Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7411 Artículos. - 112730 Comentarios.

Sólo un Dios puede salvarnos

BoffLa crisis de nuestra civilización científico-técnica exige más que explicaciones históricas y sociológicas. Reclama una reflexión filosófica que desemboca en una pregunta teológica. Quién lo vio claramente fue Martín Heidegger (1889-1976), incluso antes de que hubiese surgido la alarma ecológica. En una famosa conferencia en Munich en 1955 “Sobre la cuestión de la técnica” en la que estuvieron presentes Werner Heisenberg y Ortega y Gasset, dejó claro el riesgo que corren el mundo natural y la humanidad cuando se dejan absorber totalmente por la lógica intrínseca de este modo de pensar y actuar que interviene y manipula el mundo natural hasta sus últimas capas, para sacar beneficios individuales o sociales. La cultura científico-técnica ha penetrado tan profundamente en la comprensión de nosotros  mismos que ya no podemos entendernos ni vivir sin esta muleta introyectada en nuestro propio ser y estar en el mundo.

Representa la convergencia de dos tradiciones de la filosofía occidental: la platónica de cariz idealista transfigurada por la orientación cristiana, y la aristotélica, más empírica, que es la base de la ciencia. Se fusionaron en el siglo XVII desde Descartes y fundaron la  tecno-ciencia moderna, el paradigma dominante. Este modo de ser pone su interés en cómo son las cosas, cómo funcionan y cómo nos pueden ser útiles, no el milagro de que las cosas sean, confrontadas con la nada. Nos separamos del mundo natural para entrar profundamente en el mundo artificial. Hemos perdido la relación orgánica con las cosas, las plantas, los animales, las montañas y los propios seres humanos.

Todo se convierte en instrumento para una finalidad. No vemos al ser como una persona portadora de un propósito, sino su fuerza de trabajo, ya sea física o intelectual, que puede ser explotada. Si se puede hacer algo se hará sin ninguna justificación ética. Si podemos desintegrar el átomo no hay por qué no hacerlo y construir la bomba atómica. Si podemos tirarla sobre Hiroshima y Nagasaki, ¿quién lo impedirá? Si puedo manipular el código genético, no hay límite moral o ético que lo pueda restringir. Y hacemos las experiencias que nos parecen interesantes y útiles para el mercado y para una cierta calidad de vida.

Heidegger nos advierte que la tecnociencia ha creado en nosotros un dispositivo (Gestell), una forma de ver que considera todo como cosa a nuestra disposición. Ha colonizado todos los espacios y sometido todos los saberes. Se ha convertido en un motor que se acelera de tal manera que ya no sabemos cómo detenerlo. Nos hemos convertido en sus rehenes. Nos dicta qué hacer o dejar de hacer. En este punto, Heidegger señala el altísimo riesgo que corremos como naturaleza y como especie. La tecnociencia afecta a los fundamentos que sustentan la vida y ha generado tal fuerza destructiva que puede exterminarnos a todos. Los medios ya están construidos y están ahí a nuestra disposición. ¿Quién sujetará la mano para no desencadenar el Armagedón natural y humano? Esa es la gran pregunta que nos debería ocupar como personas y como humanidad, y menos el crecimiento y las tasas de interés.

La respuesta intentada por Heidegger es una Kehre, una “vuelta” que significa una transformación. Este es el propósito final de todo su pensamiento, tal como se revela en una carta a Karl Jaspers: ser el celador de un museo que quita el polvo de los objetos de manera que se puedan ver. Como filósofo se proponía (es una pena que use un lenguaje tan terriblemente complicado) remover lo que cubre lo habitual y lo cotidiano de la vida. Al hacer eso ¿qué revela? Nada, sino lo que nos rodea y que constituye nuestro ser-en-el-mundo-con los demás y con el paisaje, con el cielo azul, con la lluvia y con el sol. Y dejar que las cosas se vean tal como son; no nos oprimen, sino que están, tranquilas, con nosotros en casa.

Fue a buscar inspiración para este modo de ser en los presocráticos, especialmente en Heráclito, que vivían el pensamiento originario antes de que se transformase con Platón y Aristóteles en metafísica, base de la tecnociencia. Pero teme que sea demasiado tarde. Estamos tan cerca del abismo que no podemos volver atrás. En su última entrevista a Der Spiegel en 1976 publicada post-mortem dice: “Sólo un Dios puede salvarnos.” La pregunta filosófica por el destino de nuestra cultura se ha convertido en una cuestión teológica. ¿Va Dios a intervenir? ¿Permitirá la autodestrucción de la especie?

Como teólogo cristiano diré con San Pablo: “la esperanza no defrauda” (Rm 5,5), porque “Dios es el soberano amante de la vida” (Sb 11,26). No sé cómo. Sólo espero.

Leonardo Boff es autor: Proteger la Tierra, cuidar la vida: cómo escapar del fin del mundo, Sal Terrae 2011

Traducción de Mª José Gavito

19 comentarios

  • PURIFICACIÓN El espíritu maduro del hombre debe disponer de medios apropiados para su expresión. El mundo actual sólo provee instituciones adecuadas para la adolescencia y la juventud: nacionalismo competitivo, clases sociales y económicas, política partidaria y religión sectaria. Son necesarias nuevas y universales instituciones: un sistema económico mundial, un gobierno mundial, una sociedad mundial, un verdadero estado corporativo de la humanidad.

    Semejante Orden, sin embargo, sólo puede ser alcanzado por seres humanos que hayan llegado a la madurez; no puede ser impuesto con éxito sobre los adolescentes (en el sentido moral o intelectual). Si los hombres son codiciosos, egoístas, carentes de conciencia social, ningún sistema hará que la vida valga la pena de ser vivida. Por lo tanto, antes de examinar las realistas enseñanzas de Bahá’u’lláh relativas a la organización mundial, veamos qué esperanzas existen de calmar las pasiones y los odios, y de transformar el egoísmo y la oscuridad moral de nuestra generación, en una verdadera hermandad y en luz.

    ¿Quién puede cambiar un corazón humano? ¿Quién puede galvanizar a un espíritu indolente en una actividad radiante en el sendero del crecimiento espiritual? Jesucristo podía. Hoy la iglesia no puede. Muhammad podía. Hoy el islam no puede. Ninguno de los sistemas religiosos históricos muestra síntoma alguno de provocar un renacimiento mundial, ni tan siquiera de producir una gran figura, como la de San Francisco. El judaísmo, el cristianismo y el islam están preocupados en preservar sus propias formas y ceremonias; el budismo y el hinduismo parecen perdidos en los intrincamientos de su propio misticismo.

    Una multitud de nuestras sectas y cultos, violentos fuegos que pronto se queman a sí mismos, invaden las filas de la ortodoxia; el ateismo y el materialismo quitan de todas las religiones a aquellos que no quieren aceptar ciegamente o aguantar con apatía. ¿Dónde reside entonces, la salvación? ¿Quién puede purificar la religión de su polvo y telarañas acumuladas? ¿Quién puede responder al grito de los millones de desilusionados, esas “ovejas hambrientas que miran hacia arriba y no son alimentadas”?
     
    “Las enseñanzas de su Santidad Bahá’u’lláh, son el hálito del Espíritu Santo que vuelve a crear al hombre”.”Hay una fuerza en esta Causa que trasciende más allá del conocimiento del hombre y de los ángeles”. Abdu’l-Bahá.

  • M.Luisa

    Te aseguro,  X.Gundin  que es más sencillo de lo que te imaginas, será por esto, a lo mejor, que aunque la frase en cuestión  la ves algo complicada, dices en cambio sentirte de acuerdo con ella. ¡Bien, algo es algo! Sin embargo  pienso  que la ves complicada por la reversibilidad  misma que encierra la  frase. No olvidemos que lo simple no es más que   un  momento de lo complejo y  precisamente por ser simple nos tienta a quedarnos  en esa simplicidad.
     
    Ahora bien,  si queremos explicarnos de algún modo  el por qué de tanto sin sentido en el que, en  multitud de  ámbitos se encuentra hoy la humanidad no nos será imprescindible acaso, puesto que el mundo está en nuestras manos ir  más allá de nuestras meras opiniones, a una restitución a una reversión o si se quiere a una retrospección de aquello que como humanos nos ha de configurar?
     
    Si a la altura de los tiempos estamos como estamos,  acaso  no debamos preguntarnos respecto a aquello que está en nuestro alcance conocer  si el idear es lo constitutivo  y lo propio?  Porque ya lo hemos visto las ideas derivan en ideologías  y éstas  se cierran a toda  comprensión  por lo que,  formando la comprensión  humanael  el último eslabón del conocimiento  éste queda  limitado por  la misma cerrazón.    Te das cuenta?  Mi enfoque resulta ser a la inversa  del que tú, como definición, expusiste en tu comentario. No es posible comprender las cosas sin contar con la realidad de ellas y en este contar con lo real de ellas y no sólo con las cosas quedamos enteramente comprometidos, algo muy distinto de quedar retenidos  en nuestras  ideas  que sobre las cosas nos hacemos. Las ideas se tienen la realidad se siente  y esto es todo menos  el determinismo  que según tú me atribuyes, que ya es grave el asunto pues desde siempre en mi pesadez no ceso de proclamar inespecífica y abierta la realidad. Como también no me canso en  repetir   que somos una unidad psic-orgánica y de ahí viene el concepto de fuerza coercitiva que tampoco y perdona que te lo diga no  has sabido interpretar.  Cuídate el olfato!

  • X. Gundín

    Mª Luisa. Hasta donde te entiendo creo que dices y respondo:
     
    1º) Dices: “Claro que el ser humano tiene ideas pero…no…ideas de realidad (idealismo), sino al contrario realidad en ideas…”.
    Bueno, dejando aparte que me parece un modo algo complicado de decirlo, te respondo que me siento de acuerdo. Si tuviese que definir lo que son ideas diría algo así como: la comprensión de las cosas, los hechos, sus relaciones y los procesos puestos en marcha por estas. Espero que eso sea la realidad en ideas.
     
    2º) Dices: “…aunque…no queramos dar un paso a la libertad no tiene porqué esta situación tener la última palabra pues por el hecho previo de estar ya en la realidad será en su momento cuando por su misma fuerza coercitiva nos abre paso a…la libertad”.
    Respondo preguntando: ¿cual es esa -su: de la realidad, supongo- fuerza coercitiva que trabaja en una sola dirección: hacia la libertad?. ¿Qué determina que trabaje en una sola dirección?. ¿Qué ley o voluntad la gobierna para que trabaje en una sola direción.
    Mi respuesta a mis preguntas es: miau!. Me huele a determinismo y voluntarismo indebidos.

  • M.Luisa

    Si me permites  X.Gundín,  aunque sólo sea porque voy a estar unos días inactiva por  el postoperatorio pues el lunes me operan de un carcinoma en la cara y no sé si podré estar frente a la pantalla, déjame al menos  que aproveche la ocasión para  hacer una reflexión que me parece sumamente importante.
     
    Dices,  que la técnica es la concreción o materialización de nuestra capacidad de idear, sin embargo  yo creo que  esto  dicho así, de inicio, no es un buen planteamiento  que al final  pueda llevarnos  a ninguna parte, porque idear no es lo que formalmente  nos caracteriza como humanos. Claro que el ser humano tiene ideas  pero si las tiene es porque está previamente instalado en la realidad (es la experiencia originaria) y por ello es por lo que,  no es que tenga ideas de realidad (idealismo)  sino  al contrario, realidad en ideas.Es el ámbito de lo irreal por el que necesariamente se ha de recorrer. Sin embargo como  en ese recorrido intelectivo  no se ha prescindido de la realidad,  pues la realidad sigue ahí estando,  las ideas nuestras (no nuestras ideas)   convertidas  por la necesidad  como tu  mismo dices en instrumentos, materiales, métodos y procesos, todo ello, pues,  aunque nos instale en la necesidad de un modo  tal que no queramos dar un paso a la libertad no tiene porqué esta  situación  tener la  última palabra pues por  el hecho  previo de estar ya en la realidad    será en su momento  cuando, por  su misma  fuerza coercitiva    nos abra paso  a  ella, a la libertad.
     
    Un cordial saludo

  • oscar varela

    Hola X. Gundin!

    1.- “Meditación de la Técnica” de Ortega. Si me pasás una Dir. de Correo te lo mando en Word.

    Nota: también está disponible para quien me lo pida.

    2.- La “esencia”  Heidegger la  define como “lo que dura” de las cosas.

    Nota: toda esa terminología “filosófica-escolar” no vas a ver que Ortega eche mano.

    3.- Dije que Heidegger es un excelente filósofo (flólogo).

    La filosofía no avanza como las Ciencias. Éstas avanzan p’alante. La Filosofía -cuando lo es de verdad- avanza p’atrás; es una Anábasis.

    En ese ir “al fondo” de las cosas humanas, Heidegger no pudo encontrar el “objeto” de su Asunto, pero lo fue arrinconando hasta tomarlo del cogote describiendolo. Pero el nombre de ese objeto le quedó ahogado. Porque sus manos-pinzas eran la fenomenología huserliana, que es el extremo idealismo llamado “conciencia de …(sin objeto).

    Ortega, en cambio usó su cabeza celtíbera y pudo nombrar ese “objeto” con el nombre de lo más perogrullo que hay: la “vida humana”.

    4.- Hacés bien en relacionar la Técnica con la Necesidad.
    Pero justamente ahí está el intríngulis ¿qué es “necesario” para una vida humana?

    Heidegger y Ortega se encuentran escavando el mismo fondo-pozo. Ambos coincidirán en lo que los griegos llamaban “Poesía” (que no es decir versitos ni adornitos de ringorrangos) que se “actualiza” en las “Fiestas” u “Orgías“.

    Pero todas estas cositas y muchas más se podrán tratar en un Taller; y sino … siga el corso pachanguero!

    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • X. Gundín

    No alcanzo a entender lo que sea la esencia de una cosa (a no ser que equipare esencia y naturaleza).
    Comprendo que cuando tiene muchos agujeros nuestro conocimiento de las cosas, o de las relaciones entre ellas, o de los procesos puestos en marcha por esas relaciones, se eche mano de palabras con que rellenar aquellos agujeros: ese rellenar es una solución instrumental para poder seguir avanzando en la esperanza de que un mejor conocimiento nos permita prescindir de la palabra-relleno.  Un ejemplo de esto lo vemos en la palabra eter usada hace todavía poco tiempo para explicar cómo podía transmitirse la vibración electromagnética a través de un espacio que se suponía vacio…cuando no se sabía aún que el espacio está lleno.
    Con la memoria puesta en el anti-Dühring de Engels y Materialismo y empireocriticismo de Lenin, me parece que los materialistas de los ss. XIX y principios del XX ya destrozaron  el concepto de esencia de las cosas como algo intangible, casi como el alma de la cosa, sin la cual la cosa no estaba completa, no llegaba a ser.
    Tal destrozo fue posible cuando ¡la técnica! fue capaz de reproducir la cosa juntando en forma apropiada sus materiales componentes, ninguno de los cuales era esencia de la cosa, luego la tal esencia no hacía falta alguna….
     
    Yo enfocaría el asunto así:
    La técnica es la concreción o materialización de nuestra capacidad de idear. Es nuestra ideación convertidas en instrumentos, materiales, métodos y procesos.
    Naturalmente, no hacemos todo eso por capricho ni gratuitamente; lo hacemos para librarnos de la necesidad. Hasta aquí lo vamos haciendo, con fallos, pero haciendolo. Despues, pinchamos. Pq en la medida en que salimos de la necesidad podríamos entrar en la libertad, pero….nos cuesta hacerlo. Se nota en que no queremos, o no sabemos -pq poder, podríamos- prescindir de lo supérfluo.
     
    Y dejaría de hacer la Casandra acatarrada….
     

  • X. Gundín

    ¡Hola Oscar Varela!: ¿Sabes si puedo encontrar en la red la Meditación de la técnica de Ortega a la que te refieres?.
     
    Tranquilo con tu próstata. Eso actualmente se cura, con ganas y medios. Lo peor es si te dejan pelón por una temporada. Pero aunque sea pelón has de seguir yendo.

  • M.Luisa

    Querida  Ana, como te dije estoy unos días fuera de casa y aunque tengo alguna dificultad para acceder a la Red   no me resisto  a intentar de nuevo incidir sobre el sentido en el  que creo  ha de interpretarse el escrito de Boff.   Y es que me duele que algo que llevamos  tiempo tratando aquí en  Atrio y que de algún modo se podría decir que entre todos/as hemos llegado a un acuerdo como por ejemplo que el concepto Dios es un concepto a evitar de todas todas, se vuelva a reincidir en la confusión.  Yo a penas uso ese término  siempre me refiero  no a Dios sino a su realidad y eso es lo que pienso hace Boff  en su artículo lo que ocurre es que para entendernos  entre sí manejamos naturalmente  mejor los  conceptos  pero hay que dejar un margen  de libre  interpretación
     
    Por otro lado decirte que Dios no es el trascendente, caemos otra vez en el error antropomórfico,(creencia)   sino la realidad que trasciende toda cosa. (fe)
     
     

  • ana rodrigo

    Mi querida María Luisa, mi desconocimiento de filosofía y de filósofos, me condiciona para poder entender este artículo de Boff, soy consciente y lo acepto.
     
    Lo que sí tengo claro es que si Dios es el Trascendente, difícilmente podemos meterlo en nuestra inmanencia. Otra cosa es que quien tenga una fe en que así es, lo pueda hacer, pero no por eso Dios “baja” a intervenir en el curso de la historia de los humanos. Hemos abusado de pedir a Dios demasiadas mercedes, y, ahí se queda, en la petición, en la creencia o, en el mejor de los casos, en la fe.
     
    El final del texto “Como teólogo cristiano diré con San Pablo: “la esperanza no defrauda” (Rm 5,5), porque “Dios es el soberano amante de la vida” (Sb 11,26). No sé cómo. Sólo espero.” No puede ser más ilustrativo de lo que acabo de decir.

  • oscar varela

    Hola X.G.!
     
    Nos propusiste el Link http://www.heideggeriana.com.ar/textos/tecnica.htm aclarando que:
     
    “Sobre la cuestión de la técnica” (aquí llamada “La pregunta por la técnica”. En alemán paracuestión y pregunta se usa la misma palabra: frage)-

    ¡Ok!, y te veo toda la razón con solo leer la frase final de la Lección de M.H.:
    – “el preguntar es la piedad del pensar”-
    ……………………
     
    Esa Lectio de Heidegger es -como todo Heidegger- de una claridad meridiana, que no es ocasión acá de dar las razones.
     
    Sin embargo, pienso que su ideoma alemán es casi in-traducible, como todo ideoma en última instancia, pero superlativamente en M.H. cuyo modo de pensar es un buceo filológico de las palabras hasta encontrarlas en su nacimiento (in statu nascendi), e.d. en el auroral escenario vital en que fueron necesitadas, encontradas y dichas por primera vez.
    …………………….
     
    El Asunto de la TÉCNICA es el berenjenal en el que estamos metidos los humanos, HOY. Conviene tener claridad en ese Asunto para trazarnos un “saber a qué atenernos”.
     
    Yo propondría un Taller en ATRIO (¡considérelo la Redacción Atrio) sobre este Asunto de LA TÉCNICA.
     
    Ofrezco un Curso de Verano que en 1933 dio Ortega en Santander, que luego fue apareciendo en el Diario LA NACIÓN de Bs. As. en  12 Lecciones. El Temario es:
     
    MEDITACIÓN DE LA TÉCNICA
    José Ortega y Gasset – 1933 – OCT5,319/375
     
    I.- Primera escaramuza con el tema
    II.- El estar y el bienestar – La “necesidad# de la embriaguez – Lo superfluo como necesario – Relatividad de la Técnica.
    III.- El esfuerzo para ahorrar esfuerzo es esfuerzo – El problema del esfuerzo ahorrado – La vida inventada.
    IV.- Excursiones al subsuelo de la técnica.
    V.- La vida como fabricación de sí misma – Técnica y deseos.
    VI.- El destino extranatural del hombre – Programas de ser que han dirigido al hombre – El origen del Estado tibetano.
    VII.- El tipo gentleman – Sus exigencias técnicas – El gentleman y el “hidalgo”.
    VIII.- Las cosas y su “ser” – La pre-cosa –El hombre, el animal y los instrumentos – La evoluciónde la técnica.
    IX.- Los estadios de la técnica.
    X.- La técnica como artesanía – La técnica del técnico.
    XI.- La relación en que el hombre y su técnica se encuentran hoy – El técnico antiguo.
    XII.- El tecnicismo moderno – Los relojes de Carlos V – Ciencia y taller – El prodigio del presente.
     
     

  • M.Luisa

    A diferencia, tuya querida Ana, yo sí veo en este escrito de Boff como en todos los suyos un discuro conexo que, ahora en la medida de mis posibilidades, pues me hallo unos días fuera de casa, intentaré señalar aunque desde mi visión particular, algunos puntos en los que descubro apuntala él su coherencia y al mismo tiempo, en ellos, a poco que se reflexione, también se descubre lo que  tanto dificulta, dentro de este contexto de fe, el encuentro entre personas.
     
    No es de extrañar que Boff para explicarse el por qué de cómo ha sido posible este poder destructor  del ser humano que se nos manifiesta en todas direcciones, vaya a los orígenes de la tecnociencia  al igual como en todas las cosas  cuando a nivel de razón se hace imprescindible  ir a la raíz de ellas. Porque aunque es evidente que la ciencia actual no es comparable con aquella, este recorrido retrospectivo da cuenta de la evolución que con respecto  a la realidad ha experimentado el pensamiento humano a lo largo de la historia.
     
    Hasta Heidegger, porque  incluso para Descartes como para Kant el conocimiento se basava meramente en lo conciencial,lo específico  del pensamiento era su caracter dualista: como lo sentido, se decía, es inseguro, no nos muestra nada, será entonces la inteligencia la que mediante un juicio o afirmación determinará el ser.
     
    Pero ahí sí que, por esa previa ruptura en la unidad congnitiva es donde, al referirnos a la citada frase “Sólo un Dios nos puede salvar” al descoyuntarse la esencia del conocer, quien así lo afirma, es cuando  nos sale  al paso la idea  de que, en efecto,  en esta afirmación se está dando un salto en el vacío. Es más, un salto en el vacío en forma de creencia. Pero contrariamente, la esperanza cristiana a la cual Boff se refiere no opera a nivel de creencias sino a nivel de razón o lo que es lo mismo a nivel de fe.
     
    esto aunque es complejo de explicar se puede ver a grandes líneas si vuelvo un poco sobre lo dicho. Si la verdad ya nos la da el juicio que de las cosas nosotros/as  nos hacemos, cómo luego la razón cuya propiedad intrínseca es la búsqueda en la profundidad de ellas, puede despertar, puede ponerse en marcha? Es el atrevete a pensar de J.Mª Castillo!
     
    A la fe razonada se llega por la fuerza coercitiva  de lo real sentido(sentible no sensible) y no por exijencia evidencial(juício)
    En el primer caso inscribiría a Heidegger y a Boff, y en el segundo si acaso a Rouco  y a otros tantos.
     
    Un cordial saludo, amiga!

  • Carmen (Almendralejo)

    Hace tiempo que Bof se perdió en el humo y la eco… cuando no nos tenemos que plantear como matar el pollo para comer, nos planteamos como es el alma del pollo.
    O ese dios que nos salva.
    hay un chiste muy bueno… Una mujer ¿…? que reza todos los días para que su vecina viuda pueda dar de comer a sus tres hijos, sola sin trabajo no tiene nada… Ese dios cansado del rosario y de nombrarle cada día mañana y tarde, ya no puede más y le dice…¡Fulanita! ¿Tú crees que vives al lado de tu vecina por casualidad? ¡Pues no! ve y le das la paella que tienes hoy para comer.
    Pues eso, vivimos también que nos preocupamos de cosas que no tienen fundamentos, pero que nos permiten vivir mejor.

  • X. Gundín

    A continuación puede verse la conferencia en Munich de 1955 de M. Heidegger “Sobre la cuestión de la técnica” (aquí llamada “La pregunta por la técnica”. En alemán para cuestión y pregunta se usa la misma palabra: frage): http://www.heideggeriana.com.ar/textos/tecnica.htm
     
    Quien lo lea y lo entienda pregúntese hasta donde Boff -en este post y el del año pasado- refleja bien lo que Heidegger decía en el 1955.

  • Antonio Vicedo

    -Habiendo piedra, aún pequeña en apariencia, que represente la verdad y pueda deslizarse desde cualquier ladera de alta montaña y, siendo los pies del sistema metalizado como estructura, de falsedad por el barro representada, la posibilidad del golpe destructor de la soberbia imagen, cae dentro de la esperanza repetitiva de lo visionado por el profeta, sin que la misma naturaleza necesite el recurso del dios maquina.

    Pero ha de moverse la verdad hecha piedra y seguir ladera abajo, acumulando fuerza de momentos y niveles solidarios, en dirección certera al punto falso de los pies de barro.
    Pues estos, aún siendo de barro, si del peso poder son cómplice plataforma, la monstruosa y metálica imagen, puede seguir enhiesta, compacta y fascinante “in sécula seculorum.”

    La falsedad del poder ha fraguado globalmente las mentes y estructuras del sistema inhumano, llegando a hacer suya la complicidad del barro esclavo y por eso es tan alarmante tener que aceptar como necesario, cuanto de falsedad y engaño hacen de la Humanidad casi una especie de esclavos.

    Pone los pelos de punta ir conociendo lo que proyectan y consiguen unos cuantos poderosos con las complicidades voluntarias o forzadas de quienes no quieren, o no pueden actuar solidarios, siendo estos miles de millones,  y teniendo la verdad de su parte.

  • ana rodrigo

    Veo una cosa rara en este escrito de Boff expresado en varios nivele:
     
     Por un lado se explaya en el poder destructivo del ser humano con los avances que la ciencia y la tecnología le proporciona.
     
    En segundo lugar el autor se va a tiempos remotos en busca del origen de la tecnociencia, épocas en las que poco tienen que ver con el desarrollo de la ciencia actual.
     
    De aquí se pasa a Heidegger adjudicándole la intervención de Dios como interventor directo en la salvación del mundo.
     
    Y termina con su confesión personal en la esperanza cristiana basada en la fe.
     
    Debo estar bastante obtusa, pero veo un discurso inconexo especialmente cuando pasa de hechos objetivos e inmanentes para dar el salto en el vacio hacia la trascendencia de un Dios más allá de la ciencia.
     
    Para estas cosas ya tenemos a Rouco que equipara la religión a una ciencia cualquiera. Creo que no hay que mezclar el agua con el aceite, porque no es posible.

  • pepe blanco

    La visión de futuro de Heidegger es más que dudosa. No olvidemos que inicialmente, apoyó intelectualmente al nazismo. Y nunca se retractó de su apoyo.

  • oscar varela

    Hola A.D.!
     
    Te leo:
    – “Puede que alguien quiera revisar lo que entonces dijimos, para no repetir demasiado”-

    ¡Ojala que así sea!

    A pesar de que es Leonardo quien SE REPITE sin un atisbo siquiera de avance ¿no?

    Sin embargo, he mirado el Comentario (último) del amigo X.G. al que vos nos interesás; y pienso que será bueno andar por esa línea.

    Seguiré, mientras ¡voy todavía! (ahora a Radioterapia para evitar el “mal”-ejemplo del amigo Gustavo Montesinos) – Oscar.

  • oscar varela

    Gracias A.D.!
     
    ¿Cómo es la vida, no? Repaso la LISTA de los Compa que han Comentado
    y me encuentro con Gustavo Montesinos Sa de Ecuador.


    En mayo de 2012 iba a venir a Bs. As. con su esposa y 2 hijos.
    Nos escribíamos. Era Profe de la Uni en Quito.
    Falleció repentinamente.

  • Antonio Duato

    Al recibir este artículo recordé que ya Boff había escrito otro con título casi idéntico: Solo un Dios nos puede salvar, el 13 de Enero de 2012.

    Aquella columna suscitó en 10 días 118 comentarios. Algunos muy polémicos, como el primero de Oscar Varela. Pero después muchas reflexiones sensatas y profundas, como la última de Xose Gundin.

     

    Como es un ejemplo de Diálogo en Atrio que a algunos os gustaría recordar, lo he impreso por orden de llegada, numerando los comentarios, en este documento PDF: Comentarios Enero 2012.

     

    Puede que alguien quiera revisar lo que entonces dijimos, para no repetir demasiado y, como ayer decía, continuar la reflexión ética a partir de las imágenes de cómo la tecnociencia en concreto arrasa en concreto nuestras tierras gallegas. Yo sigo impresionando por esos planes criminales apoyados por la Xunta para que una compañía canadiense saque una tonelada de oro de las entrañas de Galicia. ¡Los millones de toneladas de rocas que tienen que triturar dejándolas contaminadas de cianuro! Y la basura que tienen que ser los salarios que ofrezcan para que la operación sea rentable. ¿Dónde está la racionalidad y el progreso técnico? Sí, ya los romanos tenían minas en la Hispania. Y la fiebre del oro llevó a los estadounidenses hacia el Oeste. Pero esto, como temía Heidegger, es una explotación de la tierra y de los esclavos cualitativamente diferente.

    Yo estoy plenamente de acuerdo con Boff si el término “Dios” no se entiende como una intervención mágina desde fuera, sino como una nueva espiritualidad humanista emergente que recobre la parte de sabiduría y humildad que existía ya en los presocráticos, en los vedas y muchas más tradiciones religiosas. Y. ¿por qué no?, en el proyecto de Jesús de Nazaret, antes de que fuera triturado y contaminado por la sabiduría griega y el poder romano

    .

    ¡Provechoso diálogo, pues!