Clelia, la mujer que tanto amó y fue tan amada por nuestro obispo Jerónimo Podestá, nos envía esta reflexión-felicitación de Navidad, que acaba con un poema de Helder Camara.
NAVIDAD – 25 de Diciembre de 2012
Estalló en nuestro pecho el inefable Aleluya y el anuncio de la Paz, de la Salvación y de la Liberación que se encarnaba en el mundo. Anunciar la Encarnación con ese niño que llegaba a nuestro planeta, es tomar conciencia de la realidad que nos rodea en este mundo. Es un compromiso concreto de nuestras vidas de varón y de mujer.
En el lugar que nos toque actuar con nuestra activa presencia sin esquivar la lucha en lo político, en lo social y en lo religioso. No es solo festejar y mirar recordando la historia de Jesús hace 2000 años. Para todos los que conocemos su mensaje, para todos los que tratamos de vivirlo en nuestras vidas y para todos los hombres por los que aparece Jesús encarnándose en nuestra historia. Sabemos que todos los que llevamos el sentido de lo Humano, todos en una forma u otra hemos sufrido la persecución, algunos con el exilio, otros con la cárcel, otros con infamias y calumnias y muchos con la muerte. La historia del mundo nos ha demostrado que los que han querido acelerar el cambio han sido perseguidos.
Jesús con su Mensaje Revolucionario de Amor y de Paz, nos ha acompañado en el camino, y El lo sabía, cuando creció y después de dejarnos su mensaje y entregar su vida hasta la última consecuencia nos dejó para ayudarnos a nosotros su Espíritu de lucha que siempre nos acompaña y nos confirma en la Esperanza, nos da la fuerza de luchar para que este mundo siempre envuelto en guerras e injusticias no estalle en pedazos.
A veces me pregunto como creyente en Jesús y su Mensaje que no es otro que creer en el hombre y sus luchas, ¿Por qué siendo tantos parecemos tan débiles y tan pocos frente a tantos conflictos e injusticias? ¿Qué significan para nosotros estas dos palabras Feliz Navidad?
Construir el Reino no es sólo el Reino de los cielos, sino construir en nosotros un Hombre Nuevo que ayude a parir una nueva Humanidad para llegar a alcanzar el mundo nuevo que todos ansiamos y por el que todos luchamos.
El Che Guevara decía que si los cristianos fuéramos realmente cristianos la Revolución en Latino América ya se hubiera realizado.
Hoy ruego, como lo haría Jerónimo que partió en la noche oscura del 2000 en su país sin esperanza, que viviéramos y reconociéramos la luz que va aflorando en el continente y en nuestra Patria para que sepamos ayudar a ser Parteros de la historia.
Solo hombres que realicen
En ellos mismos la unidad interior,
Sólo hombres de visión planetaria
Y de corazón universales,
Serán instrumentos válidos para el milagro
De ser violentos como los profetas
Verdaderos como Cristo
Revolucionaros como el Evangelio
Pero sin herir el Amor
Mons. Helder Cámara
Sólo así gocemos de los festejos alrededor del árbol pero muy cerca del pesebre, para decir del fondo del alma: Hoy hace 2000 años nació un niño que nos acompaña con su vida y unidos a El digamos entonces:
¡FELIZ NAVIDAD!
Un abrazo,
Clelia
En cuanto a lo que dice sobre el che Guevara, aqui un pequeño comentario que encontre en Atrio:
Otra cosa. Ernesto che Guevara murió como un “héroe” liberacionista, pero murió con las botas puestas, a los 39 años, esto es, “murió matando”. No les resto méritos a su heroísmo ni a su pasión por la justicia, Dios sabrá, pero el caso es que murió como murió porque vivió como vivió. Cierto que me cuesta comprender los misterios de la fe cristiana (la encarnación del Verbo, la muerte vicaria de Cristo, el pecado original, la virginidad de María…), pero en la historia del cristianismo hay testimonios heroicos y santos como el de san Maximiliano Kolbe (este murió en un campo de concentración nazi porque deseó morir en lugar de otro desgraciado condenado en el infierno de aquellos campos de exterminio), como el de santa Gianna Beretta Moya (madre de familia, médico pediatra, cuatro hijos, acabó muriendo porque se negó a ser tratada del cáncer que padecía, durante el último de sus embarazos, con vistas a no dañar el bebé que llevaba en su seno, que al final nació con vida), e incluso como el de cristianos no católicos como Martin Luther King (cuya vida es sobradamente conocida) o como Dietrich Bonhoëfer (pastor protestante, militante de la Iglesia confesante -perdón por tantas rimas-, asesinado por orden personal de A. Hitler). Al menos yo, sin el elemento sobrenatural de la fe no puedo entender sus vidas, el gesto supremo de preferir entregar sus vidas por Cristo.
¡Gracias, por seguir sembrando esperanzas…!
Desde: ¡¡¡Jesús y su Mensaje!!!
El ser humano tiene que conseguir de verdad ser:
¡¡¡Plenamente Humano y Libre!!!
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Ok! ok!
Muy bueno!
Rescato especialmente:
– “creyente en Jesús y su Mensaje
que no es otro que
creer en el hombre y sus luchas”-
¡Vamos todavía! Oscar.