La imposición por parte del Vaticano a la LCWR, una especie de Confer que reune al 80% de congregaciones femeninas de EEUU, de un estatuto que prevé la suprema autoridad de un obispo delegado (¿papal?), parece que sigue adelante. El cardenal Muller, prefecto del Santo Oficio, se lo comunicó hace unos días, “tras haber hablado de ello con el papa Francisco”. Sobre esto publicó ayer la NCR un contundente Editorial, que hoy podemos ofrecer en castellano gracias a Isabel Gómez Acebo que ha apresurado a traducirlo y publicarlo en su blog. Creo que está bien clara la cuestión. No es un tema de fe ni siquiera de obediencia. Es un tema de dignidad como explica el Editorial. Están muy firmes. Dialogarán lo que haga falta (¡ojalá que directamente on el actual papa, al que han dado esto como cosa decidida!), pero creo que no van a aceptar lo que se les quiere imponer. Ya votaron el pasado agosto que antes renunciarían al reconocimiento canónico de Roma, pero continuando su misión y coordinación de las comunidades como hasta ahora lo han venido haciendo. AD.
Editorial del NCR sobre la LCWR
“Una Iglesia que no sale de sí misma, pronto o tarde, enferma por el aire malsano de los cuartos cerrados” escribió el papa Francisco, en una carta que envió el jueves a sus compañeros obispos argentinos. Es un mensaje similar al que dedicó a los cardenales antes del conclave y que impresionó tanto, que le eligieron obispo de Roma. En esta nueva nota comentó, que en esa salida de sí misma, la Iglesia tiene siempre el riesgo de caer en “accidentes, pero prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma”.
Una Iglesia de accidente… dispuesta a correr riesgos en los márgenes… dedicada al servicio de los más necesitados… una Iglesia trabajando por la misericordia, la paz y la justicia… Una Iglesia que se parece mucho a la que han construido las religiosas americanas en las últimas décadas. No sólo las americanas sino las religiosas en el mundo entero. Son las personas que viven cerca de los marginados, las que trabajan en la periferia; son las mujeres que están en el sitio que quiere el papa para su Iglesia.
¿Cúal ha sido su premio? ¿Las han ayudado? ¿Las han felicitado las jerarquías eclesiásticas? No, sino todo lo contrario. Estas mujeres llenas de fe, han sido con frecuencia cuestionadas y manchadas con acusaciones de presunta infidelidad. Lo más irónico de la cuestión es que las acusaciones han venido de las filas de los varones que han infligido a la Iglesia el mayor daño, repitiendo patrones de cubrir a los que cometieron abusos sexuales. Los cristianos deben estar dispuestos a sufrir persecuciones y siendo voz para los pobres, los marginados, homosexuales y las mujeres jóvenes embarazadas no es improbable que lo sean. Las religiosas han trabajado incesantemente para asistir y representar a todas estas personas sin voz.
Aunque las persecuciones vienen de trabajar y vivir en esta Iglesia de “los accidentes”, no habría que esperar que los ataques venieran del propio clero pero es lo que ha pasado. Parapateados tras exageradas acusaciones de infidelidad, algunos obispos lo que han demostrado es ignorancia y en el proceso han abusado de su autoridad, que era lo más fácil. La “toma” de la LCWR por la Congregación Vaticana de la Doctrina de la Fe tras una larga “evaluación doctrinal”, para los católicos ha significado, mucho menos, un tema doctrinal y, mucho más, una obediencia episcopal.
Las propias religiosas así lo ven. Y muchos nos damos cuenta de que muchos prelados se sienten incómodos con mujeres, con lo que se apartan de ellas. La consecuencia de este comportamiento es que se incrementan el miedo y los malentendidos. Solo abiertas discusiones, al mismo nivel, pueden devolver a la Iglesia su salud. Necesitamos conversaciones en las que los varones y mujeres católicos, religiosos, clero y laicos, puedan expresarse con libertad en un espíritu de ayuda mutua para su fe y su vida. Sería una experiencia sanadora y se tiene que realizar en todas las diócesis del país. Constituiría un buen paso.
Nuestras religiosas son las más educadas teológicamente de la historia de la Iglesia. Las diferencias de su pensamiento con el de los obispos no tienen mucho que ver con la fe y la doctrina, sino con la estructura eclesial, las aplicaciones de la enseñanza de la Iglesia y la misión. En todo lo demás, hay un gran fondo de común acuerdo.
El primer paso es reconocer que las mujeres tienen los impulsos necesarios para devolver a la Iglesia “enferma”, de la que habla el papa, la salud. Sin su participación paritaria en las discusiones, hay poca esperanza de que se pueda recobrar la lozanía. Más fundamental es que la discusión entre el Vaticano y la LCWR, al final nos hace preguntarnos si el sistema actual de decisiones de varones clérigos es capaz de sostener la vida de la Iglesia del siglo XXI. Muchas personas, piensan que no es posible.
El camino que ha tomado el Vaticano de impedir a las religiosas de escoger su modo de vida y deber contar con la colaboración de los obispos, amenaza la vida de la Iglesia. Con lo que al final es un asalto a todos los católicos y a todas las mujeres. Estamos pasando un momento peligroso. La controversia que se manifiesta entre el Vaticano y las religiosas plantea una cuestión: ¿puede nuestra Iglesia mantener a mujeres expertas en teología, entre el pueblo? Es más ¿puede atraer a este tipo de mujer dedicada? Las estamos perdiendo a una velocidad mayor de la esperada y para constatarlo no hay más que preguntar a cualquier padre de una hija joven.
La evaluación del Vaticano sobre la LCWR, parece que de momento, ha contado con la aprobación del papa, lo que supone un golpe a su interés de restaurar comunidad y salud a la Iglesia. Si el Vaticano insiste en su “toma “ de la LCWR, el grupo no tendrá más remedio que terminar su relación canónica con la institución pues la votación, prácticamente unánime, que se celebró en agosto decidió continuar el diálogo con los obispos, en la medida que el esfuerzo no comprometiera la integridad de la LCWR. Pues al final no se trata de obediencia sino de dignidad y derechos de las personas en la Iglesia, que nacen en el bautismo.
Nos estamos aproximando peligrosamente a un punto de ruptura, lo que algunos celebrarán, pero su satisfacción será bien corta. Esa ruptura mandará una señal, que se propagará a lo largo de la Iglesia y es que la más importante federación de las religiosas de USA han concluido, que la fidelidad a su conciencia y a los valores del evangelio, requieren separación. Sería un duro golpe para todos los católicos.
La LCWR, canónica o no, en realidad o en espíritu, continuará a servir a nuestras comunidades con religiosas y a través suyo, a las necesidades de los seres humanos. Seguirán siendo católicas a pesar de los esfuerzos de algunos por colocarlas fuera. Habrán concluido su dedicación a la Iglesia para dedicarse a una misión que exige su separación. Cargos y contracargos continuarán, pero una honesta evaluación encontrará que las mujeres actuaron siguiendo los mandatos más profundos de su alma, dentro de un espíritu de comunidad, dedicación y amor. También descubrirá que el problema final no tenía nada que ver con la doctrina, sino con la fidelidad a los ideales del Evangelio, los mismos que el papa Francisco predica todos los días,
Hola Luis: Una pregunta ¿Quién ha utilizado la figura de Mons Romero contra la iglesia? Si entre la marejada de santos súbitos y beatos fascistas es el único que es venerado espontáneamente por los pueblos de América y representa la utopía del cristianismo?
Nunca hay que perder la capacidad de asombro frente a las declaraciones de la Iglesia. Calificar de feminismo radical cualquier acto de dignidad femenino y viniendo la calificación de un montón de hombres misóginos, mareados con el poder, que no saben ni lavar un plato y menos limpiar el trasero de un enfermo y últimamente acusados públicamente de una cantidad de abusos (pecados grandes y gordos), es casi para la risa, sino fuera tan trágico. Las mujeres podriamos inventar entonces, un apelativo de machismo narcisista y pedofílico o de puercos chauvinistas y quedarnos tan contentas. Este último apelativo no es de mi autoría, sino que los usan las angloparlantes.
Isabel Gomez Acebo traduce una carta de Joan Chittister que hace referencia a las monjas de la LCWR. Por su interés y actualidad, lo dejo aquí. Saludos
¿Infectadas por un feminismo radical?
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Traduzco esta carta de Joan Chittister, que lleva por subtítulo ¿No será, más bien, viviendo el evangelio, porque creo que merece la pena.
“Me llamó la BBC, lo que indica la importancia de la situación. Es un momento extraño de la historia pues de repente todo el mundo que quiere saber lo que sucede con las religiosas, y lo que van a hacer “de inmediato”. Ese inmediato tiene que ver con su respuesta ya que el Vaticano cuestiona su inteligencia y su fe. Indudablemente ningún periodista quiere perderse la historia.
Tras más de dos mil años de dar su trabajo a la Iglesia sirviendo a la pobreza, construyendo sus escuelas, sus orfanatos, sus hospitales, sus misiones, sus comedores, sus casas para indigentes, sus centros de catequesis, se les dice a las religiosas que el problema no es su trabajo sino que éste se ha visto infectado ¿por un feminismo radical? Una apreciación hecha por un grupo de varones cuyas posibilidades de saber lo que es un feminismo radical está cerca del cero.
¿Qué está sucediendo?¿ Especialmente ahora, que parece que se abre un gran cambio en la Iglesia de los autócratas y los soberanos, en la Iglesia de Jesús que anduvo en medio de la gente amándola? Lo primero que está pasando es lo que ha sucedido hace más de 1500 años: monjas por todas partes trabajando para la gente, escuchando sus historias, tratando de satisfacer sus necesidades haciéndose presente en sus vidas, tratando simplemente de ser la cara misericordiosa de la Iglesia, en el medio de la confusión. No dogmatizan, ni juzgan, sólo quieren ser la presencia del amor incondicional de Dios.
En otro nivel, está funcionado un misterioso trabajo que se conoce como la “evaluación” de la vida de las religiosas y de su LCWR en los Estados Unidos y que empezó antes que este papado, a quién le puede costar remar contra corriente. Le puede resultar difícil parar el proceso por razones políticas y por miedo a que viejas heridas vuelvan a emerger sin anuncio ni advertencia. Hay que esperar a que los esfuerzos sean beneficiosos y sin condenas, fortalecidos por un mayor entendimiento cuyo primer signo sería “Estas son mis queridas hijas en las que me complazco”, una afirmación que las religiosas no han escuchado desde el Concilio Vaticano II.
El reciente anuncio tiene algunas dimensiones preocupantes. No habla de “completar la evaluación” ni de “continuar el diálogo” sino que dice que el papa ha revisado y aprobado el actual plan de reforma, un plan que convierte a las religiosas en momias y que deja su organización compuesta por 57.000 monjas, dirigida por tres varones. Caso cerrado, criminalidad espiritual confirmada, miembros sin voto, cuerpo una mera extensión de Roma, creatividad anulada, persianas cerradas, nuevas ideas monitorizadas, voces para los pobres calladas y dependiendo de las agendas de tres varones. ¿Para qué sirve estar en la frontera si la Iglesia no está interesada en conocer las necesidades de la gente? Si algo han sido las religiosas en las décadas del pos concilio es un puente entre la calle y la sacristía.
¿La razón para ese control de la LCWR? Que su trabajo se ha visto infectado por el feminismo radical. Si trabajar para elevar el rol y status de las mujeres en el mundo es infección, no cabe duda que somos culpables. Las monjas hemos sido las primeras que hemos abierto escuelas para educar a las niñas católicas y no lo hacemos porque estamos infectadas por un feminismo radical, sino porque está en el centro del evangelio. Seguimos el modelo de Jesús que anduvo con mujeres, salvó a la acusada de adulterio, curó a la canaanita y resucitó a una niña. Le devolvió la vida cuando ser mujer no tenía ningún valor en la sociedad y todavía no lo tiene en muchos países ¿Qué mejor manera de demostrar el valor de una mujer que resucitarla a pesar del desprecio por su vida? Y cuando este tipo de trabajo resulta inaceptable en la Iglesia ¿por qué seguir haciéndolo?
El periodista de la BBC me preguntó si albergaba alguna esperanza y contesté que sí. ¿Y en qué te basas? Siguió diciendo. Porque ahora la Iglesia ha encontrado su modelo, un hombre entregado a los pobres. Y eso ¿qué tiene que ver con esta situación? Todo, porque ¿Quiénes son los pobres? Es imposible estar entregado a los hombres e ignorar que los dos tercios de los hambrientos son mujeres, a las que solo les llegan los restos después que sus maridos e hijos han comido; dos tercios de los analfabetos son mujeres esclavizadas, por su falta de educación, como ganado para los varones; dos tercios de los más pobres son mujeres según las estadísticas de la ONU.
Todas ellas son ignoradas, rechazadas y olvidadas incluso dentro del lenguaje y la teología de la Iglesia. No importa la vida; no importa el bautismo. Pero es imposible estar realmente entregado a los pobres si no se intenta cambiar el rol y el status de la mujer en el mundo. El Shriver Report, que saldrá en enero del 2014, demuestra con gran claridad que invertir en las mujeres es potenciar a sus maridos e hijos, sus familias y naciones, su nivel económico y social, sus instituciones y sus contribuciones intelectuales al mundo entero.
Si mi postura, es estar infectada por un feminismo radical, dejemos que al final, final, empiece de nuevo el evangelio en toda la Iglesia”.
http://blogs.periodistadigital.com/isabel-gomez-acebo.php/2013/04/24/iinfectadas-por-un-feminismo-radical-
En este post que trata de la “llamada al orden” (doctrinal) hecho por la Congregación para la Doctrina de la Fe a las religiosas de USA (por sus siglas, LCWR), me gustaría añadir el siguiente comentario: es completamente injusto utilizar la figura de monseñor Óscar Romero contra la Iglesia católica. El obispo mártir salvadoreño -cuyo proceso de beatificación acaba de “desbloquear” el papa Francisco-, y hombre de santa virtud cristiana, en palabras del emérito Benedicto XVI, es un obispo de la Iglesia católica. Fue un hombre de la Iglesia, plenamente ortodoxo en su doctrina; así pues, fiel hijo de la Iglesia. Mientras que en Atrio hay algunos foristas empeñados en utilizar a Óscar Romero como arma arrojadiza contra la Iglesia católica. Lo cual es hacer un uso ruin y torticero y manipulador de una figura de la talla de monseñor Óscar Romero, ejemplar hijo de la Iglesia universal, hombre fidelísimo a Cristo, a su Iglesia y a los Pobres.
En todas las familias hay conflictos, incluso en las familias formadas por dos, hombre y mujer, sin hijos. Imaginénemos en esa familia de familia que es la Iglesia, compuesta ya por más de 1.200.ooo.ooo de miembros.
Lo de USA y esas religiosas es una noticia excelente, dentro de los riesgos que conlleva el que la cuerda se tense demasiado. Es completamente lógico que las situaciones se tensen y se vuelvan explosivas dado los siglos y siglos de anulación de la mujer dentro de la iglesia.
Vale, Duato, estás en tu rol apagar los eventuales excesos de algunos atrieros, decir que no se trata de una ruptura con la iglesia católica para irse a otra iglesia o a…¿yo qué sé a dónde? De todos modos, yo admitiría que el riesgo de ruptura radical con la iglesia católica existe, y que daría lugar a una situación con algo de positivo. Venimos diciendo por activa y por pasiva que no es cierto eso de que “fuera de la iglesia no hay salvación”. Si esas monjas deciden poner tierra de por medio con relación a Roma y a la insticución jerárquicoclerical, tendremos que reconocer que no les faltan motivos para estar hartas.
Lo bueno es que esa rebeldía de las monjas que luchan por que se reconozca su dignidad de personas y de mujeres se está extendiendo y que entre nosotros aparecen gestos mu y parecidos, aunque no tan generalizados.
Hermanas nuestras en la fe, por vuestra dignidad de personas consagradas y de mujeres orgullosas de vuestro sexo, todos mis respetos a todo lo que hagáis, y toda mi admiración. Hace ya muchos siglos que el mundo y la iglesia os estaban esperando. Yo besaría el suelo por donde piséis…
Todavía hoy, a poco más de un mes de su elección como papa Francisco, muchos católicos de tendencia muy conservadora, muy de derechas, integristas o casi y amigos por ende del fasto litúrgico, del boato de las celebraciones y de la operancia litúrgica o celebrativa de las rúbricas, no le perdonan al cardenal Jorge Mario Bergoglio, actual obispo de Roma, su apuesta por simplificar la liturgia, los ornamentos litúrgicos, los gestos “hieráticos y principescos”, e incluso las propias rúbricas. Yo, que tengo una cierta tendencia natural a ser sencillo, a vestir con vaqueros, sandalias, camisetas de colores y motivos juveniles, solidarios o pintorescos y chaquetilla de pana o vaquera para cuando hace algo de frío (cosa que en Canarias no suele ocurrir, el que haga frío), lo que no consigo entender -expresado con similar estupefacción a una que expresó hace un par de semanas el teólogo José María Castillo en un artículo creo recordar que reproducido en Atrio-, es cómo puede haber católicos de mentalidad tan conservadora, tan “liturgista”, que estén realmente disgustados con la decidida intención que tiene el papa Francisco de ir a lo esencial de la fe cristiana, que es el compromiso por el Evangelio, relativizando formas accesorias, liturgias, parafernalias, pompas y boatos.
Sin embargo, el papa Francisco no es un teólogo progresista, no es un pastor adscrito a las corrientes eclesiales de la Teología de la Liberación. Es otra cosa. Lo veo más en la línea de un Hélder Cámara, acaso sin tanto carisma profético como tuvo el gran arzobispo brasileño -asimismo defenestrado por los más ultras católicos, que lo consideran promarxista y muy rojo, siendo que el bueno de Dom Hélder fue un hombre fidelísimo a la Iglesia, y muy enamorado de su celibato, por ejemplo-. Por eso no me extraña que haya querido “implicarse” personalmente con el documento “Evaluación doctrinal” de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre las religiosas de USA (en siglas, LCWR).
Hace un rato, escuchando las noticias en una emisora local canaria, los contertulios concluían: Gallardón quiere dar un giro muy hacia la derecha con la propuesta de reforma de la actual ley del aborto, con lo cual acabará tal vez por contentar a los sectores más ultras o de extrema derecha de su electorado y de la comunidad católica en España.
En fin: Dom Hélder Cámara siempre se manifestó en contra del aborto, y que yo sepa, no fue considerado de derechas precisamente, si bien yo creo que al arzobispo católico brasileño lo que le interesaba por encima de todo era Jesucristo, su Iglesia y los Pobres, más allá de siglas, nomenclaturas políticas y demás hierbas. Lo mismo que al papa Francisco, me parece, salvando las distancias entre Dom Hélder y papa Francisco.
Buen día.
Ya, X. Gundín pero, eso de si tu brazo te perjudicare, arráncatelo y arrójalo lejos de ti, que más vale entrar sin un brazo en el Reino que ir con los dos al Infierno ¿no es tanto como sugerir que una ruptura es buena, o al menos puede serlo?
Sí, supongo que no son palabras de Jesús, sino del evangelista puestas en boca de Jesús (no lo sé, sólo es mi suposición); pero parecen que tratan de indicar que a veces es buena una decisión radical, como la ruptura o separación drástica por ejemplo.
No es que los evangelios, hechos para otra época, cultura y situación tan diferentes de las de estas monjas, nos vayan a dar la solución.
Pero de hecho Jesús rompió con su iglesia cuando se lió a golpes en el Templo de Jerusalén porque los que lo manejaban lo habían convertido en cueva de ladrones … y al parecer por eso lo mataron.
Aunque no se puede hablar con seguridad total de casi nada de los evangelios, sólo en términos de probablemente, posiblemente …
En fin, no sé, en todo caso aunque a mí la ruptura me parece buena reacción en el caso de estas monjas, no creo que haya ruptura. Ya veremos.
“En su nuevo paso hacia la “iglesia pobre”, el papa Francisco ha cancelado el bonus anual de alrededor de 33.000 dólares que solía recibir cada uno de los cinco cardenales, que forman la Comisión de control del Banco del Vaticano. De este modo los cardenales percibirán únicamente su sueldo, que es de alrededor de 6.500 dólares mensuales. El Banco del Vaticano ha sido objeto de críticas en los últimos años por supuestos lavados de dinero. ” (http://actualidad.rt.com/ultima_hora/view/92420-papa-recorte-banco-cardenales-vaticano)
“Comentario de: Federico Veloz: Haciendo números un cardenal recibe 100.000 dolares al año o sea 274 dolares diarios. ¿En que los gasta? Será que tiene una familia numerosa que mantener? Dios no lo quiera, pero Francisco deberá cuidarse” Es solo la punta del iceberg…
La rotura nunca es buena. Puede ser necesaria, conveniente, inevitable…..Pero buena no, nunca.
Es siempre expresión de un fracaso. Donde quiera que la culpa esté, el resultado es malo.
Con el magisterio católico sucede lo mismo: mientras no de entrada a las mujeres, y en plano de igualdad con los hombre, y casados, no sólo célibes, sino también casados, no servirá más que para que sigan metiendo la pata.
La unidad de los cristianos es en el amor, no en la doctrina, que perfectamente puede y debe ser plural, a mi modesto modo de ver.
Vale, vale Antonio, pido perdón, pido disculpas y agradezco tus explicaciones.
Creo que es bueno que haya ruptura en el caso de estas monjas (separación la llama el editorial, terminar la relación canónica con la institución), y cuanto más sonada mejor. Tiempo habrá de acercar posturas después, si interesa.
Y digo que es bueno para la ICR, porque hay muy pocos ejemplos de católicos que, sin salirse de la ICR, se logran organizar autofinanciándose y sin someterse ni tener que dar cuentas a la jerarquía católica.
(Un ejemplo sería supongo la Asociación de Teólogas/os Juan XXIII, que no se rige por la legislación de la ICR, sino por la civil, la del Estado. ¿Hay más?)
Sería bueno para la ICR desarrollar este modelo, a mi modesto modo de ver.
Dejaría de estar todo atado y bien atado en la ICR, existiría una parte de la ICR no controlada por la jerarquía, ni por el papa, lo cual es imprescindible en una iglesia que se pretenda plural.
Por desgracia en la ICR todo lo dirigen curas y jerarcas, y monjas que se someten a éstos.
Creo que a la jerarquía no le conviene que haya ruptura/separación de estas monjas, aunque otras monjas ocupen su lugar en organizaciones de monjas que sigan sometidas a la jerarquía, al derecho canónico.
Pero a la ICR sí le vendría bien que estas monjas se independizaran de la jerarquía y tuvieran éxito.
En cuanto al pesimismo, ver la botella medio vacía no es pesimista cuando la botella está medio llena de residuos tóxicos.
la fuerza del Espíritu conduce a la Iglesia y las fuerzas de la Bestia no podrán contra ella. Sigamos en sintonía con nuestras hermanas de LCWR, con oración y humildad de corazón, para no dejarnos “atrapar por el mal”. Hoy en la liturgia hemos meditado en la Palabra del Buen Pastor, por eso me atrevo a decir que “nada ni nadie podrá arrebatarnos de El. Es clave que la entrevista directa con el papa se realice. Y, este no es un asunto de menor calado. tiene una larga trayectoria en la Iglesia, con manifestaciones diversas y mayoritariamente injustas con nosotras. Seguimos a la espera con un compromiso solidario y en clave de Resurrección. Paz y Bien.
Hola!
Ayer, sábado, difundí este Post de Atrio.org
Un amigo de Buenos Aires, que lo recibió, me contestó esta mañana:
Oscar :
Ayer por la noche, fui único orador en la reunión de los sábados de La Cámpora de San Telmo.
Tema de la charla y discusión : las distintas tendencias que se presentan hoy en la religión en relación con la política.
Los 21 presentes conforman un muestrario de todas la opiniones que se manifiestan hoy en Buenos Aires, con una ligera mayoría que se dice atea.
Fue una hora de presentación más una hora y media de discusión.
Ya me dijeron que tendré que volver.
Y hoy encuentro tu nota acerca de las monjas de Estados Unidos.
La envié a los compañeros de La Cámpora, como ejemplo de lo que estuvimos charlando la noche anterior.
………………..
Mi amigo es inteligente y parece haber entendido bien:
Se trata de “las distintas tendencias que se presentan hoy en la religión“.
¡Vamos todavía! Oscar.
Gracias Javier por la referencia.
Hace un mes, con la llegada de Papa Francisco, se ha iniciado un nuevo tiempo eclesial. Tambien para las religiosas federadas en la LCWR. En mi opinión, perdería la jerarquía , en estos momentos, porque supondria una contradicción con los mensajes de trabajo en periferia, de iglesia accidentada antes que enferma encerrada en si misma, de Iglesia de puertas abiertas , que nos llega en boca del Papa Francisco.
La religiosas de la LCWR son pioneras en la vuelta a lo esencial del mensaje evangélico. Algunas desde dentro de la institución eclesial. Otras y otros decidieron seguir su camino fuera de la Iglesia. Respeto para todas las opciones. Al final nos encontraremos todos.
Confío, como el equipo de Atrio, en que se intentará buscar una solución. Porque afortunadamente Papa Francisco está reconociendo con las decisiones que va tomando, la labor de las órdenes religiosas. Y el activo de una vida religiosa que ha demostrado que otra Iglesia es posible, es de esperar que Papa Francisco lo recupere, y le de el reconocimiento eclesial que merece. Es más tengo esperanza que se revise la causa de tantos teólogos y teólogas silenciad*s.
Sea como fuere, las religiosas de la LCWR, y toda su generación han realizado una contribución impagable a la Iglesia, a la vida religiosa. Y son mujeres formadas, adultas, y con recursos y redes de apoyo para seguir realizando su labor. En su obra ” Tal como éramos”Joan Chittister refleja toda la trayectoria humana y religiosa de esa generación . Hasta hace un mes parecía que ya era historia. Hoy aún puede ser realidad.
Gracias por vuestra atención. Un cordial y esperanzado saludo
Ya leí el artículo, siento que es sólo el inicio de un cambio inminente, el fin del autoritarismo masculino dentro de la Iglesia, y si éste se pega como lapa al sistema o institución de la Iglesia, lo que desaparecerá es la Iglesia Instituciòn, nunca el llamado de Dios a sus hijos e hijas a travès de sus conciencias. De hecho este llamado va en aumento, en intensidad y en nùmero, y está siendo cada vez más notoria la diferencia en los resultados entre este llamado divino al crecimiento, la paz y justicia humana, y el llamado de un ego que no quiere sltar el poder del que ha abusado. Este llamado divino siento que se está dando especialmente en las mujeres, no en contra de los hombres o a favor de las mujeres, sino a favor de ser y pertenecer con dignidad y de ejercer los dones que el mismo Dios ha puesto en la femineidad. Quienes más tenemos que despertar somos las mujeres, porque sólo así es como se llegará a un sano equilibrio, es el único antídoto para que la Iglesia Institución se sane y pueda seguir viviendo. A mí en realidad no me interesa que sobreviva la instituciòn si no es capaz de abrirse a las mujeres, porque si no lo hace es claro para mí que ahí no está Dios.
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Javier:
Creo que nadie habla aquí de dejar la ICR. Lo que aquí está en “punto de ruptura” es si ese numeroso grupo de comunidades religiosas federadas en la LCWR van a aceptar ese control exterior a ellas del obispo de Seattle como suprema autoridad o van a perder su condición de órdenes o congregaciones reconocidas como tales por el derecho canónico. Pero ellas en todo caso han dicho que seguirán lo mismo, llevando las obras que llevan y considerándose católicas.
Tú estás siempre empeñado en anunciar lo que los otros tendrán o no libertad de hacer. Y presuponiendo que los que queremos seguir siendo católicos, aunque disentamos de estilos o normas que la curia romana (el Vaticano aquí se entiende en ese sentido, no como Estado), estamos imbuidos de “pensamiento mágico”. Venga, Javier, que ni esas monjas ni muchos a los que alude En-red somos críos de teta. Y, además, te equivocas si crees que todas las propiedades de las congraciones religiosas -“locales, financiación … y la plata y los inmuebles y todo el poder”- están en manos de los jerarcas de la ICR. En general, son personas jurídicas dueñas de us bienes que los jerarcas quisieran poder manjar a su antojo. ¿Lo entiendes? No seas simplista y sabihondo. Que ya empiezan a cansar tus augurios pesimistas o tus interpretaciones sobre por qé los otros -incluidos tus admirados amigos de San Carlos Borromeo- hacen lo que hacen y siguen donde siguen.
Este asunto, Pepe Blanco, lleva un largo proceso de hace años. Y seguramente el Prefecto del Santo Oficio le presentaría al Papa ese documento como algo ya decidido tras larga reflexión. Seguramente no creyó oportuno Francisco atajar el asunto en este momento, que tampoco es la última decisión. Pero yo estoy seguro que antes de quitar a esas congregaciones su reocnocimiento canónico (que es lo único que pueden hacer) habrá nuevos contactos y la curia dará un paso atrás en esto, respetando la dignidad de esas congregaciones femeninas.
Por cierto que de las tres religiosas de la foto que dieron una rueda de prensa en agosto de 2012, dos son fransciscanas (la presidenta saliente y la entrante) y otra dominica.
Nuevas congregaciones religiosas femeninas, con multitud de jovencitas fanatizadas que no participan en la LCWR, hay la tira. Hay la tentación de quedarse con estas nuevas “monjas”, marginando a las otras. Pero no creo que ni el actual papa ni el actual secretario de la Congregación de Religiosos opten por esto definitivamente. Por eso, también en este punto, tengo esperanzas que las viejas estrategias que levaron la cuestión a este punto acaben perdiendo. Ese sentido tiene el EDITORIAL de la NCR a la que me adhiero plenamente y pediría que todos leyeran con atención.
No se atreverán a romper con la ICR (o sea con el estado Vaticano, que dice el título del post) El lavado de cerebro es muy intenso y eficaz, el efecto seductor es enorme, y fuera de la ICR –al margen de si hay o no salvación, que sí la hay- se arriesgan a que la gente les mire de diferente manera.
Yo apuesto a que no habrá ruptura en bloque, en grupo organizado, de estas monjas, con el Estado Vaticano, es decir, con la ICR.
Me alegraría de que la hubiera, y cuanto más sonada mejor, por supuesto, pero creo que no la habrá.
La ICR sabe más por vieja que por iglesia. Además, no es lo mismo que si se tratara de hombres: se trata de mujeres.
Lo cual impide que sean ministras de dios … y eso en la ICR pesa mucho, por lo del pensamiento mágico, también para las mujeres devotas. Y claro, no les van a hacer una prelatura personal, como al fundador del opus de Escrivá.
Las rupturas que ha habido han sido individuales (por ejemplo Vicente Ferrer) y limitadas a la orden religiosa en la que estaba el rebelde (Arregi, Boff, Castillo …).
Para irse en grupo organizado se necesita mucho más que decisiones individuales y modos de vida individualizados. Y además está la necesidad de locales, financiación … y la plata y los inmuebles y todo el poder en la ICR está en manos del papa y sus jerarcas.
Perderá la jerarquía, asegura en En-red. Yo no lo creo.
En Vallecas, Parroquia de San Carlos Borromeo en Entrevías –Madrid-, ninguno de los curas (de Castro, Baeza y Díaz) se fue de la ICR, que yo sepa. Rouco les quitó el ser parroquia, y creo que les ha quitado también Cáritas. Si se hubieran ido de la ICR, les habrían queitado el local y habrían puesto en el mismo a cualquier trío de curas del opus o similar en su lugar, y a otra cosa.
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Parroquia%20de%20Entrev%C3%ADas_%20una%20casa%20sin%20puertas%20%20DIAGONAL%206-3-10.pdf
La ICR y sus católicos en general se caracterizan por su sumisión a la jerarquía católica, que es la que ha diseñado el modelo de ICR que padecemos.
Sí, hay algunas disidencias en esto y en lo otro y en algo de lo de más allá, pero en esencia se acepta el modelo de ICR que ha diseñado la jerarquía católica (sucesores de los apóstoles, les llaman esos católicos a sus jerarcas, aunque despotriquen un poco de ellos) y se forma parte de ese modelo, la misa, los sacramentos y el credo católicos, la semanasanta, la navidad, pentecostés, cuaresma, la resurrección …, la fe católica en Jesúsdiosresucitado … etc.
No habrá ruptura con el Estado Vaticano, es decir, con la ICR, a mi modesto modo de ver, y menos de mujeres. Esperemos a ver. Ojalá haya ruptura.
La profecía suele tener desencuentros con la jerarquía. Y estas monjas norteamericanas eligen ser fieles al mensaje del evangelio, antes que “acomodarse” en unas estructuras que no les respetan como personas, como mujeres, su trabajo. La Iglesia Católica puede perder a la generación de monjas mejor preparadas en teología, con experiencia vital- no solo libresca- en la entrega con los pobres. Ellas mismas eligieron un modo de vida sencillo, dejando en muchos casos sus confortables monasterios, su estatus, dando vida a las propuestas del Vat II. Libres, honradas, coherentes. Perderá la jerarquía.
Lucía Caram contemplativa dominica, afirmaba recientemente que nadie le puede hacer renunciar a si misma, y que siempre le quedaría la gente. Respuesta ante la posiblilidad de ser recriminada por la jerarquía. Teresa Forcades es otro ejemplo de monja con coraje y arrojo. Muestran su fidelidad al evangelio.
Sin miedos que bloquean. Dejando que la Vida se haga vida allá donde se encuentren.
La profecía hace avanzar la historia. El movimiento ya es imparable.El tiempo pone a cada cual en su sitio. ¡ Ánimo hermanas, que somos much*s con vosotras!
Según leo en blogs de USA, el papa no ha hablado directamente con las monjas, sino con el interventor, y las monjas son lo suficientemente adultas e instruidas como para defender personalmente su posición sin intermediarios varones. Las jerarquías en USA, según leo en estos diarios católicos en la parte de los comentarios, están bastante desprestigiadas con el tema de la pedofilia, y otros relajos, y las monjas son las que actúan directamente con la gente, haciendo clases en las escuelas parroquiales, atendiendo enfermos y viejos en consultorios o haciendo servicio social en vecindarios pobres. Si esta mano de obra barata y calificada decidiera retirarse o formar sus grupos fuera de la Iglesia, o fueran recibida por los Anglicanos, por ejemplo, o por parroquias inclusivas donde los sacerdotes son mujeres para seguir realizando su labor, sería un duro golpe para la institución, y no tanto para ellas, que siempre van a tener trabajo y medios para ganarse la vida dignamente.
“Dialogarán lo que haga falta (¡ojalá que directamente on el actual papa, al que han dado esto como cosa decidida!)” [AD (Las negritas son mías)]
Mal vamos, querido Antonio, si el papa no es capaz de cambiar o modificar una decisión de una congregación vaticana. Ni siquiera parece haber sido capaz de demorarla, como la reunión para reformar la curia.
Claro que hay otra explicación mucho más sencilla: que Francisco esté completamente de acuerdo con la decisión de intervenir la LCWR.
Ya es hora. Fortaleza y gracia de Dios. Que algunos curas ya ayudarán.