Hoy hace sesenta y ocho años moría tuberculoso en la cárcel de Alicante Miguel Hernández, con sólo 31 años de edad y con los ojos tan abiertos que no los podían cerrar. Estamos en el año del centenario de su nacimiento (30 de octubre de 1910) y este es el primer recuerdo que en ATRIO hacemos al gran poeta.
- El acto de reparación y reconocimiento personal en Alicante, 26-3-2010.
Al inicio del año del centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández el Gobierno declara oficialmente la reparación y su reconocimiento personal. Y lo hizo este viernes en la Universidad de Alicante. Ha sido un acto “breve y transcendente”, en palabras del poeta Marcos Ana, que compartió cárcel con el poeta, en el que han querido estar presentes la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y los ministros de Justicia y la de Cultura.
Pero es sólo el primer paso. Lucía Izquierdo, nuera del poeta y heredera legal, aprovechando la presencia del ministro, Francisco Caamaño, ha recordado que pretenden conseguir “que se anule la injusta condena a muerte que está vigente, y pesa como una losa”. Y confía en que esta nulidad, que debe validar el Tribunal Supremo, se produzca antes de que concluya el año del centenario.
Acto seguido, De la Vega entregó la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal a los familiares del poeta Miguel Hernández, en virtud de la Ley de Memoria Histórica. La nuera y la nieta del poeta, María José Hernández, se emocionaron por la ovación y el reconocimiento que llega justo dos días antes del aniversario de su fallecimiento en prisión, el 28 de marzo de 1942.
La declaración del Gobierno destaca que Miguel Hernández, poeta de la generación de 1936, fue un “defensor de la libertad y de los valores democráticos en momentos dolorosos de nuestra historia”. En este contexto, el poeta padeció persecución y privación de libertad por razones políticas e ideológicas. Así, tal y como recoge el documento, “ingresó injustamente en prisión el 4 de mayo de 1939 y fue condenado a muerte en virtud de una sentencia dictada, sin las debidas garantías por el ilegítimo Consejo de Guerra”. Esta pena fue finalmente conmutada por la de reclusión mayor. No obstante, el literato falleció por la precaria salud derivada de las infrahumanas condiciones de la celda en que se encontraba recluido.
“Un genio artístico”
En su intervención, la vicepresidenta primera puso en valor la figura de Miguel Hernández a quien se refirió como “un genio artístico que supo levantarse contra generaciones de prejuicios, que siempre entendió que la propia libertad se construye desde el compromiso y que amó como pocos a su tierra y a los que habitan en ella”.
Por este motivo señaló la necesidad de reconocer y rehabilitar su memoria, a través de la Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura.
Según la vicepresidenta, aunque “hay quienes dicen, muy fríamente, que no es algo necesario”, esta norma “se hacía más necesaria, era más urgente, porque demasiada gente, durante demasiado tiempo ha visto relegada, cuando no olvidada, su memoria”.
En la ceremonia, han acudido además de los dos ministros, el Presidente Ejecutivo de la Comisión Nacional del Centenario de Miguel Hernández, José Carlos Rovira y el rector de la universidad de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda y los alcaldes de Elche y la alcaldesa de Orihuela, además de una nutrida representación de la Comisión para la recuperación de la Memoria Histórica de Alicante.
[Tomado de El País, 26-03-2010]
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- Hablando con Miguel tras el acto de reparación. Por Ángeles Cáceres.
Sepas allá donde estés, Miguel, que sesenta y ocho años después de que expiraras en la cárcel de Alicante con los ojos empecinadamente abiertos,
España ha decidido declarar que tu condena a muerte fue una injusticia: más vale tarde que nunca, dice el refrán.
Temprano madrugó la madrugada pero tarde, muy tarde, el pueblo de tu misma
leche ha reunido el coraje suficiente para reconocer que lo que se cometió contigo, y con tantos otros que por no ser poetas no tienen quien los glose, fue una ignominia grande, un desafuero, un descabalamiento sin razón.
Y viene a coincidir con el Centenario de tu nacimiento un certificado de reparación moral que la Ley de la Memoria Histórica otorga a los perseguidos por el franquismo; que ya está a punto, ha dicho la vicepresidenta del gobierno.
A punto, qué expresión. A punto.
Como pan acabado de cocer que hay que sacar del horno para que no se quede
hecho un carbón.
Como vientre preñado que tiene que reventar en una pantaná de vida para que no se malogre.
A punto.
Así que sepas allá donde estés, Miguel, que al mismo constituirse la Comisión Nacional del Centenario de Miguel Hernández, lo primero que han decidido ha sido la reparación de los daños antiguos.
Reparación buena pero, eso sí, tardía: muy tardía.
No alcanzará a Josefina ni a Manuel Miguel, que hace ya muchos años fueron a acompañarte al sitio ignoto donde estás, si es que estás en alguno más allá de tus versos.
Menos aún alcanzará a consolar la hondura de tu pena sobre el jergón piojoso de la enfermería de la cárcel, cuando agonizabas de hambre y tisis sin poderte abrazar ni a tu mujer ni a tu hijo por ver de encarar la muerte con menos tiritera.
Porque el consuelo retrospectivo no existe: ni el llanto, ni la sangre, ni la soledad, ni la miseria, ni el miedo ni la traición se pueden restañar con un certificado: lo hecho, hecho está y no hay dios que lo cambie.
Al menos este consuelo institucional tan sonoro alcanzará a tus nietos, sangre de tu sangre que España no te dejó ni presentir siquiera, mucho menos besar y acariciar.
Algo es algo, Miguel. Algo es algo.
Qué gran cosa los centenarios, ¿verdad?
Qué gran cosa los homenajes, los recordatorios, las conferencias, los actos cultos y populares, las exposiciones, los conciertos, los recitales, las publicaciones de materiales inéditos milagrosamente rescatados.
Qué gran cosa los pueblos que se reúnen entre alharacas para cubrir de glorias el recuerdo de los mismos que dejaron morir, o que mataron.
Qué gran cosa honrar, muertos, a los que vivos fueron perseguidos, encarcelados y condenados, España es experta en eso.
Dijo Serrat el otro día que no es lo mismo cantar las Nanas de la Cebolla ahora que en 1972.
Y no es lo mismo, no, pero él lo hizo entonces: por eso no rechina que lo siga haciendo ahora.
Y digo yo que no es lo mismo llevarle rosas rojas al poeta en un acto público al Panteón de Hijos Ilustres, que sentarte en un banco solitario frente a un nicho a ras de suelo en un lateral del cementerio, y sentir cómo el desconsuelo te va trepando cuerpo arriba como una yedra ansiosa que te asfixia, y cómo se te enrosca en la garganta el
«ando sobre rastrojos de difuntos
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos».
Y eso muchos alicantinos lo hicimos.
Por eso no rechina que ahora hablemos de Miguel; o con Miguel, que también.
Porque somos muchos quienes ahora recordamos aquella mañana, terrible y hermosa al mismo tiempo, en que fuimos a encontrarnos contigo, con tus huesos, con tu noble calavera desenterrada y desamordazada, cuando te sacaron del nicho para trasladarte al Panteón de Hijos Ilustres.
Somos muchos quienes no podremos borrar nunca de nuestra retina la imagen desolada de una Josefina monumental, transida de dolor, apretando entre sus brazos la blanquísima sábana sin estrenar, recién planchada, en la que iba a recoger los restos de su hombre.
Somos muchos quienes seguimos emocionándonos hasta la lágrima al recordar su expresión, mil veces más doliente que la de la Pietà de Miguel Ángel, siguiendo estremecida el trabajo de los sepultureros, viéndolos destapar el nicho, extraer el pobre y viejísimo ataúd negro, hacer palanca en él, abrir la tapa…
Somos muchos quienes seguiremos llevando clavado en los tímpanos el quejido brotado de sus mismas entrañas que exhaló tu mujer al coger con sus manos tu cráneo mondo, sumergirse entera en los dos pozos huecos donde un día estuvieron tus ojos amados y murmurar: ¡Ayy, Miguel!
Solo eso: ¡Ayy, Miguel!
Y la tierra se echó a temblar.
De manera que, con perdón, algunos pensamos que para tanto dolor va a ser difícil encontrar reparación. Y que esa foto de tan risueños rostros comunicando la buena nueva de la proclamación de tu injusta condena, Miguel, no nos acaba de encajar con tanta pena.
Así que preferimos volver, a solas, a cualquiera de esos versos tuyos que nos
ayudan a seguir en pie. Por ejemplo, este:
«Cada vez que paso
junto al cementerio
me arrastra la fuerza
que aún sopla en tus huesos».
[De MIGUEL-1º MAYO: DEJADNOS LA ESPERANZA]
Para comprender el entramado que se ha montado sobre Miguel Hernández, nada mejor que leer ésta entrevista:
“”Pienso que los medios oficiales no han tenido ningún interés en conocer el origen familiar obrero de Miguel, sólo instrumentalizar políticamente su bella poesía, quitándole en todo lo posible el mensaje popular clasista que trasmite la foto que sacó mi padre. La familia obrera de Miguel no tiene ninguna resonancia. Por otro lado, de alguna forma la familia de la esposa de Miguel ( “hija de un guardia civil”), que se sepa, nada crítica con el sistema, trata de protagonizar y rentabilizar el centenario de su muerte.””
La entrevista completa aquí:
http://rebelion.org/noticia.php?id=104072
¡ Ay!, si Miguel Hernández levantase la cabeza y viese lo que ha venido detrás de él: Supongo que no hará falta demasiadas explicaciones después de leer este artículo:
http://www.laverdad.es/alicante/20091026/provincia/familia-miguel-hernandez-rechaza-20091026.html
( Me encontré en Suecia con una persona de Elche y me contó algunas cosillas sobre los obreros de una fábrica de calzado que HABIA en Elche… Ni quise rebuscar demasiado ni tampoco contaré lo que me dijo la señora. Lo importanto es llegar a comprender- me cuesta muchísimo- la postura de la familia de Miguel Hernández ante semejante tomadura de pelo a la HISTORIA del poeta. El dinero hace ” milagros”.)
El poeta de la República, Miguel, es y sera, simbolo de la España, Repúblicana…que fue atropellada y tiranizada, por la dictadura franquista, en connivencia con la Alemania Nazi, lastima que España, no tenga a Hernandez y tenga a los falangistas, integrando altos tribunales…y validando amnistia de la dictadura Franquista…Seguramente, algún buena copla, les dedicaria Miguel a esos Tribunales…Gabriel
¡Paz a todos!
No seré el que pueda añadir más homenaje a Miguel Hernández más que el de su lectura, de vez en cuando, de sus poemas para intentar hacerlos vida… ¡Ese, para mí, debió de ser su mejor testamento!: hacer vida, sus sentimientos…
Miguel Hernández fue mi poeta en los primeros años de mi juventud, mejor dicho, sobre los 15 ó 16 años, ¡ciertamente, me marcó, porque escribía con el estómago!, desde la más absoluta consciencia de estar presente en lo que estaba haciendo…
Esa dignidad y ese mensaje es el mejor recuerdo que puedo guardar de él y ¡aprender de él!…
Saludos a todos,
Pepe Sala. Tu y tu amigo Floren Dimas, estáis cargados de razón. Vivimos una mentira nauseabunda con el franquismo, y todavía los que crecimos bajo ese franquismo, y los supervivientes al alzamiento en armas de Franco. Tenemos que ver como se ningunea la parte mas sana de nuestros antepasados recientes.
Los “padres de la patria” que nos dieren la Constitución, nos dieron un caramelo envenenado. Porque fué un avance, pero del todo insuficiente, lo estamos viendo todavía. los jueces muchos son lo que son…, los políticos del P.P. todos…, son lo que son… y los políticos de izquierdas, no se atreven a remover según que pútridas injusticias. La gran crucificada es la justicia. El tiempo se encargará de resolver el problema de nuestra sed de justicia, cuando la generación de los nacidos en la postguerra, también muramos. No creo que tengamos justicia antes…, es triste, muy triste. La sombra del franquismo es alargada…, sino… que se lo pregunten al juez Garzón…
Desde mi correo electrónico, Oscar , te comparto algo que me ha mandado un amigo. Amigo que estaría encantado de compartir un ” matecito” con cualquier persona que se lo ofrezca, amigo que lleva años desempovando archivos abarrotados de cucarachas, de ratas y de miserias que se han comido la historia de la España reciente, amigo que colgó su uniforme militar porque ya no soportaba más tanta hipocresía, amigo que busca JUSTICIA para su propia familia ( descendiente de maestro de escuela fusilado por el franquismo por ENSEÑAR cosas que no se deben enseñar)
De parte de mi gran amigo Floren Dimas:
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MIGUEL HERNANDEZ, FUSILADO EN LA UNIVERSIDAD DE ELCHE
Ante la nieta y la nuera de Miguel Hernández, el vienes 26 de marzo, en la Universidad “Miguel Hernández” de Elche-Alicante, el genial poeta republicano alicantino Miguel Hernández ha dido fusilado. Formaron parte del piquete el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, el rector Ignacio Jiménez, el escritor y poeta Marcos Ana, y el presidente de la comisión del centenario de Miguel Hernández, Javier Rovira.
Miguel falleció en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942, a causa de una enfermedad contraída por las condiciones inhumanas impuestas a los presos republicanos, un calvario mucho más cruel que la pena de muerte, finalmente conmutada por la de treinta años. Una resolución judicial que seguía siendo legalmente válida, en el mismo momento en que se celebró este acto “de reparación y resarcimiento” solicitado y concedido al amparo de la Ley de la Memoria Histórica.
Una de las caras ignominiosas que esta ceremonia representa para la memoria de Miguel Hernández, viene dada por el párrafo de la citada Ley, que contempla la expedición de la mencionada acreditación: “no constituirá título para el reconocimiento de responsabilidad patrimonial del Estado ni de cualquier Administración Pública, ni dará lugar a efecto, reparación o indemnización de índole económica o profesional”. Es decir, que el papelito que el ministro Caamaño ha entregado a la nieta y nuera del poeta, respeta los efectos legales pretendidos por los consejos de guerra. Podemos afirmar en consecuencia, que el famoso documento es un documento franquista, puesto que mantiene en plena vigencia las sentencias y reconoce la legalidad del tribunal que condenó a Miquel ,y la de las leyes que le aplicaron.
La denuncia pública realizada por la inmensa mayoría de las asociaciones memorialistas, ha ´dejado al descubierto el objeto perseguido por la Ley de la Memoria con medidas como esta, que no otra cosa que eludir hacer frente a la responsabilidad civil del Estado, frente a los derechos de las víctimas y de sus familiares, tal y como se está haciendo con las del terrorismo, presentando como una salida alternativa al tema de las fosas del franquismo, el reparto de dinero para picos y palas entre asociaciones y familiares, para que sean ellos mismos quiénes se pongan al tajo de buscar los restos de sus padres, abuelos y bisabuelos, incumpliendo a sabiendas las leyes internacionales contra la impunidad en los casos de crímenes contra la humanidad, como los perpetrados por el franquismo, y destruyendo las pruebas de aquellos asesinatos masivos, al no realizarse las exhumaciones bajo jurisdicción judicial.
La Memoria de Miguel Hernández se instrumentaliza así, dentro de una estrategia gubernamental para avalar una ley, que ha sido repudiada por amplios sectores cualificados de la sociedad española y últimamente, hasta por los mismos que la apoyaron en su día, ley de punto final e impunidad, una ley que no soporta el más benévolo contraste con las que han servido para procesar a Pinochet, Videla, Fujimori, Scilingo, Milosévic y otros conocidos criminales de los dos hemisferios.
La memoria del genial oriolano, se merece mucho más que un papelito sin valor jurídico alguno, por mucho que diga que su proceso fue “injusto e ilegítimo”. Eso ya lo sabía todo el mundo, sin tener que esperar a ver lo que dice el certificado de Caamaño. Y lo sabe también el escritor Marcos Ana, convertido en los últimos tiempos en apóstol de una reconciliación sin Justicia, por lo que no es casualidad encontrarlo en estos eventos glamorosos, al lado de ministros de un gobierno que, por su cobardía política o su falta de convicciones democráticas, ha ratificado con esta ley la impunidad de los crímenes franquistas, que se intentó sellar con la ilegal e ilegítima Ley de Amnistía de 1977 (ilegal, por ser contraria a una ley de rango superior como es la legislación de la ONU contra la impunidad).
El único certificado que exige la digna memoria de Miguel, es una sentencia judicial reconociendo la nulidad de aquella sentencia emitida por tribunales “ilegítimos”, pero sobre todo, ilegales. No hace falta cambiar las leyes, solo aplicar los tratados internacionales de obligado cumplimiento.
Tras haber fallecido a causa de la enfermedad hace sesenta y ocho años, la memoria de Miguel Hernández va a ser fusilada en la Universidad de Elche mañana viernes, por una ley promulgada por los representantes de un gobierno llamado “socialista”, en la universidad alicantina. Dicen los familiares y los de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante “que impulsarán la petición para lograr la anulación de del consejo sumarísimo 21.001” que lo condenó. Sin embargo, con la aceptación de esa credencial que han solicitado, están apoyando -de forma pública y notoria- el espacio de impunidad que ampara la Ley de la Memoria, porque si el gobierno hubiera querido que se anulasen aquellas sentencias, solo tendría que haber presentado en el Parlamento una iniciativa parlamentaria, …pero no lo hizo. Y sobre la intención de los familiares de pedir anulaciones al Tribunal Supremo, ya sabemos quiénes son los que están sentados en ese alto tribunal.
¡Verdad, Justicia y Reparación para Miguel Hernández y demás víctimas del franquismo!.
¡Leyes internacionales contra la impunidad, ya!
¡Por la anulación de la ley de Amnistía de 1977!
Floren Dimas
27 de marzo 2010.
Hola!
(un poco modificado y muy resumido)
Oscar.
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De ese lugar –Jon Juanma Illescas Martínez (Desde Orihuela, España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
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Orihuela. Hace 50 años aproximadamente los niños jugaban y se bañaban en el río Segura. Actualmente no lo hacen ni los animales. El río es contaminado por empresas capitalistas que vierten sus desechos industriales ante la pasividad de las autoridades).
Orihuela, donde los explotadores se apropian del nombre de honrados artistas que lucharon por la justicia y murieron por republicanos proyectos. Donde los que ahora son sus autoridades, herederos socio-históricos de los mismos que lo dejaron morir entre rejas, se ufanan en promocionarlo como si de una atracción de feria se tratase, vaciando su contenido y extrañándolo de su legítima forma, travistiéndolo hasta poder meterlo en una especie de disfraz de simpática mascota.
La derecha ha conseguido muy inteligentemente vaciar el contenido socialista/comunista de la obra de Miguel Hernández hasta hacerlo imperceptible para la mayoría. La universidad pública que los conservadores del PP en el poder inauguraron para competir con la Universidad de Alicante (pro-PSOE) fue bautizada con el nombre de Universidad Miguel Hernández siendo su tendencia de los altos puestos claramente neoliberal y conservadora. Así mismo promocionaron a un poeta de extrema derecha que “rindió homenaje” a Miguel Hernández con la publicación de un poemario en el que aprovechaba para hacer apología de su ideología reaccionaria y machista: http://www.kaosenlared.net/noticia/derecha-mas-rancia-mancha-nombre-miguel-hernandez
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Sí soy de ese lugar donde las madres y los padres enseñan a sus hijos con orgullo por qué tener el brazo con el puño apretado bien alto,
En una estrofa de su poema “Canción del esposo soldado”, Miguel Hernández le dice a su mujer desde la trinchera: “Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado/envuelto en un clamor de victoria y guitarras/y dejaré a tu puerta mi vida de soldado/sin colmillos ni garras.”
En el siguiente enlace se puede leer el poema completo y ver una reinterpretación plástica del autor que les escribe estas líneas: http://www.artelista.com/obra/7759584024220257- vidaymuertedelubuntureinterpretaciondelpoemademiguelhernandezquotcanciondelespos.html
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No soy de ese lugar donde la basura vestida de traje ensucia el agua del río, sembrando enfermedad que en tiempo de recolecta se lleva a nuestros seres queridos. 5
Los incrementos de casos de cáncer en la Vega Baja vinieron aumentando gravemente en los últimos años en que se conocen datos (http://www.diariocriticocv.com/noticias/la/vega/baja/realizara/huelga/general/ante/la/contaminacion/del/segura/not40655.html)
en los posteriores se han visto presuntas actuaciones de las autoridades en favor al bloqueo de la publicación de nuevas estadísticas más actualizadas (http://www.orihueladigital.es/orihuela/manuel_galllud_sanidad_191004.htm) que desde luego no han contado con la ratificación ni condena de “nuestra” “Justicia” (http://eu-montesinos.blogspot.com/2009/10/ecologistas-en-accion-del-pais.html y http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article15471)
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Soy de ese lugar donde los amigos se juntan para tomar té, mate, o unas cervezas… para entre risas darle sentido a la vida, entre rostros diferentes, rodeados de distintas facciones queridas. Donde los vecinos entre un “¡Díos mío!”, “¡As-salam alaikum!” y “¡Hostia!” (con o sin mayúsculas), se conocen y acompañan, en el parque, el mercado o la tienda de la esquina. Entre todos ellos, con el mismo respeto, entendiendo que las formas se forman en el camino que trazamos , que no importan si lo importante late dentro: en corazones aquejados de penurias y felicidad compartida.
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No soy de ese lugar donde el Capital decide quién trabaja y quién no, quién puede pasar por esa puerta y quién por aquella otra más chica, quién asfixiarse en una cárcel perdida y quién respirar en una gigante que alcanza mucho más allá de nuestra vista, donde se nace para morir y se malvive para que otros se crean en la mejor de las vidas.
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Soy de ese lugar que aún no tiene nombre, himno ni bandera, donde el hombre es el mejor amigo del hombre y vivimos para nuestros iguales en democracia, justicia y alegría. Donde ninguno mira por encima al otro y donde nuestros diferentes tonos, notas y sabores enriquecen nuestros sentidos. Donde cualquiera es igual a nadie, y nadie quiere ser más que cualquiera. Donde a la Geometría se le invitará a servir a los seres humanos y se la desterrará de su conocido papel separadora de pueblos y familias. Donde soñar se considerará un derecho y no una pérdida de tiempo.
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Ojalá un día cercano, Miguel y yo, volvamos a casa.
Esto no es cierto:
“”España ha decidido declarar que tu condena a muerte fue una injusticia: más vale tarde que nunca, dice el refrán.””
Eso lo decimos MUY POCOS españoles-as. Lo que dice la mayoría y, sobre todo el Gobierno ( con su séquito de ” homanajeadores-as”) es que su condena fue ILEGITIMA, no ILEGAL .
Y la realidad es que obran en consecuencia y dejan la SENTIENCIA franquista en pleno vigor. Lo mismo que las sentencias de cientos de miles de españoles-as que seguimos solicitando menos “cuentos chinos” y más LEGALIDAD INTERNACIONAL sobre los delitos de lesa humanidad.
Es otra verguenza más de un gobierno que trata, por cualquier medio, de pasar la página del franquismo SIN LA MAS MINIMA APLICACION DE JUSTICIA hacia los cientos de miles de asesinatos, robos de hijos y represión sin parangón.
Encima tendremos que aguantar las payasadas de alcaldesas fachas, de ministras que han hecho una ley que sólo sirve para reirse aún más de las víctimas y de un Partido que se dice socialista y olvida, lamentablemente, a las miles de víctimas socialistas que se llevó por delante ( y por detrás) la dictadura.
Nada parecido a lo que se está haciendo en Argentina, Chile, Guatemala, Uruguay, Yogostavia, etc, etc, etc. El NACIONAL-CATOLICISMO siguen siendo intocable en esta jodida España de pandereta .
Y lo peor de todo es que incluso se presten a semejante payasada algunas personas que realmente lo pasaron mal en el franquismo. ( léase Marcos Ana.)
Pues éso… las cosa claras y el chocolate espeso.
Gracias a atrio por traernos en este memorable día esta maravillosa presentación y este recuerdo de Miguel Hernánez.
El texto de Ángeles Cáceres me ha emocionado. ¡Cuánta razón llevan sus palabras!
Pero Miguel Hernández sigue entre nosotros, a través de sus poemas, de su testimonio, y las notas musicales que le pone nuestro Serrat y que suenan a gloria….
Junto a Juan Ramón Jiménez, digo:
“Que no se pierda …
Esta voz, este acento,
Este aliento joven de España”.
(Juan Ramón Jiménez)
En su MADRE ESPAÑA, patria a la que tanto amó, Miguel Hernández soñaba y escribía:
“Cuando sobre tu cuerpo sea una breve huella,
Volverás a parirme con más fuerza que antes.”
(Madre España)
Yo le diría, en ello estamos, amigo Miguel.
Ojalá que este año, el año del centenario de su nacimiento, se cumplan estos deseos, y quien aún no hubiese llegado al corazón de este poeta, lo conozca, lo saboree, se estremezca, se emocione y, si fuese preciso, llore; llore por tanto dolor y tanta sangre inocente derramada entre vilezas humanas, y que nuestra alma grite con el poeta: “Para la libertad sangro, lucho, pervivo
Para la libertad…
Retoñarán aladas de savia sin otoño
Reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado que pierdo en cada herida
Porque aún tengo la vida.” (Para la libertad)
¿Por qué tanta ignominia sobre seres tal excelsos?
“Tristes guerras
Si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
Si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
Si no mueren de amores.
Tristes, tristes.”
Como diría Pepe Sala: pues eso, que nuestras guerras sea de amor, que nuestras armas sean las palabras que nuestras muertes sean de amores.
Y que, de una vez por todas, se haga justicia solemne sobre tantas personas anónimas para el gran público que sufrieron y murieron tan injustamente, mientras los sucesores de aquellos verdugos sientan en el banquilo al juez que quiere sacar de las tumbas del silencio infame tanta barbarie y tanta inmundicia.
Ojalá que tu poesía, querido Miguel Hernández, invada los corazones con tu sensibilidad, con tu humanidad, con tu firmeza y coherencia, con tu amor a este pueblo duro de cerviz.
Permitidme recordar cuando leí por primera vez a Miguel Hernández.
El profesor de Lengua y Literatura, en el año 1966, en Tarazona, nos leyó con pasión un trozo de su Elegía a Ramón Sijé y eso era……una maravilla.
Por la noche la leí lentamente, con sentimiento, las palabras fluían hacia dentro de mi corazón y lloré de pena por Ramón Sijé y emocionado porque un amigo le quisiera tanto.
En aquella época le pregunté al profesor que me contara más de su vida y nos contó algo sobre las derechas y las izquierdas. Por lo visto Ramón era amigo suyo de la infancia de cuando hacían poemas a la Virgen y Miguel en Madrid se reunió con gente de izquierdas y Ramón estaba triste. (después leí más cosas como “Orihuela y Miguel Hernández” entre otros) pero con mis 17 años aquella explicación me sirvió y me abrío un camino para pensar por mi cuenta.
Tengo en casa el libro publicado por la Editorial Losada ya muy roto por el mucho uso que he hecho de él.
No voy a hablar de la memoria histórica, ya que lo habéis hecho desde el equipo editorial y supongo que mucha gente que sabe más que yo sobre el tema lo hará, ni tampoco voy a hablar sobre las dos Españas.
Permitidme recordar que es uno de mis poetas preferidos, pero que es el que más me ha emocionado y más me hizo amar la poesía. Y por ello le tengo que dar las gracias a él y a la madre que le parió.
Para recordar dicha elegía, para mí la mejor de la literatura española, he buscado en Internet y la he encontrado en http://www.tinet.cat/~elebro/poe/mher/elegia.html
Gracias por haber sacado el tema