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A esta mujer debería consultar Francisco

SUSAN GEORGE 3Conoce las altas finanzas y habla con sencillez de lo que sabe. Su realismo asusta.
Creo que es la mujer que no permitiría que los neoliberales del Opus engañen a Francisco y le oculten la verdadera realidad del del gran pecado demoniaco.
Creo que nombrar alta asesora a una mujer así no es cuestión cerrada en la Iglesia.

Mientras el cristianismo no parta de este análisis, ¿por qué no se calla?

Susan George: Un sistema financiero sin control nos lleva al precipicio

La presidenta de honor de Attac, que lucha por regular los mercados financieros, cree que la austeridad es una patraña

Paris. El País, 4 de agosto 2013.

Susan George se levanta de la elegante mesa de madera de su silencioso apartamento parisiense, taza de té en mano, y se acerca a la biblioteca. Rebusca entre sus libros. Entresaca El Minotauro global,del economista griego Yanis Varoufakis. “Aquí está”, dice, satisfecha. “Pero esto solo es para yonquis interesados en las finanzas, como yo”, bromea. Sí, el mundo de las finanzas. Una de sus obsesiones, uno de sus caballos de batalla. La politóloga, filósofa y escritora norteamericana, afincada en París desde 1954, lleva toda la vida luchando, agitando conciencias. En los noventa lo hizo desde Greenpeace. Entre 1999 y 2006, como vicepresidenta en Francia de la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda al Ciudadano, organización que promueve el control de los mercados financieros. “Más vale que pongamos bajo control a estos locos”, dice en alusión a los banqueros en un momento de la entrevista, “¡hacen lo que quieren y los Gobiernos les animan a seguir haciéndolo!”.

A sus 79 años, Susan George es una mujer elegante y cultivada que habla desde la indignación. Exclama constantemente. Una especie de sistemático “¡será posible!” late bajo sus afirmaciones cuando analiza cómo funciona la sociedad en la que vivimos.

Con esa visión panorámica que le otorga su recorrido vital, la autora de El informe Lugano II (editado por Deusto) clama su verdad frente a un mundo que avanza, en su opinión, en dirección equivocada.

Pregunta. ¿Qué está pasando en este mundo en el que vivimos?

Respuesta. ¿Dispone usted de tres horas? Bueno, es relativamente simple. Hemos permitido al capitalismo hacerse, virtualmente, con cada aspecto de la existencia humana; tenemos un sistema financiero que está completamente fuera de control, y ninguna autoridad parece querer controlarlo; hay una carrera entre las compañías multinacionales para hacerse con los recursos que quedan, ya sea energía, comida, tierra, agua, metales, oro… Y hace 10 años parecía que se estaba produciendo una toma de conciencia ecológica, pero eso parece haber desaparecido completamente.

P. ¿Y cómo explica usted la crisis en la que nos hallamos inmersos?

R. Tenemos una crisis generalizada, una convergencia de varias crisis: la financiera, la de la creciente desigualdad engendrada por el capitalismo y la ecológica. Hay una crisis alimentaria y de agua que afecta cada vez a más gente, no solo a aquello que llamábamos el Tercer Mundo, también a los países ricos. Y por encima de todo ello está la crisis de la democracia: autoridades ilegítimas que no han sido elegidas por los ciudadanos son las que crean las reglas del juego. Hacia eso camina el mundo, y no es una dirección demasiado bella…

Hemos permitido al capitalismo hacerse, virtualmente, con cada aspecto de la existencia humana”

P. En su libro Sus crisis, nuestras soluciones, escribe usted: “La mayoría de las personas no necesitan más pruebas, ven perfectamente que el sistema no funciona ni para ellos, ni para sus familias, amigos o país”.

R. Bueno, depende de para quién. Para el 1% del 1% funciona. Y ese 1% del 1% ha decidido, desgraciadamente, que debemos tener desempleo, austeridad, sufrimiento de la población y pérdida de aquello que la clase trabajadora conquistó a lo largo de los últimos 50 años.

P. ¿El 1% del 1% es lo que usted denomina como “el grupo de Davos”, los poderosos del mundo que se reúnen cada año en la localidad suiza? ¿Son ellos los que deciden realmente, o eso es una teoría conspirativa?

R. No, yo no creo en conspiraciones, yo creo en el manejo de las situaciones en favor de determinados intereses. No es que ellos se reúnan y digan: “Bueno, vamos a derribar los derechos que la gente ha conquistado en los últimos 50 años”. No, ellos se reúnen y dicen: “Tenemos demasiadas cargas sociales; hemos ganado 10 puntos del PIB en los últimos años y ahora queremos otros 10”. Se trata de una convergencia de intereses. Luego la ideología neoliberal genera ideas que la gente se acaba creyendo, como esa que tanto se ha escuchado en España de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. ¡Eso es una tontería!

P. ¿Podría explicar por qué es una tontería?

R. El Estado español no pidió prestado para mejorar la educación, la sanidad, la cultura o cosas que beneficiaran a la población en general; pidió para salvar al sistema bancario tras la crisis inmobiliaria. España no estaba tan endeudada antes de la crisis. Proporcionalmente, estaba menos endeudada que los virtuosos alemanes, que son los que han sacado uno de esos números mágicos que aparecen en el Tratado de Maastricht: hay una cifra, el 3%, que marca el límite de déficit que los países no deben superar; la otra indica que no hay que endeudarse en más de un 60% del PIB. Nadie sabe de dónde vienen esas cifras; del Bundesbank, probablemente; pero ¿por qué es un 3% en vez de un 4%, o un 60% en vez de un 65%? Son cifras arbitrarias que además han sido rebatidas. Hace poco el FMI dijo que nos equivocamos con el rescate griego. La ATTAC ha publicado un estudio que muestra que de los 200.000 millones de dólares (153.000 millones de euros) que se entregaron a Grecia, el 77%, al menos, fue a parar a los bancos. Todo eso está basado en ideología. El sustento de la austeridad es una patraña. Sí, una patraña matemática y económica.

La humanidad se está yendo a tomar viento por las demandas de capital de un sistema productivo estúpido”

P. ¿Y qué habría que hacer para reinventarse el mundo?

R. Lo primero es poner el sistema financiero bajo control. Está operando conforme a sus propias reglas y nos va a llevar más allá del borde del precipicio. Los banqueros usan un lenguaje que los líderes políticos quieren creer, o no comprenden, no sé. Pero el caso es que acaban haciendo lo que les viene en gana. Y no serán penalizados, ni irán a la cárcel, ni serán multados; seguirán haciendo locuras.

P. ¿Son ellos los que detentan el poder real?

R. Sí, claro. Podríamos tener carteles electorales en las calles que digan: “Vote a Goldman Sachs, ¡elimine al intermediario!”. La banca es demasiado grande para quebrar, demasiado grande para que encarcelen a sus responsables; si es así, ¡es demasiado grande para existir! Mejor sería que por un lado estuviera la banca minorista, y por otro, la banca de inversiones, no las dos bajo un mismo techo. Y si la banca de inversión quiebra, que quiebre, ¡pero que no jueguen con nuestro dinero!

P. ¿Y qué más habría que hacer?

R. Una vez controladas las entidades financieras, obligar a los bancos a contribuir a la transición verde. Esta es la idea central. Eso, además, permitiría crear empleo. Hay que controlar a la banca para que la gente no pierda sus ahorros, sus seguros, su salario… [RISAS]Probablemente[/RISAS] la gente esté más interesada en que se controle a estos bastardos por estos motivos. La otra razón es que hay que construir una sociedad sostenible, hacer la transición verde en transporte, hogares, agricultura. La humanidad se está yendo a tomar viento por las demandas de capital de un sistema productivo estúpido, mal organizado, que permite tremendas desigualdades. Tenemos que parar el calentamiento tan rápidamente como podamos; salvar las pequeñas granjas, dar la producción de alimentos a pequeños agricultores ecológicos… Hay que buscar la manera de sobrevivir. Estamos hablando del futuro de la humanidad. Ninguna generación en la historia, desde el Homo sapiens, ha estado enfrentada a un problema de semejante magnitud. Los Gobiernos miran a otro lado, los presidentes de las empresas piensan que esto ocurrirá cuando ellos ya no estén aquí… El capitalismo es un sistema que no permite pensar a largo plazo.

Cuatro propuestas

  • ¿Una voz alternativa que debería ser escuchada? “Herman Daly, autor de Para el bien común. Hay libros de ecología muy interesantes, como este, que datan de los años ochenta”.
  • ¿Una idea o medida concreta para un mundo mejor? “Controlar a los poderes financieros y conseguir que los bancos financien la transición verde. Se están poniendo parches en el sistema financiero y no se coge el toro por los cuernos”.
  • ¿Un libro? The spirit level: why more equal societies almost always do better (Estado de ánimo: por qué las sociedades igualitarias casi siempre van mejor), de Richard Wilkinson y Kate Pickett. “Reducir la desigualdad es lo mejor que cualquier Gobierno puede hacer, y eso queda de manifiesto en este libro”.
  • ¿Una cita? “Los que vienen al mundo para no cambiar nada no merecen ni atención, ni paciencia” (René Char, poeta francés).

Susan George suelta su larga parrafada consciente de que acaba de encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que quería explicar. Considera que es fundamental profundizar en nuevas formas de democracia participativa. “La democracia está aplastada por la especulación”, dice, “y los ciudadanos pueden hacer muy poquita cosa con un simple voto”.

Su análisis se vuelve sombrío cuando sobrevuela Europa. Sostiene que la idea que guía a la Unión Europea es la de las grandes bondades de la privatización. “Acabaremos con un régimen extremadamente cruel; un régimen de las grandes multinacionales no se va a preocupar demasiado de la población. Excluirán a la gente como nunca se ha hecho hasta ahora”. También le preocupa el ocaso del Estado de bienestar. “El año que viene cumpliré 80 años y no quiero morir en una Francia gobernada por el Frente Nacional”, espeta.

P. ¿Y cree que eso puede suceder?

R. Creo que están preparando la cama para los fascistas, les están preparando el bulevar. Mire Aurora Dorada en Grecia. ¡Eche la vista atrás, a los años treinta! Hitler fue elegido, no lo olvidemos. En el caso italiano, hubo un golpe, pero Mussolini gozaba del apoyo de buena parte de la población; y Berlusconi no está muy lejos de Mussolini.

4 comentarios

  • Antonio Vicedo

    – Las consecuencias de la Toma de la Bastilla, debido a su reacción violenta al cainismo precedente, queriendo matar al fratricida Caín, quedó como un cambio de tortilla matizado,  que en el que  terminó quemando igualmente su otro lado con el imperialismo napoleónico siguiente, con las monstruosidades criminales de los  dos grandes guerras de mitad del siglo XX y las posteriores.
     
     
    Los cambios de poder acumulado, no pueden ser garantías de mejor convivencia social en la Humanidad, pues parte considerable de la misma la forman las continuas víctimas  del abuso de poder fratricida.
     
    Es el ansia normalizada, si bien matizada, de poder de unos humanos sobre otros, el origen del falso e injusto motivo por el que se quiere ordenar la convivencia human sin el fundamento del reconocimiento práctico de la IGUALDAD en valor dignidad y finalidad del TODO SER HUMANO.
     
     
    Y como este falso presupuesto no se aborda con eficacia y garantías por eso, ni lo de Franciso aún ofrece esperanza de no abocar en los facios de Musolini, ni lo del desmadre de poder financiero ofrece esperanzas de que la sociedad apurada por exigencias de miseria no repita electorálmente  algún modo de nacismo de hitleriano, o de comunismo de estalinista
     
    Susan George apunta certera orientación, como ya lo había apuntado Jesús, proponiendo el cambio de mentalidad, el renacer a HOBRES NUEVOS, y el colocar el fulcro de la solución de la problemática humana en la de los seres humos considerados más ninguneados.
     
    Sobre la FALSEDAD no hay posibilidad de segura construcción de la LIBERTAD.
    Solo la VERDAD libera, porque la falsedad siempre esclaviza.

  • h.cadarso

      Después de leer esto de Susan George, que por otra parte ya lo dicen innumerables voces y plumas e e.mails por todo el planeta, uno se pregunta si alguien puede seguir hablando de democracias occidentales y sistemas electorales. Y de cómo los grandes sargentos del orden mundial se preocupan por garantizar los sistemas democráticos en los países árabes, y de combatir las dictaduras fundamentalistas y los regímenes de Fidel y del Alba sudamericana. Y de cómo la ONU vela por la buena salud de la economía mundial y de los regímenes democráticos.
      Y de cómo los seguidores o sedicentes seguidores de Jesús intentan aplicar paños calientes a esta enfermedad del género humano, con recetas de doctores del Opus, Comunión y Liberación, Roucos Varelas, y demás comparsa, entre la cual a lo mejor podríamos incluir a…
      Tiene razón el que propone que Francisco consulte a Susan George, pero sería más que suficiente con que consultase a su sentido común y a su conciencia cristiana.
      A veces me siento mal por las posibles salidas de tono que empleo en elogiar a otros regímenes no capitalistas…Leyendo a Susan George, me siento un tanto aliviado de este complejo.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo el titulado de Red. Atrio:

    – ” A esta mujer debería consultar Francisco“-

    Y cuando llego al final del Artículo (si no lo interpreto erróneamente) leo:

    – “R. Creo que están preparando la cama para los fascistas, les están preparando el bulevar.”-

    ¿No será que, precisamente, haya Panco leído este final?

    ¡Qué sé yo! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo:

    P. ¿Y qué habría que hacer para reinventarse el mundo?
    R. Lo primero es poner el sistema financiero bajo control
    ……………

    Casi de acuerdo; porque eso es imposible si la Gobernanza no se la Re-Toma (como se conquista una Bastilla) de los Estados cooptados por, precisamente, las Finanzas.

    ¿Será? – Oscar.