EL PAÍS, <7 de enero de 2013/p>
“Por culpa vuestra y por vuestra inhumanidad han venido a parar a la Iglesia campos, casas, alquileres de viviendas, carros, mulos y muleros y todo un tren de semejantes cosas. Todo este tesoro de la Iglesia debiera de estar en vuestro poder, y vuestra buena voluntad debiera ser su mejor renta… De ahí que nosotros no podamos abrir la boca, ya que la Iglesia de Dios no se diferencia en nada de los hombres del mundo… Nuestros obispos andan más metidos en preocupaciones que los tutores, los administradores y los tenderos. Su única preocupación debieran ser vuestras almas y vuestros intereses, y ahora se rompen la cabeza por los mismos asuntos que los recaudadores, los agentes del fisco, los contadores y los despenseros”.
No, no es este un texto escrito por los teólogos y las teólogas de la liberación de América Latina, ni una declaración de las comunidades de base, que defiendan la vuelta a la puesta en común de los bienes de los orígenes del cristianismo, ni un documento de cristianos y cristianas indignados por la crisis económica. Es un sermón pronunciado por san Juan Crisóstomo (=boca de oro), patriarca de Constantinopla, hace 16 siglos, en una época en la que la situación de extrema pobreza de la mayoría de los habitantes de la ciudad contrastaba con la ingente acumulación de bienes de la Iglesia. Juan Crisóstomo atribuía esta situación a la inhumanidad de los eclesiásticos y a la indiferencia irresponsable de los cristianos más pudientes.
La postura del obispo de Constantinopla choca con la de no pocos eclesiásticos –obispos y sacerdotes-, que acumulan “campos, casas, alquileres de viviendas…”, tienen miles de bienes registrados a nombre de la Iglesia católica, inmatriculan edificios que pertenecen al pueblo, invierten en bolsa, se niegan a pagar el IBI, se resisten a renunciar a las exenciones fiscales, y defienden con uñas y dientes sus privilegios, concedidos durante la dictadura por legitimar el golpe militar contra la República y el régimen de Franco, mantenidos, e incluso incrementados, por los diferentes gobiernos de la democracia. Y los defienden alegando que son derechos de Dios y de la Iglesia.
La Iglesia católica no ha renunciado a ninguno de sus privilegios. Es, además, la única religión que cuenta con unos ingresos procedentes de las arcas del Estado recaudados por la vía fácil y segura de la declaración de la renta, teniendo al Estado como fiel y sumiso recaudador. Ella es hoy en España una de las instituciones con mayor número de propiedades, exentas de tributación, con el añadido de que de muchas de ellas extrae una pingüe rentabilidad.
La mayoría de los obispos se muestra contraria al pago del IBI alegando razones, muchas de ellas falaces. Dicen que tampoco lo pagan los partidos políticos y los sindicatos, cuando sí lo hacen. Apelan a la Ley de Mecenazgo aprobada en diciembre de 2002 que recoge la exención. Consideran su impago un incentivo fiscal lógico para las instituciones que trabajan por el bien común. Apelan al Acuerdo para Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de rango internacional, cuando dicho Acuerdo es preconstitucional y, según no pocos juristas, inconstitucional. Dicen que su pago detraería el destino de sumas ingentes a Cáritas, cuando lo que destinan a Cáritas es un porcentaje mínimo.
Lo que está demostrando la Conferencia Episcopal Española con esta actitud es que vive instalada en una situación de privilegio impropia de un Estado no confesional, contraria a la Iglesia de los pobres y cada vez más alejada del proyecto liberador de Jesús de Nazaret. Y eso constituye una contradicción en toda regla, detrás de la que se oculta una insolidaridad nada evangélica. Es todo lo contrario a lo que expresara el Concilio Vaticano II al comienzo de la Constitución sobre la Iglesia en el Mundo Actual: “Los gozos y las esperanzas, las alegrías y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son también gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”.
Pero si irresponsable es la jerarquía católica al incumplir sus deberes cívicos en un Estado de derecho y seguir disfrutando de los favores del poder mientras este expolia al pueblo, más irresponsables son los políticos del Partido Popular que gobiernan en las instituciones estatales, municipales y autonómicas, y se muestran contrarios a cobrar a la Iglesia católica el IBI, que pagan todos los españoles propietarios de inmuebles. ¿A quién sirven estos políticos: a Dios o al César, a Iglesia católica o a los intereses del pueblo? ¿A quién son fieles: al erario público o a una institución religiosa? ¿Por qué criterios se rigen: por sus creencias religiosas o por sus convicciones políticas? Vuelve la alianza entre el trono y el altar, entre el conservadurismo político y el oportunismo religioso. La historia se repite, pero con tonos cada vez más nacionalcatólicos, como, parece, demostrará la futura Ley de Educación, negociada previamente con los obispos.
Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones, de la Universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Invitación a la utopía (Trotta, 2012).
Prebendas y privilegios
Ana Rodrigo Contra
iglesia catolica
ene 172013
El País
Al leer la respuesta de la Conferencia Episcopal Española al artículo del profesor y teólogo señor Tamayo, he tenido la sensación de estar leyendo una autojustificación impropia de quienes representan a la Iglesia católica en España. Quieren justificar su conducta desde las normas legales que les otorgan las prebendas y los privilegios de los que disfrutan, sin tener en cuenta que no siempre la legalidad está ajustada a la ética, a la decencia y a la justicia.
Pero lo más grave es que la CEE ha perdido la perspectiva de su razón de ser y existir, es decir, el Evangelio y el mensaje y ejemplo de Jesús, que no solo no buscó privilegio alguno, sino que quedó muy claro su testimonio de no tener posesiones (“el hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”), así como dejando como su legado específico el luchar por la liberación de los más desfavorecidos. La Iglesia no puede predicar para los empobrecidos desde su situación de riqueza, o escamoteando los impuestos ciudadanos como cualquier ciudadano, o de estar al lado del poder para conseguir privilegios.— Ana Rodrigo Contra.
De nada, Virginia.
La cuestión no es si una página web es católica, anticatólica, protestante o atea. Todas ellas son igual de legítimas e incluso igual de bienintencionadas, pues no hay por qué presuponerle inquina al desacuerdo. La cuestión es si cuentan verdades o mentiras.
Gracias Pepe, veo que estás muy preparado en el tema. Por mi parte, sin acceso directo a los Archivos Vaticanos ni a otras fuentes historiográficas, he constatado que Leander, autor del libro de referencia, lo escribió en el s.XVI, que Gregorio IX fue Papa en el s. XIII, y que efectivamente, el Capuchino Giuglielmo Massaia fue vicario del Papa Pío IX para la tribu Galla de Etiopía.
Gracias por tu oferta, que gustosamente acepto si no me remites a Internet que ya he visitado y ofrece una muy sabrosa selección de webs anticatólicas, ateas y protestantes, bastante ilustrativa y muy divertida, sobre todo por la traducción latín-inglés-castellano.
Y a todos pido disculpas por estas divagaciones que se distancian del tema abordado por Tamayo.
Saludos
Perplejidad:
Que al Doctor Tamayo se le reproche,
que se limite a hacer una denuncia sobre las formas de nuestra Jerarquía respecto al tratamiento dado a los bienes materiales, su acaparación, y el uso ventajista del ordenamiento y las costumbres para enriquecer su patrimonio, sin mencionar sus ” otros beneficios sociales”
que no sea capaz el Doctor Tamayo de hacer más denuncias contra todos los abusos habidos y por haber en este mundo,
que el Doctor Tamayo tampoco sea riguroso en la enumeración de los hechos/prebendas,
que la lectura de su artículo haya provocado tal reacción de rechao y descalificación hacia el Doctor Tamayo.
¿Falta a la verdad el Doctor Tamayo? ¿Resulta parcial porque no condena todas las injusticias del mundo.?
Mi perplejidad aumenta.
Parece, como si los católicos estuviéramos en una etapa muy infantil de la sociedad, donde nuestros padres son los perfectos y modelos de vida a seguir. Cualquier critica o una puesta en evidencia ,nos obliga a convertir en enemigos a todos aquellos quienes ofenden a “nuestra familia”
Mi perplejidad ya no tiene límites cuando leo el Nuevo Testamento:
…”¡No!, os escribí que no os relacionárais con quien llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, difamador, borracho o ladrón. Con esos ¡ni comer!
Pues, ¿me toca a mí juzgar a los de fuera?, ¿No es a los de dentro a quien vosotros juzgáis?
A los de fuera Dios los juzgará.
( de la 1ª Cartaa los Corientios, capítulo 5, 11-13)
Y algunos que piensa ” en católico” se preguntarán, ¿Y eso por qué?
.. Porque si tú dices descansar en la Ley de Dios, te glorías en Dios, en que conoces Su Voluntad, que sabes discernir, según tú, lo mejor, amaestrado por la ley,
te crees convencido de serguía de ciegos, luz de los que andan en tinieblas, educador de ignorantes, maestro de niños
(Sí hermano, ellos nos consideran niños y niñas)
porque posees en la ley la expresión misma de la ciencia y la verdad…
Pues bien, tú que instruyes a los otros, ¡ a tí mismo no te instruyes!
Predicas no robar y ¡robas!…. ( de Romanos)
…
¿A qué estamos jugando los católicos?
Román
Perdón, me parece que, en rigor, no se llama decreto sino instrucción. Es la Instrucción 1293, del 20 de junio de 1866, en respuesta a las preguntas del reverendo padre William Massaia, Vicario Apostólico ante la tribu de Galla (Etiopía).
El documento que cité es un decreto del Santo Oficio del 20 de junio de 1866.
Como veo, Virginia, que te gustan estos temas, te ofrezco otra cita estupenda. Esta es de Gregorio IX:
Fuente: Leander, Quaestiones theologicae Morales, Lyon 1668– 1692, VIII Tomé, De Quarto Decalogi Praecepto, Tracto. IV, Disp. I, P. 3.
Si quieres, te ofrezco bastantes más referencias bibliográficas sobre la Biblia, la iglesia, los papas y la esclavitud. Sería un tema muy entretenido, si no fuera por lo dramático que fue para muchísimas personas a lo largo de muchos siglos.
Pepe Blanco:
Si te es posible, documenta eso que dices recordar del Santo Oficio y Pío IX. No he encontrado ninguna referencia a tal instrucción y sí alguna a la bula de beatificación de Pedro Claver en la que ese mismo Papa condenaba como crimen nefando el comercio de esclavos.
En cuanto a la ley natural, no se la sacan de la manga los obispos. La discusión sobre el fundamento de la moral y el derecho es bastante añeja. ¿No te parece? Habermas ha polemizado con el Benedicto XVI sobre el asunto, desde un punto de vista filosófico, por poner un ejemplo relativamente reciente. Vaya, que no es un invento “episcopal” para someter a los católicos a sus caprichos que es lo que parece que quieres decir.
Y en fin, el artículo de Tamayo es una deformación caricaturesca, de trazo bastante grueso y con algún que otro error de bulto, de la cuestión de la financiación de la Iglesia. Es mi opinión, claro.
Saludos cordiales.
Lucho, una nota preliminar a mi comentario: por ética y por estética deberías dejar de llamar “padre” a personas que, todo lo más, son padres de sus hijos, al igual que tú lo eres de tu hijo, y no por eso te haces llamar padre Lucho. Si fueron sacerdotes, renunciaron a serlo y no me des más explicaciones. Estas personas han decidido desde su libertad dejar de ser sacerdotes, y punto.
Respecto a tu comentario, te felicito por el repaso que haces de la acumulación de riqueza en pocas manos y de la injusta distribución de la misma, con la consecuencia de que el hambre no es un hecho natural, sino provocado.
Nota: te has olvidado de la acumulación de riqueza del Opus o las inversiones multimillonarias de los kikos en cosas no necesarias.
Y finalmente, te diré que ninguna de las personas u organismos que tú has mencionado como acaparadores de riqueza tiene como documento fundacional un compromiso con la justicia y con el justo reparto de los bienes para que no haya pobreza en el mundo, nadie de los que tú has mencionado tienen como compromiso fundacional seguir el ejemplo de un fundador, Jesús, que no tenía dónde reposar su cabeza y que dejó dicho que quien quiera ser su discípulo siga su ejemplo.
Que la Iglesia, como institución, al haber adquirido este compromiso, debería manifestar a la sociedad que ella es la más pobre de las instituciones para que las riquezas que acumula, estén al servicio de la justicia distributiva y la eliminación de la pobreza.
No sólo no lo hace, sino que en España, después del Estado, la Iglesia es la que tiene mayor número de propiedades inmobiliarias. No digamos las inmensísimas riquezas en oro, plata, o piedras preciosas acumuladas en sus museos catedralicios o de otro tipo de museos. La Iglesia, que debería ser la más pobre entre los pobres, es la más rica entre los ricos. Jesús fue pobre entre los pobres, y fue su fundador, en el caso de que se crea que Jesús fundó una iglesia como hacen creer los jerarcas eclesiásticos, cuestión descabellada pensar que Jesús alguna vez pensó en esta monstruosidad llamada Iglesia.
Las palabras de los papas que citas y otras de otros papas, son palabras vacías de contenido, además de cinismo en estado puro, al no ir acompañados de obras manteniendo sus inmensos tesoros y riquezas. Los Papas en este tema, no tienen autoridad moral alguna, así que mejor que actúen y se mantengan calladitos.
Buenos días a todos, espero que hayan pasado un feliz año aunque mi saludo sea muy tarde . Decía Martin Luther King: “no me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena”.
No quiero echar más leña al fuego, ni hacer fuego del árbol caído. Es curioso que el “padre” Tamayo se rasgue las vestiduras ante la “inmensa” riqueza de los bienes de la Iglesia y no se dé cuenta que el jugador argentino Messi gana al año 30 millones de Euros. ¿Cuánto puestos de trabajo se generaría en España con este jugoso dinero? ¿Y los pobres? Como dicen aquí en mi patria: “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”.
Por otro lado, en el año 2009 el presidente Lula (Brasil) y Nicolás Sarkor sellaron unos contratos valorizados en 4,000 millones de euros para comprar armas. ¿Y los pobres que viven en las favelas? Nunca he leído al dominico Frey Betto como al padre franciscano Leonardo Boff que hayan escrito algún comentario o hayan protestado “en nombre de los más pobres” sobre este jugoso contrato. Tampoco el padre Tamayo ha escrito algo al respecto.
He aquí nuestra indiferencia hacia los más pobres en el mundo en lo que se refiere a las armas que gasta el mundo: cerca de un millón de dólares por minuto.
¿Dónde están las campañas del padre Tamayo sobre esto? Ignoro el gasto de España en comprar armamentos. Pero, asumo que con este dinero solucionaría toda la pobreza que existe en estos momentos en España. Pero no, la Iglesia es la culpable.
Decían en las calles de Delhi en 1998: “¿No tienes comida, no tienes ropa, no tienes techo? Despreocúpate, tenemos la bomba”. Existen más de 20,000 armas nucleares; de ellas 5,000 ojivas están listas para lanzamiento y 2,000 se encuentran en estado de gran alerta. Es decir, con estas armas podemos destruir la tierra varias veces. ¿Alguien ha dicho algo sobre esto? ¿Donde están los teólogos de la Liberación para denunciar ya que tanto se preocupan por los más pobres?
¿Acaso existe una Asociación de teólogos para protestar contra el desarme mundial?
He aquí algunas perlas de costo de algunos “juguetes” que es una cachetada a los más pobres de la tierra: India, África etc.
La construcción de un submarino en Virginia (USA) cuesta 4,900 millones de euros. ¿Y los pobres de África? ¡Si esto se invirtiera en alimentos para los niños de Latinoamérica.!
El avión A380 cuyo fabricante es Airbus acaba de vender un avión comercial cuyo costo bordea los 500 millones de dólares. Si Jesús vendría en este tiempo, ¿se subiría en este avión y no pensaría en los más pobres? Creo que hubiera empleado otro medio de transporte.
Los costos de la guerra que Colombia necesita librar contra la guerrilla son: 4,8 Billones de pesos para gasto militar, lo cual significa aumentarlo del 1,9 % del PIB al 4.4%; b) $650 millones para expandir la capacidad carcelaria y, en consecuencia, procesar los numerosos capturados que genera una guerra; c) $ 46, mil millones para reposición de infraestructura; y d) $ 1 billón para la red de protección social; en total serian $ 6,9 billones anuales.
Se cuenta que el primer presidente de México que abordo un avión fue Francisco I Madero. No se sabe si para transportarse o para divertirse, pero hay una foto que parece confirmarlo. Con toda seguridad el “mártir” de la Democracia jamás se imagino que pasada una centuria y un seguimiento de su tradición, el actual gobierno de México compró una nave presidencial nada menos que 750 millones de dólares. ¡Casi 10 mil millones de pesos!
La Organización Mundial de Salud dedico unos 83 millones de dólares en un lapso de 10 años a eliminar la viruela en el mundo. Esa suma bastaría siquiera para comprar un solo bombardeo estratégico moderno.
El programa de la OMS para eliminar el Paludismo en el mundo, cuyo costo se calcula en 450 millones de dólares avanza lentamente debido a la falta de fondos. Sin embargo, su costo total hasta ahora representa solo la mitad de lo que se gastara cada día para fines militares y solo una tercera parte de lo que se gastara únicamente para la adquisición de cada nuevo submarino con proyectiles nucleares “Trident”.
Según los cálculos de gobierno de los Estados Unidos: 1,0000 millones dólares de gastos militares crean 76,000 empleos. Pero si la misma suma se gasta en programas civiles de gobierno, los empleos creados son 1000,000.
Estos son los pobres que habla la Iglesia en su Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual. El Papa León XIII hablo ya de lo costoso que resulta la paz armada el 1 de febrero de 1894 en la que el mundo no ha “oído”: “Son gastos enormes que agotan el tesoro público, También el Papa Benedicto XV hablo en 1920 de la “necesidad de reducir, si no fuera dado abolir, los enormes gastos bélicos que ya no pueden ser soportados por los Estados”.
Y, sin embargo, las sumas que se gastaban en armamento en tiempos de León XIII y de Benedicto XV eran insignificantes con las actuales. Y termino con estas palabras proféticas del Papa León XIII: “Como si la vida humana estuviese a punto de fenecer bajo la miseria y el hambre”.
Lucho
Habéis sacado un tema importante, como dice Ana: el valor que los fieles católicos deben darle al magisterio de la Iglesia.
Creo que si los fieles más fieles al magisterio de la iglesia tuvieran conocimiento de los cambios en el magisterio a lo largo de los siglos, aprenderían a relativizarlo y, quizás, empezarían a ser un poquito más críticos con él.
Como ejemplo, recordaré cómo en fecha tan reciente como 1866, Pío IX firmaba un decreto del Santo Oficio en el que se afirmaba que “no es contrario a la ley natural o divina que un esclavo sea vendido, comprado, cambiado o regalado, siempre que en la venta, compra, intercambio o regalo se observen estrictamente las debidas condiciones que los autores aprobados describen y explican”.
¡Cómo para hacerles algún caso cuando cacarean no sé qué de la ley natural, ese comodín que los obispos esconden bajo la manga y suelen sacar, cual prestidigitador avezado, para manipular los afectos de la gente y dirigirlos hacia sus fines, con tanta frecuencia espurios!
Román, te haces una pregunta que la considero clave, y es la siguiente: “ ¿Qué valor le deben dar a su “Magisterio” quienes se sienten hijos de la Iglesia?”
El valor se lo dará cada cual según la consideración que le den a la Jerarquía; quienes le den un valor sagrado por considerarlos los representantes e intermediarios de Dios en la tierra, pues dirán amén a todo.
Quienes prescindan de esa consideración sagrada y utilicen su capacidad de discernimiento, llegarán a la conclusión de que, lo que predican con palabras, nada tiene que ver con sus obras, en cuyo caso deberían denunciar su incoherencia y exigirles que miren más el ejemplo de su fundador, Jesús.
Pero independientemente de los receptores de sus mensajes, lo que es evidente es que, ellos mismos sin que nadie les reste nada, se vacían de autoridad moral. De Jesús se decía que hablaba con autoridad, ellos pueden hablar con autoritarismo, pero carecen de autoridad.
Por eso los templos se les están quedando vacíos, por eso a la juventud no les interesa nada la Iglesia, por eso a la sociedad en general les parece un escándalo que la Iglesia española, mientras el pueblo está pasándolo tan requetemal, ellos se escuden en sus privilegios para eludir el IBI, para inscribir en el registro de la propiedad a modo de rapiña todos aquellos bienes inmuebles que eran del pueblo, por eso eluden desprenderse de tanta riqueza, por eso solapan su responsabilidad evangélica en las leyes que favorecen su estatus social, por eso se codean con los poderes políticos y con los poderes económicos (los empresarios que aportaron muchos millones de euros al Jornadas de la juventud, por eso nada dicen contra el gobierno que está actuando contra el pueblo, por eso no salen a defender a los empobrecidos…
Tienen tantas razones para ocultarse y estar callados como sinrazones para mantener sus privilegios, y carecen de razón alguna que les avale ser seguidores del Galileo con obras que acompañen a sus palabras.
En su respuesta a Tamayo, hacen una defensa jurídica de sus privilegios, en ningún momento mencionan el Evangelio, ni los pobres, ni la solidaridad con ellos, ni solicitar en participar de los recortes que ha afectado a todos los estamentos sociales, menos a la iglesia. Ellos se han situado en el “y tú más” al compararse con organismos que nada tienen que ver con obligación alguna de solidaridad desde sus estatutos.
El artículo de Tamayo ha adquirido una deriva muy peculiar.
Si la Jerarquía Católica se muestra en el tema de las posesiones materiales y sus privilegios
incoherente con su doctrina
inconsecuente en sus actuaciones
ilógica con sus enseñanzas,
¿Qué valor le deben dar a su “Magisterio” quienes se sienten hijos de la Iglesia?
Por la vía de los hechos se costata que muy pocos católicos son fieles a ese magisterio/ ministerio enseñante
Tradicionalmente podíamos referirnos al clero, como la clase enseñante, porque se sentían legitimados y con poder para dar lecciones a los laicos ( los fieles sin ningún tipo de órdenes sagrada)
Ahora ya no podemos decir, que solamente las personas del clero sean el estamento enseñante. Ahí están las facultades de teología rebosantes de personal del laicado.La democratización de la teología ha venido de la mano de la libre interpretación/ re-lectura de las Escrituras, sin que por ello estemos sufriendo el contagio del protestantismo. Son efectos del Concilio.
A partir del Siglo XVI frente a la Iglsia que imponía su Magisterio, como “revelación divina” ( lo cual se ha demostrado históricamente que dicha afirmación no se podía sostener)
Los humanistas se refugiaban en la razón, lo razonable, y lo que fuese conforme a la naturaleza humana, para que sin dejar de ser católicos, la gente no comulgase con ruedas de molino, y viera sometida sus conciencias, al ejercicio de poderes del clero.
La reforma protestante, en cambio, vió en la Biblia, la única fuente de autoridad, en su sentido vehicular (Porque lo que de verdad prima para el creyente es la autoridad de Dios)
El fundamentalismo vino después.
Pero para que lleguemos al verdadero estado de la cuestión, de cómo los humanos actuales estructuramos nuestros pensamientos, tendríamos que hablar en otros términos de y otras cosas.
Muy en la línea, por ejemplo, de las sugerentes pistas que nos brindan las contribuciones de Oscar Varela. (Pero esta no es la ocasión para analizarlas)
román.
Ah por cierto, que se me olvidaba: cuando hago referencia a la fidelidad al Magisterio, Ana Rodrigo, suele ser para manifestar mi estupor ante el para mí muy obvio hecho (esa constatación la hago a través de varios cauces) de que lo más probable es que en España solamente un puñado de miles de católicos, o de varios centenares de miles, manifiestan con hechos, con obras, con confesiones escritas, que desean ser fieles a ese Magisterio.
Naturalmente, no pretendo juzgar a nadie, pero yo creo que hasta muchos que presumen de ser muy de derechas, conservadores y ortodoxamente católicos, no son tan fieles a ese Magisterio como suelen dar a entender.
Para mí estos son los hechos o datos evidentes. Sobre los que alguien como Javier Renobales ha expresado en Atrio: “Los católicos en su inmensa mayoría pasan de la doctrina moral del Magisterio. Y hacen bien, porque esta doctrina es retrógrada, absurda, inhumana”. Mientras que yo, que no soy de esa opinión, lo que me planteo es “¿ómo es posible?”, “¿para qué lo es?”, “¿qué sentido tiene que sea así?”, “¿tiene que ser así?”
Los obispos católicos deben ser conscientes de que solamente un puñado de miles de familias católicas en España son realmente fieles a la exigente doctrina moral de la Iglesia sobre la familia y la fertilidad. Ahí están los hechos, a la vista de todos. Hechos que a mí me dejan anonadado. Y lo expreso. Con el resultado de que hay personas que se quejan, se molestan y, o me acusan (“fanático, fundamentalista, cátaro ” y todo lo demás), o hasta, algunos, ya lo han hecho hasta en mi cara: espetarme que soy todo eso malo…
Pero yo insisto: ahí están los hechos, que valen más que mil palabras. Los hechos cantan, no pueden negarse. De modo que más que pretender adoctrinar en Atrio -no soy tan ingenuo como para pretender eso-, encuentro que es un buen espacio de libertad para expresar perplejidades.
Ana Rodrigo, buenos días, buen sábado:
No sé si conoces esta anécdota que se cuenta sobre ese gran teólogo reformado de tradición calvinista que se llamó Karl Barth. (Nótese que se trata del, acaso, más cualificado teólogo protestante de todo el siglo XX, tradición cristiana que, entre otras razones por centrarse en la exclusividad de Palabra, la Sagrada Escritura, la sola fe, la sola gracia, etcétera, ha producido teólogos y teólogas extraordinarios.)
Resulta que frecuentemente en algunas de sus conferencias, una suerte de fan incondicional solía preguntarle al sabio teólogo algo así como: “Y usted, como creyente cristiano, Dr. Barth”. Era insistente con la expresión. Hasta que un día el teólogo suizo le espetó, acaso molesto por tanta insistencia: “No olvide usted que tanto insiste en destacar mi condición de creyente cristiano que, detrás de esa fe, se agazapa la pertinaz duda del ateo”.
D. Miguel de Unamuno, que también fue un sabio, aunque por imperativos generacionales no pudiera conocer la obra de Karl Barth, ni obviamente esa anécdota, sí que se especializó en la permanente especulación existencial sobre la duda y la fe religiosa, sobre la sed de infinito y lo imperioso del dato empírico de la razón, sobre la lucha titánica entre la finitud y la sed de eternidad…
Salvando las abismales distancias entre ambos ilustres pensadores citados y yo, me siento bastante como ellos. Y creo que es por eso por lo que entro en Atrio.; vamos, una de las razones de que siga entrando.
Por otra parte, Ana Rodrigo, gracias por recordarme el hecho o dato de que la inmensa mayoría de los foristas de Atrio en realidad ya están de vuelta de todo eso de fidelidad al Magisterio y resto de fidelidades eclesiales afines; mi recorrido existencial y de fe, empero, no ha sido exactamente ese. Entonces será el respeto recíproco lo exigible.
Y aun dos últimas consideraciones sobre el post de Juan José Tamayo Acosta. La primera es que en efecto la Iglesia católica, por boca de sus jerarcas podría implicarse más, de manera más radicalmente evangélica por profética, en la denuncia de las injusticias estructurales; por ejemplo, en las que está ocasionando en España la cruelísima crisis económica que sigue golpeando a los más débiles, a las economías más en precario. Hasta el extremo de que casi hago mía una afirmación o tesis que suele esgrimir el ateo Pepe Salas: “Es falso eso de que la Iglesia ayuda a los pobres, porque en mi experiencia puedo mostrar que es justamente lo contrario”. Es decir, yo creo que no es del todo cierto eso de que “la Iglesia católica no ayude solidariamente a los necesitados”, sí que ayuda, y no raramente de manera heroica, ejemplar, santa. Sin embargo, a menudo también pasa de ayudar: por hipócrita (quiero decir por la como secular hipocresía eclesiástica), por rendida a los intereses mundanos, por burocrática y no militante, la Iglesia universal, siempre santa y pecadora, no ayuda como debiera. Y ahí sí le doy la razón, parcialmente, a Pepe Sala.
La segunda consideración, que no hice en mi comentario anterior al mismo hilo de este post, para evitar sembrar polémica (es lo que consideré en su momento), es que hay algo que me chirría del hecho de que Juan José Tamayo haya elegido precisamente un texto de san Juan Crisóstomo para criticar la incoherente actuación antievangélica de tantos pastores de la Iglesia católica en España. Sospecho que lo que me chirría es que haya elegido un fragmento de los escritos de un Padre de la Iglesia universal. Porque sabido es que a ese grupo de selectos de los Santos Padres de la Iglesia solo se accede a través de la santidad de vida y la total ortodoxia del pensamiento teológico propio, más el fiel amor incondicional a la Iglesia. Por eso justamente, las reticencias sobre si considerar o no propiamente a un sabio y genial teólogo como Orígenes, de obra teológica algo “heterodoxa” al parecer, perteneciente con “pleno derecho o no” a ese grupo de selectos elegidos que son los Santos Padres de la Iglesia.
Nada más. Buen día.
Si se dice que, después del Estado, la Iglesia es la que tiene más propiedades en España, sería un auténtico escándalo si saliesen a la luz pública, pero sería la hora de ir desenmascarando el estado de riqueza de la Iglesia que debería ser pobre con los pobres, conforme a sus obligaciones.
Por eso debe ser que los obispos no hablan ni de la crisis ni de sus víctimas, los empobrecidos. Mejor que sea así, por lo menos en algo son coherentes, no predicar lo que ellos no hacen.
Como botón de muestra de la magnitud de los privilegios de la iglesia católica, ofrezco el siguiente dato.
El Ayuntamiento de Amoeiro, un pequeño municipio de apenas 3.000 habitantes de la provincia de Ourense, le reclama a la diócesis orensana más de 4.000 euros en concepto de IBI por propiedades inmobiliarias que la glesia posee en ese municipio y que no están relacionadas con el culto ni con la residencia del párroco (fincas, solares, viviendas). Es decir, no pretende cobrarle el IBI por las iglesias de las parroquias del Ayuntamiento ni por la casa del cura.
En Internet se puede encontrar abundante información al respecto. De momento, el juzgado de primera instancia le ha dado la razón a la diócesis, pero ha eximido al Concello de las costas judiciales, y le ha instado a presentar un “recurso de casación en interés de ley” frente al supremo para que dicte jurisprudencia. Veremos en qué queda.
El Ayuntamiento de Amoeiro es uno de los 8.500 pequeños ayuntamientos del estado.
Realmente Luis Henríquez, tu último comentario me ha gustado, no así otros muchos que has hecho anteriormente.
Solamente añado una cosita. Te reconoces no progresista, aunque a mí no gustan estos encasillamientos, y sí te diré que a quienes tú llamas progresistas hemos pasado por esa doctrina tradicional y del magisterio de la iglesia en la que tú estás. Y si nos consideras progresistas es porque ni nos paramos en un momento determinado de nuestra historia personal o de creyentes, y sí avanzamos constantemente, de ahí lo de progresistas. Es una actitud ante la vida, no una toma de posiciones.
Con todo ello quiero decirte que vas a encontrar pocos seguidores de tus creencias y tus doctrinas. Tú verás si te vale la pena predicarnos cosas que la mayoría las hemos dejado muy atrás, que las hemos superado y que no hay vuelta atrás. Miremos hacia adelante, y miremos a la sociedad actual, una sociedad que piensa, vive y es muy diferente de la de otras épocas en las que la Iglesia determinó muchas de sus doctrinas.
Te soy sincera, yo te leeré si veo que argumentas tus creencias, pero si repites siempre lo mismo (sobre todo en temas de sexualidad), pues no te leeré, pero no pasa nada, alguien habrá que lo haga.
Me alegro que hayas decidido volver, en contra de tu determinación anterior,
y me alegraría más si otros que también han tomado la misma determinación reconsideraran su postura y volvieran a añadir salsa a los debates.
Todo el mundo estamos sujetos a nuestros momentos de arrebato. Asi aprendemos a conocernos nosotros mismos Y estamos en unos momentos tan difíciles que necesitamos el concurso de todas las personas. Sumar y no restar.
No hace falta que te definas. Deja que los demás sean quienes te definan a tí. Sus juicios suelen ser más cercanos a la verdad
Ahora, a lo que nos corresponde: ¿ Dónde te sitúas?
¿Qué tenemos que aportar como creyentes en Cristo?
Porque somos todos el Pueblo de Dios. ( ¿Es que solamente la Jerarquía es la Iglesia?)
román.
Me parece muy cierto que la Iglesia católica en España goza en efecto de ciertos privilegios que, como poco, resultarían muy discutibles. Como también es cierto que sufre la incompresión y el rechazo de no pocos colectivos, sectores, políticas y administraciones, etcétera. Lo cual a su vez no es menos cierto que el hecho de que la propia Iglesia católica -me refiero ahora especialmente a sus pastores: obispos, sacerdotes…- ha ido labrando su propio descrédito social a base de incurrir, un día sí y otro también, en toda clase de incoherencias, hipocresías, alianzas con los poderosos; en definitiva, traiciones al Evangelio.
Hasta el extremo de que es una de las instituciones peor valoradas en España. Tal valoración, entiendo, no es solamente consecuencia del laicismo en sus versiones más desafectas hacia la Iglesia, que es la tesis principal que manejan nuestros obispos, sino que también tiene que ver, y mucho, con errores de la propia institución.
Entonces, henos aquí con la pregunta-perplejidad inevitable: ¿Para qué quiere mantener la Iglesia católica en España esos acuerdos firmados en el año 1977 entre el Vaticano y el incipiente Gobierno democrático español? Respuesta inmediata y lógica: los quiere mantener para evangelizar, para difundir el mensaje de su Señor…
Y claro, entonces uno exclama un no poco sorprendido “Ah, conque los quiere mantener para eso”… Está bien, si es así. Pero la verdad, a menudo no lo parece; es decir, a menudo no parece que los privilegios fiscales, sanitarios, educativos, militares, entre otros privilegios de esos, la Iglesia los esté usando debidamente para evangelizar, sino más bien para mantener todo un aparato burocrático en buena parte de sus movidas evangelizadoras, que no hace otra cosa que secuestrar el Evangelio.
Postdata: hace unos días anuncié que dejaba de participar en Atrio como forista, al menos durante un tiempo, tras haber sufrido, entendía yo, la provocación y los anatemas de un forista. Sin embargo, considero que, salvado ese incidente, no tengo razones de peso para dejar de participar en este portal, salvo que expresamente me lo ruegue su coordinador, el señor Antonio Duato, o en su defecto una suerte de comité de foristas indignados con mis ideas, o así.
Sigo considerando que este portal es muy progresista, y yo no soy propiamente progresista (tampoco me considero de derechas, ni facha ni vainas por el estilo). Sin embargo, frente a una mayoría de voces progresistas, críticas con la jerarquía y desafectos, más o menos, con el Magisterio, la mía, que apenas se levanta un palmo del suelo en su vuelo -perdón por el pareado-, puede ofrecer un cierto contrapunto.
Porque además, aunque no soy crítico con la doctrina de la fe, con lo que frecuentemente llamo yo mismo hipocresía eclesiástica, sí suelo ser muy crítico. Hasta el extremo de llegar a plantearme reflexiones como esta que expresa el escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti en su poema “Defensa de la alegría”: “Defender la alegría como una certidumbre/ defenderla a pesar de Dios y de la muerte/ de las buenas costumbres y de los apellidos (…)” Esto es: no digo el defenderla “contra Dios” -porque si existe, y yo creo que sí, Dios es la fuente de la alegría-, sino contra “el mal rollo” de muchos que se consideran sus representantes en el planeta Tierra y que empero, más allá de ser pecadores (pecadores y pecadoras somos todas las personas), son unos mezquinos de cojones, unos hipócritas autoritarios…
Me parece conocer, por propia experiencia personal, que la Iglesia católica está llena de ese tipo de personajes.
Situaciones como ésta que aquí estamos analizando me reafirman en quehace falta un esrado distinto de las cosas.
Me explico.
La sociedad está ahora profundamente dividida, pero no en el sentido más convencional del término sino de una nueva forma.
La clase política en general y los poderes públicos ( empezando por la Jefatura del Estado) van por un lado y
La ciudadanía, las clase populares, la sociedad civil…
hemos llegado a un estado de enfrentamiento total.
tenemos un discurso diferente ( a veces antagónico).
Hemos empezado a actuar en la calle, desde hace muchos meses “en oposición a”…
El año pasado todavía alimentaba la duda de si, unos ajustes aquí y allá, quizás una reforma oncstitucional más o menos extensa, nos recondicionarían por un mejor camino.
Se hace absolutamente necesario iniciar un nuevo período constituyente ( No vale la pena negarle el pan y la sal a la tesis oficial de la actual cúpulacatólica de que se mueven por cauces constitucionales-
Nuestros padres de la patria fueron, cayeron, como unos pardillos en el asunto de la ” no confesionalidad”/El Acuerdo con la Santa Sede/ y otros – que aquí no vienen la caso. La Iglesia y otros poderes fácticos del Estado han hecho del proceso de Reforma Política que nos trajo la democracia, un gran fracaso histórico. (No se adecúa a la nueva generación, a la Sociedad post-Transición)
Nuestros pastores ( hablo para quienes pensamos en católico) mienten, pero todavía no saben que sólo se están mientiendo a ellos mismos.
román
.
“…que acumulan “campos, casas, alquileres de viviendas…”, tienen miles de bienes registrados a nombre de la Iglesia católica, inmatriculan edificios que pertenecen al pueblo, invierten en bolsa, se niegan a pagar el IBI, se resisten a renunciar a las exenciones fiscales”
Me llama la atención que la CEE de este párrafo sólo se defienda de no pagar el IBI, y no desmienta todo lo demás.
Tampoco dicen nada de lo dicho por San Juan Crisóstomo….
Como dice Maddi en otro hilo (creo), que a veces se dice más por lo que se calla que por lo que se dice.
Esta respuesta de los obispos a escrito de Tamayo me sugiere varias reflexiones.
Lo primero que me sugiere es ver a ese niño o a esa niña que pillada infraganti en su travesura, suele decir dos cosas; una, yo no he sido, u otra, la culpa es de mi hermano/a. Proyectan su ingenuidad sobre los adultos, en este caso los obispos proyectan su estulticia sobre personas adultas, que somos capaces de analizar, discernir y conocer la verdad de los hechos, así como discernir sobre la decencia o la indecencia.
Segundo. Resulta infantiloide querer justificar la validez de los acuerdos con el Vaticano con este dato “acuerdo se firma el 3 de enero de 1979 y que obedece al precepto recogido en el artículo 16 de la Constitución Española” ¿No resulta chocante la prisa que se dieron en conseguir los acuerdos? Desde el 6 de diciembre de 1978 al 3 de enero de 1979, es decir, en 28 días, un país salido de la dictadura con toda la conmoción que socialmente supuso, cuando casi nadie sabíamos lo que decía la Constitución ni las aplicaciones que iba a tener, los obispos fueron milagrosamente diligentes en sacarle provecho inmediato. Si esto no es hacer política, que venga dios y lo vea.
Tercero. Los bienes inmuebles de la iglesia católica, además de los templos, son casas, huertos, jardines, y locales, en ocasiones alquilados, por ejemplo a entidades bancarias, de las que obtienen unos buenos réditos. Cualquier ciudadano/a en estos casos paga el IBI.
Cuarto. Ellos se comparan con distintas entidades de las que yo en este momento desconozco si pagan o no pagan IBI, pero olvidan que ya sean sindicatos, ya sean federaciones futbolísticas, u otras entidades, no tienen como carta fundacional el Evangelio, donde se dice que los seguidores de Jesús para difundir su mensaje no lleven ni bolsa, o que Jesús no tenía ni donde reposar su cabeza, o quien me siga que haga lo mismo que yo, etc. entre otras muchísimas cosas a las que la Iglesia dice estar comprometida.
Y quinto. Si la legalidad no es el equivalente a la decencia o a la justicia, el que las leyes les permitan no pagar el IBI, no dice nada en favor de su decencia.
¡¡CINISMO EN CARNE VIVA!!
La Conferencia Episcopal puntualiza
El señor Tamayo, para justificar la cantinela de los supuestos privilegios a la Iglesia católica en España, afirma que el Acuerdo para Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español es “preconstitucional”. Valga recordar a este respecto que el mencionado acuerdo se firma el 3 de enero de 1979 y que obedece al precepto recogido en el artículo 16 de la Constitución Española en el que se establece que los poderes públicos “mantendrán las consiguientes relaciones de colaboración con la Iglesia católica y las demás confesiones”.
Al referirse a la asignación tributaria, el articulista dice que se trata de una vía recaudatoria “fácil y segura”. Con el actual sistema, si nadie marcara la X, la Iglesia recibiría cero euros. Fácil y segura parece, en cambio, la subvención directa por parte del Estado. La Iglesia católica no tiene ninguna de estas subvenciones. No todas las instituciones pueden decir lo mismo.
Además, el señor Tamayo dice que “todos los españoles propietarios de inmuebles pagan el IBI”. Basta echar un vistazo al artículo 2 de la Ley 49/2002 para conocer qué entidades están exentas y por qué motivos. Ahí están incluidas todas las confesiones religiosas (no solo la católica), todas las asociaciones de utilidad pública, todas las ONG, las federaciones deportivas y todas las fundaciones, también las de los partidos políticos y las de los sindicatos.— Isidro Catela Marcos, director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española.
Los partidos políticos, no importa cuáles sean sus siglas, cuando están en el poder, o sea, cuando están haciendo las funciones de representantes públicos y de administradores de la sociedad, utilizan todos los mecanismos del poder.
Está en su naturaleza, y actúan según la lógica natural de las cosas.
Si una Jerarquía se muestra como la cabeza rectora de un gran colectivo de la sociedad y se realiza con todos los mecanismos del poder político ( medios físicos y mediáticos, patrimonio económico, influencia juntos a quienes de verdad tienen en sus manos los mecanismos de poder, en la enseñanza, en los púlpitos, y en la creación de una opinión – un estado de opinión – entre quienes están sujetos a “su prestigio” …
Si un cargo político sabe a ciencia cierta, que el oficio de político conlleva unas grandes muestras de empatía hacia sus representados y debe manifestarse con ellos…
ahí tenemos el ejemplo de la alcaldesa de Madrid, que dejó atrás cuatro víctimas mortales y una moribunda en una gran tragedia donde estaba además implicado el ayuntamiento que ella preside y se fué a a un Spa en Portugal. Quedó desligitimada de su cargo, ante los ojos de la opinión pública…
Podemos criticar a los representantes de la Iglesia Católica, desde un punto de vista político, como una institución social.
Y todo el mundo se encuentra en su derecho de hacerlo, pertenezca o nó a la Iglesia. ¡No faltaba más!
Puede incluso poner en evidencia sus grandes incongruencia entre la doctrina que predica y sus ejemplos de vida y de actuación
Puede tambien, y sigue en el legítimo ejercicio de sus derechos mostrar las contradicciones existentes entre tal institución y la enseñanza y vida de quien dice fue su fundador.
Pero no puedo yo perder de vista que quien escribe esta denuncia, lo hace desde dentro, sintiéndose legitimado a solicitar de los obispos una conversión, un cambio de vida y actitudes. Se apoya en la denuncia de otro cristiano insigne que vivió hace muchos siglos.
La crítica se puede hacer desde el desprecio o desde un profundo amor
“Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré a tí y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te arrepientes.”(del Apocalipsis)
Román.
Pepe, ¿en que se contradice lo que tú has escrito con eso que escribí yo esta mañana, “las políticas que el PSOE llevó a favor de la Iglesia aumentando y corrigiendo, incluso, lo que hizo Franco.” Si es que estamos diciendo lo mismo.
El meollo del asunto es dejar las cosas claras, Ana, y no queda nada claro en el párrafo de Juanjo al referirse al PP:
“”….más irresponsables son los políticos del Partido Popular que gobiernan en las instituciones estatales, municipales y autonómicas, y se muestran contrarios a cobrar a la Iglesia católica el IBI, que pagan todos los españoles propietarios de inmuebles.””
¿ Acaso en las Instituciones que gobernó el PSOE ( y muchas de ellas las sigue gobernando) se hace una política diferente respecto a la ICAR?
Si no es así, y no lo es, será necesario dejarlo perfectamente claro para que el personal no ande despistado y piense que el PSOE ha cambiado su política de privilegios hacia la Iglesia.
Te digo más; Yo conozco algún Alcalde de IU. Hay uno espacialmente curioso. Se trata del Alcalde de Archidona ( Málaga.)
Desde que salió elegido por IU ( y mi culpa fue hacer campaña en su favor) las subvenciones a la Semana Santa y los actos tradicionales religiosos del pueblo han salido muy fortalecidos con el Alcalde ” comunista”. Tanto es así que el día de la Fiesta de Andalucía, nos levantó con música de las cofradías semansanteras y me tuve que ir al monte para no soportar semejante martirio en fechas que no se correspondían con la jodida Tradición semanasantera. Me pasé el día en el monte, no sin antes escribir una queja formal por el hecho.
El PP, heredero del franquismo. El PSOE igualito que el PP en asuntos eclesiásticos. IU abarrotada de curas disidentes o similiares…
¡¡ APAGA Y VAMOS!!
Pepe Sala, es la primera vez en mi vida que me pasa, y es que estando de acuerdo con alguien en tantísimas ocasiones, el otro piense que le llevo la contraria o que digo otra cosa diferente. No sé qué mecanismo de entendimiento es el que nos falla, o yo no me explico bien, o tú piensas que te llevo la contraria. No pasa nada, Pepe, mis disculpas.
Es que me extrañó que lo enfocases desde el PSOE, cuando en el escrito, Tamayo no lo había ni mencionado, nada más que eso, porque, sin terminar la frase te dije que tenías toda la razón en lo que decías del PSOE, y lo avalaba en todo lo que Tamayo denunció al PSOE en sus políticas a favor de la Iglesia.
Yo no ” me explayo”, Ana Rodrigo, simplemente OPINO ( con la misma libertad que tú) respecto a cuesntiones que viene al caso. Ya se que “no vienen al caso” si tú no lo consideras, Ana; pero cada cual tiene sus puntos de vista y yo veo una clarísima relación entre lo que yo escribo y el artículo de Juanjo Tamayo.
Ahora le ha tocado al PP, pero no hace tanto le tocó al PSOE y ambos dos siguen de rodillas ( siempre de rodillas…) ante la ICAR.
Como gozo de muy buena memoria, Ana, ( ” que dios me la conserve”.) no me despistan los cambios de siglas políticas ante el mismo problema que tratamos aquí. Y es el propio Juanjo quien fundamenta mis argumentos en una artículo:
http://firgoa.usc.es/drupal/node/33573
Bueno, pues.
Pepe Sala, no sé porqué te explayas así contra el PSOE, además con toda la razón en lo que dices. No he leído en el artículo de Tamayo nada que haga referencia al PSOE, y sí le he leído en muchísimas ocasiones fustigar a fondo y sin miramientos las políticas que el PSOE llevó a favor de la Iglesia aumentando y corrigiendo, incluso, lo que hizo Franco.
Pienso que si Tamayo menciona al PP es porque es a este gobierno al que le toca hacer lo que no hicieron los socialistas, y encima, van aumentando y corrigiendo lo que aquellos hicieron. En definitiva, si la banca siempre gana, sea con el gobierno que sea, diríamos que la Iglesia siempre gana, sea con quien sea. Su misión parece ser rebañar y rebañar riqueza y poder a diestra y siniestra, nunca mejor dicho.
Esta situación, aparte de no tener nada que ver con lo que le correspondería a la Iglesia, como es seguir “su Constitución” fundacional como es el Evangelio, le incapacita para lo que es el corazón del evangelio, los/as pobres sobrevenidos a causa de las injusticias.
¿Qué credibilidad tendría el que los obispos se pusiesen a dar la matraca contra las innumerables injusticias sociales que se dan hoy en España? Ninguna, porque su ubicación social no está entre la gente del pueblo y sus penurias, sino en la élite social, como poder fáctico, como acaparadores de riquezas varias que van desde el sinnúmero de propiedades inmobiliarias, hasta los tesoros de sus iglesias y catedrales, hasta evitar pagar el IBI y otros muchos privilegios. Nos encontramos con una clase privilegiada, no por casualidad, sino por “Decreto Ley”, es decir legalmente, de esa tipología de clases que ya no se estilan en sociedades democráticas, suena a rancio.
Y, como están desubicados con respecto al evangelio, por eso están mudos como muertos. Hablan de sexo, de ideología de género, de fornicación, de anticonceptivos (en esto creo ya se han dado por vencidos por la tozuda realidad), de los homosexuales, de las clases de religión, y cosas por el estilo. Pero ni quieren ni pueden hablar de las injusticias que está provocando este des-gobierno del PP porque se juegan las habichuelas, es decir sus privilegios.
Eso sí, como dice Román, sacan a sus huestes a las calles de Madrid a fanfarronear del poder social que tienen, cuando en realidad van siempre los mismos, los kikos y semejantes. Como decía el otro día Castillo, la religión está desahuciada.
Pero en este país se nos están ensanchando cada vez más las espaldas para aguantar cada vez con mayor impotencia cuando no resignación situaciones intolerables.
Y cuando yo el otro día decía que tanto el clero, los templos y lo que allí se predica eran un tóxico, me refería a estas incoherencias tan escandalosas. No se puede predicar pobreza entre oro y oropeles, no se puede predicar de igualdad desde la superioridad que da un púlpito, no se puede hablar de justicia cuando son unos acaparadores de prebendas y de privilegios.
Bueno, bueno… bienvenido sea el supuesto cambio de PSOE ( que yo no me lo trago y lo considero una simple forma de volver a contactar con EL PUEBLO y recuperar votos hasta llegar nuevamente el PODER y allí se difuminarán las buenas intenciones.); pero que cada barco aguante su vela.
Es medianamente razonable que el PP ( heredero del franquismo) mantenga los privilegios a la ICAR del Nacional-catolicismo.
Lo que ya no es tran coherente es que el PSOE con su mayoría absoluta de Felipe González, sus años de Zapatero, su José Bono del Opus Dei asistiendo a canonizaciones muy sospechosas, su Vicepresidenta Fernández de la Vega. su….etc, etc, etc; haya hecho exactamante lo mismo que ha hecho el PP y Alianza Popular también, y el PNV y los catalanes y Juan Hormaechea, y Revilluca y…. y los semanasanteros andaluces, extremeños, zamoranos y vallisoletanos y… no acabaría nunca de nombrar a quienes no han hecho nada diferente de lo que ahora les hace rasgarse las vestiduras.
O sea, que antes de poner ” el grito en el cielo” por lo que está haciendo el PP con la ICAR y sus privilegios, bueno sería que se hiciese un ” examen de conciencia socialista” y RECONOCER ante el PUEBLO que ellos han hecho exactamente los mismo.
Luego ya veremos si nos creemos las buenas intenciones de los socialistas y de quienes critican al PP ahora.
Para mejorar los argumentos no estaría mal leerse el contenido de este enlace:
http://www.publico.es/espana/422795/la-izquierda-se-une-por-primera-vez-para-quitar-privilegios-a-la-iglesia
Bueno pues. ( por cierto, miles de españoles seguimos esperando un mínimo de JUSTICIA por las nefastas actuaciones de la ICAR en tiempos de la ” santa cruzada”. El PSOE ha tenido tiempo y poder sobrado para tomar conciencia de lo que esperamos durante décadas y no hemos visto ningún resultado positivo. Al contrario, hemos sentido vergüenza ajena al ver a nuestros gobernantes humillados ante un jefe de gobierno extranjero y nos hemos puesto de muy mala hostia al ver a los ministros asistiendo a canonizaciones en masa en el Vaticano.
O sea, que las cositas bien claras y dejemos ya de marear la perdiz para ganar VOTOS perdidos por las nefastas actuaciones del PSOE respecto a la Iglesia.
Juan José Tamayo es leído siempre con verdadero interés aunque no siempre se esté en conformidad con algunas de sus posiciones teológicas, sus artículos tan bien argumentados, tan llenos de enjundia…
A veces dá en clavo, y saltamos de nuestros asientos, como tocados por una voz profética
lo mismo pasaba hace muchos años con las voces proféticas que se levantaban aquí y allá denunciadoras de un régimen político-religioso que había dado la espalda al Evangelio y no encontraba el camino de vuelta.
En aquel entonces muchas parroquias se abrieron a un movimiento de búsqueda de la verdad y un clero bajo en los recintos parroquiales, en algunas comunidades de religiosos y religiosas ponían a nuestros pastores contra las cuerdas . El discurso oficial tuvo que ceder ante la realidad social y eclesial y ante lo que nos venía del Concilio (¡Bendito Tarancón!)
¿Qué está pasando ahora?
Las nuevas jornadas que salen de los círculos de formación han vuelto a los hábitos clericales, como si les hubiesen puesto orejeras
Jesús ya no está dentro de las parroquias. Está fuera, llamando a la puerta para ver si alguien se acuerda de Él. y le abre. Quiere celebrar el banquete celestial con los suyos, pero no encuentra ningún pobre.
Hace tanto frío en nuestras iglesias, hay tanta pobreza “espiritual”, que muchos corazones llenos de inquietud se arrojan a movimientos de pequeñas comunidades, muy controladas por la Jerarquía donde son más plenamente adoctrinados ( sin el concurso del Espíritu)
Son los cuarteles de invierno del Catolicismo Español, que son sacados a la calle de vez en cuando, para que todo el mundo vea lo fuerte que está nuestra “Religión” en España.
Y para qué seguir…
román
Ningún grupo político y menos el PP sirve a Dios ni al pueblo, sólo al César. Estos peperos que nos gobiernan son fieles a la iglesia católica no por su fe, sino por una mera devolución de favores. Coinciden en la misma ideología, sin matices que los diferencie lo más mínimo y se apoyan mutuamente, como es normal en la alianza establecida que señalas. Y este buen rollo entre los dos poderes viene de lejos y seguirá indefinidamente si no hay un cataclismo que haga emerger el proyecto de Jesús sepultado bajo el poder de los que se llaman representantes del buen nazareno.