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Historia de Pedro

PikazaXabier Pikaza fue una de las columnas fundantes de este ATRIO. Después, él ha seguido expresándose en otro blog y en sus libros, a los que no dejamos de atender, pues nuestra entrañable amistad permanece intacta. Hoy, en esta fiesta de las dos columnas fundantes de la Iglesia, Atrio acude a su blog para recomendar a todas y todos esta breve síntesis de la Historia de Pedro. Se aborda el tema más discutido en ATRIO estas últimas semana: el origen y fundamento de la autoridad en la Iglesia. En esa discusión se ha intentado separar una lectura crítica científica del Nuevo Testamento y una lectura desde la Fe. Pikaza es y será un ejemplo que la verdadera fe cristiana no excluye sino que exige los avances científicos de la crítica histórico-textual del NT. La fe en Jesús es la que nos une a Pedro y relativiza esa enorme construcción barroca, contrarreformista, de su Basílica y de la Autoridad Papal. AD.

29.06.13. Historia de Pedro, en el comienzo de la Iglesia

Pedro es quizá el personaje más entrañable del origen de la Iglesia. Más “santa” parece Magdalena y más excelso María, madre de Jesús; más emprendedor y discutido es Pablo, más “místico” el discípulo amado. Pero no hay ninguno que resulte más entrañable, imitable, cercano como Pedro.

Muchas veces he tenido ocasión de presentarle en este blog, por sí mismo y por lo que supone su figura en la historia de la Iglesia Católica, que le ha visto cómo (le ha convertido en) el Primer Papa, como si fuera el primer Rey del Vaticano. Pero su historia resulta mucho más humilde y rica.

Así quiero evocar hoy, con cariño por lo que ha sido, sin polémica, ofreciendo un recorrido por todo el Nuevo Testamento, iniciando así un camino que sigue recorriendo la Iglesia, con el Papa Bergoglio, que quiso llamarse Francisco, pero que se llama también Pedro,como supone la palabra escrita en la cúpula del Vaticano: Tu es Petrus, tú eres Piedra…(cf. imagen)

— Siga leyendo quien quiera entender su sentido en el comienzo de la Iglesia, viéndole como cristiano, probado y comprometido.
— Siga leyendo también quien desee valorar el papado actual de Francisco a la luz de la misión de Pedro en el comienzo de la Iglesia.

Buen día a todos, buenas fiesta a los amigos de San Pedro. Retomaré mañana a la noche el tema del evangelio del domingo (que queda pendiente). Desde ahora quiero celebrar con mis amigos del blog la fiesta (figura) de Pedro.

1. HISTORIA BÁSICA 1. EN TIEMPO DE JESÚS.

Se llamaba Simón/Simeón Bar-Yona (hijo de Juan), como recuerda Mt 16, 17 (cf. Jn 21, 15). Pero, en un momento determinado, para constituir y formular su nueva función, como fundamento de la comunidad mesiánica, Jesús le llama en arameo Cefas (cf. 1 Cor 1, 12; 3, 22; 9, 5; 15, 5; Gal 1, 18; 2, 9. 11. 14; Jn 1, 42), que se traduce en griego Petros (en latín Petrus, Piedra, Pedro). Las comunidades helenistas le llamaron Petros, reconociéndole así, implícitamente, como piedra de la nueva comunidad escatológica de Jesús (cf. Mc 3, 13; Lc 6, 14; Mt 16, 18). La iglesia ha conservado y expandido ese nombre, que seguimos empleando todavía.

Se llamaba pues Simeón (como el primero de los doce patriarcas, hijos de Jacob), aunque “helenizó” su nombre y solía llamarse Simón. Parece que fue el primero de los discípulos de Jesús (su discípulo “primogénito”, uno de los Doce). Había sido pescador del lago de Galilea, de familia al parecer humilde, no tenía campos propios, vivía en la casa de su suegra y, posiblemente, era trabajador a cuenta ajena. No tenía campos, ni una cultura religiosa especializada (no era sacerdote, escriba o fariseo). Pero se hallaba interesado por la renovación religiosa de Israel y, al menos por un tiempo, había sido discípulo del Bautista (cf. Jn 1, 40-44).

Debía tener sus ideas propias sobre el mesianismo; por eso, si acogió la invitación de Jesús y se hizo su discípulo, abandonando a su familia (cf. Mc 1, 16-20) y dejando al mismo Juan Bautista, a quien había seguido por un tiempo, es que debía haber hallado fuertes razones para hacerlo. No vino como un simple espectador pasivo, sino que trajo unas convicciones fuertes sobre lo que debía ser la transformación y culminación de Israel (como las tenían otros muchos en la sociedad judía de aquel tiempo).

Es muy posible que Jesús confiara de un modo especial en Simón, a quien necesitaba (con otros discípulos y amigos) para llevar adelante su proyecto, para realizar su obra. Por otra parte, el mismo Simón se fiaba de Jesús, de manera que el texto básico de Mt 16, 13-20 (que incluye su confesión mesiánica y la bienaventuranza posterior de Jesús, que le llamada Pedro-Roma) puede tener un fondo histórico.

De todas formas, tal como supone el texto paralelo de Mc 8, 27-27, es muy posible que las relaciones entre Jesús y Simón nunca fueran plenamente fluidas. Jesús no logró trasmitir a Pedro, ni al resto de sus Doce, su experiencia básica de gratuidad y entrega no violenta de la vida, de manera que ellos siguieron a su lado, pero sin estar del todo satisfechos de la forma en que el mismo Jesús gestionaba su proyecto.

Es evidente que Jesús y Pedro (Jesús y los Doce) nunca lograron formar un grupo cerrado y compacto, de fidelidad hasta la muerte, en contra de lo que ha sucedido en otros grupos políticos, religiosos y revolucionarios (como entre los seguidores de Mahoma). La tradición cristina ha sabido (y no se ha esforzado en ocultarlo, sino todo lo contrario), que los Doce abandonaron a Jesús, cuando éste fue juzgado y condenado a muerte (a pesar de haber sellado con él su compromiso en una cena de solidaridad y comunión).

Parece seguro que Pedro le negó de un modo peculiar, no por simple miedo (que también pudo tenerlo), sino por discrepancias de fondo sobre la actuación “suicida” de su maestro, que parecía dispuesto a ser juzgado y morir en Jerusalén, sin acudir a una estrategia política o militar de toma de poder, sin defenderse de un modo violento (cf. Mc 14, 54-72 par).

La consecuencia de ello fue que Jesús murió solo, sin que sus seguidores más íntimos fueran juzgados y crucificados con él. Las únicas cruces que se alzaban al lado de la suya, en el Calvario, fueron las de unos “bandidos” no cristianos, reos comunes o miembros de la resistencia armada contra Roma (el evangelio no ha querido precisarlo). Entre los seguidores de Jesús, sólo unas mujeres que parecían de menos importancia asistieron a su muerte (cf. Mc 15, 40-47 y paralelos).

Lógicamente, la representación de Pedro podía haber terminado ahí, tras la negación, el abandono y la muerte de su maestro en el Calvario. Pero la amistad de Pedro hacia Jesús (que respondía a la amistad de Jesús hacia Pedro) era más fuerte que las razones sociales y religiosas de su distanciamiento y traición. La lógica y el orden religioso estaban de parte del Sumo Sacerdote (aliado en este caso a los romanos). Pero el amor superó la lógica de los sacerdotes y Pedro descubrió la razón del Jesús muerto y experimentó el sentido de su vida, por encima de la religión oficial de su pueblo y del imperio de Roma.

En este contexto se entiende la confesión fundacional de la iglesia, cuando afirma que Pedro “vio” a Jesús después de su muerte, es decir, tuvo una experiencia integral de la verdad de su propuesta mesiánica y de la radicalidad de su amor. Sólo al situarse ante el conjunto del mensaje y vida de aquel a quien había seguido y amado, Pedro pudo descubrir que Jesús tenía razón, que su propuesta de Reino era verdadera, pues Dios había estado presente en su camino y había ratificado su obra, resucitándole de entre los muertos (cf. 1 Cor 15, 5 y Lc 23, 34).

Esta “visión” pascual de Pedro no fue una simple alucinación, como tantas otras, ni una aparición espectacular (de visiones imaginativas y apariciones gloriosas está llena la historia), sino una experiencia de renacimiento radical, una revelación de Dios que funda y edifica sobre un crucificado el camino de unificación de amor entre todos los hombres. Una vez que se ha descubierto eso, todo lo demás es simple consecuencia: la verdadera autoridad, aquella que funda la unión entre todos los hombres, no la tienen ni los sacerdotes que matan a sus víctimas, ni los soldados que imponen su norma de poder, sino, con Jesús y como Jesús, los asesinados de la historia.

Ésta fue la experiencia de un hombre que “supo” que Jesús, su amigo crucificado, estaba vivo y le encargaba la tarea de seguir realizando su obra mesiánica. Ésta fue una tarea que Pedro compartió con otros, para recrear y expandir la buena nueva o evangelio de Jesús, de tal forma que diversos grupos de cristianos le consideraron como fundador de la Iglesia pascual, su Roca (por eso le llamaron en arameo Cefas y en griego Petros: Pedro, el Piedra).

Parece seguro que Pedro volvió a instaurar el grupo de los Doce (que se había disgregado tras la muerte de Jesús), confesando de esa forma, de manera práctica, que el movimiento mesiánico seguía vivo, de manera que en nombre de Jesús podía ofrecerse un mensaje de salvación a todo Israel (las Doce Tribus simbólicas). Es evidente que, al menos en un primer momento, Pedro y los Doce se presentaron como signo y garantía de que el Crucificado estaba vivo y que vendría pronto como salvador final, pues el tiempo del mundo viejo parecía consumido. Su ministerio básico será anunciar y simbolizar la llegada o parusía mesiánica de Jesús, es decir, la reconciliación de la humanidad partiendo de los sacrificados de la historia.

2. HISTORIA BÁSICA 2. DESPUÉS DE LA MUERTE DE JESÚS.

Quiero presentar una cronología básica de Pedro, desde la perspectiva de la Iglesia primitiva. Sólo conociendo su historia se puede entender luego el influjo posterior de su figura en la historia de la Iglesia y, especialmente, en la función del Papa, que actúa como representante y sucesor de Pedro para los católicos.

a. Años 30-34. Pedro en Jerusalén, iglesia primitiva (Hech 1-5).

Éstos deben haber sido los años en los que se mantuvo en Jerusalén el ideal de una iglesia escatológica, en torno a los Doce, presididos por Pedro. En estos años fueron surgiendo tendencias distintas, vinculadas a las mujeres (María Magdalena) a los helenistas y a Santiago. Todo nos hace suponer que Pedro fue un elemento esencial de aquella iglesia Jerusalén, reunida en torno a los Doce, como supone Hech 1-5.

En ese contexto se sitúa la primera visita de Pablo a Jerusalén, donde quiere “conversar” con Pedro, en torno al año 35/36 d. C. (cf. Gal 1, 18). Da la impresión de que, en ese momento, Santiago, el hermano del Señor, ocupa un puesto secundario en la Iglesia.

b. Años 34-49. Pedro misionero en Palestina.

Puede haber “misionado” también en Galilea, pues hubo contactos entre los “cristianos” de Jerusalén y los discípulos de Galilea, pero no podemos precisarlo. En ese contexto, el autor de Hechos ha situado la misión de Pedro en la “costa de Palestina” (cf. Hech 8-12), presentándola como primera “apertura a los gentiles”, en una línea cercana a los “cristianos helenistas”. En este tiempo, como supone Hech 1-12 y la tradición de los sinópticos (Mc 5, 37; 9, 2; 13, 2 par), Pedro debió hallarse vinculado con los zebedeos, desarrollando una labor misionera fuera de Jerusalén, por lo menos a partir del “conflicto” con los helenistas” (Hech 6-7).

Eso supone Pedro aceptó de algún modo la línea de los helenistas, superando la visión de una Jerusalén que se centra en sí misma y espera que venga el Cristo desde arriba. Los textos destacan la misión de pedro en dos regiones Palestina: en la zona muy helenizada de la costa y en Samaria (Hech 8, 14-24). Desde ese fondo ha de entenderse la “huida” de Pedro de Jerusalén, en el tiempo del reinado de Agripa, en relación con el martirio de Santiago Zebedeo (entre el 41-44 d. C.). Desde ese momento se supone que Santiago empieza a ser la figura dominante en Jerusalén.

c. Años 48/49. Concilio de Jerusalén.

Pedro no aparece como representante de la Iglesia de Jerusalén (presidida por Santiago), pero actúa como mediador entre Santiago y Pablo… Tanto Hech 15 como Pablo (Gal 2) suponen que, en torno al año 49, hubo en Jerusalén un encuentro entre Pablo, Pedro y Santiago y que Pedro acepta la misión paulina. La “autoridad decisiva” en Jerusalén la detenta ahora Santiago, pero Pedro y Juan Zebedeo aparecen como columnas de la Iglesia.

Por otra parte, en este contexto, Pablo supone que a Pedro se le ha confiado el evangelio misionero de la circuncisión (desde el judaísmo), mientras que él (Pablo) realiza la misión entre los incircuncisos (paganos) (cf. Gal 2, 7). Ambos son misioneros, a diferencia de Santiago, que queda en Jerusalén. Pero esta división no parece del todo precisa, pues que los de Santiago han realizado también un tipo de misión cristiana (sólo entre judíos), mientras que Pedro (dirigiéndose principalmente a los judíos) se relaciona también con los “incircuncisos”, en Antioquía, mientras que el mismo Pablo ha actuado finalmente como misionero entre los judíos.

c. Años 50-60 Pedro en Antioquía.

Gal 2 supone que Pedro ha quedado como figura dominante de la comunidad de Antioquía, formada por cristianos de origen judío y gentil. Éstos parecen haber sido los años decisivos de la misión de Pedro, discípulo de Jesús y representante de los Doce, abriendo un camino universal para la Iglesia, pero con ciertas relaciones con el judaísmo, desde Antioquía.

— A un lado tiene a Santiago, empeñado en mantener el mesianismo israelita de Jesús, según la Ley, en Jerusalén.
— Al otro lado tiene a Pablo, creando iglesias desde la gentilidad, sin vincularse a la circuncisión ni a las prácticas legales del judaísmo.
— En medio queda Pedro, en Antioquia, como principal portavoz de una Iglesia que quiere abrirse y se abre a los gentiles, sin perder su conexión con el judaísmo.

En cierto sentido, Pedro busca y ensaya lo más difícil, una conciliación de opuestos. Más fácil es abandonar sin más las normas legales del judaísmo (como dicen que hace Pablo); más fácil es mantener todo el judaísmo en forma mesiánica (como intenta Santiago en Jerusalén). Más difícil es mantener ambos elementos, como ha querido Pedro, conforme al testimonio clave de Mt 16, 18-19, donde se le presenta como “gran intérprete” de Jesús y como piedra-fundamento de una Iglesia universal, en la que pueden encontrarse judíos y gentiles.

Eso supone que Pedro buscó desde Antioquía una especie de “pacto” entre cristianos de origen judío y pagano (circuncisos e incircuncisos), un pacto que en ese momento no agradó a Pablo (cf. Gal 2, 11-14), que tuvo que dejar Antioquía, donde quedó Pedro. Pero ambos se mantuvieron en comunión, como indican las cartas de Pablo (cf.1 Cor 1, 12; 3, 22; 9, 5).

d. Años 60-63. Pedro en Roma.

El evangelio de Marcos, escrito probablemente después de la muerte de la muerte de Pedro, supone que él tuvo que ir a Galilea tras la pascua (cf. Mc 16, 7-7), para encontrar allí al verdadero Jesús pascual, con las mujeres. Lo mismo supone Mt 28, 16-20 (lo mismo que Jn 21). Para ellos, el lugar de conciliación de las diversas tendencias de la Iglesia no es Jerusalén (con Santiago), ni Antioquía (con Pedro), ni la misión gentil en sí (con Pablo), sino Galilea, lugar del mensaje de Jesús, donde pueden vincularse todos.

Sea como fuere, de hecho, conforme a una tradición antigua y muy fiable, en un momento dado, hacia el 60 d. C., Pedro dejó Antioquía, para dirigirse a Roma (donde también llegó Pablo, cautivo). Eso significa que debía tener relaciones con los cristianos de Roma, que quizá le llamaron, para ofrecer su testimonio en la comunidad de la capital del imperio. Su estancia allí no debió ser muy larga, muriendo mártir, como Pablo.

3. IGLESIA PRIMITIVA. DEL 60 AL 100 D. C.

Entre el 30 y el 70, Pedro y los Doce, Magdalena y las mujeres, los galileos y Santiago, los helenistas y Pablo fueron (y siguen siendo todavía) los testigos fundacionales de la iglesia, pues ellos trazaron algunas de sus líneas básicas y siguen apareciendo como punto de referencia para la historia posterior.

En aquellos momentos, las iglesias no se habían separado todavía de la gran “matriz” judía, sino que seguían dentro de ella, de forma a veces tensa, dramática, incluso violenta (en fuerte polémica), pero siempre en conexión con el mesianismo israelita. Es muy difícil contar el número posible de cristianos (¿tres mil? ¿cuatro mil?) que había entonces, pues la mayoría, a no ser los miembros de algunas comunidades pagano-cristianas de origen paulino o helenista, seguían siendo judíos (sobre todo en Galilea y Jerusalén).
Pues bien, en esos años se dieron dos acontecimientos trascendentales para la vida de la iglesia.

(1) El asesinato de Pedro, Santiago y Pablo, quienes, a pesar de haber abierto caminos nuevos de seguimiento de Jesús, fallecieron sin haber establecido unas estructuras jerárquicas permanentes y sin haber creado de hecho una iglesia independiente del judaísmo. Murieron ajusticiados en unos mismos años, sin haber renegado del judaísmo (entre el 62 y 64 d. C.). Para entonces habían fallecido también o dejaron de estar en el centro de la iglesia otros personajes principales: los Doce (que se vuelven figura simbólica: cf. Mt 18, 28; Ap 21, 14) y las primeras mujeres, cuya función se olvida o margina, dentro de la iglesia oficial.

(2) La guerra judía de los años 67-70, que rompió gran parte de los equilibrios sociales anteriores, produciendo quizá migraciones de cristianos, que abandonaron Jerusalén, y contribuyendo posiblemente a la desaparición del modelo de la iglesia galilea. Los mayoría de los cristianos no se habían separado todavía de la matriz judía (cuyas autoridades siguen aceptando, de un modo crítico: cf. Mt 23, 1-7).

Murieron los primeros líderes, cambiaron las circunstancias sociales y muchos pudieron pensar que las gentes vinculadas a Jesús desaparecerían rápidamente, como habían desaparecido otros movimientos judíos. Pero las cosas sucedieron de forma distinta.

Los diversos grupos cristianos carecían de organización unitaria: no tenían nada semejante a un Papa, ni siquiera obispos ni presbíteros estables. Pero poseían algo nuevo, llamado a influir poderosamente en la historia posterior: conservaban las palabras de Jesús, mantenían su recuerdo y esperaban, con él (como él), la llegada de una nueva humanidad reconciliada, solidaria, vencedora de la muerte. Al mismo tiempo mantenían entre sí unos vínculos intensos de solidaridad y de comunicación de experiencias. Así se fueron distinguiendo del judaísmo rabínico, que empezó a nacer también en ese tiempo.

(a) Judaísmo rabínico. Los nuevos intérpretes del judaísmo nacional fueron los rabinos, que codificaron su experiencia en la → Misná. No hubo entre ellos nadie que asumiera una responsabilidad central, como Pedro en el cristianismo. Los representantes y portadores de ese nuevo judaísmo, que ha permanecido hasta el día de hoy, fueron un grupo de maestros-rabinos y de presbíteros o ancianos (padres de familia), que organizaban la vida de la federación de sinagogas, es decir, de comunidades autónomas de judíos fieles a la tradición nacional; entre ellos no han podido surgir ni obispos ni Papa.

(b) Judaísmo cristiano. Los seguidores de Jesús se organizaron como un movimiento mesiánico judío y en esa organización jugó un papel importante la figura y recuerdo de Pedro. Por ahora (desde el 60 hasta el 150 e incluso hasta el 180), los cristianos no tenían Papa, ni obispos, ni presbíteros en el sentido posterior (sacerdotal), ni una organización unitaria, pero tenían la herencia de Jesús, mantenida y cultivada por los herederos de Santiago, de Pablo y de Pedro (por citar los tres nombres). Pues bien, en ese proceso de unificación eclesial, el testimonio de Santiago ha quedado diluido, de manera que su proyecto apenas ha sido aceptado por las iglesias posteriores (hasta el día de hoy). Se han mantenido y han avanzado, sin embargo, las tradiciones de Pedro y de Pablo, vinculadas de diversas formas. Más aún, dentro de la Gran Iglesia se ha mantenido y ha triunfado la tradición de Pedro (del “Pedro de la fe”), como han puesto de relieve las tradiciones evangélicas, entre las que destacamos la de Mateo (que debería compararse con la de Jn 21) y la de las cartas de Pedro.

4. MATEO: PEDRO, ROCA DE LA IGLESIA, LAS LLAVES DE DIOS.

Da la impresión de que Mateo quiere unir dos tradiciones: la de Santiago (de fidelidad estricta a la ley judía) y la de Pablo (de apertura universal del evangelio). Para ello, partiendo del texto de Marcos, recrea la figura de Pedro a quién, sin separarle del resto de los primeros discípulos de Jesús (los Doce, sin Judas), concede una función específica, muy importante: la de interpretar la Ley judía e iniciar una misión universal cristiana, apareciendo así como piedra base de la iglesia y portador de las llaves del Reino:

«Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta «piedra» edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos: todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos» (Mt 16, 17-19).

Este es un texto pascual, una palabra que Jesús resucitado dirige a Pedro (¡a un Pedro que ya ha muerto!), ratificando la función que ha realizado en la iglesia, conforme a la visión de Mateo. Este es el texto clave de una comunidad que, habiendo estado por un tiempo más ligada a Santiago, ha asumido después una interpretación más universal del evangelio, en la línea de Pablo, apoyándose para ello en el recuerdo y la misión mediadora de Pedro, quien ha sido capaz de abrir con la llave de Jesús las puertas de la ley (para que los gentiles puedan entrar en Reino de los cielos).

Ciertamente, aquí se habla de algo que Pedro ha realizado ya en las comunidades, asumiendo y ratificando la función de otros misioneros: él ha justificado y avalado el gesto de apertura universal del evangelio, asumiendo así la misión y teología de los helenistas y de Pablo, como supone el fin de su libro (cf. Mt 28, 16-20).

Para las comunidades que aceptan el evangelio de Mateo, el gesto de Pedro ha resultado fundamental en su visión del evangelio. En un momento clave de la historia de la iglesia, iniciada la disputa entre los más legalistas (partidarios de un cristianismo judío) y los más universales (partidarios de un cristianismo abierto a todos los pueblos), Pedro asume y defiende la misión universal de la iglesia, ofreciéndole unas bases cristianas (el testimonio de Jesús) y unas justificaciones israelitas (desde la línea de la Ley). Así aparece como el auténtico «rabino cristiano», con llaves que «abren y cierran» las puertas del Reino, permitiendo de hecho que entren en la iglesia los excluidos de la sociedad, los pobres de Jesús, sin necesidad de cumplir la ley nacional judía.

a. Esas palabras de Jesús ratifican lo que Pedro ha realizado.

Había sido discípulo de Jesús y formó parte del grupo de los Doce, iniciando la misión intrajudía en Jerusalén y quizá en Galilea, pero no se cerró en un judaísmo sacral, como Santiago, sino que asumió la apertura de los helenistas, impulsando (desde su propia perspectiva) la misión universal del evangelio. Así pudo aparecer como garante de la nueva identidad supra-judía de la iglesia.

Eso significa que Mt 16, 16-19 debe entenderse desde su contexto histórico: los autores y lectores de Mateo provienen de una iglesia judeo-cristiana cercana a la de Santiago a quien tomaron en un tiempo como intérprete del mensaje y de la obra de Jesús; pues bien, en un momento dado, sin negar el valor de esa etapa anterior, ellos asumieron la perspectiva de Pedro y vieron que la iglesia no se puede fundar sólo en una ley nacional judía (Santiago), ni en una experiencia pascual como la de Pablo (que no conoció al Jesús de la historia y que parece negar toda la ley judía), sino en un hombre como Pedro, que había conocido a Jesús y que supo vincular las diversas tendencias eclesiales, sin romper con toda la ley judía. Según eso, esas palabras forman parte de una «decisión histórica» de la iglesia de Mateo que, sin rechazar a Santiago y a Pablo, toma a Pedro como el intérprete autorizado de Jesús.

b. Sobre esta piedra fundaré mi iglesia.

Pedro está en la base del edificio de aquellos que creen en Jesús y que forman el «cuerpo mesiánico de Dios» (sustituyendo al templo de Jerusalén). En contra de Marcos, Mateo supone que Pedro ha cumplido ya su tarea mesiánica y así le presenta como intérprete cristiano de la Ley judía y como primera piedra de la iglesia. Por eso, Jesús acepta su confesión (¡Tú eres el Cristo!: Mt 16, 17), añadiendo, en contra de Mc 8, 33 (que le llamaba “Satanás”), que ha sido el mismo Dios quien le ha revelado el carácter mesiánico y filial de Jesús.

El mismo Jesús resucitado proclama, de un modo solemne, pasados tres o cuatro decenios de historia cristiana, desde el interior del evangelio, estas palabras esenciales: «Y yo te digo: ¡Tú eres Pedro y sobre esta Piedra edificaré mi iglesia y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella!». La comunidad mesiánica se funda sobre el testimonio de la fe de Pedro y la de aquellos que asumen su camino, afirmando que Jesús no es sólo el Cristo de Israel, sino el Hijo de Dios para todas las naciones. El texto supone que Pedro ha cumplido ya esta función (de una vez y para siempre), de manera que ella puede y debe mantenerse, pero no necesita repetirse (pues ya está cumplida).

c. Las llaves del Reino de los cielos.

La función de Pedro como roca o base de la Iglesia resulta inseparable de su tarea de «escriba experto en el Reino de los cielos» (cf. Mt 13, 51), capaz de vincular las palabras de la antigua ley israelita y la experiencia nueva de Jesús, que le ha ofrecido las llaves del Reino de los Cielos que, como saben los lectores de la Biblia, son las llaves del Reino de Dios. Pedro ha sabido emplearlas, ratificando la interpretación verdadera del evangelio, que vincula la fidelidad a la ley (más propia de Santiago; cf. Mt 5, 17-20) y la misión universal (destacada por Pablo; cf. Mt 28, 16-20). Así lo ha hecho de una vez y por todas: «Te daré las llaves del Reino de los Cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt 16, 19). Tampoco aquí se dice lo que un representante de Pedro ha de hacer en el futuro, sino lo que el mismo Pedro ha hecho (según el evangelio de Mateo), abriendo para siempre las puertas de Israel y de Jesús (las de Israel por medio de Jesús) a todos los pueblos de la tierra.

Una tradición posterior de Roma ha referido estas palabras a cada uno de los papas, como si ellos siguieran teniendo la misma autoridad fundadora (¡piedra!) y doctrinal (¡atar y desatar!) que tuvo Pedro, cuando interpretó el evangelio de Jesús, partiendo del judaísmo (línea de Santiago), de una forma universal (línea de Pablo).

Ciertamente, esa aplicación es posible, pero no se deduce del texto de Mateo, que por otra parte parece más dirigido hacia oriente que hacia Roma (cf. Mt 2). Lógicamente, el texto final de la misión, abierta a todos los pueblos, no ha concedido un lugar especial (romano o no romano) a Pedro (cf. Mt 28, 16-20), pues la apertura universal de la iglesia se encuentra ya asegurada.

5. CARTAS DE PEDRO.

Las tradiciones de Pedro se han mantenido en las dos cartas escritas en su nombre y con su autoridad, desde Roma. Eso significa que la Iglesia de Roma, en la que surgirá luego el → Papa, se ha sentido vinculada desde antiguo a la autoridad de Pedro (a diferencia de la comunidad de Antioquía, donde el obispo Ignacio aparecerá en la primera mitad del siglo II d. C. como representante de una teología más autónoma).

(a) La primera de Pedro,

escrita quizá a finales del siglo I d. C., se dirige a las iglesias «de la diáspora de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia» (1 Ped 1, 1), en el entorno de Asia Menor, donde se conserva su memoria o se reconoce su autoridad. Está escrita desde Roma (=Babilonia: 1 Ped 5, 13), donde (como saben 1 Clem 5, 3-7 e Ignacio, Rom 4, 3) se han unido las tradiciones de Pedro y Pablo. Es una carta «encíclica» (escrita a varias comunidades y, en sentido extenso, a la iglesia entera) y no conocemos la razón por la qué su autor asume el nombre de Pedro, pues en ella descubrimos también bastantes elementos paulinos, cercanos a los que hallamos en las Cartas de la Cautividad (cf. 1 Ped 2, 11-25; 3, 1-7; 5, 1-11). Pero es evidente que la memoria de Pedro aparece vinculada a Roma, donde los cristianos apelan a su nombre y recuerdo para dirigir su palabra a unas iglesias lejanas.

2. Segunda de Pedro.

Años más tarde, entre el 100 y el 150, otro autor desconocido escribió también desde Roma, una carta encíclica, con el mismo nombre y tradición de Pedro, para criticar a unos pretendidos «herejes» (profetas falsos) que rechazaban la esperanza escatológica y la parusía de Cristo, retomando, desde su propio contexto, las duras palabras de una carta anterior, atribuida a Judas (hermano de Santiago). La carta supone que Pedro tiene autoridad para ofrecer una instrucción universal (una encíclica), como había hecho también Judas (cf. Jud 1), vinculándose de esa manera a la tradición de Santiago de Jerusalén y a la de Pablo (como destacaremos todavía). Más que un escrito doctrinal es un testamento:

«Sabiendo que, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado, debo abandonar en breve el cuerpo, quiero procurar que, después de mi partida, vosotros podáis mantener con diligencia, y en todo momento, la memoria de estas cosas» (2 Ped 1, 14-15).

Pedro justifica su intervención con dos razones: (a) con su testimonio personal (ha visto la gloria de Cristo: cf. 2 Ped 1, 16-18) (b) y con el argumento de las profecías (2 Ped 1, 19-21).

Con estos dos principios instruye a sus oyentes en la línea de los compromisos éticos y sociales que implica el evangelio. Así aparece como testigo de la «carnalidad» del evangelio, que se explicita en forma de sobriedad ética y de fidelidad a los principios básicos de la vida social, para superar el riesgo de una «gnosis» que separa el evangelio de la vida y de la esperanza concreta de los fieles, en contra de la tradición de los profetas de Israel. Pues bien, en ese esfuerzo por mantener la fidelidad al evangelio, «Pedro» se vincula a Pablo:

«Por eso, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia que él (el Señor) os encuentre sin mancha e irreprochables, en paz. Y sabed que la paciencia de nuestro Señor es para nuestra salvación; como también nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito en casi todas sus cartas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, cosas que los indoctos e inconstantes pervierten (como también las otras Escrituras) para su propia perdición. Así que vosotros, amados, sabiéndolo de antemano, tened cuidado, no sea que arrastrados por el error de los inicuos os dejéis caer y perdáis vuestra firmeza» (2 Ped 3, 14-17).

Pablo aparece así como “defensor” de Pablo y como garante del valor de sus cartas (que de esa manera han podido acompañar a las profecías de Israel, entrando a formar parte del canon del Nuevo Testamento (de la Biblia cristiana). Pedro admite que las cartas de Pablo han podido ser mal interpretadas, en línea gnóstica, para negar desde ellas la escatología histórica y la «carnalidad» de la iglesia, pero él las defiende y defiende al mismo Pablo a quien llama «nuestro querido hermano».

Pedro aparece así como testigo y garante de la unidad de la Iglesia, de una iglesia en la que son esenciales las profecías de Israel y el testimonio de Pablo. La tradición romana, desde Clem 5, 3-7 e Ignacio, Rom 4, 3, a la que se vincula aquí el testimonio de 2 Ped, ha recordado así unidos a Pedro y a Pablo.

En ese momento no había en Roma un obispo o Papa, como el que habrá en tiempos posteriores (a partir de la segunda mitad del siglo II). Pero había personas que mantenían el nombre y herencia de Pedro, poniéndolo al servicio de la unidad de las iglesias. En esa línea ha podido surgir más adelante la figura del papa.

44 comentarios

  • xpikaza

    Hola a todos. He vuelto de Brasil donde he pasado unos días… He sentido la posiilidad de que Arns hubiera sido papa el año 1978… Mucho hubiera sido distinto, como he puesto hoy en mi blog. Ahora encuentro lo que había puesto en torno a mi visión de Pedro. Hay cosas muy interesantes… entre ellas la relación entre Juan, Jesús y Santiago… Sería necesario retomar los motivos fundamentales.  Gracias a todos. Seguiré pensando. Xabier

  • M.Luisa

    Voy a hacer una humilde reflexión  la cual me estuvo  inducida por    el debate originado en este hilo y que me quedó pendiente. Ahora,   la expresaré    en voz alta  después de haber estado varios  días   alejada de mi  ordenador.

    Por diferentes que sean los argumentos  de Juanel y Santiago no  se revela   en esa  diferencia,  la índole del problema     que  por su importancia, pienso,   nos  podría   conducir a  descubrir el hecho de la disparidad  de  sus pensamientos, la cual de darse,   este hecho, nos conduciría también por extrapolación  a descubrir  la causa  de la división  que, por  el consabido ostracismo,   se ha producido en el seno de la iglesia.
     
    Sus argumentos, como digo, son dispares porque se asientan en perspectivas  diferentes.  La de Santiago   parte  como se ha reconocido  aquí muchas veces de una visión  escolasticista de la realidad   mientras que  la de Juanel,   como es sabido también,   parte, dicho por él mismo,  de una visión   cientificista. Ahora bien  esta visión cientificista  de la realidad  es la que le hace decir   “que la belleza y la grandeza no están en las cosas  en sí mismas sino en el que mira”. Esto  en parte es verdad pues  como  algunos/as, hace  tiempo,  no en términos cientificistas pero sí  científicos-filosóficos,    convinimos  aquí   que la belleza  en sí misma no existe. 

    El sentido de la belleza en las cosas   es atribuida por los seres  humanos  al apropiarse de  la realidad de ellas para, precisamente,  dar sentido  a sus vidas. Es la realidad la que  no tiene sentido, a ella le es indiferente el sentido.  Sin embargo las cosas en tanto reales tienen sentido,  el  sentido que los seres humanos le damos , y si no lo tienen porque no se les da se quedan en simples cosas, y es ahí donde pueden ser objeto de manejos.
     
    Por tanto  esta cuestión  no se resuelve  tan fácilmente diciendo   que tenemos que saber mirar,  porque  tal  ambiguo decir no deja de ser más que un  mero deseo.
     
    Sí ,  en cambio, de alguna manera    lo puede resolver el  hecho de que se tenga    en cuenta la capacidad  del sentir humano   que como tal capacidad  lo dimensiona  y lo saca de sus propios límites:    no sólo veo este color sino que siento que estoy viendo este color.
     
    Por tanto aquí lo que procede, de entrada,  es invertir los actos  de   mirar y sentir  que aparecen  a continuación de  la frase ya citada  de Juanel     y que dice así:  “pero tenemos que “saber” mirar pues no todos lo sienten”. Y es  en esta inversión en el orden de los actos humanos   donde   no  cabe  decir    que no todos lo sienten refiriéndose a que no todos  saben  mirar como si todo dependiera de un acto de voluntad del sujeto que mira, porque  si se ha entendido  lo hasta aquí explicado   entonces  lo que todo sentir humano  siente por ser humano  es la realidad al haberse liberado, precisamente,  del estímulo mismo  propio del sentir  siendo por tanto la realidad  la que da saber y conocimiento comprometiendo a la inteligencia  facultada con el sentir  de toda comparecencia real en las cosas, como la grandeza y la belleza en el caso que nos ocupa. Es por tanto una cuestión de libertad… de liberación, de evolución, etc.
     
    Disculpas a los amigos Santiago y a Juanel a quienes saludo con afecto y cordialidad.

  • Santiago

    No creas, Juanel, que intento prolongar este interesante diálogo a mi favor…y te doy las gracias, como a Román, por el interés y vuestra apertura moderna, que indudablemente es necesaria en el mundo actual….Por otro, lado yo no soy “fideísta” sino,como me has dicho en alguno de tus comentarios,trato de estar en el “medio”, tampoco soy tomista puro…sino que me considero mas ecléctico que otra cosa……pienso que esta postura es  la mas cerca de “la verdad”…por otro lado, para mi, en esta vida solamente podemos intentar acercarnos a ella….los cristianos ya sabemos en donde reside ese centro…
    Como cristiano no puedo excluir a nadie…cuando escribo lo hago porque lo siento de esa manera…si incluyo datos es…………….porque existen en la larga historia de nuestra Iglesia que tiene una riqueza multi-cultural enorme…y porque muchos de estos valiosos testimonios -hoy en día- tienden a permanecer en el olvido…y porque muchos de los “revisionistas” actuales prescinden de ello…Pero nuestra Iglesia es histórica….y esta edificada en ” peldaños”  de una escalera..en una fe que no es estática sino que ha tenido un saludable desarrollo
    En mi vida privada, no excluyo  a nadie…mis amigos se cuentan por ateos, agnósticos, liberales, tradicionalistas, y centristas y entre ellos tambien puede contarse judíos, protestantes, católicos, hindúes, animistas, sin religión ..etc. quizás por eso he podido permanecer aquí, a pesar de la controversia y mis opiniones, pues no lo cuento como nada personal…sino como un diálogo ideológico..pienso que esta es la historia por la que todos los cristianos -apologistas y activistas- ha tenido que pasar a traves de todos los siglos….siendo los mártires los  que pudieron dar el máximo testimonio de esta defensa de la fe….sin que yo pueda considerarme digno de una gracia semejante como la del martirio……       ..Asi que no te preocupes….que no hay en mi ningún espíritu de exclusión…todo lo contrario…en mi hay una “búsqueda” constante….en la que deseo que “otros” participen con mi mismo entusiasmo….pues esta aventura de la fe y de la misma vida es algo apasionante..Y mientras mas estudies tu fe, mas interesante y valiosa se te presenta…Y yo considero, tambien que el don de la libertad es el mas precioso que recibimos de parte de Dios….por el  podemos “encontrar”,al fin,lo que es nuestro objeto final….y por el que tenemos la capacidad de decision…puesto que EL quiso que lo escogiéramos libremente…dentro de esta libertad humana sui generis que nos corresponde….Todo en Dios es libertad… el mundo tambien respira de esa manera….Ella, la libertad es la que nos libera de la esclavitud del mal…..y ella es la que nos conduce hasta el Padre
    No necesitas responderme…pero no te fuerzo tampoco  a no hacerlo….
    un saludo cordial…y ya nos veremos, como dices, en otros “hilos”…reitero mi amistad…..Santiago Hernández

  • Juanel

     
    Santiago, aunque partimos de cosmovisiones antagónicas entre sí los dos podemos seguir a Jesús, trabajar por la causa del Reino de Dios, en dirección a la fraternidad y el amor entre todos los humanos sin exclusiones. Lo que te pediría (si no te sabe mal, pues yo estaría abierto a las tuyas si se hace con el debido respeto a la libertad de las personas) es que no excluyeras de este propósito a los que parten de una cosmovisión modernista o posmodernista atea-cientificista-relativista, es decir, aquellos que despojan al mundo natural de todo intervencionismo divino que alcanza el origen y evolución de la especie humana. Se puede seguir a Jesús con el objetivo del Reino para la humanidad siendo a-teísta, pero además como es mi caso, creo que se puede conservar intacta la cosmovisión modernista sin añadidos y mantener una fe teísta y cristiana. A los primeros cristianos también los llamaban ateos porque rechazaban los dioses grecorromanos. Yo rechazo el deísmo en el mundo natural pero no soy un cristiano ateo, es decir, un seguidor de Jesús sin Dios, sino que mi Dios quiere ser el mismo que el de Jesús y el de la Iglesia Católica.
     
     
    Para anunciar el Evangelio no es necesario enseñar previamente una determinada cosmovisión (yo no busco que tu cambies la tuya pues la discusión habría ido por otro lado, tirando de los datos disponibles en Ciencia), sino al contrario partiendo de la que tengan anunciar a Jesús y el Reino de Dios. A esto el CVII lo llamó inculturación. Esta no sólo se aplica a los pueblos indígenas del Sur, sino también en nuestra propia sociedad occidental posmodernista cientificista-atea-relativista. Tenemos la obligación de anunciar a Jesús sea cual sea la estructura social, política, mental,…… que tengan, sin tratar de cambiarla, sumando sus valores a los nuestros cristianos. Necesitamos asumir de verdad el pluralismo en el seguimiento a Jesús, tal como hace el papa Francisco no excluyendo sino sumando posiciones que parecen antagónicas dentro de la Iglesia.
     
    Esto está en la línea del comentario de Román ¿verdad?
     
    Gracias a los dos por este jugoso diálogo. Ya seguiremos en otro hilo si se tercia.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    gracias Juanel por tu interesante comentario y tu cosmológica explicación…aunque puedo ver, al irse cerrando poco a poco este debate, que no estamos tan lejos en pensamiento…………….creo que hay mas cosas que nos unen..
     Y lo importante, de todas maneras, es la información…puesto que como dices aunque no se necesita un “motor” visible y tangible para que el Universo, o los universos, empiecen a existir, pero si se necesita una informacion “extrínseca” a la energía/materia…en cuanto ella no tiene “per se” la capacidad de dársela por “si misma”….el hecho de que “algunos” científicos sean ateos…no quiere decir que LA CIENCIA haya legislado sobre la existencia de Dios….porque EL no es sujeto de ningun experimento..Hay muchas mas pruebas hoy -con la nueva cosmología- de la existencia de Dios…que antes….porque los procesos son mas inteligentemente complicados…Claro está para ti que la naturaleza en si no es inteligente intrínsecamente y tampoco tiene en si esa intencionalidad y propósito…Por tanto, si en el mundo existe una organización superinteligente que lleva a unos mecanismos increíblemente cuasi perfectos y maravillosamente funcionales…(ex. las constantes vitales) entonces la información no pudo venir desde “dentro” porque la naturaleza no la tiene en si…y esta información externa que conduce a lo irrepetible de nuestro mundo o mundos, tiene forzosamente que venir de “fuera”..Por lo demas, los procesos inteligentes y la vida inteligente del Universo serían, sin informacion externa,     completamente imposible…Tirar números al aire, al azar, no logra formar la complejidad de un moderno  ordenador…
    Ni Ciencia, ni Teología, ni Metafíca son antagónicas…sino aspectos de un solo conocimiento…que proviene de Dios…Por tanto, no tiene que haber una “guerra” entre ellas….La filosofía sera la disciplina  de los por ques, de los propósitos de las últimas causas…La Ciencia experimental trata de la explicacion y los mecanismos próximos que ocurren en la naturaleza….La Teología es la eminente ciencia de Dios…con una metodología ecléctica capaz de combinar razón   y fe…porque las 2 parten de la misma fuente que es el Creador…Por tanto estas disciplinas no pueden ser contrarias en si..sino mas bien COMPLEMENTARIAS…
    Sobre la cosmología de los antiguos en comparacion con la actual…..lo que ha cambiado es nuestra vision…que creemos que está mucho mas desarrollada en la actualidad..Sin embargo, la Biblia no es un tratado de astrofísica..sino que los autores inspirados trataban de plasmar la experiencia de la FE…y no hace falta ser biblista y teologo para comprobar que a los ojos de Dios es cierto que “mil años son como un ayer que pasó, una vela nocturna”….La cosmología en este caso es irrelevante…Dios es igual….puesto que en EL no hay evolución posible..excepto para los que estan suscritos a la filosfía panteísta o su variante el   panenteísmo….
    A pesar de nuestro pobre comprensión del plan de Dios….a pesar de la evolución que podría aparentar una “crueldad” del Creador, el Verbo es la respuesta a todo esto..el asumió nuestra humanidad, sin perder su divinidad, y al hacerlo tambien asumio las peripecias de nuestra evolucion histórica y por eso Ratzinger dice que “apropiándonos” del lenguaje de la teoría de la evolución..Cristo es la mas grande “mutación” por la que “reconcilió” al Universo entero…”es un salto cualitativo” el de Cristo en la historia de la evolución y de la vida en general..que conduce “a un nuevo mundo que penetra en el nuestro, en este de aquí, lo transforma, y lo conduce hacia EL (Homilía de Benedicto XVI, en la Vigilia Pascual, del 15 de Abril del 2006)
    un abrazo   de Santiago Hernández

  • roman diaz ayala

     
    Pedro fue testigo, igual que lo estamos siendo nosotros de las obras de Dios en favor de sus criaturas,
    no tuvo necesidad de llegar a una comprensión profunda o siquiera suficiente de cómo el “hecho natural”, que es objeto de la observación científica para su análisis y conocimiento pleno confirmaban o no negaban la realidad de los hechos salvadores vividos y conocidos por él.
    Somos nosotros quienes, por causa de nuestra herencia cultural estamos enredados en tales asuntos.
    Me resulta grandioso que estemos viviendo inmersos en varias culturas que luchan por convivir en un mundo nuevo, y que diversas escuelas de pensamiento no luchen por prevalecer unas sobre otras y que coincidan en una búsqueda conjunta de la verdad.
    así está pasando también en nuestra Iglesia Católica, como lo manifiesta José Mª Castillo en un artículo escrito con mucha emoción en este mismo Atrio, cuando supo lo de las propuestas de canonizaciones.
    Y Dios se manifiesta sin embargo, a través de nuestras ideosincracias personales con su propósito salvador. Los intervinientes en estos comentarios somos una prueba elocuente de lo que estoy afirmando; que la cultura no es una barrera para el anuncio del Evangelio, la buena noticia de que por Jesús se nos ofrece la Salvación de Dios, para quien desde su responsabilidad personal quiera acogerse a ella.
    Esto ocurre en lo más íntimo de nuestras conciencias. No necesitamos de intermediarios humanos aunque venga revestido con la Autoridad de un Sumo Pontífice.
    Si Dios no obra, el humano sobra.
    Se dice bien aquí que la plenitud Humana sin Dios no es nada, por una cuestión de pura lógica, ya que “carecería de permanencia”
    Todos somos sujetos de extinción individual ( la muerte física) o colectiva,según la dinámica del mundo físico, este Cosmos sujeto a corrupción, según palabras del apóstol.
    Nuestras civilización europea occidental nos brinda paliativos, para resignarnos bien abrazando el estoicismo, o bien aprovechando bien hasta alcanzar una llenura aconsejable, casi epicúrea. Es todo lo que la ética nos puede ofrecer.
    Pero la propuesta de Jesús es la Inmortalidad en su sentido más pleno y nada figurativo.
    Basta que demos cabida en nuestro espíritu a la posibilidad de que existe otra realidad en Dios.
    Dios es el Otro, un Ser Personal, que se ha hecho accesible por Jesús, el puente ( El Pontífice) un hombre como los demás, pero también el enviado celestial. El Dios de la fe es Jesús.
    No hace falta dividir el Espíritu Santo en cachitos para hacernos divinos a cada hombre o mujer que se fía de Jesús, sino que el Amor ( (que está en la naturaleza de Dios) es lo que se ha derramado en nuestros corazones.
    roman

  • Juanel

     
    Lo que dices es que no es verdad. Una singularidad con supersimetría, el gigantesco agujero negro que originó el Big-Bang, se rompe solo porque a la larga se vuelve inestable al emitir radiación Hawking. Pasa algo semejante a lo que ocurre en el vacío que emite partículas efímeras, por las características intrínsecas de cualquier campo cuántico. Pongamos un símil. Comparemos el Universo a las grandes bolas explosivas de los fuegos artificiales de los pueblos. Se encienden miles de luminarias (galaxias) que permanecen suspendidas un tiempo y luego se apagan. Prácticamente no queda nada de ellas salvo cenizas. Cierto, los cartuchos de esos fuegos son preparados meticulosamente y alguien los prende. Pero en los universos esto no es así, son como los rayos que se producen por la energía eléctrica acumulada en la nube. No hay un diocesillo como Zeus lanzando sus rayos cabreado. Y es que nuestro Universo no requiere ningún Motor aristotélico que lo ponga en marcha. Esto lo dice la Ciencia. Pero tienes razón al decir que la Ciencia cosmológica tiene aún demasiados problemas que resolver. A cada cuestión que da respuesta, surgen un montón de problemas nuevos. La Ciencia no está cerrada sino todo lo contrario y la impresión es que está empezando pero en la dirección correcta.
     
     
    El problema que veo con la filosofía y la teología es que antes de ponerse a hablar hay que conocer de qué estamos hablando, qué procesos están implicados y cómo se producen. Esto es previo a buscar las razones o los porqués de la filosofía. Si de lo que hablamos es de los seres vivos y de su historia evolutiva, del mundo físico sus leyes y fuerzas fundamentales, su constitución de materia-energía y los procesos que en él ocurren, no podemos hablar de todo ello con la cosmovisión que se tenía antes del s.XX y menos con la que tenían la cultura grecolatina o en el tiempo en que se escribió la Biblia. El Cielo y la Tierra en que pensaban los autores bíblicos nada tiene que ver a cómo lo entendemos hoy. Lo que dice el Salmo 104 que citas está embebido en una cosmovisión que nada tiene que ver con la nuestra. Pero ello no quita para que el ser humano pueda alabar y glorificar a Dios al “mirar” su entorno. Somos los humanos los que miramos y nos sentimos asombrados, maravillados, perplejos ante tanta grandeza y belleza. Pero tenemos que “saber” mirar pues no todos lo sienten. Y esto es así porque la belleza y la grandeza no está en las cosas en sí mismas sino en el que “mira”.
     
     
    Dices bien que la Plenitud Humana sin Dios no es nada. No es nada porque carecería de permanencia y su final sería su extinción como todo lo demás del mundo físico relativo. Si la Plenitud Humana puede permanecer es precisamente porque está en Dios desde el principio. Como dices a Dios no le falta nada, no está buscando entrar en lo relativo pues siempre ha estado en él porque lo humano en plenitud le pertenece desde siempre y para siempre, dado que Dios está fuera del tiempo. Pero no nosotros. A nosotros nos va llegando a lo largo de la historia para culminar en su tiempo final por Cristo.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Pero tambien insisto, Juanel, para que que “un campo físico de supersimetría” llegue a “romperse” y originar procesos explosivos que originen a su vez maravillosamente, “múltiples” universos con diversas constantes y leyes físicas se necesita una información o sea una voluntad “externa” que el campo de supersimetría no posee “por si mismo”…pues la ciencia ni siquiera puede explicar el mecanismo completo de esos inmensos procesos..ni siquiera se puede explicar a que “velocidad” ocurrieron para que puediera en realidad realizarse….Es un completo misterio…Pero Dios, quiso crear porque decidió manifestar y comunicar su propia bondad infinita a TODO lo que creó…Al sacar de la nada TODO cuanto existe, Dios no puede buscar en sus criaturas algo que no tenga ya..sino únicamente desbordar en ellas su bondad y perfecciones infinitas…aunque fuera de manera “desigual”…pues en eso consiste la gloria “extrínseca” de Dios..Esa suprema glorificación de Dios es como un “gradioso himno” de la gloria y alabanza de Dios que sube hasta el cielo continuamente desde todos los confines de la Creación….Por eso la Escritura no es mas que “el canto” de lo gloria del Señor, en alabanza a su Creación, o sea, por haber traído a ser..lo que NO ERA, porque era NADA…simplemente por el amor de Dios y asi dice el Salmo 104: “¡Bendice alma mía a Yavé!..Envuelto de luz como de un manto, despliegas los cielos como una tienda…Edificas sobre las aguas tus moradas superiores. Haces de las nubes tu carro, avanzando sobre las alas del viento. Has establecido la tierra sobre sus bases…La cubriste del océano abismal como un vestido..y las aguas se detuvieron sobre los montes”..y en el Salmo 90: “Antes de ser engendrados los montes, y de formada la tierra y el orbe, eres TU ¡Oh Dios! desde la eternidad y para siempre. Haces volver el hombre al polvo, dicienndo “Volved, hijos de Adan”.Porque mil años son a tus ojos, como el día de ayer, que pasó. Como una vela nocturna”
    Tampoco esa “evolución” de que hablas que parece “irrepetible” es posible que ocurriera, si no hubiera existido un plan previo de Dios que la puso en marcha…aun que no pudiera repetirse..puesto esa serie de acontecimientos que la hicieron a lo menos “posible” e”impredecible” no podría tampoco poseer la autonomía necesaria para su existencia…pues necesitaba de una informacion previa para su génesis y su desarrollo…Por eso sin el Creador…es imposible y absurdo el origen y desarrollo de “ningun” Universo….pues para eso se necesita un ser que tenga la vida en si mismo y que sea esa vida en si mismo…y eso es precisamente lo que significa Dios: EL QUE ES..todo lo demas NO ES..excepto en EL y por EL..porque debemos absolutamente nuestra propia existencia al SER que tiene la vida en si….Por eso la PLENITUD HUMANA, solo tiene sentido -(no en si misma)- sino en la divinidad…Sin ella, la humanidad no hubiera sido…y sin ella, la humanidad ya hubiera vuelto a la nada…del campo supersimétrico de donde procedió…Por eso la Ciencia experimental solo puede tratar de llegar “al hecho”…a su descripcion, a su estructura, a sus consecuencias hasta donde se pueda llegar….pero no es su función explicar la íntima razon de existir, el por que de las cosas, el por que de la estructura de la creacion..en todo caso eso pertenece a la filosofía de la ciencia….y por extensión a la teología..ya que esta tiene su origen en el fundamento de todo lo que ocurre, de todos los acontecimientos de los que hemos sido testigos… 
    No cabe duda que ha habido teólogos modernos que han querido re-interpretar muchos aspectos de la teología catolica…sin embargo, sus obras se han desligado cada vez de la Escritura y de la teología contenida en los Padres Apostolicos y Post Apostolicos…El poner “al día” su lenguaje antiguo no quiere decir negar las verdades o re-interpretarlas en “otra clave” que sea acomodada a “su verdad” Esto es subjetivo totalmente…y por eso Rahner ha querido someter la teología a “su filosofia”…pero no a un conocimiento externo como es la Revelacion….La teología de Rahner ha sido popular pero hay que considerar que “su maestro” -como el mismo afirmó- fue Heidegger, padre del existencialismo moderno y su filosofia tiene visos de Hegel que proclamo el evoluciolismo panteísta….Todas estas “filosofías” no son mas que intentos de explicaciones personales de la existencia…y solamente se han propuesto como hipótesis..Ellos tienen, por supuesto, sus “dogmas”….pero Cristo es el centro de de la trascendencia como Persona divina, unico que ser que posee 2 naturalezas….y que en “el tiempo” asumió la nuestra restaurando nuestra filiacion como herederos de Dios…y en cierta manera “divinizándonos”..Solamente el magisterio de la Iglesia puede indicarnos el verdadero camino…Lo demas intentos son especulaciones bonitas o no, pero no dejan de ser meras opiniones o hipótesis….Para los cristianos, todo es CRISTOCENTRICO, pero Cristo es Dios y hombre verdadero, y solo en el podemos aproximarnos a la VERDAD…un abrazo de Santiago Hernández  

  • Juanel

     
    Román, no te disculpes por tu intervención, me interesa que intervengas, también por tu “ortodoxia” aunque más abierta que la de Santiago. Me interesa lo que dices de pasada al sacar la cita de Hebreos 11,3. No puedo si quiero hacer teología pasar de la Palabra, Palabra creadora de Dios, del prólogo del Evangelio de Juan , ni de los primeros capítulos del Génesis. Pero no tomo nada de la teología del Logos ya expresado por Pablo en sus cartas y desarrollada en los Concilios de la Iglesia. No me gusta esta teología del Logos con base en la filosofía griega clásica a pesar del interés y contundencia de la teología de K. Rahner, de la cual he tomado bastantes cosas, sobre todo mi proposición central de la Plenitud. Hay algo que no me cuadra, algo que no me gusta en la hipostasiación del Logos, o personificación de la Sabiduría.
     
     
    Palabra para mí va asociada a lo humano, al lenguaje humano. Concebir la Palabra como una entidad existente, me parece que es un esfuerzo de abstracción propio de la filosofía y no de la fe. Cuando leo en el Génesis como Dios va creando con su Palabra cada cosa de nuestro mundo con su “Hágase…..” no veo creación en sentido estricto, sino la apertura de la luz en la mirada humana. Y digo esto por dos razones. En primer lugar por la propia descripción del Génesis. El primer hágase de Dios es la luz, luz de la razón, que separa el día claro inteligente de la noche de tinieblas. No se trata de la luz física, ni de la separación del día y de la noche por el sol y las estrellas, porque esto no lo hace Dios el primer día sino el cuarto. Por tanto, lo que relata el Génesis es la apertura del ser humano con su capacidad de observación y comprensión hacia el mundo que le rodea y que entienda que en definitiva es un lugar habitable, bueno para la humanidad.
     
     
    La segunda razón es que la Biblia no recoge por ninguna parte nada que pueda relacionarse con la Naturaleza o con la Ciencia. Está escrita en función y centrada en y para el género humano sobre todo para los humanos de buena voluntad. ¿Por qué razón iba a escribirse un sólo capítulo introductorio centrado en la Naturaleza y su origen en el primer capítulo, y no estar incluido también junto al resto de la Biblia, para el género humano? En el primer capítulo del Génesis se habla también del género humano y de razón y luz para entender nuestro entorno.
     
     
    La Palabra es humana pero también divina porque lo humano en Plenitud es también divino. Con la Palabra y la razón y la comprensión y la intuición y la sabiduría y la….. humanas se reconstruye, se recrea, se recapitula, se asume, se forma, se…. nuestro mundo, que es en definitiva el de Dios.
     
     
    En el prólogo del evangelio de Juan se dice que la Palabra existía en el principio, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios. Si la Palabra es cosa humana pero también divina por la Plenitud, lo que se nos dice es que lo humano es constitutivo de Dios, es decir, Dios tiene en sí mismo un componente humano, plenamente humano, y además que está en Dios desde el principio. Es que el Reino de Dios del futuro humano, realizado al final de la historia, se puede culminar precisamente porque forma parte de Dios independientemente del tiempo de la historia, como corresponde con lo eterno de Dios.
     
     
    En mi opinión no se necesita la filosofía del Logos para entender lo suficiente el prólogo del evangelio de Juan, ni tampoco lo creo necesario para para una teología lo suficientemente comprensible de la Trinidad.
     
    Saludos cordiales

  • Juanel

     
    Insisto. No veo ejecución de un programa en ningún punto de la evolución ni tampoco en su origen. En este sólo veo un campo físico de supersimetría que se rompe y origina procesos explosivos. De ellos no sale un único universo sino una enorme cantidad de ellos con constantes y leyes físicas muy diversas entre sí. La mayoría de las explosiones se hacen y se disipan rápidamente, pero otras perduran largamente en el tiempo una de este amplio conjunto de explosiones que perduran dio lugar a nuestro Universo. Otra vez la cantidad, múltiples procesos diversos, la inmensa mayoría estériles. Las irregularidades del Big-Bang en el origen de nuestro Universo produjo en la nube de materia-antimateria-energía formada (estudiada en la radiación de fondo de microondas, fósil de la Gran Explosión) núcleos de atracción gravitatoria, lo que dio lugar a cientos de miles de millones de galaxias. Muchos otros Universos alcanzaron las mismas o parecidas estructuras. Y el fin de nuestro Universo, al igual que los demás, será la disipación completa de toda la energía explosiva con la completa dispersión de todas la galaxias y toda la materia que contienen, no quedará de él ni rastro, ninguna estructura. ¿Eterno Retorno? Eterno no lo sé, lo que sí parece ser es un proceso circular e intemporal. La energía acumulada en el campo de supersimetría pasa a ser explosiva que con el tiempo se disipa regresando nuevamente a un estado de supersimetría. Sí ciertamente se trata de un retorno pero no para repetir la historia una y otra vez como en Nieztche o en la Rueda de la Vida induhista. En lo que ocurrió a lo largo de la historia evolutiva de nuestro Universo la probabilidad que vuelva a repetirse es prácticamente nula, y si nos referimos a la evolución de la vida entonces la probabilidad de repetición se vuelve aún muchísimo menor, exigua, insignificante, “casi” imposible y pongo el casi para no ponerme en plan absolutista.
     
     
    En esta teoría cosmológica no hay hueco para el Creador, porque no tiene ningún papel asignado, ni requiere su intervención en nada. Y es que la razón además nos dice que el campo físico de supersimetría carente de dimensiones, puede pensarse tan extenso y permanente como se piensa del Creador, porque en definitiva no tiene ni tiempo ni lugar pues estas dimensiones se producen asociadas a los procesos explosivos. En consecuencia nada de lo que contiene nuestro Universo tiene continuidad o permanencia su final es la NADA, porque la supersimetría es lo más próximo a la nada que pueda pensarse.
     
     
    Si me pongo en la mente del Creador, como si de un juego de imaginación se tratara, me preguntaría cómo incorporo esa realidad temporal tan diferente a mi ámbito eterno. Y me responderé que tendría que “meterme” en ella para hacerla mía y experimentarla. El medio que escogería sería el de la Plenitud Humana (claro, porque soy humano) porque en ella y desde ella podría intervenir, conocer y asumir todo cuanto ocurre en la realidad temporal, recapitulando su historia. Desde ese momento de encarnación la historia evolutiva del mundo adquiere finalidad, hacer las cosas necesarias para que la Plenitud Humana sea posible en la evolución del Cosmos y de la Vida. Esta opción libremente escogida por Dios crea en mí y en todos y cada uno de los humanos sin exclusiones, un ser permanente y en plenitud como corresponde a Dios, hacia el cual se abre mi futuro y el de toda la humanidad.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    gracias Juanel y Román por vuestros acertados comentarios….quisiera hacer síntesis de todo pero me es difícil, no soy muy hábil para ello..sobre todo en un tema que es complicado y a la vez muy actual..porque es lo básico lo que el mundo cuestiona en el presente….pero yo quiero ser mas ecléctico y abordar todo el horizonte…
    Pues, Juanel, no todo es Ciencia experimental y no todo es Metafísica escolástica….El conocimiento humano no es solo científico sino también filosófico….pues la verdad nuestra, que es humana es solo una aproximación….hacia la verdad absoluta…que no es posible que se de en esta vida….Pero como conocimiento en general, hay que incluir al conocimiento intuitivo como el deductivo….digamos que tambien lo infuso como lo mediático…Y es verdad, Román, de que “por la fe, sabemos que el Universo fue formado por la Palabra de Dios”…pero tampoco TODO es fe….sino que la razón existe como don de Dios y ésta ayuda a la fe….y por eso, aunque no podemos llegar al conocimiento perfecto del misterio, podemos entender que “no es absurdo” ..sino que hay una base coherente que mantiene la certeza de la fe, viva…Por eso la inmensa pléyade de científicos que son creyentes, lo han sido porque por la razón pudieron sostener su fe…..en contra del pensamiento “moderno” que quiere establecer una exclusión entre fe y razón, entre ciencia y religión..Pero no hay tal, porque las dos proceden de la misma fuente que es Dios…..
    En realidad, no importa Juanel que tu no puedas ver programa alguno.Yo creo que existen muchos otros que piensan así…..   pero, al mismo tiempo, otros muchos pueden verlo actualmente como yo, y tambien lo han visto a traves de la historia, sin ser tildados de seres “absurdos”…no con una mente puramente metafísica sino apoyándose en la realidad “que vemos”..sobre todo en los últimos años, donde aparece mas claro que no es posible llegar a engranar los complejísimos procesos vitales atribuyéndolo todo al azar y la casualidad accidental..como si al Universo en si mismo pudiera darse la información “desde dentro”….pero esta informacion es externa y extrínseca al sistema, como bien coincides tu mismo….Sin embargo, porque existen en la “evolución creadora” procesos altamente inteligentes y inexplicables por el  azar y la casualidad…entonces necesariamente tengo que ver una finalidad…pues lo que es ciego carece de propósito…la “ceguera” no conduce a la luz sino al caos y al desorden…en cambio la inteligencia llega a conseguir el propósito, y tiene propósito -aunque programado, ya que el mundo y  uno mismo no pueden darse la inteligencia a “si mismos”- y este propósito, a la vez, tiene la finalidad que vemos (los que lo vemos) en el proceso natural del Universo y de nuestra misma existencia humana….finalidad que nos lleva a pensar en el constante misterio de la existencia…que no ha sido un mero accidente….sino la obra inteligente de Dios….
    Por otro lado, en su “humanización” Dios no perdió su “divinidad”…Nosotros “nos divinizamos”….pero no perdimos tampoco nuestra humanidad…Dios no dejó hecho “añicos” su naturaleza divina al asumir la naturaleza humana…Las dos coexisten en una solo hipóstasis….Por eso, para los creyentes no hay posibilidad de prescindir de la verdadera teología..Esta es la “primera” ciencia…fue la primera disciplina en la Universidades cuando se crearon..y la que dio origen a todas las demás…Sin ella, sería muy dificil darle el verdadero sentido a la fe…que siempre va a necesitar de la ayuda de la razón..
    Admiro vuestra paciencia y vuestro profundo interés..y tengo que reconocer que he aprendido mucho en vuestros comentarios….con mi sincero aprecio… Santiago Hernández     

  • roman diaz ayala

    Pido disculpas una vez más por esta nueva intervención, pero veo que Juanel llega al final  de su exposición haciendo síntesis y sacando conclusiones,
    y que las posturas tan diferenciadas en los enfoques del uno y del otro (por Santiago) han dado paso a lugares de comprensión mutua.
    Para hablar de ordoxia, nos tendríamos que preguntar primero qué es la misma, cuál es su alcance, quienes la determinan o deciden, y si existen criterios válidos para reconocerla.
    La Iglesia es un triste ejemplo histórico de que la ortodoxia, no es más que el discurso dominante, que evoluciona con los tiempos y que cambia con las culturas. (No tiene que ver nada con el Depósito de la fe “dada una vez a los santos”)
    Debemos sentirnos libres, con la libertad propia de los hijos-hijas de Dios, y hasta en las cuestiones morales, Jesús es nuestro Amo y Señor, cuánto más en las reflexiones de nuestros espíritus.
    La Ciencia no se plantea la hipótesis de un Dios creador, ni se siente en la necesidad de ello, pues no está en su naturaleza, en su formal desenvolvimiento.
    ¿Podemos culpar de ello a la Sociedad Moderna? En lo absoluto.
    Y si quisiéramos buscar culpables, echémos la responsabilidad a los griegos de la Atica quienes pusieron los rudimentos de nuestra civilización y de nuestra manera de pensar. Porque ellos con su Teoría del Eterno Retorno, tan común en aquellos tiempos antiguos, no se plantearon nunca la necesidad de un origen, o principio.
    Fue un pueblo humilde de pastores errantes, semitas por más señas, quienes se sintieron creados por Dios y elaboraron el mito tan hermoso de la Creación.
    ¿Diseño inteligente teoría científica? Claro que nó ( aunque me consta que Santiago habla del Diseño Divino en otro contexto) Es una forma actualizada y moderna de introducirnos en las célebres vías para demostrar la existencia de Dios de la Filosofía Medieval.
    Y en esto, ya que viene al caso, tenemos que derribar un tabú. La teología escolástica dice fundamentarse en la Revelación Divina como objeto de reflexión y análisis, pero queda claro que se basa casi siempre en supuestos filosóficos. Sin la filosofía la teología medieval no habría pasado de simples comentarios a la Vulgata.
    ¿por qué los cristianos hablamos de la Creación de Dios con tanta rotundidad?  por la fe.-
    Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la Palabra de Dios, lo visible de lo invisible (Hebreos 11,3)
    considerar “la vida eterna”, como una vida que no tiene un final, es sólo un antropomorfismo. Aplicamos la realidad que percibimos y palpamos a la verdad revelada que imaginamos en su “cómo”
    La vida que ofrece Jesús ( Yo he venido para que tengáis vida) no es que nos proporcione una receta para evadir la muerte física, sino la comunicación de la naturaleza divina de la que estábamos despojado. Dios es el dador de la vida ( nuestra existencia) Jesús es el dador de la Vida ( la vida que Él tiene en Dios)
    Por supuesto una de sus consecuencias es nuestra propia resurrección física, como la de Jesús.
    La frase tan socorrida de Pablo. Dios, ( o Jesús) que es todo en todo o en todos. No es identificación con las cosas, con el mundo material incluido los humanos, sino que LO ABARCA TODO, LO LLENA TODO,
    (Ver Efesios 1,23; 1 Corintios 12,6; 15,28; Colosenses 3,11)
    Es hermosa la frase de Santiago.  “evolución creadora”;  en el ser humano se cumple mejor  que en el resto de todo lo creado
    ¿Existe mayor explicación de la libertad humana, que hombres y mujeres construyéndose a sí mismo en su proceso de humanización?
     
    roman

  • Juanel

     
    ¿Sabes lo que me preocupa, Santiago? Pues es saber si mis posiciones teológicas pueden ser recogidas o aceptadas en la “ortodoxia” de la Iglesia. Vamos que si fuese catedrático de dogmática y publicara un libro con mis tesis el Santo Oficio no le pondría objeciones. Lo que quiero es trabajar a favor de la Iglesia y no de balde, haciendo la dogmática más comprensible al mundo moderno y posmoderno de hoy. Como veo que tus proposiciones están en la ortodoxia más tradicional, me interesan tus opiniones a mis tesis y sobre todo tus objeciones. Intento no apartarme de la ortodoxia diciendo las mismas cosas, pero de otra forma más comprensible para una cosmovisión científica dejando expresamente la metafísica.
     
     
    La hipótesis del diseño inteligente NO es científica y por tanto no me vale para mis tesis. Me indicas que debo incluir que “la huella del Creador se refleja en la Naturaleza y en el Universo”. Lo admito pero le añado que esto sucede a través de la mirada del ser humano, no en sí misma. Además la mirada que ve la huella del Creador en todo no es general, sino la de los humanos de “buena voluntad” aquellos que “saben” mirar. Muchos ven en el mundo natural no al Hacedor bondadoso sino a un Demiurgo malvado. Si me preguntas a mí personalmente yo no veo ninguna inteligencia, ni mala ni buena, detrás de los procesos naturales, es más me parecen muy poco inteligentes. Resuelven sus problemas de supervivencia de un modo muy primitivo poco inteligente, por medio del ensayo y error a ciegas, es decir, sin proyectar hacia el futuro, sin tener una teoría o un supuesto previo que les indique que deben o no ensayar. Ensayan en masa, por cantidad no por calidad. Sucumben en el intento millones de individuos de los cuales sólo algunos consiguen superar el problema para seguir adelante y reproducirse. Si hubiese una inteligencia detrás de estos ensayos sabrían de antemano que es lo que tienen que hacer, tendrían alguna guía, pero esto no ocurre. La pregunta entonces es ¿por qué siempre queda un resto que se salva? ¿Es suficiente la cantidad? Es posible, pero a mí me gusta pensar que lo que hay detrás en las situaciones límite, a punto de la extinción, es la mano de Dios salvadora de un resto de vida que permite seguir adelante. No es la Inteligencia de Dios sino su Salvación lo que hace a Dios sostenedor de la vida y del mundo. Veo a Dios cuidando del mundo y de la vida para hacer posible el Reino final de Dios y de lo humano en plenitud.
     
     
    El problema de plantear una inteligencia o información previa como necesaria, para entender la maravilla del resultado de la evolución, es debido a mi entender a una mente metafísica como la tuya. Supone que en el principio estaba “todo” contenido en un programa que se va ejecutando en el tiempo. Si suponemos en el principio un campo físico, pues es evidente que en él no existe nada de las galaxias, la Tierra y lo que contiene, en una especie de embrión. El mundo no es comparable a un huevo que tiene el programa genético para el desarrollo del embrión. No existe ningún programa en un campo físico de supersimetría. Lo que ocurre en él es la rotura de esa simetría que conduce a un proceso explosivo de energía y punto. Nada de cuanto sucede después de la explosión estaba presente en el campo físico que la produce. En esto coincidimos porque tu supones que ese programa no está en las cosas mismas, sino que está FUERA del sistema para entendernos en el ámbito de Dios. Esto es posible por la sencilla razón de que no tenemos datos acerca de Dios y menos si tiene o no tiene ese programa. La cuestión en la que diferimos es que tu ves el programa ejecutado en la evolución y yo no encuentro programa alguno, sino todo lo contrario. La evolución es completamente ciega, sin ninguna finalidad. Y esto está de acuerdo con lo que conocemos por Ciencia, mientras que lo tuyo es metafísica.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    gracias, Román, por tus comentarios…siempre “te leo” todo lo que escribes con interés, y te agradezco tus magníficas aportaciones teológicas…que nos hacen aprender cada día un poco mas…sobre este “el misterio” que estamos viviendo cada día…Como dices, lo importante es la “luz”…esta es la que guía el camino…ella tambien se nos va revelando poco a poco…lo difícil, a veces, es ser constantes en continuar seguir percibiéndola y no perderla de vista…y, tambien, como no, hay otro motivo para la unidad que es que somos “isleños”
    un saludo cordial de Santiago Hernández 

  • Santiago

    Juanel,   sin embargo, a pesar del caos, Dios no quiso crear uniformemente e igualmente…sino de la manera en que la estructura del mundo existe..es decir, en una “evolución creadora”.. en la que no solo se da la mutación, sino que hay crecimiento de la información,  desarrollo, y una invención continua de imprevisible novedad, donde existen altos y bajos, luces y sombras, agua y fuego, sosiego y turbación, calma y tormenta…Este diseño ha sido creado por una inteligencia creadora..que ha dado la información necesaria a lo creado…ya que sin ella, TAMPOCO los “campos físicos” que como dices no poseen inteligencia, ni información por “si mismos”…(ya que ellos -por definicion- no poseen la capacidad de informarse)- hubieran podido producir “la maravilla” de nuestro mundo de diseño inteligente…El que esto se haya logrado en una evolución creadora -y con selectividad y con caos- no anula que las huellas del Creador se reflejen en la naturaleza y en el Universo…pues el Creador puede “ordenar” todas las cosas para un bien mayor…y puede tambien haber creado un mundo desigual e imprevisible…como es este, en el que vivimos….Se requieron millones de años y la desaparación de los dinosaurios para que apareciera el Homo Sapiens en este planeta…pero Dios es atemporal e infinitamente capaz -a pesar de las “chapucerías”-de llegar hasta su obra maestra final, que fuimos nosotros…y por eso el doctor de la ley, Saulo de Tarso, afirma que”todos” los acontecimientos y todo lo que nos ocurre está dirigido hacia el  bien …a pesar de que aparecen como “caminos tortuosos”…Esta es la forma por la que  que Dios quiso hacer  su Creacion…creando libremente…y creando en millones de formas y variedades de todas clases…y esta libertad implica tambien desigualdad….que nosotros juzgamos como grandes desastres…pero Dios encamina todo este tinglado hacia el último gol..que es la felicidad final del ser humano…Es casi imposible no ver el reflejo de la “mano del Creador’ en el mundo, a pesar de los cataclismos…y tampoco pensar que el inestable equilibrio del mundo no necesita el sostén de su Autor….Sería imposible la vida y que estuviéramos escribiendonos en este ordenador en este momento, si Dios no estuviera fundamentando y sosteniendolo todo de Su mano…nosotros, junto con todo lo que nos rodea..pero coincido contigo en que Dios tiene “la vida eterna” que nos la da a nosotros…como don…. y nos proporciona la “permanencia” en el ser…Esto por supuesto, Juanel, no está intrisecamente en lo que llamamos naturaleza…ella solamente es una “huella” importante…un palido, pero verdadero reflejo, de la bondad y de la sabiduría  de Dios…. 
    No te quejes, amigo Juanel, existen muchas cosas en las que coincidimos…quizas mas cosas nos unen que las que nos separan. porque estamos en la misma fe…pero lo importante es que podemos expresar nuestras opiniones libremente…No te preocupes mucho por nuestros compañeros de Atrio….ellos tanbien van haciendo lo suyo…y yo he visto muchos “duelos” muchos mas largos y encarnizados…que nuestros diálogos..Pero ellos tambien lo entienden..porque forman parte de la misma búsqueda y en su interior se hacen las mismas preguntas…solo que cada uno lo hace “a su manera”…..saludos cordiales    de Santiago Hernández

  • Juanel

     
    El problema que plantea la Ciencia a la hipótesis tradicional de Dios creador de todas y cada una de las cosas es que la Naturaleza tal como la vamos conociendo no revela nada de Dios, ni de su grandeza. Si medimos como unidad de tiempo el millón de años, los seres animados y también los inanimados aunque mas lentos, aparecen y desaparecen en una vorágine de miríadas y miríadas de ellos sin dejar rastro, sólo apenas unos pocos en el registro fósil. ¿Qué revela de Dios este proceder tan caótico? Nada bueno. Es que es semejante al inútil trabajo de Sísifo. ¿Qué dirías de un alfarero que fuera formando figurillas de barro a toda pastilla, las colocara luego en una cinta transportadora para a corta distancia ser tragadas por una máquina devoradora? Sin duda diríamos que ha perdido el juicio. Si encima algunos de los seres formados sienten sufrimiento, miedo y angustia como muchos animales, entonces el alfarero no sólo ha perdido el juicio sino que también es cruel.
     
     
    La idea de Dios creador de todas las cosas encajaba muy bien con la creación del bello y amable paraíso del Génesis donde el lobo y el cordero pastaban juntos, hecho a la medida del hombre. Cuando sabemos que este paraíso perfecto no ha existido jamás, al menos aún no, la idea de Dios creador ha salido fuertemente dañada.
     
     
    No veo nada revelador de Dios como diseñador (bastante chapucero) del mundo, ni como autor de las leyes físicas. No veo a mi Dios sentado en un supergigante simulador probando las aproximadamente 14 constantes físicas ajustándolas cada una en 40 grados de magnitud (40 cifras) para que al combinarlas con unas cuantas fórmulas que relacionan magnitudes, produzca un sistema físico viable. Hay nada menos que l0 elevado la la 30 de posibilidades, y parece ser que el diseñador se decidió por una de ellas. Podría ser, pero es que esta actividad no me dice nada acerca de Dios. Nada en absoluto.
     
     
    Tampoco veo a mi Dios como una máquina perfecta produciendo o generando inmensas cantidades de energía de la nada, al menos la suficiente para qué de lugar a toda la materia de nuestro Universo. No veo en esta actividad tan mecánica nada de Dios. Y además es que no se ve por ningún lado que la materia-energía se comporte siguiendo patrones inteligentes surgidos del diseñador. Por supuesto que ellas por sí mismas no “saben” ni tienen información para producir el Mundo-Universo y las cosas que hay en él, al contrario no pueden hacer otra cosa que la marcada por la estructura del campo físico en el que se encuentran. Sin embargo, resulta sorprendente que los campos físicos sin inteligencia ni información alguna hayan producido la maravilla de nuestro mundo. Pero esa sorpresa y asombro va disminuyendo a medida que vamos descubriendo la historia de su formación.
     
     
    Para mí, mi Dios tiene completud, quiero decir rotundidad total en todo cuanto hace. No se dedica a entretenerse creando cosas para al momento destruirlas. Cuando “crea” , cuando da la existencia y el ser a un ente sea cual sea, no lo da para al momento arrepentirse y quitárselo. Lo propio de mi Dios es la vida eterna, la permanencia en el ser. Y esto no ocurre nunca en la Naturaleza. Por ello digo e insisto que en ella no hay nada de Dios.
     
     
    Lo único en nuestro mundo que tiene la promesa de vida eterna es la humanidad. Es por tanto la humanidad la obra de Dios y no el mundo. Le ha dado el ser y la existencia de modo tan rotundo y contundente que resulta ser para siempre, como corresponde a Dios. El mundo en este contexto representa solamente el entorno humano. De él sólo permanecerá aquello que lleve la humanidad consigo a lo eterno. Pero es que la humanidad va poco a poco haciendo suyo todo cuanto existe en el mundo y es por esto por lo que también puedo afirmar que Dios va creando la permanencia de las cosas en el ser, por el ser humano y en el ser humano. Por ello puedo afirmar el primer enunciado del Credo: “Creo en Dios Padre creador del cielo y tierra”, sabiendo lo que estoy diciendo por el significado del concepto de creador que tiene para mí.
     
    Saludos cordiales, un abrazo Santiago y gracias Román por leernos atentamente. Es que a veces me da la impresión que el contrate de nuestras posiciones sólo interesa a Santiago y a mí, y le damos la barra a todos los de Atrio, o que pasan de nuestras preocupaciones teológicas dejándonos solos. Gracias.

  • Santiago

    Juanel,  yo no no he afirmado en mi comentario que eres panteísta, ni tampoco lo he negado..simplemente he estado hablando en general…pero en tu definición de panteísmo no es que “Dios está en el todo y en cada parte de nuestro mundo, todo depende de el” excepto la ultima parte: “todo es Dios”.Este su postulado esencial porque en realidad panteísmo es la concepción del mundo segun la cual el Universo, la naturaleza y Dios SON EQUIVALENTES…Ahi no existe un Dios personal e inmanente…sino simplemente hay un “monismo” de la sustancia…Sin embargo, el concepto que tu tienes de naturaleza o sustancia se refiere a la naturaleza entendida como LA TOTALIDAD de los seres naturales…PERO a lo que yo me refiero es a la naturaleza o sustancia como el ser PROPIO de las cosas….y en este sentido el cuadro que que es creación del pintor, no pertenece a su naturaleza o esencia humana racional…sino a la naturaleza o ser irracional e inanimado…Por esto, son de distinta naturaleza…y por eso tampoco hay contradicción alguna de que la divinidad, el ser distinto a mi naturaleza, de naturaleza y esencia superior a mi, pueda no solamente intervenir, sino dar lugar a la existencia…Para que Dios puediera  intervenir en el mundo absolutamente no fue necesario asumir nuestra naturaleza humana…El, Dios, asumió nuestra naturaleza esencial humana libérrimamente, en un acto inigualable de su amor infinito…De otra manera no sería el SER, porque entonces no sería libre…sino estaría dependiendo…de algo…y Dios es esencialmente libre…Dios no es co-dependiente de nadie, ni de nada…excepto en su amor libre que el nos da…
    La Ciencia evolutiva no puede probar de donde surgió la información -la causa informante- por la que se inició el complejo proceso de  la Creación…No le corresponde a ella llegar a eso…Esa autonomía de la que hablas por la que todo se hace y evoluciona tampoco pudo darse la información “por si misma” para lograr esta independencia para la evolucion y su maravilloso desarrollo que desembocaría en nuestra inteligencia pensante…Ni aun los campos físicos de supersimetría puede haber tenido la capacidad de existir sin una previa informacion……Creer en que todas las complejidades del mundo han sido creadas y existen “per se” , en “si mismas” y “por si mismas”  es un absurdo….tendríamos que suprimir todo nuestro pensamiento coherente para no poder pensar…suprimir el pensamiento, suprimir la causa, suprimir todo principio pensante humano…….para quedarnos en un “sin sentido”… Por eso es que la Ciencia experimental es física, ..y no puede ir mas alla de la física..pues el otro campo es el del espíritu, un campo iniguablemente superior, que precedió al físico-energético, y que fue su causa….Ese espíritu que es esencial a nuestra existencia humana dual…por el cual sufrimos y amamos…y somos capaces de la mas alto nivel de abstraccion….
    PERO si nada tiene sentido, y nada tiene propósito, entonces nuestro destino y ultimo propósito tambien es caótico..y esto es lo que afirma el existencialismo puro…Todo es un accidente….no tenemos ni brújula, ni orden, ni ley moral etc.  pues todo es producto de la casualidad..
    Pero en “en el principio era Dios” dice S. Juan..porque el principio es divino, es espíritu..y despues el “Verbo se hizo carne” y “habitó entre nosotros” o sea en un tiempo posterior, entonces, se hizo humano por amor…. Quiere decir que esto que no somos Dios…sino que, aunque trabajemos con El, y seamos parte de El, siempre El nos precede….un abrazo   Santiago Hernández

  • roman diaz ayala

    Santiago, Juanel
    He seguido con vivísimo interés vuestro diálogo, confieso que a base de re-lecturas, de volver a comentarios anterires, para retornar a lo queestaba intentando comprender.
    sólo os puedo hablar de impresiones.
    la  primera es que se trata de dos cristianos intentando conceptualizar su fe, pero existe de por medio una serie de dificultades,
    pre-juicios, siendo el más importante la cosmovision, una anclada en lo que ha dado de sí el progreso científico, y otro lo que ha podido aportar la reflexión teológica que no se quiere apartar de lo mas convencional y cercano a la ortodoxia.
    claro que existen dogmas científicos, no podemos prescindir de las creencias firmemente arraigadas incluso en lo más profano de nuestros pensamientos. Pero el dogma religiosa también nos lastra.(su expresión a través de la teología)
    La ciencia no explica tdo lo que es el ser humano, aunque tiene la presunción de que podría explicarlo ( eso es un dogma)
    Pero coincidimos los tres en que Jesús, lámpara que ilumina nuestro camino ( Yo soy la luz del mundo) se nos ha hecho presente en nuestras vidas. Que el nos conduzca en nuestro proceder.
    ¿No será que ya lo está haciendo?
     
    román

  • Juanel

     
    Como bien supones Santiago, mi pensamiento está en el extremo opuesto al panteísmo: “Dios está en el todo y en cada parte de nuestro mundo, todo depende de él, todo es Dios” y para mí resulta todo lo contrario: “en ninguna parte de nuestro mundo ni en su todo, nada depende de él”. El abismo de separación es para mí total y completo. Tu te colocas vamos a decir en una posición intermedia quizás con el valor de verdad del punto medio aristotélico: Dios no es lo mismo que su obra, pero es su autor, la dirige y diseña por su inteligencia y la crea con su poder. La imagen que pones del pintor y su obra, o la famosa del relojero, o del arquitecto que diseña y construye,…., en todas ellas no existe ningún abismo entre el autor y su obra, ninguno. El pintor, el relojero, el arquitecto…. pertenecen a la misma realidad o naturaleza que sus obras y tienen las mismas sustancias, por ello pueden manipularlas o crearlas. No es esto lo que afirmas de Dios ¿verdad? Si Dios es de distinta realidad, naturaleza, sustancia,….. ¿CÓMO podría intervenir, actuar o manipular las cosas de ella? Para poder hacerlo tiene necesariamente que pertenecer a nuestro mundo y esto reclama la ENCARNACIÓN de Dios en nuestro mundo.
     
     
    Es verdad que al observar la maravilla del mundo que nos rodea y la exuberancia de la vida incluido el ser humano, la pregunta que salta de inmediato es ¿quién hizo todo esto?, hasta los niños la hacen. Sin embargo, la inteligencia, la capacidad de diseñar, proyectar y ejecutar, es propia de nuestra especie (en un grado mucho mayor que cualquier otra especie en nuestro mundo). La pregunta la hacemos los humanos no parte del mundo mismo y tendemos a proyectar nuestras capacidades en él. Pero la Ciencia evolutiva nos dice que nada de esto hay en el mundo, no existe en él ni inteligencia, ni capacidad de diseño, ni un proyecto que se desarrolla. Evoluciona autónomamente por sí mismo, sin finalidad, sin información previa, sin ninguna necesidad de intervenciones externas a su propio sistema. Esto es lo que dice la Ciencia y si no estás de acuerdo, pues simplemente la contradices a causa de tus presupuestos metafísicos o religiosos, que no tienen capacidad para refutar la Ciencia. Además la hipótesis de un diseñador para el desarrollo de la vida con su brutal y terrible lucha por la supervivencia de las especies, no podría habérsele ocurrido ni al más malvado del género humano.
     
     
    Nosotros comenzamos a existir y a ser por los mecanismos reproductivos propios de los seres vivos, del mismo modo que lo hace el elefante o la bacteria. Los humanos no tenemos nada sobreañadido a lo que heredamos biológica y culturalmente. Por ello nuestro ser y existir se remontan hacia atrás hasta los primeros seres vivos, y de aquí a la organización natural de un conjunto de sustancias orgánicas, sustancias que provienen del polvo de las estrellas al finalizar su tiempo de modo explosivo. Remontando hacia atrás el origen pasamos por el Big-Bang al inicio de nuestro Universo, y anterior a él a campos físicos de supersimetría, en donde no existen dimensiones como las espacio-temporales, en los que no hay por tanto ni lugar ni tiempo. La metafísica del ser y del existir pierden su sentido. No logran explicar nada. Al menos la Ciencia aunque marcadamente insuficiente y provisional apunta hacia una respuesta razonable.
     
     
    No niego la inmanencia de Dios, la presencia de Dios en nuestro mundo, pero como humano, por la encarnación y mediante el Reino de Dios. Está junto a nosotros apoyándonos, dejándonos actuar libremente, (quizás por ser un medio muy eficaz para diversificar la humanidad en individualidades únicas e insustituibles), y en relación directa con nosotros por que se trata del más humano de los humanos, lo humano en plenitud (K Rahner). Somos los humanos los que actuamos en el mundo y Dios con nosotros, mundo que vamos conociendo y asumiendo como nuestro entorno, formando parte de nosotros mismos y con ello lo llevamos a Dios. Somos como se dice las manos de Dios-Eterno.
     
    Saludos cordiales y un abrazo

  • Santiago

    Dos errores de redacción quiero señalar en mi comentario de abajo:
    El primero, un poco mas abajo de la mitad cuando dice: “como un ordenador necesita y programador”  debe decir: “como un ordenador necesita de un programador”
    El segundo, mucho mas abajo donde dice “estaba junto a nosotros” “cuando actuábamos pero sin coaccionarnos, no dejaba libres”….debe decir: “estaba junto a nosotros” “cuando actuábamos pero sin coaccionarnos, NOS dejaba libres”…gracias   VALE      SA

  • Santiago

    Juanel,   pero “el Dios Absoluto-Eterno puede actuar y estar present en algo tan distinto a el como (es) nuestro mundo Relativo-Temporal” precisamente porque es distinto a el y ademas porque El es personalmente su Autor….El hecho que El intervenga fundamentándolo TODO no implica que El sea de su misma naturaleza y que nosotros tengamos una naturaleza igualmente divina, aunque somos semejantes solamente “en imagen”…Yo puedo, como pintor, “crear” una obra maestra, un cuadro, sin que yo forme parte de la naturaleza íntrinseca del cuadro..En realidad, hay un abismo que nos separa de la divinidad….porque nosotros lo “recibimos” todo….nuestra limitación es inmensa…nuestra vida terrestre es corta y finita…Si pudiéramos responder a esa pregunta de manera científica podíamos entonces competir con la inteligencia divina…Pero no es posible…Dios está por encima de nuestra lógica humana y de nuestra capacidad total de entendimiento…Por eso el Dios de los panteístas y de los panenteístas no es personal….simplemente va engranado en lo natural…es todo lo que existe..para ellos Dios es co-dependiente con el mundo…Sin embargo, lo que existe no tiene vida en si mismo…no tiene la propiedad de “informar” complejamente al mundo…este tuvo que recibir una información previa, de un Ser inteligente y personal, para comenzar a existir y para sostener su existencia…Por otro lado, la Ciencia experimental tampoco puede explicar el paso de la nada al ser…ya que nosotros somos seres que “comenzamos” a existir…pero el SER no tuvo comienzo…existió siempre…tiene vida en si mismo…y lo material es posterior y secundario…Asignar a la materia el comienzo de la información en si misma es absurdo..pues ella no tiene la capacidad de pensar por si misma…mucho menos de poseer en si misma una ciencia tan compleja que origine un mundo tan maravilloso…Aun que el mundo pudiera darse la vida por si mismo…tendría que tener una información previa que causara su existencia….La inteligencia necesita un sujeto inteligente..como un ordenador necesita y programador
    Por eso Pablo en Atenas, dirigiéndose a los sabios que le escuchaban con atención exclamaba: “EN EL (en Dios) vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17,28). Esta doctrina de la inmanencia de Dios en el hombre, NO EXCLUYE, la distintión onttológica y radical entre Dios y el ser humano…Ademas, la inmanencia del hombre en Dios y de Dios en el hombre reclama esa DISTINCIÓN, porque si no se diera esa distinción ontológica y sustancial entre Dios y el ser humano, uno no podría permanecer en el otro. Si ambos fueran de la misma sustancia, como quería Spinoza, no tendría sentido la inmanencia. La idea de la creación, pues, no excluye la inmanencia. La inmanencia, para que tenga sentido, implica la creación, es decir la distincion de naturalezas y sustancias….Por eso el famoso teólogo Karl Rahner declaraba, en apoyo a esta doctrina, que Dios era inmanente porque, sin destruir nuestra libertad, estaba “junto a nosotros” cuando actuábamos pero sin coaccionarnos, no dejaba libres…pero fundamentando nuestro ser y nuestras libres decisiones….Esto no implica “mezcla” de naturalezas…sino apoyo..Dios apoya nuestro ser…y lo sostiene realmente y existencialmente
    No hace falta renunciar a la Ciencia experimental para ser creyente de un Dios personal…No existe tal contradiccion…cuando admitimos que Dios pertenece a otra naturaleza….aun cuando EL haya asumido tambien  nuestra naturaleza humana… Porque ahí reside el gran misterio del amor….solamente ese hecho -el de la Encarnación- se puede explicar teniendo presente el amor infinito e incompresible de Dios por su Creación..ES la locura del amor de Dios por lo creado..
    un abrazo   y un saludo cordial de Santiago Hernández

       

  • Juanel

     
    Santiago, dices que no mezclas y sin embargo insistes en que nosotros mismos y nuestro mundo o entorno depende o está sostenido por Dios que además lo creó. En consecuencia Dios está presente en nuestro mundo y en nosotros de modo activo e imprescindible. La pregunta es ¿cómo es posible que Dios Absoluto-Eterno pueda actuar y estar presente en algo tan distinto a él como nuestro mundo Relativo-Temporal? La imagen que aplicamos es nosotros como sujetos actuamos y manejamos a voluntad las cosas que nos rodean, creamos cosas, las destruimos. Bien, pero esto podemos hacerlo precisamente porque pertenecemos exactamente a la misma realidad física que las cosas que manejamos. No existe ningún abismo que nos separe de ellas. Somos tan relativos, finitos, temporales … como ellas. Estamos formados por las mismas partículas elementales y las mismas energías físicas. Dios para intervenir en nuestro mundo tendría que pertenecer a él necesariamente. Y si afirmas que interviene estás mezclando las dos realidades.
     
     
    Dices que no mezclas porque no eres absoluto-eterno sino sólo contingente, pero a continuación te apropias de la eternidad por ese supuesto “elemento vital” que Dios creó en nosotros, por tanto resultas en definitiva una mezcla de dos realidades.
     
     
    La Ciencia prescinde de la hipótesis de Dios y también de fuerzas sobrenaturales o energías espirituales que “controlen”, manejen o dirijan, de un modo digamos oculto, lo físico. También prescinde de ese “elemento vital” dado por Dios que dices, el cual nos separa y distingue cualitativamente y drásticamente de nuestro entorno natural. Y el resultado es que tiene sentido coherente, explicándonos suficientemente de dónde venimos y el porqué estamos aquí, mucho más comprensible que si no prescindimos de todo ello. ¿A que no puedes ni quieres compartir conmigo que nosotros mismos y nuestro mundo no tiene nada de Dios? Es que si no lo haces el diálogo con la sociedad laica y atea se hace muy difícil al partir de dos cosmovisiones contrapuestas que chocan entre sí. De este modo nunca podremos incorporar el mundo actual al cristianismo que es mi objetivo, tal como hicieron los cristianos en su mundo grecolatino.
     
     
    El sentido cristiano de la vida no tiene ninguna necesidad de mezclar a Dios con el mundo y nosotros mismos. Y esto puede hacerse porque el centro del cristianismo es la humanidad y su futuro, cuyo núcleo de fe está en un hombre real de nuestra historia, Jesús de Nazaret. Sin duda nuestra fe va más allá del hombre Jesús, porque creemos que ese hombre es el Cristo, Dios con nosotros, el único que une las dos realidades por pertenecer a ambos ámbitos el de Dios y el nuestro. Cristo sí pero no nosotros, podremos en el futuro del Reino yendo de la mano de Cristo, pero aún no. Por ahora no somos más que seres contingentes sin ninguna separación ni distinción con el entorno natural que nos da la vida.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Juanel,   pero yo no mezclo las 2 cosas….Yo no identifico al mundo y a nuestra existencia con Dios…como hacen algunos sistemas…porque cuando digo que “necesitamos de la vitalidad” de Dios es porque nosotros hemos recibido la vida de El…y porque existe un Creador que lo fundamenta todo desde el principio, principalmente al crear la libertad…pero no me creo que el mundo y nosotros “somos Dios” y que “todo es Dios”..porque como tu bien dices “si nuestra realidad es relativa, tamporal y finita…lo mas lógico y coherente es que exista por contraste lo absoluto, eterno e infinito”..y esto es precisamente lo que es Dios…pues yo no creo que mi persona sea infinita por “si misma”…sino por el elemento vital que me proporcionó el que me creó….y como tampoco soy absoluto “en mi mismo” dependo de El para mi existencia…que es eterna en relación a El…porque yo soy contingente…ya que pude o no pude existir….Pero Dios es absolutamente necesario….ya que sin El perderíamos toda “coherencia” y sería un mundo concebido por los existencialistas..un mero accidente sin ningún destino y propósito…destinado a la no trascendencia…y al naufragio total en la nada…
    un saludo cordial   de Santiago Hernánez

  • Juanel

     
    Román, gracias por tus puntualizaciones (10 puntos) a mi comentario. Son muy buenos, quiero decir, que vas al centro de los problemas que planteo. Como entenderás para mí ni el secularismo ni sobre todo la Ciencia es el Anti-Dios. Haces un buen resumen histórico. La fe se abrió paso en la cultura grecorromana incorporándola al pensamiento cristiano y luego también en la gnosis. Los cristianos cultos del medievo tuvieron que incorporar el platonismo plotiniano o el aristotelismo en la escolástica a su fe, haciéndola oficial en la Iglesia. La Ciencia moderna tuvo que abrirse hueco desconstruyéndola en su raíz. Lo que me pregunto es por qué razón no podemos incorporar hoy la Ciencia, el secularismo, el relativismo,…., actuales a nuestra fe. Los cristianos del pasado supieron como incorporar a su sistema religioso todo lo que fueron encontrando: filosofías, ciencias, religiones,…. ¿Por qué no vamos a saber hacerlo nosotros? Los sistemas teológicos y filosóficos del pasado están obsoletos, no nos sirven y hay que rehacerlos de nuevo tomando como base los conocimientos actuales sin cuestionarlos. Sin cuestionarlos por que no existe ningún método religioso para poder intentar el refutarlos. Si se quisiera hacer es imprescindible emplear el método científico riguroso y no como intentan los mentores del creacionismo o del diseño inteligente con total ausencia del rigor necesario. El pensamiento no vuelve atrás y hay que hacer un esfuerzo para desarrollar la fe con todo ello. Dios no nos sale al encuentro para que vivamos en el medioevo con el triunfo de la Teología Escolástica como conocimiento supuesto de la verdad, sino aquí y ahora.
     
     
    Santiago, montarnos una sobre-relidad para explicar nuestra fe no nos va a solucionar el problema. Se sale por la tangente huyendo precisamente de lo que la Ciencia nos dice, retomando conceptos del pasado que hoy no nos sirven. Lo digo por lo escolástico de tu pensamiento “necesitamos esa vitalidad existencial para sostenernos en el ser”. A mí me basta para sostenerme en el ser la evolución geobiológica, y anteriormente fisicoquímica y cosmológica. El ser me viene dado de mis ancestros primates y éstos de los primeros seres vivos procariotas, que a su vez proceden de la lenta organización de sustancias complejas orgánicas. ¿Que hay una bajísima probabilidad de que ocurriese de un modo natural? Pues por supuesto que sí, como casi todo en la historia evolutiva de los seres vivos, pero me resulta suficiente. No necesito ningún apoyo más para ser lo que voy siendo yo, con mis circunstancias, condiciones y capacidades.
     
     
    No pretendo de ningún modo demostrar ni comprobar a base de Ciencia si existe o no Dios ni a nivel de experiencia vital personales ni tampoco en el mundo natural. La Ciencia no da para tanto. Lo que sí digo es que la propuesta de Dios para explicarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno resulta innecesaria.
     
     
    Quitar de en medio una supuesta sobre-realidad, indemostrable argumentativamente ni con posibilidades de mostrarse, no pone en peligro de ninguna manera la existencia y la presencia de Dios en nuestro mundo. ¿Por qué? Pues porque si nuestra realidad es relativa, temporal, finita… lo más lógico y coherente es que exista por contraste lo absoluto, eterno, infinito… pero es contradictorio mezclarlas. Lo infinito no puede ser a la vez finito, ni lo temporal eterno. Por ello insisto, nuestra realidad, nuestro mundo, no tiene nada de Dios. Nada. Si entendemos los cristianos bien esto, se nos abre completamente un diálogo en igualdad de condiciones con ateos, agnósticos, nihilistas …. y nos sitúa perfectamente sin fisuras en el mundo laico de hoy, secularizado, relativista,…. Es más cuanto más profundo pensemos y sintamos el abismo que separa las dos realidades, el ámbito del ser humano y el ámbito de Dios, mayor será la hazaña de Dios al encarnarse en lo humano. Cristo une las dos realidades saltando y diluyendo la distancia que las separaba, pero NO sin Cristo. Ningún ser humano puede entrar en el ámbito de Dios por sí mismo sin que previamente Dios haya dejado su entorno divino para venir al nuestro. Es por Cristo con él y en él cómo podemos saltar el abismo hacia el ámbito divino, precisamente porque él lo hizo primero en sentido inverso y por tanto es el único que sabe hacerlo. Esta es mi esperanza y fe de culminar mi vida y la de toda la humanidad sin exclusiones llevando con nosotros nuestro entorno natural para que permanezca en Dios para siempre.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Juanel,   pero es que a la Ciencia experimental no le corresponde “probar” la espiritualidad….La realidad que vivimos no es solamente físico-material sino tambien espiritual….Esto no corresponde al experimento…porque no es susceptible a ello…no cae en el ámbito de de las matemáticas, ni de la fisica…este conocimiento tiene su objeto…pero se limita a lo visible…Pero en lo espiritual estamos hablando de una realidad íntima e invisible que existe pero que no es medible por la medidas de los sentidos….porque trasciende a la materia….Por tanto, nos equivocamos si queremos reducir a Dios al experimento cuantitativo….Dios es una realidad espiritual que esta por encima de todas nuestras medidas y experimentos….Y esta realidad que precedió a la Creación no necesita de ella para existir…no como dice el panenteísmo…sino que somos nosotros los que necesitamos de esa vitalidad existencial para sostenernos en el ser…Por lo tanto, no podemos reducir la espiritualidad a la Ciencia experimental…pero si a la Ciencia teológica…que tambien es conocimiento pero que usa métodos distintos de lo que se ha querido llamar “mera” ciencia…que tiene que probarlo todo por medio de cálculo y de la deducción…Sin embargo, lo mas llamativo en el ser humano y la causa de todos los problemas humanos, es precisamento el elemento espiritual…Sabemos que no somos meros animales….porque podemos conocer y darnos cuenta de nuestra realidad que nos llama a una trascendencia….es un deseo anclado profundamente dentro de nosotros…que nos dice que hay algo que nos falta para poder realizarnos completamente…Por eso, es que necesitamos de un conocimiento holístico para poder acercarnos un poco a los problemas que conlleva la existencia humana
    un saludo cordial de Santiago Hernández

  • roman diaz ayala

    Juanel,
     
    Admiro la capacidad de síntesis de tu comentario donde abordas casi todos lo temas casi sin citarlos.
    No me será posible constestarte al hilo del discurso, y para que no sea problema los resumo.
    01 lo trascendente hay que situarlo en el ámbito de Dios
    02 nopodemos situarlo en el nuestro
    03. Existe una total suficiencia de la ciencia en cuanto a las causas u origen ( no mencionas el destino , pero se sobreentiende)
    04 no se ven las necesidades del espíritu y ninguna otra cosa que podamos asociar a un yo
    05 Espiritualidad es lo que surge de comprobar este mundo relativo de lo trascendente, absoluto, eterno, infinito, que “intuimos”
    06 el acto cognitivo de toda la realidad, es el de fundirse con esa misma realidad, diluye los límites entre el yo y su entorno, que puede ser algo así como una experiencia mística, por ejemplo
    07¿Hablamos de trascendencia o de un proceso interno del cerebro? ¿No será una proyección de nuestra realidad?
    08La podemos situar en el Reino (¿de Dios?) y definirla como la Plenitud Humana, lo cual es la participación de la divinidad.
    09 Para eso Dios se encarnó ( o bien,  ocurrió la encarnación dispuesta por Dios, es igual) y así poder estar presente en nuestra realidad temporal y finita.
    10.- Dios se hace Todo en Todo.
    –  –
    Has hecho un retrato muy comprensible de la mentalidad de ahora y los aspectos que se dilucidan. Ante lo mismo podemos tomar entre otras dos actitudes.
     
    a) Pensar que la secularidad instalada tan firmemente en la sociedad es lo más catastrófico que podía pasar a nuestra civilización, su ocaso, pues es el “Anti-Dios” que debemos combatir para sobrevivir.
    b)O también aceptar que hemos entrado en un proceso histórico de purificación de nuestra fe, donde Dios se puede hacer presente, o donde quizás ya está dando muestras de su presencia, cuyos signos no captamos, porque nos lo impiden los parámetros que tenemos establecidos.
    Como vez de estos temas no nos podremos separar y volveremos una y otra vez en los comentarios. No pidas que lo agotemos ahora.
    Pero un poco de historia siempre viene bien. La Roma del Imperio admiraba a Grecia hasta el deslumbramiento, pero no trataron de superarlo, aunque lo adaptaron en lo posible a su genio. Su espíritu pragmático los ponía a su servicio en obras y personas. Eran los romanos los dueños de todo, de sus vidas, de manera que se creían poseedores de sus espíritus y de su cultura. Los griegos, por otro lado, se consideraban  los verdaderos humanos, nadie podía igualar ese grado de excelencia. Convivieron en ese status quo.Ellos seguían siendo los dueños absolutos de la SOPHIA.
    Y como todo tenía que ser en exclusiva para espiritus exquisitos, reinventaron la GNOSIS,  solo para los iniciados.
    Más tarde vino la Cristiandad sobre sus ruinas que veía en la Teología lo más excelso del pensamiento y de las ciencias, por lo que todo lo demás se redujo a las artes prácticas y el trabajo manual, cosas que desmerecían al verdadero creyente.
    La Modernidad luego se fue vengando progresivamente de la Teología, y con ella, de la Religión, minando todo fundamento teórico, para establecer los de las ciencias modernas.
    Yn  durante tantos siglos, nosotros, el pueblo fiel, que nos movemos por los márgenes de la ciencia y de toda cultura, pues son muchos los avatares de nuestra lucha por la existencia, nos tropezamos de bruces con Dios, que se hace el encontradizo para estar presente en nuestras luchas ( también las internas, y con ellas, no sólo las de conciencia)
    Cuentan que Tomás de Aquino dejó de hacer Teología un día en que Dios se le hizo presente, y se refugió en la oración para el resto de su vida.Pocos han entendido el mensaje.
    Tu lucha, nos ilumina, Estamos hecho para enfrentarnos a la verdad, es nuestra etiología.
     
    roman

  • Juanel

     
    Bueno, si me comentan algo a mí aunque no sea del hilo pues me veo motivado a contestar. Hablas Román que nuestra realidad tiene varias dimensiones. Cierto, en el nivel macroscópico tenemos las 4 espaciotemporales, si nos vamos a nivel subatómico la teoría de supercuerdas nos trae 11 dimensiones, que tratan de explicar la variedad de partículas elementales quarks y leptones de la teoría standard. Pero lo que no cabe aquí es una dimensión trascendente. Lo trascendente hay que situarlo en el ámbito de Dios y NO en el nuestro. Lo trascendente no nos sirve para explicar el origen cosmológico de nuestro Universo, ni su evolución fisicoquímica ni geobiológica, ni tampoco el origen, evolución e historia de nuestra especie. Para explicarme el mundo en el que vivimos, en el que estamos siendo y existiendo, no recurro a lo trascendente sino a la Ciencia y a la historia natural y humana.
     
     
    Por otro lado, por lo que sé de neurociencia, no veo modo alguno por el cual podamos obtener DATOS acerca de lo trascendente. Nuestro cerebro no contiene ningún órgano, área, núcleos o células sensoriales capaces de captar lo trascendente. No existe ningún ser extraterrestre alojado en nuestro cerebro. Digo extraterrestre no en sentido peyorativo sino tal cual significa, algo venido fuera, del más allá, como alma o espíritu, que durante siglos se ha identificado con el yo y su memoria asociada, que nos inventa o reconstruye, a menudo poco real, nuestra biografía o historia personal.
     
     
    Otra cosa es la espiritualidad. Aparece en nosotros cuando nos preocupamos y ocupamos de ahondar en el Misterio, en el Abismo profundo que separa nuestro mundo relativo, temporal, finito,… de lo trascendente absoluto, eterno, infinito….. que intuimos por contraste. Si persistimos en esta ocupación en el cerebro se produce un cambio estructural, ampliando el área dedicada a ello, lo cual nos hace cada vez más eficaces en la labor emprendida. Si entendemos que lo trascendente está unida a nuestra realidad de algún modo, intentaremos en consecuencia fundirnos con “toda” la realidad y muy pronto creemos conseguirlo pues se aprende a diluir el límite del yo y su entorno. Por ello la práctica constante de la meditación produce experiencias místicas de fusión o unitarias, aumentando en el tiempo su intensidad y profundidad. Pero ¿se trata de un encuentro con lo trascendente o se trata más bien de un proceso interno de nuestro cerebro? Hay un núcleo de neuronas (creo recordar del cuerpo estriado cerebral), que al entrar en actividad perdemos la conciencia de lo propio, no podemos ubicarnos en el espacio y perdemos nuestra separación con el entorno. Hay trabajos bastante explicativos de Resonancia Magnética funcional (RMf) cerebrales, que lo ponen de relieve. De todo ello no se concluye que tengamos alguna capacidad para captar lo trascendente ni tampoco que no la tengamos, al menos por ahora, pero lo que no podemos es seguir diciendo alegremente lo que en el pasado se daba por sentado.
     
     
    La cuestión en mi opinión es el lugar donde colocamos lo trascendente. Si lo ponemos en nuestra realidad de algún modo, lo buscaremos entonces en las cosas que tenemos aquí tales como: dimensiones extra, energías especiales, fuerzas fundamentales físicas, estructuras de lo real, fuerza de la vida, funciones cerebrales, …., o como hacían los antiguos en el sol, las estrellas, las tormentas, los mares,….En nada de todo esto, y más que se puede decir por la encendida imaginación humana, está para mí lo trascendente. No existe nada divino en la naturaleza el ser humano incluido. Por ello gracias a Dios podemos estudiarla, meter el bisturí sin miedo a cortar una parte de la divinidad.
     
     
    El único lugar en que puedo colocar a Dios es en el Reino, en la Plenitud Humana, porque está llamada a la participación de la divinidad y es a mi modo de ver, el medio que escogió Dios al encarnarse de estar presente en nuestra realidad temporal y finita con todas sus consecuencias, para ser Todo en todo.
     
    Saludos cordiales

  • roman diaz ayala

    No está mal que alguna que otra vez  nos saltemos las formas.
    también en buscar derivadas muy casuales de los temas sujetos a comentarios.
    Al fin y al cabo las cosas son y existen para el sser humano y no que el ser humano esté para  las cosas ( sobre todos cuando sabemos que terminan siempre siendo propiedad de alguien)
    La mayor parte de la dominación de este mundo no está en lo económico, las cosas fungibles, sino con el pensamiento.
    Y sobre todo en estos tiempos, cuando l.
    os historiadores hacen ficción, los novelistas filosofan, los banqueros tienen el poder político, la economía manda sobre las personas, los teólogos se hacen historiadores, los religiosos buscan la unidad en el NO.Dios.DE-Todas.las.COSAS-
    El obispo de Roma inicia la reforma de la Curia por el IOR (que creo que es así como la banca del Vaticano) porque hoy pueden condicionar las cosas en orden al pensamiento, pero las que realmente DETERMINAN son las más prosaicas, como el dinero.
    Juanel, quiero que explores lo siguiente:
    ¿Cúantas realidades existen?
    y te doy una pista. El Cosmos (¿verdad que eres de ciencia?) tiene varias dimensiones y es toda la realidad envolvente.
    Esa otra realidad, a la cual hemos llegado a conocer sólo a través de la Revelación, nos dice que Dios petenece a otra realidad a la que llamamos trascendencia. ( no es aquello de la más pequeña gota de agua sore la hoja del loto, sobre  la mas grande gonta,debajo de la hoja de loto)
    Es algo distinto a un trabajo ímprobo de abstracción.
    roman

  • Juanel

     
    De mi comentario Santiago, no se deduce que yo ponga en duda la historicidad de los documentos NT, mucho más fiables en mi opinión que otros documentos de su época, ni tampoco la resurrección física de Jesús, sino todo lo contrario. La causa en mi opinión de que la resurrección física de Jesús no sea comprensible o entendible y por tanto tampoco comunicable se debe al paradigma científico de la modernidad o de la Física Clásica Newtoniana. En ella un cuerpo espiritual no tiene ningún sentido y menos que pueda interaccionar con nosotros en nuestro mundo o simplemente que podamos verlo o sentirlo. Por ello se recurre a re-interpretar el hecho (para mí como para ti) histórico de la resurrección en sentido alegórico, como experiencia personal vivida presuntamente real, etc., huyendo precisamente de lo que en los evangelios se dice, que Jesús resucitado se les presenta con un cuerpo físico, al que pueden ver, tocar…. quizás con algunas cualidades especiales, (que en mi opinión parecen proceder de una alta tecnología usando por ejemplo la realidad cuántica tan desconcertante, y no cualidades mágicas).
     
     
    Si me he referido a la cultura helenística de Pablo, es porque en la cultura griega clásica pagana e incluso en la rabínica los cuerpos espirituales no eran tan contradictorios como lo fueron en la cosmovisión de la modernidad y también en nuestra cultura. Sin embargo, en la Física cuántica las cosas suceden de otro modo. No es que en la realidad cuántica a nivel subatómico puedan existir cuerpos espirituales tal como en el pasado podían entenderse, sino que en ella la coherencia se pierde de forma desconcertante. Los objetos no están en un solo lugar sino en muchos a la vez, la flecha temporal no va en un solo sentido del pasado al futuro como en nuestro nivel macroscópico, etc. Por ello pienso que quizás lo que ocurrió en la resurrección de Jesús fue un uso de esa realidad cuántica desconcertante o incluso más allá, pues según he leído se empieza a trabajar con semicuantos aún más complejo de entender.
     
     
    Como ves Román huyo de las explicaciones mágicas o milagrosas porque en mi cosmovisión científica no tienen cabida. Sin embargo, yo creo que Dios actúa a cada instante en nuestro mundo, pero nunca de forma caprichosa, caótica o aleatoria como implica el milagro. Por lo que sé no ocurren sucesos de probabilidad nula. Hay azar (50%), hay rarezas (inferior al 50%), hechos extraordinarios o “casi” milagrosos (casi 0%) pero nunca ocurre lo imposible (0%). Nuestro mundo sería caótico si ocurrieran hechos de probabilidad nula, pudiendo ocurrir cualquier cosa en cualquier lugar y esto nunca sucede. Por ello, trato de averiguar el modo en que la resurrección corporal o física de Jesús no fue un hecho imposible.
     
    ( siento que el tema de la historia de Pedro se vaya por este tema de la resurrección que nada tiene que ver con él. Así que prometo guardar silencio y aprender de los que saben de la historia de los cristianos del s.I y del s.II tan importantes en la Iglesia)
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Juanel,   aún haciendo “uso de la filosofía helenística”, Pablo no pudo hacer comprensible la resurrección corporal mucho mas que ahora…No son los “hechos” y “dichos” de Cristo lo que ha cambiado en el mundo actual…sino la “actitud” de los que rechazan “a priori”, sin ningun rigor científico, los elementos que constituyen toda fe -incluyendo la cristiana- pues tambien se rechaza la posibilidad remota del espíritu independiente….y con mucho mas ahinco, lo que está por encima de nuestra naturaleza..Como bien dice Román se quiere “reducir” el Jesus histórico “en obediencia” a una particular ideología que esta condicionada de antemano por una pensamiento meramente existencialista…que no admite lo trascendente….
    Sin embargo, el cristianismo sin trascendencia deja de existir…se convierte en una de las tantas hipótesis existentes por ahi para “explicarnos” a nosotros mismos..Si reconstruímos “otro” Cristo, distinto del que presentan los testigos de la tradición, entonces su figura y su identidad verdadera desaparecen por completo…Si Cristo no es el Mesías, si es un impostor, si no es el Verbo de Dios hecho carne, entonces no hubo ninguna necesidad es plasmarlo, ni en la catequesis oral, ni en la escrita….Se escapa, pues, no solo de la fe…sino de la historia..se nos diluye en algo irreal, no existente
    Pero como dice Roman, los textos neo-testamentarios tienen “mucho mas valor histórico” que cualquiera de los documentos de la antigüedad considerados individualmente y en conjunta…No se acercan “ni remotamente” ni a la calidad, ni a la cantidad, ni siquiera al contenido que muestran con solidez nuestros textos apostólicos..aparte de la riqueza espiritual y teologica de los escritos de los Padres pos-apostólicos y de todo el cúmulo de conocimiento que poseemos en las bibliotecas y( ahora en la internet) de este patrimonio del cristianismo…
    En mi opinión, no es el valor histórico lo que está en juego…Nuestras “fuentes” vienen de testigos mártires de la fe…su fe era lo que estaba en discusion…a pesar de ello…no renunciaron a ella….No fueron “tardías” las cartas de San Pablo cuando habla de que visitó, no solamente a “Cephas” sino a los demas apóstoles…escritas solo una cuantos años…acaso 20 o 30 años…¿que es para la historia ese tiempo?…Muy poco…vivían los testigos de la vida de Cristo entonces…muchos llegaron hasta principios del siglo II..Yo me acuerdo perfectamente lo que yo estaba haciendo el día que asesinaron al presidente John Kennedy…podría escribir muchos datos históricos sobre el hecho…he tenido amistades que se han interesado en ello..con valiosos testimonios…
    Entonces no por ser “tardíos” dejan de tener un gran valor para la historia…El siglo I está lleno de testimonios históricos sobre el cristianismo..Ni tampoco el hecho de que los evangelistas quisieran predicar su fe en sus documentos, los canónicos impresionan por su sobriedad y falta de elaboración teólogica…en su mayoría los evangelios se dedican solamente a exponer y narrar los hechos con absoluta honestidad..sin elaboraciones y conclusiones..con comentarios escuetos y siempre referidos al hecho o a las palabras…como Lucas, el medico que se dedicó a “investigar” como fueron las cosas…Por eso la “crítica externa” de los textos no tiene graves problemas…Sin embargo, es en la “interpretación” de ellos…donde aparecen las “aparentes discordancias”…Podemos servirnos de los “buenos elementos” que aporta la Formgeschichte o “historia de las formas”…pero se equivoca cuando trata de decir que la comunidad primitiva NO se preocupó de los hechos históricos y que estaba abierta al “sincretismo” helenístico…Esta intrusion no implica que los textos del Nuevo Testamento no nos presentaran una comunidad que pone TODO su interés en conservar y transmitir la doctrina y los hechos históricos de Jesus conforme a la verdad..Por eso su contrapartida la Redaktionsgerchichte (o historia de la redaccion) hace notar justamente que es necesario tener presente el cuadro REDACCIONAL, porque los evangelistas son verdaderos autores, con características teologicas, históricas y literarias propias, que han dejado en los Evangelios su estilo personal pero tambien la verdad de los hechos…..Pero estos métodos “interpretativos” de los últimos tiempos no son “absolutos”, ni mucho menos, y no son capaces de destruir y negar la veracidad y autenticidad de la escritura…Como bien dice Juanel, “las perspectivas de la Ciencia de hoy son diferentes y no es posible hablar en términos absolutos sino de probabilidad”….pero la probabilidad esta mas en favor de la experiencia histórica cristiana que en contra de ella….Claro que hay que saltar hasta la fe…sin embargo, tambien tenemos fe en el amigo, en el médico…tenemos confianza en ellos, nos merecen eso por lo que representan, por su vida, por sus actos, por lo que dicen…Y el Cristo que nos ofrece el Evangelio, ¿no puede tambien ser objeto de la fe?…Yo creo que ésta no es una imposibilidad para el mundo moderno en que vivimos…Es que hay que saber presentarla y estudiarla profundamente para poder darla a conocer, al menos en su forma “externa”…Pero como Cristo le dijo a aquel rabino…..”no estás lejos del Reino de Dios”.. Y hoy, como ayer….
    Os agradezco vuestra paciencia y vuestra acogida…un saludo   de Santiago Hernábdez   

  • roman diaz ayala

    Rodrigo,
    que tengamos que preguntar a Xabier Picaza su evaluación de la resurrección corporal de Jesús significa que no entendemos claro. Sin embargo el autor muestra una gran preocupación por seleccionar, ordenar e interpretar datos históricos, con Pedro, con las comunidades cristianas de aquel siglo I.
    Los comentarios que leo en Atrio me dejan entender, no sé si con razón, que el tema se explica ahora así:
    – La resurrección de Jesús, artículo de fe del cristianismo, empezó siendo una creencia nacida en las primeras comunidades cristianas.
    – no es un dato histórico de rigor, sino algo trasmitido por la tradición más antigua.
    – el grupo inicial de discìpulos y discípulas de Jesús, especialmente Pedro y los apóstoles, lo que trasmitieron fue esa convicción que les nacía del corazón en un fuerte anhelo, cuando reflexionaban sobre los acontecimientos hasta la muerte y sepultura del Maestro.
    – los textos novotestamentario no ayudan mucho al rigor histórico, por cuanto son de elaboración más tardía, y que recogen en planteamientos teológicos ( que añaden más reflexión) ese estado de cosas.
    – las ciencias históricas están sirviendo de gran ayuda en la aportación de nuevos datos y más textos descubiertos en el aspecto arqueológico, pero las ciencias del lenguaje e interpretación/análisis de textos dan una nueva luz sore los nacimientos del Cristianismo histórico, que le dan un valor cultural indiscutible sin necesidad de apelar a lo sobrenatural como modo de explicación.

     
    Lo primero que yo desduzco entonces, es que lo que yo vengo expresándome dede hace varios meses, que se refleja también en este artículo sería de dificil comprensión, porque yo parto de una visión y análisis diferente de la realidad.
    entiendo que el lenguaje es herramienta necesaria del pensamiento, y éste expresa , pero a veces también disimula u oculta la verdad que anida en lo más hondo de nuestro corazón.. Desconfío, por principio, de todo lo que marque equidistancia de nuestra condición humana y se utiliza casi solo cual moneda de intercambio cultural.También soy consciente de que no se comportarme, pues no me atengo a las normas y usos académicos, tan lejanos a mi formación. Espero que sepas tolerar mis rudezas.
    El caso es que yo estoy viendo un grave problema no resuelto, y adivino  que muchos intentan darle solución, estudiosos de la Biblia y personas con responsabilidades o inquietudes pastorales. Se refleja en este trabajo de Xabiert Pikasa y en los otros recientes de José M. Castillo, donde al parecer luchan por desprenderse del racionalismo con que vienen envueltas las conjeturas históricas en los estudios e informaciones y que no permiten ni toleran ningún espacio para las experiencias de fe.
    Y es que no se puede reducir la fe y la experiencia cristiana a un contenido meramente cultural – de elaboración totalmente humana- porque cometeríamos una grave equivocación:
    a) quienes vivimos una fe muy intelectualizada y sujeta a verdades absolutas o trasmitidos por un Credo reducido al dogma.
    b) quienes consideramos que tan sólo es válido  aquello que no apele a lo divino en su explicación (lo ajeno al hombre, es producto de la imaginación o el deseo, sin ningún soporte real)
    En todo ello la verdad está sometida a la razon ( ver para creer).
    Apunto cauces de solución: ( a título de ejemplo, sin agotar otros)
    1.- nuestra experiencia de fe ( quienes la tengamos) ayuda a encontrar los elementos válidos de verdad histórica  que conlleva el mensaje.
    2.- los textos nuestros tienen más datos de rigor histórico muchas veces que aquellos muchas que aceptan los críticos, que se mueven ahora en el campo católico. Son fuentes más válidas en ocasiones que otros aceptados sin mucho reparo.
    3.-Se está haciendo una reducción del Mensaje y la Persona de Jesús en obediencia a posicionamientos ideológicos, y faltando el rigor investigador ( Un ejemplo para ilustrar: la no aceptación del milagro)
    Pero ya nos hemos ido sin proponerlo del trabajo de Xabier P. que es objeto de comentario.
    un saludo.
     
    roman
     
     

  • Juanel

     
    Estoy de acuerdo con Román en lo que dice de que los documentos de los Evangelios no son en general textos de historia sino inmersos en una comunidad religiosa con una teología característica y con sentido marcadamente apologético. Pero el tema de la resurrección física de Jesús que trae en su apoyo, puede que no sea tan claro como pretende.
     
     
    Dices Rodrigo que las primeras comunidades cristianas insisten en la resurrección literal y corporal de Jesús, y cualquier re-interpretación alegórica serían vistas como error y rechazadas. En su tiempo haciendo uso de la filosofía helenística, Pablo hizo comprensible la resurrección corporal explicándola como un cuerpo espiritual, glorioso y real que encajaba bien en sus conocimientos. Sin embargo, hoy no resulta entendible y me pregunto por qué. Sin duda en el paradigma de la Física Clásica con la Ciencia prácticamente a punto de cerrarse pues resulta imposible entenderlo. Pero las perspectivas de la Ciencia hoy son diferentes y no es posible hablar en términos absolutos sino de probabilidad. ¿Hay alguien que pueda predecir que en el futuro la resurrección física será un imposible, de probabilidad nula? ¿para siempre? Pienso que no hay razones suficientes para cerrar el conocimiento científico- tecnológico futuro, simplemente no lo sabemos ni podemos saberlo. En nuestro paradigma científico actual no podemos concluir imposibles, lo cual me permite tomar la resurrección física como una cuestión abierta al futuro, y yo tengo confianza en que algún día sepamos hacerlo.
     
     
    Si Jesús hablaba del Reino futuro como propuesta para la humanidad, quizás en el tiempo humano del Reino, que yo creo llegará, quizás la resurrección física no sea tan improbable, sino todo lo contrario. Quizás en el siglo primero lo que ocurrió con Jesús tras su muerte, fue un adelanto del tiempo del Reino (jugando con los viajes temporales), y cabe esta posibilidad dado que los cristianos creemos que el Reino se inicia con él. Esta posición me permite no alterar la creencia en la resurrección física de las primeras comunidades, sin necesidad de recurrir a re-interpretaciones alegóricas.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Rodrigo,   no quiero cortar el diálogo entre Román y tu, pero quisiera comentar algo sobre el origen de la Iglesia, que tu has aludido en tus comentarios anteriores…Por supuesto, que muchos quieren una Iglesia sin Jesus…Esto es, en mi opinión, un poco absurdo…y es como decir quiero separar al presidente de su nación, al pintor de su cuadro, al compositor de su obra, al padre de su hijo…etc.etc…Sin embargo, creo TAMBIEN que muchos ven a la Iglesia simplemente como una burocracia institucional…llena de manejos complicadísimos y secretos de estado..que comienza en el soberano estado del Vaticano.
    Esa visión no corresponde a la realidad histórica y neo-testamentaria de la Iglesia…Si por origen “divino” se entiende que TODO en la Iglesia, en su doble aspecto divino-humano, es angelical, perfecto e infalible, entonces se entiende la desilusión y la falta de fe en su origen y existencia reflejada en el pensamiento de muchos de nuestros contemporáneos…pero el Concilio Vaticano II , en “Lumen Gentium”, habla de la Iglesia de manera diferente, y la llama como “el misterio de la Iglesia”, en un lenguaje asequible a TODOS:
    “El misterio de la santa Iglesia se manifiesta en su fundación. Pues Nuestro Señor Jesus inició su Iglesia predicando la buena nueva, es decir, el Reino de Dios, prometido siglos antes en las Escrituras: “Porque el tiempo está cumplido y se acercó el reino de Dios (Mc 1,15; Mt 4,17)..Ahora bien, este Reino comienza a manifestarse como luz delante de los hombres, POR la palabra, por las obras y por la presencia de Cristo..La palabra de Dios se compara a la semilla depositada en el campo (Mc 4,14)…la semilla va germinando poco a poco por su vigor interno y va creciendo..Los milagros, por su parte, prueban que el Reino de Jesús ya vino sobre la tierra (Lc 11,20-Mt. 12,28)..PERO SOBRE TODO, el Reino se manifiesta en la Persona del mismo Cristo, Hijo del Hombre, que vino a servir y a dar su vida para la redención de muchos (Mc 10,45) (Conc. Vaticano II, LUMEN GENTIUM, Capt.I, No.5) (Los paréntesis y las mayúsculas son mías)
    Por eso, si separamos a Cristo de este concepto de Iglesia, no podemos comprender del todo al cristianismo…Solamente lo habremos insinuado…pues es la Persona de Cristo, en su doble naturaleza, de donde parte la Iglesia..¿De dónde iba surgir entonces?   Porque si la Iglesia no se iniciara en Cristo….entonces tendríamos la reconstruccion de “otra” cosa…pero no se podría llamar cristiana, en el sentido real de la palabra. Es Cristo el que quiso actuar “en” nosotros y “por” nosotros” cuando su presencia visible se alejó de nosotros..El, Jesús, verdaderamente quiso quedarse con nosotros en la Iglesia por medio de nosotros….Es entonces, precisamente, que empezó la vida de la Iglesia, post-resurrección…y que continúa en ese doble misterio, divino y humano, al mismo tiempo…que la acompañará mientras esté entre nosotros y hasta el final de los tiempos
    Me parece que han sido muy oportunos e interesantes todos vuestros comentarios……..un   cordial saludo de Santiago Hernández

  • Rodrigo Olvera

    Hola Román
     
    No sé si seguiste el curso de la interpretación exegética de Salvador Santos sobre Marcos. Uno de los puntos constantes de debate que tuve yo (y un par de personas más) con él fue en la línea que comentas. La reinterpretación de Salvador era el de un Jesús primogénito del secularismo actual. Y lo que le decíamos es que Jesús, y los autores evangélicos, estaban inmersos en la cosmovisión religiosa. El de Jesús fue un movimiento de renovación religiosa. En ese sentido, cuando los evangelios insisten en el aspecto corporal de la resurrección son francos y literales en la creencia de sus comunidades: la resurrección física de Jesús como un hecho real y literalmente acontecido.
     
    Que esa creencia sea problemática en el contexto cultural de hoy, es entendible. Que se propongan re-interpretaciones meramente alegóricas (que si era la memoria, que si era el proyecto, que si era el estilo lo que sobrevivió y se explicó como resurrección) es entendible; pero -en mi opinion- pretender que esa era la comprensión de los autores de los evangelios no corresponde con la realidad. Para los autores, la resurrección corporal de Jesús es un dato literal, y estas reinterpretaciones alegóricas serían vistas como erradas y rechazables.
     
    Otro punto. No todos los documentos que conforman el nuevo testamento son válidos para el análisis histórico (es distinto el análisis histórico que el análisis historiográfico) sobre el movimiento de Jesús y su posterior evolución en la institución eclesial. Hace varios decenios que ha quedado claro, aún en el catolicismo, que mucho de lo que aparece en tales documentos son reflexiones apologéticas de las comunidades en que surgen los textos y no hechos acontecidos durante el movimiento de Jesús.
     
    Ahora, una cuestión de cortesía. Al menos en mi país, es incorrecto  pedir que se respondan mis preguntas si yo fui preguntado primero y no he contestado.

  • roman diaz ayala

    Rodrigo, todos los documentos que componen el Nuevo Testamento, la llamada Biblia Cristiana anexa a la Biblia Judía son perfectamente válidos para su estudio y evaluación historiográfica.
    Pero, perdona, yo no me muevo por esas coordenadas de forma exclusiva y sin antes ver en tales textos una forma de comunicación de Dios, en el sentido más teológico del término.
    Sobre ese supuesto para mí esencial la posición de mis posibles interlocutores, porque las deducciones tendrían que ser muy otras si prescindimos de lo sobrenatural, tanto en la Persona y en la Obra de Jesús.
    En el mundo intelectual católico actual existe algo así como un sentimiento de vergüenza en confesar el valor sobrenatural y la inspiración divina de los textos del Antiguo y Nuevo Testamento, yconfesar con toda claridad que Jesús no sólo murió verdaderamente, sino que además resucitó verdaderamente y que la primera comunidad de discípulos y discípulas tuvieron la oportunidad de ser testigos oculares de estos hechos.
    Así, que mi pregunta sigue en pié. ¿Tú que piensas y cómo aceptas estos hechos?
    gracias por tu respuesta
     
    roman

  • Rodrigo Olvera

    Debe decir “yo hablaré de mí”

  • Rodrigo Olvera

    No, Román
     
    Primero, dices respuesta y pregunta, pero realmente no respondes a ninguna de mis preguntas
     
    Luego haces una serie de preguntas afirmando que simplificarían todo, pero realmente no son esenciales el tema. Porque es posible afirmar la existencia de Dios sin afirmar la divinidad de Jesús ni el origen divino de la iglesia (eso hicieron tanto el propio judaismo como ciertas corrientes cristianas que negaron la divinidad de Jesús); y es incluso posible afirmar la divinidad de Jesús, sin afirmar un origen divino de la iglesia (como hicieron varias corrientes de cristianismo anarquista o libertario, tradicionalmente ignoradas y silenciadas por la historiografía cristiana hegemónica).  Así que yo podría contestarte que creo en la divinidad de Jesús y aún así no se habría simplificado el debate sobre el supuesto origen divino de la iglesia; ni la pregunta por cual es el acontecimiento histórico que da origen a la misma (si lo es la subida al monte tabor, si lo es la última cena, si lo es la crucificción, si lo es la rearticulación en el cenáculo, si lo es pentecostés, si lo es su expulsión como corriente dentro de la pluralidad de corrientes judías, si lo es la diáspora debida a la persecución, etc).
     
    Yo hablaré de ní. No puedo hablar racionalmente de lo que Xabier habría creído o no creído al escribir este texto.
     

  • roman diaz ayala

    Respuesta y pregunta a Rodrigo Olvera:
    Partamos de tu convicción de que la Iglesia carece de dimensión espiritual y es enteramente de factura humana. Que no existe su naturaleza espiritual y es sólo una organización creada por un grupo de personas, bien intencionadas, eso sí.
    Para no iniciar un debate estéril,te ruego me hagas saber tu espuesta a las preguntas que se me ocurren.
    ¿Tampoco Jesús es de personalidad divina? ¿Tenemos que verle solamente como una persona grandiosa y digna de admiración, quien difundió un mensaje sublime, delcual sus seguidores y seguidoras construyeron una religión?
    ¿Opinas que ese mismo pensamiento se refleja en el artículo que comentamos? ¿Crees que el autor no hace ninguna referencia a lo sobrenatural, porque no cree en la misma?
    Al Jesús histórico, ¿sólo desde la historiagrafía profana podemos acercanos  de manera acertada?
    Tus respuestas simplificarían mucho todo
    muchas gracias
    roman

  • Rodrigo Olvera

    La Iglesia nació perfecta?????? Ni siquiera las escrituras cristianas aceptan esa frase.
     
    ¿Por cierto, cuándo nace la iglesia? ¿en pentecostés? pero entonces, Pedro no recibe ninguna autoridad en la iglesia, porque toda frase con que se ha pretendido justificar la autoridad de Pedro es anterior a que hubiera nacido la iglesia. ¿Nace en la cruz? entonces nace lejos de perfecta, al nacer con los varones abandonando la iglesia.
     
    Pero el punto es que todas esas idealizaciones y especulaciones sobre el origen divino de la iglesia llevan a que se desvíe el asunto planteado por Castillo: los mecanismos institucionales del ejercicio de la autoridad y el poder en la iglesia HOY.  Análisis que requiere no de las ciencias exegéticas ni de discusiones filosóficas sobre ética (si es o no es relativa), sino de las herramientas de las ciencias sociales: sociología, ciencias políticas, derecho, administración, ciencias de las organizaciones complejas, economía.
     
    Pero sólo refuerza mi convicción. El problema de la autoridad de la iglesia católica no puede resolverse mientras no se abandone la idea de su origen divino. Porque entonces ese origen divino se vuelve una excusa para decir que las ciencias humanas (y un análisis meramente humano) no son enteramente aplicables al problema de la autoridad en la iglesia católica. Lo hemos oído muchas veces, ¿no?, la iglesia no es una democracia, por su origen divino.
     

  • roman diaz ayala

    Me he sentido obligado a repasar la lectura del libro “Historia de la Biblia”, de Miguel Pérez y Julio Trebolle ( Editorial Trotta/Universidad de Granada) para tratar de discernir qué tiene  el articulista de visión personal y dónde se aparta  de manera intencionada de los estudios más actuales para establecer su tesis.
    Sigo pensando que tiene una visión muy desenfocada del llamado primer período, o período apostólico ( hasta el año 70 D.C.). La Iglesia nació perfecta con el Acontecimiento Pascual y Pentecostés, no es un lugar simbólico.
     
    román

  • Santiago

    ESTA RECONSTRUCCION sobre Pedro es una hipótesis mas y puede ser lo mas bonita que se quiera…pero no aventaja a las narraciones apostólicas….Estas datan del siglo I…no del siglo XXI…y envuelven a varios escritores antiguos que fueron los que han recogido la “verdadera” tradición de valor histórico..
    Para poder juzgar a Mateo hay que recoger todo el “contexto” de su Evangelio que está dirigido primordialmente a los judíos de Palestina, creyentes o no creyentes en Jesus, con su tesis fundamental que es la mesianidad y divinidad de Jesus de Nazaret…Pero la perícopa en la que Jesus le entrega a Pedro las “llaves del Reino” con el poder específico de “atar y desatar”, poder que tambien Jesus entrego al Colegio de los Apóstoles no ES algo circunscrito y limitado a los Apostoles.Su mision no terminaba ahi, como sugiere el autor de el artículo que comentamos..porque ellos, los Apostoles, iban a morir pronto….Pero Cristo hizo de Pedro y los doce la base y el “fundamento” de “Su Iglesia”…que iba a durar hasta el fin del mundo….Por eso, en Mateo 28, 16-20 se ve como “los once discipulos se fueron a Galilea, al monte que Jesus les había indicado. Y al verle le ADORARON, pero algunos DUDARON. Jesu se acercó y les dijo: ” Me ha sido dado todo poder en cielo y tierra. ID, PUES, y haced discipulos a todas la gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo, ENSEÑANDOLES a guardar TODO lo que os he mandado…Y SABED QUE YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DIAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO”….Por lo tanto, Mateo recogió la misma tradicion apostólica en existencia desde la muerte de Cristo junto con los Apostoles, incluyendo a Pablo…la verdadera identidad de la obra de Cristo…que lógicamente no iba terminar a su muerte….sino continuaría despues, hasta la “consumacion de los siglos”
    Por tanto, los poderes que Cristo dio a Padro y al Colegio Apostolico no estaban destinados a desaparece a la muerte de los Apostoles…No hubiera tenido sentido ninguno “edificar” una Iglesia…proveyéndola de tan extraordinarias prerrogativas por solo unos años….para despues quedar todo en el vacío..Pero eso no corresponde a esa “apertura universal de la iglesia” como organismo viviente “hasta el final de los tiempos”..¿O es que la humanidad post-apostólica no necesita de la sacramentalidad de la Iglesia constantemente? ¿O es que en el siglo XXI tenemos menos problemas existenciales que en el siglo I?…Pero no, la tradicion es unánime….Este carisma de Cristo presente en su Iglesia y dado a los Apostoles para el ministerio de los fieles, ES para todos los tiempos…
    Por eso el Primado de Pedro junto con el Colegio de los Apostoles resaltan y alumbran el periodo post-resurrecion en los Hechos de los Apostoles, en la epistola de Pablo a los Gálatas, en la epístola a Timoteo….
    Por eso la importancia de Pedro no es “ad personam” sino EN su ministerio petrino…Podría haber muerto Pedro en Antioquía, sin embargo fue martirizado en Roma en el 67…Por eso vemos a Pedro, como a los demas apostoles, moviendose para predicar a Cristo… Como dice el célebre historiador Warren Carroll en su “Founding of Christendom”,Pedro fue el Jefe de la Iglesia de  Jerusalen desde el año 30 hasta el 37..Despues fue misionero en Samaria y en la costa de Palestina…Va a Antioquía en el 40….Despues es hecho prisionero en Jerusalem..pero escapa en el 42…Viene por primera vez a Roma del 42 al 49…Es expulsado de Roma por el edicto de Claudio contra los judíos…en el 49 va a Jerusalem para el Concilio Apostolico…en el 50 hasta el 54 visita Antioquía, Bitinia, Pontus, Asia y Capadocia..en el 54 hasta el 57 vuelve a Roma…y entonces el evangelio de Marcos se escribe bajo su direccion..En el 57 hasta el 62 está en Bitinia, Pontus y Capadocia de nuevo…desde el 62 hasta el 67 es la tercera vez que va a Roma..se encuentra con su discipulo predilecto que es Marcos…Y en el 67 es martirizado en Roma bajo Neron…y le entierran en la necrópolis del Vaticano….P0r eso Clemente Romano, tercer sucesor de Pedro, escribe: “Pedro, que sufrio muchas penalidades, dando su testimonio se fue al lugar de la gloria, la que le pertenecía ya”..Es Clemente el que escribe en el mismo siglo I, hacia el año 96, el que testifica esta tradición que viene directamente de Cristo…no una “invencion” o deformacion o mala interpretacion de la Iglesia, sino el es el que recoge y recibe el deseo de Jesus y lo plasma en sus escritos, que afortunadamente se han conservado hasta el día de hoy”
    un saludo cordial de Santiago Hernández  
      

  • Rodrigo Olvera

    perdón, en j está equivocado… no es que se hagan alianzas con las corrientes palestinas; sino que se retoman parte de sus postulados, para enfrentar ciertos postulados del cristianismo paulista

  • Rodrigo Olvera

    Xabier presenta una hipótesis de reconstrucción histórica, bien razonada y plausible.  Existen otras, igualmente bien razonadas y plausibles.
     
    Si partimos de un hecho demostrado, que es el hecho de que todos los movimientos mesiánicos judíos previos y posteriores al de Jesús de Nazareth se organizaron a partir de liderazgos con trasmisión sanguínea, es plausible una reconstrucción:
    a) el movimiento original realmente es el de Juan hijo de Zacarías, Jesús públicamente se presenta bajo la autoridad de Juan (el gesto, el bautismo, posteriormente es reinterpretado para decir justo lo contrario, que Jesús es mayor que Juan)
    b) al momento de ser apresado Juan, su pariente consanguíneo Jesús pretende tomar el liderazgo (sí, ya se que en la idealización cristiana de Jesús esto es inconcebible). La familia no apoya a Jesús en su intento. El movimiento se divide, algunos pocos siguen el nuevo liderazgo de Jesús, otros mantienen lealtad al encarcelado Juan
    c) al momento de ser asesinado Juan, la división del movimiento se radicaliza. Jesús toma abiertamente la pretensión de liderzgo. La familia pretende contenerlo. (En el cristianismo se ha interpretado que la familia de Jesún es antimesiánica y sólo posteriormente a la resurrección se convierten; es más plausible que la familia fuera mesiánica, de hecho desde Zacarías se afirma que esperaban al mesías, pero con lo que estuvieran en desacuerdo fuera con el liderazgo de Jésus; muerto Jesús, otro integrante a quien la familia sí puede reconocer queda al frente del movimiento)
    d) al morir Jesús, la parte del  movimiento que siguió a Jesús sobrevive principalmente a través de la lealtad de las mujeres. Es entendible que tales mujeres se articulen alrededor de la madre de Jesús (y por ello, en las comunidades joánicas era tan importante decir que Jesús entrega a Juan como hijo a María; para afianzar liderazgo de Juan).
    e) al radicalizarse las tensiones previas al alzamiento judío, una parte de antiguos seguidores se reincorporan (se expresa con distintos pasajes simbólicos de discípulos dudando de las mujeres, pero finalmente convenciéndose de la resurrección y regresando al cenáculo; que recordemos estaba en la casa en que vivía la madre de Jesús)
    f) la trasmisión del liderazgo del movimiento recae -como en el resto de movimientos judíos de la época- en el varón más cercano sanguíneamente: santiago
    g) una buena parte del movimiento se va a la diáspora incluso antes de los enfrentamientos armados. Las interacciones con las culturas de recpeción dan lugar a formas múltiples.
    – Está el cristianismo judío-palestino (no sólo el de jerusalén, sino el de samaria y el de galilea), que se extingue con la guerra del año 70
    -Está el cristianismo que se incorpora en áreas de influencia indopersa, que a través de diversas mutaciones sigue existiendo hasta nuestras días, pero que desde Calcedonia rompió con las otras expresiones de cristianismo a quienes considera heréticas por introducir novedades que no corresponden a la enseñanza de los apóstoles (y aquí una nota a la tantas veces mencionada “tradición”; si alguien de verdad se toma en serio que es necesario para su cristianismo el ser fiel a la tradición, la única opción es convertirse en nestoriano, que es la corriente existente hasta el día de hoy con mayor certeza de antigüedad de su tradición)
    -Está el cristianismo que se incorpora a áreas helénicas en resistencia Roma. Recordemos que para esta fecha, Grecia ya ha sido conquistada. Sigue habiendo influencia helénica. Pero resistente a la cultura judicialista de Roma. Hay varias corrientes, las gnósticas, las helénicas propiamente, las coptas, etc.
    -Está el cristianismo que se incorpora a las áreas de mayor influencia romana. Tienen también una base cultural helénica, pero asimismo de fuerte influencia romana.
     
    h) cada una de estas corrientes personifica la legitimidad de su tradición con un apóstol que habría sentado su cátedra en tal ciudad/región. Como bien dice Pikaza, Pedro corresponde realmente al cristianismo antioqueño y no al romano. Solo una operación cultural posterior le vincula a Roma, y ni siquiera se atreve a mostrar a Pedro sentando cátedra ahí, sino sólo siendo mártir ahí. El cristianismo vinculado a la cultura greco-romana está personalizado en Pablo.
     
    i) las relaciones entre las distintas corrientes nunca fueron armoniosas, existieron conflictos constantes. Poco a poco -por razones geopolíticas y no “místicas” adquiere hegemonía la corriente grecorromana (Pablo).
     
    j) hay una reacción de las corrientes helénicas resistentes al modelo paulista desplazadas, tanto las coptas, como las gnósticas que se alían a las palestinas (las que se mueven hacia oriente pierden relación e influncia, fuera de sus territorios). La “unidad” se salva reconociendo la hegemonía del cristianismo grecorromano, pero con correcciones (esa es la función de los evangelios, tanto sinópticos como el de Juan). Se personaliza dando preeminencia a Pedro, a Santiago y a Juan para balancear a Pablo.  A pesar de que la cátedra de Pedro realmente estuvo en Antioquía y sólo muere en Roma, se toma su muerte en Roma para primero hacer Pedro-Pablo y luego sólo Pedro el titular de la cátedra de Roma.

  • roman diaz ayala

    El autor afirma:
    a) Pedro descubrió la razón del Jesús muerto y experimentó el sentido de su vida.
    b)en este sentido se entiende la confesión  fundacional de la Iglesia  (¿entendemos que todos/as a una se ponían de testigos de que Jesús había resucitado?)
    cuando afirman que Pedro “vio” a Jesús después de muerto (¿O insinúa el autor que todos participaron del mismo convencimiento íntimo de Pedro?)
    “es decir, tuvo una experiencia integral de la verdad”
    c)Dios había estado presente en su camino, y había ratificado su obra (la de Jesús) resucitándole de entre los muertos.
     
    d) la “visión” de Pedro fue… una experiencia de renacimiento radical, una revelación de Dios.
     
     
    En mi opinión el autor debería explicar escuetamente si efectivamente el encuentro con Jesús resucitado fue una experiencia real, objetiva, palpable y sin ningun género de duda o si  para evitar  una explicación muy parecida a la alucinación colectiva, nos quiere informar de que todo fue producto de una gran reflexión interior de aquel grupito, que buscaba explicaciones a lo que había acontecido y de lo que ellos y ellas fueron participantes.
    ¿Por qué hay tanto miedo a la Resurrección de Jesús? ¿Por qué situarla en un mundo interior de convencimientos íntimos? ¿Con qué base?
     
    roman