En 1992 una asociación de jueces llamada Mani pulite (prefiero no traducir la expresión para no nombrar al grupo integrista que se cargó a Garzón) descubrió la enorme red de sobornos (tangenti) que implicaba a casi todos los partidos políticos italianos. Los jueces y la indignación popular acabaron con la Democracia Cristiana como partido dominante y con el Partido Socialista Italiano, cuyo secretario general Bettino Craxi se refugió en Túnez donde murió en el 2000.
Lo que está empezando a pasar en España, desde Gürtel a las cuentas de Bárcenas en Suiza y los sobres a los miembros de la cúpula, es terrible y puede hacer tambalearse, más aún que la crisis, al PP de Fraga-Aznar-Rajoy. Pero los otros partidos andan también tocados y no se ve a nadie que pueda ganarse la confianza del país.
En esa situación surgió en Italia un tal Berlusconi que fomentó más aún en los italianos el ideal de enriquecimiento, poniéndoles su ejemplo personal de triunfador y defendiéndose de los jueces. Les atribuía malevolencia y promovía leyes “ad personam” para blindarse. Ahora amenaza volver. Acusa a Monti de fracasado y a Bersani, el nuevo líder del centro-izquierda, de rabioso comunista. El Vaticano y los obispos italianos dudan ante las elecciones del mes que viene. Parece que no se decantarán por ninguna coalición de partidos sino sólo por sus cinco principios innegociables (no matrimonio homosexual, no aborto, no manipulación genética, no eutanasia y sí escuela privada subvencionada) , que en la práctica es excluir a la izquierda moderada. En su interior conserva la omertà en que se basaba la corrupción italiana que se descubrió en los años noventa y lo que teme más es que se revelen sus secretos financieros.
Y la gran pregunta es: ¿qué pasará en España si esta acción de los jueces y fiscales, con su insistencia en cartas rogatorias internacionales, pone al descubierto todo lo que se oculta en los albañales de los partidos políticos y de la misma familia real? ¿Se apunta quién podría beneficiarse del insoportable vacío de confianza y poder que engendraría?
Me convence la respuesta de Yániz a la pregunta final de Duato. Pero…
Veo muy grande ya la quiebra del sistema español que fue improvisado en la transición-transfusión.
Bienvenido sea lo que consigan hacer los jueces que quieren ser justos. Pero, claro, a la judicatura española le faltará capacidad para “poner al descubierto todo lo que se oculta en los albañales…”. Nunca hubo interés en producir una buena administración de justicia. No quieren controles. Y por vivir en un albañal….nada nuevo…
Pero la quiebra del sistema no es sólo ni principalmente la de la administración de justicia. Cuentan, sobre todo, la verdadera quiebra económica, que lo enmarca, y la falta de articulación politica de la división territorial del Estado /tampoco la han querido).
Y, sin embargo, tan grande quiebra, casi total, no quiere decir todavía que va a pasar algo, ni anticipa lo que podría pasar, excepto que deberá contar con licencia de jefatura.
Antonio: no pasará nada.
No pasará nada porque en España no hay una democracia. No hay separación de poderes. Y ya está.
Quiero decir con ésto que no hay “poder judicial” libre. No existe la posibilidad de que los jueces encausen a la “clase política”. Está el asunto amañado: los jueces están debajo de los partidos que manejan el poder.
Y a aquel que se mueve (Garzón) lo tiran.
Y la raíz del asunto estriba en que no ha habido un período constituyente. Aquí está en la cúspide de la corrupción el que puso Franco, a través de un referendum en plena dictadura. Ése no tiene que responder ante nadie. Ni sus hijos, como puede percatarse cualquier buen observador.
A la falsedad de la transición contribuyenron los herederos naturales del poder, el PP actual, claro; y los que se arrimaron a la sombra del árbol, a costa de los que engañaron, los ciudadanos (Psoe y Pc). Porque el Partido Secreto de las Organizaciones Empresariales (PSOE), González Faus dixit, siguiendo los dictados de los americanos, con los que pactó la transición a espaldas de los ciudadanos, dieron carta de legitimidad, junto con Carrillo, al continuismo del Régimen. De ahí la Ley de Amnistía, que anulaba cualquier petición de cuentas a los desmanes y desapariciones practicadas por el contubernio tradicional-católico.
Por lo que vemos, éstos no es irán sin sangre. Les importa una higa lo que les pase a los que pasan hambre. Como se ve a simple vista. Y también a todos los que ocupan cargos en las administraciones sin haber pasado por los oportunos procesos de selección. Hay mucho interesado en mantener el sistema. A costa de los que tienen que vivir de “ocupas” por ahí.
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Del vacío de confianza -si es que llega a ocurrir alguna revuelta a la rumana- ya hay gente que estará preparada para que ocupe los puestos designados. Nada es en este país accidental. Porque los intereses estratégicos -bases americanas- son demasiado importantes como para dejar las cosas sueltas. ¿O es que vamos a tener libertad para elegir sistema político y “Rex”? Ingenuos…
La sociedad italiana ha convivido con el hecho real que aquí se relata. Durante años la corrupción, no sólo política, ha sido una practica habitual y hasta consentida. Evidentemente la sociedad y las instituciones políticas, sociales y religiosas, en mayor o menor medida, se ha ido contagiando de estas prácticas ilícitas. Creo también que la sociedad italiana hizo un gran esfuerzo por regenerar a sus instituciones políticas y en combatir seriamente a la Mafia. La reestructuración de los partidos políticos, la desaparición de los tres grandes partidos políticos, Socialista, Democracia Cristiana y Comunista y la persecución y enjuiciamiento de sus líderes corruptos fue un hecho importante que no ha sucedido en ningún otro país, algunos con mayor indice de corrupción. Quien conozca Italia sabe de su inestabilidad política, no así de su administración que funciona gracias a la profesionalización de sus cuadros dirigentes, de segundo y tercer nivel, que se nombran a través de la función pública. El futuro es poco predecible, pero creo que personajes como Berlusconi no tiene ninguna posibilidad de capitalizar un voto que está más preocupado en salir de la crisis y en dar su confianza en verdaderos gestores, a pesar de la especial idiosincracia del votante.
España comparte la misma idiosincracia, no lo podemos negar, y la corrupción está llegando a limites insospechados, aunque esto lo vamos diciendo hace mucho…. tiempo. Tampoco es justo decir que los países del sur de Europa estemos dotados para estas ilícitas prácticas, Alemania, por poner un ejemplo, tiene episodios, no muy lejanos, de grandes corruptelas.
Ya era hora….!!!
La Audiencia de Barcelona ordena investigar por primera vez los crímenes de la Guerra Civil
http://www.huffingtonpost.es/2013/01/23/la-audiencia-de-barcelona_n_2533856.html?utm_hp_ref=spain
Ya lo tengo, Duato! Tengo el “Berlusconi” que nos puede venir. Mejor dicho, “berluscona”: !Esperanza Aguirre!! Y Jiménez Losantos de ministro de Asuntos Exteriores…Tal como están actuando, tengo la impresión de que se han propuesto robarle el escaño a Rajoy y aplicar una política mucho más canalla.
Ahora en serio. Yo también quiero república, Pepe Sala, Pero no me importaría, para salir del paso, cambiar esta monarquía por una de corte escandinavo. El problema es que tenemos que partir de nuestra propia manera de ser, de la realidad política en que estamos, y de nuestra historia. Se trata de salir de este atasco en que nos arrastramos.
Yo creo que estamos cargando demasiado el ambiente de derrotismo y de fatalismo, de que aquí no hay nada que hacer, de que esto no tiene solución. Hay que dar pasos en búsqueda de una salida, defender los procedimientos democráticos con uñas y dientes, denunciar, movilizarse, nunca darse por vencido.
Y seamos conscientes de que no luchamos solo contra una burguesía española corrompida; los mercados, la banca europea, la Unión Europea, han apostado por esa burguesía, juegan también en contra de los intereses de la democracia en España.
Pongamos cosas en su justo lugar. A ver si lo consigo:
En España no se necesita ningún ” Berlusconi”, puesto que ya lo tenemos IMPUESTO desde hace décadas.
Por más que intentemos llevar a cabo la filosofía del avestruz, el sunto político español está perfectamente clarificado. ( para quienes lo quieran ver) En España pasamos de una brutal Dictadura a una brutal MONARQUIA, impuesta por el Dictador saliente. ( por motivos de que no era eterno, afortunadamente.)
Una MONARQUIA ( sea impuesta o sea tradicional) NO ES UNA DEMOCRACIA. El propio significado semántico lo aclara perfectamente:
“DEMOS- cracia” significa que el poder lo controlan MUCHOS ( del griego antiguo)
“MONAR- quía” significa que el poder lo ostenta UNA SOLA PERSONA. ( también llamado Rey. el prefijo ” mono”, también proviene del griego y significa UNO.)
Así pues, por más que intentemos cerrar los ojos a la evidencia, dos términos contrapuestos no pueden significar lo mismo. Incluso los filósofos-as estarían de acuerdo con mi argumento, al menos Aristóteles lo estaba…
¿ Quién podría encabezar una REPUBLICA en España?? ( Ojo al significado semántico del término: “REX.publicae”- EL PUEBLO es el Rey.) Pues de momento nadie, puesto que tenemos monarquía para rato, al paso que vamos y viendo la forma de parir de las Infantas.
¿ Por qué vamos a temer a un ” Berlusconi” en España? ¿ No sería razonable y coherente temer más lo que tenemos ,que la posibilidad de alguien ELEGIDO POR EL PUEBLO nos gobierne?( aunque sea un ” Berlusconi”, para mi desgracia)
Mientras alguien no demuestre lo contrario la monarquía es un tipo de poder que se concede por gracia DIVINA. ( Salvo el Rey que tenemos que lo es por gracia de Francisco Franco) Y lo que necesita una sociedad HUMANA son dirigentes elegidos por los HUMANOS. Luego ya buscaríamos al HUMANO más adecuado a los gustos políticos de cada cual. Unos elegirían a los ” Berlusconis” , que haberlo háilos en España a montones, y otros a Julio Anguita, por poner un ejemplo casi imposible, viendo lo que hay por ésta ” piel de toro de Osborne”.
En definitiva, para comenzar algo coherente, hay que empazar por lo más básico, no comenzar la casa por el tejado.
Buenos días, pues.
A mí me inquietan varias cuestiones, ateniéndome exclusivamente al momento actual de España.
Lo primero que me preocupa es el sufrimiento que están padeciendo miles de familias y personas debido a la crisis, y el desampara institucional que las acompaña.
Por otra parte la indignación generalizada de casi todos los colectivos sociales.
Y, finalmente, la decepción ante esto que se consideraba democracia, con todo lo que eso conlleva de igualdad de oportunidades, reparto de la riqueza, bienestar a través de servicios públicos, etc.
Si esto lo metemos en un cóctel, puede salir un cóctel explosivo:
Explosivo porque estamos retrocediendo en derechos y bienestar.
Explosivo por falta de confianza en la democracia.
Explosivo porque la gente ya tenemos acceso a la información, y se está viendo cómo hay dinero para rescates bancarios, mientras a las personas se las deja en la cuneta.
Explosivo porque los casos de corrupción que conocemos y los que sospechamos, evidencian que las leyes están en función del dinero (no hay controles, nadie va a la cárcel, y, especialmente, nadie devuelve lo robado).
Si esto es democracia en quiebra, si la ciudadanía se abstiene de ir a votar, si no hay partidos políticos que den esa confianza y aglutinen a mayorías, la alternativa a la solución es terrible: son las dictaduras, los salvapatrias, el fascismo.
Con ello pongo de relieve la importancia de la participación del pueblo. Y para ello hacen falta formación ciudadana (nunca he entendido cómo Carlos Fabra ha sacado mayoría tras mayoría aún a sabiendas de quién era el personaje). Hace falta información veraz al pueblo, hace falta retomar la democracia como participación del pueblo en su presente y en su futuro y que no sean exclusivamente las urnas. Por ejemplo, consultas asamblearias que pudiesen derribar gobiernos, cuando dichos gobiernos son la desfachatez personificada situándose en las antípodas de la democracia real.
No me parece lo más oportuno insistir en eso de “todos son iguales” o “no vale la pena votar a nadie”. Eso es colaborar en la deriva y descarrilamiento de la gobernanza de un país, dejándola en manos de sinvergüenzas, de los buitres que están al acecho de democracias cadavéricas.
Asún, apuntas certera a la diana y lo que necesitamos es que el tiro (acción solidaria basada en criterios reales de la verdad del igual valor de toda persona) se dispare y cause el efecto de una DISTRIBUCIÓN JUSTA DE DEBERES Y DERECHOS.
El poder, sobre todo el eficaz, no pertenece a nadie, porque es de toda la ciudadanía, si optamos por lo humano, que es la real DEMOCRACIA.
Puede que el conseguir esto suponga esfuerzo y generosidad, pero no tanto como soportar el brutal desajuste de este sistema liberal de mercado, en el que la meta es sobreponerse a l*s demás y para ello, acumular expoliando cuanto sea susceptible de poderlo tener sin reparar en medios.
Hago mio cuanto expones y ¡ojala! sirva esto tan sencillo, para situarnos como lo consigue el destello de un relámpago en la oscuridad de las nocturnas tormentas.
Empecemos por asegurar que nuestras mentes se enamoren de la verdad del valor igual de TODA persona y de cuanto sea coherente con ello en todas nuestras actitudes relacionales.
Y una cosa importante sobre esos principios con los que intentan orientar nuestro compromiso político los Obispos: ¿Cómo no le han dado primacía a la evidencia natural de la plena e irrenunciable igualdad de todas las personas por su dignidad, su racionalidad libre y responsable y sus derechos vitales prioritarios ante otros objetivos incluso los terrenálmente sagrados?
ZP no era un hombre lo suficientemente preparado como para organizar el gallinero español, en un momento en el que una terrible crisis financiera sacudía de lo lindo al mundo occidental. Se imponía un cambio de rumbo y era preciso escuchar el veredicto del pueblo. ¡Que miedo cuando el a quien votar parece claro. La ley de Murphy está siempre al acecho, advirtiéndo sobre algo de sobra conocido: en los cambios puede ocurrir y ocurre demasiadas veces, que las cosas vayan a peor. Pero había que hacerlo y la maquinaria propagandística del dinero se puso a trabajar. Todos sabemos lo que ocurrió. Demasiados millones de personas se quedarón en casa. Otro lote de millones de votos se perdió repartido en partidos minoritarios. ¿Y el resto?. Pues unos diez millones de votantes se dejaron convencer, al parecer por poderes fácticos financieros, económicos, políticos y religiosos, para que ayudaran a poner al zorro al cuidado del gallinero. No sé lo que acabará pasando, pero llevamos un añito de traca y las cosas no pintan demasiado bien. ¿Será posible que Rajoy y su PP hagan bueno a ZP?. ¿Reaccionará el pueblo soberano a tiempo, para que la riada de corrupción no nos arrastre a todos hacia no se sabe donde?.
Cojo el rábano por las hojas (permítaseme, please): la Iglesia católica, en todas partes del mundo, que para eso es universal, no recomienda votar a ningún partido político en concreto, solo que pide que los católicos a la hora de votar tengan muy en cuenta los llamados “cinco principios innegociables”: no al aborto, no a la eutanasia, no a la investigación genética, no al matrimonio homosexual, sí a la escuela católica subvencionada.
A ver: se pueden crear partidos políticos si un grupo de colegas, amigos o correligionarios se reúnen a propósito y así lo consideran, y supongamos que ese partido es confesional católico, solidario… Pero esos partidos no existen; perdón, sí existen, pero pertenecen casi 100% a una tradición de derechas (carlistas, falangistas, tradicionalistas…).
Así pues entonces, ¿son tan innegociables esos principios que un fiel católico no debe votar a partidos de izquierda, pongamos que socialdemócratas? Entonces, un fiel católico votante ¿está casi como obligado a votar por partidos de tradición de derechas? Claro que los obispos no dicen esto, pero es tan obvio que casi inevitablemente ha de ser así, que es de bobos no suponer que no puede ser sino así.
Dicho más a la manera llana de Sancho Panza: un fiel católico (hombre o mujer, naturalmente) decide ser fiel a esos cinco principios innegociables que pide la Iglesia universal, solo que por las razones que sea no quiere votar por ningún partido, minoritarios todo ellos hoy por hoy en España, perteneciente a la tradición de derechas. Entonces así las cosas, ¿qué hace?
Desde luego, los obispos católicos no son nada dados a recomendar la abstención, ni el voto en blanco; muy al contrario, lo que recomiendan -obviamente, de forma indirecta, sin decirlo al pan pan y al vino vino- es votar por partidos de derechas. Entre estos, el principal es el muy afectado por la corrupción Partido Popular, el cual ni siquiera es riguroso en el respeto a esos 5 principios innegociables para un católico. Y que tampoco, al menos de momento, está pudiendo o sabiendo sacarnos de la espantosa crisis que nos golpea y empobrece.
Vaya lío (en mi cabeza al menos).
¡ Qué guapos -as salís en las fotos !!…
Por ir aclarando algunos conceptos, comienzo por aclarar a los homónimos italianos en España.
Estos elementos ( que aún no han lavado jamás sus sangrientas manos) han sido aplaudidos mucho en España cuando han cargado,- con un vergonzoso apoyo del Poder Judicial y político- contra personas e instituciones vascas.
Lo de Garzón ha sido la nota discordante por el tema que se estaba tratando; pero algunos teníamos por seguro que quien se metiera contra el FRANQUISMO saldría escaldado ( nos asombró que fuera Garzón y nos inquietó el resultado del proceso: ¿ A quién se le ocurre JUZGAR a los ladrones y a los asesinos? .
España sigue siendo así: FRANQUISTA HASTA LA MEDULA y ningún Juez, fiscal ni autoridad pertinente se atreverá a poner fin a semejante situación vergonzosa.
Estos elementos se llaman ” manos limpias”:
http://www.rtve.es/noticias/20090527/manos-limpias-sindicato-ultraderechista-dirigido-por-admirador-blas-pinar/278887.shtml
Seguiremos comentando otros aspectos.
Perdonad mi intromisión en algo que se nos escapa de las manos, pero no me extrañaría que nos comieran el coco una enésima vez más para acallarnos con la amenaza de la intervención de la Unión Europea y de sus máximos dirigentes. Conozco bastante bien este subterfugio abanderado presentado como gran amenaza a las señas de identidad española, para seguir saliéndose con la suya la casta política-financiera de los oligopolios, por ejemplo.
Las personas rasas, con toda la dignidad que les es propia, son lo que cuentan primero y último, es la única y verdadera identidad que tenemos, no si somos esto o aquello, en este caso españoles, frente a los europeos de más allá de los Pirineos. Somos todos aquí y allá, ante todo, personas.
Y pregunto también qué podríamos ganar en democracia y transparencia las personas de a pie y también en tranquilidad y confianza, si les “metieran mano” y les quitaran de en medio a los “co-ciudadanos” que siempre están y han estado abusando de sus autoimpuestos privilegios políticos y económicos, bien institucionalizados y establecidos por ellos mismos. Así que fuera miedos inducidos.
Aquí no necesitamos, ni queremos salvadores por la vía de la fuerza y del poder, sino personas de confianza que puedan ser controladas democráticamente por los ciudadanos de a pie (cambio de estructura del sistema electoral actual), y que se pongan a trabajar con autenticidad ética al servicio y bien común de todas las demás personas, ciudadanas y españolas, todas sin excepción y ninguna con privilegios corruptos, ninguna.
Gracias a todos.