época) o bien guardaban armas de algunas organizaciones armadas clandestinas.

  1. Me pregunto: ¿es compatible querer vivir el Evangelio o bien predicar el  Evangelio y estar armado? ¿La violencia  armada es una actitud que puede vivir un hombre-mujer de la Iglesia? ¿Jesús vivía y alentaba la violencia armada?
  2. Aquellos sacerdotes, laicos, religiosos, dirigentes de las diversas iglesias que impulsaron con sus palabras  y actos a tomar las armas a cientos de jóvenes: ¿asumen hoy su responsabilidad? ¿Hicieron un mea culpa de lo realizado? ¿Tienen o tendrán las agallas para pedir perdón a sus familiares por haberlos incitado a actos de violencia? ¿Cuál es la línea que separa  a un pastor que perdona a alguien que ha torturado y un pastor que ha alentado a un joven a matar a una persona indefensa?

De mi parte me sigo realizando, a medida que estudio e investigo las décadas de los 60 y 70 en nuestra Argentina estás y otras preguntas. Todavía hay actores vivos que las pueden responder. De parte de los militares y de los pastores que los sostuvieron sabemos sus respuestas.

Nos faltan las respuestas de aquellos pastores que sostuvieron a los grupos armados.

  • Mi encuentro personal con parte de esa historia de San Patricio.

En los 90 cuando se iniciaba un tenue contacto entre cristianos de diversas iglesias para comenzar a acompañar a persona con HIV fui invitado a una reunión que se llevó a cabo en la Iglesia de san Patricio. En un momento el sacerdote párroco del lugar nos invitó a los presentes a visitar la capilla.  Nos encontramos con un trozo de la alfombra –que había sido rescatada del olvidado, se lo mencione en el film- donde se puede observar todavía los orificios de los cientos de balazos y la sangre adherida a la misma. Todos quedamos enmudecidos en ese momento, el silencio fue una oración que expresamos como estupor pensando que el ser humano podía hacer semejante acto de brutalidad ante otros seres humanos.

Quiero rescatar la personal del Sr. Alberto Zubizarreta –ya ha vivido su Pascua-, a quien conocí en los años 80. Como vecino del lugar nunca dejo de bregar por el esclarecimiento del brutal hecho. Un hombre común y que en silencio  lucho por la democracia naciente y  por el respeto a los derechos humanos. Su hijo Pablo es uno de los realizadores de la película.

Para aquellos que deseen conocer más el tema pueden leer el libro “La Masacre de San Patricio”, del periodista -ya fallecido- Eduardo Kimel que ha realizada una minuciosa investigación y ha batallado personalmente por el esclarecimiento de la verdad. También hay un libro del Gabriel Seisdedos titulado “El honor de Dios” que habla de dicho tema.

Comparto el sentimiento de la comunidad palotina que expresa que sería una injusticia olvidar  a sus mártires, ya que fueron cinco hombres consagrados que vivieron en comunidad y murieron en comunidad, dedicados a la justicia y la paz. Tenemos que saber quiénes son los autores intelectuales y los que ejecutaron dichos asesinatos. Como expresa el padre Tomás O’Donnel, superior de los Palotinos “Una vez que tengamos respuestas a nuestras preguntas, seremos los primeros en perdonar”.

Sergio Dalbessio

En el siguiente link la película se divide en 9 partes, cada una de ellas tiene una duración entre 10 y 12 minutos cada una.

http://www.youtube.com/watch?v=6OHPf5CCa9Y&list=PL8C93B63283F007BE

En este link podrán encontrar la película completa: http://gloria.tv/?media=323913

El siguiente texto es la noticia aparecida en el matutino Clarín luego de la Misa que celebró el entonces Cardenal Bergoglio a los 25 años de la Masacre. Aquí se pone de manifiesto el acto de la Iglesia y la Congregación Palotina de iniciar la causa de beatificación de dichos mártires.

DERECHOS HUMANOS: A 25 AÑOS DE LA MASACRE DE SAN PATRICIO
Quieren declarar mártires a religiosos palotinos


SERGIO RUBIN
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, acaba de manifestar su disposición para iniciar el proceso canónico (eclesiástico) que debe confirmar si cinco padres palotinos fueron asesinados durante la dictadura por proclamar el mensaje del Evangelio. Así, podrían ser considerados mártires y, por ende, declarados beatos. Este último es el escalón inmediatamente anterior al reconocimiento de un santo.

Las causas de canonización son un largo y complejo proceso que empieza en la diócesis donde murieron los candidatos y sigue en el Vaticano. Requieren un estudio minucioso de los propuestos. Y luego hace falta comprobar que Dios obró un milagro por su intercesión para que sean declarados beatos; y otro más para que sean santos. Pero hay una vía más rápida: ser reconocidos como mártires.

El reconocimiento como mártires de los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Dufau y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti —un gran anhelo de la comunidad palotina— cobró fuerza al cumplirse los 25 años del crimen del 4 de julio de 1976, un hecho que pasó a la historia como “La masacre de San Patricio”.                                                                                                       Bergoglio presidió la misa en la iglesia de San Patricio (Belgrano R), secundado por el nuncio, monseñor Santos Abril y Castelló, una docena de obispos y 60 sacerdotes. Fue la primera misa en ese templo por el luctuoso hecho de un cardenal primado y un nuncio desde las exequias, que oficiaron los entonces cardenal Juan Carlos  Aramburu  y nuncio Pío Laghi.
Una multitud colmó el templo. Muchos fieles debieron seguir la celebración desde la calle, por pantalla gigante. En primera fila se ubicaron el jefe del Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra; la vicejefa, Cecilia Felgueras y el senador Antonio Cafiero. Más atrás, el ex embajador ante la Santa Sede Rubén Blanco.
En su homilía, Bergoglio destacó la fidelidad a las enseñanzas del Evangelio de los religiosos asesinados y, en ese sentido, señaló que “ser testigos de Cristo es comenzar un camino que no sabemos dónde terminará”. Y, parafraseando a Jesús, afirmó que “debemos pedirle perdón a Dios porque (los que mataron a los religiosos) no sabían lo que hacían”.
Con todo, lamentó que luego del hecho “vinieron los etiquetamientos” de las víctimas para desacreditar su papel religioso. “Yo soy testigo, porque lo acompañé en la dirección espiritual y en la confesión hasta su muerte, de Alfie (Kelly), quien sólo pensaba en Dios”, subrayó. Y completó: “Lo nombro a él porque soy testigo de su corazón y, en él, a todos los demás”.
Los cinco religiosos fueron asesinados entre la una y las tres de la mañana en la casa parroquial. Los cuerpos fueron encontrados en medio de un charco de sangre, sobre una alfombra roja. Las manos del padre Dufau estaban atadas por la espalda. Sobre el cuerpo de Barbeito había sido colocado un póster de Mafalda, que aludía a los métodos represivos. Nunca se determinó quiénes fueron los asesinos. Se sospecha de grupos parapoliciales.

14 comentarios

  • oscar varela

    Hola Sergio!
     
    1.- ¿es compatible querer vivir el Evangelio o bien predicar el Evangelio y estar armado?
    Respuesta: NO
     
    2.- ¿La violencia armada es una actitud que puede vivir un hombre-mujer de la Iglesia?
    Respuesta: NO

    3.- ¿Jesús vivía y alentaba la violencia armada?
    Respuesta: NO
     
    4.- ¿Cuál es la línea que separa a:
    * un pastor que perdona a alguien que ha torturado y
    * un pastor que ha alentado a un joven a matar a una persona indefensa?
    Respuesta: el ZIG-ZAG.
    …………………
     
    Una mezclita de humor y de verdad.
     
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • Sergio Dalbessio

    1. Gracias María Pilar por tus interesantes aportes a la discusión como el poder, la verdad, la justicia, la vida apoyados en datos y personas.
    2. Oscar cuando uno toma las preguntas para preguntar respuestas generalmente es porque se hace y hace esas preguntas, pero bueno esto es una discusión baladí de un marxismo barato (como el que abunda por estos lares o dicho de otra manera el socialismo light).
    Más allá de está irrelevante introducción, hasta humorística te podría decir, quizás seas vos Oscar una de las personas que pueda contestar a mis preguntas. Vos sos unos de los actores importantes de esas décadas del 69 y 70 acompañando a una persona relevante en la historia nacional como lo fue Podestá, Obispo de Avellaneda. Podestá hombres de encuentros, conferencias, charlas, diálogos de aporte a la sociedad del Evangelio y de los documentos eclesiales muy importantes de una época. Pienso por ejemplo en Popolorum Progressio (no leí todavía la recopilación que ha realizado Clelia en un monumental libro sobre escritos y charlas de Monseñor, que dejaré estimo para el verano) y esos dos puntos que transcribo a continuación:
    Tentación de la violencia

    30. Es cierto que hay situaciones cuya injusticia clama al cielo. Cuando poblaciones enteras, faltas de lo necesario, viven en una tal dependencia que les impide toda iniciativa y responsabilidad, lo mismo que toda posibilidad de promoción cultural y de participación en la vida social y política, es grande la tentación de rechazar con la violencia tan grandes injurias contra la dignidad humana.
    Revolución

    31. Sin embargo ya se sabe: la insurrección revolucionaria – salvo en caso de tiranía evidente y prolongada, que atentase gravemente a los derechos fundamentales de la persona y dañase peligrosamente el bien común del país engendra nuevas injusticias, introduce nuevos desequilibrios y provoca nuevas ruinas. No se puede combatir un mal real al precio de un mal mayor.

     

     

     

    ¿qué interpretación pudo realizar un joven en esos años? ¿cómo lo pudo asimilar e interpretar un grupo de jóvenes armados? ¿cómo reaccionaria una célula militar ante dicho escrito? (y viniendo del Papa, nada más y nada menos).  Pienso que en las fuerzas represivas hay un ideólogo y un ejecutor en concretar esa ideología, o sea bajarla a la tierra y  también se puede ver desde el otro lado el mismo procedimiento.
    Estimo y vuelvo a repetir que vos Oscar (y varios foristas de Atrio -y lectores del Portal) podrían contestar con ejemplos o sea con la autoridad suficiente esas simples preguntas que echarían más luz a ese período -uno más- de nuestra historia.
    Como vos decís: “Vamos todavía”…..y antes que se me quemen las papas para la cena de está noche….Vamos.

  • Sergio Dalbessio

    Editorial Sudamericana

    Estas son las MEMORIAS EN FUGA de Héctor Ricardo Leis, una autocrítica -el autor es ex-Montonero- a la lucha armada de los años 70′.

    Leis sostiene que: “La memoria más importante que debemos desmitificar hoy no giran entorno a la violencia de los 70, sino al fascismo que penetró instituciones, movimientos e ideologías y encarnó en los militares, en el peronismo y, por último, en la izquierda revolucionaria”.
    http://www.youtube.com/watch?v=rWWImw7JpB4&feature=share&list=PL1ursJdxM-WiTAQfdr9K3TEAJr3LLe_AD&index=2

  • mª pilar

    A lo largo de la historia, hemos contemplado asesinatos crueles, sin razón alguna.

    ¿Qué les pasa a los poderosos laicos y religiosos, cuando se enfrentan a situaciones de este género?

    Ante las personas que ha entregado su vida, desde el proyecto de Jesús, o no;  en ayuda de los sufrientes de este mundo.

    Entre la fidelidad al poder, la riqueza, el renombre… se encuentra esta dicotomía (de igual manera para políticos y altas jerarquías religiosas y no tan altas también).

    O la lucha por el justo reparto de los bienes de este mundo entre las personas que han sido expulsadas de sus tierras, sus sencillos hogares, su trabajo injustamente remunerado, sus vidas, sus libertades.

    Hay quiénes a la sombra de la patria, la bandera, los organismos reinantes, la iglesia… siempre al lado del poder ¡toda clase de poder!

    ¡Siempre callan o manipulan la verdad!

    Están al lado de los que se apoderan de las vidas, y ante cuanto les impide hacer lo que sus mentes negras y fuera de sí, maquinan.

    Apoyan con su silencio, a veces mucho más triste aún, con sus denuncias falsas, aislamientos, castigos, abandonos… por ser:
    ¿Diferentes?

    Sus manos están tan manchadas de la sangre de los inocentes, como la de quienes aprietan el gatillo o cualquier otro método de quitar la vida.

    ¡Hay tantos nombres!
     
    El caso de Oscar Romero es especialmente clamoroso. El llegó Al Salvador como un obispo como tantos hemos visto en este mundillo de poder y poderosos; su buen amigo le explicó lo que estaba pasando con los campesinos y los curas que les ayudaban, lo llevó al lugar de los hechos y cosas maravillosas que ocurren en esa vida…:

    ¡¡¡Se convirtió!!! Se convenció de  cuanto sucedía!!!

    Condenó las masacres, denunció  los abusos, pidió a los militares que no siguieran asesinando a sus hermanos… fue demasiado para el poder político y eclesial y lo asesinaron.

    Ellacuria y su grupo con las dos mujeres que les ayudaban, denunciaban sin pudor alguno…
    ¡Asesinados!

    En estos dos casos, se conoce hasta las comas y tildes de lo sucedido; ¡nadie ha sido castigado, ni acusado, ni retirado! Nadie ha pedido perdón por los hechos acaecidos.

    El pueblo sigue sus pasos, tienen un recuerdo imborrable de sus vidas y sus muertes.
    ¿A quién le importa?
    Los poderosos siguen de una manera u otra en el poder o viviendo de lo que sacaron de el.

    Hay quien sigue buscando la manera de sacarlo a la luz, pero nada logran.
    Saben que el poder no les condenará porque muchos son los que están manchados con tanta sangre inocente derramada.

    En España padecemos del mismo mal, los que tienen el poder en sus manos se sienten seguros, y siguen tensando la cuerda porque nadie les va a condenar.

    Y porque quienes estuvieron en el lado de los vencedores, siguen viendo en los otros al malvado enemigo que todo cuanto le sucedió lo tenía merecido.

    Sin capacidad de tener una mente libre, para estudiar las cosas tal cual fueron, y repartir las tremendas consecuencias con justicia; reconocer los errores de ambos lados, las injusticias, las crueldades, y desde ellas tener la capacidad de perdonar.

    He escuchado muchas veces a Jon Sobrino decir:
    ¿Cómo podemos perdonar cuando nadie se hace responsable del mal causado?
    Ya no pedimos castigo después de tantos años, queremos reconocimiento personal de quienes fueron los causantes de tanto dolor.

    Y para eso falta muchísimo, mucho que aprender sobre la justicia, la libertad, el buen uso de las mismas, sin que nadie salga beneficiado a costa de otras personas.

    Es muy triste, pero real.
    Estoy con George, tampoco podría quitar la vida a nadie, aunque la mía estuviese en peligro; creo que se puede luchar de otra manera…
    Respeto como otras personas entienden la liberación de los siempre oprimidos.

    mª pilar

  • oscar varela

    Hola Sergio!

    A) Te leo en tu Comentairio:

    – “Mira Oscar, puntualmente respondiendo a tus preguntas“-

    No recuerdo haberte hecho ninguna pregunta,
    sino solo solicitar y esperar si tenías respuestas a tus interesantes preguntas

    B) – 1.- ¿es compatible querer vivir el Evangelio o bien predicar el Evangelio y estar armado?
    2.- ¿La violencia armada es una actitud que puede vivir un hombre-mujer de la Iglesia?
    3.- ¿Jesús vivía y alentaba la violencia armada?

    4.- ¿Cuál es la línea que separa a:
    * un pastor que perdona a alguien que ha torturado y
    * un pastor que ha alentado a un joven a matar a una persona indefensa?
    …………………….

    Abrazo – Oscar.

  • Sergio Dalbessio

    Mira Oscar, puntualmente respondiendo a tus preguntas. En mi caso si te referís a quiénes investigamos que “somos del mismo palo” está bien, nos une la línea o la palabra ”investigación”.
     Si te referís a posturas ideológicas, religiosas, personales ahí “ya no somos del mismo palo”. Y la razón del enriquecimiento de una investigación está que sea lo más diversa y plural posible, abarcando un universo a investigar amplio en testimonios orales, personales y escritos que ayuden a plantear el tema.
    Cualquier investigador tiene que tener una mente abierta a encontrarse con respuestas impensables y que las preguntas planteadas y las tesis propuestas en muchos casos son totalmente contrarias a lo que uno piensa.
     Esa es una honestidad intelectual que se debe tener. Forzar una respuesta acorde a lo que uno piensa no sirve de nada a lo investigado, a la verdad que supuestamente uno puede o debe  buscar y al investigador en cuestión.
     Mi matriz está en esa línea, aunque la vedad sea dura hasta para uno, es lo que uno debe sostener a pesar de no estar de acuerdo con los procedimientos de aquellos que vivieron los hechos.  Hay que leer y escribir lo más asépticamente posible para no contaminar la realidad investigada.
    Por eso con lo dicho precedentemente no te puedo orientar con criterios o pautas. Solamente tener las preguntas en cuestión y compartirlas.
      Después he leído y sigo leyendo libros, escritos, revistas, diarios y escuchando gente de todo el arco ideológico-político-religioso que se digne tomar ese tema o haya investigado sobre el mismo.
    A mi personalmente me ha generado muchas sorpresas las preguntas ingenuas (y hasta tontas) que me he realizado. Por eso mí invitación es siempre a los actores vivos de esos tiempos y procesos a hablar, a contar,   a dar su visión para esclarecer –no digo sin dolor en muchas oportunidades- esa época de la Argentina. Ni mejor ni peor que otras, solamente una época más.
    En otro momento te puedo pasar la biblo que tengo y sigo engrosando, porque va apareciendo siempre algo nuevo. Los testimonios también son muy ricos, algunas cosas porque están en proceso de investigación –chequeo y contrachequeo- no me gusta publicarlas.
    Seguramente Oscar no he respondido a tus deseos, pero nobleza obliga hacerlo después de un tiempo dónde el cineforúm término su razón de ser entre los temas de nuestro querido ATRIO.
    Un abrazo. Sergio.

  • Delahuerta

    En Los curas de Valladolid: “”Ignacio Menéndez Raigada, autor del Catecismo Patriótico: “Yo soy cura, pero antes que cura, falangista”. Fue capellán y confesor de Franc0”
    Fray Ignacio González Menéndez-Reigada, religioso dominico, fue coautor del Catecismo Patriótico. Nunca fue cura. Franquista y allegado a la familia de Franco. Confesor de la esposa de Franco.
    Son precisiones a “Los curas de Valladolid”

  • George R Porta

    Acabo de ver las 10 partes de “4 de Julio” en YouTube y asumo sea el reportaje completo de “Masacre de los Palotinos”. Gracias a Oscar y a Antonio por el enlace.
     
    Hubo momentos en los que las imágenes y las palabras me conmovieron profundamente pero no por los muertos, sino por el dolor de quienes tuvieron que vivir con el recuerdo de la tragedia sin poder hacer nada en favor de la justicia, sobre todo las madres y los amigos y entre estos el P. Kelly que coleccionó y mantuvo los documentos a buen seguro. Me conmovió el regreso de Bob al Cristo de Mailín, sobre todo cuando primero se ve un close-up d la mirada de Bob al Cristo y después se escucha al amigo agradecido que le cuenta, tuve hambre y me alimentaste, necesité saber y me enseñaste…y a Bob que no puede contener las lágrimas que se me antojan de alivio al saber que no hubiese fallado porque se lo dice otro no porque confíe en su propia apreciación.
     
    Desde luego y esto me lo tenéis que permitir, me resulta muy difícil no recordar la tragedia de Cuba por razones diferentes y, dolorosamente, el mismo cantinfleo de la jerarquía católica y la de las Iglesias Protestantes, sobre todo las Evangélicas dispuestas a jugar el juego con tal de tener un poco de espacio como si predicar el evangelio de Jesucristo requiriese de este bautismo vergonzoso de pedir permisos a toda costa.
     
    En Cuba los obispos y los curas fueron aislados del pueblo a base de ser tratados privilegiadamente y ellos lo aceptaron. Un cura podía ser acusado de agente de la CIA norteamericana y el nuncio podía lograr que le expatriaran. En un caso, el del P. Loredo (capuchino), se prolongó el encarcelamiento porque Loredo se negó a ser tratado de modo diferente. Un seglar no podía pensar siquiera en asilarse en la nunciatura porque el nuncio se lo negaba.
     
    En este documental de Masacre no se ve ni escucha nada de los padres de los jóvenes muertos, solamente de y a las madres que son muy conmovedoras en su modo de dar testimonio de la intercesión de sus hijos. Quizás haya una explicación razonable y buena para ello.
     
    Como soy católico creo en la comunidad (o comunión) de los santos. Hay santos que sus vidas son vidas justas y lo pagan caros como estos palotinos o Ellacuría y sus compañeros y amigas en 1969 y tantos otros, seglares incluidos.
     
    Hay santos que son hechos tales por la violencia de otros.
     
    Hay santos.
     
    Creo en la benignidad fundamental de la realidad, de la Vida. No hay poder militar que impida las lágrimas de alguien que de repente descubre que ha podido cambiar la vida de otro para bien (por ejemplo Bob en Mailín). En cambio debe ser horrible no dolerse del mal hecho.
     
    Pienso con pena en el obispo que tras de 20 años aún no haya podido preguntar de dónde vinieron las balas que asesinaron a su hermano y me pregunto qué pasaba por su mente o su corazón durante la misa memorial presidida por Bergoglio sabiendo que éste ya entonces deseaba canonizar su martirio y el de sus compañeros. ¿Cómo se puede vivir así y hablar de Jesús? ¿Desde cuándo en el cristianismo caben algunas clases de muertes y otras no en dependencia del origen de las balas?
     
    Por otra parte la película plantea el problema del “principio del doble efecto” y el de “la opción por la guerra justa” que son opciones reales aunque no las comparto. Desgraciadamente si me tocase matar en defensa propia tuviera que dejarme matar pero no creo que pudiera y, definitivamente no quisiera, vivir como asesino. No creo en la guerra justa, no creo en la defensa propia, aunque no critico a quien las apruebe. 
     
    Pienso en los curas armados de Valladolid cuyo reportaje he leído la desapruebo igual que desapruebo los crímenes que cometieron los rojos pero el problema es que la Iglesia jerárquica casi siempre haya estado del lado de los poderosos (porque excepciones las hay) y muchos no han tenido reparos en bendecir a Hitler, a Franco, a Pinochet, a Oliveira Salazar, a Videla y a Batista…
     
    Considerando el caso de Jesús si alguien se toma el evangelio en serio se lo debe pensar porque si llega el momento de matar para sobrevivir, el camino marcado por los pasos del Galileo parece que lleve, a juzgar por los evangelios,  a exponerle el pecho a las balas sin empuñar los fusiles. No lo exigiría a nadie pero me vería obligado a hacerlo.
     
    Sufrí en Cuba, en Pinar del Río, por católico activo, por oponerme pasivamente al régimen de Castro,  la vigilancia y el tormento psicológico de los interrogatorios periódicos por el Dirección de la Seguridad del Estado a lo largo de ocho años. Experimenté la extorsión y el trabajo forzado en la agricultura, la difamación, y algunos curas me separaron de sus comunidades. Fui expulsado del seminario bajo la acusación de confidente, una calumnia que divulgó (precisamente uno que lo era). En ese momento no sirvió de nada que mi familia hubiese vivido en el la misma ciudad casi 200 años ni que me conocieran desde que me habían bautizado en la misma Catedral, y que bajo la amenaza del comunismo sostuve mi trabajo de seglar en la Acción Católica durante más de diez años con absoluta lealtad pero nada de ello me mereció crédito. De alguna manera la institución es siempre más importante que la gente.
     
    ¿Por qué la historia se repite de modo tan parecido no importa la dirección de las circunstancias? La mayoría de la jerarquía siempre encuentra algún razonamiento ético que le permite no hacer nada, mantener la neutralidad hipócritamente y disfrutar de privilegios que son negados a los seglares: En Cuba era el racionamiento adicional de combustible, adquirir Volkswagen de Alemania, que la comisión de delitos de contrabando no les fuese castigados, viajar y valerse de pasaportes diplomáticos del Vaticano. (Me refiero en particular a Cuba y como en toda parte hay excepciones).

  • Diego Sanchez

    La masacre de los palotinos siempre me hizo acordar a la de los jesuitas del Salvador. Vi la película cuando se estreno en el Festival Internacional de Cine en Mar del Plata, ciudad en la que  yo vivia allá por el año 2007.
    Digo esto porque la masacre se llevó puestos a todos, aunque probablemente el ojos estaba puesto sobre todo en uno sólo. Alla, Ellacuría. Acá, Alfi Kelly. Dos profetas de palabra ardiente.
    Entiendo tambien que quizás la masacre se debia haberse perpetrado en la Iglesia de la Santa Cruz, de la comunidad Pasionista y no en los Palotinos. Aquellos religiosos, si estaban ‘en bloque’ comprometidos con dar luz en plena tormenta. En ellos si que estaban puestas ‘todas las balas’. Pero hubo un error. Por eso despues la masacre del 8 de diciembre fue después y tuvo otro objetivo, las monjas y las madres.
    Solo quiero decir una cosa en torno a la violencia y a los curas que Sergio dice que empujaron en el uso de ellas. Yo conoci a algunos de los posibles. No tengo nada que replicarles. Me pregunto que paso con la comunidad madre de Jerusalen, cuando toda entera desapareció tras la guerra. Se sabe que muchos participaron de ella, y otros tantos huyeron a las montañas. Eso si fue una carniceria. No tengo nada que decir sobre quienes se plegaron al ‘clima de zelotes’. Había que estar bajo la garra romana….

  • Sergio Dalbessio

    Muy bien el comentario de Antonio. Recomiendo ver el film que ha sido muy bien guionado y montado sobre el libro de Kimel haciendo su mismo recorrido.
    Por eso es interesante ver el film ir hasta el punto 6 de mi introducción, pegar un salto a las preguntas, ir a lo personal como testimonio: y ahí puede existir un primer comentario.
    Un segundo paso será leer la crónica de Rubin y puede ser otro comentario.
    Por últimas las preguntas que como aclaro no están relacionadas con el film directamente, sino que surgen indirectamente.
    Por eso Oscar dentro de unos días contestaré tus preguntas para dejar que los comentarios quizás viajen por otros derroteros y no anclen en dichas cuestions.

  • Antonio Duato

    He visto completa la película.

    Aparte de la densidad de los hechos, me ha parecido excelente el trabajo cinematográfico de contarla a partir de la investigación de Eduardo Kimel, el periodista que fue condenado por difamar en su libro a juez que había intervenido en la causa. Aunque fechada la película en 2007, cuenta con extraordinarios testimonios de testigos, como el de Kewin O’Neill, el viejo palotino que murió en 2003, tras tener el consulo de ver en San Patricio al cardenal Bergoglio y muchos obispos celebrar el 25º aniversario de la masacre. Con otros testimonios de sobrevivientes de aquella comunidad se va tejiendo un relato impresionante. Me ha llenado sobre todo el de Bob Killmeate, que llegó a ordenarse hasta que ya lo mataron sus superiores como cura al quitarle de su última parroquia de Juriel y sigue de promotor social en Patagonia. Es un acierto haber montado toda la película con esos testimonios de los compañeros sobrevivientes.

    Preciosos también los testimonios de las dos madres que aparecen, una de ella gallega a tope, con su fuerte acento gallego, a quien su hijo sigue apareciendo en sueños y le dice que no corte flores, que no las quiere en su tumba, que las deje en el campo.

    Quisiera, por favor, impresiones de quienes hayan visto la película.

    Porque entrar en esos problemas teóricos de la legitimidad al uso de armas para luchar contra el dictador creo que ensombrece el testimonio de esos hombres. Por otra parte era cuestión sobre la que reflexionaba suficientemente Alfredo Kelly en su diario íntimo, muy bien introducido en la película.

    ¡Gran película para el fin de semana!

  • ana rodrigo

    Oscar, me sorprende que nos remitas al enlace de los curas de Valladolid después de haber rechazado, en el post sobre la teología feminista, el “coto” de las putrefactas raíces de tantos males que han aquejado y aquejan a millonadas de mujeres en la historia y en la actualidad, cuando la teología feminista es, ante todo, propuesta alternativa a una historia infame. Te confieso que me dejaste y sigo desconcertada.
     
    La historia ha escrito negras páginas que nos avergüenzan como seres humanos, al mismo tiempo que nos explican muchas cuestiones del presente y nos enseñan lo que no se debe seguir haciendo. Y los libros “sagrados”, así como las personas “consagradas” no son una excepción.

  • oscar varela

    Hola!

    La PREGUNTA 4.- tal vez encuentre algo de RESPUESTA en:

    Los curas de Valladolid
    Por: Orosia Castán (HISTORIA INFAME)
    http://cultural.argenpress.info/2013/11/los-curas-de-valladolid.html

    ¿Será?

    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola Sergio!
     
    Te leo tus intereso-importantes PREGUNTAS:
     
    1.- ¿es compatible querer vivir el Evangelio o bien predicar el Evangelio y estar armado?
    2.- ¿La violencia armada es una actitud que puede vivir un hombre-mujer de la Iglesia?
    3.- ¿Jesús vivía y alentaba la violencia armada?
     
    4.- ¿Cuál es la línea que separa a:
    * un pastor que perdona a alguien que ha torturado y
    * un pastor que ha alentado a un joven a matar a una persona indefensa?
    …………………….
     
    Pienso que vos, al estar dedicado a la averiguación y su posterior divulgación,
    tendrás hecho (para tu uso privado y de diálogo con quienes considerás “del mismo palo”)
    un cuadro de situación sustentado en “pautas y criterios” que orienten e insinúen RESPUESTAS.
     
    Si te pareciera que esas “pautas y criterios” son com-partibles:
    quedo a la escucha y consideración posterior.
    …………………….
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.