Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

marzo 2010
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  
7411 Artículos. - 112726 Comentarios.

Los hijos de los clérigos son sobrinos

Filii nominantur nepotes

Sentada en mi sofá, sin mirarme a los ojos, me lo espetó: “Monseñor, qué pena que haya regresado sin su sobrinita; aunque se dice que es hija suya”. Aprovechó los pocos minutos de ausencia de mi madre, ocupada en la cocina. Era Pasqualina Fois, sarda, 46 años, “doméstica” de monseñor Umberto Cassani. El mío y el suyo eran apartamentos contiguos, en la primera planta del Palazzo del Sant’Uffizio.

      Desde hacía un año, mi madre estaba conmigo. En mis primeras vacaciones como oficial del Vaticano, ella observó, preocupada, mi aspecto enfermizo. Carencia de cuidados. A sus 65 años se empeñó en ir conmigo a Roma, dejando atrás casa y marido. Decidimos que le acompañara Pilar, 8 años, hija de mi hermano Gervasio. Mamá se sentiría más acompañada en un país desconocido, entre desconocidos, con idioma desconocido. A la niña le encantó la aventura. Durante un año convivimos los tres. A mi función de oficial, añadía las labores de padre. A diario, llevaba a Pilar al cercano Colegio del Gianicolo y la recogía. Aprendió el italiano. Hizo amigos/as. Fue recibida y acariciada por Pablo VI, una vez conmigo y otra también con mis padres. Al regresar de las siguientes vacaciones veraniegas, sólo me acompañó mi madre. Mi hermano y cuñada no soportaron quedarse nuevamente sin su pequeña. Ésta se disgustó ostensiblemente. Durante meses tuvo pesadillas relativas a mí y al mundo romano. (Pili es hoy madre de un adolescente, abogada y profesora. No me importaría haber sido su padre. Un besazo, sobrina).

      Me sentí incómodo con las palabras de Pasqualina. Las atribuí a una nueva acometida libidinosa de una mujer hipersensual ante un bombón de 34 años. Ella pertenecía a una singular hermandad italiana de sirvientas del clero: “ausiliari del clero”. En esa asociación ingresaban mujeres libres cuarentonas. Era la edad recomendada por el Concilio Tridentino. Necesitadas de afecto y sexo, con frecuencia lograban ambas metas con sus “amos”. También, un sueldo, un cierto prestigio y algún poder. Se aburría con mons. Cassani, un amable septuagenario que había sido Capo Ufficio, jefe de la sección matrimonial de la Congregación. Pretextando ayudar a mi madre, había ido colándose en mi casa de la que había obtenido una llave. Era una excelente cocinera. A espaldas de su patrón, nos deleitaba haciéndonos probar sus guisos y postres. En confidencias anteriores, había presumido de haber sido la “doméstica” y amante de mons. Jacques Martin, diplomático, entonces arzobispo Prefecto de la Casa Pontificia y más tarde Cardenal. Según ella, mons. Martin la sustituyó por María, otra “ausiliare”, también sarda, a la que conocí y traté. Pasqualina, aunque lo disimulaba, odiaba a su sucesora en el apartamento (y en la cama?) de mons. Martin. Con éste llegué a tener amistad. Me atendió cada vez que le pedí un favor para alguien que visitaba el Vaticano y pretendía acercarse al Papa. En unas tres ocasiones, mi madre, mi sobrina y yo salimos a los “castelli romani” con mons. Martin y mons. Cassani acompañados de sus respectivas “ausiliari”.

      Días después de la conversación del sofá, mi sorpresa fue mayor. Mi colega y amigo alemán Herman Schwedt me convenció de que cuanto me había dicho Pasqualina tenia fundamento. Suele acontecer. El interesado es el último en enterarse. El cotilleo sobre mi supuesta paternidad era real. Pero no era una excepción. Mons. Plenteda, notario del Santo Oficio, Mons Lancciotti, Mons. Çertö, los tres con domicilio en el Palazzo, también tenían “sobrinos/as” adolescentes. El citado mons. Cassani tenía un hijo, Paolo, casado y con dos niñas. A Paolo, a su esposa Livia y a las dos niñas de entre 6 y 8 años, los conocí y traté media docena de veces en sus visitas al padre clandestino, “tío” para la sociedad hipócrita y “bien pensante”. Se trataba de un caso real y verificado. Mons. Cassani me lo había contado todo, todo y todo. Conservaba un emotivo recuerdo de su amante, ya difunta. Trataba a Paolo y a sus nietas como un responsable cariñoso padre y abuelo.

      En los restantes siete años fui conociendo casos y más casos de curiales con “sobrinos/as” y con “ausiliari”. Supe que dos “sobrinos” del Cardenal Federico Tedeschini ocupaban cargos relevantes en el Vaticano. Tedeschini había sido Nuncio Apostólico en España. Era un impresionante “mister” en físico, en talento, en diplomacia. Dicen que traía de calle a las mujeres. Murió en 1959. Su muerte ocasionó importantes problemas hereditarios al Vaticano y a sus parientes. Nunca me encontré con sus hijos. Me contaban que se parecían tanto a su “tío” Cardenal como lo hacen tres gotas de agua..

 

Curiosamente, sólo dos meses antes de dejar el Vaticano vine a conocer de boca de Franca, la doméstica de mi amigo Schwedt, que ambos mantenían vida afectiva de pareja desde hacía ocho años. Herman era uno de mis mejores amigos. Varias veces había estado a cenar o a charlar en su apartamento, situado fuera del Vaticano, aunque en sus cercanías. Herman, prudente y cauto, daba por supuesto que yo lo había adivinado. Franca, una siciliana de su misma edad, no pertenecía a la hermandad de “ausiliari del clero”. Fue reclutada por Herman en el Colegio Teutónico cuando ambos tenían 33 años. Ella era camarera. Nunca pude comprender mi escasa perspicacia en este caso. Monseñor Herman Schwedt permaneció nueve años en el Santo Oficio. Después de haber defendido una excelente tesis doctoral en la Universidad Gregoriana sobre Rosmini, se casó con Franca. No tienen hijos, sí sobrinos, esta vez sin comillas. Viven en Limburg, con estancias prolongadas en Sicilia y en el Alto Adige. El obispo de Limburg lo nombró archivero de la diócesis, cargo en el que se jubiló recientemente. Sigue investigando y escribiendo en prestigiosas revistas de tema histórico. Con posterioridad a mi descubrimiento, otro de mis colegas, el estadounidense mons. Richard Malone me aclaró que el affaire Schwedt era conocido incluso por los superiores del Santo Oficio. Y es que nada se prohíbe y se castiga si no hay una denuncia formal o no salta a la opinión pública. Lo importante es ser cauto, no ser casto.

      Los casos relatados se contraen a la Curia romana. No pretendo ser exhaustivo. Los cuento tal y como los experimenté. Siempre que me adentré en la intimidad de mis interlocutores descubrí un affaire que tenía que ver con la afectividad y con el sexo. Tuve ocasión de comentar y valorar esta constatación con amigos colegas curiales. Y concluíamos que el carácter de la persona que tenía cubierta su afectividad y sexualidad mejoraba o no se agriaba. Ello era más importante y evidente en el ejercicio de la autoridad.

      Era el año 1969. En la Sección Disciplinaria, llamada por nosotros Sección Criminal, un caso tenebroso de un arzobispo del continente americano. No se le investigaba por “sobrinos”. Supuestamente tenía más de uno. Era por corrupción de menores. El Promotor de Justicia instruía la causa. Él me resumió la positio que todavía debía completarse con documentos y testimonios. El Papa no suele enterarse de esos casos hasta que la causa está muy avanzada. Por lo demás, el Papa, cuando anuncia un Consistorio y preconiza a nuevos Cardenales, no consulta previamente al Santo Oficio, como sí lo hace para el nombramiento de obispos. Pues bien, el arzobispo encausado fue preconizado Cardenal. Ese mismo día, su causa fue archivada. Ignoro si fue eliminada del Archivo y quemada. Un velo cubrió para siempre las presuntas vergüenzas – léase delitos– del arzobispo.

      Durante tres de mis ocho años en el Vaticano, actué de comisario-juez para las reducciones de sacerdotes al estado laical. Más de mil casos pasaron por mis manos. La mayor parte de ellos no suscitaba especial curiosidad. Clérigos que se habían enamorado. Otros que, además, esperaban un hijo de su novia o ya lo habían tenido. Algunos no comulgaban con la institución eclesiástica y buscaban fuera de ella una aproximación al mensaje de Jesús. Pocos habían perdido toda fe en el Cristianismo. Pero tuve un caso sobre mi mesa que me impactó. Era de Chile. Siete hijos (sobrinos) con diversas mujeres. Había practicado sexo desde los seis años, iniciándose con su prima de doce. Tenía 34 años. Pretendía casarse con la actual novia y madre de su último bebé al que decía adorar. Sin comentarios.

      Con intervalos de algunos años, en tres ocasiones, yo había sido alumno del Pontificio Colegio Español. Año tras año, un compañero seguía allí. Superaba los 40 años. Bastante mayor que el resto de alumnos. Decía que preparaba su tesis doctoral. Era muy reservado, pero correcto. Ya en el Palazzo, la bomba explotó. Me llamó la atención su nombre en grandes caracteres sobre una carpeta del Promotor de Justicia. No daba crédito a cuanto estaba leyendo. Solicitación en confesión, absolución de cómplice, abuso de menores, violación, hijos (sobrinos) de varias mujeres. Estuve deprimido un mes. En mis esporádicas visitas al Colegio seguí viéndolo. Celebraba la Misa en una casa de religiosas. Eso decía. No podía regresar a su tierra, en el interior de la península. Había que disimular el destierro. La diócesis lo becaba en Roma por tiempo indefinido.

      Filii nominantur nepotes. Los hijos de clérigos serán sobrinos. No es una broma. Tampoco, un dicho popular. Era una norma legal que viene de la Baja Edad Media. Ya Gregorio VII, el monje Hildebrando de Soana, había allanado el camino. La secular corrupción de la Iglesia romana le sirvió de pretexto. Dominante hasta el extremo, con una fuerte personalidad y un insuperable fanatismo monjil. En 1074 impuso el voto de celibato a todo candidato al sacerdocio. A pesar de ello, muchos clérigos desobedecieron durante siglos. Las Decretales de Gregorio IX (1234) y las Extravagantes de Juan XXII (1320) recogen el aforismo en forma poco definida. El origen, el meollo, está en las herencias patrimoniales. Las riquezas acumuladas por obispos, abades y altos clérigos iban a parar a sus hijos, fraccionando haciendas. Era una etapa en que lo patrimonial se confundía con lo institucional. Los reyes legaban a sus hijos un país, un trozo de territorio, una ciudad, un condado. Los eclesiásticos legaban a sus hijos cuanto habían recaudado intuitu muneris. ¿Solución? Nueva monstruosidad. Los hijos de los clérigos se considerarían sobrinos, no hijos. Los sobrinos no heredan. El patrimonio quedaría donde estaba. En la diócesis, en el convento, en la parroquia. De ahí a imponer radicalmente el celibato va poco trecho. Si los clérigos no pueden tener hijos, no pueden casarse. Si, no obstante, los tuvieren, no serán hijos, son sobrinos. Además, cometen sacrilegio. Puede que también barraganía. El Concilio Tridentino lo tuvo fácil. El celibato obligatorio se universalizó.

      Claro que el que hace o dicta la Ley está por encima de la Ley. Dentro de la Iglesia lo hemos visto y lo vemos cada día. La Iglesia nunca ha sido un Estado de Derecho, donde todos, incluidos los mandatarios, estarían sujetos al imperio de la Ley. En el período anterior a las leyes comentadas era bastante normal que los Papas y obispos fueran hijos de Papas u obispos. San Inocencio I fue hijo del Papa Anastasio I. El Papa San Silverio era hijo del Papa San Hormisdas. Juan XI era hijo del Papa Sergio III. Otros Papas fueron hijos de obispos o de presbíteros: San Dámaso I, San Félix, Anastasio II, San Agapito I, Teodoro I, Marino I, Bonifacio VI, Juan XV. Incluso después de la ley del celibato obligatorio, en los siglos XV y XVI, fueron varios los Papas que engendraron hijos, bien siendo Papas, bien en su anterior condición de obispos: Inocencio III, Alejando VI, Julio II, Paulo III, Pío IV, Gregorio XIII. Sus hijos/as, al menos algunos/as, no se llamaron sobrinos/as ni sufrieron las exclusiones legales.

      Las Leyes de Toro son una compilación realizada por voluntad testamentaria de Isabel la Católica. Fueron promulgadas por Juana Iª de Castilla (la Loca) en 1505. Son 85 leyes que recogen y actualizan el corpus legislativo de la Corona de Castilla en los anteriores siglos medievales. Tanto en la nueva regulación del Mayorazgo como en el completo derecho hereditario, se toca a los hijos de clérigos. Se les niega lo que a otros vástagos se les reconoce. Así, la Ley IX excluye a los hijos sacrílegos (hijos de clérigos ordenados in sacris y de frailes o monjas que hayan profesado) de la herencia de sus padres, trátese de testamento o ab intestato. También, por donación o venta. Por supuesto, quedan excluidos del Mayorazgo del que también son excluidos todos los clérigos, frailes y monjas. La exclusión es amplia y taxativa. Los hijos de clérigos y de frailes o monjas tampoco pueden heredar ni percibir bienes de los parientes de su padre y madre. Es verdad que algunos comentaristas suavizan esta exclusión cuando se refiere a la madre y/o a sus familiares, pero se trata de opiniones minoritarias y contaminadas por ideas y sentimientos posteriores. No sólo el hijo sacrílego sufría las consecuencias de su irregular concepción. En circunstancias singulares, la madre que hubiere tenido ayuntamiento con clérigo, judío o moro, era llevada al patíbulo.                                                                                                                                  

Celso Alcaina, Doctor en Teología, Filología y Ciencias Bíblicas. Lic. en Derecho. Ex-profesor Univ. Comillas y Villanova (USA). Durante 8 años, oficial del Vaticano

34 comentarios

  • carmen pereira

    Don Celso Alcaina,  me ha encantado leer  este sorprendente, interesante  y magnífico post   que pone de manifiesto cuan poco  valoraban el celibato obligatorio algunos altos dignatarios de la I.C en el mismo Vaticano y la facilidad con que se incumplía.  Es al mismo tiempo un texto esquisito y respetuoso en el tratamiento de los personajes. “…el caracter de la persona que tenía cubierta su afectividad y sexualidad mejoraba o no se agriaba” 
    Si el celibato fuese opcional se ahorrarían muchos inútiles  sufrimientos.  
    Enhorabuena.

     

  • Santiago

    Jose de Jesus,   gracias por tus atinados comentarios que son muy oportunos…pero en ningun momento digo en el mio que los delincuentes y sacrilegos que han cometido tan grandes abusos deban quedar sin castigo..las leyes canonicas y las civiles deben ser aplicadas..Es cierto que Cristo perdona a los pecadores pero, por supuesto, no sin un efectivo arrepentimiento…porque si no, su pecado permanece…y asi en el evangelio, a la mujer sorprendida en adulterio, Cristo la perdona y no la condena pero al final le recuerda :”no vuelvas a pecar”..O sea, tiene que haber el sincero proposito de la enmienda verdadera…No, importa, por supuesto, que sea los clerigos de mayor rango -el mismo Papa- el autor del mal…Dios esta por encima de todos nosotros y si hay misericordia en EL tambien esta la justicia, ambas virtudes en grado infinito…no sabemos con certeza como estas dos interaccionan…pero el mal – o sea,el desorden moral imperante- no puede triunfar al final…y si la justicia de los humanos no es efectiva, como la experiencia, a veces nos dice, entonces tenemos que deducir que al final todo ha de ser como Dios lo planeo..y se restaurara el orden primitivo de la Creacion
    Yo siento la misma indignacion que tu, y  la iglesia, como Pueblo de Dios, ha de rectificar, corregir, castigar y reparar los errores que cometen sus miembros…de ninguna manera puede aprobarse y tolerarse….aun cuando hay muchos obispos, sacerdotes y diaconos que han vivido y viven una vida de acuerdo al evangelio…son los que se han filtrado y apartandose de la norma  han provocado este escandalo..sin embargo hay que reconocer que los medios de comunicacion y muchos profesionales se ha ensanado con la iglesia en general…dejando en silencio otros abusos y crimenes que existen en el mundo en otros grupos, religiosos o no..y esto tambien es injusto
    Si mi fe se basara en la parte humana de la iglesia, a pesar de haber tenido la suerte de haber conocido a muchos clerigos ejemplares, verdaderos modelos de entrega evangelica,  durante mi vida, si fuera solamente por la condicion humana de los ministros…yo no estaria en ella…Pero el carisma de Cristo esta por encima de todas las miseria humanas..y la voluntad salvifica del Senor nos llama a todos a “ser perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”…esta llamada es universal…y aunque es verdad que el primitivo llamamiendo de Cristo a sus discipulos es al ministerio, no cabe duda que tambien los  llama a a esa meta de santidad…PERO quiere decir, que nosotros podemos usar de nuestra libertad para aceptar el mandamiento de Dios, o hacer caso omiso, y considerar que la ley moral natural y divina, no se aplica a mi…Es la cuestion de la libertad y de la responsabilidad..nadie puede escaparse de ellas…Por lo tanto, aportemos nosotros lo mejor de nuestra vida a la causa del bien, ya que con ello contribuiremos a un mundo mejor…y tratemos de reparar lo que otros hacen tan mal…y como S. Pablo manengamos la fe…y seguramente que al final habremos ganado la batalla…un saludo cordial…de Santiago Hernandez

  • Observador

    Sí, él lo fue. Por si a alguien se le olvidara, ésta es la primera palabra de su augusto cotilleo sobre curas, monsignori, obispos y cardenales con sus amantes respectivas en el Vaticano:
    Monseñor, qué pena que haya regresado sin su sobrinita; aunque se dice que es hija suya”.
    Esperamos que en la próxima entrega nos revele sus propias aventuras, si se dejó o no contagiar por la dolce vita de sus compinches en monseñorazgo, tantos nombres que revela , con hartos detalles, sin duda para que sea más la veneración pública y la envidia de los pobres curitas de misa y olla, de cuyo futuro amoroso este Monseñor decidió,( a treinta y tantos por día?)

    Por qué incluye Atrio este cotilleo monseñoril, de alguien por cuyas autorizadísimas manos pasaron “miles de actas” de presbíteros en busca del estado secular?, pobrecitos, pensaría Monseñor, que no saben que, sin actas ni nada, y además con buenos sueldos y un piso en el Palacio de los Oficios, todo es posible si vives en Roma porque, como él nos sugiere al final del cotilleo, vives dentro del aparato legiaslador, que todo él está por encima de la ley.Me admira la candidez y los loores y las consecuencias sublimes que le sacan a este augusto cotilleo los asiduos de Atrio, que merece desde luego mejor trato..

  • José de Jesús Molina Perales

    En la línea de lo que Santiago escribe, es entonces un sinsentido el que el Vaticano se irrite por las demandas de quienes hoy se manifiestan contra los clérigos pederastas y la expulsión de la plaza de San Pedro de los manifestantes  inconformes con la lenidad de los jerarcas católicos.

    ¡Todos somos pecadores! ¡Como prueba de que Dios está con la Iglesia, ella sobrevivirá  a pesar de los pecados cometidos, más los que se acumulen…! ¿Fácil, no? ¿Para qué indignarse contra la camapaña de difamación emprendida por los medios? ¡Cerremos ojos y oídos y vamos adelante!…

    Sufro de ira, tristeza y vergüenza ajenas. No soy ateo, tampoco cristiano. Me sé libre hijo de Dios.

  • Santiago

    El caracter sacramental de la iglesia de Cristo esta por encima de las miseria humanas desde el siglo I..puesto que Cristo no llamo hacia si a los rabinos y a los escribas mas santos de la sinagoga, sino que se rodeo de pecadores, en primer lugar por el testimonio de Simon Pedro que en los evangelios se declara el mismo, y se comprueba, despues, que es un hombre pecador, de Mateo que ejercia un oficio despreciable en aquel entonces como recaudador de impuestos, de Judas Iscariote que aparece como un avaro materialista con una vision de un Mesias terrenal, etc. etc….La institucion de los Doce fue creada principalmente para el ministerio..para llevar el mensaje salvifico sagrado a toda la humanidad, para que el evangelio (la buena nueva) fuera predicada por todo el mundo…como un regalo y para que nos aprovecharamos todos…tanto los que ejercen el ministerio como los que lo recibimos…Por lo tanto, no tenemos que escandalizarnos por estos abusos que ocurren dentro del Pueblo de Dios…y no solo dentro de el, sino tambien fuera, entre los hermanos separados de la comunion, entre el clero casado de los orientales uniatas o no, entre los ortodoxos, entre los creyentes y no creyentes….la naturaleza humana requiere la ayuda de la gracia y la cooperacion con ella para poder sobreponerse a las consecuencias del desorden moral…como QUE la crisis mundial ha sido precisamente de orden moral, cuando ha faltado la primera de las virtudes teologales que nos acercan a Dios, que es la fe, entonces vemos las consecuencias…Sin embargo, frente a estos desordenes vemos el ejemplo de innumerables seres que todavia siguen el mensaje y el ejemplo que el Maestro nos lego…y cooperan con la gracia..y mantienen el carisma de Cristo vivo en la iglesia..pues por encima de todo esta EL…que guia al Pueblo de Dios hasta el final…con la promesa que aun en la corrupcion interna de ese Pueblo, las fuerzas del mal no han de prevalecer…Mantengamonos pues en la fe apostolica que hemos recibido…y tratemos de hacer una iglesia y un mundo mejor..con nuestro pequeno aporte para el bien…un saludo de Santiago Hernandez 

  • PABLO ARGUELLES

    Excelente exposición la de José Rodriguez.  Pregunto si es homónimo o es el mismo  escritor  Pepe Rodriguez. De cualquier manera,  es brillante su exposición. Lástima que en las cúpulas no se entienda o prefiera no entenderse.

     En  otro orden de ideas,  tal y  como está  la cosa creo que al escritor  Pepe Rodríguez  ya le sería imposible  publicar una nueva edición de La vida sexual del clero. Ahora que, con  los libros digitales,  tal vez le resulte más práctico el  editarla haciendo uso de ésta tecnología. Bástele  copiar y pegar  todo lo abundantemente relativo al caso  y ordenarlo geográfica o cronológicamente  como  nos los venía citando desde hace años en las primeras ediciones de su obra.  En verdad se quedó  corto y lo  que hoy se descubre  llenaría una biblioteca completa. Fatal.

  • pepe sala

    El profesor Rodríguez habla como gran profesional . Yo me veo muy superado en la información que nos aporta, pero intuyo que está muy bien documentado y, además, es honrado en su exposición. Me baso en lo que sí conozco y honradamente reconoce:
     
    “” O se es creyente o se es demócrata. Y en mi juventud se nos decia, desde Roma, al  “blanquear” el crimen de la guerra fraticida como “santa” cruzada, que el poder dictatorial se acercaba más al ideal político que el de las democracias con base en la actitud blasfema de los racionalistas modernos.””
     
    Otros participantes de ATRIO siguen negando tal evidencia e, incluso, siguen opionando igual que es su jeventud, cuando les metieron en la mollera semejantes aberraciones.
     
    Pero no dejaré el tema de los ” sobrinos”. Es demasiado vergonzoso y vergonzante lo que está pasando y, por fín, sale a la luz pública una mínima parte del hiceberg. Nadie se puede extrañar de que los sacerdotes ( y otros colectivos privilegiados también) sigan teniendo ” sobrinos a mogollón”, si la Justicia les trata con tanta benevolencia cuando son descubiertos. Quienes sean unos cerdos viciosos y abusones están de enhorabuena. Un tiempecito apartados y vuelta a las andadas:
     
    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Condenado/religioso/espanol/preso/Chile/posesion/pornografia/infantil/elpepisoc/20100324elpepusoc_13/Tes
    De vergüenza, vamos… ¡¡ joder con los guías de la moral !!

  • Muy bien por Jose Rodriguez de Rivera, nos arroja luz para comprender el sinsentido del celibato sacerdotal. Dentro de otros muchos sinsentidos de la religión.
    Pero el Uno del neoplatonismo, descendiendo hasta la materia inerte, no creo que esté reñido con la democracia. El mal creo que radica, en que un simple mortal, se arrogue el pretender estar mas cerca de Dios que de los “simples mortales”.
    El Uno de Plotino, tiene valor trascendente, pero también inmanente. Entonces abajo, cerca de la materia inerte, también opera Dios. No es excusa el Uno neoplatónico, para la estructura monárquica o fascista. Porque repito, un hombre es eso, un hombre. Y como decía nuestro A. Machado. “Nadie es mas que nadie”.

  • ana rodrigo

    Gracias, José Rodríguez por el trabajo tan ilustrativo que nos aportas.

  • Jose Rodriguez de Rivera

    La explosión mediática del problema de la pederastia en los representantes de la ICAR y las cada vez más numerosas peticiones incluso de autoridades de esa misma institución para que se revise esa ley que afecta sólo a sacerdotes del rito latino plantean a Roma un problema del que  es dificil escape a no ser que revise su posición.

    Teológicamente esa ley es insostenible, declaró Zöllitsch en público hace cosa de un año, el  presidente de la conferencia episcopal del país del Pontífice. Históricamente ya vemos sus fundamentos de tipo económico y político. Pues Hildebrando si quería concentrar riqueza en la Iglesia, lo hacía ante todo en su lucha contra el Emperador., pues no hay poder político sin base económica. Lo que cuestiona aún más la posición oficial es su origen ideológico.  Y se trata, en mi opinión, en que sigo orientaciones ante todo de profesores de teología alemanes, de que en el siglo XI comienza una nueva estructura de PODER en la ICAR.

    Una base también ideológica de las nuevas concepciones se encuentran en el maniqueismo y actitud negativa ante el cuerpo (y ante la mujer) que importó Agustín de Hipona, con lo que se había ido creando una cosmovisión en la que el sexo era valorado negativamente. Sin embargo, el mayor influjo doctrinal a la nueva cosmovisión en que se afianza el Papado y la rígida estructura jerárquica Papa-Obispos-Clero  provino del Neoplatonismo, pero de una visión muy especial de éste, la que difundió la obra sobre la Jerarquía Celeste del Pseudodionisio que a su vez es deudor sobre todo de la Elementatio Theologica de Proclo. No es éste el lugar para detallar las particularidades de dicha cosmovisión. En lo esencial se considera el todo como un conjunto ordenado donde el Uno está incluso sobre el Ser y el Bien, pero luego van surgiendo distintos estratos en que se va alejando el ser-participante del Uno fuente de todo, y lo característico es la pérdida de la unidad. Proclo unía en su visión la concepción de Plotino a especulaciones pitagóricas sobre los números. Mientras el Origen es uno, los derivados van articulándose, por así decirlo en cifras con más números, primero los espíritus angélicos (de que trata sobre todo la obra del Pseudodionisio) en distintos estratos de mayor a menor poder, hasta llegar a los seres humanos en que la materia añade mayor pérdida de la unidad o perfección del uno. Los escolásticos que concebían al hombre como forma y materia también decían que es esa materia, lo corporeo, en que se da la “cantidad” (materia signata quantitate), propiedad sólo de lo inferior,  lo que da la identidad individual. el cuerpo no vendría ya del demonio, como en el Maniqueismo (o de un pecado original según muchos gnósticos), sino sería el paso en que una Forma (alma) se individualiza. Por cierto, la cosmovisión neoplatónica influiría también en la Angeología mulsumana, y hasta en monumentos hispanoárabes encontramos cúpulas, en que con perfecta geometría se muestran esas jerarquías angélicas tan superiores a lo humano. En mi Còrdoba natal se rezaba ya al arcangel Rafael antes de la reconquista.

    Pero como había sucedido antes en Bizancio, en que se buscó una base teológico-neoplatónica para expresar la distancia jerárquica de la corona frente al pueblo, en la Roma medieval, que se va autocomprendiendo como heredera del desaparecido Imperio, los pontífices, o sus teólogos (como antes Escoto Eriugena) pueden utilizar una ideología filosófico-teológica como es la que el Pseudodionisio ofrecía, para dar base “ideológica” a su nuevo poder.
    Si los obispos y sacerdotes son pues, en primer lugar, subordinados a ese nuevo poder romano, deben ser también “espirituales”, alejados pues del pueblo llano al que se deja procrear y disfrutar de esos bajos placeres de la carne. La presunta castidad del clero es ante todo signo visible de que la estructura de la Iglesia viene del Dios trinitario.

    El origen del celibato obligatorio viene pues históricamente ligado a la configuración del poder papal. Y quizá en Roma, donde ciertamente no pueden ser tan ciegos como para no saber que el celibato sacerdotal no lo cumplen (según estudios sociológicos más o menos fiables) sino aproximadamente un diez por ciento, la gran barrera a borrar esa ley sea simplemente el miedo a que tras el derribo de este puntal de su gran edificio de poder, luego vendrán otros ataques. Es mejor pues luchar todavía en esta muralla exterior que, por ejemplo: cuestionar el Primado en que se considera que la cabeza de la ICAR tiene poderes absolutos o de Dictador – contrarios a toda concepción democrática.

    En la obra sobre el origen del gótico de Simpson se puede seguir cómo la misma formulación neoplatónica dio base ideológica a la nueva monarquía francesa, y cómo el panteón real en Sant Denis (no es casual el nombre) hacía visible físicamente, en la espiritualidad de los grandes vitrales de sus ventanas góticas, desafiando a la materia casi, que el poder real y eclesial venía de las jerarquías celestes.

    Es claro  que ese neoplatonismo es todo lo contrario al pensamiento de la Modernidad en que paulatinamente la filosofía y la ciencia se emanciparon de la teología oficial romana. Pero las fuerzas de la restauración (da casi risa leer ciertos autores del Periodista Digital) aún persisten en combatir a esa modernidasd. En los inicios de lo que fue luego la ideología fascistoide de la Action Française de Maurras (el maestro ideológico, que se confesaba ateo-católico, de tantos como Ramiro de Maeztu o Herrera Oria) estaba la idea de la gran “blasfemia” revolucionaria nacida de Rousseau, sustituir la soberanía de los reyes, como emanación divina, por la voluntad popular. Si la ICAR, y esto va también ligado a sus pretensiones sobre el monopolio en la interpretación de la Revelación, se considera “societas perfecta”, y lo perfecto es lo que contradice esencialmente a las formas democráticas. O se es creyente o se es demócrata. Y en mi juventud se nos decia, desde Roma, al  “blanquear” el crimen de la guerra fraticida como “santa” cruzada, que el poder dictatorial se acercaba más al ideal político que el de las democracias con base en la actitud blasfema de los racionalistas modernos.

    En los teólogos o pensadores del pueblo cristiano, muchos de ellos disidentes de la estructura ICAR, debería, por ejemplo, seguirse más bien la línea de Hans Küng, cuya obra más importante a este respecto no es la que cuestiona la infalibilidad, sino la que trata de las “estructuras de la Iglesia”. Ahi el teólogo suizo se basaba en los estudios históricos sobre el origen de esa central de poder que es el Vaticano.

  • h.cadarso

      María: ¿ O sea que el confesor más exitoso de tu colegio tenía siete hijos, y le dieron el bote? Sería un tema precioso para una novela, ¿no te parece? Como también sería un bonito tema que la Mujer adúltera del evangelio llegase a ser sacerdote y confesase…
      Y es que los mejores confesores, a mi entender, son los que son conscientes del barro de que estamos hechos todos y todas. Y cuando uno ha pecado y se ha arrepentido, creo que se vuelve comprensivo a imagen y semejanza de Jesús.
      Aunque, ¿qué pecado dirían ustedes que hay en una persona que, no sintiéndose llamada al celibato, es obligada a someterse a él, y se subleva contra esta imposición? Yo diría que el pecado es muy relativo, que a lo mejor tiene más pecado el que creó esta situación en la Iglesia (o la ICAR, como decís algunos…)
      Manuel V.  se mete con Alcaina. No me parece correcto; cabe opinar sobre el acierto o verdad de lo que dice Alcaina; de su trayectoria personal, Manuel V., esté tranquilo, que alguien mejor y más informado que nosotros le juzgará.
      En fin, que lo de la sexualidad es un tema  de sicología y siquiatría, no solo de valoraciones religiosas y morales. Yo creo que hay que ser muy comprensivos con las personas que han sido sometidas de manera un tanto forzada a las obligaciones del celibato. Dice un refrán latino: Afflicto afflictio non est addenda. Al que está jodido no hay que joderlo todavía más”
      Eso sí, cabe reclamar a todos sinceridad y claridad en nuestras actitudes sexuales, luz y taquígrafos, afrontar valientemente las consecuencias de nuestros actos. Y a la sociedad entera un respeto a la vida privada de cada uno.
      Yo creo que los fieles desde siempre han sido muy comprensivos con los “desmadres” del clero y de todos los sometidos al celibato. Es el caso del colegio donde estudió María. La gente valora la inspiración evangélica que se comunica a través de esas personas, y pasa de las vidas privadas de esas personas.
      Sería bueno olvidarse del celibato y pensar en que muchos millones de personas se mueren de hambre, o no tienen trabajo. Digo yo… 

  • andres galera segura

    En mi opinión, eso de no tener sexo es algo insostenible, es igual que si dices de no comer, claro que si te reprimes del sexo pues te van a salir patoligias de todo tipo, creo que con esto queda claro lo que pienso. Hay gente que se lo ha pasado mal por esta historia y aun peor se lo hace pasar mal a la gente que con ellos trata, como es el caso de parejas e hijos, por supuesto este es solo una parte de lo del celibato por que lo mas grande es que suelen decir que son celibes los homosexuales que no les supone nada abstenerse de sexo con mujeres,con hombres nunca se abtubieron, incluso como estaba prohibido en la sociedad, esto del celibato eclesiastico les venia muy bien para ajustificar su modo de vida, las cosas han cambiado afortunadamente para todos, y hoy dia si que un homosexual renucia si es sacerdote o religioso, renucia a poder realizar libremente su sexualidad  y su afectividad ya que,  socialmente o por lo menos legalmente, se puede hacer, todo lo demas son cuentos chinos nada mas, hay curas con hijos y mujer, pero los hay muchos mas que van a las saunas y sitios de cruising en busca de chicos y encuentros sexuales o estan pegados a los chats buscando y ofreciendo sexo, esta es la realidad que hoy vemos, lo demas es hablar de la vida extraterrestre. Todo esto no es escandalizable, lo que si que lo es,  es que lo niegan y se atreven a decir que en su mayoria son dignisimos culplidores del celibato, eso si produce escandalo. El texto del que partimos me parece valinte ,muy valinte, ya que en España todo lo referente a la ICAR se tapa por muchos motivos,  el primero por el miedo a una institucion tan poderosa en nuestro pais y a una herencia que nos ha castrado el expresar lo que queremos y mas aun lo que vemos, si a eso le unimos que nuestro pais es monarquico y por eso justificadora la iglesia, pues la verdad es que tiene valor quien hable mi en hora buena al autor se necesitaria que todos hablaramos, aun que creo esto muy dificil.

  • ana rodrigo

    Tienes toda la razón del mundo, Eduardo. Si el celibato fuera opcional, para tomarlo y para dejarlo, nos ahorraríamos tanto sufrimiento personal, tanta hipocresía y tantas desviaciones malsanas y/o delictivas.

    Y sobre lo que dice José  de Jesús acerca de la casuística, sacaríamos la conclusión de que mantenerse célibe es antinatura, salvo quienes quieran seguirlo a pesar de las dificultades. Y por tanto, la Iglesia debería tomar en consideración esta dificultad, por otra parte  absolutamente humana, y hacer otro planteamiento del sacerdocio distinto del de sólo para célibes. Resolverían muchos problemas a la vez: quizá habría más “vocaciones”, no habría hijo/as-sobrinos/as, se evitarían muchos casos de pederastia y pedofilia, los sacerdotes casados estarían más integrados en una comunidad en plan de igualdad en penas y alegrías, los que decidiesen el celibato estarían más libres de sospechas puesto que se comprendería que lo hacen porque quieren y no obligados, etc. etc.
     
    Pongo un ejemplo, conozco muchísimos ex curas, gente fantástica, que por coherencia, tuvieron que abandonar el sacerdocio por el tema del celibato y que si se les hubiese permitido seguir siendo sacerdotes casados hubiesen sido unos magníficos sacerdotes. Eso que se pedió la Iglesia.

     

  • José de Jesús Molina Perales

    ¡Vaya, que el amigo Celso se nos ha descosido!
     
    Lejos de culparlo de violar secreto alguno, le agradezco su valentía, condimentada con humor, para descubrir lo que, particularmente en los tiempos que corren, debe ser desnudado y exhibido para anular el cobijo de  hipocresía y de criminal impunidad brindado por lo altos mandos eclesiales. Mal haríamos en decirle que ya basta porque todo se ha dicho.
     
    Diré brevemente lo que desde mi rincón puedo decir.
     
    Si todos los que pudiéramos colgar historias y nombres del tablero que ha puesto Celso, lo hiciéramos, armaríamos un inimaginable (por aquello de que “la realidad supera la ficción”) catálogo de casos como los que Celso menciona; tan largo, que sería aburrido leerlo y tan pestilente, que más querríamos cerrarlo y poner tierra de por medio.
     
    La carnalidad envilecida por la perversión de los valores, no es, por desgracia, el peor de los males que aquejan a la humanidad. Bien sabemos que más abominables son la falta de amor entre los hermanos, la pérdida del sentido de justicia y equidad, la insensibilidad por los más pobres.
     
    Con Cristo o sin él, a menos que renunciemos a nuestra dignidad de seres libres, dueños del destino individual y del de la especie, constructores de la “Ciudad de Dios” –metáfora de la mejor sociedad peregrina en el tiempo, que pudiéramos edificar- se debe exigir verdad y justicia a toda jerarquía; pero con ellas o sin ellas hemos de seguir en el camino mirando hacia delante, creyendo, confiando y actuando en el Amor. Moriremos en el camino, pero eso no importa. Aceptemos que el camino es  propio de nuestra condición contingente.

  • Eduardo Ojeda

    En primer lugar, yo soy célibe y creo en el celibato y lo practico. Reconozco que no es fácil hacerlo en esta sociedad hedonista que hace culto de la promiscuidad sexual en los medios.
    Se si de curas compañeros que no han podido mantener el celibato y les ha costado mucho hacerlo.
    Yo soy un convencido de que el celibato debe ser opcional, puesto que de esta forma se aclararía mejor el sentido del mismo como una vocación muy válida, pero que no es para todos.
    A mi me parece que sería muy bueno, que hubiera presbíteros casados así como ahora hay diáconos permanentes  como el amigo Gabriel Sanchez que viven su matrimonio y ejercen su ministerio en favor de la Iglesia.
    Los que somos vocacionalmente célibes nos sentiríamos mejor porque nuestro camino sería más claramente comprendido.
    Ninguna cosa impuesta es buena, yo comprendo que el Papa Gregorio tenía sus razones pastorales para reservar el ministerio de Presbítero para los célibes, pero estas circunstancias históricas que motivaron su decisión de excluir del ministerio presbiteral a los casados, tenían su sentido en su época, habría que discernir que valor de testimonio tienen ahora para la gente
    Yo creo que el cristiano de a pie no entiende este camino, como imitación del que practicó Jesús como una consagración muy especial al Reino de Dios. Hoy no se entiende y menos ahora con la epidemia que se ha dado de curas pedófilos, o que llevan una doble vida.
    Todo sería más transparente.
     

  • pepe sala

    Levantemos un piquito de la alfombra española para saber por qué no se investiga la pederástia clerical:
     
    ¿La Iglesia es aún intocable?
    La Iglesia cuenta con muchísimos apoyos. La cultura católica está arraigada en el pueblo desde hace siglos. Y en un pueblo pequeño, la palabra de un cura aún pesa mucho. Los sacerdotes tienen una autoridad moral muy grande. Hay gente que teme a la Iglesia. Después está la ley del silencio: si algo ocurre, es mejor taparlo.”””
     
    El artículo completo aquí:
     
    http://www.publico.es/espana/302641/recibimos/muchas/presiones/iglesia?ct=bounce&cf=lomas&cfid=detalle
     
    Claro que también será otra difamación y  el juez que sentenció ( tan benévolamente, todo sea dicho) lo haría por atacar a la ICAR…
     
    ¡ Ay! si se levantasen las alfombras del nacional-catolicismo español. Lo de Irlanda, EE UU, Alemania, Italia y Africa se quedaría en mantillas. Pero no lo verán nuestros ojos. Efectivamente, en España, la ICAR sigue siendo intocable y quien se enfrente a ella que se dé por jodido. Si lo sabré yo….
     
    Buenas noches, pues.
     

  • pepe sala

    Si las alfombras del clero español se levantasen, mucgos-as iban a alucinar. Por éso es mejor ( como en otro tipo de Justicia) barraer en pátios foráneos y dejar nuestros propios patios sin barrer:
     
    “”Sólo el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha expresado su “absoluta condena” ante estos “gravísimos crímenes”, aunque matizando que “sería injusto que se encendiese el ventilador y se pretendiese extender a todo el conjunto del clero esa lacra”. Por su parte, el cardenal Cañizares aseguró que esta problemática “no me preocupa excesivamente”, alegando que las denuncias formaban parte de una campaña de “ataques para que no se hable de Dios”.
    Hasta ahora, la Iglesia española no ha sufrido ningún proceso conjunto de este tipo de atrocidades contra menores al estilo de EE UU, Irlanda o Alemania. Sólo casos aislados.””
     
    Joder, con Munilla… supongo que diría lo mismo si se tratase de buscar la VERDAD en otro tipo de delitos. ¿ O no?… vaya usted a saber
     
    http://www.publico.es/espana/302483/espana/esconde/decenas/casos/pederastia

  • M. Luisa

    En medio de tanta convulsión eclesial en la que, nada menos por  exceso de trabajo en estos días, no me es posible centrarme en  el cúmulo de consideraciones  que  ello    en mi pensamiento ha generado, sí que me gustaría,  sin embargo,  hacer una breve  reflexión sobre algunas de las que ya aquí se han expuesto.
     
     
    Y es que  a mi modo de ver es  precisamente por el hecho de la existencia de tantos sacerdotes ejemplares donde se puede apuntalar no ya una comparación del fenómeno  sino  desde ellos, desde esos sacerdotes ejemplares fijar el arranque de unos   primeros visos  para el cambio radical que se espera y que tanto necesita   la iglesia.
     
     
    Tengamos en cuenta que  la ejemplaridad de estos sacerdotes les viene no de lo que el sacerdocio les haya podido proporcionar sino más bien  lo contrario,    les viene exclusivamente  de su propia  humanidad personal, la misma que nos nivela a todos/as en el ejercicio del bien,  entonces si esto es así ¿No será pues justo  en  la accidentalidad histórica del sacerdocio como adherencia  mundanalmente errónea   donde por eso mismo  pueda  cobijarse  la perversión?.
     
    Saludos cordiales   

  • pepe sala

    Pues sí, Fico, seguro que si el celibato ( hipócrita, puesto que sólo es de boquilla) fuese opcional, se evitarían miles de crucifixiones como estas:
     
    http://www.sintapujos.org/jens_galschiot.htm
     
    Estos son los cristianos que a mí me convencen, y con ellos no tengo ningún problema para andar por excabrosas ” sendas escondidas”.
     
    ¡¡ Dios, cuántas verdades justas en un sólo hilo !!…y aún hay quien se atreve a negarlas y tildarlas de difamaciones…
     
    “Me ensucias el agua”, decía el lobo a la oveja que bebía mucho más abajo de la corriente. Y la oveja se largó por si las moscas… pero la mierda se cae de arriba hacia abajo, no de abajo hacia arriba.
     
    Pues éso…

  • Fico Sánchez Peral

    Tranquilo Gabriel, tranquilo; a algunos -afortunadamente- se os entiende bien hasta cuando os equivocais. Y gracias por tu/vuestro honesto testimonio, a la vez que te/os pido disculpas por hacer que, con nuestras injustas generalizaciones os sintáis mal los que obrais bien.

    Pero eso es lo grave del asunto, que la negativa vaticana a tratar bien el tema también lo generaliza, tanto desde la ridícula perspectiva -digamos- técnica, (y cómo iban a hacerlo si, como siempre, llevan siglos dejando que, como sin querer, no tanto ex-cátedra como ex-fenestrae, se extendiera la creencia de que el celibato era cuestión poco menos que querida por Dios; cuando resulta que tiene su origen -al menos en buena parte- en la puñetera necesidad de salvar ¡el problema de las herencias de los clérigos!), como desde la necesidad del ocultamiento del problema acumulado y acumulándose (aberrantes algunos) que genera el no resolver ni lo uno nilo otro.

    Ese es el problema, que no se resuelve nada, se esconde para que se acumule y crezca abandonado en el pudridero general, hasta que reviente y nos dé en la cara (que casi sería lo de menos) llevándose por delante (¡eso es lo malo!) sabe Dios a cuantos inocentes. Y, ¡encima!, ahora es cuando se acuerdan de lo de: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra…”, antes no ¡eh!, pero ahora que les han cogido a ellos en la trampa, ahora sí, ahora escampamos la mierda para salpicar a todo el mundo, a ver si eso frena las críticas.

    ¡Pues claro que todo está sucio!, y que todo hay que limpiarlo, pero solo ahora que les alcanza en lo suyo particular se esconden en lo general, a ver si eso calma la tempestad. Por supuesto que hay que limpiarlo todo, pero la sociedad civil ya venía haciéndolo desde hacía mucho tiempo, mientras que la eclesial lo ocultaba a toda costa (incluso a costa de manchar a todos los clérigos con la sospecha generalizada). Y ya se sabe: si la corrupción de la bueno es mala, ¡la de lo óptimo es pésima! Eso es lo que hace más grave el error de la jerarquía eclesiástica, el abuso de confianza de quien, diciendo representar a Dios en la tierra, se aprovechaba de ello para abusar de los más débiles, ya sean niños, niñas o mujeres en cualquier situación que las haga vulneralbles… y manipulables.

    Bueno, no me alargo más. Ojalá que, aunque reviente todo, esta vez se resuelva bien algo y nadie sufra más abusos y que unos clérigos no tengan que cargar con la sospecha generada por los otros.

    ¿No sería más sencillo, más honesto y más normal, dejar el celibato como opcional?

    Saludos; Fico.

  • oscar varela

    Hola María!

    Muy buena tu apreciación y ajuste valorizando los propios de la vida humana: el de la “AFECTIVIDAD” en este caso.

    El mismo Autor nos lo dice:

    – “Siempre que me adentré en la intimidad de mis interlocutores descubrí un affaire que tenía que ver con la afectividad y con el sexo. Tuve ocasión de comentar y valorar esta constatación con amigos colegas curiales. Y concluíamos que el carácter de la persona que tenía cubierta su afectividad y sexualidad mejoraba o no se agriaba. Ello era más importante y evidente en el ejercicio de la autoridad.“-

    Es importante, María, que lo hayas puntualizado. Gracias!

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • María

    Que los curas tengan hijos no me preocupa en absoluto, lo que me preocupa es que lo traten de ocultar, que no los reconozcan, que nieguen ser sus padres, que no vivan con ellos, que  sus mujeres  sean engañadas o ninguneadas o que se les pida que aborten cuando quedan embarazadas, “para no manchar el buen nombre del cura”.
     
    Mi experiencia:  en el cole donde yo estudié teníamos que confesarnos al menos cada quince días. No sé de qué, porque a los ocho, nueve, doce años no hay mucho que confesar, pero había que hacerlo. Teníamos dos capellanes, los dos buena gente, pero uno de ellos tenía siempre la fila más larga delante del confesionario, porque tenia la manga muy ancha y nos entendía de maravilla. Resultó ser padre de familia numerosa. Siete hijos tenía. Y vivía con ellos. ¡Por eso nos entendía tan bien! Pero cuando se supo, lo despidieron con mucho misterio.  ¿No era el mismo antes y después de saberlo?  Fue una  injusticia enorme, y una tontería mayúscula la que cometieron.
     
    Lo más indignante son los casos de abusos sexuales contra niños, que probablemente siempre existieron, pero se ocultaron y ahora estamos conociendo. Pero creo que es tema de otro hilo.

  • Gabriel Sanchez

    pufffff…Para que quede claro donde dice “Y conste que no soy de los que entiende que la Iglesia deberia poner arriba de la mesa para su discernimiento la posiblidad del celibato opciona”
    debe decir

    Y conste que  soy de los que entiende que la Iglesia deberia poner arriba de la mesa para su discernimiento la posiblidad del celibato opciona

  • Gabriel Sanchez

    PERDON, PERDON, PERDON HORROR, debi decir que soy de los que cree que la Iglesia debería poner sobre la mesa…Gabriel

  • Gabriel Sanchez

    La primera cuestión que parece obvia, màs allá de consideraciones subalternas y mesquinas, es que debemos reconcer que el clero somos seres humanos…con todas las fallas de los seres humanos, que con toda siceridad, con las cartas vista es hora de que profundicemos la eclesiologia y la ministrialidad, pero TODO EL PUEBLOS DE DIOS, LA COMUNIDAD UNIVERSAL DE LOS DISCIPULOS DE JESUS RESUCITADO Y ABORDAR EL TEMA CLERO, HUMANIZANDO EL MINISTERIO PRESBITERAL Y ACEPTANDO QUE TENEMOS LIMITES…

    Pero quiero tambièn dejar un testimonio, por la gran cantidad de presbiteros, muchos de ellos conocieron a fondo la probreza, muchos de ellos gastaron la vida entregandola a los pobres y mantuvieron su promesas hasta el última día de su vida, incomprendidos por las Jerarquias muchas veces, fagocitados por la comunidad, que les exigia todo…todo lo dieron…y aùn muchos hay que en el mismo camino, todo lo siguen dando…No se que pasa en el Vaticano, pero en mi dioscesis doy fe…de la fidelidad de muchos presbiteros…Y conste que no soy de los que entiende que la Iglesia deberia poner arriba de la mesa para su discernimiento la posiblidad del celibato opcional…pero este testimonio, no me lo podía callar, por que forma parte de mi vida cotidiana.- Con cariño para todos Gabriel

  • Kaláa

    Domesticar la voluntad a fuerza de guisos, al estilo sardo capaces de traspasar la puerta.
    Qué ironía!   cuando se destapa… la olla, y se congela la sonrisa.
    Será contagioso… eso,  de la sonrisa sardónica.
    Saludos.

  • Cesáreo

    Las heridas para que sanen tienen que destaparse, sino se  produce gangrena. Bajo el temor de que se produzca la gangrena y haya que amputar, salen las miserias. !Bendita la hora¡ Nunca sabemos los designios de Dios. Pero, ¿no creeis que puede ser providencial que salga a la luz toda esta mierda? La Congregación para la Doctrina de la Fe esta tan saturada de casos de abusos sexuales por parte del clero, que no tienen tiempo de dedicarse a estudiar las desviaciones (supuestas) doctrinales que parece quieren delegar a los obispos.
    Para que las cosas vayan bien, antes tienen que ponerse mal.

  • Si la condición humana ya es rastrera, sólo falta ayudarla mediante “celibatos obligatorios” y tantos otros estímulos a la corrupción… Vano es esperar reforma alguna de esa iglesia, estructura de poder perfectamente pertrechada. Sólo desde la Palabra de Dios hay perspectivas de cambio, pero en absoluto será institucional.

    Saludos cordiales.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ni Celso Alcaina, a pesar de haber estado tan cerca de la curia romana, conocerá toda la basura que producen y guardan por allá.
     
    La verdad nos hará libres (lo dicen para la galería), pero bien que la ocultaron los jerarcas cuando quitaron de en medio al Papa Luciani. Wojtyla fue Papa al de unos días y no hizo nada por que conociéramos la verdad. Es indignante, pero claro, como les llaman Su Santidad … quién se iba a imaginar nada malo de los llamados Su Santidad.
     
    Así los jerarcas han educado y educan a los católicos para la sumisión ciega. Más de uno ha zanjado la cuestión de lo que hicieron con Luciani aceptando sin más crítica: ‘a los papas no se les hace la autopsia’. Punto.
     
    Lo secretos vaticanos, el secreto papal … es todo lo contrario a eso de que la verdad nos hará libres; pero criticar esto para algunos es atacar a la ICAR, su ídolo.
     
    Nada nuevo en la viña del Señor. Así andan desde hace muchos siglos y así seguirán.

    Excelente el blog Enigma, de Celso Alcaina

    http://blogs.periodistadigital.com/enigma.php

  • Manuel V.

    D. Celso:
    Podría aplicar a los comentarios que realiza la realidad de su propia experiencia. le asiganaron una hija  por “vox populi” y era falso.
    Qué pena que no hablara de estas cosas en el lugar y en el momento que debió hacerlo. Extrañamente en la Iglesia hay muchos “cesados” que nunca hablaron cuando ostentaban el cargo, cuando  realmente se jugaban algo. Ahora es más fácil difamar ¿no?
    De todos modos, todo lo que sale a la luz puede ser curado

  • Antonio Vicedo

    Gracias Celso. Las cocinas se nos quedan más limpias cuando sacamos las bolsas de basura.
    Lo lamentable es que haya una estructura tan poco apta para la limpieza a fondo,  ni para preparar y usar el reciclaje en necesarios y aireados vertederos.
    ¡Si al menos, en ayuda de la Verdad, se terminaran todos los secretos amarrados donde debería primar la Libertad!
    Pero, el poder no soporta la luz en su trastienda, ni la sacralidad las deficiencias reales y patentes de la temporalidad.
    Cobra sentido y actualidad el gesto de Jesús en Mt. XI, 25-26: “.Bendito seas, Padre, Señor de cielos y tierra, porque, si has escondido esto (el valor de la limpieza y transparencia) a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla; sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido esto bien.”
    ¿Para qué, podemos preguntarnos, tan profundos estudios, tal selección de inteligencias y tal valoración de títulos y cargos, manteniendo, en más o menos consciente complicidad todo este enmerdamiento de la que se presenta como salvadora de la Humanidad?
    Cierto que en y por Jesús,  goza la IGLESIA de esta cualidad mesiánica ¿Pero este Jerarquismo y clericalismo, sino actor, si encubridor generalizado de esta estructurada incoherencia evangélica, tiene algo que ver con el testimonio y mensaje de Jesús?
    Llenémonos de esperanza  cuestionados  por y apoyados en aquello de Jesús (Ju. VIII, 32)   ” … LA VERDAD OS HARA LIBRES:”

  • Impresiona el trecho entre los dichos y los hechos. Nada extraño que la credibilidad en las jerarquías eclesiales se cuartee.

  • Ananias

    Qué pena. Rascas y sólo hay dinero. Si cabe una reforma de la Iglesia (que lo dudo), ésta tendrá que realizarse en sus cimientos: menos Mamón y más Cristo.
    Saludos y gracias por este artículo.
     
     

  • oscar varela

    Hola!

    A medida que se destapa la “olla podrida”

    hay que ver a qué Restaurante se podrá ir a “res-staurarse”

    ¡Buenas tripas estomacales! y ¡Vamos todavía! – Oscar.